Las serpientes constituyen un suborden de saurópsidos pertenecientes al orden de squamata, superorden de los lepidosaurios, que se caracterizan por falta de patas. Se originaron en el período cretácico. Algunas, como las cobras y las víboras, poseen mordeduras venenosas para matar a su presa antes de comerlas. Otras, como las boas o pitones, matan a sus presas por constricción.
Su piel está recubierta por escamas. La mayoría de las serpientes utilizan escamas de la parte ventral para desplazarse aferrándose con ellas a las superficies. Sus párpados se encuentran permanentemente cerrados, pero son en realidad escamas transparentes. Su locomoción se realiza mediante ondulaciones laterales del cuerpo. Otras lo hacen a través de movimientos musculares de sus escamas ventrales.
El aparato respiratorio y las vísceras están muy modificados ya que el cuerpo tubular de la serpiente requiere que todos los órganos sean alargados y delgados. La glotis puede proyectarse hacia adelante para mantener abierto el conducto respiratorio durante la ingestión de la presa y, en algunas especies una parte de la tráquea está especializada en la respiración, constituyendo un pulmón traqueal.
El pulmón izquierdo suele estar reducido o a veces incluso puede faltar, y las demás vísceras pares suelen situarse a diferentes niveles en cada lado. Poseen una pareja de órganos reproductores.
La visión detallada es limitada, pero no impide la detección de movimiento. Algunas serpientes poseen fosetas loreales, capaces de detectar el calor. No obstante eso no indica que tengan visión infraroja, ya que la información va a áreas del cerebro distintas a las de la visión. Simplemente saben cada cosa si está más caliente o menos.
El sentido del oído de las serpientes es muy limitado ya que los órganos auditivos han degenerado; falta el tímpano, la cavidad timpánica y la trompa de Eustaquio, y la columela se articula con el cuadrado. Parece, pues, poco probable que las serpientes puedan oír con claridad sonidos transmitidos por el aire, pero sin duda son sensibles a las vibraciones del suelo, trasmitidas mediante los huesos de la mandíbula.
Una serpiente huele a través de su nariz; la lengua pasa las partículas de aire al órgano de Jacobson en la boca para su examen. Otra característica de su lengua es que termina en dos ramificaciones, por lo que se denomina bífida (la lengua bífida se usa para captar partículas químicas y percibirlas con el "Órgano de Jacobson", que está en la parte delantera del paladar). La mayoría de las serpientes se reproducen poniendo huevos, pero algunas especies han desarrollado un método diferente.
El cuerpo de la madre retiene los huevos hasta que las crías están totalmente formadas para vivir de una manera independiente. En algunos casos el grupo entero alumbra crías totalmente formadas, mientras que otros grupos pueden estar formados por miembros que alumbran crías formadas, como por miembros que ponen huevos. Por ejemplo, dentro de la familia Boidae todas las boas paren animales ya formados, mientras que las pitones ponen huevos.
Muchas especies usan veneno para inmovilizar o matar a sus presas. El veneno es una saliva modificada y se inyecta gracias a los colmillos. Los colmillos más especializados son muy largos y huecos, y actúan como verdaderas agujas hipodérmicas que se clavan profundamente e inyectan el veneno.
Otros tipos de colmillos, menos especializados, poseen una simple acanaladura en su margen posterior por la cual desciende el veneno. El veneno de las serpientes es con frecuencia específico para sus presas, y su papel como mecanismo defensivo es secundario. El veneno, al igual que todas las secreciones salivales, posee agentes que realizan una predigestión de los alimentos; por tanto, incluso las serpientes "no venenosas" pueden causar daños en los tejidos.
El veneno está constituido por una compleja mezcla de proteínas que actúan como neurotoxinas (que atacan el sistema nervioso), hemotoxinas (que dañan la sangre), citotoxinas (dañan los tejidos),bungarotoxinas y muchas otras sustancias que pueden afectar al organismo de diferentes maneras; casi todos los venenos de serpientes poseen hialuronidasa, un enzima que destruye el ácido hialurónico, que es el cemento que mantiene unido el tejido conjuntivo que, por tanto se disgrega facilitándose así la rápida difusión del veneno.
El veneno se almacena en las glándulas venenosas situadas en la parte posterior de la cabeza. En todas las serpientes venenosas, dichas glándulas poseen conductos que se abre dentro de surcos o canales de los dientes de la mandíbula superior.
Todas las serpientes son carnívoras, alimentándose de una gran variedad de presas que incluyen aves, anfibios, mamíferos, peces o insectos e incluso reptiles, entre ellos otras serpientes en ciertas especies. Generalmente, las serpientes de pequeño a moderado tamaño cazan presas indefensas, las cuales pueden ser rápidamente devoradas y vivas.
Sin embargo, si la presa opone resistencia, pueden recurrir a técnicas como son el uso del veneno o la constricción para abatir la presa antes de comérsela. Las serpientes no pueden masticar el alimento, y en su lugar se las tragan enteras. Los dientes de una serpiente, que son afilados como agujas y dirigidos hacia el interior de la boca, sirven para retener la presa a que se le salga de su boca.
A la hora de tragar, el maxilar y la mandíbula, que están sujetos al cráneo por ligamentos, logran separarse para acomodarse al tamaño de la presa. Así, una serpiente es capaz de tragarse una presa que sea tres veces más grande que su propia cabeza y su diámetro. Otra razón de su capacidad para tragar es la carencia de huesos como el esternón para que la comida pueda pasar sin problemas por el esófago y por todo el cuerpo del reptil.
Después de la ingestión, una serpiente debe aletargar para cumplir el proceso de la digestión. Esto se debe a que el proceso digestivo requiere de mucha energía que la serpiente debe usar para digerir con eficiencia la comida, la cual puede durar por días o meses, según el tamaño de la presa. En ese estado, algunos órganos como el corazón y el estómago entran en mayor actividad para que toda la comida sea casi totalmente digerida. Las partes indigeribles pueden ser excretadas o regurgitadas.
¿Te has puesto a pensar alguna vez que el símbolo de la medicina es una serpiente enrollada? En Números 21, hay un incidente en el cual Moisés sana al pueblo en base a una serpiente labrada de bronce, que la pone en un lugar alto, y que el que la miraba se sanaba de las picaduras de las serpientes.
Ahora bien: ¿Qué es, básicamente, un espíritu de serpiente, también llamado por algunos guerreros como pitonismo? Es un espíritu de adivinación. Así de sencillo. ¿Por qué lo estoy mencionando ahora? Porque es mucha la gente que confunde la profecía con la adivinación. Hay una línea muy fina, entre la adivinación y la profecía. Una línea muy fina.
Un profeta de Dios, si no fuera un profeta de Dios, sería un excelente adivino que bien podría hacer excelentes negocios afuera. Como aquel adivino que larga todo, se convierte y pasa a ser un excelente profeta, vaya uno a saber.
Pero, es como que lo que opera detrás de esta persona, que es la profecía, eso es a través del Espíritu Santo, en la otra persona es un espíritu inmundo que le produce la adivinación. La serpiente, trabaja junto con Jezabel.
Jezabel, este espíritu, se rodea de personas a quienes les habla, les dice cosas que luego se cumplen. Y eso provoca que estos seguidores digan: “verdaderamente esta mujer o este hombre habla de parte de Dios, porque lo que dice, se cumple”.
Más, sin embargo, ahora lo pueden entender, en lugar de tener un espíritu de profecía de parte de Dios, lo que ellos tienen es un espíritu de pitonismo. Por eso digo que trabajan juntos. Podríamos decir que la fuente de adivinación de Jezabel, es Serpiente.
Entonces, hoy día estamos viviendo un tiempo en el cual hay un auge de movimientos espirituales. En más de una ocasión, han coincidido cristianos reunidos en un enorme hotel en una tremenda conferencia, con un grupo no reducido que, en otro salón, recibe y dicta cursos de magia.
Si ustedes se dan cuenta, en la declaración de Hechos 16:17, cuando la jovencita dice: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de la salvación, estaba diciendo algo que era verdad.
Pero si tu analizas la palabra de Deuteronomio 18:10, dice la Biblia que no se debe hallar en nosotros ninguno que practique la adivinación. Por eso, lo que Pablo ve en ella, es que ella no tenía el Espíritu de Dios, pero estaba hablando una verdad.
Noten ustedes que cuando Jesús estaba hablando con Pedro, Jesús hace una pregunta: ¿Quién soy yo? Y Pedro responde: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Literalmente, viene el espíritu de profecía sobre él.
Jesús lo reconoce, por eso le dice que eso que acaba de decir no se lo enseñó ningún hombre de carne y hueso, sino su Padre que está en los cielos. Pablo hace exactamente ese mismo análisis que Jesús hizo con Pedro.
Porque ella acaba de decir algo que es la verdad, pero el Espíritu de Dios no está en ella. Entonces no hay duda que lo dijo informada por otra fuente. En Deuteronomio 18:10, dice claramente que no debemos tener en la iglesia a alguien que practique la adivinación.
Sólo Dios es la fuente de la revelación y la profecía. Y quiero comenzar esto, dándole algunos rasgos de estos animales, que matan por la asfixia. Un espíritu de pitonismo, cuando entra a una iglesia, empieza a asfixiar a los profetas de Dios.
Pero no pienses que la adivinación es lo único que provoca el espíritu de Serpiente. No, lo primero que produce, es enfermedad. Imagínate cuánto puede apretar un animal que, en casos, pesa doscientos cincuenta libras, esto es más o menos unos ciento diez kilos.
¿Cuánto apretaría una mole de ese tamaño? Entonces, lo que hace esta serpiente, es: en primer lugar, inmoviliza, y en segundo término, asfixia. O sea, no mata de inmediato. Mientras más se mueve la víctima, más fácil es asfixiarla.
La única forma de matar a una serpiente, es cortarle la cabeza. Tú encuentras personas en la iglesia que, después de haber hablado con alguien, empieza a tener ataques de cansancio, agotamiento. Gente que acaba de levantarse de la cama, pero está cansada.
A medida que una persona camina cansada, cada día, su nivel de claridad y percepción espiritual, va disminuyendo. O sea: si tú no duermes bien, si tú no comes bien, tú no vas a poder profetizar correctamente. No vas a poder escuchar la voz de Dios correctamente.
Un gran enemigo que hoy hay, por ejemplo, es el estrés. El estrés evita que escuches a Dios claramente. No sabes la cantidad de gente que hoy día hay en el mundo, que hace la pregunta más remanida de todos los ministerios: ¿Cómo puedo hacer para saber la voluntad de Dios para mi vida?
Es la pregunta del momento. Por eso es que cuando llega un profeta, todos quieren pasar al frente para que les diga algo. Porque no saben qué hacer. Es muy típico que las esposas de los pastores y líderes, empiecen a sufrir un proceso de desgaste físico.
Van al médico y nada. No tienen nada. No hay un cuadro de anemia, su presión arterial está perfecta, es decir: no hay motivos clínicos o médicos que justifiquen que esa mujer se levante por las mañanas extenuada.
Oye: si no hay nada en lo natural, entonces la fuente debe ser espiritual. Hay indicadores, bien específicos. La palabra serpiente, se llama así, serpiente, porque su boca produce un siseo. De ahí viene serpiente. Se decía adentro del ambiente de los griegos, de que el poder de la serpiente estaba en la boca.
Que era su boca, a la vez que hablaba las profecías, las adivinaciones, intoxicaba. Tú vas a ver que una serpiente, por ejemplo una cobra, tiene muy mala vista, pero su lengua, tiene un sensor térmico tan impresionante, que el movimiento de tu mano, para ella es tridimensional.
Pero eso lo capta en gran medida con la lengua. Los olores, por ejemplo, y en base a todo un sistema de detección térmica. Con esto quiero decirte que una serpiente, jamás comerá cosas muertas. Solamente ataca a los que están vivos.
Con el pueblo de Dios sucede exactamente lo mismo. El hermanito que sólo se ocupa de las cosas de Dios durante un pequeño lapso de los días domingos, seguramente jamás será atacado por este espíritu. Está espiritualmente muerto, y el espíritu de pitonismo sólo ataca a los vivos.
Y te decía que la palabra serpiente viene de siseo. Y siseo, según el diccionario, significa: murmurar, pronosticar, encantar, observar. Dicho de otra forma: escuchar una palabra profética, entre comillas, de la persona equivocada, puede provocar que tú te enfermes.
Y digo equivocada, con referencia a esa persona que está influenciada por un espíritu de pitonismo. Por eso es que no puedo hablar de Jezabel sin hablar de la Serpiente. Están ligados, trabajan juntos. Si ustedes se dan cuenta, lo que le llega a Elías, es la amenaza.
O sea que es la Reina quien decreta su muerte, pero es la serpiente quien se acerca a Elías, y provoca lo siguiente: lo desanima. Empieza a asfixiarlo. Elías pierde la visión. ¿Qué le dice Dios? ¡Hay siete mil! Pero no sólo, lo más crítico con Elías, ¿Sabes qué es?
Estoy hablando de un profeta que podía ver los cielos fácilmente. Dice: Y vi el temblor. Y Dios no estaba allí. Y el fuego, y Dios no estaba allí. ¿Sabes qué estás viendo allí? La lucha de un profeta por no reconocer dónde está la voz de Dios.
Lo que hace este espíritu, es anular o confundir tu capacidad de escuchar la voz de Dios. Y Elías se pierde. ¿Dónde estás, Dios? Hasta que dice que vino un silbo apacible, y ahí estaba el Señor. ¿Tú crees que Elías tenía que buscar la voz de Dios?
¡Por favor! Néstor tal vez sí, pero ¿Elías? Elías era ultra sensible a la voz de Dios, como quien dice la cazaba al vuelo. Pero el trabajo de la serpiente, el emisario de Jezabel, estaba realizando su trabajo muy bien. Anuló su capacidad de escuchar a Dios.
Eso provocó que el pierda la visión, lo desanimó y lo deprimió, por eso se nota que no comía. ¿Sabes por qué digo esto? Porque Dios lo saca de ahí y se lo lleva a comer al vado, ¿Recuerdas? Lo lleva a tomar agua y a comer por espacio de tres días.
Y no le habla, Dios. Sólo le dice: “quiero que te vayas allá y comas. ¿Sabes qué? Necesitas vacaciones, vete allá.” Lo saca de la cueva. Lo que tú encuentras, es un Elías deprimido. Que fue deprimido por influencia de un espíritu de Pitón, así le llaman muchos, enviado por Jezabel.
Eso puede causar un verdadero desastre no sólo en una persona, sino en decenas, cientos o miles. Es como el aire. ¿Puedes vivir sin aire? No, si dejas de respirar, te mueres irremisiblemente. Bueno; en el ámbito espiritual, el aire es el aliento de Dios.
O sea: el hecho de que este espíritu te saque el aire, ¿Qué significa? Que va restándote la vida de Dios de dentro de ti, y la saca. La consecuencia es que tú te mueres. Hay profetas que cayeron y nunca más se levantaron. Los dejó secos, sin aire, sin aliento de Dios.
Por eso Dios necesita soplar sobre ellos, porque están sin aire. Fueron secados por este espíritu. Es un demonio muy fuerte. La serpiente controla los sueños, las visiones, y provoca la apatía espiritual. Eso se llama desaliento y lleva a mucha gente a dejar que todo se venga abajo sin luchar. Pitónismo.
Si el diablo aplasta tus esperanzas, tu fe, tus visiones y tus sueños, entonces tú ya no tienes el fuego para proseguir a la meta. El diablo ataca nuestras motivaciones, para quitarnos las fuerzas para continuar.
A la luz de todo esto, mucha gente no se da cuenta que lo que le está pasando física y espiritualmente, es consecuencia de una presencia espiritual. Le adjudica su estado a cualquier cosa material o tangible, no a una espiritual.
Y eso es penoso, porque cuando se dan cuenta ya es demasiado tarde. Porque mucho de la vida de Dios, ya se fue. Lo mismo con personas que están atadas a adicciones. Por ejemplo, personas que se drogan, pueden tener alucinaciones.
Eso es el mismo espíritu de Serpiente obrando en ellos. Es tan interesante que la medicina utilice el símbolo de la serpiente que es como, lo que provoca en sí, la adivinación. Lo que en griego se llama Pharmakeia, tú ya sabes de qué estoy hablando.
La palabra pharmakeia, que es de donde viene farmacia, literalmente significa hechicería. Es posible que una persona que está atada por este espíritu, empiece a tener desórdenes fisiológicos, como problemas digestivos, presión arterial y ese tipo de cosas.
Es posible que una persona que está atacada por este espíritu, no pueda descansar por las noches correcta o tranquilamente. Es posible que este espíritu afecte sus sueños. Muy importante. Es un espíritu que tiene la capacidad de afectar al cuerpo, el alma y aún el espíritu, porque tiene la capacidad de dejar sordas, espiritualmente hablando, a las personas.
Un ejemplo muy sencillo está en el libro de Números capítulo 13. ¿Recuerdas cuando se mandan los espías a ver la tierra prometida? Puedes darte cuenta que, cuando ellos vuelven, diez vienen con un informe negativo y solamente dos con uno positivo.
El desaliento de esos diez, se transmitió a todo el pueblo en un instante. Por eso Lucas dice lo que dice: “Si tú quieres ser exitoso, júntate con exitosos”. Porque supuestamente, si te juntas con perdedores, inexorablemente vas a ser como ellos.
Por eso, cuando lees este capítulo de Números es tan interesante, porque se difunde ese desaliento, ese desánimo, a partir del momento de la declaración, de cuando ellos hablaron lo que ellos, los diez, sentían. Cuando tú analizas todo esto, ese fue el error de Moisés.
Ellos dijeron: la tierra es buena, hay leche, hay miel, tal cual dicen. Pero luego dicen: “Pero a nosotros nos parecía que éramos como langostas comparados con los habitantes de ese sitio”. Cuando la gente desanimada habla de su corazón, lo lógico es que te contagies de inmediato.
¿Qué debemos hacer frente a este espíritu? No podemos callar la profecía. Dice en Proverbios 29:18: Sin profecía, el pueblo se desenfrena. Nosotros necesitamos la palabra profética de Dios. ¿Recuerdas los hijos de Anac? Eran los gigantes que ellos vieron en la tierra prometida.
La palabra Anac, en hebreo, significa “ahogar”. O sea que, literalmente, estos gigantes ahogaron la fe del pueblo. Una persona que se suicida, fue vencida por esta serpiente a tal punto que se quitó su propia vida. Lo curioso, -y estas son las ironías-, es que Apolos, se llama el dios de la medicina.
Porque lo que la medicina quiere de nosotros, es que dependamos de ella. Una de las cosas que la generación de profetas que Dios va a levantar debe hacer, es aprender solamente de Dios para su salud, y no de los médicos.
Cada vez la medicina va a ser más costosa. Fíjate que hay remedios hasta para el SIDA, pero son tremendamente caros. El anticristo va a doblar a la humanidad por la medicina. Y lo va a hacer conjuntamente con el dinero. Pero la medicina es vital.
Es notorio que la gran mayoría de los cristianos han hecho un pacto con la medicina. Cuando llega alguno de esos ministerios dedicados a la evangelización, que incluyen señales y milagros especialmente de sanidad, el noventa por ciento de los que asisten a sus campañas, son cristianos enfermos que van a ver si pueden ser sanos.
El espíritu de pitonismo no sólo es adivinación, también es decaimiento emocional, es depresión, son problemas físicos, es adicción, es intimidación, y un sinnúmero de cosas más. ¡Mira todo lo que abarca! Es anulación de la visión de Dios.
Normalmente este espíritu viene a personas que han estado bajo control religioso. ¿Y cómo se entiende control religioso? Familias religiosas por tradición, que envían a sus hijos a colegios religiosos de sus credos. La mayoría de los que están escuchando esto, estoy seguro, ha nacido en el catolicismo romano, por ejemplo.
Por eso, cuando vemos a jóvenes que han nacido en familias cristianas en Jesucristo, pensamos que no alcanzan a darse cuenta del privilegio que tienen. Es una tremenda bendición que ellos no alcanzan a entender en toda su dimensión. Pero tenemos las nuestras, también.
Ahora vamos a lo que importa. En muchas iglesias, hay control religioso del pastorado sobre la gente. Muchas denominaciones controlan a sus pastores, gracias al pitonismo. No tienes idea la cantidad de gente amedrentada, asustada y en casos hasta aterrorizada por causa de lo que pueda decirles su jefe, su pastor, su líder. Control.
Eso es temor a hombre, y es terrible. O sea que, si tú creías que sólo el catolicismo romano controlaba a la gente, estás equivocado. También dentro de algunas iglesias evangélicas se controla a la gente. Y ese espíritu de pitonismo seca a esos pastores.
Normalmente, el encargado de matar a alguien físicamente, es Pitón. Gente que se libra de accidentes, sale de una y cae en otra, choques de autos. Hay gente que en la noche está durmiendo y de repente se despierta como sofocándose. Ese es Pitón. Y le digo Pitón porque es el símbolo de la serpiente respetable, por poderío y contextura.
Hay una enfermedad, porque se la llama enfermedad, que provoca fatiga crónica. Fibromialgia. Yo no te puedo decir hasta qué punto hay una presencia espiritual en cada enfermedad, pero me planto en la palabra cuando declara que Jesús vino a librarnos de nuestras dolencias.
Lo cierto es que cuando alguien se siente cansado, sin fuerzas, al borde del agotamiento sin que existan causas lógicas visibles, hay que encarar la solución a dos puntas: mientras en lo natural te realizas un control bioquímico, para saber cómo está tu sangre, tus glóbulos rojos y tu presión arterial, en lo espiritual reprendes a Pitón. Si tus análisis dan correctos y el cansancio se te va, era ese espíritu.
Si tú no confrontas a Pitón, te mueres. Porque una vez que has confrontado y vencido a Jezabel y ahora sabes quién era el manipulador, lo que te resta, es saber cuándo algo que se dice viene de Dios y cuándo viene de Pitón.
Básico en los músicos, en la gente de los ministerios de alabanza. Si no tienen sencillez y humildad, caen víctimas d este espíritu. Y cuando los ves infatuados, con rostros de súper híper macro ungidos firmando autógrafos cristianos, (Que es como yo llamo a firmar biblias), entonces ya puedes hacer sonar la flauta como hacen en la india que la serpiente va a salir solita a contonearse.
Algunos ejemplos prácticos. Se ha dicho que el estrés es la enfermedad de este siglo, ¿Verdad? Voy a dar una definición bíblica para el estrés: ansiedad. ¿Y sabes qué dice la Biblia de la ansiedad? Que es pecado.
¿Qué pasa con una persona con estrés? Está manejando cosas, y no puede hacerlo correctamente. Hay dos formas de solución: o vas más despacio, de manera que manejes mejor la situación, o sólo necesitas descansar.
Ahora bien, ¿Qué relación tiene el estrés con Pitón? Algunos datos bien rápidos. Una de las cosas que provoca el estrés, es que se te bajen tus defensas. Eso hace que tú te enfermes más fácilmente. El estrés debilita el sistema nervioso central. Por esa razón quien lo sufre suele temblar con facilidad,
¿Solución? Orar y pedirle a Dios que te muestre todos aquellos alimentos que contienen vitamina “B”. Es necesario, porque hay una relación muy estrecha entre lo que le pasa a tu alma y lo que le pasa a tu cuerpo.
Aunque no lo creas, no hay literatura cristiana que explique lo que la ansiedad produce en el cuerpo. Proverbios habla mucho de la ansiedad. Habla del corazón alegre, del corazón triste, o sea que ahí tienes todo un compendio al respecto, léelo.
Y un detalle más; las personas que vienen de hogares controladores, son más propensos a enfermarse con estrés. Parece increíble, pero hoy día hay niños con estrés. Patético, porque pensar que un niño está con estrés y sabiendo que el estrés es producto del agotamiento emocional, puedes imaginarte de qué estamos hablando.
¿Un niño con agotamiento emocional? Es muy serio. ¿Y qué hago si tengo estrés? ¿Reprendo a Pitón? Sí, reprende a Pitón, pero también decídete a bajar tus revoluciones. Sal a caminar por espacio de una hora mínimo, duerme un poco más, aliméntate mejor, distribuye mejor tu dieta, ayúdate desde lo físico.
Algo para señalar: Pitón trabaja en todo y con todo el mundo. Cristianos, no cristianos, musulmanes, budistas, lo que sea. Pero el objetivo de Pitón con los no cristianos, no es matarlos, es simplemente evitar que ellos conozcan la verdad.
¿Para qué lo mataría, si se está alimentando de él? El diablo no es tonto, no va a matar su fuente de alimentación. ¿Recuerdas la profecía de Génesis 3? A la serpiente le dice: polvo comerás. Ahora dime: ¿Quién está hecho de polvo? La serpiente se alimenta del hombre carnal, que es polvo de la tierra.
¿Para qué va a matar, entonces, a un no creyente, si viviendo como parásito de él le va bárbaro? En los hijos de Dios, en cambio, es diferente. Allí lo que Pitón quiere, es destruirlos. O sea que la estrategia es otra. Una nación, por ejemplo, controla a otra, con el dinero.
