Estudios » Estrategia

Un Enemigo Importante

Si a un creyente le preguntas hoy mismo cuál es su mayor batalla, no va a responderte que el diablo, sus demonios, los brujos o los hechiceros. Seguramente te dirá que su mayor batalla en este tiempo, es la de crucificar su Yo. Es que se las trae la crucifixión del Yo. La palabra YO, en griego, es la palabra Ego. De ahí derivan las nuestras en español de egoísmo o egocentrismo.

(Gálatas 5: 24) = Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Presta mucha atención a lo que dice aquí: los que son de Cristo. La pregunta, entonces, es: ¿Cuántos son de Cristo? Bueno; dice que los que son de Cristo, han crucificado la carne con sus pasiones y sus deseos.

En este versículo, la palabra crucificar, es la palabra a estudiar. Crucificar viene del griego stauro, y significa sujetar, someter. Entonces, se lee así: Pero los que son de Cristo, han sujetado, han sometido, han subyugado por medio de la nueva naturaleza, las pasiones y los deseos.

Están latentes allí en la naturaleza humana, ¿Qué es el egoísmo? Es el inmoderado y excesivo amor por uno mismo. Es el inmoderado y excesivo amor que hace atender desmedidamente nuestro propio interés. Y descuidamos el interés de Dios y de los demás.

Todo con tal de yo satisfacer mi egoísmo. Esta es una de las cosas que están más escondidas pero que son más evidentes en la vida de un cristiano. Hay una lucha constante con el YO. Pablo le dijo a Timoteo: Cuídate de ti mismo.

¿Por qué le dijo cuídate de ti mismo? Tú peor enemigo no es Satanás, eres tú mismo, porque está en un cuerpo que tiene una tendencia natural a volverse a enorgullecer a tener egoísmo, y entonces se pelea feo con tu nueva naturaleza. Esa es la lucha del cristiano todos los días.

Entonces, el egoísmo nace en la carne o en el espíritu. Nace en la naturaleza humana, está ahí arraigado. El nuevo hombre, es generoso. Quiere ser generoso porque esa es su naturaleza. Pero tú carne te dice lo contrario, te tira hacia el otro lado.

Sabemos que la carne sabe hacer lo malo por naturaleza. Eso no es difícil de entenderlo. En Gálatas 5:19-21 nos lo dice claramente. Dice que manifiestas son las obras de la carne. Eso significa que son evidentes, que no es muy difícil detectarlas; que no necesitas demasiado discernimiento para verlas.

Y luego las detalla: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas.

Todo lo que se parezca a esto, ¿De dónde viene? De la carne. Y esa es una obra manifiesta de la misma carne, pero escuchen bien: también la carne sabe hacer cosas buenas. Ponlo a esto entre comillas, si quieres. Cosas buenas.

Pero esas obras buenas no sirven para nada delante de Dios. Un hombre no cristiano puede ser el peor de los pervertidos, pero también puede ser un filántropo. Alguien que ayuda a los niños huérfanos de todo el planeta. Y les da de comer a miles de ellos por mes.

Y ahí vemos que su carne, (Porque no es nacido de nuevo), está haciendo cosas buenas. Pero delante de Dios, esas cosas buenas no tienen ningún poder para nada. Ni para ganarse el favor de Dios y, mucho menos para ganarse la salvación.

Vamos a ver a un joven, en la Biblia, que no fue salvo, pero hacía cosas buenas, cuyo origen era la carne, pero eran cosas buenas. Propias de lo que debe hacer un hijo de Dios. Vamos a Marcos 10:17. Es sobre un joven que, dice la Biblia, era rico.

(Marcos 10: 17) = Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿Qué haré para heredar la vida eterna? (O sea: este hombre reconoció que no tenía vida eterna. Y mira lo que dijo: ¿Qué debo hacer? ¿Qué tengo que hacer para tener la vida eterna?)

(18) Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. (En otras palabras: ¿Estás reconociendo que yo soy Dios?)

(19) Los mandamientos sabes: (Fíjate: sabes. Hay ateos que saben mucho más de la Biblia que muchos cristianos.) No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.

(20) Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.

¡Huau! Eso sí que es notable, ¿No? ¿Cuántos pastores quisieran tener un joven de esos liderando su unión de jóvenes? Joven rico, honraba a su padre y a su madre, no defraudaba, no adulteraba, no robaba y no a todo lo demás.

Y fíjate que él dice que a eso lo estaba guardando, es decir: respetando, cumpliendo, desde su juventud, quizás desde niño. Pero, al mismo tiempo, estaba reconociendo que, pese a ello, no tenía vida eterna. Pero hacía cosas buenas. Por eso es necesario nacer de nuevo. De todo lo bueno que tú hagas, no te sirve de nada. Tienes que arrepentirte de tus pecados.

(21) Entonces Jesús, mirándole, le amó,

Y le dijo la verdad. Hay gente que aconseja no decir esa clase de verdades a los nuevos para que no se asusten. ¡Es que a la gente hay que llevarla de a poco y disfrazarle un poco la verdad! Imagínate que tú le digas: eres un pecador que se va derecho al infierno. ¡Se asustan!

Por eso decimos que la iglesia está infiltrada con estrategias de la carne. ¡Y hasta llegan a jurar que Jesús nunca les decía a las personas las cosas así, tan crudas! ¡Es que Él tenía amor! Quiero informarte que tener amor comienza, precisamente, por decir la verdad.

¿Disfrazó algo? ¡No! Nosotros somos los expertos en disfrazar las cosas y tratar de atraer a la gente con métodos de la carne. Si se te está incendiando tu casa y yo voy corriendo y te digo que huyas antes que te mueras quemado, ¿Deberemos estimar que fui muy duro por decirte una verdad de ese modo?

Somos casi ridículos, a veces. Y nos enojamos injustamente cuando el mundo nos lo dice. Escucha esto: Dios no necesita nuestras estrategias humanas para ganar gente para Cristo. Él dijo, simplemente, vayan y prediquen el evangelio a toda criatura. ¿Sí o no?

Pero ahí es donde aparece la carne. ¡Es que a mí me dio una estrategia! Pregunto: ¿Cuántas estrategias utilizaron Pablo, o Pedro? Ellos organizaban festivales de lucha en las plazas para traer gente y luego predicarles? ¿Eso hicieron? No. ¿Saben por qué? Porque Dios no necesita nuestra portación carnal.

Y eso pisotea nuestro Ego. Y esto va a ir en contra totalmente del evangelio de la autoestima. ¡Levanta tu autoestima! Gritos de júbilos y aplausos al predicador que lo dijo. Pero déjame decirte con todo el dolor en mi espíritu que a eso lo dijo la carne, no el espíritu.

¡Si la autoestima, mayoritariamente, es lo que más levantado está! Porque si hay algo que caracteriza al ser humano, es el Ego. El YO, todo centrado en mí. Y eso es, exactamente, lo que dice el Señor que crucifiquemos. Alguien tiene que estar equivocado, ¿No es cierto?

…y le dijo: una cosa te falta: (Una cosa. Siempre va a haber una que nos falta. Y le dijo la verdad; Jesús no anduvo con rodeos. El hombre no robaba, no adulteraba; ¿Cuántos saben que eso es bueno? Pero había algo que él tenía muy arraigado) anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.

Tomando tu cruz. ¿Qué es tomar la cruz? Es negar tu YO. Él guardaba algunos mandamientos, en sus fuerzas. Pero infringía uno, que era: no codiciarás. Y ese era el pecado más arraigado que él tenía. Porque él no tenía problemas en serle fiel a su esposa, no adulteraba. Pero Jesús, como sabe muy bien dónde es que nos falla, nuestro punto medular, Él siempre va a poner el dedo en la llaga. Y ahí en Proverbios dice que Dios pone el dedo en la llaga.

(22) Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

Este joven no estuvo dispuesto a sujetar ni a negar su egoísmo. ¿Por qué? Porque en primer lugar, no podía. Por eso Jesús dijo, en otro asunto parecido, es necesario que nazcas de nuevo, para poder ver, entender y entrar en el Reino de Dios, que es como decir: en el Reino del Espíritu.

Sin embargo, lo que más me llama la atención, es que Jesús no hizo ni el menor intento de detener a este joven rico. Nada hizo. ¿Por qué? Porque Dios no necesita tu dinero, en caso que lo tengas. ¿Pero qué hacemos hoy? Todo lo contrario.

Vemos quien entra, cómo viene vestido y que cara trae. Y hacemos todo por detenerlos. Vivan como vivan. Y si no, imagina esto: el domingo estás en un templo y, en un momento dado, entra allí un muy conocido y famoso jugador de fútbol. Ahí mismo se levantan no menos de diez hermanos (Y algunas hermanitas jóvenes también) y casi le gritan a coro: ¡Bienvenido hermano!

Pregunto: ¿Por qué esa exaltación de la carne para la carne? ¿Por qué no ocurre lo mismo si el que entra es un rústico albañil vestido con sus pantalones manchados con cal y arena? ¿Por qué las grandes y prestigiosas iglesias mencionan a los políticos, artistas y deportistas que son miembros, y no hacen lo mismo con todos los demás?

¿Qué crees tú que es eso? Pura y vil carne. O carnalidad, si deseas llamarla así. Disfrazada de cristianismo elegante, claro está. Esto duele un poco, ya lo sé, pero es necesario que alguien lo diga. Es como dice la Biblia: la verdad no peca, pero incomoda.

Pablo cuestionó a los Gálatas. Porque ellos querían añadir al evangelio de Cristo, a la salvación, las obras. Entonces algunos falsos maestros enseñaban que tenían que circuncidarse. Que estaba muy bien el sacrificio de Cristo, pero que igualmente debían circuncidarse.

Y les añadían que si no lo hacían, no podían ser salvos. Entonces miren la pregunta de Pablo en Gálatas 3:2. Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?

Ellos se involucraron en ese asunto de querer atribuirle a las obras, poderes de salvación, o de que ganaban el favor de Dios y cosas por el estilo. Y eso es de la carne, no tengas dudas. La obra de la cruz, ya está completa. Ahora bien; ¿Cuál es la respuesta a la pregunta que les hizo Pablo? El oír con fe.

(Verso 3) = ¿Tan necios sois? (Necio significa insensato, torpe) ¿Habiendo comenzado por el Espíritu (Esto es: creyendo el evangelio, independientemente de las obras) ahora vas a acabar por la carne?

De la propia iniciativa de algunos, ahora han inventado y han mezclado de que hay que circuncidarse para ser salvos. Todo aquello que le queramos añadir al evangelio, proviene del ego, de la carne. Entonces, esto significa que si ellos habían recibido el Espíritu por fe, creyendo nada más que era un regalo de Dios, gratuito, ¿Ahora iban a empezar a hacer y exigir obras para ganarse el favor de Dios?

Esto es exactamente lo que Pablo les está recriminando. ¿Cómo se reciben las maravillas de Dios? ¿Cómo se reciben los milagros de Dios? Por fe, creyendo. Y si es así, ¿Me quieres explicar el motivo, la causa o las razones por las cuales la gente pacta con Dios, y con dinero?

Me parece que alguien tiene que estar equivocado. No pueden seguir allí, como si nada, personas que llamándose a sí mismas cristianas o ministros, aseguren o prometan un gran milagro de Dios, como es el de una sanidad importante, a cambio de una gran ofrenda.

Pregunto: ¿De dónde sale eso? ¿Es de Dios o de la carne? ¡De la carne, sin dudas! ¿Y entonces dime por qué la gente se la cree y pacta por una determinada cantidad? ¿Sabes que esa es lisa y llanamente una agresión y una ofensa al sacrificio de Cristo?

Y eso es, exactamente, lo que Pablo les está recriminando a los Gálatas. Abran los ojos, hermanos. ¿Desde cuándo y en qué Biblia encontramos que Dios cobra por los milagros? ¿Sabías que la razón de la reforma de la Edad Media, fue la venta de indulgencias por parte de la Iglesia Católica?

Y los reformadores se levantaron en contra de la Simonía, como le llamaban ellos. Pero resulta ser que la Simonía sigue metida en la iglesia, y ya no sólo la Católica. Y engañan a la gente. Imagínense a Pedro y a Juan cuando entraron allí al templo, que estaba el mendigo paralítico aquel, pidiendo, si ellos hubieran respondido: ¡No tenemos dinero, pero lo que tenemos te lo vendemos!

O cuando a Jesús lo tocó aquella señora del flujo de sangre, ¿Recuerdas? Él preguntó quién lo había tocado porque supo que había salido poder de Él, pero ella tardó un momento en responder porque una mujer en esas condiciones tenía prohibido mezclarse con la gente porque contaminaba. ¿Qué tal si cuando ella dijo ¡Yo!, Jesús le hubiera dicho: Bueno…está bien, son mil dólares, nada más.

Suena bastante gracioso y hasta ridículo, ¿No es así? Entonces me gustaría saber por qué eso se sigue produciendo hoy en lo que llamamos la iglesia. Por carnales…y también ridículos. Perdóname, pero es mejor herir con una verdad que matar con una mentira. Todo esto es a menos que alguien me pueda demostrar con la Biblia en la mano y sin inventar cosas raras, que se pueden negociar los favores de Dios a cambio de dinero.

(Gálatas 3: 5) = Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, (Esa palabra, suministra, es da, no impide que tú tengas del Espíritu). y hace maravillas entre vosotros, ¿Lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?

¿Cuál es la respuesta? ¡Es por fe! Entonces vemos que la carne siempre seguirá intentando hacer cosas buenas. Pero siguen siendo obras de la carne. La carne siempre va a querer poner su granito de arena, y vamos a empezar a hacer prácticas que no le agradan a Dios.

Para el Ego humano, es muy difícil no querer quedarse con una parte grande de la gloria que le pertenece a Dios. Anhelamos tanto el aplauso que ahora lo obtenemos disfrazándolo con un pedido de “aplauda fuerte al Señor”.

Sin embargo, como Dios ve el corazón, Él sabe perfectamente por qué hacemos cada una de las cosas que hacemos. Él conoce las verdaderas intenciones. Es más; Él sabe el origen de lo que hacemos. Es decir: dónde se origina. Si se originó en el espíritu o se originó en la carne.

Yo puedo disfrazar todo para que parezca como que es de Dios y utilizar mucha palabrería abundante del idioma evangélico, por ejemplo: Dios me dijo. Pero ese Dios me dijo, está limitado a lo que Él ya dijo antes. Y no lo que a mí se me ocurra añadirle ahora.

¡Es que a mí el Señor me dijo que dé a conocer mi ministerio! ¿Tú qué? ¡Esa es tu mente! Dios en lo que está realmente interesado es en que tú des a conocer a Cristo, no a tu ministerio. Por eso hoy vemos cosas bien terribles dentro de los púlpitos.

Vemos predicadores que no predican el evangelio. No hablan de Jesús, no hablan de la Palabra. Hablan preponderantemente de sus grandes logros ministeriales. Y de sus grandes viajes por todo el mundo. Y no predican el evangelio. Y las ovejas muriéndose de hambre.

Eso es bien triste. Hay mucho de carne y de Ego en los que nos decimos a nosotros mismos, cristianos. Y eso duele. Entonces, entendamos de una vez por todas que ya todo está hecho en lo que concierne a nuestra salvación.

Jesús dijo: “Consumado es”, no tienes tú que añadirle nada. Nosotros no podemos hacer cosas para ganarnos el favor de Dios, ni siquiera ayunar. Piensa lo que estoy diciendo, por favor. Escudríñalo. No hay un mandamiento en la Biblia que diga: ayunen.

Jesús dijo: cuando ayunéis, es decir que es una práctica voluntaria, pero no un mandamiento. En algunos casos es como si estuviéramos chantajeando al Señor. ¡Cuarenta días! ¡Cuarenta días no voy a comer!

Hay gente que cuenta tremendos testimonios donde aseguran que vencieron al mismísimo Jesús ayunando más de cuarenta días. Para la gloria de Dios, claro. ¿Y sabes qué es lo más triste? ¡Que toda la gente que lo oye, aúlla “amén”! Ridículo.

No hay nada que hacerle, la carne y el Ego siempre van a insistir para quedarse como sea con una parte grandota de la gloria de Dios. Nuestra mente carnal, siempre nos va a tratar de convencer de hacer algo para ganarnos el favor de Dios.

¿Tú tienes idea de la cantidad de religiones que existen? Nunca lo estudié con precisión, pero puedo asegurarte que son miles. ¿Y sabes qué cosa es una religión, más allá de las interpretaciones por traducciones gramaticales de la palabra? Es el invento de la mente carnal de los hombres. Y le incluyen movimientos corporales para poder sentir…el calor o fuego del Espíritu. ¡Es la sangre en movimiento!

No hay términos medios. Harás lo que el Señor dijo, o harás lo que tú quieras hacer. La carne y el ego pueden inventar miles de cosas. Pero no se trata de eso. Mira Romanos 8:7. Porque al fin de cuentas lo que nos interesa es lo que dice la Biblia, ¿no es así?

Si queremos tener un ministerio que agrade a Dios y queremos tener un ministerio o una vida que agrade a Dios, tendremos que hacerlo bajo los parámetros de Dios. Eso no es difícil de entenderlo. No es lo que a mí se me ocurre.

(Romanos 8: 7) = Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.

La palabra designio viene del griego fronema, que significa: inclinaciones. Significa propósitos, intenciones de la mente puramente natural. Y a esa todavía la tenemos aquí. ¿Recuerdas que en otra parte Pablo le dice a los Corintios que tenemos la mente de Cristo?

Y esos dos se pelean. Porque el hombre nuevo tiene una mentalidad que es conforme a Dios. Y el hombre natural tiene una mente natural conforme al ambiente secular. Y esos dos se pelean. Las dos quieren prevalecer.

El hombre nuevo quiere prevalecer con la mente de Cristo, pero el hombre natural, no. El hombre natural quiere prevalecer, en contra. Y ahí está la lucha. Entonces dice: Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios.

Esa palabra, enemistad, significa que no pueden ser amigos. ¿Por qué? Porque sus pensamientos son más altos que los nuestros. Pero mira lo que dice: son enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.

Por eso es necesario nacer de nuevo. Si queremos tener una vida que agrade a Dios y un ministerio que agrade a Dios, tenemos que iniciar la vida espiritual, naciendo de nuevo. Y lo que yo haga para servir a Dios, tiene que nacer del hombre nuevo.

(Verso 8) = Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios..

¿Cristo, nos mandó a predicar a las naciones o a ganar las naciones? ¡El mismo dijo que no todos iban a creer! ¿No crees en la parábola del sembrador? ¿No la has leído? ¿Qué dice allí, que todos creyeron? Sí Él mismo se lamentó que Jerusalén no quiso que la juntara como la gallina a los polluelos.

Pero la carne sigue fabricando slogans. ¿Sabes cómo se llama eso? Voluntarismo o triunfalismo carnal. La palabra triunfalismo, muy utilizada en el ambiente del fútbol, es un exceso. ¡Somos los mejores del mundo! ¿Lo somos? Bueno, ¡Para mí, sí! Ah, bueno, para ti…

Asimismo, también hay un triunfalismo espantoso en la iglesia. Que ni siquiera está bien ubicado en las verdades de Dios. ¡El cristiano nunca se debe enfermar! ¿Quién dijo eso? La carne. El triunfalismo carnal de muchos predicadores.

Están diciendo una mentira. Y luego, cuando algunos de esos predicadores que dicen eso se enferma, entonces salen sus ayudantes a decir que anda por ahí de gira. ¡Qué pelea! Tu carne se quiere quedar a dormir otras tres horas, pero el Señor te dice: ¡Eh! ¡Levántate, y Cristo te alumbrará!

Fallamos cuando pensamos que sólo lo malo de la carne debe ser desechado. Adulterio, fornicación, contienda, envidia. No. También lo bueno de la carne debe ser desechado. Puedes tomar nota de ciertas obras buenas de la carne. Olvídalo. Dios las aborrece igual. ¡Está escrito!

Nos siempre es como se dice que es lo que alguien predica que es. Empieza por algo: ¿Por qué un predicador predica? Es casi seguro que la mayor parte de ellos, si se los preguntas, te responderá que es porque Dios los llamó a predicar.

Bien; pero si verdaderamente el Señor los eligió para predicar y los llamó, ¿Por qué no aceptan lugares con menos de diez mil personas? ¿Jesús no les predicó a los samaritanos uno a uno? No sé si me explico. ¿Por qué hacemos lo que hacemos?

¿Por qué algunos quieren grabar un CD? ¡Es que la respuesta es muy obvia, para la gloria de Dios! ¿Te digo algo que se dice a menudo en mi país? ¡A otro perro con ese hueso! Difícil creer eso en algunos casos. Y sobre todo si estudias la palabra, porque la misma palabra te lleva a discernir.

Además, ¿Eres consciente de tener al Espíritu Santo de Dios morando en  tu interior, verdad? Y Él no va a dudar en revelarte todas las cosas. ¿Recuerdan cuando Safira y Ananías que llegaron con el precio de la heredad? ¿Quién le dijo a Pedro qué mentían? El Espíritu.

Se nos olvida que somos seres espirituales. Que Dios te puede revelar a ti, cosas escondidas para todos nosotros, y viceversa. ¡No es mérito, es rutina laboral divina! De ida y vuelta, no sólo de ida. Porque el ministro puede decirle a alguien tal o cual cosa, pero si alguien se atreve a decirle algo al ministro, enseguida salen con: ¡No toquéis al ungido!

Estamos muy confundidos en muchas cosas. ¿Por qué mi negocio está en bancarrota si yo diezmo y ofrendo? ¿Pero qué dices? ¿Entonces tengo que entender que tú diezmas y ofrendas pura y exclusivamente para que Dios haga prosperar tu negocio?

Déjame decirte que eso también es carne. ¿De dónde sacaron eso? Si cada vez que te pasa algo no muy bonito vas a decir que es por tal o cual cosa espiritual, entonces déjame decirte que con todo lo que le tocó vivir en su vida, con ese criterio, Pablo, Pedro o Juan fueron casi delincuentes…

Sin embargo, algunas voces internas comienzan a decirte que tú no eres uno más, que eres especial para Dios, que Él te ha preparado grandes cosas. No tienes idea el motivo, pero como está bueno y suena dulce, te lo empiezas a creer. Carne.

Esa es la principal estrategia que usan muchos de los falsos ministros de este tiempo. Suponte que estás en una reunión y llega uno de ellos con chapa de profeta. De pronto te dice: “Ya te vi; veo una tremenda prosperidad en tu vida.

Veo una casa en la mejor zona de tu ciudad”. Y tú te lo crees. Luego lo mira al pastor de la iglesia que lo invitó y le dice: “Siervo amado; Dios me dice que te ha escogido como la punta de lanza en esta ciudad. ¡Tú serás el ungido de todos los ungidos! ¡Esta ciudad verá tu unción!”

Y el pastor entonces empieza a llorar, y la gente de su iglesia, también. Pero lo que ellos no saben es que el mes próximo ese mismo ministro devenido a profeta es invitado por la iglesia de la otra denominación importante de la ciudad y va y le dice lo mismo al pastor de ella.

Yo sé que tú oyes esto y piensas: “Bueno, al fin el hermano se sacó el antifaz y empezó a arrojarle piedras a los líderes. ¿Será un resentido? ¡Para nada! Sólo tienes que anotar lo puntual y luego hacer un pequeño clic con tu cursor en esa página internacional de videos que todos conocemos y listo. ¡Ahí los vas a poder ver con tus propios ojos! Sólo tómate el trabajo lento de investigar.

Falsos profetas. Se repiten descaradamente y van repitiendo las mismas profecías a distintos pastores de distintos lugares del planeta que los invitan a sus iglesias. ¿Será Dios así? Aquel rey que cuando tenía que empezar algo importante mandaba a llamar a todos sus profetas, pero pedía que no trajeran a uno llamado Micaías porque –aseguraba- ese siempre le profetizaba cosas malas.

A ese rey le gustaba que solamente le dijeran cosas bonitas y que él deseaba escuchar. Hoy hay mucho cristiano con la misma mentalidad de este rey. ¡Ven y predica en mi iglesia, hermano, pero dime cosas buenas y tendrás una interesante ofrenda al final!

Aprende: decir la verdad no es bienvenido en este mundo. Por decir la verdad se complotaron para matar a Jesús. Pablo les dijo a los Gálatas: “Me he hecho vuestro enemigo por decirles la verdad”. El conocer la verdad nos hace libres, pero estamos tan arraigados en la carne y el Ego, que queremos seguir ahí.

Desgraciadamente, la mayor parte del evangelio que hoy se predica, está diseñado para satisfacer el Ego. Todo eso del éxito, la prosperidad y la autoestima, ¿Sabes de dónde surgió? De la mente de hombres materialistas y egoístas.

Pablo lo dijo y yo lo repito, no sin dolor: son enemigos de la cruz de Cristo, que sólo piensan en lo terrenal. Examina esto: ¿Por qué hay predicadores que no parecerían tener otro tema que no sea el dinero?  ¿Será porque de la abundancia del corazón habla la boca?

Nada tan sencillo. Entonces mi pregunta es esta: ¿De la abundancia de nuestro corazón habla nuestra boca, verdad? Si en nuestro corazón hay amargura, amargura. Si hay orgullo, orgullo. Y si hay avaricia, siempre estás hablando del dinero.

¡Es que el tema principal de la Biblia es el dinero! – ¡Por favor! Si hay decenas de herejías, esta debe ser la mayor. – ¡Pero es que hay más de tres mil versículos que hablan del dinero! – cierto, pero el 95 por ciento de esos versículos son para decir: “ten cuidado del engaño de las riquezas”.

No es un solo cristiano el que lo ha dicho y enseñado, son muchos. El YO es nuestro máximo problema. Pero damos gracias a Dios que Cristo nos rescató del YO. Fíjate lo que Él decía. “Ten cuidado de ti mismo, y de la doctrina”, le dijo Pablo a Timoteo.

“Persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” ¿No han oído este versículo? “Engañoso es el corazón, más que todas las cosas y perverso, ¿Quién lo conocerá?” ¿Lo habías oído? ¿Y alguna vez lo has escudriñado?

Hagámoslo rápidamente. Jeremías 17:9. Engañoso es el corazón, más que todas las cosas. La palabra engañoso, viene de un vocablo hebreo que significa torcido. ¿Cómo es entonces el corazón? Torcido. Y ten en cuenta que aquí, corazón, es sinónimo de tu YO, de tu naturaleza humana.

Es engañoso el corazón porque es torcido. También significa hinchado, fraudulento. Pregunto: ¿Alguna vez te has auto engañado? ¿Nunca te ha engañado tu corazón? El corazón te dice cosas y nosotros las obedecemos. Después la disfrazamos con la frase eclesiástica de: “tengo paz en mi corazón”.

Es real, ¿Cuántas veces nos ha engañado nuestro corazón? ¿Cómo? Habitualmente, haciéndonos creer y haciéndonos pensar lo que no somos. Fíjate la unción. La unción es santa y de Dios, ¿No es así? Sin embargo, aquellos que la tienen para hacer ciertas cosas, a veces son engañados.

Porque en un momento dado se encuentran creyendo que son lo que no son. De tal manera se inflaman en su soberbia y orgullo que parecería ser que su unción es la única en el planeta. ¿De dónde sale un pensamiento así, del Espíritu?

En absoluto. Eso es el Ego, ese es el YO, esa es la naturaleza humana. Fíjate lo que dice Pablo en Gálatas 2:20: Con Cristo estoy juntamente crucificado. Ya no vivo yo…Y la palabra que aparece allí es, precisamente, la palabra Ego. Más vive Cristo en mí.

¿Qué significa esto? Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios. ¿Qué significa? Que lo que yo piense, que lo que yo me imagine, que lo que yo quiera hacer de mi estricta mente natural, no sirve para nada.

Entonces, ¿Cómo es el corazón? Engañoso, torcido, hinchado y fraudulento más que todas las cosas, y perverso, dice. La palabra perverso, aquí, del hebreo anash, quiere decir frágil. .Débil. ¡Qué débiles somos! Humanamente hablando, claro.

Nuestros pensamientos son tan vulnerables, tan frágiles. Dios dice: ¿Quién lo conocerá? Aquí, conocer, significa cuidar. Significa examinar. ¿Quién examina su corazón, o su YO, sus verdaderas intenciones y se dice: “Veamos, ¿Por qué quiero ir a ese lugar a hacer esa buena obra? ¿Por qué quiero ir?

Hay que analizar por qué hacemos las cosas. Porque Dios sabe muy bien cuáles son nuestras motivaciones, pero Él está interesado en que también nosotros lo sepamos. De otro modo, podríamos tranquilamente estar disfrazando nuestras verdaderas motivaciones.

Aquí cabe muy bien la expresión del salmista: examíname, oh Dios. Examinar significa escudriñar lo más profundo de mi ser. Y ve si hay en mi camino torcido, o perverso. ¡Pruébame, oh Dios! Y sí; Dios te va a probar. ¿Sabes cómo prueba Dios tu nivel de Ego? Permite que en los lugares donde van, se pongan de acuerdo para no tenerte en cuenta.

Una clara prueba de  Ego son los grandes congresos. La unidad pastoral se consigue para realizar uno cuando se acepta darle cinco minutos a cada pastor para que diga algo, y la posibilidad de por lo menos cantar una canción a cada líder de alabanza de cada iglesia participante. ¿Conclusión? Al predicador le dan quince minutos para el mensaje.

¿Recuerdan que Pablo dijo que para que las revelaciones no lo exaltaran en gran manera, le fue dado un aguijón…en dónde? En la carne. Pablo sabía que él era propenso al orgullo. Fue su batalla, esa; se lee muy claramente en algunas de sus cartas.

Es una simple y no tan simple cuestión de obediencia. Dios mandó a Jeremías a que enterrara su cinto junto al Éufrates. ¡Once kilómetros caminó Jeremías para obedecer! Y otros once de retorno. Cuando llegó Dios le habló de nuevo y le dijo:

¿Recuerdas el cinto enterrado? – Sí Señor. – Pues ahora ve y desentiérralo. ¡Otros once kilómetros a pie! Cuando lo desenterró el Señor le pregunta: ¿Y cómo está el cinto, Jeremías? – Está podrido, Señor. – Bueno, así está mi pueblo. ¿Eh? ¿Lo hizo caminar treinta y tres kilómetros para decirle eso?

Comentarios o consultas a tiempodevictoria@yahoo.com.ar

Comentarios o consultas a tiempodevictoria@yahoo.com.ar

mayo 30, 2015 Néstor Martínez