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Tiempo de Sacarte el Manto

300x300     En un conocido pasaje de Juan capítulo 13, Jesús toma su manto, una vasija y les lava y limpia los pies a sus discípulos.  Él les dice a ellos, Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros, porque ejemplo os he dado para que, como yo os he hecho, vosotros también hagáis. (Juan 13:14-15).

     Algunos cristianos devotos han tomado literalmente  este versículo. Ellos han hecho como costumbre el ofrecer el servicio de “lavar los pies.” Esto es loable desde el punto de vista social y humano, pero se queda como un mero ritual y se pierde el verdadero significado de lavar los pies.

     Después que Jesús lavó los pies de los discípulos, Él  se puso de nuevo su manto, se sentó y les preguntó, ¿Saben lo que yo he hecho por ustedes?” En otras palabras, “¿Comprenden el significado espiritual de lavar los pies?”

     Yo creo que la pregunta del Señor es para nosotros, hoy, también. ¿Comprendemos nosotros la profundidad de lo que Él hizo al lavarles los pies a sus discípulos? Sobre todo, algo muy poderoso y profundo está sucediendo. Cristo les estaba enseñando a su iglesia una de las lecciones más importantes.

     Jesús no estaba instituyendo una regla que debía cumplirse por la iglesia durante siglos, como la Santa Cena o el Bautismo en agua. De ser así, Él lo habría instituido desde el principio del entrenamiento de los discípulos.  Él mismo se habría sometido al lavado de pies como lo hizo con el bautismo en agua. Yo creo que Jesús nos estaba dando un ejemplo de manifestación física de lo que Él  más desea, “quitarse el manto.”

     Yo creo que si nosotros comprendemos lo que Jesús hizo al lavarles los pies a los discípulos, entonces comprenderemos los conceptos de servicio y sumisión. Lo anterior nos permite observar que el servirnos los unos a los otros en amor y sumisión,  y con temor de Dios significa mucho más que recibir órdenes o rendir cuentas a una autoridad mayor. Estas verdades gloriosas son expuestas solamente en el contexto de “quitarnos el manto.”

     ¿Y qué cosa sería “quitarnos el manto”? Descender al nivel humano que se encuentra en el que recibe el lavado de sus pies. Cuando tú ves a un ministro lavando los pies de gente común, ¿Estás viendo a un grupo de personas todas iguales, o a alguien con nivel y jerarquía tener un gesto de humildad y descender al nivel de sus ministrados? Si te quitas el manto, nadie notará diferencias entre unos y otros. Si lo mantienes sobre tus lomos, todos sabrán que lo tuyo no es humildad, sino apenas “un gesto” de humildad. Y aunque delante de la gente parezca lo mismo, puedo asegurarte que delante de Dios, ni por asomo.

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julio 26, 2018 Néstor Martínez