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Entre Tanto que Vengo

Una de las cosas que durante años hemos visto en la iglesia, es que mucha fue la gente que ha sido entrenada con la expectativa de irse. Con una mentalidad escapista. Todavía no es poca la gente que alberga en su mente la idea de que en cualquier momento todos podemos desaparecer. Hay textos que nos hablan de un peregrinaje en esta tierra. Es como que nos dicen que somos gente que sólo estamos pasando por aquí. Y como solamente estamos pasando por aquí, tendemos a comportarnos como cuando en una autopista pasamos cerca de un pueblo. Nada, pasamos y listo, a otra cosa. No nos afectó en nada pasar cerca de ese lugar. Obviamente, es una mentalidad que está afectando nuestra efectividad en la tierra.

Porque sólo estamos pasando. Si tú solamente estás pasando por un lugar, no te ocupas de nada. Estás simplemente de paso por allí. Pero resulta ser que, pasando, pasando, se crían los hijos. Pasando, pasando, se viven las vidas. Y pasando, llegamos a tener los niveles sociales que tenemos. Pero todo lo hacemos con una mentalidad de que sólo estamos…pasando. Alguna vez me he puesto a pensar respecto a qué hubiera pasado con nuestro status o logros personales, si en lugar de pensar que sólo estábamos pasando, hubiésemos pensado que veníamos a quedarnos. No lo sé, pero creo que nuestras vidas hubieran sido un tanto diferentes. Por eso es que, quiero ir a la Palabra, para que nosotros, aunque sea tarde, para algunos de nosotros, los mayores, podamos edificar algo que dure más que nosotros.

Ninguna generación que crea tener la última palabra, verá la venida del Señor. La vida se vive en santidad, aunque a esta palabra, santidad, hay que redefinirla. Durante mucho tiempo ha sido sinónimo de una forma de vestimenta externa que nada tiene que ver con una posición interna. Porque esto último es lo que significa santidad, una posición interna de estar separado para cumplir con la voluntad de Dios en la tierra en la que estamos. Es decir que, debes vivir una vida tan santa como si fueras a ser evaluado hoy mismo, no en un mañana todavía aparentemente lejano. Pero, al mismo tiempo, se construye con el entendimiento que Dios quiere o está buscando en una morada permanente. Muchos sueñan con una visitación de Dios y no es malo que lo hagan, pero mejor sería que procuren hacer las cosas de modo tal que Dios venga y se quede.

Eso es como casarse y luego tener que despedirte de tu cónyuge todas las noches. Si no tienes intimidad con Dios no tienes participación activa con Él. Sabemos que Él es omnipresente y siempre está con nosotros, pero a lo que me refiero concretamente es a una presencia tangible, algo que se siente y no se puede explicar y que nos suele hacer decir que se siente la gloria de Dios en nuestro ser. Pregunto: ¿Por qué no tener y sentir eso mismo las veinticuatro horas del día? Por eso es que quiero comenzar nuestro trabajo de hoy, en Lucas 19, que es como trataré de compartirte el cómo edificar una vida o un ministerio en una condición de continuidad. Yo quiero saber como pensaba Cristo, porque según Él lo pensaba, así tienen que ser todavía hoy las cosas. Cristo es el patrón, el croquis, el modelo, el principio básico. Por eso quiero ver cómo está escrito en la Palabra.

La parábola de las diez minas. Lucas 19, verso 12: Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. Date cuenta, claramente, que sea cuando vino o cuando se fue, pero todo es dentro de su primer advenimiento. Sea cuando vino, en su nacimiento, o al irse, en su ascensión. Sea como sea, el Reino ya comenzó. Fíjate; eso solo, ya destruye la tesis del dispensacionalismo, que te dice que el Reino se recibe en el milenio. Vino, para recibir un reino y volver. O sea: el vino era para acá o el vino era para allá, pero ya lo recibió. Son versículos como estos los que siempre me hicieron pensar que en muchas cosas es como que tenemos que volver a empezar. Vino para recibir un reino y volver. ¿Lo habrá recibido? Me imagino que Cristo no va a venir a buscar algo y no lo reciba. Sería ridículo pensar que vino a hacer algo y no pudo. Y que por eso prometió volver otra vez.

No. Porque si vino a buscar algo y no pudo, ¿Qué te hace pensar que va a poder cuando venga de nuevo? ¿Cuántos creen que sí pudo? Ahí lo dice claramente: un hombre noble se fue a un país lejano. A un país lejano, la tierra, o el lugar llamado cielo, para recibir un reino y volver. Verso 13: Y llamando a diez siervos suyos, (Diez es un concepto, significa plenitud. Tiene que ver con completamiento, con crisis. Diez es un número que habla de completamiento. Diez días, es la prueba total), les dio diez minas, (Minas era una especie de trueque monetario. Y para no hablar de dinero, podemos decir que mina era un recurso. O sea: le dio diez recursos, que es como decir, los recursos necesarios. y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. Subraya esa palabra, negociad.

(14) Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que este reine sobre nosotros. (15) Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno. Vuelve a subrayar allí, por favor; negociado. (16) Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. (O sea: tu recurso de ha multiplicado por diez) (17) Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades.(18) Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas. (Tu recurso se ha multiplicado cinco veces) (19) Y también a este dijo: Tú también sé (Toma autoridad, gobierna, conduce) sobre cinco ciudades. (20) Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo; (Se guardó el recurso en un pañuelito. ¡Bien conservador el muchacho!)

 (21) porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. (22) Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; (23) ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses? (Presta atención la reacción ante la respuesta que éste da. Y como Cristo anda evaluando lo que hacemos con sus recursos. De hecho, estas parábolas, años atrás, no tenían el mismo sentido que tienen ahora. Porque antes mirábamos a los bancos como cosas del mundo. Claro que el problema es que en este libro que estoy leyendo, no hay una sola palabra para el mundo incrédulo. Y dice: por qué no lo guardaste para que yo lo hubiera recibido con intereses. Subraya allí.

(24) Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas. (25)  Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas. (¡Señor! ¡Pero este tiene más recursos! ¡Seguro que hay que dárselos a él? (26) Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; más al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. (¿A quien es el que se le da más? ¡Al que tiene! ¿Dónde siembras tú? ¿Estás entendiendo? Esto te ayuda a quebrar viejas mentalidades de pobreza. ¡Estamos hartos de ser cristianos pobres! ¿Sabes por qué? Porque sembrábamos por lástima. Porque si le sembramos al que no tiene, no nos damos cuenta que no tiene porque no sabe administrar lo poco que tiene. Míralo de nuevo: ¿Dónde se siembra? ¡Donde hay mucho! Y tú lo sabes mejor que yo, no estoy hablando de dinero. Esto es Biblia. Si tú prefieres seguir siendo pobre, pasa esta página por alto y lee otra cosa. Lo que muchos llaman ofrenda, a mí me gusta llamarlo inversión. Más recursos. ¿Recursos de dónde? Del Reino.

(27) Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí. ¿Mis enemigos, dice? ¿Y quienes son sus enemigos? Está escrito: aquellos que, aunque digan ser cristianos y asistan a poderosas iglesias cristianas, en su fuero íntimo no quieren que Dios reine sobre sus vidas. Quieren manejarlas ellos como se les ocurra. Y hablan de libertad, pero no entienden que la libertad del creyente es por dependencia a Cristo. Mis enemigos con mis conciudadanos, nada que ver con el mundo. Dice que no querían que Él reinase sobre ellos. Mira, Néstor, predícame de cualquier cosa, pero de gobierno de Dios sobre mi vida, no digas nada, si quieres que te volvamos a invitar. Ok. Hace años que no me invitan de ninguna iglesia cristiana, ¿Crees que sea porque me negué a no hablar del gobierno de Dios? Y dice que los decapiten. ¡Pero eso es cortarles la cabeza! ¿Dios está proponiendo algo así? Sí, pero en sentido espiritual, obviamente. Y la espada de doble filo que usa, ya sabes cual es.

Escucha: en esta parábola ya no vamos a ver al dinero como dinero, sino como recurso. Como recurso divino. Lo primero que yo veo en esta parábola es que, los recursos de Dios, no son para admiración, sino para transacción. Los recursos de Dios, sean dones, sean habilidades, sea inteligencia, sea afluencia, conexiones divinas, reitero, no son para producir admiración, sino para llevar a cabo transacciones. Por eso quiero ver algunas palabras y sus reales significados, para que de ese modo se pueda abrir el abanico de la continuidad y puedas entenderlo como se debe, sin confusiones. En el verso 13, la palabra clave es negociad. Y no está del todo bien traducida en la versión tradicional Reina Valera, porque la traducción precisa del griego original es ocupaos. Ocupaos mientras regreso. Negociad mientras regreso. Ocupaos es un término militar. La palabra negociad es la palabra pragmateomai. Y significa estar involucrado en inversiones o transacciones de inversión, o llevar a cabo negocios como banquero o como uno que hace trueque.

O sea: estar involucrados en negocios que producen más valor, que son productivos. La otra palabra clave que está dentro de esa palabra, es la palabra pragma, que significa transacción comercial. Por eso el Señor dice: negociad en lo que vengo. Y esto es importante, porque es lo que deberíamos estar haciendo como iglesia, como ministerio. No nos dijo que hiciéramos tres o cuatro cosas, nos dijo negociad. Es decir que, si fuéramos a parafrasear este verso, diría: ocupa tu tiempo en actividades productivas, (Con relación arecursos, porque lo que estamos negociando son los recursos), y esto hazlo habitual y repetidamente. O sea: que tu estilo de vida sea el estar involucrado en aumentar los valores que Dios te ha dado. O sea que, crecimiento no es opción. Recuerda lo que le pasó al que guardó la mina en el pañuelito.

En el verso 15, diapragmateomai, sólo tienes que agregarle el prefijo dia. Y habla de lo que habían negociado. Del aumento, de lo que te ganaste, de la ganancia. Diapragmateomai es el resultado de una labor diligente y ferviente a través de un ciclo para producirlo. Dime cuanto te ganaste, la utilidad. Muy bien; aquí hay dos principios. Número uno: existe la habilidad de producir más con el recurso obtenido. Y estos recursos son para llevar transacciones para el rey. Son dos principios que deben estar ocurriendo durante la ausencia del Señor. Número uno, debemos estar conduciendo transacciones comerciales para el rey. Quiero que entiendas con claridad que nuestra ocupación es estar produciendo transacción para el Reino, no para nosotros. Número dos: que por todos los dones y habilidades entregados, hay evaluaciones constantes. Son dos principios muy importantes.

Durante la ausencia de Dios, número uno, tenemos que aumentar lo recibido, para el rey. Y número dos, constantemente estamos siendo evaluados por el rey. Bien podría resumir ese principio diciendo: el Padre nunca espera que nosotros le reintegremos a él el mismo valor de lo que nos entregó. Y se pone bien bravo si se lo haces. Si tengo que hacer una pregunta en este momento, es: ¿Estás negociando? Esto parecería cambiarle un poco la imagen que nosotros tenemos de Dios, ¿Verdad? No importa. La otra pregunta que viene ahora, sería: ¿Cuántos siguen amando a Dios de igual manera pese a lo escuchado? Negociad mientras regreso. Fíjate; a veces tenemos temor de nuestro jefe cuando nos deja solos en una tienda y esperamos que se venda algo. Daríamos cualquier cosa por tener una buena venta para mostrarle, ¿No crees? Imagina a Dios en ese sitio y tú en el del vendedor.

¿Sabes qué pasa? Que el creyente no siempre cree en lo que le predican. No tiene muy en cuenta que habrá un día de evaluación. Está con vencido que es un peregrino que está de paso por aquí y se va derechito al cielo para reinar. No sabe sobre qué, quien o quienes, pero está convencido que va a reinar. Y no sólo sobre la ciudad donde vive. ¡El país! ¡El universo! Ahí va a reinar. No puede gobernar su casa, pero cree que va a reinar sobre todas las galaxias. Lo que pasa es que es mucho más fácil creer en algo que es imposible imaginarse en la tierra. Porque suena a inalcanzable. El tema es que lo que sí es alcanzable, vas a tener que hacerlo, no te queda otra. Lo que no puedas, ya sabes que lo hará Dios. Pero solamente lo que tú no puedas. Para eso me temo que deberás intentarlo, sino jamás sabrás si puedes o no. Y Dios tampoco. De todos modos, Él no está obligado a cumplir con la misión tuya que tú no puedas, no sepas o no quieras hacer.

Claro, cuando lo rebajamos en su nivel y lo podemos hacer solos con nuestras manos, ya no es Dios, porque esto significa que ya tú lo podías hacer. ¡Y Dios me libre que yo pueda hacer algo! Porque fíjate que ya nací de nuevo. Jesús condena al que le regresa la mina según se la dio. ¡Haz algo! ¡No me devuelvas lo mismo! ¡No te lo di para que lo atesores, sino para que lo produzcas y reproduzcas! ¡Y si no lo haces tú, se lo daré a tu vecino, pero que alguien lo haga producir! Reino. Eso es Reino. Escucha: no te lo dio a ti porque eras el más bonito o cantabas lindo en la plataforma. Te lo dio a ti como se los da a todos los que se acercan y es para que con ello produzcan, no para que se luzcan, se envanezcan y se pavoneen. Y no te asombres si por ahí se lo da a una institución secular. No te espantes. Lo que ocurre es que nosotros somos demasiado religiosos y nos ponemos tercos en dividirlo todo entre mundo e iglesia.

¿Qué es una canción ungida? ¿Una canción escrita por un autor cristiano y cantada por un inconverso, o una escrita por un inconverso y cantada por la estrella de la canción cristiana? ¿Qué es un negocio cristiano? ¿Uno que vende biblias y lápices que dicen “yo amo a Jesús”, o una casa de comida que vende vino y lo que sea, pero que todo el dinero se lo da a Dios? ¡Bien religiosos, somos! Nos vemos como ciudadanos de primera clase, cerquita de Dios, mientras que ellos están lejos y son de segunda. ¡Claro! ¡Por eso nos aman tanto en la tierra! Son capaces de escribir un folleto de contra evangelización que diga algo así como: “¿No está usted cansado que la iglesia lo mantenga lejos de Dios?” Te garantizo que a más de un religioso lo va a hacer pensar un rato largo.

Dice que lo que le dio se lo reintegre con intereses. La palabra intereses es tokos, que significa renacimiento de algo nuevo. Porque el interés es producir algo que no estaba allí cuando pusiste tu dinero. Es algo que nace más allá de lo que tú invertiste. Es el nacimiento de algo nuevo. El tercer principio es que, desde la partida hasta su regreso, tiene que existir productividad. Cuando los recursos espirituales se utilizan fielmente, poseen el potencial de dar nacimiento a cosas nuevas. Nota que cuando el recurso se utiliza fielmente y no de manera hipócrita, seguramente dará origen a algo nuevo. No una actividad religiosa más. Cuando el recurso de Dios se utiliza correctamente, produce tokos. Intereses. No produce más de lo mismo. Y esto es importante, porque lo último que quiere la gente es que se produzcan tokos. Porque nosotros queremos la sana doctrina y todos los tokos son del diablo.

Ningún interés, te devuelvo el mismo valor. Nada de intereses, eso es satánico. Ah, claro, satánico. ¿Y con este texto que hago? ¿Se lo llevo a los musulmanes o a los mormones? Tokos es algo nuevo. Así es que, el gatillo de la productividad, es la fidelidad. Si trabajas con los recursos fielmente, eres bienaventurado. Porque ser fiel es estar persuadido de hacer lo correcto. Es una obediencia o un hecho que está basado en una creencia. Una acción reflectiva causada por una convicción interna. El original de fiel es uno que responde reflexivamente por una convicción interna y de construcción mental. Eso es ser fiel. La fidelidad tiene que ser relativa a una convicción interna no a un mandato. Porque cuando tú obedeces fielmente a un mandato, pero no tienes la convicción de que ese mandato es Dios, ya no es fidelidad. El que lo hace fielmente, produce. El que lo hace igual pero no fielmente, no produce.

Podrá producir una actividad más, pero no produce tokos. No estamos buscando una revelación profunda, estamos buscando negociar mientras él regresa. Principio número cuatro, muy importante. Toda actividad fiel, será recompensada. Claro, fíjate que eso va en contra de lo que nos han enseñado. Que no se debe hacer nada esperando recompensa. Sin embargo, Cristo dijo que por el gozo que había delante de la cruz, Él iba a ir a la cruz. O sea que, si no había un gozo delante de la cruz, Cristo no iba a la cruz. Te digo más: aún con el gozo, por poco no fue. Pidió permiso para evadirla. ¿Sí o no? Él le dijo al Padre en argentino básico: Oye papá, si hay una forma de sacarme de esta, sácame por favor. Pero por el gozo que había allá adelante, fue. ¿Qué fue lo que vio? Tal vez a ti, escuchándome ahora u viviendo una vida de fe. Eso se ganó en la cruz. ¡Nosotros no podemos hacer nada esperando recompensa! ¡Somos cristianos! Ah, ¿Y Cristo que era?

No hay nada de malo en hacer las cosas motivados por recompensa, pero eso no significa que pretendamos vivir de eso o no dar una mano si no hay nada a cambio. Dios conoce tu corazón, relájate. Pero es importan te que sepas que la fidelidad sí es recompensada. No tiene nada de malo en dar o invertir en el Reino para que Dios te bendiga. Este te puede parecer uno de esos mensajes que dan antes de levantar la ofrenda, pero no le hace, es así. Y te lo digo yo que no tengo nada en juego, ni me interesa si luego lo haces o no. Yo no vivo del ministerio, es el ministerio el que vive de mi. Yo vivo de la gracia, misericordia y bendición de Dios. Allí cierra todo como debe cerrar. Hay gente que da su diezmo y espera ser bendecido por eso. Error. El diezmo es de Dios y Él no tiene ninguna obligación de bendecirte por darle lo que le pertenece. La ofrenda trae bendición, pero no el diezmo. Es tu deuda con Él, la pagas o no. Nadie te va a ejecutar al amanecer porque no lo hagas, pero tampoco vas a recibir demasiado si no te mantienes fiel.

Algo muy importante: todas estas transacciones siempre se llevan a cabo donde hay hombres rechazando y hasta desconociendo el poder y el gobierno de Dios. Dentro de todo el mensaje de producir para Dios, hay ciudadanos que no quieren que nadie venga a darles órdenes de producir para Dios. Es gente que no quiere que el Reino reine sobre nosotros. Fundamentalmente, suele ser gente que quiere tener mando y no acepta que Dios delegue su autoridad en hombres o mujeres que socialmente no tienen demasiado relieve. Se olvidan que lo vil y lo necio usa Dios para avergonzar a lo sabio, ¿Recuerdas? Y de allí nos surge la pregunta. Sabiendo de antemano que Cristo vivió todo su ministerio enseñando mediante parábolas, ¿Nunca te preguntaste por qué utiliza esta, puntualmente? Yo, particularmente, creo que la razón por la cual Él decide dar esta parábola, está justamente en el verso anterior al comienzo de la parábola, el verso 11.

Lucas 19:11 = Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. Ellos, como puedes ver, tenían lo que podríamos definir como una mentalidad escapista. ¡Cristo viene ya! ¡La manifestación del Reino viene ya! Porque para ellos, la manifestación del Reino, era que el linaje de David se manifestara en Jerusalén, se llevara toda una revuelta en la ciudad y se destronara a los romanos, para los cuales ellos trabajaban. ¡Claro! No habiendo romanos en pie, ellos no tendrían que trabajar más. Porque se suponía que, de allí en más, todos reinarían en el Reino del Señor. Fíjate, es lo mismo que hoy quiere la iglesia. No queremos hacernos responsables del caos que hay en la tierra y entonces esperamos que un día cercano Él venga y se haga cargo de solucionar todos los desmadres que nosotros como humanos hemos cometido. Bueno; por esa razón Él tuvo que dar esa parábola, para que la gente con esa mentalidad, pudiera cambiar.

Mira de nuevo el pasaje: Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. Ocurre que para ellos, Reino significaba dominio sin oposición. Y total autoridad sobre sus líderes contemporáneos. Parea la iglesia significa lo mismo. Si ya no tuviéramos que lidiar con el mundo, entonces tendríamos toda la autoridad sobre nuestros líderes contemporáneos. O sea que ellos estaban buscando una vida sin responsabilidades. Porque en sus mentes, y en las de muchos cristianos hoy día también, reinar significa solamente dar órdenes que nadie se atreva a cuestionar. ¡Lo mismo que mucha iglesia quiere, hoy! Reinar no es dominar sin confrontación. Reinar es ejercer una clase y un nivel de autoridad que nadie que verdaderamente sea creyente osaría cuestionar. Sujetarse a autoridad humana sujeta a autoridad divina, es un privilegio. Sujetarse a autoridad humana no sujeta a autoridad divina, es un calvario opresivo y carcelario.

O sea que Jesús entrega esta parábola para quebrar el comportamiento irresponsable que habían sobrellevado sus discípulos. Todo creado por el falso entendimiento de que el Reino sería algo inmediato. Hoy la iglesia anda en lo mismo, no sólo confundida, sino directamente mareada entre tanta doctrina surgida de las redes y pseudo ministerios promocionados como estrellas que entran en el cerebro de los cristianos desprevenidos y holgazanes que no supieran o no quisieron entender que discernimiento no es una opción, sino una obligación con nivel de mandamiento. Cuando Oseas dice que el pueblo perece por falta de conocimiento, no está hablando de seminarios, institutos o universidades teológicas, está hablando de intimidad. Y eso, solamente eso, sería suficiente para detectar cualquier engaño monumental. Y quiero entender que todavía, en no poca magnitud, seguimos bastante equivocados como iglesia con relación al motivo por el cual estamos en la tierra.

¡Somos la sal de la tierra! La sal preserva todo lo que toca. Le cambia el sabor. Tenemos valor redentivo en la propia naturaleza de existencia. Si no existiera caos, no haría falta redención. De hecho, eso tampoco me dirá a mí que el caos puede ser una excusa para irnos. Se puede poner muy pesado y dificilísimo, pero Isaías dice que mientras tinieblas haya en la tierra, en nosotros tiene que haber luz. Cuando grandes tinieblas haya sobre la tierra, habrá gente que al mismo tiempo subirá al monte de Sion. O sea: lo que te estoy queriendo decir es que, para que la luz funcione, tiene que haber tinieblas. ¿Quién va a encender una luz cuando en la habitación resplandece y brilla el sol? Es decir que, el medio ambiente propicio para que la luz alumbre, es la oscuridad. ¿Cómo se nos ocurre, entonces, que la oscuridad podría ser una excusa para irnos? La simple lógica destruye esa doctrina mental tan antigua como el mal. Porque el problema no es que sea una doctrina eclesiástica.

El problema es que crea una mentalidad que todo lo aborta. No hay que terminar nada porque total somos peregrinos. Si algo me causa problemas, lo aborto y se acabó. Durante muchísimo tiempo el cristiano no hizo nada pensando en futuro, ni siquiera en bien de su propia familia, porque total Cristo venía ya y todos se iban en el rapto monumental. Y aunque te cueste creerlo, todas estas cosas que solamente se enseñaron en la iglesia, todavía hoy el mundo las repite y las tiene como metodología negativa. ¿Por qué crees que las ciudades cada vez son más sucias y más abandonadas? ¡Cristo viene ya! Ellos, incrédulos y todo, se pusieron a pensar y se dijeron: ¿Y si verdad que ese Cristo viene ya? ¿Para que me voy a hacer problemas? Cuando digo que los ataques satánicos ultra sutiles han hecho y siguen haciendo estragos en la iglesia, muchos me han mirado torcido, pero no le hace; es verdad. Tú mismo lo puedes comprobar, donde quiera que vivas.

Hay algo que debemos tener muy en cuenta. Toda sociedad está basada en una creencia religiosa. En cual sea esa creencia y como se mecanice, es el futuro de ese lugar. El ateísmo como tal, no existe. Desde el mismo momento en que alguien te dice que no cree en el Dios que tú crees, es porque está inconscientemente reconociendo que ese Dios está, aunque él se empecine en no verlo. Es -reitero- una mentalidad escapista. La misma que tenía aquel que recibió la mina y la guardó intacta para devolverla tal cual la había recibido, sin negociar con ella en beneficio de ese rey. ¡Fuera de aquí, siervo malo! Hacedor de iniquidad, dice la otra parábola. Fuerte las palabras para una persona que durante toda su vida ha estado en un monasterio hablando de Dios. El problema es que aquí no se trata de monasterio, sino de negociar. Ya lo vieron de esa forma. Vamos a verlo ahora desde otra ventana, vamos a irnos a Mateo 25.

Mateo 25: 1 = Entonces el reino de los cielos (Fíjate que dice el Reino DE los cielos y no el Reino EN los cielos. Es posición espiritual, no ubicación geográfica.) será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. (2) Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. (Como decimos en Argentina, tontas, bobas, o algo más fuerte e irreproducible) (3)  Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; (4) mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. (5)  Y tardándose el esposo, tardándose el esposo, tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. (6) Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! (7) Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.

 (8) Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. (Esto es: ¡Paguen el precio para tener más aceite!) (9)  Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. (10) Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! (11) Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. (¿Pero como se te ocurre? ¡Llevo cincuenta años en la iglesia y ahora me dices que no me conoces? He sido diácono, ayudante del pastor en todo, levanté la ofrenda, compré esos terrenos, alquilé otro salón…No te conozco.) (12) Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Fíjate que estas parábolas, no hace tanto tiempo atrás, ni nos molestaban. Porque al cabo, cuando habla de las vírgenes insensatas está hablando del mundo. Aprende algo. Cada vez que la Biblia habla de mujer o de mujeres, habla de la iglesia, no de tu esposa nie tu vecina. Esto es igual a la mujer de Proverbios 31. La iglesia. Aquí está hablando de las insensatas y las prudentes, son dos tipos de iglesia. Ambas estaban involucradas en cierta actividad. Tenían cultos de alabanza, cultos de oración, cultos de crecimiento, cultos de y cultos de. ¡Eran creyentes! Dice que las diez eran vírgenes. La palabra nos dice que las vírgenes de Sion son la iglesia. Las diez tenían lámparas. Tu palabra es lámpara a mis pies. O sea que las diez tenían palabra. No solamente cinco, las diez. Y las diez tenían aceite, tipología del Espíritu. Sólo que algunas habían pagado el precio para tener más, con la intención que les durara para aguardar al Señor más tiempo que las otras.

O sea: unas estaban preparadas para vivir más tiempo en la tierra que las otras. Lo más importante en esta parábola es que Dios llama insensata a gente no preparada para perdurar en este siglo veintiuno. De hecho, en el propio relato, vemos que las insensatas declaran y confiesan no estar preparadas para vivir tiempos de caos en la tierra. Porque todo el tiempo andaban listas para irse y no preparadas para permanecer. O sea que lo que te identifica como insensato, es no estar preparado para vivir largo tiempo, en tanto el esposo tarda en regresar. Claro, mientras todavía en muchos lugares sólo se enseña en como prepararte para irte, hay otra gente, a la cual pertenezco, que ha elegido ver como ser práctico para pelear y vencer en el siglo veintiuno. De hecho, si Cristo viene, me voy igual. Pero si eso no sucede, prevalezco mientras dure todo ese tiempo. El que no está preparado, se le acaba el aceite. Y no tendrán luz en medio de ese ambiente.

Porque nunca se nos enseñó en como vivir en estos tiempos. Porque nunca se pensó en que íbamos a estar vivos en la tierra en este tiempo. Y estos tiempos, aunque no se ven tan feísimos todavía, van camino a su autodestrucción y siguen empeorando. Porque los reinos del mundo, van a caer. Si nosotros no avanzamos y determinamos el fin, porque al fin lo determina la iglesia, a nuestros hijos o nietos, los que hoy tienen cinco o seis años, veinte años después, tendrían que vivir ¿Dónde? El mensaje que prepara a la gente adecuadamente para vivir en este tiempo, aquí se le llama prudencia. Y al mensaje que no prepara a la gente para vivir en este tiempo, le llaman insensato. O sea que vamos a ver una separación en las distintas iglesias. Algunas iglesias, consideradas insensatas por causa de la mentalidad que tienen, y otras consideradas prudentes. Nuestro trabajo es negociar.

Todas tenían lámparas, todas estaban esperando al novio. ¡Todas se durmieron! Tardaba tanto el novio, que se durmieron. Pero sólo una cosa dividía a estas dos iglesias: unas reconocieron su venida, y fue expuesto como sabiduría, mientras que las otras no terminaron de creerlo y asumirlo y fueron desechadas por insensatas. La sabiduría, en la Biblia, es categorizada por medio de la habilidad de vivir en el espíritu de continuidad. ¿Estás preparándote para estar aquí dentro de veinte años? ¿O estás dejando que la casa se te caiga encima? ¿Qué tal planes autosuficientes para prepararnos para el éxodo de Egipto? Egipto, hoy, representa al mundo. Y hubo un tiempo en donde la iglesia tuvo que salir de Egipto. ¿Qué te hace pensar que en la tierra de Egipto no nos van a dar trabajo? Aprende: mientras la iglesia más se parezca a Dios, menos empleo va a conseguir en el mundo. ¿Qué estamos haciendo en este tiempo para sobrevivir? ¿Creando negocios cristianos, para vender biblias? ¿O instrumentos comerciales de calidad que le produzcan dinero al Señor? Minas. Prudencia.

Dice que llegó un gobierno que no reconocía la mano de José. Ya hay un gobierno en la tierra que no reconoce la mano de la iglesia. La gente se pone contenta porque de pronto tiene alguna clase de acercamiento con Fulano o con Mengano. ¡Eso no tiene nada que ver! Porque los reinos de este mundo se van a caer. Y los que estén asociados, adheridos o sojuzgados por ellos, se van a caer conjuntamente con ellos. Y nadie les va a preguntar si eran creyentes o incrédulos. Irán todos al mismo pozo. Si tienes unción, empiezas a preocupar grandemente a brujos y hechiceros, pero también a otros supuestos cristianos que no la tienen. Mientras somos pocos y religiosos, nadie nos va a molestar. Pero cuando somos muchos y con poder divino manifestado, entonces las cosas se empiezan a poner bien pesadas. Faraón lo pudo ver con sus propios ojos. Creo que si no hubiera sido quien era, se hubiera sumado a los egipcios que eligieron irse con Israel.

Porque dice que salieron una multitud mixta. No vamos a traer a Dios lo que no es de Dios. Tenemos que sacar lo bueno y traerlo adentro y a lo malo sacarlo para afuera. Pero fíjate que es tan grande e ingenuo el amor que nos enseñaron a tener, que nadie está haciendo eso. Nos enseñaron una clase de amor que no es propicio para hacer lo que Dios está haciendo en este tiempo. Llegamos a amar hasta los demonios infiltrados. El amor que nosotros hemos sido enseñados a sentir, es un amor creado por una doctrina que no permite que el verdadero amor de Dios se manifieste. El amor de Dios, lo que quiere es entresacar gente, para que todos tengan lo que Dios quiere que tengan sin estorbos de maldad. Pero en nuestra mente, que está programada eclesiásticamente, no puede visualizar un Dios así. Sin embargo, cuando Cristo vino empezó a sacar a patadas a religiosos y confrontarlos con palabras que los rotulaba como generación de víboras.

Jesús fue amable con el mundo incrédulo, que es precisamente con el que la iglesia no lo es. Pero a los líderes les dijo de todo. Piedras de tropiezo, serpientes. Y sus verdaderos discípulos hicieron lo mismo. ¿Será que los que nos enseñaron otras cosas no lo eran? ¡La iglesia siempre fue el problema! ¡El mundo no! ¿Tanto amó Dios al…? O sea: Dios te salvó a ti para usarte, para ganar al mundo, no para que te encierres un día a la semana a coincidir con otros iguales que somos los mejores y no debemos contaminarnos ni siquiera hablando con mundanos. ¿Ah, sí, eh? ¿Y a quien le vas a predicar el evangelio hasta el último confín de la tierra? No te engañes. El engaño más grande es creer que Dios te llamó porque te necesita. Dios te llamó y, si puede y se lo permites, te está usando y te usará para ganar al mundo. Dios no me llamó a mí para bendecir. Me dio un talento y un día vendrá a ver cuánto negocié y reproduje de ese talento recibido sin merecimiento alguno.

No nos gusta demasiado hablar de esto, ¿Verdad? No es mi culpa, ¡Ustedes lo leyeron igual que yo en la Biblia! Ya lo sé, por allí recibes un salario para hacer otra cosa que no tiene nada que ver, pero igualmente lo que te digo es más que válido: fuiste salvo o salva para alcanzar al mundo con Su palabra brotada de tu boca. De tal manera amó Dios al mundo. ¡Al mundo, no a la iglesia! Por eso dio su hijo, para salvar al mundo, no a la iglesia. La iglesia, en todo caso, es la cámara de representantes que obra lo que Él quiere en la tierra. Y funciona si está haciendo eso, de otro modo es piedra de tropiezo. En el momento en que no lo estás haciendo, ya eres estorbo. Por ahí es mejor ser mundano que estar en la iglesia no haciendo lo que Dios quiere que hagas. Es elemental. Yo prefiero no tenerte en mi equipo ministerial, que tenerte haciendo las cosas al revés. ¿No se hace eso en las empresas? ¿O te piensas que Dios es bobo?

Hay iglesias que están metidas en actividades cristianas que podrían separarse entre las que son prudentes e insensatas. El único factor que determina la separación, es estar preparado para una vida de continuidad. Tenemos que vivir más allá de la mentalidad irresponsable de una doctrina dispensacionalista. Es la que cree que estamos exentos de responsabilidad terrenal y de vivir una vida con rompimiento en la tierra. Y estar aumentando todo el tiempo. Nuestras estacas, nuestras tiendas. Una mentalidad de posesión. El dispensacionalista se sienta en la iglesia esperando que Dios rompa todo lo que es el arreglo universal, para que ellos puedan, entonces, por fin reinar en lo que ellos llaman el cielo. Tenemos que ser responsables. ¿No se dieron cuenta que dice: buen siervo, fuiste fiel sobre diez ciudades, entonces, cuando el Reino se manifieste, ¿tú vas a tener autoridad sobre diez ciudades? Ojo: pueden ser ciudades, pueden ser naciones, pueden ser planetas o universos o perímetros de alcance de influencia.

Pero si todavía no sabes ni puedes reinar en tun casa, no esperes ni siquiera reinar en el barrio. O sea que lo que determina tu posición allá, es tu negocio aquí. ¿Qué te hace pensar que una persona que gobierna mil iglesias alrededor del mundo, va a tener la misma posición que tú, que como mucho, llegas tarde al culto todos los domingos? Dios tiene un Reino, lleno de rangos y definiciones. No son posiciones como las que se conocen en la tierra, donde una posición es el resultado de una inercia en tu vida. ¡Mi Reino no es así! Te dice. ¡Aquí el más grande es el que sirve! O sea que en el Reino, ser primero ya no es motivación. Posición es motivación. En el reino, lo único que te motiva es hacer la parte que a ti te corresponde. Sea diferente o igual a la del vecino. La única carrera que me sirve para comparar, es la mía. En dónde estoy yo en la agenda de Dios. Cada uno tiene una carrera distinta. Por eso no es válida ninguna competencia en el Reino de Dios. Tener una posición tampoco es válido en el Reino.

Los títulos y credenciales tampoco son válidos. Lo único válido es negociar con lo que Dios te ha dado a ti. Si cada semana, cuando te encuentras con los mismos de la semana anterior, no hay algo nuevo para contar o compartir, no has crecido ni avanzado. Y en el Reino, quien no avanza, no llega. Y si no llega no hay reinado. Cuando en el marco del evangelio quieres mostrar algo que has hecho, asegúrate que sea algo que producirá aumentos de los recursos recibidos para engrandecer el Reino. Cualquier otra cosa que muestres, sólo estarás, una vez más, jugando a la iglesia. Negociad en tanto que vengo. Quiero ahora verlo desde los ojos proféticos. Vamos a ver cómo lo ve Dios a través de los grandes profetas. Jeremías. Negociar no es salvar almas. Todos queremos ser evangelistas, porque salvar almas está afirmado en nuestro corazón. Porque cada vez que vemos a alguien que no conoce al Señor, queremos alanzarlo. Pero ese no es un ministerio, ese es un deber. Si un producto funciona para mí, yo se lo quiero recomendar a todos. Pero si no funciona para mí, entonces si lo promociono, estoy haciendo proselitismo. Y eso no es Dios. En Jeremías 28, hay algo que muy bien podríamos llamar el síndrome de Hananías.

Este es un profeta joven que se atrevió a profetizarle a uno más veterano que él, Jeremías. Ambos están cautivos en la época del cautiverio de Babilonia. Setenta años estuvo Israel cautivo en Babilonia. Eso había sido profetizado muchos años atrás y todo el mundo lo entendía. Pero, de repente, Hananías recibe una palabra del Señor. Aconteció en el mismo año, en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá, en el año cuarto, en el quinto mes, que Hananías hijo de Azur, profeta que era de Gabaón, me habló en la casa de Jehová delante de los sacerdotes y de todo el pueblo, diciendo: (2) Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Quebranté el yugo del rey de Babilonia. (Escucha. Están los dos prisioneros de ese rey)  (3) Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová, que Nabucodonosor rey de Babilonia tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia, (4) y yo haré volver a este lugar a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los transportados de Judá que entraron en Babilonia, dice Jehová; porque yo quebrantaré el yugo del rey de Babilonia. 1.05 Esa es la profecía. Recuerda que él le está hablando a Jeremías, un profeta ya formado.

(5) Entonces respondió el profeta Jeremías al profeta Hananías, delante de los sacerdotes y delante de todo el pueblo que estaba en la casa de Jehová. (6) Y dijo el profeta Jeremías: Amén, así lo haga Jehová. Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los utensilios de la casa de Jehová, y todos los transportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar. Todos los profetas vivieron setenta años. Jeremías está allí, parado delante de él. (7) Con todo eso, oye ahora esta palabra que yo hablo en tus oídos y en los oídos de todo el pueblo: A ver, profeta, escucha: si tu palabra va a ser cierta, que la confirme Dios. Porque el ministerio profético tiene ciertas dinámicas que deberían ser conocidas por todo el pueblo. Por eso él, en el verso 7, dice Yo hablo. Eso significa que es como decir: Dios me ha hablado. Jeremías va a hablar. (8) Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron guerra, aflicción y pestilencia contra muchas tierras y contra grandes reinos. Hoy podríamos decir lo mismo. Todos los profetas que extraen terminologías del Antiguo Testamento, declaran tiempos malos. Entonces, el que predica paz, es un mentiroso. Aunque Dios se lo haya dicho.

Pero es la palabra de Dios contra dos o tres estirados, no le hace. Porque es la palabra de ellos, pero no es lo que la Biblia dice. Pero, claro está que, si tú no tienes discernimiento para cuando lees la Biblia entender lo que dice, entonces para ti esa profecía va a estar rebuena. A esto quiero que lo entiendas más que bien, por esto es el horror que en muchos sitios estamos viviendo hoy. Y recuerda muy bien que yo jamás predico historia, esto es vida actual, hoy, aquí y ahora. Mira lo que dice: (9) El profeta que profetiza de paz, (En medio de todo lo contrario de todo lo que andan diciendo los otros. Por ejemplo, la Biblia nos muestra como la iglesia tiene que diseñar el fin. El que predica todavía que nos vienen a rescatar en una gran fuga en época de crisis, va a tener que cumplirse la palabra para que se pueda comprobar que eso era cierto. Porque están enseñando en contra de lo que está claramente entendido. Ni siquiera tienen revelación, predican un mensaje contradictorio. Porque hablan de restauración, pero a ratito dice que muy pronto se van. Si te vas a ir esta noche, ¿Para que querrías restaurar algo? Si restauro algo es para gozarme. ¿Para qué restauraría algo para irme?

Algo así como que voy a militar en guerra espiritual, pero luego le voy a regalar la tierra al anticristo. Si yo echo fuera todos los demonios que me fastidian la vida en mi ciudad de Rosario, ¿Para qué después me voy a ir? No tiene sentido. La palabra dice que la gente de doble ánimo no recibe nada) cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió. O sea que, si se cumple, está bien. (10) Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías, y lo quebró. Ahora se puso medio payaso el tema. Pero es contemporáneo. En una ocasión, un predicador se encontró con un viejo amigo de la juventud y, luego de los saludos, le preguntó que estaba haciendo. El amigo le respondió que tocaba un instrumento a viento y que hacía de solista en algunos shows. Entonces el `predicador le preguntó: ¿Y cual es tu mensaje? Al otro se le cayeron las mandíbulas. ¿Mensaje? ¡Jamás se le hubiera ocurrido! A muchos predicadores que andan por ahí repitiendo como loros capítulos, versículos y comentarios bíblicos, les hubiera sucedido lo mismo. Mucha música e instrumento, pero cero mensajes.

(11) Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así ha dicho Jehová: De esta manera romperé el yugo de Nabucodonosor rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones, dentro de dos años. Y siguió Jeremías su camino. Y listo. Punto. ¿Te crees que Jeremías le palmeó el hombro, le dijo Dios te bendiga mucho, gloria a Dios por tu vida y se despidió? ¡Ni lo sueñes! Bye bye. En argentino básico… Chau… (12) Y después que el profeta Hananías rompió el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: (13) Ve y habla a Hananías, diciendo: Así ha dicho Jehová: Yugos de madera quebraste, más en vez de ellos harás yugos de hierro. Fíjate en este detalle. Cuando el mensaje que nos llega en el día presente nos aliviana de nuestras responsabilidades, aparente quitarnos un yugo de madera. Y la iglesia está más contenta y lo celebra. Pero, en verdad, lo que realmente sucede, es que nos ponen un yugo de hierro. Andábamos con ese pequeño yuguito de madera, pero trabajando, haciendo cosas, estudiando. ¿Y cual es la conclusión? Que, si va a ser yugo, es mejor que sea de madera.

(14) Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia, y han de servirle; y aun también le he dado las bestias del campo. (15) Entonces dijo el profeta Jeremías al profeta Hananías: Ahora oye, Hananías: Jehová no te envió, y tú has hecho confiar en mentira a este pueblo. Eso es cuando el mensaje produce una mentalidad inadecuada y el pueblo decide confiar en alguien que no es confiable ni trae palabra del cielo. (16) Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo te quito de sobre la faz de la tierra; morirás en este año, porque hablaste rebelión contra Jehová. ¿Qué te parece? ¿Qué dijo Hananías? Dios me envió a decir esto. ¿Qué le respondió Jeremías? Dios no te envió. Y por mentir te vas a morir. Así dice Jehová, muérete. No es ningun juego. Tú puedes hablar lo que tú quieras sin  consultar nada, pero de momento en que dices que Dios te dijo algo que no te dijo, tú te mueres en el espíritu. (17) Y en el mismo año murió Hananías, en el mes séptimo.

Date cuenta, entonces, que aquí hay algo muy importante. El predicar que te produce descanso hoy al costo de mañana, es intercambiar yugos de madera por yugos de hierro.

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agosto 28, 2024 Néstor Martínez