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La Grieta

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     En mi Argentina de estos tiempos, hay una palabra que se escucha diariamente por cuanto canal difusor se te ocurra, y es la palabra Grieta. Definen así desacuerdos políticos, ideológicos, económicos o de esencia étnica o epidérmica, como mejor les guste a cada uno. Y se aspira a que cada hombre o mujer habitante de mi país, antes de hablar dos palabras por donde sea que se dispone a hablar, fije su posición respecto a esa Grieta. O está del lado de allá, o está del lado de acá. Posiciones intermedias o abstenciones, imposible de admitir. Una verdadera aberración limitante de las mínimas libertades individuales.

     A partir de este pintorequismo nacional, quise indagar un poco en la búsqueda de los verdaderos significados de este flagelo con el que convivimos, (Hay familias enteras enemistadas y hasta fieramente peleadas por causa de esa Grieta), y buscar sus verdaderos contenidos o motivaciones. En principio, y hace ya mucho tiempo, encontré el primer punto que determinó que jamás alguien pudiera enrolarme en algunos de los sectores opuestos ferozmente de esa grieta. Que tal grieta, no es nada más que un negocio de pocos, con alta participación de muchas mediocridades útiles, obviamente ad-honorem. Mediocridad, te recuerdo, implica dejar de pensar por ti mismo, para elegir por las razones que sean, que otros piensen y decidan por ti.

     ¿Y qué cosa es una Grieta? El diccionario de nuestro idioma nos dice que es una abertura o quiebre que surge de forma natural en alguna superficie. Con esto descubro que el nombre Grieta, en nuestro suelo, está literariamente equivocado. Nuestra Grieta no se produjo de forma natural, fue provocada. No es Grieta, es otra cosa llamada como gustes. Y a eso lo respalda otro buen diccionario que, a la acepción ya mencionada, le añade una más abstracta: “dificultad o desacuerdo que amenaza la solidez o unidad de algo”. Tal cual. Eso sí que es una Grieta. Un negocio cruel de unos pocos, que se está llevando puestos a la mayoría de los habitantes de un bonito país: el mío.

     Ahora vamos al sentido por el cual un comentario de estos tiene entidad para publicarse en un medio difusor como este. Que esa Grieta, en mi Argentina, contiene de ambos lados, a no pocos hombres y mujeres que se denominan a sí mismos, como cristianos. ¿Es que habrá que pensar que hay cristianos participando de ese negocio llamado La Grieta? No lo descarto, pero no creo que eso suceda en mayoría. Lo que sí creo, es que tanto los que militan de un lado como del otro, son gente que olvidó que Dios les puso una mente y una inteligencia para utilizar, y eligieron enrolarse en un discurso ajeno y hasta secular, que les resulto atractivo. Otra vez se olvidaron de sus Biblias, que todavía les sigue asegurando que Dios No hace acepción de personas.

     Los que verdaderamente conocen mucho más que todos nosotros juntos ciertos elementos anexos que siempre han acompañado a las religiones en su conjunto, (Y que conste que estoy hablando de Religiones, no de Fe ni de Convicciones), aseguran que una de las Grietas más legendarias e históricas en lo ideológico que muestra la humanidad: La Izquierda y la Derecha, fue solamente un invento de ciertos grupos relacionados con la Masonería, con la única finalidad de dividir para quitar potencia. Sabemos que ninguna casa dividida prevalece, pero así y todo, cuando en nuestros países de residencia, (Cualesquiera sean ellos en el ámbito Latinoamericano), se producen esta clase de divisiones, la iglesia, en lugar de salir a la palestra a difundir el mensaje de Jesús, opta por enrolarse en alguna de las dos posturas porque, piensa, eso lo hace caer más “simpáticos” a la sociedad en la cual conviven.

     (Isaías 30: 12-13) = Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente. 

     Ahora, amado hermano o hermana que habita cualquier nación de América o incluso en Europa, piensa un momento. El único texto de tu Biblia que habla de una Grieta que no es literal o material, te dice que su existencia, además de ser consecuencia de un pecado, es preanuncio de ruina. ¿Y así y todos vas a seguir escuchando y creyendo a los personeros de la injusticia y la división, que con ropaje de corderos pero corazón de lobos, llegan para decirte que una Grieta es una plataforma de equidad, justicia, bienestar y felicidad? ¿Tan complicado es separar tu calidad de fiel Creyente, con la de ingenuo crédulo?

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abril 7, 2019 Néstor Martínez