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Las Obras de la Carne

( 1 Juan 2: 16) = Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Aquí vemos con tanta claridad que nos inhibe de mayores explicaciones, a los tres enemigos básicos y centrales del hombre. La Carne, El Mundo, y Satanás. Parecen tres cosas arrojadas casi como al azar o de manera inconsistente, pero precisamente este trabajo está elaborado para demostrarte lo contrario. Así que comienza preguntándote a ti mismo y a quien desee acompañarte en este escudriñar, qué cosa es la carne.

(Juan 3: 6) = Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Aquí nos encontramos con esta palabra, “carne”, cuya traducción en hebreo es la palabra basar. Y este vocablo designa, de alguna manera y en su estricto sentido físico, al cuerpo del ser humano. Es válido aclararlo porque no siempre lo que leemos carne tiene la misma traducción.

(Génesis 40: 19) = Al cabo de tres días quitará  Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre de ti.

Este relato, que tiene que ver con la vida de José en Egipto, y con los sueños casi quiméricos que por ese entonces tenían esos prisioneros, nos habla de la carne estrictamente en un sentido físico y relacionado con el exterior del hombre.

(Génesis 2: 21) = Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.

Si bien este relato casi fantástico de la creación de la mujer nos sigue mostrando un lado físico y externo para la palabra carne, también nos está dejando ene videncia que la naturaleza humana que a veces puede dominarnos como le sucedió a Adán, también se denomina así: carne.

(1 Corintios 5: 1) = De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.

(2) Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?

(3) Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho.

(4) En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, (5) el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.

(6) No es buena vuestra jactancia, ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?

Estamos observando aquí, y además comprobando fehacientemente, que la fornicación, tal el pecado en cuestión, es una obra de la carne. Fornicación viene del vocablo griego porneia, que significa cualquier práctica sexual fuera del matrimonio. Esto se confirma en otro texto que señala que manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación.

(Isaías 40: 6) = Voz que decía: da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo.

Conclusión de este concepto de los propios labios de Dios: la carne tiene corta vida. Y no es algo que debamos guardarlo para nosotros, sino para decírselo al mundo. Y tampoco es para decírselo elegantemente y en un suave murmullo: tenemos que gritárselo para que no se le olvide. Que la gloria del hombre es como flor del campo: Crece y se erige multicolor con la lluvia, pero se quema de inmediato y desaparece ante el calor del sol de la crisis o la prueba.

(Isaías 31: 3) = Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.

Esto es un severo llamado de atención para todos los que pretenden ejercer ministerio divino mediante técnicas y esfuerzos humanos. Lo que no es del Espíritu, es de la carne. Y si no es del Espíritu, ¿La carne a quien obedece? Por lo tanto, sabemos la carne es débil y que el ayudador es el enemigo.

(Jeremías 17: 5) = Así ha dicho Jehová: maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.

¡Cuántas angustias y tristezas se hubieran ahorrado los hombres y mujeres del mundo si tan solo le hubieran creído esta palabra al Señor! ¿O no has pasado tú o alguien cercano a ti momentos de crisis por una traición de parte de algún hombre o mujer en los cuales hayas confiado ciegamente? Aprende: en la carne no se puede confiar.

(Romanos 8: 13) = Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

Hay algo que aunque pasen muchos años de haberlo escuchado y aparentemente aprendido, no terminamos de comprenderlo: las obras de la carne no agradan a Dios, así sean social, moral y hasta espiritualmente buenas. Para Dios no valen las buenas obras; valen las obras correctas. La carne está condenada a muerte y eso es inapelable e ineludible.

Asimismo, cabe añadir algo muy importante: la expresión “carne”, en sentido moral, significa la oposición a Dios. Carne designa a aquel que quiere obrar su salvación por sí mismo, sin Dios. Carne significa más bien toda actuación del hombre con la cual éste cree poder salvarse definitivamente a sí mismo sin Dios.

(Romanos 7: 14) = Porque sabemos que la ley es espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado.

(15) Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

(16) Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.

(17) De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.

(18) Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

(19) Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

(20) Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

(21) Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo está ley: que el mal está en mí.

(22) Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios.

(23) Pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

(24) ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

(25) Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, más con la carne a la ley del pecado.

La persona sujeta a su carne cae en pecado en el momento menos pensado. Por eso es que Pablo aclara que en la carne no mora el bien. Los miembros carnales, (Y hablamos de miembros de nuestro cuerpo físico y también en lo espiritual), quieren deleitarse en el pecado.

Los miembros carnales se rebelan contra la ley de la mente, llevando a la persona a ser esclava del pecado. Y esto es bueno leerlo y releerlo tantas veces lo necesitemos, porque es usual que anden por la vida cristianos acongojados por sus debilidades cuando el perdón y la misericordia de Dios están allí, al alcance de sus manos, y ellos no se atreven a tomarla. Esa es una estratagema que todavía le da grandes resultados al diablo.

(Romanos 8: 5) = Porque los que son de la carne, piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.

Esto nos deja claramente en evidencia que Pablo describe a la carne como un poder personal con sentimiento y actividad propios. Y sin ninguna duda que lo es. Si consultas con cien creyentes te dirán sin dudarlo que la carne o carnalidad íntima y legendaria suyas, es su peor enemiga. Y en otro texto el mismo Pablo explica el fin de la carne.

(1 Corintios 15: 51) = He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos; pero todos seremos transformados, (52) en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.

(53) Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

(54) Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.

(55) ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? (56) ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.

La carne, que en este texto es la palabra sarxs, en griego, tiene directa relación, -se nos muestra-, con el cuerpo, que en griego es la palabra soma. Y se consigna muy especialmente que la carne, independientemente de lo que cada uno de nosotros pueda opinar, está excluida terminantemente de la participación en el Reino de Dios.

El cuerpo transformado, es decir, arrancado del dominio de la carne (sarxs), será portador de vida resucitada. Por lo consiguiente, entonces, soma es precisamente el hombre mismo, mientras que sarxs es un poder que lo somete y lo esclaviza. ¿Cuántos hermanos fieles y sinceros andan en esa clase de vida, hoy?

Por ese motivo es que Pablo puede hablar de una vida “según la sarxs”, pero no de una “según el soma”.  El cuerpo será transformado en incorruptible e inmortal, pero la carne no tendrá participación alguna en la futura vida con Dios. Esto es para aquellos que la cuidan tanto en su aspecto estético hasta el grado de envanecerse porque son más o menos agraciados que otros. Será estéril para el Reino.

(Efesios 2: 3) = Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Hay algo que este texto nos tiene que dejar bien en evidencia, claramente establecido, y es que la mente o la imaginación se conectan con el corazón y como resultado, nos encontramos con que la carne lo lleva al hombre a hacer el mal

Hasta que no se rompen las ataduras de la carne no es posible para los creyentes atados obtener una liberación eficaz.  ¿Cómo se consigue esto? Hay gente con mucha experiencia al respecto, pero déjame adelantarte que es con oración de guerra, no lastimera y suplicante. En otra carta, Pablo menciona el blanco del enemigo en nuestra carne.

(Gálatas 5: 19) = Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, (20) idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, (21) envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas, acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas, no heredarán el reino de Dios.

Quien haya supuesto, al leer estos textos, que estas advertencias y amonestaciones iban dirigidas al mundo secular, impío, pagano y pecador, está total y absolutamente equivocado. En principio, todos sabemos que la Biblia no ha sido escrita por hombres inspirados por el Espíritu Santo hacia el mundo, sino hacia la iglesia.

Y la iglesia está conformada por muchos siervos de Dios y amigos de Dios, pero funciona, opera y tiene victoria mediante la labor de los hijos de Dios. Estos son los que tienen herencia. Obviamente, a ellos está dirigida esta admonición. La práctica de estas obras de la carne nos impide heredar el reino de Dios

(1 Tesalonicenses 5: 1) = Pero acerca los tiempos y las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba.

(2) Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; (3) que cuando digan: paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

(4) Más vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.

(5) Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.

(6) Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.

(7) Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.

(8) Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.

(9) Porque no nos ha puesto Dios parea ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, (10) quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.

Lo que Pablo está enfatizando aquí, es que no durmamos como duermen los demás que ignoran las cosas. Muy por el contrario, nosotros que conocemos esas cosas, debemos velar y ser serios al respecto. En pocas palabras, nos dice que debemos proteger y cuidar nuestra salvación. No porque pueda perderse si es genuina, sino porque tiene un objetivo que no es únicamente que te vayas al cielo cuando partas de esta tierra.

Luego incursiona con detalle en las que considera obras mayúsculas de la carne que pueden perjudicar al hombre. Y no por simple casualidad, (tú sabes que no existen), comienza con esa palabra que ha hecho estremecer, tambalear y hasta derrumbar sólidos ministerios: Adulterio.

(Hebreos 13: 4) = Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

¿A qué le llamamos Adulterio? A toda relación sexual entre un hombre casado y una mujer que no es la suya, o entre una mujer casada y un hombre que no es su marido. No obstante, también tiene un contenido espiritual, cuando la esposa, que es la iglesia, mantiene intimidad de manera clandestina y oculta con quien no es su esposo (Cristo).

Obviamente, porque este esposo es muy especial, lo descubrirá prontamente y grande será su ruina. Morirá apedreada, aunque no literalmente, sino que será la roca, el mismo Cristo, quien con su palabra la herirá de muerte.

(Levítico 20: 10) = Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.

Esto nos permite  saber que el adúltero intimando con mujer casada era castigado con pena de muerte, por la ofensa que ello representaba para el marido legítimo. Según el Sermón del Monte, toda impureza sexual de pensamiento, palabra u obra es considerada como adulterio.

(Mateo 5: 27) = Oísteis que fue dicho: no cometerás adulterio.

(28) Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

La palabra “codiciar” en los originales en griego, es la palabra epidsuméo. Literalmente significa: poner el corazón sobre. En otras palabras: implica desear intensamente y recrearse voluntariamente en pensamientos pecaminosos El Señor nos advierte con este texto para que no caigamos en la tentación.

Hay que aclarar debida y necesariamente que la mujer en la época de Jesús, era un objeto en las manos del hombre. Es así que Jesús, entonces,  para protegerlas de ese machismo, establece esta norma que rige hasta hoy en día.

(Mateo 5: 32) = Pero yo os digo que el que repudia (Divorcia) a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

Convengamos en que, a lomos de esta y otros textos similares, se han cometido verdaderos homicidios espirituales en muchas congregaciones para con hombres y mujeres que estuvieron relacionados con un divorcio, transformando a este asunto, (Que Dios aborrece pero de última acepta), en un pecado casi superior a la blasfemia al Espíritu Santo, cosa que nunca fue dicha por Biblia alguna.

Y así nos encontramos con que la fornicación, que es un vocablo que se traduce del griego porneia, tiene relación en este caso específico con cualquier práctica sexual fuera del matrimonio. Convengamos en que esta palabra interpretada de esta manera, modifica bastante muchas de las decisiones disciplinarias tomadas en algunas iglesias respecto a miembros divorciados.

Esto tiene relación directa, indudablemente, con el tremendo grado de infidelidad que está creciendo cada día más en el mundo. Por un lado, está vigente el mandato de perdonar. Y un cónyuge que ha sido engañado y estafado moralmente con una infidelidad, está obligado por su fe a perdonar a quien lo haya humillado y ofendido de ese modo.

Lo que no significa, (A la luz de este texto) que deba insistir en proseguir haciendo vida en común con el ofensor si es que éste no lo desea y la restauración matrimonial no es posible. Hay un extenso y hermoso trabajo al respecto en nuestra Web titulado “¿Hasta que la Muerte Los Separe?”

Lo cierto, como estadística fría, es que muchos hogares son destruidos a causa de la infidelidad. Se estima que: fruto del adulterio, tres de cada diez matrimonios terminan en divorcio en Latino América. Entonces, la pregunta que normalmente surge, es:¿En qué momento comienza la infidelidad?

Todo tiene un génesis, un comienzo. Un incendio se inicia con una chispa. Algo pequeño pude desencadenar en un asunto mucho más grande. Es el mismo proceso que se produce con la infidelidad. Pero presta mucha atención para que nunca te pase: El primer paso lo representa un pensamiento.

(Mateo 5: 27) =  Oísteis que fue dicho: no cometerás adulterio. (28) pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Si le damos lugar en nuestra mente, tomará forma.La decisión de seguir o no adelante, está en nuestras manos. Nadie nos presiona. Es una opción personal. De ahí que no podemos culpar a nadie de que nos haya presionado.

(Santiago 1: 13) = Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; (14) sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.

(15) Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

Escucha esto importante: Lo más fácil es culpar a terceras personas por nuestra infidelidad.  Pero a la luz de las escrituras, cada cual debe asumir su propia responsabilidad.Te muestro, como ejemplo, los pasos que tomo el adulterio de David.

(2 Samuel 11: 1) = Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá, pero David se quedó en Jerusalén.

(2) Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho, y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. (Mujer; los tiempos han cambiado, de acuerdo, pero piensa: ¿Tú te bañas con todas las puertas y ventanas abiertas de par en par para que se hagan un festival de lascivia tus vecinos?)

(3) Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo.

(4) Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa. (Creo fielmente que la Biblia, por prudencia, decoro y recato santo omite dar mayores detalles a un hecho que, leído así, resulta poco menos que increíble, ¿Verdad?)

(5) Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: estoy encinta.

(6) Entonces David envió a decir a Joab: envíame a Urías heteo. Y Joab envió a Urías a David.

Ahora veamos cómo se produjo el primer impacto, la tentación y, finalmente la consumación del pecado. Los pasos fueron los siguientes:

  1. El pensamiento (al verla)
  1. El accionar a ese pensamiento (ve a traerla)
  1. La consumación de ese pensamiento (el adulterio)
  1. La maquinación de ese pensamiento (mandar matar al esposo)
  1. El resultado de ese pensamiento (dejarla embarazada)
  1. La muerte de ese hijo

David pudo hacerse a un lado, y desechar la idea. Razonar que era una locura pretender a una mujer casada. El conocía los mandatos del Señor. Era un hombre consagrado. No desconocía en absoluto las consecuencias que se derivarían de sus actuaciones. sin embargo cedió.  Fue una de las peores decisiones de su vida.

Una mentira siguió la otra, y otra más, todo con el propósito de esconder tan grande pecado.Igual ocurre con nuestras vidas. si dejamos que la infidelidad tome forma y se materialiceLo más probable es que tendremos que mentir para amparar el pecado.

Y la cadena de engaños se convertirá en un círculo vicioso hasta que por fin, el error salga a la luz. El mundo usa esta frase “el diablo tapa y destapa”Dios saca todo a la luz. La pregunta que nos surge, entonces, es: ¿Qué debemos hacer para huir de ese pecado carnal?

Actuar con templanza. Dice 1 Pedro 5:8: sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.Tú no eres el primero, y seguramente tampoco serás el último en el mundo en enfrentar la tentación.

Apartarse. El Libro de los Proverbios 14:7 nos muestra: El sabio teme y se aparta del mal.  Cuidado que no estamos hablando de ese temor a lo desconocido, visceral o humano; estamos refiriéndonos al temor a Dios, fuente singular de toda sabiduría divina, porque encierra respeto y reverencia.

Reconocer nuestra debilidad. A este respecto, Pablo les escribe a los Efesios en 6:10: Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el señor, y en el poder de su fuerza.En nuestras capacidades difícilmente podremos vencer, pero sí con la fortaleza que se desprende del Señor. Por ese motivo es que tenemos que estudiar al mundo en el cual estamos.

(1 Juan 2: 15) = No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

(16) Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo

Primera duda que seguramente nos surge leyendo este texto: ¿Cómo podemos comportarnos con el mundo siendo nuestro enemigo? ¿Cómo podemos incluso saber lo que es el mundo? Al mundo se lo define muy claramente en las escrituras como un enemigo activo de los creyentes.  Es un enemigo contra el que debemos estar a la defensiva en nuestra lucha espiritual.  El Espíritu Santo da a los creyentes un mandamiento esencial:

(1Jn.2:15) = No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo.  Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él 

El Señor Jesús recordó a sus discípulos: si fuerais del mundo el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. (Juan. 15:19)

En el griego hay tres vocablos que se traducen al castellano por la palabra  "mundo".  El primero es oikoumene.  Se usa comúnmente para designar a la población o la tierra en la que vivimos. 

La segunda palabra es aion. Traducido algunas veces como "mundo", pero debería traducirse más a menudo como "siglo", dando a entender los tiempos en que vivimos.  Algunas veces esta palabra empleada para describir la filosofía sistema de pensamiento que caracteriza una era determinada y en cierto sentido es un enemigo al que vencer.

La tercera palabra es kosmos. Este es el principal vocablo griego usado para describir a nuestro enemigo, el mundo.  El uso principal de esta palabra describe el orden o sistema espiritual de cosas que se opone a Dios y al Señor Jesucristo. 

La palabra cosmos es muy compleja y difícil de definir, en Juan 3:16 se declara que Dios ama a este mundo (cosmos)Pero en 1 Juan 2:15 se les manda a los creyentes no amar al mundo kosmos.  En tales casos, el contexto dirá lo que se ha querido decir con el uso de la palabra "mundo o kosmos".  A veces puede significar la tierra o el mundo otras veces el mundo de los seres humanos, o más comúnmente el sistema del mundo sobre el que gobierna Satanás. 

El sistema del mundo es también una extensión de la lucha de Satanás contra los planes de Dios para el creyente.  El Señor Jesucristo llamó a Satanás el príncipe de este mundo. En Efesios 6:11-12  Pablo nos rebela que Satanás a través de sus engaños y sus espíritus malignos busca manipular y gobernar todo el sistema del mundo.

El sistema del mundo está marcado por muchos de los más depravados ataques contra Dios y contra la fe del creyente.  Todas las formas en que Satanás tienta al hombre se pueden ver como una parte del sistema del mundo.  Lo que produce la diferencia entre un cristiano y un impío o mundano es la calidad de vida que lleva

Muchos cristianos creen que convertirse a cristo es cambiar de religión, pero lo que es "cambiar el estilo de vida"El apóstol Juan menciona lo que no proviene de Dios

  1. Los deseos de la carne
  2. Los deseos de los ojos
  3. La vanagloria de la vida

Cuando hablamos de no amar al mundo, estamos hablando de no amar las filosofías que el mundo trae. Hay un texto muy valioso e importante que el apóstol Pablo nos brinda.

(1 Corintios 10: 23) = Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

Tengo una duda y te pregunto: ¿Has pensado cuáles son tus metas en tu vida? ¿Lo que deseas lograr? ¿Cuáles son tus ambiciones, tus esperanzas, tus anhelos? ¿Quieres tener una buena casa? ¿Quieres un trabajo profesional bien pagado? ¿Quieres tener un buen automóvil? ¿Quieres ser piloto de avión? ¿Quieres dinero en el banco y una buena familia?O quizás tu ambición sea el dinero fácil, las riquezas en abundancia, o la fama, o el poder.

Entiende esto que no lo he inventado yo: Hay dos tesoros; uno celestial y otro terrenal ¿Cuál prefieres tú? Por el que te decidas ahora en esta vida, te afectara para la eternidad. Las glorias que ofrece este mundo son pasajeras más la gloria que viene del dios único es eterna por eso dice la Biblia:

(1 Juan 2: 15) = No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

(16)  Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del padre, sino del mundo.

(17) Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Míralo así, por favor; Haber llegado el hombre a la luna significa una hazañaAunque el hombre llegó a la luna en el año 1969, eso sigue siendo un tesoro terrenalAquí se presenta delante del hombre un terrible dilema, porque estimar todo esto de manera superlativa es, en suma, amar al mundo, al sistema. Allí nos encontramos de cara con el dilema de la voluntad del hombre.

Cuando se nos dice que no amemos al mundo ni a las cosas que están en el mundo, y que si alguno ama al mundo el amor del Padre no está en él, entendemos que aquí se presenta claramente la existencia del libre albedrío para escoger una de las dos cosas: Amar al mundo o amar a Dios.

¿Y qué cosa es la voluntad? La Voluntad es una potencia del alma en cuya virtud tendemos en sentido positivo o negativo hacia los objetos propuestos por el conocimiento intelectualSe le denomina así también al libre albedrío o determinación, a las ganas o deseos de hacer una cosa o de que otros la hagan.En otras palabras: cada uno de nosotros tenemos libre albedrío de pensar y tomar decisiones

(Deuteronomio 30: 15) = Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; (16) porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

(17)  Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, (18) yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.

(19) A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; Escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; (20) amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.

Nos tiene que quedar muy en claro, entonces, que en la vida tenemos la opción de escoger por: vida o muerte y también por bendición o maldición. Porque cuando en este texto dice escoge, no es una sugerencia amable y graciosa; es una orden.

Dios nos exige que escojamos, que elijamos los pasos que daremos.  Esto es un imperativo que nos obliga a ser responsables, estudiosos, apegados a la palabra, gente Cumplidora de los mandamientos. ¿De aquellos diez? De todos, porque en el Nuevo Testamento hay muchos más, y no son menores. El apóstol Santiago dice algo importante:

(Santiago 1: 13) = Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; (14) sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.

(15) Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

(16) Amados hermanos míos, no erréis.

Hemos repetido constantemente mientras lo leíamos en nuestras Biblias, que la concupiscencia no, pero no todos hemos sabido con claridad qué cosa es la concupiscencia. La concupiscencia es la codicia ilegitima y desordenada que el hombre escoge en su libre albedrío

Escucha esto importante: Esta libertad que Dios nos ha concedido hace que cada persona sea responsable de sus actos ante nuestro creador (Puedes decirle al que tengas más cerca: “tú eres responsable de tus propios actos” Todos, algún día, tendremos que rendir cuentas a Dios de nuestra voluntad o libre albedrío ejecutado.

(Romanos 14: 10) = Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.

(2 Corintios 5: 10) = Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Por todas estas cosas, el hombre tiene ante sí este terrible dilema de elección:Vivir una vida egoísta, auto-complaciente y desordenada, o vivir de acuerdo a la voluntad del creador. Dios nos pone en la encrucijada de: andar según el espíritu o según la carne; pensar en las cosas del espíritu o en las de la carne, o: amar las cosas del mundo o amar las cosas de Dios.

He aquí entonces, la base del dilema: Mientras vivimos en este mundo, el enemigo de nuestras almas, buscará que no prestemos atención a las cosas de Dios; las cuales, aunque están en el ámbito invisible y/o futuro, son reales, verdaderas, convenientes y deseables.

Es la función del maligno que los humanos no rindamos honor y gloria a nuestro creador, por lo que busca que nos enfoquemos solamente en nosotros mismos y en las cosas que deseamos tener aquí en la tierra (las cuales son pasajeras), con tal de hacernos fracasar para siempre. Para eso vino Cristo al mundo.

(1 Juan 3: 8) = El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

(Colosenses 2: 15) = Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

(Juan 5: 24) =  De cierto, de cierto os digo: el que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida.

(Filipenses 4: 13) = Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Enfrentemos y confrontemos ahora el dilema de la voluntad de Dios. ¿Por qué estoy diciendo dilema a algo que en casi todos los templos se enseña cómo verdad absoluta e indiscutible? Porque, precisamente por considerarlo y evaluarlo así, tomando por base nuestra vida cotidiana, se convierte en un dilema.

(1 Juan 2: 16) =Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

De todo esto va a desprenderse una verdad sino absoluta, cosa que dicha así parecería inconveniente, al menos sí inapelable y concreta: La voluntad de Dios es  la santificación de nuestras almas para vida eterna. No le busques más vueltas ni le cambies los términos por otros más elegantes.

La palabra clave para nosotros los cristianos es “Intimidad con Dios” porque la relación con Dios es de total intimidad, como la de la esposa y el esposo. Los que aman a Dios y han recibido a Jesús, tienen como prioridad el hacer la voluntad de Dios.

Por eso dicen: Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra… En otras palabras: Intimidad con Dios significa: (A) Unir el cielo con la tierra. (B) Unir al creador con lo creado. (C) Unir lo temporal con lo eterno.

(1 Tesalonicenses 4: 17) = Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

(18) por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

En el lenguaje bíblico el “cielo”, cuando va unido a la “tierra”, indica una parte del universo.  La escritura dice, en Génesis 1:1, que en un principio creo dios el cielo y la tierra.

En conclusión, hay dos tesoros; uno celestial y otro terrenal.  ¿Cuál prefieres tú? Ya lo sé, seguramente has dicho que el celestial. Entonces debo preguntarte: ¿Estás viviendo conforme a un ser espiritual o, por el contrario, lo estás haciendo de manera carnal y conforme a los rudimentos del mundo secular?

(1 Juan 2: 16) = Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del padre, sino del mundo.

Es importante entender que para no caer en el lazo de Satanás, se debe uno librar de la carne y el mundo. Entonces la pregunta que surge, es: ¿Cómo se puede ser libre de la carne y del mundo? Parte de la respuesta, está en texto siguiente.

(Gálatas 5: 19) = Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, (20) idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, (21) envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Pablo dice que los que practican tales pecados están atrapados en el lazo del diablo y "están cautivos a voluntad de él". Cuidado; una cosa es caer en pecado por debilidad, ignorancia o desatención. Aquí es donde tenemos a nuestro gran abogado, Jesucristo el Justo. Y otra muy diferente practicar o vivir en pecado.

(2 Timoteo 2: 26) =  Y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

Algo es una realidad vigente, real y trágica: Satanás busca la manera de tenderte un lazo. La palabra lazo, en griego, es la palabra pagis. Y esto,  literalmente, quiere decir trampa o truco. La iglesia no termina de entender esta estrategia, y elige creerse las mentiras de los demonios antes que pesar los espíritus.

(2 Corintios 2: 11) =Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.

¿Y qué cosa son esas maquinaciones? Son formas de complot, cábala o conspiraciones.Esta advertencia es para a todos los hombres y mujeres que descuidan esta área, y viven carnalmente dándole entrada al territorio de Satanás. 

Los creyentes que viven en la carne y se dejan llevar por los rudimentos o leyes del mundo, pueden indudablemente llegar a un estado de esclavitud con Satanás. Y déjame decirte que, casi de un modo estadístico, podemos asegurar que, por cada creyente que vive en el espíritu, hay un promedio de mil que viven conforme a la carne.

Muchos hoy cuidan su cuerpo, ha crecido una enormidad el negocio de los gimnasios (gym) donde hombres y mujeres luchan con sus excesos en pos de un brillo estético que los haga sentirse diferentes. Además, no toman café con cafeína, no toman té porque tiene cafeína y todo así. Sin embargo, la Biblia no habla de cuidarse de la cafeína; habla de cuidarse de no caer en el lazo de Satanás

Detalle anexo: todos han oído hablar de la antigua civilización de los MayaEl 12 de Octubre de 1492, Cristóbal Colón llega a AméricaLos conquistadores españoles la habían tomado a principios del 1500. Dice la historia que los Mayas se defendieron con arco y flecha.

Eran conocidos como valientes guerreros, pero los soldados españoles tenían ventaja sobre ellos porque estaban mejor equipados; poseían caballos y armas más poderosas. El caballo no era conocido en esa parte del globo, así que cuando los indios vieron a estos veloces seres montados por soldados armados creyeron que eran una sola cosa.

Apuntaban al caballo sin darse cuenta que el verdadero enemigo era el soldado que lo montaba. Sus flechas les daban a los caballos pero los soldados les disparaban a los indios desde tierra. Los mayas fueron masacrados en gran número y los españoles tomaron fácilmente la región.

Los indios, fueron vencidos porque no reconocieron al verdadero enemigo montado en el lomo del caballo.  Es lo que ocurre con muchos cristianos hoy en día, pelean entre ellos en vez de pelear contra el diablo.Edith Schaeffer dice: "existe sordera, ceguera e insensibilidad entre muchos cris­tianos para reconocer que están inmersos en una guerra.

Tocan el violín mientras el enemigo ataca con furia y gana tantos en una guerra sin cuartel.Somos negligentes y estúpidos por participar en diversiones cristianas y permitir que nosotros y nuestros hijos seamos atacados y devorados sin entrar en acción". Ahora bien; ¿Cuál es el objetivo de Satanás? Entre otras cosas, Satanás destruye hogares.

(Juan 10: 10) = El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir

Esto te está dejando en evidencia muy clara que una de las maneras en que Satanás ataca a la familia, es cuando ataca a las mujeres, destruyendo sus matrimonios y haciendo que sus hijos crezcan en un hogar incompleto. Supongo que a esto nadie podría rebatirlo desde lo estadístico, ¿No es cierto?

Ha surgido una sociedad que practica el aborto, comercializa el cuida­do de los niños y asila a los ancianos. No digo que estas dos últimas cuestiones sean pecaminosas. Salvo lo primero, que para un cristiano no puede tener siquiera punto de discusión o debate, en las siguientes lo que se cuestiona es el salirse del plan natural de Dios para con el hombre.

Enceguecidos por la confu­sión en cuanto a las prioridades, nos hemos deshumanizado y destruido nuestras relaciones familiares. Millones de familias separadas a causa del egoísmo y de haber perdido la noción de la santidad del matrimonio.

Madres divorcia­das con hijos, son las que se encuentran cayendo en la pobreza a todo lo largo del país.  Un número creciente de niños sin imagen paterna en el hogar se sienten desvalidos en su búsqueda de identidad heterosexual. ¿Acaso estamos sordos y no nos damos cuenta que Satanás está destruyendo nuestros hogares?

Creo que son muchas las iglesias que no están prepa­radas para ayudar en situaciones como ésta, especialmente en la recuperación de la parte damnificada del divorcio. Cuando una mujer no elige el divorcio y pierde su seguridad, tambalea su auto estima y se siente como una víctima de violación.

De repente, debe encontrar un empleo, llenar las necesidades emocionales de sus hijos que sienten la falta del padre.  Queda en una situación casi imposible de cubrir.  Sin la ayuda de Dios, no hubiese podido hacerlo.

(1 Pedro 5: 8) = Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

(Santiago 4: 7) =Sométanse, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Sin embargo, todos sabemos porque así todos lo hemos aprendido, que a través del apóstol Pablo, podemos obtener lo que en guerra espiritual se llama “armario espiritual”. Que en realidad es una réplica simbólica de la armadura romana de combate, pero que es muy eficiente a la hora de la verdad.

(Efesios 6: 13) =Por tanto, tomad toda la armadura de dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

(14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, (15) y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

(16) Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

(17) Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del espíritu, que es la palabra de Dios; (18) orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

Las armas ofensivas nuestro arsenal militar está completo en todos sus detalles. Es nuestra responsabilidad ponérnoslo y usarlo. Dentro del armario espiritual encontramos: El cinturón de la verdad. Una faja de piel que era usada por los soldados romanos. 

La faja era lo que aguantaba la armadura en su lugar.  Aquí era donde colgaban sus armas de guerra.  Para nosotros lo que nos ayudará a mantener la armadura en su lugar es la verdad.  El diablo es un mentiroso y para ganarle tenemos que hacerlo con la verdad.  No en balde la Biblia nos dice “conoceréis la verdad y la verdad te librara.” 

¿Y qué deberemos hacer, entonces? Gritarle a la iglesia para que se quite la sordera espiritual.Tenemos que salir ya mismo, hoy, ahora a decir la verdad. Nos escuche quien nos escuche, nos crea y acepte quien nos crea y acepte. Satanás, cómo una serpiente, ataca la verdad enviando falsos maestros para que enseñen el error.

Y como hemos sido educados para creer todo lo que se nos dice en el lugar donde nos congregamos, creemos el error durante toda una vida. Y cuando llega alguien que dice lo opuesto, aunque eso sea lo que dice la Biblia y no lo otro, procuramos cerrarle la boca.

(Efesios 4: 21) = Si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.

Dentro del armario espiritual que mencionaba, encontramos la coraza de justicia. Esa de la cual habla Efesios 6:14. Coraza de justicia. Justicia simplemente quiere decir "acción correcta", "rectitud" o "de acuerdo a la voluntad de Dios".  Es importante, recordar que la verdad y la justicia siempre van juntas.

El soldado Romano usaba una coraza que lo cubría del cuello hasta la cintura. En otras palabras, su pecho, pulmones, hígado, y corazón, estaban bien protegidos, porque la coraza rechazaba cualquier golpe.  Esta pieza, equivalente hoy día al chaleco antibalas, que protege el corazón y otros órganos vitales.  Para nosotros la coraza es ser puros

Sólo un detalle a terne muy en cuenta si quieres prevalecer. Que digo prevalecer, si pretendes sobrevivir. Deberás prestar suma atención a quienes son tus compañeros, soldados de tu mismo ejército. Lo único que no tiene esa coraza, es protección en tu retaguardia. Porque se supone que allí están los tuyos y nadie va a traicionarte. ¿Estás entendiendo, verdad?

Debemos mantenernos puros con la verdad.  No podemos tener ni una pequeña rajadura en nuestra armadura, ni un pequeño pecado en nuestro corazón. Otro elemento que encontramos dentro de ese mismo armario espiritual, es el calzado del evangelio de la paz. (Efesios 6:15)

Los soldados romanos usaban sandalias que tenían espigas de acero en las suelas, esto les daba estabilidad al pararse o pelear.  Cuando estudiamos las escrituras encontramos que en numerosas ocasiones, Dios nos llama a que nos paremos. 

Una gran realidad de todo esto es que un ejército se para en sus pies, pero al diablo le gusta ponerle traspiés.  Este calzado es la preparación del evangelio de paz.  Tenemos que tener paz, sin paz el diablo nos descorazona. 

El diablo pondrá espinas y minas en nuestros caminos; si andamos descalzos, nuestros pies espirituales estarán sangrando. Estaremos cojeando envés de avanzando con eficacia. Nunca podemos salir sin tener el calzado de paz. 

El tercer elemento que hallamos dentro del armario espiritual es el eescudo de la fe. Efesios 6:16, dice: Ssobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.Los soldados Romanos tenían un escudo.

Generalmente ese escudo era hecho de madera, cubierto con piel gruesa, como de dos pies de ancho y cuatro pies de alto.  Él lo movía de lado a lado para protegerse de un ataque. El diablo es eximio en arrojar dardos, y los tira apuntando a lugares que no están protegidos.

Tengo una pregunta final para hacerte y para hacerme yo mismo. ¿Qué nos protege de la duda?  La fe.  Tenemos que aprender a alimentar nuestra fe y matar nuestras dudas.  ¡¡¡Si no oramos y leemos la Palabra de Dios en la Biblia, no tenemos escudo!!! 

Tu escudo apaga todos los dardos de fuego del maligno. Así lo asegura 1 Juan 5:4 cuando dice: Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.Un elemento más dentro de ese armario espiritual: el yelmo de salvación El yelmo cubre la cabeza, ese lugar donde las actividades mentales ocurren, nuestros pensamientos.  

El diablo tratara de destruir de la manera que pensamos.  Las escrituras nos dicen: “Tal como piensa el hombre en su corazón, así es.”  Quiere decir que no podemos tener la más mínima rotura en nuestra armadura. El yelmo protege tu mente. Allí hace su batalla Satanás. Al mantener tu mente renovada en la palabra, la proteges del ataque de la duda e incredulidad de Satanás.

Finalmente, dentro del armario espiritual también encontramos la espada del Espíritu (la Biblia) Jesús uso la espada cuando fue tentado en el desierto.  Satanás teme la Biblia, la palabra de Dios que es nuestra espada.  Lo triste es que algunos de nosotros no conocemos nuestra arma tan bien como para usarla. 

Tenemos el arma más poderosa en el universo, pero no sabemos exactamente cómo usarla.  Para manejar tu espada con destreza, necesitas saber cómo funciona la palabra. Va a dar resultado, Satanás saldrá con temor huyendo de sus golpes.

La palabra… es… más cortante que toda espada de dos filos dice Hebreos 4:12.La palabra va más allá de tu intelecto. Penetra el reino espiritual. La palabra, como una semilla, tiene dentro de sí el poder para crecer y dar fruto. La palabra de Dios sólo funciona cuando se pone a trabajar.

Conclusión:¿Cuántos quieren ponerse la Armadura de Dios en este día? ¿Cuántos quieren decirle “NO” a Satanás?

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enero 1, 2015 Néstor Martínez