La Bendición del Espíritu de Poder

El espíritu de poder, quinto en la cronología del candelabro hebreo, es en línea generales y según lo transcriben algunos estudiosos de diferentes épocas, el arte de la ejecución; del poder hacer, de la fuerza heroica, de la relación con la realidad y, en suma, del hacer.

(Éxodo 9: 16) = Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra.

Este texto, donde se recoge algo que Jehová expresa a Moisés durante el exacto momento de la plaga del granizo, tiene que ver con el epicentro de lo que hoy todavía es el hombre en el concierto del cielo como factor de poder central: un vehículo, un utilitario sencillo en la medida de su aptitud desde la obediencia.

(Éxodo 14: 31) = Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.

La respuesta apropiada al poder de Dios es el temor, (Hablo de temor reverente, no de miedo satánico, obviamente), la confianza y la obediencia. Los israelitas tuvieron que aprender esa lección vez tras vez. El poder de Dios cuyo espíritu hoy plenifica al hombre, destruyó al poder egipcio mediante las plagas a las que Faraón debió someterse.

(Números 11: 23) = Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.

Cuando clavas tus rodillas en oración y clamas al Dios de todo poder para que te arregle ese problema que a ti te parece imposible de arreglar, no siempre tu fe es ciento por ciento. A veces, tienes un corazón lleno de dudas y, si escucharas la voz de Dios, seguramente te estaría diciendo exactamente lo mismo que le dijo a Moisés aquí.

(Deuteronomio 4: 37) = Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder.

Eso quiere decir, mi amado hermano o hermana que todavía enjuicias a tus padres por algún error o equivocación cometida de manera involuntaria respecto a tu educación o crianza, que tal vez hoy has conocido a Cristo y eres salvo o salva, porque antes el Señor amó  a esos padres tuyos y por amor a ellos posibilitó tu transformación. ¿Lo habías pensado así alguna vez? Lo reafirma con todas las letras más adelante, cuando dice:

(Deuteronomio 9: 29) = Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.

Bajo la Sombra de Sansón

(Jueces 14: 6) 0 Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.

La práctica de desgarrar un cabrito en dos tirando de sus patas, era común en esa zona del mundo, donde todavía se sigue practicando como parte de algunos ceremoniales. El espíritu de poder se manifiesta en este caso específico de Sansón, en fuerza física.

(1 Samuel 2: 10) = Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, y sobre ellos tronará desde los cielos.

En este texto es donde aparece la primera referencia al Mesías, y hace alusión a lo que el poder de Dios puede producir entre aquellos que se opongan, no sólo mediante un hombre puntual y específico, sino mediante cualquiera que acepte ser parte del Reino de Dios.

(1 Samuel 10: 10) = Y cundo llegaron allá al collado, he aquí a la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos.

Tributos Debidos

(1 Crónicas 16: 27) = Alabanza y magnificencia delante de él; poder y alegría en su morada.

(28) Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, dad a Jehová gloria y poder.

Los elementos espirituales que rodean la presencia de Dios son claros y definidos. En este caso estamos hablando del poder, el cual se hace presente en esta mención, pero no en soledad. Está acompañado de otros que jamás se encuentran demasiado lejos: la gloria y la alegría.

De allí que, cuando vemos manifestaciones del poder de Dios que no glorifican Su nombre, sino el de algún hombre que dice representarlo, y se realiza en medio de ambientes cargados de ansiedad o solemnidad, podemos deducir que no siempre se trata del poder de Dios, sino de alguna imitación puesta para confusión y perdición.

(2 Crónicas 20: 5-6) = Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿No eres tú Dios de los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?

Sentencias Cumplidas

(Job 12: 12) = En los ancianos está la ciencia, y en la larga edad la inteligencia.

(13) Con Dios está sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia.

Por muy poco no están citados en estas sentencias cumplidas los siete espíritus que estamos estudiando. Fíjate que en apenas dos versos, están incluidos: la ciencia, la inteligencia, la sabiduría, el poder y el consejo. Se lo adjudica a los ancianos y a personas que han vivido muchos años.

Buen momento para preguntarnos: ¿Esto es realmente así, como dice la Biblia, y debemos creerlo sin interesarnos por lo que vemos u oímos a nuestro alrededor con ancianos y gente longeva? No. Dios siempre dijo que escudriñemos las escrituras, y eso es lo que aquí deberás hacer.

Haciéndolo, descubrirás que esta aseveración no es masiva y globalizada, que sólo se refiere a los hijos del Dios Altísimo. Porque sus ancianos son los que indudablemente adquieren mayor sabiduría, y sus longevos los que a través de todo lo vivido en diaria comunión con Dios, han aprendido. Por eso dice el salmista:

(Salmo 93: 1) = Jehová reina; se vistió de magnificencia, Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá.

Presente en Su Venida

(Mateo 24: 30) = Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.

No puedo enumerarte la cantidad de tesis y teorías respecto a cuál será esa señal. Distintos teólogos, aprendices de teólogos, oportunistas y charlatanes han elaborado diferentes interpretaciones tendientes a preparar a la gente respecto a la Segunda Venida.

Ha sido por esa causa que, cada tanto, cada cierto tiempo, período o suma de años, salta algún grupo en algún lugar del mundo que con bombos y platillos y pintorescos ceremoniales cubiertos por decenas de cámaras de la televisión, anuncian el fin del mundo, la Segunda Venida de Jesucristo para una determinada fecha y parten con ropas especiales a una montaña cercana a esperarlo.

Obviamente, algunos días después retornan cabizbajos, confundidos, sin prensa alguna que cubra ese momento y con la despiadada burla de todos los incrédulos que, a partir de esto, se vuelven mucho más incrédulos todavía.

Lo que yo puedo asegurarte, es que el Señor va a retornar. Porque está escrito y porque Él mismo lo está diciendo aquí y en otros textos más. Cuándo va a ser, de qué modo va a ser y bajo qué perspectivas externas, no lo sé.

Y no sé si alguien lo sabe con certeza. Es más; no sé si Dios mismo quiere que lo sepamos. Si lo quisiera, nunca hubiera permitido que se escribiera que nadie lo sabe y que será como ladrón en la noche. Para ser un hijo de Dios, es más que suficiente. Y que los influenciados por el espíritu de Grecia sigan tejiendo conjeturas, hipótesis y análisis. Ese no es nuestro trabajo. Marcos relata lo mismo más o menos con las mismas palabras.

(Marcos 14: 62) = Y Jesús dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

La única acotación producto del escudriñar propio que voy a hacer, es considerar que la palabra que aquí se traduce como “nubes”, es nipash, la misma que en otros textos es traducida como cantidad importante de testigos. Si quieres, lo tomas; si no te convence, lo dejas.

Sanidad, Salvación

(Lucas 5: 17) = Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar.

Dice un comentarista en una de mis Biblias de estudio que esa expresión de “el poder del Señor”, lo que en realidad significa es: “el Espíritu del Señor”. Amén, es una corroboración a lo que estamos enseñando. El poder sanador, ese que tanto se promociona y hasta se bastardea en cualquier plataforma de cualquier campaña supuestamente evangelística con cierta mediocridad, es uno de los siete espíritus de Dios y, como tal, sólo se mueve cuando Dios lo dispone, no cuando un hombrecillo fatuo con veleidades de astro lo reclama a los gritos tal como si dios fuera su empleado obediente.

(Romanos 1: 16) = Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente, y también al griego.

El tema central de la carta es que Pablo no se avergonzaba de anunciar el evangelio porque sabía que tenía poder para traer salvación a la gente. Ello sucedía cuando, para alcanzarla, las personas confiaban y ponían su fe en Cristo.

Cuando dice “al judío primeramente”, se refiere a que la práctica misionera de Pablo en cada ciudad era comenzar predicando el evangelio en la sinagoga judía, y luego, una vez que los judíos lo escuchaban, o rehusaban hacerlo, predicar a los gentiles. Esto seguía fielmente el patrón establecido por Dios en el Antiguo Testamento, el de Cristo durante su ministerio terrenal, y el del trabajo evangelístico de la iglesia primitiva.

Fortalezas Pendientes

(2 Corintios 8: 10) = Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado.

(11) Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis.

(12) Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.

(13) Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, (14) sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, (15) como está escrito: el que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.

En principio vemos que Pablo está dando un consejo, una opinión, y no un mandato. Esto borra cualquier apariencia de coacción. Porque él dice que esto es desde el año pasado, lo cual nos da a entender que los problemas entre Pablo y la iglesia de Corinto quizás retrasaron este proyecto.

El hace hincapié y referencia a estar con  la voluntad dispuesta, lo que equivale a decir con el deseo de dar, lo que implica y significa una cuestión clave. No se está hablando, obviamente, del simple monto de una ofrenda.

Cabe señalar que los corintios disponían en esos momentos de más recursos que los cristianos de Jerusalén y, como da a entenderé Pablo, más que los macedonios, quienes acababan de entregar una tan generosa ofrenda.

El maná en el desierto había provisto suficiente para los israelitas, un hecho que ilustraba los deseos de Dios para con su pueblo. Una distribución equitativa, sin embargo, depende de lo que ofrenden aquellos que gozan de la abundancia.

(Colosenses 1: 9) = Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, (10) para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; (11) fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;

Los herejes prometen a sus seguidores un nuevo conocimiento, que en griego es la muy conocida palabra gnosis, que preponderantemente, se basa en enseñarse a sí mismo. Pablo ora para que los colosenses reciban la plenitud y se mantengan bajo la potestad del más completo y claro conocimiento (Eso es epignosis), de la voluntad de Dios.

Luego, cuando les dice que anden como es digno del Señor, se refiere a un radical compromiso de la voluntad, el sentimiento y la disposición de agradar a Cristo. Tal forma de andar se caracteriza por la plenitud de frutos, crecimiento en el conocimiento divino, poder de lo alto y gratitud.

Cosas que Ojo no Vio

(1 Corintios 2: 1) = Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.

(2) Pues me propuse no saber entre vosotros cosa sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

(3) Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; (4) y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, (5) para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

(6) Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los  príncipes de este siglo, que perecen.

(7) Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, (8) la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al señor de gloria.

(9) Antes bien, como está escrito: cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.

(10) Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

(1) Porque, ¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

(12) Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.

La Biblia dice que el Reino de los cielos no consiste en palabras sino en poder. Es indudable que Dios les ha concedido a sus hijos poder, para ejercer determinadas funciones, Hechos 1: 8, dice que recibimos poder cuando el Espíritu Santo viene sobre nuestras vidas, pero esta capacidad, revestimiento y potestad es para serle testigo en Jerusalén, “que representa nuestra “casa, ciudad, urbanización”, Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.

La Biblia también dice que una vez que aceptamos a Jesús en nuestros corazones adquirimos una identidad, un nuevo Nombre y Apellido espiritual, que nos es otorgada una nueva ciudadanía que no es terrenal sino celestial. Filipenses 3: 20, muestra donde fuimos constituidos hijos legítimos de Dios, Juan 1:12: Mas a todo los que le recibieron a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios.

Ahora bien, esta facultad Dios nos las dio para ejecutar determinadas actividades, nos las delegó para facilitarnos el ejercicio, servicio y trabajo aquí en la tierra, nos las confió para ocuparnos de una obligación de encargo absoluto, para que le representemos, ya que somos los mayordomos del Reino, embajadores de Dios aquí en la tierra.

La palabra poder tiene un significado muy particular, y es la capacidad que nosotros tenemos para hacer o abstenernos de hacer algo, es esa potencia, posibilidad para lograr lo que Dios nos ha mandado hacer o no hacer.

Dios nos otorgó ese poder conjuntamente con un mandato, para que obremos en su nombre y por su cuenta. Descansó en nosotros dándonos un mandato o poder, que es una representación legal que acarrea responsabilidades.

Es por eso que el temor al fracaso, el miedo de levantarnos y hablar la palabra de Dios no puede tomar el control de nuestras vidas. Una persona valiente no es aquella que no siente miedo, sino aquella persona que en dicha circunstancia no toma en cuenta lo que teme. Alguien dijo que en Dios no existe no tener miedo; existe que teniéndolo, se vence.

La Biblia también dice que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. El dominio propio es la facultad y potestad de una persona sobre sí misma. Es por eso que pablo inspirado por el Espíritu Santo dijo que el Reino de los cielos para los que se pierden, es locura, pero para nosotros es poder de Dios.

1 Corintios 1: 8. Ese poder lo adquirimos de forma generosa y no onerosa, fue sin pagar ni medio, todo el pago lo llevo Jesucristo nuestro señor en la cruz, para que nosotros seamos libres, de toda atadura, ligadura, opresión, maldición y desenfreno carnal.

 Isaías 53: 5. Fue por amor, en favor a nuestro caminar y desenvolvimiento, Aleluya!!… es por esa razón que hoy en día tenemos un corazón humillado y agradecido, tanto es así que anunciamos las buenas nuevas del reino en toda oportunidad que se nos presenta, confesándole al delante de los hombres y sin avergonzarnos.

Es también por eso que él se agrada con nuestros actos de fe y de osadía. Todo, amado hermano, lo que estemos emprendiendo para el reino de Dios, tenemos que hacerlo en el nombre de Jesús, porque Él merece toda la gloria de nuestras acciones, aunque tengamos el libre ejercicio de nuestros derechos.

 Marcos 16: 15- 18, dice que en el nombre de Jesús echaremos fuera demonios. Alégrate porque eres un procurador del Reino, el gerente de los negocios y asuntos de Dios aquí en la tierra, esa es tu identidad como hijo, ese es tu derecho legítimo, así que Levántate, Toma tu lecho Y Anda.

Es decir, recobra, despierta la actitud como hijo que está en ti, revive el espíritu de poder que Dios te delegó, toma el control, y enseñoréate de tu debilidad, de todo lo que este atando tu vida y separándote de la comunión con el padre, y anuncia lo que Dios ha hecho en ti.

Recuerda siempre y que no se te olvide nunca; tú y yo tenemos la mente de Cristo, y he allí que debemos de tomar actitudes como el, seamos imitadores de él, de lo bueno, y no nos cansemos de anunciar las buenas nuevas del Reino.

El Espíritu Santo es una persona porque posee las características de la personalidad. En  otras palabras, posee intelecto, emociones y voluntad. Una fuerza –como muchos le llaman- o un poder o un ente  etéreo –como otros lo  rotulan-,  o una manifestación insustancial, incluso,  no tiene intelecto, ni emociones ni voluntad;  pero la Biblia nos habla de que el Espíritu Santo sí tiene estas tres características de la  personalidad. 

Intelecto

En 1 Corintios 2:10-11 dice: Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu;cuando Pablo está hablando de nos las reveló se refiere a principios, palabras, conocimiento; y una fuerza no revela conocimiento.

En el versículo 6 dice: Sin embargo, hablamos sabiduría;y ¿Esta sabiduría de dónde?, la sabiduría que Dios da, y ¿Quién nos da esa sabiduría?, versículo 10: Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo más profundo de Dios.

Y miremos ahora el versículo 11, precisamente hablando del Espíritu de Dios, luego habla del espíritu del hombre, entonces mire la comparación: Espíritu de Dios -espíritu de hombre. Nadie duda que tú eres una persona, ¿Cómo podríamos dudar que el Espíritu Santo es una persona? si hasta lo compara contigo mismo.

 Versículo 11: Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.Aquí hay una directa comparación del Espíritu Santo con el del hombre, en el sentido de que hay esa habilidad de conocimiento.

¿El hombre puede adquirir conocimiento? -Sí; exactamente así el Espíritu Santo, y está comparándolo directamente contigo; tú no eres una fuerza, no eres un ente etéreo, -¡NO!, eres una persona, y aquí se compara al Espíritu Santo con nosotros las personas, por lo tanto, el Espíritu Santo es una persona porque tiene intelecto.

Emociones

En Efesios 4:30 dice: Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención (el Espíritu Santo se entristeció), otra versión dice: "no entristezcan", ¿se puede entristecer a una fuerza?

No, no se puede entristecer a una fuerza. Una fuerza desaparece, una fuerza actúa, empuja, pero no se entristece. Además una fuerza cesa, pero jamás se entristece. Una fuerza se apaga, no se entristece. En Romanos 15:30 habla del gozo del Espíritu; y en Santiago 4:5 habla de que el Espíritu Santo es celoso, es celoso cuando te ve a tí compartiendo con el mundo.  

Voluntad

Dice: "Ahh!, éste no es mi dueño el que está manejando, así que no arranco, por más que éste trate no me muevo", -¡NO!, esto no es cierto, la fuerza no puede tomar decisiones, arranca hasta con un ladrón. En cambio, el Espíritu Santo puede usar su intelecto, emoción y su voluntad para decidir lo que él quiere hacer. 

Sobre el ejercicio de la voluntad del Espíritu Santo también vemos algo en Hechos 16:6-11 y Gálatas 5:17. En Gálatas 5:17 habla de que nosotros nos sometamos a la voluntad del Espíritu Santo, dice: la carne es contra el Espíritu, el Espíritu es contra la carne, y estos se oponen entre sí, para que no hagáis la que quisiereis, y luego dice versículo 25: andemos por el Espíritu,es decir, bajo la dirección del Espíritu Santo de Dios. 

Persona, Porque así Actúa

El Espíritu Santo habla, en Hechos 13:2, y dice: Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: apartadme a Bernabé y Saulo para la obra a que los he llamado, por cierto, aquí está otra vez la voluntad del Espíritu.

El Espíritu Santo llama al ministerio. Muchas veces decimos: “Dios me llamó”, pero realmente la encargada de eso es el Espíritu Santo. Lo que sucede es que muchos que sienten ser llamados pertenecen a denominaciones que no tienen demasiado en cuenta al Espíritu Santo, entonces comienzan sus ministerios con una tremenda duda teológica y espiritual. A esto lo confirma Pablo en 1 Timoteo 4:1.

El Espíritu Santo enseña, en Juan 14:26 dice: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y (él) os recordará todo lo que yo os he dicho. Nos enseña y nos recuerda, ¿Quién?, el Espíritu Santo. ¿Puede una fuerza hacer eso?, de ninguna manera. Es una persona. También lo vemos  en Nehemías 9:20. 

En Romanos 8:16 dice: El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Mira, si el Espíritu testifica a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios y no se creyera que el Espíritu Santo es una persona, entonces tú tampoco debes ser persona, y tú eres una cosa, un objeto; porque el Espíritu testifica a nuestro espíritu como una persona. 

El Espíritu Santo guía, en Romanos 8:14 dice: Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.  También la Palabra habla que el Espíritu indica qué hacer, el Espíritu da órdenes específicas, una fuerza no haría eso; en Hechos 8:29 dice: Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Esto indica cosas que hacer. También en Hechos 13:2,4 y 20:28. 

El Espíritu Santo ayuda, nos ayuda como una persona no como una fuerza, no se habla de que nos ayuda como un abre latas eléctrico o algo parecido, es algo más que una fuerza potencial, es una ayuda de consejo, de consolación. La ayuda del Espíritu no es impersonal, de una cosa, es personal.

En Romanos 8:26 dice: Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Estamos hablando de una persona no de una fuerza impersonal. 

El Espíritu Santo consuela, en Juan 14:16 dice: Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. El Espíritu Santo es una persona porque se le puede tratar como a una persona. 

Al Espíritu Santo no lo podemos tratar como a una fuerza, cometeríamos un error al tratarlo así, por tanto, si podemos tratarlo como a una persona entonces: Se le puede obedecer, porque es una persona, al igual que se le puede desobedecer, pero sería mejor obedecerle. 

En Hechos 10:19-20 dice: Y mientras Pablo pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.El Espíritu Santo se le trata como una persona, el Espíritu habló con Pedro y le dio una orden.

El Espíritu interviene en el pensamiento de Pedro justo cuando él estaba pensando en la visión, una fuerza jamás podría hacer algo así. Aquí se puede notar una sabiduría, una inteligencia, que se le manifestaba a Pedro para entender la visión. 

Se le puede mentir y probar. No creo que exista una fuerza a la que uno le pueda mentir. En Hechos 5:3, 4,9, el versículo 3 dice: Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?

Se le puede resistir. En Hechos 7:51 dice: "¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo, como vuestros padres, así también vosotros.Una fuerza yo no la puedo resistir de esta manera, por ejemplo, si tú te encontraras a diez mil metros de altura en un avión, tú vas de piloto y de repente dices: "apaguemos el motor y resistimos la fuerza" de seguro la fuerza se traería abajo el avión y te estrellarías. A la fuerza no se le resiste, en cambio, a una persona sí se le puede resistir, decirle "No" ó "yo argumento esto o aquello". 

Se le puede contristar. En Efesios 4:30 dice: Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.  Se le puede blasfemar. En Mateo 12:31 dice: Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.

Al final de cuentas es también resistir la obra que él quiere hacer, que yo reconozca que Jesús es el Señor y que solamente en él hay salvación. El Espíritu Santo es una persona porque se relaciona al mismo nivel con otras personas. 

Así que si el Padre y el Hijo son personas, y el Espíritu Santo se relaciona con ellos, entonces él es también una persona.  El Espíritu Santo es una persona porque para referirse al Espíritu Santo en el texto original griego se usa un pronombre masculino. 

"Neuma", que es el sustantivo neutro que al aplicarse al Espíritu se reemplazan por pronombres de género masculino. En lugar de decir "lo", dicen "el". La Biblia dice del Espíritu Santo "éste" ó "aquel", entonces está hablando de una persona.

Uno dice: "¿Quién es aquel?", así dice la Biblia. En Juan 16:13-14 dice: Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará de lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Se usan pronombres masculinos. 

Porque Jesús lo Dijo

En Juan 14:16 dice: Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador,al decir Jesús "otro Consolador" está hablando de una persona no de una cosa. Puesto que él (Jesús) es el primer Consolador, estaba hablando de quien lo iba a sustituir para continuar con su labor, tal como él lo había hecho con sus discípulos, como una persona. ¿Crees tú que en la mente de los discípulos estaban pensando que era una fuerza? -No, estaban pensando en una persona.

Persona por Distinción

En Lucas 1:35 dice: Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre tí, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.¿Cómo fue que vino el poder a cubrirla? respuesta: cuando vino el Espíritu Santo, es decir, el Espíritu es el que comunica (da) la fuerza, el Espíritu es el que comunica el poder, pero es más que la fuerza o el poder, él es quien lo comunica, él es la persona que lo hace.

En Lucas 4:14 dice: Jesús volvió en el poder del Espíritu,no dice "Jesús volvió en el poder", el Espíritu es el que comunica el poder. En Hechos 10:38 también se hace la distinción entre el Espíritu Santo y una simple fuerza, dice: cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret.

En Romanos 15:13 dice: Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo, es el Espíritu quien da el poder, no es simplemente que él en sí es poder, sino que él comunica el poder. En 1 Corintios 2:4 dice: Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder. 

Una Relación Personal

Es tan real de que el Espíritu Santo es una persona que ahora vamos a la prueba vivencial, a la prueba de la experiencia. La Biblia dice en 2 Corintios 13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.

Notemos que dice "la comunión del Espíritu Santo". En la experiencia de los creyentes sabemos que el Espíritu Santo es una persona, que habla, nos guía, nos ayuda, nos indica qué orar, nos redarguye de pecado, nos llama a hacer la obra, etc., es una persona y deberíamos practicar más esta relación.

 Tú puedes tener comunión, hay que hacer una diferencia, tú oras al Padre, en el nombre del Hijo, en la guía, poder y sabiduría del Espíritu Santo, pero tú también puedes hablar con el Espíritu Santo, la Biblia dice que él busca adoradores en espíritu y en verdad, seremos mejores adoradores en la medida que tengamos comunión con el Espíritu Santo.

Ministraremos mejor a las personas en la medida que tengamos esta comunión. Algunas veces, cuando estamos orando, el Espíritu nos guía a hacer una oración especial, dirigida por él, no es por nuestra propia fuerza, el Espíritu nos ayuda a decir mejor las cosas.

Dependemos en todo de él, para hablar, para pensar, para actuar; y cada vez que no dependemos de él, algo sale mal. Una de las representaciones en la Biblia del Espíritu Santo es el de una paloma, porque es tan sensible; con razón se le puede contristar o entristecer.

Cuando tú haces cosas indebidas, tú percibes inmediatamente que el Espíritu se entristeció, es el Espíritu Santo dentro de ti, sientes como una alarma interna, y piensas "¿Qué raro, por qué me siento como mal, como deprimido, alejado, oprimido", ¡claro!, ¡el Espíritu Santo se ha entristecido!

La Biblia dice que se contrista con malas palabras, con malas actitudes, con ira, enojo, mentiras, egoísmo, desobediencia, etc., y luego tú te sientes mal, ¿Sabes qué pasó?, contristó al Espíritu. En la alabanza, hay gente que se cruza de brazos, ¡¡¡Ten comunión con el Espíritu Santo en la alabanza!!!, que él sea el que te ayude a alabar a Dios como debe ser. El Espíritu te ayuda a testificar acerca de lo que Dios hace en tí. 

El Espíritu Santo está aquí desde Pentecostés, Jesús está en el trono, y vendrá un día por segunda vez, pero mientras tanto no estamos solos; así como los discípulos estaban con Jesús, y Jesús era el maestro para ellos, hoy nosotros los discípulos tenemos al Espíritu Santo como maestro, porque así lo dijo el Señor. 

Avivando el Fuego

El pasaje de 2 Timoteo 1:6-7, nos habla de que el apóstol Pablo le dice a Timoteo que “avive el fuego” del don de Dios, Esta expresión “aviva el fuego” da a entender en un lenguaje muy común “ponle ganas a las cosas espirituales” o “ponte las pilas en las cosas espirituales” 

El don de Dios o el regalo de Dios, a que se refiere Pablo, era el ministerio que Dios había regalado a Timoteo para servirle. Debemos saber que cada uno de los discípulos posee diferentes regalos que Dios nos ha dado, y al igual que Timoteo debemos avivar el fuego en nuestras vidas. De alguna manera, lo confirma Pablo en 1 Corintios 12:11.

El apóstol Pablo dice que Dios no nos ha dado un Espíritu de Cobardía, sino de poder amor y dominio propio. Veamos que Dios ya nos dio el poder, el amor y el dominio propio, pero cuando el fuego no está avivado, surge en los creyentes el espíritu de cobardía o temor que evita que el poder, amor y dominio propio se manifiesten. Nosotros podemos identificar qué tan avivada esta nuestra llama, considerando en que magnitud están los siguientes elementos en nuestra vida. 

Poder: griego DUNAMIS …Este poder es el que nos hace poder seguir al Señor a pesar de los problemas y dificultades y nos da buen ánimo; pero, si nosotros somos de aquellas personas que cualquier dificultad los desanima, y quieren tirar la toalla. Necesitamos avivar el fuego.

Amor:griego AGAPE…Recordemos que el amor ágape es la faceta más pura del amor, y es el amor con que Dios ama. Dios nos manda a amar aun a nuestros enemigos. Podemos decir que cuando hay carencia de amor, el fuego no está avivado, y necesitamos avivar el fuego.  Una cosa muy importante de saber es que el amarnos unos a otros es un mandamiento que viene del Señor. 

Dominio Propio:griego SOPHORNISMOS, que significa Disciplina o autocontrol. Es bueno poder hacer un análisis de nuestra vida y ver qué hábitos o costumbres en nosotros todavía nos dominan, cuando hay hábitos o costumbres que nos dominan, “Necesitamos avivar el fuego”  Pablo dijo que aunque todo le era licito, de nada se dejaría dominar

Cuando no se manifiesta en nosotros poder, amor y dominio propio, podemos darnos cuenta que el fuego de Dios necesita ser avivado. Ahora bien, el avivar ese fuego implica que seamos constantes en las prácticas de la oración, adoración, lectura de la palabra, no dejar de congregarnos, aunque esto siempre tiene que ver con iglesia genuina y no con babilonias imitadoras, etc., etc. 

También el Poder

Hemos estado hablando de lo que significa ser cobardes. Dijimos que era principalmente falta de ánimo y de valor. Dice el diccionario de la lengua española esto. El espíritu de cobardía no procede de Dios. Esto es característica de los impíos de los que dudan de los que tienen inseguridad de los que dependen de los sentimientos, más de que la palabra de Dios y estuvimos hablando acerca de cómo llegar, a recibir este poder para poder llegar a ser hijos de Dios. Y también cómo vivir como hijos de Dios. El poder del Espíritu Santo produce esto. 

También el poder del espíritu Santo produce el amor. El amor que viene de Dios. Es interesante que el apóstol Pablo diga que el amor de Dios se derrama en nuestros corazones. Por el espíritu Santo, en el capítulo 5 de Romanos. La naturaleza caída del hombre, no le permite amar a Dios, porque Dios es santo, la naturaleza caída, no le permite al hombre amar a su prójimo. Por su propio egoísmo. Es más, tampoco le permite amarse a sí mismo. Por sus propias debilidades.

De Ahí el gran mandamiento que Dios pronuncia en su palabra y que Jesús lo reitera en el capítulo 22 de Mateo, ante la pregunta de cuál era el gran mandamiento entonces él dijo: como habéis leído, amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu mente con todas tus fuerzas. Y el segundo es semejante dice: amarás a tu prójimo como a ti mismo. Sí mis queridos amigos, aquí se nos manda, en la ley de Dios que tenemos que amarle a él. Con todo el corazón, con toda nuestra alma. Con toda nuestra mente y fuerzas.

En otro lugar dice: Amar a nuestro prójimo, como a ti mismo. Ahora es interesante que nosotros en este tiempo decimos: ¿Qué podemos esperar, de las personas que amen a su prójimo si no se aman a sí mismos? En el capítulo 7 de la epístola de Pablo a los romanos, por ejemplo vemos la radiografía, de una persona antes de conocer a Jesucristo.

Es ese gran conflicto que se desata en el interior de una persona, entre las dos fuerzas, el bien y el mal. Y Pablo decía, yo hallo esta ley en mí que está en mí el querer pero no el hacer. Y el bien que yo quiero hacer eso no lo hago sino que hago el mal que no quiero hacer.O sea, esa batalla campal que se desata, dentro de nuestro corazón, entre esos dos poderes. El bien y el mal. Pero también en el capítulo 8 nos presenta el contraste. 

O sea, ahora pues no hay ninguna condenación entre los que están, en Cristo Jesús los que no están conforme a la carne sino conforme al espíritu.Cuando nosotros nos convertimos a Cristo, y el Espíritu Santo mora en nosotros entonces recibimos el espíritu de Poder, amor y de dominio propio.

Y es por eso que ahora, dejamos atrás el espíritu de cobardía. Cuando nos entregamos dejamos atrás el espíritu de cobardía. Ese espíritu de Incredulidad, ese espíritu de rebeldía. Y recibimos un espíritu de Amor. Ahora qué otra cosa sería la que recibiríamos viniendo de Dios. Que es amor.

No Hay Otra Cosa

¿Qué otra cosa podría venir de Dios? Que es amor. Buenas noticias. Porque ahora sí nosotros podemos amar a Dios. Cuando nos entregamos a Cristo, ahora sí podemos amar a Dios. Podemos amar a nuestro prójimo y hasta podemos llegar a amarnos, a nosotros mismos.

Porque dice el apóstol Pablo que el que mora en nosotros, es el Espíritu Santo. En Filipenses 2:13 dice: el que mora en nosotros produce tanto el querer como el hacer su buena voluntad.Dios no nos pide lo que no podemos hacer. Sino lo que nos pide, él mismo nos capacita para hacerlo.

¿Me entendiste esta frase? Dios nunca te va a pedir hacer algo, para lo cual Él mismo no esté dispuesto a brindarte su ayuda. Así que si él mismo te está pidiendo que le ames con todas sus fuerzas, con toda tu mente, con todo tu corazón, que ames a tu prójimo, que te ames a ti mismo, él te lo da a través del Espíritu Santo, entonces, ahora ya no puedes decir más: yo no puedo amar a Dios.

Ya no puedes decir, ya no puedo amar a mi prójimo. Ya no puedes decir, no me puedo amar a mí mismo. Porque si tú tomas este paso de fe, entregando tu vida a Jesucristo, pidiéndole perdón, sinceramente por esa cobardía, esa rebeldía, por ese deseo de no creer, esa incredulidad, Dios te va a dar este espíritu maravilloso que te da todo el poder, para cumplir con sus demandas de amor.

Del Señor somos y para el Señor somos y si quieres glorificarle, obedece en fe, camina en fe y eso va a producir ese fruto tan deseado, tan codiciado que dice el apóstol Pablo en Gálatas 5:22 – 23, más el fruto del espíritu es Gozo paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.

Por ahí hay muchos hipócritas que dicen que aman a Dios y tú los conoces, no se preocupan por nadie. El apóstol San Juan en su primera epístola, capítulo 4, usted si tiene una Biblia, tú, si tienes una Biblia, puedes leerlo tranquilamente, nos habla de que existe tanta gente hipócrita que dicen que aman a Dios y no aman a su hermano entonces dicen cómo puedes decir que amas a Dios a quien no ves y no amas a tu hermano a quien ves y convives con él?

 Hipócritas que no aman a Dios y que no se aman a sí mismos. Se dan el lujo de maltratarse, yo digo que son personas masoquistas. Que hallan el placer en su sufrimiento. Creyendo en algún grado que ganarán el cielo de esa forma. 

No Solo de Labios

No, Dios no puede ser amado de sólo de labios. O en parte porque a Dios se le ama con todo. Por todo, en todo y a través de todo y esto incluye a las personas que te rodean y a tu propia persona. Dios busca que le amemos de verdad. Cómo él ama, y ¿cómo amó?

Como él ama bueno, ¡Dios, dio todo! El sigue dando todo en cuanto a las riquezas en Gloria. En Cristo Jesús. ¿Damos todo a Dios? ¿Tenemos conciencia de que todo es de Dios y que nada es nuestro? Muchos aman en la medida de las bendiciones materiales, es interesante que podemos medir el amor de las personas por Dios de acuerdo en la condición económica en la que se encuentren.

Porque muchas personas dicen amar a Dios cuando todo les va de maravilla, económicamente, sentimentalmente, familiarmente, laboralmente, pero cuando las cosas no marchan tan bien, ahí parece que el amor se les enfría. Jesús nos deja algunos ejemplos de amor.

Y dice, por ejemplo, cuando aquella mujer prostituta que pidió, que imploró el perdón, que ungió los pies con lágrimas y con sus cabellos; él enseñó a través de una parábola, de una historia, de un deudor y él llevó a que su interlocutor confesara que la persona quien más se le perdonó más amó. 

El amor hacia Dios, hacia nuestro prójimo, hacia nosotros mismos no debe estar sujeto a la situación, a la circunstancia que nos toca vivir. Sea favorable o adversa. El profeta Habacuc termina su profecía, con una declaración maravillosa: aunque no haya frutos en los viñedos, que no haya vacas en los corrales, ni en las majadas haya ovejas, ya que no quede nada, que falte el fruto, de la tierra, con todo yo espero en el Señor.

Este es un amor íntegro. Realmente maravilloso, realmente el Señor nos enseñó, a como amar a nuestro prójimo. Aún a nuestros enemigos. Pero también yo encuentro en la historia bíblica, un clásico ejemplo en la vida de Job.

Aquel viejo patriarca. Él reúne yo diría, los tres amores. Por ejemplo, él respetó profundamente a Dios, cuando él fue víctima de todas esas pruebas, que el diablo trajo a su vida por permiso de Dios, él dijo: qué y recibiremos solamente lo bueno y no lo malo de Dios y dice que a través de todas esas pruebas, él no negó a Dios, no atribuyó despropósito ninguno a Dios y no pecó contra Dios.

Sino que dijo, Jehová Dio, Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito. Pero también él oró por sus amigos y, al final de su libro dice que luego de que él hubo orado por sus amigos, Dios lo sano. Lo prosperó y le dio mucho más de lo que tenía antes. Pero también él se amó a sí mismo.

Yo encuentro esto tan precioso allí en el capítulo 13, versículo 14 y 15, cuando él dice: “quién soy yo para comer mis carnes?” Como diciendo, quién soy yo para tomar mi carne y matarme a mí mismo, No, yo espero en el Señor.

El Señor que vale la pena, amar y servir, es el Señor que te ama a ti, y que ha dado todo por ti y que quiere que tú entregues tu vida a él. Si tú quieres dejar de ser un cobarde, incrédulo, rebelde, impío transfórmate en un hombre y en una mujer valiente. Y recibirás este espíritu que te ayudará a amar, amar a Dios, amar a tu familia, amar a tu prójimo, amarte a ti mismo.

Con Toda Convicción

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El Señor Jesús describe la obra del consolador en relación con el mundo. El Espíritu Santo procederá cual un fiscal, por así decirlo. Tratando de obtener la declaración divina de la culpabilidad contra los que rechazan a Cristo.

Declarar culpable significa haber demostrado más allá de toda disputa verdades de otra manera dudadas o descartadas; haber probado más allá de toda duda la veracidad de los cargos hechos contra mi vida y conducta.

Los hombres no comprenden verdaderamente lo que es pecado, la justiciao el juicio, y por lo tanto necesitan de que se convenza de las verdades Espirituales. Por ejemplo, sería inútil argüir con una personaque declara que no puede ver belleza alguna en una rosa, pues esa incapacidad revela claramente falta de percepción de la belleza.

El sentido de la belleza debe de ser despertado dentro de él. Debe ser "convencido" de la belleza de la rosa. De igual manera, el alma y la mente obscurecidas no ven nada en las verdades Espirituales hasta que no han sido despertadas por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo convencerá al hombre de las siguientes verdades.

El pecado de la incredulidad.Cuando Pedro predicó el día de Pentecostés, no tuvo nada que decir con respecto a la vida licenciosa del pueblo, su mundanalidad y codicia; no entró en detalles con respecto a la vida depravada de la gente, con el propósito de avergonzarla.

El pecado del que la acusó, y del que le mandó que se arrepintieran fue el de haber crucificado al Señor de Gloria, el peligro del que advirtió a la Gente fue el de rechazar al Señor Jesús frente a tal cúmulo de pruebas. El pecado de la incredulidad es descrito aquí como el único pecado, porque según las palabras de un erudito "donde ÉL actúa, todos los demás pecados desaparecen."

La conciencia puede convencer al hombre de los pecados ordinarios, pero nunca del pecado de la incredulidad. Sólo el Espíritu Santo puede apelar al hombre la enormidad de este pecado. Hechos 3:13,dice: El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. (14) Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, (15) y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

La justicia de Cristo.Y de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más. Jesucristo fue crucificado como un malhechor y un impostor que engañaba al pueblo. Pero después del día de Pentecostés, el derramamiento del Espíritu Santo y la realización de milagros en su nombre convencieron a miles de judíos de que Jesús no sólo era justo, sino que también era la única fuente celestial y el único camino de justicia.

Por medio de Pedro, el Espíritu Santo les convenció que habían crucificado al Señor de Justicia, Hechos 2:36-37: (Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. (38) Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?) y les aseguró al mismo tiempo que había perdón y salvación en su nombre.

Hechos 2:38: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

El juicio de Satanás.  Y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo es juzgado. ¿Cómo se convence actualmente a la gente de que el crimen será juzgado y castigado? Por la aclaración del citado crimen y el castigo del criminal; en otras palabras, por una demostración de justicia. La cruz constituyó una demostración de la verdad de que el poder de Satanás sobre las vidas de los hombres había sido quebrantado y que había sido decretada su destrucción.

Hebreos 2:14-15:  Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre; 

1Juan 3:8: El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo; 

Colosenses 2:15: Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz; 

Romanos 16:20: Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.

Satanás ha sido juzgado en el sentido de que la gran causa ha sido resuelta en su contra, de manera que no tiene derecho alguno de retener a los hombres en esclavitud, como sus súbditos. Por su muerte, Cristo ha liberado a todos los hombres del dominio de Satanás, y queda librado ahora a ellos aceptar esa liberación o no.

El Espíritu Santo convence a los hombres de que son verdaderamente libres, (Juan 8:36: Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.), de que han dejado de ser súbditos del tentador, de que ya no están sujetos a obedecerle, sino que son súbditos leales de Cristo, súbdito de buena voluntad en el día de su poder. 

Salmos 110:3: Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, En la hermosura de la santidad. Desde el seno de la aurora. Tienes tú el rocío de tu juventud.

Satanás manifestaba que tenía derecho de poseer a los hombres que habían pecado, y que el Juez justo los debía dejar en sus manos. El Mediador, por otra parte, apeló al hecho de que él había llevado la pena del hombre y había tomado su lugar, por lo tanto la justicia, lo mismo que la misericordia requería que el derecho de conquista de Satanás fuera anulado y que se le diera el mundo a Jesús, el segundo Adán y Señor de todo.

El veredicto le fue desfavorable al príncipe de este mundo y fue juzgado. Él no puede mantener sus bienes en paz cuando aparece otro más fuerte. Lucas 11:21-22: Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín.

Regeneración. La labor creadora del Espíritu Santo sobre el alma puede ser ilustrada por la labor

creadora del Espíritu de Dios sobre el cuerpo del hombre en el comienzo. Trate de formarse un cuadro mental de la escena sugerida en Génesis 2:7Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Dios toma el polvo de la tierra y forma el cuerpo. Y allí queda inanimado, inmóvil. Aunque está en el mundo, rodeado de belleza, no reacciona porque carece de vida. No oye, ni ve, ni entiende. Luego Jehová Dios "alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre un alma viviente."

Inmediatamente se produjo una reacción en lo que respecta al mundo, vio sus bellezas y oyó sus sonidos. Como por Dios que no está lejos de ninguno de nosotros. Hechos 17:27Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.

Y sin embargo, el hombre vive y actúa como si ese mundo no existiera porque está muerto, Espiritualmente hablando, y por lo tanto no puede reaccionar ante ese mundo. Pero cuando el mismo Señor que vivificó el cuerpo vivifica el alma, la persona despierta al mundo Espiritual y comienza a vivir una vida espiritual.

Cualquiera que haya presenciado las reacciones de un verdadero convertido, después del acontecimiento experimental y fundamental conocido como el nuevo nacimiento, sabe que la regeneración no es simplemente una doctrina, sino también una realidad práctica.

Morada.  Lee Juan 14:17El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros;

Romanos 8:9  Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

1Corintios 6:19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?;

2 Timoteo 1:14  Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros;

1 Juan 2:27Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él;

Colosenses 1:27A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria;

1 Juan 3:24Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado;

Apocalipsis 3:20  He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Dios está siempre presente en todas partes. Ello constituye una necesidad. En él todos los hombres viven, se mueven y son. Pero morar significa que él está presente en una nueva forma, manteniendo una relación personal con el individuo.

Esta unión con Dios, denominada morada, es producida en realidad por la presencia de la Trinidad completa como lo veremos al examinar los textos mencionados más arriba. Pero desde que es el ministerio especial del Espíritu Santo mora en los corazones de los hombres, la unión con Dios es denominada la morada del Espíritu Santo.

Muchos eruditos en el estudio de la Biblia, que se adhieren a las enseñanzas fundamentales de la misma, sostienen que Dios impartió a Adán no solamente la vida mental y física, sino también el Espíritu para morar en su ser, Espíritu que el hombre perdió a causa del pecado.

No solamente lo perdió en lo concerniente a él, sino también a sus descendientes. Esta ausencia del Espíritu Santo ha dejado al hombre en oscuridad espiritual y debilidad. Mediante las facultades de su entendimiento, la persona no convertida no puede conocer las cosas que son del Espíritu de Dios.

 1 Corintios 2:14: Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En lo que respecta a la voluntad, no se puede sujetar a la ley de Dios,

Romanos 8:7: Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden. En lo que respecta a la adoración, no puede llamar Señor a Jesús,

1 Corintios 12:3:Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. En lo que respecta a sus prácticas, no puede agradar a Dios,

Romanos 8:8:Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. En lo que respecta a carácter, no puede llevar frutos Espirituales,

Juan 15:4:Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Con respecto a su fe, no puede recibir al Espíritu de verdad. 

Juan 14:17:El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Todo ello se debe a la ausencia del Espíritu, ausencia que deja al hombre en la muerte espiritual.

Por medio de la fe y el arrepentimiento, el hombre se vuelve a Dios, y queda regenerado. La regeneración por el Espíritu encierra la unión con Dios y Cristo.

1 Corintios 6:17:Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Que se conoce como morada. 

1 Corintios 6:19:¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

Esta morada del Espíritu, o la posesión del Espíritu por parte del hombre constituyen el rasgo distintivo del cristiano del Nuevo Testamento. Más vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él.

Romanos 8:9: Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

Judas 1:19:Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.

Santificación. En la regeneración, el Espíritu Santo efectúa un cambio fundamental en el alma, al impartir un nuevo principio de vida. Ello no implica, sin embargo, que el Hijo de Dios es al instante perfecto. Siguen latentes las debilidades adquiridas y heredadas; es necesario vencer al mundo, a la carne y al diablo.

Puesto que el Espíritu Santo no obra de una manera mágica, sino en forma vital y progresiva, es gradualmente que el alma es renovada. Será necesario fortalecer la fe mediante numerosas pruebas. También debe ser fortalecido el amor, para sobrevivir las penalidades y la tentación. Deberán vencerse los halagos del pecado y corregirse las tendencias y los hábitos.

Si el Espíritu de Dios hiciera un solo trabajo y luego partiera, el convertido con seguridad volvería a sus antiguos caminos. Pero el Espíritu Santo prosigue la buena obra comenzada. El evangelio, que fue el medio de nuestro nuevo nacimiento, continúa siendo el medio de crecimiento en nuestra vida cristiana. Aquéllos que han nacido de la incorruptible semilla de la Palabra de Dios.

 1 Pedro 1:23:Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.Deben desear como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.

1 Pedro. 2:2:Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación. Asimismo el Espíritu Santo actúa directamente sobre el alma, produciendo esas virtudes especiales del carácter cristiano conocidas como los frutos del Espíritu Santo. 

Gálatas 5:22-23: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbres, templanza; contra tales cosas no hay ley.

La operación del Espíritu es progresiva, yendo "del corazón a la superficie, del interior al exterior, de la raíz de la vida a las manifestaciones de la vida, a las acciones y a las palabras. Al principio permite muchas cosas que son incompatibles con su naturaleza santa y luego, poco a poco, las ataca una tras otra, un año éstas, otro año aquéllas, entrando en detalles de una forma tan completa que sin dejar que nada escape a su influencia, un día todo el hombre, glorificado por el Espíritu, resplandecerá con la vida de Dios." No se trata de cuanto del Espíritu tenemos nosotros, sino de cuanto de nosotros tiene el Espíritu Santo.

Revestimiento de poder.En esta sección consideraremos los siguientes hechos, relativos al revestimiento de poder: su carácter general, su carácter especial, su evidencia inicial, su aspecto continuo y la forma de recibirlo.

Su naturaleza general. Las secciones precedentes se han referido a la labor regenerativa y santificadora del Espíritu Santo. En esta sección estudiaremos otra forma de operación: su obra que vigoriza y activa.

Esta última fase de la obra del Espíritu queda expresada en la promesa de Cristo que dice: Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8.

Recibimos poder para servir a DIOS.El rasgo distintivo más predominante de esta promesa es el poder para servicioy no para regeneración para la vida eterna. Toda vez que leemos que el Espíritu viene, descansa y desciende sobre el pueblo, o lo llena, la referencia nunca se relaciona con la obra salvadora del Espíritu, sino siempre con el poder para servicio cristiano.

Seguridad de ser hijos de DIOS.Estas palabras fueron dirigidas a hombres que gozaban ya de relación íntima con Cristo. Habían sido enviados a predicar, armados de poder espiritual para dicho propósito. 

Mateo 10:1: Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. A ellos se les dijo: "Vuestros nombres están escritos en los cielos."

Lucas 10:20:Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. Su condición moral fue descrita en las siguientes palabras: "Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado."

Juan 15:3: La relación que existía entre los discípulos y Cristo fue ilustrada por medio de la siguiente figura: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos."

Juan 15:5:Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Dios nos llena por su Espíritu Santo. Este Revestimiento de poder es conocido también como llenar con el Espíritu. Aquéllos que fueron bautizados con el Espíritu Santo en el día de Pentecostés fueron también llenos del Espíritu.

Sus características especiales.Los hechos mencionados precedentemente nos llevan a la conclusión de que después de la conversión, y en adición a ésta, el creyente puede experimentar en su vida el recibimiento del poder.

El Espíritu regenera la naturaleza humana en la crisis de la conversión, y luego, como Espíritu de santidad dentro del hombre, produce los frutos del Espíritu, los cuales constituyen los rasgos distintivos del carácter cristiano.

Los creyentes efectúan a veces una consagración especial y reciben la victoria sobre el pecado y el consiguiente ascenso a un plano de gozo y paz que ha sido denominado a veces "santificación," o "la segunda obra definitiva de la gracia."

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enero 1, 2015 Néstor Martínez