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¡Libertad a los Cautivos de Sión!

El diamante que expone hoy, es un varón de Dios y reside en una  población de México. Y su testimonio, como podrán observar, se diferencia bastante de los anteriores. Fue un hermano que en su momento estuvo en las posiciones con las que sueña la gran mayoría de hombres que asisten a un templo cristiano, ser el pastor. La figura convocante, la que lidera todo el espacio y es punto de referencia para el resto. No obstante, de su propio relato se desprende que todo eso que tanto deslumbra a los inmaduros, en realidad termina siendo trapos sucios delante del Señor. Sobre todo cuando él tiene otros planes para esa persona.

Tenía veintiún años, era músico de rock, era mi sueño haciéndose realidad: Mi esposa, en ese tiempo mi novia, diecinueve años, cantante. Era el año 1998; de repente un día, ella me recibe en su casa y me dice: conocí a Jesús!! ¿Que Jesús? le digo, Jesús el hijo de Dios, que si murió por mi.!! Yo no entendía nada, yo era su amor, pero hasta este momento ya no. No puedo estar contigo, me estorbas, la Paz que Dios me dio no la quiero perder, me dijo, y terminó conmigo al poco tiempo. Dejo su canto para el mundo, para vivir para Dios. 

Yo, entonces me quedé con muchas preguntas en mi mente, por lo que estaba viendo. Era algo radical, de verdad. A los nueve meses le entregue mi vida al Señor, ya que me mostró que Él había hecho el cielo y la tierra, así es que pensé: cómo no iba a ser capaz de salvarme y transformarme, si me había hablado de varias maneras en los lugares donde iba a tocar.

Cuando le entregue mi vida, Él comenzó a quitar muchas cosas, ente ellas, el amor por mi banda; entonces deje la música y mis amigos. Me comencé a reunir con unos hermanos que se reunían en casas. A los pocos meses, me casé. Era precioso ese tiempo, aprendimos muchas cosas, había un algo especial que nos hacía creer que nosotros estábamos bien y la iglesia denominacional estaba mal; ahora entiendo que también en las casas las cosas pueden estar muy mal si Dios no gobierna.

Estábamos aprendiendo, aunque a los seis años aproximadamente, solo era el leer estudios, así es que había cierta enajenación con ciertos autores, que no nos estaba gustando ni a mi esposa y ni a mí, era como que faltaba algo. De aquello no quedó nada, al tiempo dejaron a Cristo; unos hermanos se hicieron judíos mesiánicos o algo así, otros de la Nueva Era o algo peor (Lo impresionante es que sabían que eso no estaba bien, hasta lo habían enseñado).

Por el 2005 habíamos dejado la congregación en paz y nos fuimos con una congregación muy pequeña que había dejado una iglesia muy conservadora porque no los dejaban hacer más, quería predicar con obras artísticas en parques, centro de rehabilitación prisiones etc. En esta congregación se había convertido un amigo mío de la banda con la que tocaba, luego mis demás amigos vinieron también. Entonces se comenzó una obra de ayuda (Tipo albergue) donde nos fuimos a vivir algunos, se construyeron unas casas en el lugar, yo pagué la mía: en esa época mis hijos tenian cinco y seis años.

Hacíamos todo lo que podíamos, formamos una banda de rock para el Señor con mis amigos, al tiempo yo enseñaba, entendiendo mi llamado de maestro, mi esposa oraba y atendía a las personas necesitadas, les daba palabra profética, y ánimo, pero esto, como se podrán imaginar, no les gustaba a los líderes que aunque tenían buenas intenciones, no era suficiente nunca. Allí lideraba la pastora, no su esposo, y les faltó sabiduría y madurez, lo que era reemplazado con mucho activismo religioso. Además, allí comenzó la manipulación y cada vez más fuerte, así es que comenzamos a vivir humillaciones y difamaciones por parte de los líderes.

 Muchos lo comenzaron a vivir también igual que nosotros. No obstante, aprendimos mucho allí sobre  perdonar y a amar al prójimo en medio de mucha adversidad. A los tres años, en una crisis muy fuerte de la congregación, recordé un mensaje que había escuchado y por necesidad de aprender busque ese mensaje que me había enseñado mucho, Evangelizando el Alma, se titulaba, y provenía de Tiempo de Victoria, a la que había hallado en una página web de España; era el año 2009.

Comencé a aprender y entender, todo me embonaba tan bien!, algo de lo que aprendía lo enseñaba en la congregación, pero tres años después, con mucha claridad, el Señor nos mostró que era tiempo de salir. Habíamos luchado por una unidad que cada vez era más difícil tener, vivimos mucho rechazo, gracias a Dios, un día antes de irnos, los lideres, la pastora y su esposo nos buscaron para arreglar situaciones. Allí nos pudimos despedir bien de ellos y darles las gracias; nos fuimos exactamente a los seis años, era el 2012. Había dejado mi casa, y entendía que había descuidado mucho a mi familia, tenía que atenderla, ese era el mandato de Dios. No quería que nadie me siguiera así que me fui en silencio.

Luego salieron siete familias aproximadamente, incluidos mis antiguos amigos, con los que por cierto traíamos una relación lastimada, y llegaron con nosotros. Venían heridos, sentidos, les dimos el apoyo que necesitaban, ya que mi esposa y yo nos sentíamos bien, con gusto los atendimos y comenzamos un ministerio nuevo en casa, y pasó lo que no quería, me fui convirtiendo sin darme cuenta y sin querer, en el pastor y mi esposa, en una gran ayuda para eso. Teníamos una palabra que el Señor nos dio cuando habíamos salido, ¡Isaías 61! Libertad a los cautivos de Sion, ¡Y esto significa tanto!! Los servimos con amor y ánimo, pero por falta de sabiduría y madurez, no hice las cosas bien y descuidé a mi familia de nuevo, otros seis años.

 Al principio en esta etapa pensé, ¡De nuevo a las casas! Con gusto, pero el Señor me mostró que no era ni los templos ni las casas el lugar, que el lugar era El MISMO, la comunión de hermanos en unidad verdadera. Mis hermanos no entendían (O no querían entender), ni veían lo que quería trasmitir. Había resistencia, algunos no concordaban, querían una congregación como muchas (Me recuerda cuando el pueblo de Israel quería un rey) todo se había tornado a lo tradicional y paré las reuniones. Para comenzar de nuevo, les ofrecí atenderlos en persona, pero ¡Oh sorpresa! ¡Se fueron a otras congregaciones!

Un profeta americano nos dio palabra increíblemente certera para mi familia y nos habló, sin él saber lo que estábamos viviendo. (Creo que el mismo profeta no la entendía, tanto como nosotros) La palabra que nos dio, nos animó a que continuáramos, porque era lo que él quería y los demás no nos entenderían, el Señor nos decía que resistiéramos, esto nos dio mucho ánimo, nos quedamos solos con una pareja de hermanos casi recién llegados pero con la misma visión que nosotros: buscar al Señor con sencillez de corazón fuera de los formatos protocolares religiosos.  No dejando de congregarnos pero de una manera como muchos dirían, informal, ¡Esas no son reuniones de iglesia!,, dirían otros, así lo veían los que ya no estaban.

Así buscamos al Señor. Ahora llevamos dos años, la pareja de mis hijos, mi esposa y yo, nos ha sido difícil por sentirnos solos en cierta forma, si extrañamos a los demás pero creo que es bueno lo qué pasó.  Hace aproximadamente tres meses, nos comenzaron a ministrar de manera especial los últimos audios de Tiempo de Victoria. Mi esposa, muchas veces que el Señor le mostraba algo, yo lo había visto o aprendido en Tiempo de Victoria, por lo cual Dios confirmaba mucho. Ahora  nos muestra el Señor que somos de esos diamantes, que no somos los únicos con este entendimiento, que con amor del Señor y valor, haremos huecos para que salgan a la verdadera libertad los hermanos presos de la religiosidad.!

Parte de mi familia se fue a una congregación conservadora que creen que el Señor ya no habla como antes, que cesaron algunos dones, y que si no es por la Biblia Dios ya no habla y más cosas. Yo creo que en la Biblia está escondida la palabra de Dios y se revela gloriosamente para quien le busca más allá del razonamiento y el intelecto, con un corazón humilde.  Y que también habla por medio de sus profetas, pero sólo los que se sujetan a Él. Dios es bueno y sigue hablando a su iglesia, su cuerpo, por medio de la cabeza que es Cristo, Gloria a Dios por eso! 

Aquí lo tienes. Quienes estamos en el otro lado del planeta y leemos estas reseñas de vida, no podemos menos que sorprendernos por algo que ya, a esta altura de nuestra supuesta madurez de hijos de Dios, no tendría que sorprendernos más, y es que vemos con total claridad y nitidez que Dios sí se está moviendo a lo largo y ancho del mundo, y lo que está llevando a cabo por encima de todo lo demás, es el recuperar a sus verdaderos hijos, los genuinos, que todavía se encuentran prisioneros en sus jaulas de cristal. No tengo dudas que tú mismo, tú misma, leyendo esto, no habrás podido contener tu emoción, ya que te habrás sentido más que identificado o identificada, casi representada fielmente.

Néstor.-

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noviembre 23, 2019 Néstor Martínez