Dios les bendiga, mis amados.
Yo como hijo de Dios, me he detenido a analizar mí vida desde mí niñez, y he podido darme cuenta que la palabra qué nuestro Padre le dijo a Jeremías es tan real qué simplemente la locura humana, y la ignorancia nuestra ha podido dejarla en un lugar tan distante que hoy simplemente ya no existe. La cual el 90% del pueblo de Dios la toma y no recibe ninguna ministración y esta es.
«Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.» Jeremías 1:4-5
Recuerdo que nunca en mí vida sentí afición por el tema de la navidad aunque sí por los reyes magos, claro por la ilusión de los juguetes. Pero nunca tuve ésa afición por santa claus, los reyes magos o las celebraciones navideñas, ni por nada de lo que representaba.
Hoy al mirar atrás me doy cuenta que el espíritu de colocación que hoy nos define como hijo de Dios siempre ha hecho una separación entre el tradicionalismo religioso, y la verdad que emana del trono de nuestro Padre.
Creo sin lugar a dudas que esté ha sido el año más tenebroso que he vivido. Al ver tantas películas que hablan de armonía, confraternidad, compañerismo, desprendimiento, ect, ect, ect. Siendo la realidad de estás fiestas todo lo contrario, y peor aún es ver a una gran mayoría del «pueblo de Dios» celebrandola pero con «cierta» conmensura. Cuando la palabra enseña que de una misma fuente no puede frotar agua dulce y salada.
«Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.» Jeremías 1:6
Siendo está la mayor excusa que tenemos para justificarnos delante de nuestro Padre por nuestra negligencia.
«Es que Señor como le voy a enseñar estás cosas. Es que los nuevos no lo van ha entender. Es mejor seguir las enseñanzas que sé han establecido, para que después que estén maduros entonces sí.»
Lamentablemente es por esto que la manifestación de los hijos de Dios no es más que una posición teológica. La cual ha nosotros nos cuenta horrores asimilar por qué conlleva un cambio de mentalidad, y nuevas responsabilidades delante de nuestro Padre. Qué a todos nos saca de nuestro zona de confort.
«Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.» Jeremías 1:7
¡Uh!. Ahora sí que las cosas cambian de color azul a rojo.
Cuando asimilamos la mentalidad de un hijo de Dios, todo lo que representa nuestra vida da un giro de 180°. TODO cambia y te das cuenta que el 99.82% de toda las cosas que creíste que eran verdaderas no lo son. Entonces te das cuenta que la gran mayoría de las personas que te rodean están equivocadas, e inmediatamente sé rompe el vínculo. Entonces dices.
«Padre mío, ¿Qué hago con esto?
Hablales.
Padre mío, me van a catalogar de loco, mundano, hereje, falso profeta, blasfemo, entre otras bellezas más.
No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
Entonces…
Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.» Jeremías 1:8-11
Nosotros como hijos de Dios, debemos entender lo que nuestro Padre ha puesto en nuestra manos. Pero primeramente debemos de arrancar, destruir, arruinar, y derribar lo que ha sido establecido por Babilonia en nosotros. Para que luego podamos edificar y plantar lo que nuestro Padre ha hecho en nosotros desde antes de la fundación del mundo.
Entonces la Luz de Cristo resplandecerá en nosotros y el mundo le verá, le conocerá, y vendrá a Él.
Mientras los rudimentos del mundo sigan gobernado nuestra vida, seguiremos estancados.
Dios les bendiga, desde RD pa’l mundo.
Encontré en internet el libro que menciona Néstor. Lo voy a leer en este instante. Aparece así en Google: Historia de la Biblia: el enigma de los magos venidos desde Oriente
El autor bucea en la realidad remota de estos personajes y resume su cautivante trayectoria a través de los tiempos. Saludos y bendiciones desde Posadas – Misiones – Argentina.
Dios les bendiga, mis amados.
Yo como hijo de Dios, me he detenido a analizar mí vida desde mí niñez, y he podido darme cuenta que la palabra qué nuestro Padre le dijo a Jeremías es tan real qué simplemente la locura humana, y la ignorancia nuestra ha podido dejarla en un lugar tan distante que hoy simplemente ya no existe. La cual el 90% del pueblo de Dios la toma y no recibe ninguna ministración y esta es.
«Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.» Jeremías 1:4-5
Recuerdo que nunca en mí vida sentí afición por el tema de la navidad aunque sí por los reyes magos, claro por la ilusión de los juguetes. Pero nunca tuve ésa afición por santa claus, los reyes magos o las celebraciones navideñas, ni por nada de lo que representaba.
Hoy al mirar atrás me doy cuenta que el espíritu de colocación que hoy nos define como hijo de Dios siempre ha hecho una separación entre el tradicionalismo religioso, y la verdad que emana del trono de nuestro Padre.
Creo sin lugar a dudas que esté ha sido el año más tenebroso que he vivido. Al ver tantas películas que hablan de armonía, confraternidad, compañerismo, desprendimiento, ect, ect, ect. Siendo la realidad de estás fiestas todo lo contrario, y peor aún es ver a una gran mayoría del «pueblo de Dios» celebrandola pero con «cierta» conmensura. Cuando la palabra enseña que de una misma fuente no puede frotar agua dulce y salada.
«Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.» Jeremías 1:6
Siendo está la mayor excusa que tenemos para justificarnos delante de nuestro Padre por nuestra negligencia.
«Es que Señor como le voy a enseñar estás cosas. Es que los nuevos no lo van ha entender. Es mejor seguir las enseñanzas que sé han establecido, para que después que estén maduros entonces sí.»
Lamentablemente es por esto que la manifestación de los hijos de Dios no es más que una posición teológica. La cual ha nosotros nos cuenta horrores asimilar por qué conlleva un cambio de mentalidad, y nuevas responsabilidades delante de nuestro Padre. Qué a todos nos saca de nuestro zona de confort.
«Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.» Jeremías 1:7
¡Uh!. Ahora sí que las cosas cambian de color azul a rojo.
Cuando asimilamos la mentalidad de un hijo de Dios, todo lo que representa nuestra vida da un giro de 180°. TODO cambia y te das cuenta que el 99.82% de toda las cosas que creíste que eran verdaderas no lo son. Entonces te das cuenta que la gran mayoría de las personas que te rodean están equivocadas, e inmediatamente sé rompe el vínculo. Entonces dices.
«Padre mío, ¿Qué hago con esto?
Hablales.
Padre mío, me van a catalogar de loco, mundano, hereje, falso profeta, blasfemo, entre otras bellezas más.
No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
Entonces…
Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.» Jeremías 1:8-11
Nosotros como hijos de Dios, debemos entender lo que nuestro Padre ha puesto en nuestra manos. Pero primeramente debemos de arrancar, destruir, arruinar, y derribar lo que ha sido establecido por Babilonia en nosotros. Para que luego podamos edificar y plantar lo que nuestro Padre ha hecho en nosotros desde antes de la fundación del mundo.
Entonces la Luz de Cristo resplandecerá en nosotros y el mundo le verá, le conocerá, y vendrá a Él.
Mientras los rudimentos del mundo sigan gobernado nuestra vida, seguiremos estancados.
Dios les bendiga, desde RD pa’l mundo.
Encontré en internet el libro que menciona Néstor. Lo voy a leer en este instante. Aparece así en Google: Historia de la Biblia: el enigma de los magos venidos desde Oriente
El autor bucea en la realidad remota de estos personajes y resume su cautivante trayectoria a través de los tiempos. Saludos y bendiciones desde Posadas – Misiones – Argentina.