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La Verdadera Fuente del Poder

Es una encarnizada y fiera batalla entre la fe simple del que declara tener el don de lenguas y la recalcitrante respuesta racional del que asegura que hoy ese don ya no existe. La gran duda es si existen evidencias bíblicas que lo confirmen como tal, o si todo se trata de simple fantasía de cierta clase de cristianos demasiado crédulos en lugar de creyentes. Lo que alguna fracción de la iglesia ha dado en llamar glosolalia, que técnicamente es un lenguaje ininteligible, con palabras inventadas y una sintaxis alterada, propio de ciertos enfermos mentales. ¿De verdad hay hermanos en Cristo que creen o piensan eso?

(Hechos 2: 1) =  Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 

(2) Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; (3) y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

(4) Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. (Esto creo que es muy claro y sin ninguna clase de complicación idiomática que obstaculice su interpretación o su entendimiento. Dice que comenzaron a hablar en otras lenguas. Si eran lenguas idiomáticas o ese “bara bara “ que tanto critican los detractores, no se dice aquí, pero que eran lenguas no conocidas en ese lugar, sí) Pero hay otro episodio.

(Hechos 9: 17) =  Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo

Recuerdas esto, ¿Verdad? Cuidado: aquí no dice que Pablo al ser lleno del Espíritu Santo hablara en otras lenguas, pero si nos remitimos a lo que el mismo apóstol les escribe a los Corintios, en su primera carta y en el capítulo 14 y verso 18, leeremos que Pablo dice que da gracias a Dios porque habla en lenguas más que todos ellos. No resultará descabellado ni fantasioso, entonces, suponer que cuando recibió esa llenura del Espíritu por causa de la imposición de manos de Ananías, Pablo debió haber recibido también el don de lenguas, ya que de otro modo no habría hecho ninguna mención particular o personal en su carta a los Corintios.

(Hechos 10: 45) =  Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 

(46) Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. 

Si bien los eruditos podrían rotular a este pasaje como meramente descriptivo y no explicativo, resulta muy singular ver cómo, esos fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro, se quedaron atónitos, -dice- de comprobar cómo se derramaba el don del Espíritu Santo también sobre los gentiles. ¿Y de dónde sacaban ellos esa certeza? Simple: de oírlos hablar en lenguas y magnificar a Dios. La diferencia que hoy mismo podríamos encontrar entre un grupo que alaba a Dios con sus manos bajas o levantadas, pero con solemne seriedad y apostura, mientras que otro grupo no muy lejos de allí, por poco se sube arriba de los bancos en su alabanza.

(Hechos 19: 6) = Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. 

Aquí tienes otra prueba de la existencia real y genuina del don de lenguas, pero además también tienes una evidencia de que esa no puede ser tomada como única señal, sino apenas como una de ellas. Porque yo he oído a muchos orar en lenguas como producto de haber sido llenos del Espíritu Santo, (Yo soy uno de ellos), pero no he oído a tantos profetizar por la misma causa. ¿Será que lo primero se puede imitar y lo segundo no? Llámame mal intencionado, si quieres, pero sé de lo que hablo. En una ocasión, predicando en una iglesia a la que me habían invitado, un hombre que oraba en lenguas casi a los gritos me interrumpía y perturbaba. Me bajé de la plataforma, fui donde estaba el individuo, le reprendí demonio de burla y se calló la boca de inmediato. Algunos creyeron que se me había ido la mano, pero yo supe que había hecho lo correcto. Lenguas falsas.

De hecho, si existe alguna clase de controversia respecto al orar en lenguas, eso se debe a que Satanás odia con todo su ser ver a los individuos y a la iglesia llena de ardor y fe mediante el avivamiento producido por el fuego del Espíritu Santo. No resulta tampoco de extrañar que él promueva doctrinas sugiriendo que este fenómeno “no es para nuestros días”. Ciertamente si el diablo lograra salirse con la suya, esta doctrina no sería para ningún día. Congregué muchos años en una iglesia conservadora. Su pastor era buena persona, pero sostenía que para aceptar el don de lenguas, él debía contar con alguien que las interpretara. Pero resulta ser que estaba terminantemente prohibido orar en lenguas en su templo. Mi pregunta, entonces, fue: ¿Y si no permitimos que la gente ore en lenguas, cómo sabemos si no hay nadie que las interprete? Su silencio fue su respuesta. Pero su mirada de enojo fue mi pasaporte a la calle.

Les escrituras, sin embargo, no están de acuerdo con lo que Satanás está tratando de promover con sus falsas enseñanzas. Cristianos desorientados admiten que las lenguas constituían una evidencia del Bautismo en el Espíritu Santo durante los días de los apóstoles. Pero luego dicen que “Esto terminó cuando el último de los apóstoles murió y no es para nuestros días”. No voy a censurar ninguna postura ni desarmar ninguna tesis, sólo voy a buscar mi Biblia y ver qué es lo que ella puede decirme al respecto.

(Joel 2: 28) = Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. (Según los estudiosos del Antiguo Testamento, cuando aquí leemos “después de esto”, estamos leyendo el equivalente a “en los postreros tiempos”)

(Hechos 2: 17) =  Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; (18) Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. (Si bien se está remitiendo al texto anterior, a esto lo leemos en el Nuevo Testamento de labios de Pedro)

(Hechos 2: 38) = Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 

(39) Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 

A mí me da la sensación casi a nivel de certeza, que esto que dice Pedro aquí derrumba la teoría aquella de que todas estas cosas fueron para esa época y no para la que estamos viviendo. Porque pedro asegura que para nosotros (Eso debemos leer cuando la Biblia dice “vosotros”), para nuestros hijos, para todos los que están lejos, (Aquí y ahora, no en aquel entonces) y para cuantos el Señor llamare. Pregunto: ¿El Señor sigue llamando siervos al servicio activo? Sí. Entonces esta promesa, de recibir lo que aquí llaman el don del Espíritu Santo, también es para hoy y ahora. No sé si a ti te quedan algunas dudas. Te bendigo en el Señor Jesucristo si te quedan, pero a mí tengo que asegurarte que no, que no me quedan dudas.

Ahora pensemos: si en las iglesias los encontronazos denominacionales en pro y en contra del llamado Bautismo en el Espíritu Santo parecían en su momento obra del mismísimo Satanás, ¿Por qué razón él estaría tan interesado en desacreditarlo? Simple; porque él sabe mucho mejor que nosotros la frustración que tanto él como sus demonios experimentan cuando el poderoso Espíritu Santo desciende en un individuo o en un grupo. Cristianos ineficaces o iglesias desconocedoras de Cristo, repentinamente se tornan en bastiones poderosos del Señor. Creyentes débiles y atemorizados se convierten en leones rugientes para la causa de Cristo. Personas que no se atrevían a hablar a otras de su Salvador de pronto se transforman en adeptos y consagrados testigos. Cristianos negligentes y descarriados de súbito se tornan en responsables modelos de rectitud. ¿Cómo crees que no trataría de desacreditar todo lo que tenga que ver con el Espíritu y hasta sacarlo de las doctrinas, si se lo permiten?

El Espíritu Santo es el factor individual más importante en el mundo de hoy en lo que se refiere a la iglesia. Sin la manifestación del Espíritu, la iglesia es improductiva, pero cuando él se halla presente, vemos que la misma es dedicada y fecunda para la creación de los seguidores de Jesucristo. Yo doy gracias a Dios porque el Espíritu Santo se sigue derramando en nuestros días a través de todo el mundo. Personas de todas las denominaciones han pasado y están pasando por esta tremenda experiencia y esto no debe sorprendernos. Dios mismo, nuestro Padre Celestial, dijo que lo iba a hacer, Benditos los que lo creyeron.

De todos modos, a pesar del tiempo que llevamos los cristianos hablando de este tema, todavía hay muchos que lucen bastante confundidos respecto al asunto de hablar en lenguas. Porque piensan que hacerlo es un fin en sí mismo o una actividad que manifiesta la principal señal del bautismo en el Espíritu Santo. Claro está que, desafortunadamente, están mirando ciertas cosas en el lado opuesto del telescopio. El mero acto de hablar en lenguas no es en sí mismo un cambio vital o algo de extrema importancia. Lo que sí es importante es la sumisión del más indomable miembro de nuestro cuerpo, tal como lo denomina Santiago en el capítulo 3 y versos 1 al 8 de su carta, donde recomienda someter nuestra lengua al control de Dios.

Eso es muy similar a la salvación. El hecho de confesar públicamente nuestra aceptación del Señor, caminando hacia el altar, no significa nada en sí mismo. Pero lo que resulta crucialmente importante dentro de dicho contexto es el reconocimiento del Señorío de Cristo en nuestras vidas. Alguien pudiera decir, el público reconocimiento de nuestra aceptación al Señor, no es tan importante. Pero, ¿qué dice nuestro Señor Jesucristo acerca de ello?

(Mateo 10: 32) = A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.

Podemos considerar muy seriamente que una voluntad de someter nuestra lengua, es igualmente casi paralelo al acto de caminar hacia el frente en el momento de la salvación. El nuevo cristiano en los primeros momentos de su entrega se ve avergonzado, atemorizado y hasta renuente a levantarse de su asiento y hacer nada menos que una exhibición pública de su entrega a un ser superior que no se ve. Él podría quedar sometido tranquilamente en su asiento y estar tan comprometido como si caminara al frente. Pero resulta ser que aquel acto de marchar adelante es lo que documentará aquel momento. Sirve como una prueba tangible, como una línea definida y divisoria entre la indecisión previa y el nuevo compromiso.

El rendir nuestras lenguas y voces al servicio del Espíritu de Dios, es según creo, el mismo principio. El hablar en lenguas sitúa al creyente aparte, no sólo de los salvos, sino también los cristianos en su conjunto masificado. El ceder nuestra voluntad a Dios con el fin de permitir este cambio radical, sirve como una señal. Una señal no tan sólo para nosotros sino también para Dios en el sentido de que finalmente estamos dispuestos a rendirle a él nuestra voluntad. Consideremos que esta es la importancia básica de hablar en lenguas. Hay aún mucho más en ese Bautismo en el Espíritu Santo que todo esto, es para pensarlo seriamente.

Cuando caminamos en la justicia, esto es equivalente a decir lo uno y decir lo otro con estricta ecuanimidad y sin influenciar ni influenciarnos a nosotros mismos con pensamientos ajenos. Por eso te cuento que algunos de los argumentos levantados contra el llamado bautismo en el Espíritu Santo, (Con la evidencia mencionada de hablar en lenguas), han sido desplegados a lo largo y ancho del pueblo de Dios, en muchos casos, a través de figuras no solamente conocidas, sino también con un prestigio bien  ganado y sobrio.

Tengo muy en claro que Dios no cambia sus métodos cada cierta cantidad de años y que los usos de aplicación en la época de los apóstoles resultan eficaces en nuestros días. Por eso de desear, con la única finalidad de ser justos con los críticos del llamado bautismo en el Espíritu Santo, explicar algunos de sus argumentos bíblicos y de otras clases, y también tratar de responder a esos argumentos en un esfuerzo de fortalecer a algunos buenos cristianos que han tenido miedo de llegar a la plenitud de sus experiencias con Dios, por haber sido convencidos por las apariencias superficiales de los argumentos utilizados. Estos argumentos tienen bases bíblicas tales como: (1 Corintios 12: 29) = ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Hacen todos milagros? 

 (30) ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos? 

A mí entender, el pasaje es muy claro y no da lugar a confusiones. Sin embargo, déjame decirte que yo mismo he sido testigo de cómo este pasaje ha sido usado por los unos y por los otros para fundamentar sus posiciones extremas en favor o en contra del don de lenguas y, por extensión, del propio Bautismo en el Espíritu Santo. Aquellos que resisten el testimonio de millones de convencidos que hablan en lenguas en nuestros días, utilizan este versículo de la Biblia para convencerse a ellos mismos de que Dios está del lado de ellos cuando rechazan el verse metidos en ese asunto que denominan como Glosolalia. Ellos dicen que Pablo estaba señalando que mientras algunos podían recibir el don de lenguas, no era ciertamente mandatorio que ese don de lenguas estuviera presente para probar el Bautismo en el Espíritu Santo. ¿Y sabes qué? ¡Tienen total y absoluta razón! ¡Pero hermano! ¿Usted está en contra del don de lenguas? No, porque no podría estar en contra de un don que, gracias a Dios, poseo y utilizo muy a menudo. ¿Y entonces? Entonces es que, de lo que ellos no se dan cuenta es que Pablo está hablando a través de todo este capítulo acerca de los dones espirituales. Una cuidadosa lectura del mismo empezando en el verso 8, nos revelará que los dones del Espíritu, incluyen cosas como la palabra de sabiduría, la palabra de ciencia, el hacer milagros y así sucesivamente. Entre tales dones, se encuentra el de “diversos géneros de lenguas”. Esto es la habilidad de poder hablar en un número de lenguas desconocidas, sin haber nunca estudiado ni aprendido las mismas. Personalmente, conozco más de un testimonio genuino alrededor de este don.

En los versículos 28 al 30, él está explicando a la iglesia de Corinto que todos deben actuar en concierto, usando de los dones espirituales para edificación de la iglesia en la obra de Dios. Obviamente no todos tienen ese don de la diversidad de lenguas que se menciona en el verso 30. La mayoría posee una lengua desconocida que les fuera dada en el momento del Bautismo en el Espíritu Santo y que es para oración entre esa persona y Dios en dicho momento. Particularmente yo suelo usar ese don cuando debo orar por algo o por alguien a quien no conozco demasiado. Ante el riesgo de orar conforme a lo que mi alma experimenta, y así correr el riesgo de hacer una oración de corte emocional o carnal, elijo darle fluidez a esa lengua para que mi espíritu ore al Espíritu Santo de Dios conforme a la verdadera necesidad de la persona o hecho que demanda esa oración.

En el capítulo doce, el apóstol hace mención al hablar en diversos géneros de lenguas. La lectura del mismo nos muestra que Pablo está refiriéndose a un don de lenguas idéntico al recibido por los discípulos el día de Pentecostés, cuando ellos descendieron del aposento alto y comenzaron a predicar su avivamiento, (Dicho sea de paso, el más grandioso que haya existido), y los que escuchaban decían admirados: ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Los otros tipos de lenguas mencionadas por Pablo, aparecen en dos textos también muy conocidos.

(1 Corintios 13: 1) = Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 

(1 Corintios 14: 2) = Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. 

Por lo tanto, aquellos que todavía dudan del llamado Bautismo en el Espíritu Santo, más la evidencia de hablar en lenguas, y que argumentan en el sentido que Pablo en 1 Corintios 12:29-30, se está expresando que todos no tienen que hablar en lenguas, tienen razón y están equivocados, todo junto. Es muy cierto que todo el que recibe ese Bautismo en el Espíritu no recibe el don de lenguas y no tienen por qué ser marginados de ningún grupo por esa causa. Lo que sí van a recibir, si lo aceptan y lo creen, es una singular lengua de oración para comunicarse espiritualmente con el Señor. De lo primero, lo acepto como tesis, de lo segundo, doy fe personal. Pero pasemos al otro texto controversial.

(1 Corintios 13: 8) = El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 

(9) Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; (10) más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 

Pablo dice que el amor nunca deja de ser, pero que las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas y la ciencia acabará, ¿No es cierto? Algunos buscando un tiempo apropiado para fijar este día en que las lenguas cesarán, claman que tal oportunidad habrá de ser cuando venga lo perfecto y que tal cosa sucedió cuando la Biblia fue unificada en un solo texto. Ningún cristiano diría que la Biblia no es perfecta. Seguramente que lo es, por cuanto constituye la Palabra inspirada por Dios y como tal es el texto para comunicar sus deseos al hombre. Pero, ¿Ha creado la presencia de la Biblia un mundo perfecto? Mira a tu alrededor. LA Biblia ha cambiado innumerables vidas y ha salvado almas individuales. Pero siglos después de estar a nuestra disposición, el mundo es un lugar peor debido a la dureza del corazón humano. De cierto no vivimos en un mundo al cual ha llegado “lo perfecto”. Así es que, entonces, mucho me temo que debemos mirar hacia otra fecha en lo que se refiere a este día “cuando venga lo perfecto” y se acaben todas esas cosas. Ahora pregunto: ¿Tenemos hoy alguna indicación de algo especial en toda la historia, a lo cual pueda referirse uno como “lo perfecto”?

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septiembre 16, 2021 Néstor Martínez