Estudios » Crecimiento

Del Otro Lado del Velo

(Éxodo 30: 34)= Dijo además Jehová a Moisés: toma especias aromáticas, estacte (símbolo de la palabra profética) y uña aromática, (símbolo del quebrantamiento) y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso,

El Gálbano es una medicina que se usaba como expectorante para el que tenía asma o cosas así en aquel tiempo. Para el que le faltaba aire, o era corto de respiración; gente que no prevalecía. O que no tenía suficiente soplo espiritual. Es esa gente que corre bien por un ratito y luego se te estaciona por un par de años.

Una vida que es aromática a Dios, es una vida de continuidad. No es un ratito sí y un ratito no; dos meses diezmando, diez no. Constancia. Tienes que vivir en el poder de perseverancia. Perseverancia no es quedarse quieto y firme, sin moverse, mientras te llueven puñetazos por todo lo que se llama cara. Eso no es prevalecer; eso es ligar una paliza.

La palabra PACIENTE, es la palabra HUPOMONE. No es una alfombra en la cual tú te limpias los pies. Paciencia es una actitud mental que no se doblega ante ninguna circunstancia hasta que la mano de Dios obre lo que prometió hacer en él. Es una actitud que te lleva al cumplimiento de lo profetizado. PACIENTE.

Esta palabra prevalecer, es una palabra agresiva, no pasiva. Significa militar en contra de todo lo que busque maniatar, o desviar, o mantener fijo el propósito de Dios. Este gálbano, tiene que estar en tu vida.

Cuando habla de incienso puro, la palabra es blancura. Tiene que ver con santidad. Nota los ingredientes: ESTACTE: quebrantado de espíritu; UÑA AROMÁTICA: precisión profética; una milicia constante en contra de toda hostilidad que se te presenta y dimensiones de santidad en tu vida. Estas cuatro cosas tienen que estar mezcladas por el arte del perfumador. El perfumador es Cristo.

Todas estas cosas tienen que operar en tu vida para que tú puedas decir: estoy ofreciendo incienso. Ya con la canción no te da. En el rito, la canción está bien, pero para donde vamos ahora la canción no es. Porque ahora la canción, sin esto, no vale nada.

O sea: en nuestro día, el rito sería cantar la canción. Igual que aquel con su vaca en el hombro. Para nosotros sería traer tres cantos rápidos y dos lentos antes de comenzar el mensaje como método para preparar el camino. Y si lo eliminas, se te enojan un montón de líderes y posiciones que tienes ahí establecidas. Se te enojan de tal manera que se te van.

Se está intercambiando por una vida que ofrece estas dimensiones: un espíritu quebrantado, precisión profética y milicia constante contra toda la hostilidad que viene a interponerse al destino y dimensiones de santidad.

Qué expresa tu vida mientras atravesamos Babilonia. La suma de eso se pone en un incensario y eso es lo que se echa a la tierra como standard.

Ahora bien: todo esto, necesita fuego divino para encenderse. El incienso se enciende con fuego del altar, fuego divino. O sea: es el perfumador quien trabaja esta cosa en tu vida. Y lo hace por medio de situaciones, circunstancias, pastores, líderes, amigos, esposas, esposos; lo que funcione. Te mudas para cambiar el ambiente y allá va a parar el fuego divino y te lo enciende igual.

Cuando EL poda tus extras y cambia tu curso para ver si te enojas; Cuando quebranta tus sueños y coloca otros diferentes. El aroma es creado por quebrantamiento, precisión profética, milicia en contra de la hostilidad babilónica y dimensiones de santidad, activadas por el fuego de Dios.

No te puedes caer en tiempos de transición. Es lo más alto que tienes para ofrecer y no te puedes quedar sin aire; tienes que perseverar.

Esto se desata. Y cuando se desata, ahora, no son todas las canciones las que pueden arropar nuestra adoración. Por eso hay que escoger ciertas canciones, que van a la par con lo que se está desatando.

Todo esto que estoy explicando, se reposicionó, no está del lado primero donde está la actividad eclesiástica; Está del otro lado del velo. Todo esto tiene que ser añadido. El fundamento, la plataforma, el área de operación no es el lugar donde la iglesia tenía su activismo; es el lugar donde Dios mora. Todo esto, ahora, tiene que ser con una actitud gubernamental.

Todos tus sacrificios tienen que tener una dimensión gubernamental, una postura espiritual gubernamental. Donde está el trono de Dios. En vez de una falsa humildad o un temor que no es de Dios.

Hay oraciones gubernamentales, hay oraciones temerosas, hay posturas cristianas que aparentan ser de humildad, pero en verdad lo que es, es que no se atreven o qué sé yo. Entonces hay otra que es plena confianza en medio de la incertidumbre.

En la iglesia estamos tan acostumbrados a ser humildes que, cuando alguien sabe para adonde va, lo llaman pedante, orgulloso y arrogante. O sea que no puedes saber para dónde vas ni siquiera por revelación de Dios, porque si lo expresas eres un orgulloso, quién te crees que eres. Pero la generación del siglo veintiuno es precisamente esa: sabemos para donde vamos. Si no sabes para donde vas, cualquier camino te lleva. Y lo triste es que nunca sabes cuando llegas, porque no sabes para donde vas.

Queremos llegar. Hay algo que se llama EL FIN. Cuando venga el fin, entonces, dice 1 Corintios 15, estamos tratando de decodificar inmortalidad. Ya se nos está incorporando en los mensajes, cómo vencer a la muerte, el último enemigo.

¿Sabe usted que hay una generación que no muere? ¿Por qué no tú? ¡Qué bonito sería, verdad? Hay una generación que no muere. La que esté viva cuando ÉL venga, no muere.

Mateo 27 dice que se rasgó el velo. Primero había sido el altar que no existe, después fue el altar del incienso reposicionado, y ahora el velo.

Porque lo que tenemos que saber muy bien es qué es lo que fue consumado en la cruz. Reedificar el nuevo nacimiento. Me parece que tenemos diez millones de dólares en el banco, dejados por herencia, y hemos vivido toda una vida sin saber canjear el dinero, porque no entendemos lo que aconteció en la cruz.

Voy a decir algo que quizás no ha oído antes, y estoy plenamente convencido de que así es. Por orden funcional hemos estudiado cómo funcionaban, como operaban los primeros doce apóstoles; u once, que andaban con Cristo, que estaban con él, literalmente, durante su ministerio terrenal.

Vimos que ellos hicieron tres cosas: proclamaron, testificaron, y el Espíritu Santo confirmaba lo que ellos testificaban con milagros y señales. Sabemos que eran apóstoles porque fueron enviados; APÓSTELOS.

Y de esa dimensión de APÓSTELOS, todos los ministros son APÓSTELOS. Así son llamados por Dios. Porque todos somos APÓSTELOS. (Enviados), por Dios. Pero funcionaron como evangelistas: proclamaron, testificaron y había señales y prodigios.

No fue hasta Pablo, que vino de otra orden apostólica, que no solamente eran enviados, sino que eran apóstoles. Y por eso, hoy, vemos la misma guerra en el mundo del espíritu, entre los líderes apostólicos que Dios está levantando y los que se consideraban apóstoles que ya estaban establecidos.

Lo que sucede es que hay apóstoles posicionados y apóstoles según Efesios 4. El apóstol de Efesios 4, tiene un mensaje. No una posición. Una revelación. Te explica algo; es un maestro con revelación profunda, que puede operar en cualquiera de los cinco ministerios.

No es lo mismo con un apóstol posicional que puede tener veinticinco iglesias bajo su mando porque sabe administrarlas, que el que predica el evangelio completo, que es un mensajero de Dios. No es que sea menos ni más; sólo estoy tratando de establecer la diferencia.

Los primeros apóstoles, importantísimos apóstoles llamados por la Biblia, apóstoles por APÓSTELOS, (enviados por Dios) y de discípulos, vemos en Mateo 10 que cambia la palabra y comienzan a llamarlos apóstoles.

Pero el orden de Pablo es diferente. Pablo no comenzó a proclamar la cruz; comenzó a explicar qué aconteció en la cruz. Le predicaba a iglesias ya fundadas y decía: TE QUIERO ESTABLECER.

Le predicaba a Roma, que su fe se había expandido por toda la tierra, pero le estaba orando a Dios para que les diera una apertura para poder venirlos a confirmar.

(Romanos 1: 11)= Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados.

La palabra CONFIRMADOS, aquí, es la palabra ESTABLECERSE, e implica un reaseguro divino para que no te vayas a caer con la fama que traes. Se puede ser famoso y no estar bien fundado. Porque entendiste una salvación, pero no entendiste qué se consumó en ella.

Todo lo que Dios nos ha dejado; todas esas bendiciones de Efesios 1:3, que dicen que las tenemos en los lugares celestiales, pero no sabemos canjearlas, porque según el hombre piensa, así es él.

Ese es Pablo que comienza a decir: La iglesia no es la que se va a construir: eres tú, la casa de Dios eres tú. Y comienza a explicar lo que había allá. Y lo mismo está pasando ahora. Se predicó a Jesús; Cristo salva, Cristo sana, arrepiéntete, entra al reino de Dios, gloria a Dios y se me llenó la casa de gente, qué bueno! Ahora, cuando empezamos a explicar: tienes que comer de mi sangre y mi carne, la gente se empieza a ir. Porque no entiende que se está hablando del hombre interior. Pablo no era un caníbal.

El mismo Pedro tuvo dificultades en entender a Pablo, a veces. Nosotros, hoy, estamos interpretando lo que Pablo quiso decir. Y por causa del tiempo, sólo por causa del tiempo, porque la Palabra dice que vemos a través de un espejo y, según el día se acerque, entendemos más. Sólo por causa del tiempo sabemos más que Pablo.

Entonces, yo quiero revisitar la cruz porque me parece que Dios nos dejó una millonada y la mayoría de nosotros vivimos con la millonada en el banco espiritual y viviendo casi en la miseria espiritual por falta de entendimiento. ¿Cómo podemos conciliar y pasar de esta columna a esta columna lo que él dijo?

Si yo te preguntara a ti cómo fuiste salvo o cuándo te tocó la sangre, tú me responderías con una gama de fraseología religiosa como: «Por fe». Cierto, pero no me explicó nada. «Pues tiene que creer». Está bien, yo creo; ¿Cuándo te tocó la sangre? ¡No! ¡La sangre se secó en el suelo!

Explícame el asunto. ¿Cómo algo, que hizo un hombre en una cruz, viene a ser parte de algo que cambió mi vida? ¿A un médico que preguntara eso, con sinceridad y deseos de ser salvo, qué le dirías? ¿Sabes explicar la cruz? O le vas a decir: tienes que creer?

(Mateo 27: 46)= Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eli, Eli, ¿Lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿Porqué me has desamparado?

Aquí vemos que Cristo, en la cruz, dice que alguien se separa de ÉL. Que alguien lo desampara.

(47) Algunos de los que estaban allí, decían: al oírlo: a Elias llama éste.

(48) Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja y la empapó de vinagre, y
poniéndola en una caña, le dio a beber.

(49) Pero los otros decían: deja, veamos si viene Elias a librarlo.

(50) Mas Jesús, habiendo otra vez (diga «otra vez») clamado a gran voz, entregó el espíritu.

(Verso 51)= Y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; (52) y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.

(Verso 53)= Y he aquí el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; (Primero se rasgó arriba, después se rasgó abajo)

Quiero decir un par de cosas sobre el velo, partiendo de la base que. Según Hebreos 10, el velo es tu carne:

(Hebreos 10: 19)= Así que, hermanos, teniendo libertad para entraren el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, (20) por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, (21) y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de dios, (22) acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

Hay dos cosas, aquí, que son importantes: N°1: el camino es nuevo. La palabra es PROSPHETOS. Significa «recientemente abierto» o «formado en frescura». O sea: recién. Hay un camino para pasar del otro lado del velo.

Ese camino no es inhóspito o desconocido porque, si bien es nuevo, él lo abrió para nosotros. Él traspasó esa valla increíble para que luego, cada uno de nosotros, escondidos en él, pueda desandarlo sin grandes problemas.

Cuando nosotros, en el mover carismático, para 1970, empezamos a entender que, más allá de la liturgia que había en la iglesia, podía haber esta libertad, empezamos a aplaudir y a danzar. Y vinieron las canciones de Maranatha y todo el mundo dijo: ¡Qué bueno! ¡Ahora podemos hacer lo que ellos hacían!

Porque es indiscutible que, al igual que lo implantara la religión tradicional y oficial, nuestro pueblo se formó con el concepto de un intermediario entre sus intereses y Cristo. «Quiero que me unjan», «quiero que me oren», «quiero que me digan qué tengo que hacer». Intermediarios. Ahora podemos hacer lo que ellos hacían.

Podemos hacer lo que el sumo sacerdote hacía, pero en vez de una vez al año, ahora lo podemos hacer en cualquier tiempo y a cualquier hora de cualquier día. Todos podemos alabar, no es obligatorio que un «ministerio especial» nos diga y nos marque qué debemos hacer, cuándo y de qué manera.

No está mal que nos organicemos y es bueno que haya eso, pero lo que intento mostrarte es que no es necesario. Tú puedes alabar sin ayuda. Puedes orar sin ayuda. Es más: todos podemos entrar. No que entra primero el pastor y él le dice a Dios quién sí y quién no. No te sonrías, te lo digo porque en algunos lugares hay gente que cree que es así.

¡Ahora podemos hacer lo que el sumo sacerdote hacía! Pero no…¡No queremos hacer lo que el Sumo Sacerdote hacía! ¡Es por un camino nuevo! No es que todos debamos hacer lo que él hacía, es que tenemos que hacer cosas que él nunca hizo. El camino es nuevo, es diferente. No existía antes, no es más de lo mismo.

Dice que es PROSPHETOS, algo que es reciente, que es nuevo. Es una operación totalmente diferente.

Luego dice que el camino no sólo es nuevo, sino que es vivo. La palabra es ZOA. Tiene que ver con vida. Es poderoso, imparte vida.

El versículo clave para el tercer milenio es todo un canto a cuestiones muy específicas.

(Génesis 49: 22)= Rama fructífera es José, rama fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro.

Aquí, como se puede ver, está hablando de que José es un renuevo que se va por encima de los muros. Dios está sacando a su iglesia de dentro de la iglesia. …Porque de tal manera amó Dios al mundo… Ahora está sacando a su iglesia de dentro de la iglesia. Porque Dios – dice – amó al mundo, no a la iglesia. A mí me amó cuando estaba perdido en el mundo, sino hoy no estaría aquí hablando de sus cosas. Para poder hacer esto, primero tenemos que ser iglesia; si no se pierde todo el mundo.

No hay lugar para sacrificios carnales. ¡Pero hermano! ¡Nosotros no acostumbramos a hacer promesas físicas a cambio de bendiciones ni tampoco andamos sobre nuestras rodillas para cumplir con un pacto! Es verdad.

¿Estaremos muy maduros, entonces? No lo creas. Hacemos un montón de sacrificios carnales casi sin darnos cuenta y, la gran mayoría de las veces, entendiendo que es plan de Dios. Hasta se han creado ministerios de mucho prestigio siguiendo una idea humana y a puro sacrificio carnal y sin que Dios haya tomado nota de su existencia.

No hay sacrificios carnales. No hay atrio, no hay un altar donde quemarlos. Es la excepción, no es la regla. La iglesia cambió, ya no se opera de esa forma. Todo lo que son sacrificios. Podemos entrar y tener un estudio bíblico y adorar luego de que el entendimiento entre.

O podemos estar aquí y dar cinco clases y diez reuniones y luego celebrar un día de adoración por lo que hemos entendido. O podemos tener adoración cada vez que nos reunimos. O sea: no es un rito. La gente se asusta cuando no sabe lo que va a pasar. Pero para allá vamos.

Lo que una gran cantidad de personas vemos, como la iglesia del siglo veintiuno, no tiene nada que ver con lo que nosotros llamamos «las reuniones», en sí.

Ahora se vive con un sentido gubernamental en nuestras vidas. El hombre, según como piensa, así es. Sentir tu vida con una sensación de grandeza.

Comentarios o consultas a tiempodevictoria@yahoo.com.ar

enero 1, 2015 Néstor Martínez