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Dios es Así de Bueno

Oseas. Oseas era un profeta. Tú ya sabes que profeta, entre otras traducciones, significa Vocero, alguien que habla y dice cosas que un superior le ordena decir. Un profeta, entonces, es un Vocero de Dios, pero sólo para decir lo que Dios le ordena que diga, no lo que a él le parece bueno. Y fíjate que su nombre, Oseas, significa Salvación. Porque proviene de la misma raíz hebrea (hoshea) que el nombre de Jesús y Josué. Su libro, globalmente, muestra que la salvación se halla en volver a Dios y en apartarnos del pecado. Sabemos que su padre fue Beeri y su mujer Gomer, y que fue padre de dos hijos varones y una mujer. Curiosamente, en ninguna otra parte de la Biblia es mencionado su nombre. Su ministerio abarcó entre los años 760 a 720 antes de Cristo, durante los días de la monarquía dividida.

Esto fue después de los días de David y Salomón, cuando el pueblo de Dios estaba dividido en una guerra civil, creando dos naciones: en el norte, Israel, en el sur, Judá. Esto fue cerca de 250 años después del tiempo de David y aproximadamente 650 años después que Israel llegó a la Tierra Prometida. En el capítulo de su libro, que es el que el Espíritu Santo me ordenó examinar y compartir con ustedes, él lanza un llamado al rebelde pueblo de Israel, lo que sería de alguna manera la iglesia de su tiempo. Como el evangelio en su Antiguo Pacto no es historia, sino una sombra de lo que habría de venir, tomaremos a ese texto como tipología actual, como si un Oseas contemporáneo le estuviera hablando a la iglesia global que conocemos.

Oseas 2: 1 = Decid a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama. ¿Cuántos de ustedes se detuvieron un instante en averiguar qué cosa eran Ammi y Ruhama? Porque parecen nombres de personas, pero quizás… Lo cierto es que Ammí, significa mi pueblo o mi gente. Era un nombre simbólico dado a Israel, una predicción de la reconciliación de Dios con ellos, en contraste con el Israel ya conocido. Ruhama, mientras tanto, proviene del verbo rajam, que significa ser compasivo, ella ha recibido compasión o compadecida. Es un nombre o una expresión críptica, enigmática u oscura, difícil de entender. Es un juego de palabras con el nombre Lo-ruhama. Este término refleja la compasión de Oseas por su casa, ya que ese era el nombre de su propia hija fruto de su relación con una mujer que le fue infiel. Pero él la amplia a esta compasión a su pueblo Israel y yo, hoy, otro simple hombre de Dios sin ninguna credencial especial, igual que Oseas, siente por su iglesia terrenal. ¿Y qué es lo que Dios le dice a Oseas que diga a ese pueblo, entonces, y a esta iglesia, hoy?

(2) Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos; (3) no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed.

Les dice que discutan o peleen, (En el original dice reñid), con la que denomina como su madre, que en este caso es la iglesia. Mujer, en la Biblia, siempre es iglesia, sea madre o no. Pero eso no es todo, porque luego les añade que ella no es su mujer ni él su marido. Escúchame: ¡Es Dios el que está hablando! Para Israel, si. Para nosotros, hoy, es Cristo, el Hijo, Dios mismo, pero no judío. ¿Quién se supone que es la esposa de Cristo? ¡La iglesia! Pero Él, aquí, nos está diciendo que la confrontemos porque ya no lo es. ¿Cómo que ya no lo es? ¡A mí me enseñaron que sí lo es! Vamos a ver las causas que nos da para esa expresión tan fuerte. En principio, le está pidiendo que aparte, que abandone, que deje, que no le pase por su propio rostro sus fornicaciones. Nada que ver con lo sexual, aunque en algún área de este pecado lo incluya. En el original, menciona una palabra que en la traducción no está: infidelidad.

Lo que Cristo le está diciendo a su pueblo, hoy, es que confronte y se enfrente a su iglesia porque ella está manteniendo alguna forma de relación por fuera de su matrimonio espiritual con ella. Y que lejos de ocultarse o mantener pudor, no tiene ningún problema en cometer ese pecado delante de sus santos ojos. Porque luego le habla de sus adulterios de entre sus pechos. Es indudable que cuando se habla de pechos de mujer, nuestra cultura occidental indefectiblemente lo traslada a lo erótico y, por consecuencia casi natural, a lo sexual. Sin embargo, aquí dice que los adulterios de la iglesia están entre sus pechos. El pecho femenino es fuente de alimentación para los hijos, lo cual nos está diciendo que esos adulterios tienen que ver con la falsificación de la palabra genuina y convertirla en doctrinas sectoriales, particulares o privadas. La propia palabra de Dios juzga y sentencia eso.

Y luego dice algo que, si lo reflexionas un momento, entenderás que muchas de las cosas que hacemos casi con vanidad, son hojarasca. Dice que, si Él quiere y lo decide, despojará a esa iglesia de todo lo que supone tener, que la dejará desnuda, que significa algo así como que la rodeará de vergüenza pública quitándole todo ropaje exterior que era esencialmente lo que todavía le daba algo de vida social y religiosa. Que la va a llevar al tiempo en que nació, es decir, a la ignorancia total y a la sed y hambre de lo verdadero, que la convertirá en un árido desierto de pruebas y tribulaciones, como tierra seca, que se traduce como carnalidad sin vida divina y como consecuencia de ello, muriendo de sed de esa agua de vida. (4) Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución. Piensa. ¿Puede haber en un ejido social del mundo un niño o joven más pasible para el  Bullying (Burla o desprecio) que el hijo de una reconocida prostituta?

(5) Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. ¿Te lo paso en limpio? La iglesia que se prostituye es la que se va detrás de sus amantes más conocidos: humanismo, cientifismo, religión ritualista, misticismo, esoterismo y hasta ocultismo, a través de la hechicería probada de manipular voluntades. Porque en todos esos amantes con los cuales está traicionando a su esposo que es Cristo, encuentra supuesto alimento que en lugar de nutrir, envenena, un agua que en lugar de dar vida, sólo sirve para reiterar las antiguas abluciones religiosas y huecas, lana y lino, son las vestiduras que la hacen ver, desde afuera, como elegante, sobria y efectiva sin serlo. El aceite es una falsa unción y el vino una falsa revelación, casi siempre producto de voceros llamados profetas que dicen lo que conviene al sector y no al reino. ¿Y qué dice Dios que hará con todo esto? Lo mismo que le dijo a Oseas, entonces.

(6) Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos. Ahora ya lo sabes. Si de pronto, un día, descubres que tu camino en lugar de tener un colchón de pétalos de rosa por donde puedas caminar con aroma dulce, tiene espinos que rasguñan y lastiman tu piel, no le eches la culpa al diablo. En todo caso, él los habrá colocado allí, pero porque Dios le ha permitido hacerlo como respuesta a tus imbecilidades incrédulas. El seto, del que se habla aquí, es un cerco que, si bien se construía mayormente con palos o maderas, en este caso Él lo armará con espinos. Todo esto, indudablemente, tiene la razón casi obvia de servir para que ninguno de nosotros nos salgamos del camino bendito. Si cuando somos débiles o inconscientes y lo hacemos, el ardor de los pinchazos nos hará reaccionar y volver a la senda antigua, en la que no hay error ni maldición. Si somos tercos e insistimos en seguir por donde no debemos, jamás encontraremos el camino a la paz, a la victoria y a la salvación. Lo que sigue, ya es lo suficientemente fuerte como para que un hombre simple, mortal e imperfecto pueda añadirle algo:

(7) Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora. Seguirá a sus amantes. ¿Cuáles podrían ser los amantes circunstanciales pero contaminantes de una ramera como esta? Humanismo, de donde se ha construido un evangelio plagado de leyes, obras, trabajos, armados, estrategias teológicas y otras contaminaciones extraídas de los exitosos conglomerados humanos del mundo secular. El ritualismo, con sus sacrificios corporales, llenos de pactos, promesas, compromisos y hasta auto flagelaciones físicas, emocionales y sentimentales. La hechicería, que es el ejercicio donde se procura imponer la voluntad de un hombre por sobre la de otro u otros. Puede hacerse por medio del ocultismo, mediante brujería, magia negra o curanderismo, pero también desde lo humano, usando la manipulación de los sentimientos ajenos, ya sea por seducción o intimidación. Esos son algunos, no todos, los amantes más frecuentes de esta prostituta llamada Babilonia. ¿Cuál fue su peor pecado, además de todo lo descripto?

(8) Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal. Lo que Dios está diciendo aquí, es que la iglesia falsa, paralela e imitadora de la genuina sin serlo, no reconoce que el alimento proviene de Él, y no de sus seminarios, institutos, universidades o simposios de teología. Mucho, muchísimo menos esa iglesia cree o busca la revelación del Espíritu Santo, única manera de entender y acceder al poder que la palabra de Dios otorga. A eso lo disfraza con cargos, posiciones o politiquería religiosa, de la que tanto hemos visto todos dentro de los templos, cualquiera sea su denominación o credo. Por ese mismo motivo, sus líderes han efectuado distintos cursos donde se los prepara estética y actoralmente para resultar simpáticos y aptos para ser bien recibidos por el público. Todo esto reemplaza ese aceite que ellos han rechazado y que es nada menos que la unción, único contenido que hace que un hombre sea digno de ser escuchado y reconocido. De hecho, al final les aclara que todo lo que ese mundo les entregue, Él podrá multiplicarlo sin el menor esfuerzo, con la única condición de que se lo sirva fiel y honestamente. Y luego dice lo que hará con ella y con ellos.

Y respecto a ofrecer sacrificios a Baal, que es en este caso todo un símbolo, alguien dijo algo con muchísimo criterio y razonamiento sensato. Dios le da al hombre los árboles del bosque y el fierro del suelo. Él le da al hombre la capacidad para hacer un hacha y los clavos de ese hierro, y la energía para cortar un árbol, la habilidad para dar forma a la madera en vigas. Dios le da al hombre la inteligencia para hacer un mango de esa madera, y una cabeza del hierro, y combinarlos para que sea un martillo efectivo. Luego el hombre toma las vigas, los clavos, y el martillo y clava a Dios en la cruz – donde Dios voluntariamente extendió Sus brazos, muriendo en esa cruz para tomar la culpa y la pena que merecía el pecado del hombre – y para hacer una nueva relación restaurada, entre Dios y el hombre. ¿Quieres algo más injusto, tú que vives pidiendo a Dios justicia para tus cosas?

(9) Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez. Trigo, vino y aceite. En el símbolo bíblico de las tipologías, estos tres elementos conforman el epicentro sustancial del evangelio genuino. Si faltara alguno de ellos, el andamiaje de fe estaría desequilibrado y descompensado. El trigo es el alimento genuino, la palabra ungida. Su contrapartida es la cizaña, que es una semilla de similares características, pero con propiedades opuestas. El vino es la revelación del Espíritu Santo, esa que jamás podríamos introducir en los viejos odres de las religiones estructuradas porque su potencial los destrozaría y el vino finalmente se derramaría sin aprovechamiento. Y el aceite es la unción, un elemento que solamente Dios puede otorgar, y que de ninguna manera lo hará conforme a las credenciales o importancias jerárquicas que los hombres esgriman. Dios va a ungir al que le obedece y le es fiel. Si es un líder, bienvenido sea, pero si es un anónimo hermano sin cargos eclesiásticos, también será bienvenido. ¿Qué hay en tu lugar de reunión? ¿Abundan el trigo, el vino y el aceite o sólo se ve cizaña, agua sucia con alcohol pobre y ungüentos similares al aceite?

(10) Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano. ¿Nunca has sido testigo dolorido por la vergüenza que alguna congregación o incluso denominación vive ante algunos estamentos del mundo secular por causa de errores groseros? Yo sí. Me produjo lo que solemos denominar como “vergüenza ajena”, que es un sentimiento que se experimenta cuando comete un fiero error algo que no nos involucra, pero que forma parte global de aquello que es nuestra pertenencia. Eso dice Dios que hará. Y de hecho, lo ha hecho, lo hace y lo seguirá haciendo. (11) Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades. Cortarle a una iglesia evangélica, por Babilonia que sea, la posibilidad de llevar adelante esa mezcla de culto genuino y show al que está acostumbrada, equivale a cercenarle la posibilidad de mantener a sus fieles y sustentar a sus líderes. Es lo peor que puede ocurrirles. Creo que por eso el golpe vendrá allí.

(12) Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo. No sé qué hayas entendido hasta hoy de esto, pero por si fuera necesario, te lo paso en limpio, inserto en siglo veintiuno. Dios, a las babilonias, les hará quitarle ramas a sus falsas unciones y a sus alimentos. Dice que sus ganancias o salarios, vienen de las cuentas de sus amantes, no del cielo. Y que las reducirá a un matorral de confusión. Y que, por ese motivo, serán devoradas por los depredadores seculares. (13) Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová. Iglesia falsa, adoradora de ídolos. Y no estoy hablando ni de imágenes ni de estatuas. Hablo de hombres, mujeres, ministerios, organizaciones, estructuras, etc. Ese es el bendito “sistema” que va a caer en el último tiempo. Ese es el fin del mundo, kosmon, sistema.

(14) Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Este que se muestra aquíes un tipo de poder singular: Porque dice “Yo la atraeré”;’ no dice, por ejemplo, “Voy a llevarla” ni tampoco, “Yo la acercaré,” o, “Yo la arrastraré;” o “Yo la forzaré.” No, dice claramente ‘Yo la atraeré.’ Es una palabra notable, que nos enseña que la atracción de amor sobrepasa en poder todas las demás fuerzas. Esa es la forma en la que el diablo nos arruina; él nos tienta con palabras dulces, expresiones dulces, con carnadas de placer y cosas parecidas; y el Señor, en misericordia, determina que, en toda verdad, él hará una mejor oferta que el diablo, y él nos ganará para si mismo por fascinaciones, seducciones, y atracciones, las cuales serán más fuertes que cualquier fuerza de resistencia que podamos ofrecer. Esta es una palabra maravillosamente preciosa: ‘Yo la atraeré.” (15) Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. Acor significa Problema. El valle del problema será la puerta de la esperanza.

(16) En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Con gran anticipación, Dios espera con ansia el día cuando la relación sea genuinamente restaurada con Su pueblo. Él quiere una relación íntima de amor con él, y anhela el día cuando ese pueblo tendrá un amor y compromiso como de matrimonio hacia su Dios. De hecho, a Él no le agradaba para nada tener una relación con su pueblo basada en el temor. No quería en absoluto que ellos lo vieran como un amo. Eso es lo que significa Baali: amo. Prefería notoriamente un grado de relación llena de amor e intimidad. La misma que tiene una esposa con su esposo. Eso es lo que significa Ishi: esposo. (17) Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres. Baales son ídolos, dioses falsos. Tiene que ver con santos e imágenes, sin duda, pero también con hombres que gustan desplegar sus egocentrismos facultando todo para ser adorados como dioses, siendo sencillamente humanos. Sus nombres no serán mencionados en los lugares sagrados y de honra.

(18) En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura. Muchos han creído ver, en esta última sentencia, una declaración profética de paz para el mundo y seguridad desde el plano ecológico. La mención de las serpientes no es casual ni gratuita, habla de sometimiento por parte de las fuerzas de las tinieblas a un poder al que no pueden evadir ni combatir. (19) Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Este es el matrimonio estelar que la iglesia aguarda con ansiedad. Desposada con Cristo para siempre. Eso nos habla de un futuro de eternidad con Él. Pero sólo será factible y posible en justicia, que es integridad y transparencia. En juicio, que es separando lo verdadero de lo falso. En benignidad, que es bondad con equidad y misericordia, que es aceptación del otro tal como es, para glorificar a Dios en su cambio.

(20) Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová. No es casual que Dios mismo, mediante Jesucristo, ponga en relieve el fundamento básico de un matrimonio de excelencia: la fidelidad mutua. Cualquier forma de adulterio es considerado por Dios como alta traición. A la confianza, a la fe, a todos los valores que desde su inicio nos marca la Palabra hablada desde siempre. Defectos, errores, son imponderables que Dios siempre comprenderá: pero infidelidad no, porque no es ni casual ni circunstancial, es pensada, armada y ejecutada. (21) En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. Esta es una gran bendición de una relación real, vibrante, con Dios. Nuestros corazones latiendo al ritmo del Suyo, y queriendo siempre exactamente lo que Él quiere. Cuando le pedimos eso, estamos pidiendo lo que Él espera que pidamos. Y responderá. Siempre. Es el mismo principio de Juan 15:7, donde se nos dice que, si permanecemos en Él, podremos pedir lo que necesitemos y Él nos lo dará.

(22) Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. Cuando la relación esté donde se supone que debe estar, Dios proveerá abundantemente. Este es el mismo principio que Jesús enseñó en Mateo 6, donde les dice que busquen primeramente el Reino de Dios y su justicia, y que como consecuencia de eso, todas las demás cosas les y nos serán añadidas. El nombre Jezreel que se lee después, significa Dispersos, y puede ser utilizado en un sentido negativo. Sin embargo, también era la palabra utilizada para describir el buen esparcimiento de la semilla. Sembrar. Aquí el Señor promete una gloriosa redención del nombre Jezreel el cual fue dado primeramente como un sobrio recordatorio de dispersión en juicio. Ahora, vemos que se se convierte en una profecía de la promesa.

(23) Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío. Dios va a restaurar a Su pueblo, que somos nosotros, hacia la abundancia. Eso no significa necesariamente riquezas, poder político ni fortunas dudosamente habidas. Eso significa misericordia. La dispersión será transformada en siembra. El segundo hijo de Oseas, una niña, reitero, fue llamada Lo-ruhama, que significa “indigna de compasión”. Este nombre, originalmente dado como un marcador de juicio, ahora está siendo transformado en una señal de restauración. El tercer hijo de Oseas, que era un varón, fue llamado Lo-ammi, que significa “No mi pueblo”. Ese nombre, originalmente dado como una señal de juicio, ahora es transformado también en una señal de restauración. Dice que nosotros somos el pueblo que dirá Dios mío.

Con esto, la restauración será completa. El Señor se relaciona con su pueblo como su Dios, y su pueblo se relaciona con Él como su pueblo. Esta es una relación llena de calor y de amor, y lo que Dios anhela. Piénsalo así: ¿Cuál de los dioses paganos diseminados por las naciones, alguna vez quisieron el amor de sus seguidores: ¿Cuál de ellos preguntó alguna vez si lo amaban? Los dioses falsos no quieren nuestro amor; ellos quieren nuestro temor, nuestra obediencia, nuestro sacrificio y nuestra devoción como esclavo. Pero el verdadero Dios, el Dios vivo, no está satisfecho en absoluto con solamente nuestro temor, nuestra obediencia, o nuestra devoción y sacrificio como de esclavo. Él quiere nuestro amor, dado gratuitamente, y disfrutado en una relación con Él. Si nosotros perdemos de vista esto, perdemos de vista el corazón de la obra de Dios en nosotros y por nosotros. Vemos una restauración completa. Los tres hijos de Oseas, nombrados con marcas de juicio, ahora tienen sus nombres restaurados y hechos en señales de misericordia, de gracia, y de restauración. ¡Dios es así de bueno! Y no sólo con Oseas, que es simplemente una tipología y sombra de lo que iba a venir. Eso está sucediendo hoy, el destinatario eres tú. ¿Amén?

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agosto 28, 2024 Néstor Martínez