Tiempo de Sacar el Pecado

Observa con cuidado todo esto que te he detallado y podrás ver, sin ejercitar demasiado tu imaginación sino tu simple discernimiento, que el cautiverio babilónico religioso actual no difiere demasiado en su esencia con el antiguo y literal.

(Deuteronomio 31: 24)= Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse, (25) dio órdenes Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, diciendo: (26) tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.

(27) Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aún viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿Cuánto más después que yo haya muerto?

(28) Congregad a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.

(29) Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos.

El mandato central de este capítulo es que se lea regularmente el pacto, se escriba el cántico del testimonio, sea enseñado a Israel, y se sitúen fuera del arca los documentos del pacto. Todo ello implicaba la preocupación de que Israel olvidara su pacto con Dios y lo rompiera.

Es la imagen concreta de la necesidad que tenemos de mantenernos conscientes de nuestra propensión al pecado y a olvidarnos de Dios. Debemos no sólo reconocer, sino también descansar en el poder y la provisión del Señor.

Nuestra tarea personal y privada en cada caso, más allá de la global y redentora hecha por Jesús en la cruz, es enfrentarnos con nuestros pecados del corazón y la actitud, antes que se nos arraiguen y den lugar a conductas odiosas que luego nos será muy complejo erradicar.

Hay dos textos ligados a este. El primero de ellos, pertenece al cántico de Moisés y podemos verlo en 32:5: La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, generación torcida y perversa. No sé si vale la pena aclarar que torcido es sinónimo gramatical de pecado.

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enero 1, 2015 Néstor Martínez