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Por Los Frutos de Tu Vien

No hay nada más dulce y suave que ver a un recién nacido, tan pequeño y tan perfecto. Dios creó cada parte de nuestro cuerpo, nos formó como Él quiso. Y es a él a quien le gusta vernos nacer, crecer y utilizar para el bien todos los talentos y el potencial que ha puesto en nosotros. Cada uno de nosotros es único y especial para Dios; él nos ha formado con mucho amor y gran detalle. Nuestros corazones deben saltar de la alegría a la adoración cada vez que recordamos esto: somos una creación especial y maravillosa para Dios, y él se deleita en nosotros. Lo alabo porque soy una creación admirable! Sus obras son maravillosas, y lo sé muy bien! No debemos ver a los niños como una carga o como una responsabilidad demasiado difícil de asumir. Los niños son una bendición, una herencia de Dios y una recompensa por nuestras vidas. Debemos amarlos y apreciarlos. Es un gran privilegio y honor para Dios darnos hijos, verlos crecer y criarlos en el temor del Señor. Disfrutemos de este don de Dios.

Recuerdo cuando los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Quién es la persona más importante en el Reino de los cielos? Llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Y dijo: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por lo tanto, cualquiera que se humille como este niño será el más grande en el reino de los cielos. Los discípulos le hicieron una pregunta a Jesús. Suponemos que por dentro, todos querían escuchar Su nombre como respuesta. Jesús los sorprende al declarar que, no sólo para entrar en el reino de los cielos, sino para ser el más grande más allá, es necesario ser humilde como un niño. Somos humildes cuando reconocemos nuestras limitaciones y debilidades. Los niños piden ayuda cuando la necesitan y piden perdón cuando deben hacerlo. Luego continúan con lo que estaban haciendo sin guardar rencor. Necesitamos aprender de ellos para pedir ayuda a Dios y a otros sin avergonzarnos ni sentir que hemos fracasado. También debemos aprender a pedir perdón sin guardar rencor y luego seguir adelante con la ayuda y guía de Dios.

No dejemos que nuestro orgullo nos aleje de todas las bendiciones que Dios quiere darnos. Aprendamos de los niños y seamos humildes! Dios quiere que lo conozcamos y lo amemos desde nuestra infancia. Los padres somos responsables de enseñar a nuestros hijos a amar a Dios con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas. La mejor manera de hacerlo es a través del ejemplo. Si ven que nuestro amor a Dios y el deseo de agradarle son la base de nuestras acciones, aprenderán a vivir una vida que glorifique a Dios. También debemos leer y memorizar la Palabra de Dios en la familia. En la Biblia encontramos palabras de vida que nos enseñan lo que agrada a Dios y nos transforma. A medida que crecemos, nos enfrentamos a nuevos desafíos. Si recordamos un versículo bíblico aprendido durante la niñez, instantáneamente recibiremos la palabra necesaria de sabiduría, aliento o sanidad.

Dice que entonces ellos comenzaron a traer niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendieron a los que los llevaban. Al darse cuenta de esto, Jesús se molestó y les dijo: “Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de los que son como ellos”. De cierto, de cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y cuando los abrazó, los bendijo, poniendo sus manos sobre ellos. Jesús reconoció el valor de los niños y les dio un ejemplo de cómo debemos recibir el Reino de Dios. ¿Has visto alguna vez a un niño recibir un regalo? Lo admira y muestra su placer saltando y riendo. Así es como debemos recibir el Reino de Dios en nuestros corazones, con gran alegría, valorándolo como el tesoro más precioso que podemos recibir (Eso leemos en Mateo 13, 44). Porque eso es exactamente lo que es! Dios desea bendecir a los niños y recibirlos como Sus hijos amados.

No olvidemos orar por los niños que Dios pone en nuestro camino. En este pasaje vemos que Jesús abrazó y bendijo a los niños, disfrutando de la espontaneidad que los caracteriza. No perdamos nunca este entusiasmo cuando nos acercamos a la presencia del Señor! Cuando recibimos a un niño, estamos recibiendo a Jesús. No vino a la tierra con un puño de hierro e imponente, sino que nació en un pesebre como un bebé. Jesús ve un gran valor en todo el ciclo de vida de los seres humanos, pero se identifica especialmente con el corazón sencillo y abierto de los niños. Jesús vio en los niños que lo rodeaban características como la humildad y la sinceridad. Se tomó el tiempo para abrazar a los niños, los reconoció como personas valiosas y no sólo como algo a tolerar, como era común en esa época. De la misma manera, debemos valorar a los niños que Dios pone en nuestro camino, no sólo a nuestros hijos, sino a todos los niños que nos rodean. Abramos nuestros brazos y corazones y aprendamos a apreciar cada uno de ellos.

Tengo la sensación que como Cuerpo de Cristo en la tierra, todavía hay muchas cosas puntuales que no tenemos claras. Una de ellas, es la significación que los niños tienen en nuestros contextos. En Mateo 18 leemos a Jesús diciéndole al que quiera oírlo que si quieren entrar al Reino de los Cielos, deberían humillarse como niños. Cabe aclarar que en esa sociedad, los niños tenían poco y escaso valor como personas, y eso era directa o indirectamente, una forma de humillarlos. Pero, como para mostrar el tremendo contrasentido que el Reino tiene con nuestros sistemas de vida, Él les aseguró que ese niño humillado y casi inexistente, sería considerado como mayor en el ámbito del Reino de su Padre. Siempre me pregunté si esa gente le habrá entendido el mensaje a Jesús. Viendo cómo sigue la historia, se me hace que no. Y es de eso, entre otras cosas, que Satanás se aprovecha con respecto a nuestros niños. Niños que luego serán adultos. Como tú o yo.

Porque creo que es en nuestra niñez en donde el diablo preparó un diseño de destrucción para cada uno de nosotros. Está comprobado que desde que es gestado en el vientre de la madre, hasta los seis o siete años de edad, es donde se forma el carácter de un niño. De allí que muchas veces lo que nos pasa en nuestra infancia marcará nuestra manera de vivir, de caminar, e incluso, hasta lo que puede llegar a rebotar y manifestarse en nuestros matrimonios. Hay algo que debes entender y aceptar sí o sí si es que quieres tener futuro de victoria en el evangelio.

El diablo odia la raza humana, y por ese motivo quiere destruirla a partir del momento en que le resulta más fácil: en la infancia o en la vejez. Vulnerables. Y por eso, es indispensable tratar con los adultos con problemas, porque si no solucionamos esos problemas en los mayores, ninguno de esos mayores podrá formar bien a ninguno de los niños que tenga a su cargo. Sé por experiencia de consejería que es mucha la gente que odia su propia infancia, las maldiciones que sus propios padres les lanzaron cuando estaban enojados y esencialmente ese enorme abismo que les impedía poder contarles sus problemas, sus angustias y sus miedos.

¿Cuantos de ustedes han vivido una gran parte de su vida tratando de ganarse el afecto o una palabra de aliento de sus padres? Mis padres eran excelentes personas, pero yo no tengo memoria de un abrazo de mi padre para mi. Y no por maldad, por incapacidad. ¿Cuántos de ustedes han escuchado de labios de su madre o su padre, incluso siendo creyentes, una expresión que diga más o menos: “cuanto alabo a Dios por haberte tenido”? ¿Cuántos de ustedes habrán escuchado exactamente lo contrario?

Es demasiada la gente que todavía cree que estas son solamente palabras motivadas por situaciones adversas, pero déjame decirte que no, que en el mundo espiritual estas palabras conforman decretos, y cada decreto lanzado en el ámbito espiritual, se convierte en un derecho legal que en algún momento va a cumplirse, te guste o no te guste, lo creas o no lo creas. Es un principio. Es igual que sucede con el bebé que estuvo a punto de ser abortado. ¿Sabes qué? Cuando sea grande y sepa expresarse, le preguntará a su mamá si ella quería tenerlo o pensó en abortarlo. Cuidado. Es el momento de responder con la verdad, porque ese niño está preguntando algo de lo que ya conoce la respuesta.

¿Alguien ha prestado atención a los anti-valores disfrazados de valores que les enseña Satanás a los niños de todas las edades a través de la televisión y, en muchos casos, de aparentes inofensivas caricaturas de dibujos animados? ¿Alguien se fijó en ese detalle? Creo que es la hora de romper ese velo invisible que hoy por hoy todavía ciega el entendimiento de la gente para evitar que resplandezca sobre ellos la luz del evangelio de la gloria de Cristo. Se ha enseñado y con no poco criterio, que los niños son cazados por el mal por las noches, justamente cuando sus padres duermen tranquilamente, como si los hubieran cubierto eficientemente contra todo ataque del infierno. Ignorancia.

Despotricamos ante el movimiento gay masculino porque nos choca y no nos gusta porque huele a pecado a kilómetros, y es así, es cierto, pero… ¿Alguien se detuvo un par de minutos a pensar si ese gay que pasea su obscenidad casi con desparpajo y orgullo, no es un niño que fue violado por familiares cercanos mientras sus padres perdían el tiempo en distracciones huecas? Esto es un ejército en guerra, convéncete de eso. Y la única manera de que este ejército no siga perdiendo soldados, es fortificando sus esencias en sus raíces, dejando de prestarle tanta atención a las ramas.

¿Se puede seguir vociferando desde las predicaciones que estamos ganando la guerra, que Satanás está vencido, mientras cientos de matrimonios nos piden oración por sus hijos que están en alguna forma de delito, o en pornografía, o en perversiones, o si son mayores, por sus nietos que están en las drogas?  ¿Esa es la imagen de una guerra  ganada?  Dios hoy está encendiendo las lámparas que serán aptos y suficientes para correr con toda oscuridad. Son muchos de ustedes los que yo imagino que han tenido sueños, visiones, revelaciones y eso déjame decirte que sí viene de Dios, no interesa si hay gente que te tiene por loco, ten la seguridad que es tu Dios el que está despertando a las generaciones.

Una generación nueva de hombres y mujeres que no siempre son nuevos, que sean capaces de dar la cara para decirles a ustedes que esto no tocará nuestra morada ni llegará a nuestra casa. Porque el poder de la sangre de Cristo es más grande que el poder de la sangre de los animales que sacrifican los brujos. Cuando la sangre de Jesús tocó la tierra en ese tremendo día glorioso, en ese mismo instante la tierra fue sanada y hoy estamos recuperando el diseño de Dios para nuestra generación. Pero Satanás ataca a los niños. Es muy probable que haya atacado tu vida en tu infancia. Hasta pudo haberte querido matar. Rompió los hogares de los padres porque él sabe que una casa con familia rota, es semillero de suicidio, de drogadicción, de delincuencia en todas sus facetas.

Los drogadictos, los homicidas, todos ellos se forman en los hogares. Hay mucha gente que sostiene que las prostitutas lo son porque nacieron en hogares donde nadie pudo defenderlas cuando fueron violadas. Y lo mismo es válido para la homosexualidad, aunque hoy esté admitida e incorporada a todos los quehaceres urbanos como algo normal y corriente. Y esto no es discriminación, porque discriminar es no amar, yo tengo muy en claro que ningún homosexual llega a tener felicidad plena aunque nadie lo moleste. Porque siente que está todo bien, pero siente que hay algo que no sabe explicar que no está bien y nunca lo estará. Está comprobado que cuando tu cerebro piensa y tu sientes algo relacionado con tu pasado que te lastima, te hiere, te humilla, te ofende y destruye, tienes que saber que Dios ya trató con eso y lo restauró en la cruz, pero ahora debes ser tú el que tome a ese asunto y lo saques definitivamente y para siempre de tu mente.

Nadie lo puede hacer en tu lugar. No te olvides, Dios sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas. Es cierto que no entendemos muchas cosas y tampoco tenemos respuestas para otras. No entendemos por qué el violador, el pedófilo, se ensaña con un solo niño aunque haya muchos más igualmente vulnerables a sus bajos instintos. No entendemos el motivo por el cual en una familia donde hay cinco niños, uno solo ha sido violado. ¿Será que habrá algo que acciona esa herencia de violaciones? ¿Habrá algún detonante para que esa herencia cobre vida? En Marcos 10:15 Jesús dice que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Sucede que entendemos muy poco lo que significa espiritual y emocionalmente una ligadura de alma. Cuando he sugerido a alguien que corte con toda ligadura de alma se me han quedado mirando como quien acaba de decir algo extraño y fuera de lugar. Entiende esto: la relación sexual, que fue creada por Dios, no por Satanás, y que por consecuencia es algo bueno en gran manera, puro y santo, fue creada para ser disfrutada por la pareja humana en pacto. Lo llamamos matrimonio, porque esa es la consecuencia legal y civil de ese pacto, pero Dios nunca habla de matrimonio, Él simplemente dice que se unirá el hombre a su mujer ¿Y qué más? Serán una sola carne. Eso dice.

Y eso sucede. La relación sexual es para ser disfrutada en santidad y en una relación de compromiso que dure para siempre. En una relación que sea de amor, conforme al diseño de Dios. No es para andar haciéndolo como perros en la calle. Tener relaciones sexuales es hacerse uno con el otro, en todo. Una sola carne, ligados en alma y espíritu. Hay una transferencia mutua. Y Si acostarte con alguien con SIDA o sífilis te contagia por traspaso, lo mismo sucede en el mundo espiritual. Siempre es paralelo. Lo cierto es que Dios está haciendo algo en este tiempo y nadie lo podrá parar. Y para lograr eso, está levantando guerreros reales en todo el planeta.

Tienen distinto color de piel, hablan distintos idiomas, tienen distintas culturas y hasta celebran o ríen por distintas causas, pero todos están unidos bajo el mismo estandarte del Reino. Mírate. En plena pandemia y con todas las limitaciones eclesiásticas que has tenido, es cuando tu vida está dando más fruto. Ya sabes, igual que yo, que no estamos aquí para hablar o hacer lo que nos da la gana. Dios nos ha dado una orden y la estamos cumpliendo, pese lo que pese y cueste lo que cueste. Dios quiere darte directivas a ti. No a mí para que yo te las enseñe o te las traspase, ¡A ti! ¡Él quiere tener intimidad contigo, conocerte y que tú lo conozcas! No puedes seguir esperando que a tus líderes les caiga la revelación para que te las enseñen.

Ahí andan centenares de videos disfrazados de altas predicaciones cristianas, llenos de maldiciones en forma de declaración de hecatombes imprevisibles e imposibles de evitar, pero que por propia ignorancia supina, una gran parte del pueblo los agarra como verdades y encima sale a extenderlos, difundirlos y ampliar su llegada. Profecías de mentiras, profecías que son mitad verdad y mitad mentiras. Pero Dios te está diciendo que no te escondas en las cuevas, que como siempre ha sido desde el principio, en tu cuarto Su poder maravilloso e inigualable está a tu disposición, sólo búscalo. No esperes que Dios te venga a buscar a ti, sal ahora mismo a ver donde está y en qué anda y súmate.

A los que siguen diciendo y declarando como hace dos siglos que Cristo viene pronto, diles que no, que Cristo no va a venir por una iglesia que todavía ni siquiera ha sabido predicar su evangelio genuino, el del Reino. Cristo va a venir por una iglesia que no tenga manchas, que no tenga arrugas, que sea gloriosa y más que vencedora, por una iglesia que tenga la unción de los apóstoles y los profetas, la misma unción que tenían Elias y Eliseo, la de Moisés y Josué para sacar a un pueblo de la esclavitud. Es probable que seamos la última generación que esté sobre la tierra, pero no podremos estar así, enfermos de traumas y de falta de perdón, enfermos de machismo o de Jezabel.

Dios levantará una generación adulta, que no esté enferma de manipulación vendida como dirección divina, o de simple y monasterial  represión disfrazada de santidad. Dios está limpiando la iglesia, y eso está sucediendo hoy mismo, ahora. Será destruido el espíritu de la mentira y del falso Espíritu Santo, y de la falsa profecía dada a través de los medios de comunicación, que hoy por hoy tienen más llegada, atención y audiencia que aquellos que traen palabra ungida . Y todavía hay muchos creyentes que miran estas cosas por la televisión y creen que se alimentan con ellas, lo mismo que con lo que se distribuye a través de las redes sociales.

No tengo nada en contra de las redes porque en muchas de sus expresiones me sirven y las utilizo, pero nadie puede negar que si hay un elemento clave que la sociedad comercial secular encontró como verdadero filón para explotar las redes, ese elemento ha sido el egocentrismo de tanta y tanta gente, cristianos ingenuos y faltos de discernimiento incluidos. Está escrito y es indeleble: nuestro socorro viene de Jehová. Deja de buscar coberturas que no tienen nada que ver con este tiempo. ¿Sabes lo que dice la Palabra? ¿Quién te cubrirá? ¿Qué manto te vas a poner? Colócate en la cobertura del Dios poderoso, la única cobertura bíblica ciento por ciento.

Todo lo otro es doctrinal, denominacional, humano, interesado, imperfecto. Jesucristo ha tomado control de nuestras bocas y nuestras vidas, para decirte que en esta hora una generación de víboras caerá, pero la generación de Dios se levantará. Dios es Dios de los ejércitos, no hizo a la tierra para que Satanás se enseñoree de ella, no hizo los ríos para que los demonios se enseñoreen de ellos, no hizo al hombre para que permita que la tierra que es su herencia esté en manos usurpadoras. Él nos dijo que cada palmo que tomemos será nuestro. Como le dijo a Abraham, alza tus ojos y mira, todo lo que veas será tuyo. Iglesia: es hora de levantarse. Cristianos, es hora de dejar de una vez por todas al pasado atrás y dedicarse al espíritu que es mucho más importante que el alma.

Es hora de salir del evangelio de la manipulación, del evangelio de la codicia, del evangelio de la avaricia, de ese evangelio que te lleva a creer que porque estás en una función pastoral eres más que las ovejas que tienes a tu cargo. Y tú no eres más que esas ovejas, simplemente tienes una función a la que Dios te llamó para protegerlas, sanarlas y librarlas de contaminaciones. Y cuando comienzas a ver que esas ovejas se convierten en soldados, es cuando entiendes que ningún general, jamás, ganó una guerra solo. Y si quisiera hacerlo, su entrenamiento de general de mando y no de batalla física determinará que se muera antes de intentar nada.

Es obvio que la iglesia que conocemos no está preparada para esto, pero si lo estará aquella a la que Dios esta levantando en este tiempo. Esta será la verdadera iglesia, la que cerró sus puertas por la pandemia, pero las volvió a abrir para ser esa expresión sin mancha y sin arruga de todos los tiempos. Oremos para que cuando vuelva a abrir sus puertas, lo que ingrese por ellas sea conciencia bélica casi de nivel profesional y no pobres almas vapuleadas por sus pasados que han creído ver en la iglesia a un grupo de auto ayuda apto para tener la posibilidad de contar sus dramas. Eso no es iglesia. La iglesia no cuenta derrotas, la iglesia celebra con alabanzas su victoria. Y su victoria está centralizada en la figura de Jesucristo, nunca dejes que una figura humana lo eclipse o lo saque del primer lugar. Cuida tus hijos que son la próxima generación. Lo dice el Salmo 127:3: He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.

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febrero 25, 2022 Néstor Martínez