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Un Remanente Llamado Jacob

A través de este trabajo, y ya como casi es norma permanente, vamos a tener unos principios que son aplicables tanto para la iglesia como cuerpo, lo que todavía opera como iglesia local, cualquiera sea tu ministerio individual, para tu familia y para tu vida personal y privada. Dios quiere traer, en este tiempo, una revelación, una fotografía profética, de lo que realmente es una iglesia gloriosa en los últimos días.

Dios quiere revelar, línea sobre línea, renglón sobre renglón; una parte aquí, otra parte allá, qué cosa es el misterio que ha sido escondido, y que hoy está siendo revelado por sus apóstoles y profetas. Digo por los suyos, no necesariamente esto incluye a los centenares o miles que han sido nombrados por las distintas denominaciones sin tener un llamado concreto y mucho menos haber sido enviados por el Padre.

Dios, hoy, está unificando su iglesia. Y no se trata de una unificación mental, y mucho menos una unificación doctrinal. Es una unidad, una unificación en propósito. La unidad del cuerpo de Cristo, es basada en la unidad del corazón, y no de la unidad de la cabeza. Ninguna persona será jamás igual a otra persona. Cada uno es un mundo aparte.

Pero, cuando se trata del propósito del Reino de Dios y la necesidad de que sea establecido en la tierra, nuestros mundos personales se destrozan, porque es la única manera de que podemos unificarnos todos solamente para la gloria de Dios. Esa es la meta de Dios en este tiempo, por eso está levantando una iglesia que sea madura, excelente, que tenga prosperidad, audacia y sea militante y verdadera pasión por Jesucristo.

La pregunta, entonces, suele ser: ¿Y cómo alcanzaremos la tierra? Respuesta muy sencilla: no hay que hacer tanto esfuerzo en la tierra; lo que tenemos que hacer es levantar el estandarte de Cristo en todos los reinos que existen; levantar la excelencia en el andar de la iglesia en todas sus facetas. Si tú me escribes y yo te respondo a la semana por causa de exceso de trabajo, es regla permitida. Si tú me escribes y yo jamás te respondo, aunque te conste que recibí tu correo, es falta de excelencia.

Creo que la iglesia, al decir que debe levantarse en excelencia, no solamente deberá circunscribirse eso a la atención o a la gentileza. También tendrá que ver con la integridad global que construya, a partir de la integridad personal de aquellos que la conforman. Levantar excelencia en nuestra vida personal. Demostrar la excelencia de Cristo en nuestro trabajo.

Demostrar la excelencia de Cristo en nuestras escuelas. Demostrar que la victoria de Cristo es práctica; funcionaba ayer, funciona hoy, funciona mañana, y siempre será mejor que ninguna otra excelencia mundial. Porque el Reino de Dios es más excelente en naturaleza, es más excelente en poder, es más excelente en todo lo que Dios nos ha dado, porque Cristo es la excelencia de Dios.

Y para confirmar todo esto y que no sea simplemente una serie de deseos de buena voluntad sin sustento, sino la base sólida sobre la cual deberán plantarse todos aquellos que deseen seguir los pasos de Jesús, vamos a ir a un libro de esos que seguramente lees todos los días en tus devocionales: el libro del profeta Abdías. Anterior a Amós y posterior a Jonás, seguramente ha pasado de largo todas las veces que anduviste por esa región bíblica.

Déjame decirte antes de ir al texto, que estamos viviendo un tiempo de doble intensidad. Un tiempo en donde la velocidad con la que está trabajando el Espíritu, está dejando atrás a muchas personas. Tenemos que entender que Dios calcula la velocidad con la cual se mueve, de acuerdo al remanente, y no a la iglesia conjunta. Siempre que haya un cuerpo de personas que se levante y se mueva con la nube, él continúa moviéndose.

Es tiempo de estar protegido con la nube. Si te quedas rezagado, te vas a quemar con el sol de la persecución. Dios está trayendo intensidad espiritual a la iglesia. Me pregunto cuántos de ustedes se han sentido bastante incómodos en este último tiempo, simplemente tratando de establecer lo que Dios les ha dicho en sus vidas. Claro, eso significa que el resto, no está tratando de hacer nada.

Porque todo aquel que ha entrado en la genuina ruta del Reino, ahora, está sintiendo una gran intensidad en el espíritu, y se siente fuera de ambiente cuando se da cuenta que todos los que lo rodean no sienten nada parecido. Hay una velocidad inmensa en el espíritu. ¿Encontraste el libro de Abdías? Es un solo capítulo.

(Abdías 1: 15) = Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza. 

Nota que como tú hiciste, será contigo; tu recompensa vendrá sobre tu cabeza. Esta es una fotografía, un video, un flash de la iglesia en los últimos días. El que recoge la siega, está alcanzando al sembrador. En la ley de Gálatas, aquel que siembra y recoge. La ley de la prosperidad, que no sólo se aplica al dinero, sino que también se aplica en forma espiritual, todo lo que tú siembres en esta era, va a ser cosechado más rápidamente.

Pero, por la otra cara de la moneda, vemos que hay menos tiempo para el arrepentimiento. Hay intensidad en el espíritu. Lo que tú siembres hoy, no vas a tener que esperar mil años para cosecharlo. Está brotando rápidamente. Pero, por la misma manera, del otro lado de la moneda, si tú estás en pecado, te queda menos tiempo para arrepentirte. Hay un tiempo de doble intensidad en el espíritu. Si vamos al libro anterior del que leímos, el de Amós, en el capítulo 9 y el verso 13, podemos leer:

(Amós 9: 13) = He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. 

Noten que el que ara, va a alcanzar al segador. Y el pisador de las uvas, al que lleva la simiente. Se está acelerando tanto la producción de Dios, que ni bien tú lo siembras, ya viene otro cosechando lo que tú sembraste. Pero, por el mismo motivo, si tú siembras mal, más rápido vendrá la respuesta del mal sobre tu cabeza. En la misma cara de la moneda, si tú estás mal, menos tiempo te queda para el arrepentimiento.

El día de salvación, es hoy y la iglesia se está levantando. Es un tiempo de doble intensidad. Sin embargo, estando en medio de la transición, es muy fácil no sentir la velocidad con la cual el Espíritu se está moviendo. Estando involucrados en la transición de la iglesia, estás aceptando que todas las cosas que tú estás acostumbrado a hacer, dentro de no muchos meses, ya no vas a poder hacerlas. Y será prudente que no te enojes con nadie por ello, es Dios.

Queremos crecimiento, de eso no tengo ninguna duda, pero de la misma manera, tampoco tengo dudas que nadie está demasiado sujeto a los cambios que ese crecimiento nos impone. Todo lo que crece, cambia. Todo lo que crece experimenta dolor. Por eso Dios está madurando a la iglesia. Es tiempo en que la iglesia se deje de andar ministrándose los unos a los otros, y pase a ser definitivamente el bálsamo de Galaad que ministre a las naciones.

(Abdías 1: 17) = Mas en el monte de Sion (¿Quién es el monte de Sion? La iglesia. Hebreos 12, dice: Se han acercado a la Jerusalén celestial; se han acercado a las incontables huestes de ángeles. Noten que el tiempo es pasado, y no presente ni futuro. Se han acercado a la asamblea universal. Ya se han acercado a la iglesia de los primogénitos. Se han acercado a la ciudad del Dios vivo. Se han acercado al monte Sion. Hebreos 12:22 en adelante, nos dice que ya todo esto aconteció, y que somos nosotros aquel monte, aquella ciudad, aquel linaje escogido, aquel pueblo, aquella iglesia de los primogénitos). habrá un remanente (¿Quiénes son el remanente? Si tú me escuchas hoy por primera vez porque te aburres en la iglesia donde estás, pasa de largo, no eres remanente…todavía…) que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones. (Noten que el requisito para recuperar posesiones, es santidad. El monte de Sion, el remanente será santo, y a causa de su santidad, la casa de Jacob recuperará sus posesiones).

(18) La casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jehová lo ha dicho. 

La casa de Jacob y la casa de José, es la casa de alianza con Dios. Representa pacto con Dios. Pero, ¿Qué más han hecho estos dos hombres? Uno recibió la bendición, o la promesa, soberanamente. El otro, luchó con Dios para obtenerla. Estamos viviendo en un tiempo donde no importa cómo tú debas adherirte a tu posesión, no importa el precio que tengas que pagar, no importa si a ti te llega soberanamente o tienes que pagar un gran precio. La importancia es que consigas la bendición de Dios.

La casa de José y la casa de Jacob, serán aquel remanente. Eso se llama: Alianza. Eso se llama: Pacto. Créeme que son dos palabras muy importantes en esta década. Alianza, recuerda, es un compromiso, y el que tiene compromiso, no falla. La casa de Jacob será fuego, la de José será llama. Significa alianza y pacto.

Más la casa de Esaú, significa la carne; significa el mundo; significa todo lo que no es el remanente. Desde adentro del Reino de Dios, hasta afuera del Reino de Dios. Todo brazo de la carne será cortado, y no quedará resto en los últimos días. Porque la casa de Jacob y la casa de José, la va a quemar. ¿Cómo podrá hacerlo? Con el fuego de la revelación.

La casa de Jacob, será fuego, y quemará y no quedará resto de la casa de Esaú; así lo ha dicho Jehová. Por eso Corintios nos dice que el día llegará en que el fuego revelará la obra de cada uno, y aquello que es hojarasca, (Y cabe aclarar que la misma palabra que aquí se traduce como hojarasca, es la que hemos leído traducida como estopa, la casa de Esaú), quedará quemada.

Podemos ver, entonces, que Dios está estremeciendo los reinos del mundo, y también está estremeciendo a la iglesia, con gran intensidad en esta hora. Si miran en la página anterior, en el capítulo 9 y versículo 8 del libro de Amós, dice:

(Amós 9: 8) = He aquí los ojos de Jehová el Señor están contra el reino pecador, (La palabra pecador, aquí, proviene de la palabra armatías, que significa torcido, estar mal en cuanto al propósito de Dios. Y no se refiere solamente al mundo, sino también a aquellos que están en la iglesia, y aún no caminan de acuerdo al propósito de Dios. Se refiere a todo brazo carnal que exista en la tierra. Todo aquello que es nacido más no es engendrado por el Espíritu de Dios) y yo lo asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice Jehová.

Este mensaje, mi énfasis en este estudio, para que nadie esté con dudas, es que vivimos en un tiempo en que la mayoría del cuerpo de Cristo, cree que las cosas se van a poner tan malas, que debido a la situación mundial, a Cristo no le va a quedar otra que venir a rescatarnos del problema, antes que el mundo nos trague vivos. Sin embargo, en la Palabra de Dios, nunca vemos al mundo tragándose a los hijos de Dios.

Esaú será estopa, y será quemado. Y Jacob será el remanente que recupere todo. Y al final dice que no destruirá del todo la casa de Jacob. ¿Por qué menciona a Jacob? Porque él está estremeciendo los reinos del mundo, pero también paralelamente, simultáneamente, está estremeciendo el propio Reino de Dios.

Resulta que en el mundo hay muchos altares a los que erróneamente se les llama: “reinos”. El hombre, en el mundo, adora el reino de su propia justicia, adora el reino de su economía, adora el reino de su ideología política, adora el reino de su gobernabilidad, adora el reino del arte, adora el reino de la trama y todos los reinos que se te ocurran están en el mundo. Esos reinos son los que están siendo estremecidos, pero al mismo tiempo, Dios también está estremeciendo la casa de Jacob.

Hoy hay recesión en muchísimos lugares del planeta. Escucha: ¡No son los gobiernos, es Dios que está estremeciendo la tierra y sus sabidurías humanas! Es una guerra contra el dios mamón, que es el que preside toda la perversidad que hay en las finanzas mal habidas y las mil formas de ganar dinero por métodos ilegales. Se espera que en cualquier momento ese dios caiga al suelo.

Mientras tanto, en el reino de Dios, aquellos que tienen su esperanza en sistemas financieros del mundo, van a caer conjuntamente cuando caigan los del mundo. ¿Dónde está tu confianza? ¿Dónde está tu fe? ¿Dónde está tu vida? ¿Dónde está tu corazón? Aquellos que no confían en Jehová y confían en el sistema judicial, cuando descubran que el sistema judicial verdaderamente no protege a nadie, ellos también quedarán desolados.

Cuando Dios termine de estremecer los reinos del mundo, el mundo se va a quedar sin altares en donde adorar. Ahí será cuando no les quedará otra alternativa que mirar a la iglesia. Y para ese entonces, seguramente la iglesia ya habrá sido limpiada de todos aquellos que juntamente con ellos cayeron, y sólo van a ver un altar blanco, un altar de oro, un altar puro, en el cual pueden venir las riquezas del impío a las manos del justo, y la gran siega antes del día de la venida del Señor.

Es Dios quien está estremeciendo la tierra. Es Dios quien está quitándole la tapa al pecado en la iglesia. Es Dios quien está cortando el exceso de peso en los últimos días. Cuando Dios termine de hacer temblar la tierra y los cielos, la iglesia estará purificada, y el mundo deseoso de conseguir un altar en el cual pueda adorar nuevamente como acostumbraba hacerlo con los reinos del mundo. Es el plan de Dios; siempre lo ha sido y siempre lo será. Hermanos, la iglesia no se va en derrota; la iglesia se va gloriosa.

 (Amós 9: 9) = Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra.

Creo que está más que claro, ¿No es cierto? ¿Quién estremece la iglesia? ¡Dios! Porque el juicio siempre comienza en la casa de Jehová. Y dice que la zarandeará como el grano en una criba y ni un granito caerá en la tierra. Esto quiere decir que toda la cizaña va a caer, pero el trigo va a permanecer de pie. Es decir que este es un fuego que no debemos temer, a menos que tú no seas cizaña. Porque el trigo no se quema, sólo se purifica. La cizaña es la que va a ser quemada.

(10) A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: No se acercará, ni nos alcanzará el mal.

¿Qué espada? La espada de dos filos, el fuego de revelación. Está aconteciendo ya. Por todos lados se están derrumbando estructuras muy poderosas y enormes. La paz y quietud que había en muchas congregaciones, hoy está alterada por el zarandeo permanente que el Espíritu está llevando a cabo en esos lugares, coincidan o no doctrinariamente con el mover presente.

Sistemas mundiales que parecían indestructibles, están cayendo. El clamor del remanente está levantando un soplo nuevo en todas las naciones. Esto va más allá de formas en los cultos, es un nuevo mover que está penetrando lenta pero vigorosamente. Y las naciones, finalmente, podrán ser benditas en la simiente de Abraham.

En Malaquías 3 dice que va a haber un fuego purificador, que Cristo está sentado en medio del templo, como jabón purificador. En Isaías 4, dice que él va a lavar la inmundicia de Israel. En Hebreos 12:27, dice que una vez más va a estremecer los cielos y la tierra.

Nuestro problema es que siempre estamos hablando de Israel. la iglesia de Dios es el Israel espiritual, y a quien Dios está purificando es a su iglesia, a quien le está lavando la inmundicia, es a su iglesia, y la tierra estremece bajo nuestros pies la apatía que la iglesia ha mostrado durante los últimos años, para que al fin nos levantemos y hagamos algo por la problemática mundial.

(Abdías 1: 21) = Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.

Salvadores, dice. Nota que es plural, salvadores. La palabra salvadores, yashá, significa personas que son amplias y abiertas de corazón. La implicación es que proveen espacio para la restauración. En el monte de Sion habrá salvadores. Está hablando de ministerios de restauración. Está hablando de aquellos ministros con corazones abiertos que procrean espacio para restaurar.

Y dice que esos salvadores juzgarán al monte de Esaú. Noten que vamos a juzgar. Dando un ejemplo tan poderoso que no les quede otra que cambiar. El mayor problema de la iglesia, hoy, en Latinoamérica, es que ataca la situación, pero no provee la solución. Si la iglesia proveerá la alternativa, la situación cambiaría enseguida. Cuando tengamos una alternativa que sea mejor que la del mundo, el mundo dejará la que tiene y acepta la de Dios.

Pero, primero tiene que funcionar, si no funciona, no la quiere. Por eso es que Dios está madurando a la iglesia. El próximo evangelismo, será corporal y mundial. No va a ser de puerta en puerta, va a ser de nación en nación. Significa que cuando tú adoras en el espíritu, todo aquel que adora en la carne, queda juzgado.

El pueblo de Dios juzga con ejemplos, no con leyes. El que camina en justicia, puede juzgar la injusticia. El que camina en madurez es el único que puede juzgar al inmaduro. Ha llegado el tiempo y la hora que la ignorancia no será bendecida por Dios. Sí tú eres inmaduro, es culpa tuya, de nadie más.

Porque Dios de ninguna manera bendecirá ignorancia, cuando ha revelado verdad. La ignorancia nunca es bendecida por Dios. No hay excusas para ser niños en el evangelio. Dios está levantando un ejército. Vete a la carta a los Hebreos, pero mantén en tu mente lo que hemos dicho respecto a la casa de Jacob.

(Hebreos 12: 15) =  Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; (16) no sea que haya algún fornicario, o profano, (La palabra Profano, es irreverencia a Dios. Irreverencia a Dios, puede ser muchas cosas. Una de ellas es levantarse y salir por la puerta e irse, justo cuando el Espíritu se estaba empezando a mover) como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.

Noten que el problema de Esaú, era que fue irreverente. Que por una sola comida, vendió su primogenitura. Aquí, la escritura nos compara con la primogenitura de Esaú, queriendo decir que tengamos cuidado de no vender nuestra primogenitura como hizo Esaú. Y eso, nos está dando a entender, que tenemos primogenitura. Porque si no la tuviéramos, jamás nos diría que tuviéramos cuidado con ella. Por eso es que dice: Tengan cuidado, que por ser irreverentes pierdan la primogenitura. Tengan cuidado que por comida, o por cosas naturales, se pierdan el poder espiritual que Dios está levantando.

(17) Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.

Estamos en doble intensidad, y la nube se está moviendo. Tienes que moverte hoy. Quizás mañana ya no haya tiempo. Y después andes llorando buscando la nube que ya se te habrá ido muy lejos para alcanzarla. Y serás de aquellos que siempre ven el mover de Dios, pero nunca participan. Siempre sabes lo que está aconteciendo, pero nunca eres pionero en lo que está ocurriendo.

Es mejor estar en las líneas frontales, que ver la batalla de lejos. Porque el que ve la batalla de lejos, es el que recibe todos los azotes. Más, el que está en el frente de batalla, sólo lleva la bandera de victoria. Y entonces continúa la Escritura hablando, sobre que nos hemos acercado al monte de Sion, verso 22.

(Verso 22) = sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, (23a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,(24a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

(25) Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.

(26) La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.

(27) Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.

(28) Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; (29) porque nuestro Dios es fuego consumidor.

(Efesios 3: 10) = para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,

Y eso es lo que está sucediendo ahora, cuando se levantan los salmistas y dicen que su nombre de guerra es Jehová. Ahí es cuando las potestades tienen que doblar sus rodillas a la milicia espiritual y al rugir del león de Judá en medio de su pueblo. Y dice que removerá el cielo y la tierra, y dice el verso 27: Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.

A ver, entendamos: las cosas que son hechas, son hechas por el brazo de la carne. Todavía está hablando de la casa de Esaú. Porque el brazo de la carne hace cosas, pero el brazo de Dios, crea cosas. Todo lo que sea hecho por el hombre, va a caer. Especialmente en la iglesia. Primeramente en la iglesia. ¡Y gracias a Dios por eso!

Y añade el verso 28: Así que, recibiendo  nosotros (Tiempo pasado) un reino (Algunos todavía lo están buscando no sé en qué nube por allí. Yo ya recibí el mío) inconmovible, (Entonces está comparando cosas con reinos. Dice que todas las cosas serán movidas, pero que nosotros hemos recibido un reino. O sea que cosas y reino, son los mismos adjetivos. Es el mismo sujeto en este pasaje. Las cosas que son hechas o los reinos que son establecidos por el brazo del hombre.) tengamos gratitud, (Noten que el Reino de Dios es inconmovible y jamás será tragado por el reino de Esaú. Ni por la religión, ni por la carne, ni por el pecado, ni por el SIDA, ni por las drogas, ni por el alcohol, ni por la política, ni por las finanzas; no importa la oposición, el Reino de Dios es inconmovible.)

La palabra Reino es la palabra basileia y significa la influencia del dominio de Dios. Somos el Reino de Dios. Un presidente gobierna sobre una nación; un gobernador gobierna sobre una provincia; un alcalde gobierna sobre un municipio. Y un rey gobierna sobre su Reino. Muchos quieren ir al Reino y no se han dado cuenta que el Reino eres tú. Tú eres el poder de Dios, porque Dios se manifiesta a través tuyo. Eres parte del Reino de Dios. ¡Dilo en voz alta que te escuchen en el infierno! ¡Yo soy parte del Reino de Dios!

Las cosas que van a ser movidas, podemos ver a través de nuestras ventanas. Sólo tienes que encender tu televisor y comprobar que la educación se está desintegrando. A veces miramos al mundo y decimos que las cosas se están poniendo tan feas y malas, que un día de estos, directamente no vas a poder salir a la calle. ¡Y no me digas que jamás pensaste o dijiste algo así! Pregunto: ¿En quién has creído?

La educación, se está desintegrando. Las naciones y sus poderes, se están desintegrando, no conocen ni quiénes son sus enemigos. Las grandes potencias, necesitadas de armar conflictos que justifiquen sus negocios e inversiones bélicas, no saben con quién pelearse. Cuando una nación no tiene un enemigo común, se desintegra. Porque ahora no sabe qué hacer.

Se pasó toda una vida diagramando formas de combatir con un determinado enemigo histórico, y el día que se enemigo decidió abandonar las rencillas, se quedó sin hipótesis de conflicto, y como ya tiene una fortaleza creada en eso, hoy no sabe qué hacer sin probabilidad de guerra. Entonces la gente de estas naciones, vive bajo altos grados de incertidumbre.

La economía se desvanece frente a nuestros ojos. Los poderosos no están haciéndose más poderosos, ¡Se están desintegrando! La sexualidad tiene un violento ataque de confusión. Ahí andan miles de hombres que no saben si quieren ser hombres o mujeres, y otras tantas mujeres que no saben si quieren ser mujeres o quieren ser hombres.

El movimiento gay ya no se satisface con evitar persecuciones o discriminaciones, sino que ahora luchan seriamente por espacios de poder. Anhelan llegar a ser los que gobiernen el mundo. ¿Y Dios? Dios dice que los dejemos, porque ellos no se han dado cuenta todavía que, si un día llegan a gobernar el mundo, el mundo tendrá tiempo para una sola generación más. ¿Cómo y con quienes van a engendrar las siguientes?

El error es creer que esos movimientos, al unificarse, se están haciendo más fuertes. No es así. Mientras más se unifiquen, más rápido se acaban. No tienen capacidad de reproducirse. Entonces descubrimos algo. ¡El mundo no se está poniendo peor, se está poniendo mejor para la iglesia! Cuando hay tinieblas en la tierra, ahí el que se mueve, es el Espíritu de Dios.

La religión se está acabando. No se están haciendo más fuerte. La razón por la cual están gritando, es porque se están muriendo. Cuando gritan es porque están doloridos. Entonces, la realidad es que no se están poniendo peor, las cosas. Todo es depende de con qué ojos tú lo estás mirando. Vamos a ver a Génesis 25 y a continuar persiguiendo a esta generación, que es la iglesia de los últimos días.

(Génesis 25: 19) = Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, (20) y era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de Padan-aram, hermana de Labán arameo.

(21) Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer.

(22) Y los hijos luchaban dentro de ella; (Escucha: ¿Hay o no hay batalla espiritual?)

No esperaban a nacer para pelearse. Así y todo, hay muchas personas que no creen que estemos en batalla. Déjame decirte un secreto. Mientras estemos en la tierra y haya manifestación satánica, hay batalla. La enemistad fue puesta por Dios en Génesis 3:15. Él fue el que dijo: Yo pondré enemistad. Y si Dios puso enemistad, no serás tú el que la solucione. Hay guerra. Y la guerra la empezó Dios. Y lo que Dios empieza, tú no lo puedes cancelar.

Así que, guste o no guste, hay batalla. Y aunque no te guste la batalla vas a tener que aceptarla, porque si no, Dios te va a tener que llevar, porque acá abajo hay guerra. Y acá abajo, hay solamente dos bandos. El que está con Dios, recoge, y el que no está con Dios, desparrama. O sea que estás con, o en contra. Si tú te la pasas diciendo que Dios no te puede sanar, eso es anticristo. Si te la pasas diciendo que Dios no te puede prosperar, eso también es anticristo.

Algunos ya no estamos buscando a un hombre, sino que lo estamos viendo en todas las naciones. El anticristo es aquel que niega a Cristo en la carne. ¡Ese hermano no tiene poder de Dios! Anticristo. El espíritu de anticristo, es aquel que niega el poder de Dios en la tierra. ¿La religión? ¡Anticristo.

(Verso 22) = Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; (23) y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor.

Noten que la simiente de esta mujer, no eran dos niños, eran dos naciones. La nación de Jacob y la nación de Esaú. Y después dice que un pueblo será más fuerte que el otro. ¿Qué pueblo era más fuerte? El pueblo de Jacob. ¿Y quiénes son Jacob? El remanente de la casa de Dios.

Desde antes de su nacimiento, la casa de Jacob estaba destinada a ser más fuerte que la estopa, que la hojarasca, que la carne, que el pecado, o la casa de Esaú. Y desde muy pequeño salió batallando con Esaú, agarrándolo de una piernita, como diciéndole: ¡Ey! ¡Quédate quiero que tú no vas para ninguna parte! En Gálatas 4 vemos que, cuando compara los dos pactos, también vemos por allá por el final del capítulo, vemos que dice Dios:

(Gálatas 4: 29) =  Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.

(30) Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.

(31) De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

En toda la Biblia está escrito que el Reino de Dios prevalece, no que se va en una gran fuga. Se va en gloria. Obviamente, esto significa que tenemos mucho trabajo para hacer para poder ir para ninguna parte. Porque la gloria de Dios, tiene que arrasar la tierra, y no vemos que ahora esté ocurriendo eso. Vemos que aquí hay dos naciones. Vemos que Jacob está destinado a ser más poderoso que la casa de Esaú.

(Salmo 24: 1) = Salmo de David. De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.

¿De quién es la tierra? ¡De Jehová! ¿De quién es la plenitud de la tierra? ¡De Jehová! ¿De quién es el mundo entero? ¡De Jehová! ¿Y de quién son los que habitan el mundo? ¡De Jehová! La palabra mundo, aquí, significa sistema. Por eso es que Él dice que seamos sal de la tierra, pero también luz al mundo. Porque Cristo murió por el mundo, no por la tierra; la tierra ya era de él.

Eso mismo a lo que nosotros generalmente le huimos, es lo que Dios vino a rescatar. El sistema mundial. Son autoridades establecidas por Dios, pero como la iglesia estuvo permanentemente inhibida de ocupar esos espacios de poder, todas esas sillas en todas las naciones han sido ocupadas por Satanás.

La iglesia es el prototipo de una sociedad excelente en la tierra, destinada a influenciar positivamente el resto de las naciones. Pero, como nosotros no capitalizamos, Satanás sí lo hizo. De tal manera que, hoy en día, es muy raro ver una silla de poder ocupada por el poder de Dios. Están todas llenas por el poder de Satanás.

Lo que Dios estableció, fue la posición. Al hombre que ocupe esa posición, lo elige el hombre. Y como a la iglesia generalmente no le gusta elegir a nadie, los más pícaros la han convencido de una supuesta posición ideológica y ahí van. Años transitando por las mismas sendas. Años pasando crisis y necesidades por causa de transitar por esas sendas. La iglesia no tiene ideología, la iglesia tiene a Cristo. Y todo lo que coincida con Cristo, está habilitado. Y todo lo que no coincida con Cristo, será rechazado. Venga de quien venga y tenga el nombre que tenga. De otro modo, esclavos del sistema y nada más. Y no estamos aquí en esclavitud a hombre.

Así es que, cuando la iglesia adopta la otra rutina, que es la de no comprometerse, Satanás ocupa ese espacio y  pone en el poder a sus hombres. Y entonces la iglesia pasa a vivir bajo el yugo de Satanás, mientras cada domingo cuando se congrega, canta bien fuerte que tiene victoria. ¿No suena algo hipócrita? Puede ser, pero mucho más suena a ignorancia.

(Verso 2) = Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos.

(3) ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?

(4) El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño.

(5) El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.

(6) Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah. (Es la casa de Jacob aquella que sube al monte de Jehová).

(7) Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, (Alzad, oh puertas de acceso para Dios, vuestra autoridad. Alzad vuestra autoridad, oh puertas de gloria. ¿Qué gloria? El rey de reyes. ¿Qué gloria? Cristo Jesús, la esperanza de gloria. Alzad tu autoridad, y permitid que el rey de gloria entre. ¿Y que entre adónde? ¡A la tierra!) Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.

¿Quién es el rey de gloria? ¡El Rey de reyes, el Señor de señores! Levanta tu autoridad. Dale acceso al pueblo de Dios. Dale acceso a la autoridad de Cristo en la tierra. Ahí vemos grandes puertas levantándose en el cielo. Somos las puertas de gloria. ¿Por tu boca, sale dios o sale Satanás? Deberías estar lleno de Dios, así que de tu boca tendrá que salir Dios. Y ten cuidado, porque mañana por la misma boca puede salir Satanás. ¿Cómo dice, hermano? Que si le sucedió a Pedro, es porque le puede ocurrir a cualquiera.

Que quede claro: somos puertas que damos acceso a influencias espirituales. Levanta tu autoridad, y permite que el Rey de gloria sea manifestado. Eso significa que, sin autoridad, no se puede manifestar. Porque Cristo no pide permiso, Él toma posesión.

Cuando Él anduvo por acá le dijo a uno: vaya a la aldea y consígame un cuarto, por favor. ¡Pero ese asno no es suyo! Usted vaya y dígale que el Rey quiere ese asno. La tierra es de Él. Y cuando tú te comportas como si fuera tuya, entonces es cuando la posees. Cuando tú tienes una autoridad que es excelente, atraes a personas hacia ti.

Toda autoridad es reconocida por autoridad. Por eso es que siempre digo y repito: si la iglesia tuviera autoridad, los gobiernos la reconocerían. Porque los gobiernos terrenales también respetan autoridad. De eso se trata la política. ¿Quién es el Rey de gloria? Jehová, fuerte y valiente. Y luego dice: alzaos vosotras, puertas eternas. Somos eternos. Y entrará el Rey de gloria, Jehová de los ejércitos.

Dios quiere entrar, como varón de guerra, y traer una plomada en las naciones. Entendiendo que este es Jacob, ahora vamos a ver dónde te encuentras tú en el camino de la iglesia gloriosa. Quiero que me acompañes a verlo con mayor claridad a partir del texto que encontramos en Génesis capítulo 29.

(Génesis 29: 15) = Entonces dijo Labán a Jacob: (Labán, te recuerdo, era el suegro de Jacob. Su nombre significa tornarse blanco, mezcla de ladrillo, o altar de piedra. La implicación es convertirse en un altar de piedra santificada. La idea es que a partir de aquí, tu te3 conviertas en un altar de piedra blanca, santificada para Dios) ¿Por ser tú mi hermano, me servirás de balde? Dime cuál será tu salario.

(16) Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel.

(17) Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso parecer.

(18) Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor.

(19) Y Labán respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate conmigo.

Y a partir de este momento, será muy convenientes que prestes suma atención a lo que digamos, ya que será necesario que te vayas identificando, a partir del relato original y sus implicancias, con las pruebas que tú en lo personal y privado, puedas estar viviendo. Eso, para que puedas entender en qué sitio espiritual estás, precisamente, de esa iglesia que se llama Jacob. El remanente de Dios, la iglesia gloriosa.

El nombre de Raquel, significa “viaje largo”, donde los elementos principales son el sexo femenino. Tiene la tipología de Eva, la cual vive en decepción. Entonces, Raquel significa un viaje largo en decepción. El nombre Lea, significa “cansancio o agraviarte”, que lleva como conclusión, congregar o reunirte en asamblea, en una nación. En otras palabras, Lea significa un tiempo de agravio, que te convierte en una nación.

Raquel significa un viaje largo en medio de la decepción. Jacob, o la iglesia, están en un lugar llamado Labán, y Labán tiene como meta, purificar un altar blanco, fuerte y santificado. El primer principio que vemos aquí, es que la iglesia, pidió a Raquel, no a Lea. Raquel, te recuerdo, significa un viaje largo en decepción. Significa el deseo tuyo y no el deseo de Dios.

La palabra nos dice que Labán le dijo a Jacob: Es mejor que te la de. ¿Por qué Dios prefiere que nosotros experimentemos nuestros propios deseos, antes de experimentar Su voluntad? Porque hasta que tú no estés cansado de ser un rutinario dominguero; hasta que tú no estés cansado de ministraciones con brazos carnales; hasta que tú no estés cansado de sentarte en el banco, silla o butaca de una iglesia y nunca ver el poder de Dios; hasta que tú no estés cansado de fracasar vez tras vez en el intento de administrar su ministerio; hasta que tú no estés hasta la coronilla de una iglesia vacía de la unción de Dios; hasta que no estés harto de denominaciones llenas de la carne, entonces no vas a clamar a Dios para que derrame su poder divino.

Es cuando el pueblo de Dios está cansado, y ya no aguanta más de ver otro culto, otra reunión, otro servicio como de costumbre, que se pone de rostro al suelo y clama por el verdadero mover de Dios. Es una lástima que tengamos que llevar tantas derrotas para desear lo verídico. Porque, hasta que tú no estás cansado de lo falso, tú no pides lo real. Es la costumbre de la iglesia.

Samuel escogió, cuando fue a escoger a David, escogió a todos los reyes errados. Es este, decía, yo sé que tiene que ser este. ¡Yo llevo veinticinco años ungiendo reyes! ¡Tiene que ser este! Samuel; ¡Te equivocaste! ¿Cómo que me equivoqué? ¡Esto es costumbre, tradición! ¡Tiene que ser grande, por lo menos un codo más de estatura! ¡Fuerte, bien parecido! ¿Cómo que me equivoqué? Samuel; ¡Te equivocaste!

Está bien, Señor; me equivoqué un poquito. Entonces tiene que ser el de al lado, porque sólo es un poco más bajito. ¡No, Samuel! ¡Ese tampoco es! Experimentó todo lo errado, para luego experimentar que el corazón de Dios estaba en David. El mocoso ese que andaba con las ovejas.

El pueblo de Dios tiene que manifestar un deseo en él por la verdad. Porque si no la manifiesta, vas a dar un viaje bien largo, enamorado de Raquel. Y eso se llama decepción. Y aquí vemos que el primer estudio que Jacob debe cursar, es de siete años. Hablo del tiempo cronológico. Estoy hablando de una etapa en tu vida. Siete significa perfección, significa el tiempo que te toque a ti aprender esa lección, ese principio.

Hay personas que llevan cuarenta años persiguiendo a Raquel. Muchos experimentaron a Raquel en sus primeros años de su vida cristiana, pero luego se divorciaron de ella. Los que han crecido más rápido, seguramente es porque no les agrada los viajes largos. Raquel: decepción en viaje largo.

¿Cuántos, en la iglesia, se encontrarán en esa estación, en esa etapa? Persiguiendo su propio deseo, persiguiendo su propio anhelo, viviendo sus propios planes, y todavía no ha clamado a Dios por lo verídico. Cuando Jacob descubre que no se le dio a Raquel, porque Dios no siempre te va a dar lo que tú quieres, sino que te va a dar lo que sea de su voluntad.

Porque muchos son los planes del hombre, pero sólo el propósito de Dios prevalece. Entonces, experimenta otros siete años más. Otro kairos, otra estación. Siete años más. Otra etapa, otra era, donde tiene que perfeccionarse, experimentando la voluntad de Dios. Lea: la voluntad de Dios.

Entonces, lo primero que podemos ver aquí, es que tu propia voluntad es un viaje muy largo y termina en decepción. Es decir que tiene que pasar una etapa hasta que tú estés perfeccionado, en el entendimiento de la voluntad de Dios. Siete años. Un tiempo, no estoy hablando de años. Siete años pueden ser treinta, siete años puede ser una semana.

Siete años es hasta que tú aceptes en tu corazón lo que Dios está haciendo. Si tú has estado errado por treinta años, no importa. Ponte cenizas en tu pelo, rásgate la ropa y glorifique al Dios de todo poder, porque Lea ha llegado a tu vida. Siete años experimentando la voluntad de Dios.

(29) Y dio Labán a Raquel su hija su sierva Bilha por criada.

(30) Y se llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea; y sirvió a Labán aún otros siete años.

Aquí queda en evidencia que, después de experimentar tu deseo, y después de reconocer la voluntad de Dios, no puedes salir corriendo como si ya lo entendieras todo. Ahora necesitas otra etapa en tu vida, madurando en la voluntad de Dios. Pregunto: ¿Dónde se encontrará la iglesia, hoy?

¿Persiguiendo a Raquel? ¿Aceptando a Lea? ¿O madurando en el propósito de Dios? Vayan ubicándose ustedes mismos. Siete años, otra estación con Dios. Perfeccionando, madurando, y t4eniendo más y más revelación y entendimiento en lo que verdaderamente es la perspectiva eterna y voluntad de Dios para su iglesia en la tierra. Luego de esto vemos que ahí, y sólo entonces, las lecciones aprendidas a través de estos episodios, comienzan a dar frutos.

(31) Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril.(Nota que tu voluntad y tus deseos, nunca traen fruto para Dios. Fue Lea quien comenzó a dar frutos).

(32) Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido.

Rubén es el primer fruto. Significa “Ha mirado”. Significa que cuando tú ya eres maduro en la voluntad de Dios, ahí es donde nace la verdadera visión. Allí es donde obtienes la visión por el propósito. Y cuando tú obtienes esa visión es, entonces, como Abraham y como Moisés, no habrá arma forjada contra ti que prevalezca, porque estás maduro en la voluntad de Dios, y el primer fruto, es nada menos que visión de Dios.

Rubén es el primer fruto. Visión de Dios. Ha mirado. Vista recobrada. Era un pueblo que estaba en la oscuridad, pero ahora tiene ojos para ver. La visión de Dios ha llegado a su iglesia. Una vez que se ha divorciado de Raquel, se casa con Lea y madura en su propósito.

(33) Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón.

El segundo fruto, es Simeón. Oído y entendimiento para la voluntad de Dios. Una vez que experimentas sui voluntad, ya nunca más puedes experimentar derrota, sino que sólo puedes experimentar el propósito de Dios. Y luego vendrá la visión. Un oído obediente para seguir las instrucciones y para que la obediencia suma sea manifestada.

Oído entendido, para la visión de Dios. El problema con muchos de nuestros líderes, es que no tienen oído. Tienen visión, pero no tienen oído. No quieren escuchar más visión. Dios tiene mucha visión. ¿Cuántos saben que la visión de Dios es más grande que la nuestra?

(34) Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví.

El nombre Leví significa Unidad. Primero viene la visión, luego viene el oído entendido, y si uno es obediente a lo que Dios dice, la iglesia de Dios comienza a unificarse en el propósito de Dios. Unión del uno con el otro. Leví significa Unidad, unión el uno con el otro.

(35) Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz.

Adoración y gratitud al Dios viviente, porque ha nacido una nueva visión, un nuevo oír del Espíritu, y una nueva comunión ministerial que nos trae la victoria. Alabanza y adoración, el fruto que se produce una vez que ha llegado la visión y el oído entendido, que nos une en propósito como un remanente que se llama Jacob.

En este momento sería muy bueno que reflexiones para tu adentro, y te preguntes dónde estás tú. ¿Estarás, acaso, dentro de estos siete años? ¿Estarás detrás del deseo de tu empresa? ¿O será que todavía eres muy joven y solamente estás enamorado de tu novia sin espacio para pensar en nada más?

Porque, convengamos en que también hay mucha gente que vive en una miseria tan grande, en todos los aspectos, que necesita desesperadamente acudir semanalmente a una iglesia con la idea de que así dios no tendrá otro remedio que bendecirlo grandemente de una vez por todas. ¿Cuál es la realidad de tu deseo, hoy? ¿Qué es lo más deseas en tu corazón? ¿Será Dios o el ministerio?

Buena pregunta es esa, ¿Verdad? Es como preguntarte: ¿Será la guitarra, o será el sonido de la guitarra? ¿Será que te seduce pararte delante de un montón de gente y lucirte, o será que verdaderamente sientes carga por adorar o alabar a Dios? No respondas nada, sólo piénsalo. En el capítulo 32, vemos la próxima lección, versículo 24.

(24) Así se quedó Jacob solo; (Es notorio que luego de todo esto, viene un tiempo de soledad. Hermano; cuando tú empiezas a hacer la transición y decides abandonar el corral lleno de gallinas y te conviertes en un águila, entonces comienzas a volar solo. Los demás no van a venir hasta que vean la victoria. Y para tener victoria, tienes que ser distinto. No seas del grupo, no seas del montón, sé de aquellos que son especiales delante de Dios) y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.

(27) Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.

(28) Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

¿Quién era Jacob? La iglesia, ¿Verdad? ¿Quién era Jacob? El remanente, ¿No es cierto? ¿Quién es Israel? Oh, gloria. Vamos de nuevo. ¿Quién es Jacob? La iglesia, ¿Verdad? Y entonces el nombre de Jacob fue cambiado, ¿Y ahora se llama? Israel. ¿A quién pertenece la promesa? ¡A la iglesia!

Jacob luchó con Dios y llamó a aquel lugar, Peniel. Eso significa “Cara a cara con Dios”. Esto nos enseña que uno lucha cara a cara con Dios, en intimidad con Dios, que uno paga el precio por conseguir la presencia de Dios, uno lucha contra potestades y principados, contra la oposición, contra la religión, pero paga el precio que sea necesario, para estar cara a cara con Dios.

Y hay un fruto muy grande. Tú entras luchando, pero sales transformado en el Israel de Dios. Es una lección muy grande, hay un grupo de hombres y mujeres que se están levantando, que ya no son Jacob, son israeles de Dios, que no se detienen ante nadie y que se han convertido en oráculos de Dios. Daniel 11:32 dice que aquellos que conocen a Dios, harán grandes hazañas.

Luchar con Dios, hasta que Dios te dé la bendición. Muchos quieren ministerio, muchos sienten el llamado y se creen que ya están prontos para dar el ministerio. Al ministerio hay que darlo a luz en oración. Al ministerio hay que darlo a luz en intercesión. Hay un precio, a veces. ¿Cuántos están dispuestos a ser transformados por Dios?

De hecho, cuando se pregunta esto a la gente, hay un coro casi en nivel de ovación que responde un monumental “¡Amén!”, pero cuando Dios llega con el primer pedido o directiva, empiezan a arrugarse y arrugarse hasta hacerse muy pequeñitos e inofensivos.

Cuando Juan miró en el cielo y dijo: veo uno que se parece a un león de Judá. Y después volvió a mirar, y dijo: y veo al Cordero. ¿Cómo?  ¿En qué quedamos, vio al león o vio al cordero? Hay muchos que viven la vida del cristiano, mirando para el cordero. Sólo un problema, el cordero fue transformado. Ahora, lo que hay es un león. Ya no hay cordero. Es el león de la tribu de Judá.

¿Cuántos saben que el león ruge? Si el diablo viene a tocar tu puerta, entonces tú tomas la personalidad de ese León de Judá y le ruges en la cara. Vas a ver cómo se va corriendo. Vamos a ver ahora el capítulo 33, allí está de alguna manera, el resultado de todo lo que hemos estado viendo.

(Génesis 33: 1) = Alzando Jacob (Que ahora es Israel)  sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, (Que por lo que vemos, estaba lejos de darse por vencido. Sólo que Jacob, ahora es transformado. Recuerden que Jacob salió huyendo de Esaú, al igual que Israel de Egipto. Al igual que nosotros salimos corriendo del mundo, gracias al Dios que nos rescató. Pero en ese proceso, somos transformados en Israel, y volvemos al mundo. Sólo hay santificación para preparación, para volver a entrar al mundo del cual saliste. Jacob salió corriendo, pero esta vez no corrió) y los cuatrocientos hombres con él; (Cuatrocientos hombres. ¿Para qué eran los cuatrocientos hombres? Para degollar a Jacob. Sólo un problema, que ya Jacob no vivía; sólo Cristo en él Ya no vivo yo, sólo Cristo vive en mí). entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.

(2) Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos.

(3) Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, (2 Crónicas 7:14, dice: Si se humillare mi pueblo, yo sanaré ¿Qué? ¡La tierra! Después de haber pasado por esto, y aunque el león de Judá es poderoso, y la iglesia entiende el poder que tiene, será humilde delante de los ojos de Dios, algo que no tiene nada que ver con pobreza; tiene que ver con humildad de espíritu. Y se postrará siete veces ante el mundo, y aún seguirá  teniendo autoridad sobre el mundo. Noten lo que sucede. ¡Se postró siete veces! Significa: las veces que sean necesarias) hasta que llegó a su hermano.

La religión, hoy, es tu enemigo, pero cuando la iglesia Jacob se convierte en Israel, la religión va a venir buscando, con cuatrocientos hombres, destruirte. En aquel entonces, la iglesia de Dios va sólo a ponerse de rodillas, y el redargüir del Espíritu Santo trae a todos aquellos que eran sus enemigos, a besar su cuello. Y nos ganamos al mundo, y al resto de la iglesia. Esa es la gran siega. Esa es una iglesia gloriosa, grande, pero de rodillas.

(4) Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, (Entiende, hermano, nuestra labor no es convencer al mundo. Nuestra labor es ser transformados, y el mundo te abrazará. Porque el mundo sabe que está mal, pero no tiene alternativa. Cuando la iglesia cambia de Jacob a Israel y se convierte en estandarte, el mundo, la religión y todos aquellos que eran tus enemigos, van a venir corriendo, y te abrazarán. Esa es la gran siega que dice que todas las naciones subirán al monte de Jehová, y la ley ciertamente, saldrá desde Sion. Esa es la iglesia de Dios. ¿Cuándo? En los últimos días, antes de la venida de Cristo) y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.

¿Cuántos han entendido que hay un proceso en la vida cristiana? ¿Cuántos pueden ver que estos principios son aplicables a tu iglesia, a tu vida, a tu familia, a tu empleo, y a la iglesia corporal de Cristo? ¿Dónde te encontrarás tú en este día?  ¿Será que tú estás luchando con Dios para ser transformado? ¿O será que tú todavía andas persiguiendo a Raquel?

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junio 27, 2019 Néstor Martínez