Estudios » Blog

En el Final de los Tiempos

012 - En el Final de los Tiempos

 

     Para los que no son demasiado duchos en geografía, les cuento que la República Federal Democrática de Nepal, es un país sin salida al mar de Asia meridional. Se encuentra ubicado en el Himalaya, rodeado en el norte por la República Popular China y en el sur por la India. Se encuentra separado de Bhutan por el estado hindú de Sikkim, por el llamado Corredor de Siliguri. Es un país de naturaleza montañosa en cuyo territorio se encuentran total o parcialmente, algunas de las cumbres más altas de la tierra, destacándose el Monte Everest, con casi nueve mil metros de altura.

     El porqué de esta introducción eminentemente informativa tiene que ver con una noticia que se conoció esta semana, donde se da cuenta que un dirigente cristiano nepalí denunció que Nepal, aprobó en octubre una ley que declara delito y penaliza la conversión religiosa al cristianismo. El presidente de un partido político que ayuda a los cristianos a defender sus derechos, dijo que la norma también penaliza el trabajo misionero en este país asiático predominantemente hindú donde se privilegia, tanto en la sociedad como en la política, solo a las personas y a la cultura hindú,

     Dijo además a una agencia informativa que esa ley, que también afecta a las minorías religiosas musulmanas y budistas, agravó uno de los principales factores que deteriora los derechos a la libertad religiosa en Nepal, y es usada muy a menudo como un instrumento de opresión para castigar a quienes quieren convertirse al cristianismo. Citó varios casos en los que los cristianos sufrieron las consecuencias de la hostilidad que esta ley ha legitimado e intensificado.

     “Hace un año y medio hubo unos cristianos que pasaron nueve meses encarcelados por haber distribuido unos folletos de contenido cristiano”, sostuvo. Otro caso tuvo lugar en el este de Nepal, donde una mujer cristiana que “cuidaba a niños pobres”, fue llevada a Katmandú, y tras ser arrestada pasó tres meses en la cárcel, acusada de convertir a los niños al cristianismo. Fue condenada a tres años en prisión por el delito de “conversiones religiosas”. También el pastor que la ayudó se encuentra en una situación difícil y enfrenta las mismas acusaciones.

     De hecho, estas realidades que hoy nos parecen muy lejanas y totalmente apartadas de nuestras proverbiales libertades, están creciendo desde hace muchos años, de manera lenta, paulatina y progresiva. Si a eso le sumamos la construcción de un Nuevo Orden Mundial, en el que las principales potencias, indudablemente, ya están trabajando, casi en la silenciosa clandestinidad que otorgan las complicidades mediáticas, el futuro se avizora complicado para el cristianismo como religión organizada.

     Tiene que quedar en claro que esta es una batalla espiritual, que se libra disfrazada de intereses políticos. Una sola moneda, una sola ideología, una sola economía y una sola religión sería, a juicio de muchos importantes hombres del planeta, la solución final a los males endémicos de la tierra. A mí particularmente, todo lo que suene como solución final, me produce cierto escozor. La historia es bastante prolífica en cuanto al contenido verdadero de esas supuestas soluciones.

     Pero, mientras tanto, los cristianos deberían ponerse a pensar muy seriamente qué sucedería con sus vidas si un día, en aras de un modernismo que nadie podría rechazar ni oponerse, se determina que sólo podrán existir templos congregantes de una determinada religión, que esboce una determinada doctrina que satisfaga “a todas las religiones” y que prohíba estrictamente y bajo pena muy grave, la conformación, reunión y práctica de cualquier otra creencia que no sea la oficial. ¿Volverían a las catacumbas? ¿Comenzaría otra era de clandestinidad y ocultamiento? ¿Se someterían dócilmente al cambio?

     No lo sé, pero por si acaso, Dios ha comenzado a levantar, hoy, en distintas latitudes mundiales, diferentes ministerios que, como este que estás visitando, hacen especial énfasis en la relación con el Señor por fuera de todas las estructuras religiosas tradicionales conocidas y por conocerse. Un cristianismo bíblico y despojado de toda estructura y liderazgo humano. Un evangelio de copia casi calcada de aquel que supo crecer y desarrollarse en la época recogida por el Libro de los Hechos, única manera de sobrevivir en ese supuesto -hasta hoy- futuro. Estás advertido. Ahora, si lo deseas, puedes seguir reuniéndote con pastores o líderes a criticar lo que aquí enseñamos. Es tu libertad y la sustentas o arriesgas conforme a tu libre albedrío.

Comentarios o consultas a tiempodevictoria@yahoo.com.ar

marzo 5, 2018 Néstor Martínez