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Caída y Retorno a las Fuentes Primarias

Dentro de nuestros ambientes hay muchos hermanos que gustan de la historia. La recorren, la visitan y la consultan para tomar bases para muchas de sus decisiones importantes, incluidas las espirituales, que no parecerían necesitarla. Y no es malo recurrir a la historia. Sin embargo, convengamos algo que, hasta los propios especialistas, los historiadores, reconocen como cierto: toda historia de todo asunto, siempre es incompleta. Apenas un punto de vista, una opinión subjetiva desde un ángulo específico. Y, aunque pretenda ser muy descriptiva y muy apegada a los hechos, siempre está presente, -reitero-, la subjetividad del que lo relata, del que lo observa. Por eso no es conveniente ni necesario, si vamos a referirnos al declinar de una iglesia con mirada apostólica para convertirla en una iglesia de contenido pastoral, incursionar demasiado en sus orígenes históricos. Simplemente recurriremos a ellos para establecer una especie de lógica para esa declinación.

En realidad, lo que nos interesa saber es cómo fue que una iglesia tan efectiva, que es como la vemos en el Libro de los Hechos, llegó a mutar y convertirse en lo que terminó y es en estos tiempos. Sería muy interesante y necesario poder conocer a ciencia cierta dónde se presentó el problema. El carácter. ¿El carácter? Sí, el carácter, pero resulta ser que el carácter fue solamente una parte, pero no todo el problema. Existieron otros factores. En la palabra, se puede encontrar un modelo original. De hecho, es todo lo preciso que se puede ser en algo tan singular y espinoso, pero igualmente creo que nos permite examinar lo que muchos de nosotros estamos convencidos que fue el modelo original que Jesucristo dejó de lo que hoy llamamos iglesia. En el capítulo 2 de la carta a los Efesios, Pablo creo que resume bastante claramente el estado en que quedó la iglesia cuando Cristo se fue.

(Efesios 2: 20) = edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 

Este pasaje muestra, de manera bastante resumida, cuál fue el diseño que Jesús dejó. Jesucristo, la piedra fundacional, la piedra del ángulo, el fundamento perfecto. Y, sobre ese fundamento, dos ministerios que son esenciales, porque son parte activa de lo que se denominan como ministerios de edificación: Apóstoles y Profetas. De hecho, cuando hablamos de apóstoles y profetas, estamos hablando directamente de compañías apostólicas. Estamos hablando de la dupla ganadora, la más fuerte, la que tiene la capacidad de quebrar toda oposición y de poder ser pioneros en un territorio no alcanzado. En 1 Corintios 12:28, esto se amplía un poco más, se abre un poco más el abanico, y eso nos permite tener una idea más precisa de lo que se está hablando en Efesios 2.

(1 Corintios 12: 28) = Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 

Menciona ocho funciones. Vamos a revisarlas con cuidado. Y lo primero que deberemos conocer, es cómo piensa Pablo. Porque es él mismo el que escribió los dos textos. El anterior de Efesios y este a los Corintios. La pregunta que yo me hago y es probable que tú también, es: ¿Por qué en esta lista, Pablo no menciona algunos ministerios que él mismo ha citado en otros textos? Déjame decirte que este es un verso muy complicado, porque se trata de un versículo en el que se nota que hubo una intención de remarcar un orden de importancia y un orden de autoridad. Es evidente que no podemos volver a caer en el antiguo error de tratar de analizar la mente de Pablo. Será mucho mejor que creamos que recibió órdenes del Cielo.

¿De dónde se supone que sacamos esa conclusión? De lo que dice este pasaje, pero en el lenguaje original. ¿Qué dice en griego? Dice: Y puso  Dios, primeramente, (Y la palabra, allí, es protón. Y protón es primero. Y cuando decimos primero, segundo, tercero, es obvio que este último va a tener menos importancia que el primero) apóstoles; luego profetas, (Donde dice Luego, la palabra es deutrón. Y deutrón es: segundo. Luego viene tritón, imagínate lo que es tritón. Tercero) Lo tercero, maestros. (Allí aparece otra palabra que se traduce como Luego, y es la palabra epeitas) luego, los que hacen milagros, después (Eitas) los que sanan (Eitas es los que por gracia, sanan) los que ayudan (Antilepsis, es quiere decir “los que dan alivio”, se traduce como Ayuda) los que administran, (Esa es kubérnesis, que es administración) los que tienen don de lenguas. (Genosglosas, diversas lenguas).

La palabra, Primeramente, para Pablo no es una elección. Cuando él dice: puso Dios primeramente, él está hablando de algo que es, primero en importancia y primero en secuencia. Y si consultas una buena versión, vas a encontrar lo siguiente: que en la traducción del texto, tuvieron que reacomodar algunas cosas. Dice una versión: Y en la iglesia, Dios ha designado primeramente apóstoles, en segundo lugar, (Y la palabra lugar, aquí, está en cursivas, porque el griego no utiliza la palabra Lugar, sólo dice: segundo), profetas; en tercer lugar (Y Lugar está otra vez en cursivas, porque esa palabra no está en el original), maestros; luego, milagros; (Fíjate que no dice “los que hacen milagros”, sólo dice: luego, milagros, tal cual está en el texto) después, dones de sanidades, ayudas, administraciones, diversas (Está en letra itálica) clases de lenguas.

Por eso esta versión suele ser muy consultada, porque te muestra las palabras que no están en los originales, pero que fueron añadidas para darle sentido a lo que se estaba diciendo. Esta lista de ocho funciones, a las que también se las podría denominar como ocho administraciones, u ocho ministerios, que también sería correcto, pero no necesariamente ocho títulos, no sé si soy claro. Allí hay un error de interpretación o una interpretación afín con pretensiones humanas. Los primeros tres, convengamos, ciertamente podrían entrar en títulos: apóstoles, profetas, maestros. Pero luego, los demás, no tienen un título. ¿Cómo denominamos a los que hacen milagros, o a los que sanan? No resisten un título. Pablo podría utilizar alguna, pero no lo hace porque lo que él está mostrando es función, no título ni jerarquía.

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noviembre 19, 2022 Néstor Martínez