Había tres fiestas en Israel que eran necesarias, y el pueblo tenía que asistir a ellas. Nosotros, aquí en Occidente y más todavía, en Latinoamérica, no terminamos de entender del todo el significado que esas fiestas tenían para esa gente, pero sí tenemos ya suficiente luz como para encontrar el significado o la aplicación que ellas tienen para nuestro tiempo presente.
Está la salvación, el pentecostés, las primeras semanas. Pero después hay una fiesta llamada Tabernáculos. Tabernáculo es aquello que aún está por manifestarse en forma real, en la iglesia. Y es la fiesta durante la siega. Es el tiempo que estamos viviendo.
Que comienza con el sonido de las trompetas, que no son otra cosa que las voces entremezcladas de americanos, mexicanos, bolivianos, venezolanos, colombianos, chilenos y argentinos que, hasta donde yo sé, andan gritando estas mismas cosas por ahí. Obviamente, hay otros colores también que gritan.
Hay trompetas doradas y trompetas de plata, pero lo cierto es que todas hacen ruido. A las trompetas no debes verlas como instrumentos de música, sino como símbolos de un cambio de dirección. En toda la Biblia ese es su rol preponderante. Cuando juan oye una voz como de trompeta, y ve a uno parecido al Hijo del Hombre en medio del candelero, en Apocalipsis capítulo 1, él supo inmediatamente que lo que se estaba diciendo, significaba cambio.
Ya fuese para congregarse, ya fuese para ir a la guerra, o para movilizarse de un campamento a otro, la trompeta siempre significaba: cambio de posición. O bien estamos por reunirnos, o por ir a la guerra, o por transicionar; pero siempre de un modo u otro significaba cambio. Repítelo para ti mismo: cambio.
Ahora bien: la Fiesta de los Tabernáculos, comienza con la Fiesta de las Trompetas. Si eres perspicaz, tienes hambre y sed de Dios y cuentas con mínimo discernimiento, tú ya sabes que la Fiesta de las Trompetas ya se está celebrando. Hay decretos y palabras que han sido depositadas en varios sitios específicos.
Y, por encima de eso, se está declarando a los principados y las potestades que hay una iglesia gloriosa que va a emerger, y que no vamos a aceptar ningún otro tipo de resultado como respuesta. Es decir que, sea como sea, sí vamos a vencer. ¿Dices amén? Puedes decir amén.
Vamos a leer en el capítulo 8 del libro del profeta Nehemías. Y cuando comencemos a hacerlo, vamos a estar extrayendo depósitos que existen en esos pasajes. Vamos a usar a la Biblia como un pedazo de tecnología, para poder visitar ese lugar llamado Nehemías, en el mundo del espíritu.
Y de allí extraer de Nehemías los principios básicos para tener la mentalidad adecuada para que Cristo pueda regresar. ¿Cuál es la mentalidad que debemos poseer? ¿Qué identifica el tiempo? ¿Cuál es la mentalidad? ¿Cuál es la posición y el carácter de la iglesia durante lo que llamaremos el mes séptimo?
Ese Séptimo mes, demanda un cambio de vida. Si tú venías viviendo en cierta forma durante el primero, segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto mes, ya cuando vas para el séptimo mes, para poder prevalecer en ese mes siete, es requisito poseer ciertas características que no eran necesarias en los seis meses anteriores.
O sea: cada vez que nos acercamos más al fin, se pone más fuerte la batalla, y necesitamos de ciertas dinámicas para prevalecer. El esfuerzo que te ayuda a prevalecer durante el sexto mes, no es suficiente para prevalecer en el séptimo mes. Hace falta otro modo de pensar, otra dinámica.
Y una vez más, como normalmente nos movemos en este ministerio, es de esperar que cuando vaya a través de la Escritura, y mencione que este es el día de Tal Cosa, tú deberás decir por dentro: ¡Ese soy yo! Esa es la mentalidad. Esa es esta generación. Así es, Señor. Y si todavía no lo es, para allá vamos. Lo acepto, lo recibo, lo imparto a mi vida, lo asumo como tu Palabra y la mentalidad adecuada para el séptimo mes.
(Nehemías 7: 73) = Y habitaron los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los del pueblo, los sirvientes del templo y todo Israel, en sus ciudades,
Nota claramente, que todos los niveles sociales vivían en ciudades. Eso es lo importante, olvídate de qué posición tenían. Pero la posición, muchas veces, declara el nivel social de la persona. Todos los niveles sociales vivían en ciudades. Y esto es importante, porque las ciudades fueron construidas por primera vez por Caín. Caín, en Génesis 4:16, funda la primera ciudad, en total rebelión a Dios.
Dios le dijo que sería errante, y él le dijo que no, que no iba a errar nada porque se iba a quedar puesto en un solo lugar. Y creó la primera ciudad, La ciudad es creada fuera de la presencia de Dios, porque cuando la funda Caín, lo hace fuera de la presencia de Dios. Dios echó a Caín de su presencia, y es fuera de su presencia que él construye la primera ciudad.
Ahora bien; no es pecado vivir en la ciudad, pero sí es pecado ser arrebatado por ella. Ser arrebatado por el espíritu de la ciudad. Este espíritu es gestor y productor de muchas contrariedades para los cristianos. Entre todo eso, el alto grado de stress al que está sometido el hombre de ciudad, y que desconoce totalmente el hombre de campo.
La persona arrebatada por el espíritu de la ciudad, no tiene ninguna utilidad en las manos de Dios. O sea: lo que quiero decir es que la ciudad no es propicia para ver o sentir a Dios. Es muy difícil ver a Dios entre un enjambre de cables, mampostería y concreto. De hecho, si vamos al campo y vemos un árbol, aspiramos oxígeno puro y pensamos: de verdad que existe un Dios.
La naturaleza nos describe a Dios; el concreto no. Es que a esa naturaleza la creó Dios, mientras que al concreto lo creó el hombre. Lo que sucede es que nos gustan las ciudades porque son más industrializadas y producen más dinero. Siempre y cuando tú no seas el dueño de una enorme finca con agricultura a raudales y ganado para tirar para arriba.
Lo que quiero enfatizar es que ellos tenían un estilo de vida, justo cuando comienza el séptimo mes. Todo el mundo vivía el estilo de vida llamado: ciudad. Todo el mundo estaba en la misma. Vivían en el mismo estilo de vida. Y leemos una vez más el mismo verso: Y habitaron los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los del pueblo, los sirvientes del templo y todo Israel, en sus ciudades. Venido el séptimo mes, los hijos de Israel estaban en sus ciudades;
Aquí vemos la ley de doble referencia, donde Dios cuando quiere enfatizar algo en la Escritura, te lo dice dos veces corridas. Quiere enfatizar que esta gente vivía en este estilo de vida. Un estilo de vida que hasta hoy, si no estás bien firme en el Señor y plantado en su Palabra, todavía te arrebata y te contamina. Vivo en una ciudad, sé lo que te digo.
(Nehemías 8: 1) = Y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.
Nota que tan pronto llega el séptimo mes, se reúnen como un solo hombre. Se juntaron. No quiero decir que se congregaron, porque estoy seguro que te imaginas al instante imaginas culto, oración, sermón y corito. Y no era ni por asomo algo así. Se juntaron porque era el día de la unidad.
Vemos que es el día de compromiso, donde el espíritu de independencia es cortado, donde todo se hace corporalmente, donde el próximo mover de Dios, no va a ser a través de un solo ministerio, o a través de un solo evangelista internacional, va a ser el cuerpo de Cristo en la tierra, un cuerpo trabajando unido.
Cuando llega el séptimo mes, el estilo de vida comienza a cambiar. Es el día de hambre por la palabra. Lo primero que demandan, es: traed el libro. Tráeme la palabra. Nota que el séptimo mes no es un día de manifestaciones externas, es un día de concentración en la palabra.
Tan pronto llegó el séptimo mes, demandaron el libro de Esdras. “Esdras, traedme el libro; queremos entender la palabra.” Es el día de hambre de la palabra. El séptimo mes, el cual estamos cursando hoy en nuestra tierra, los últimos días, es el día de la Fiesta de Tabernáculos en la tierra, es el día de la lluvia tardía, es el día de la cosecha.
Llámalo como tú quieras, la mentalidad y los principios que estamos extrayendo, describen a la gente que vive adecuadamente dentro del tiempo. O sea: gente que sí discierne el tiempo en que vive, y vive una vida adecuada para ese tiempo.
Es un tiempo de cuerpo corporal, perdón la redundancia, no tenía como decirlo. Porque es un tiempo en donde todo el poder de Dios se ramificará en el cuerpo que lo represente con dignidad, rectitud, honestidad, integridad y cero corrupción. Por eso dicen: traed la palabra, no quiero que oren por mí; ¡Quiero palabra!
Seguimos leyendo. Todo esto está ocurriendo, pero nota el cambio tremendamente drástico que se produce entre el verso 73 del capítulo 7 y el primer verso del capítulo siguiente, el 8. Lo único diferente, es que cambió el mes. Y toda la gente reaccionó diferente. ¿Estás viendo las cualidades?
(Verso 2) = Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo.
También es el día del intelecto. Es el día de entendimiento. No es permitido ser ignorante, cuando estamos viviendo en un tiempo de información global. No hay excusa para la ignorancia. Si hay ignorancia, hay que prepararse. En el séptimo mes se demanda cero-ignorancia.
Estamos viviendo en el tiempo del intelecto. La palabra dice que en los últimos tiempos la sabiduría y la ciencia aumentarán. No dijo que era del diablo, dijo que era la sabiduría. ¡Aumenta tu sabiduría! El tiempo que estamos viviendo, facilita el conocimiento. No hay excusas para no entender. Puedes decir si quieres: ¡Ese soy yo!
(Verso 3) = Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, (¡Desde el alba hasta el mediodía! ¿Qué vas a hacer cuando te mande audios de esa duración? ¿Vas a escuchar uno pequeño y me vas a pedir que te envíe los otros?) en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; (¿De todos los que podían qué cosa? Entender. Fíjate el énfasis que le está dando al entendimiento) y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.
¿Dice que estaban qué? Atentos. Es el día de discernimiento, donde la gente no parpadea cuando entra en el espíritu de la palabra. Se predican tres horas seguidas y nadie se mueve ni para ir al sanitario. La gente que se incomoda por la longitud del mensaje, es gente que nunca llegó a entrar en el mensaje. Porque si tú entras en el mensaje, me ha pasado, ni cuenta te das del tiempo. Día de discernimiento, día que te demanda entender, día en que la gente está atenta.
(Verso 4) = Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam.
(5) Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; (Estaba más alto); y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.
El día de sumisión, donde todo el mundo está por debajo del nivel de la palabra. La palabra es más alta que la gente. Si la palabra no resuelve tu problema, cómprate un ataúd, porque nadie te lo va a resolver. La palabra siempre está por encima de tu problema. El día de sumisión, donde la palabra estaba elevada por sobre el nivel de la gente.
Vemos ahí una plataforma gubernamental, vemos que hay un elemento de gobierno en la palabra. Porque cuando tú ves en la Escritura que el que está hablando tiene gente a la izquierda y a la derecha, es que tiene una plataforma gubernamental. La palabra del séptimo mes, trae gobierno, conlleva autoridad. Es una palabra de espíritu diferente.
Todas estas que estamos expresando, son las condiciones espirituales, el carácter personal y la mentalidad que es adecuada para fluir apropiadamente durante este tiempo, llamado La Fiesta de Tabernáculos. Y dice el verso 5, al final, que cuando se abrió el libro, el pueblo estuvo atento.
Ahí, la palabra es: se puso en pie, o tomó su lugar. O sea que vemos aquí el día del temor y la sensibilidad. Temor a la palabra, reverencia. No estamos hablando de un culto o de un rito, sino que esta gente cuando oyeron la palabra, inmediatamente cambiaron su postura espiritual.
Hoy en día nosotros tenemos porristas espirituales, tratando de darle latigazos a la iglesia para que adoremos, y no entramos. Ellos entraron en un abrir y cerrar de ojos. En un momento llegaron de afuera, donde están todos los demonios de Babilonia, abrieron el libro, y ¡Flash! Entraron en la presencia de Dios.
Donde la gente trae una sensibilidad que, en un abrir y cerrar de ojos, cambian de lo natural a lo sobrenatural. No necesitan cuatro horas de porristas espirituales dándonos latigazos para que adoremos. ¡Es que vengo cargado! ¡¡¡Descárgate!!! Enciende la computadora, el celular o lo que quieras donde tengas un mensaje apostólico de Reino, pero ven descargado.
Si tú no traes a Dios cuando vienes a la iglesia, no lo vas a encontrar allí. Ese lugar donde vas es madera, alfombras, hierro, cristales, y Dios no habita en nada de eso. Haz un momento de silencio donde quiera que estés ahora. ¿Escuchas? ¿No? Hay un ruido. ¿No lo escuchas? Hay un poco de religión que se está cayendo ahora y produce un ruido bastante alto.
Escucha: en el Nuevo Testamento, no hay altares. ¿Sería sano, entonces, decir que altar no es bíblico? Esto sí que es molestar a los que están cómodos y meter el dedo en un ojo a los sabios de este sistema. No hay altares en el Nuevo Testamento. El altar se destroza cuando Israel cambia al Nuevo Testamento, el altar es el corazón del hombre.
En cada iglesia evangélica, hay una plataforma, que se hizo para que el predicador estuviera más elevado porque hay mucha gente y si no fuera así, nadie lo vería, pero no es ni necesaria ni mucho menos santa. Jesús siempre que comenzó a predicar, se sentó. A él no le interesaba que lo vieran, le interesaba que lo oyeran. Porque la fe viene por el oír, no por el ver.
(Verso 6) = Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! Alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados en tierra. (Es decir que, abrieron el libro y ellos entraron en adoración. ¿Estás viendo esto?)
(7) Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jaman, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaia, hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar.
Esa frase “atento en su lugar”, significa “yo estoy presente”. La dimensión o el perímetro espiritual que tú llenas con la gracia que tú tienes como persona en Cristo, estaba llena, diciendo: el día de disponibilidad, usadme. Esto te muestra que, en el mes séptimo, todo el mundo tomó su lugar. Es el día de disponibilidad. Ese soy yo.
(8) Y leían el libro de la ley de Dios, (¿Cómo?) claramente, y ponían el sentido de modo (¿Qué?) que entendiesen la lectura.
Nota la diferencia de la aparición de la palabra en el mes siete. Dice que leían la palabra de Dios claramente. No teológicamente, ¡Práctico! Principio número uno: ve y hazlo. No vengas a buscar aconsejamiento hasta que no hagas el principio primero.
Leían la ley de Dios claramente, y le ponían el sentido de modo que se entendiese, o sea: era obligatorio entender. Estamos viviendo un tiempo en donde la ignorancia no es aceptable. Si no entiendes algo, aplícate, búscalo, escudriña, tal ha sido el mandato de siempre.
Era requisito en el tiempo final, tener el principio-témpano. Entendí. Hay mucha gente que disfruta con los mensajes, pero que no los aplica jamás a su vida. Si no estás aplicando el mensaje a tu vida, déjame decirte que no has entendido nada. Era requisito entender. El día de claridad. Era el día de entendimiento de la palabra.
Y no estamos hablando de Nehemías, obviamente; estamos hablando de la gente que vive adecuadamente en el tiempo final. Esta es la mentalidad adecuada para el mes siete. Esto es lo que el lugar llamado Nehemías, en el espíritu, nos dice qué cosa es necesaria hacer para festejar la fiesta de los tabernáculos, que si no la festejas no hay siega, y si no hay siega, no hay Cristo.
Esto es necesario. Cristo llega durante la fiesta de tabernáculos. Pero la fiesta de tabernáculos tenía requisitos para celebrarse. No puedes entrar como te dé la gana. Estás invitado, pero abajo dice: “formal”. No puedes venir en camiseta. Había que tener cierta mentalidad para participar de tabernáculos. No podías hacerlo desorganizadamente, tenías que fluir con aquello que ya estaba escrito. Seguimos leyendo.
(8) Y leían el libro de la ley de Dios, claramente, y ponían el sentido de modo que entendiesen la lectura.
(9) Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.
Ahora; nota la reacción que el pueblo trajo al mes séptimo. Era la reacción de los primeros meses. Del mes uno al sexto. Cuando leían la palabra, cuando el pueblo se daba cuenta que se habían alejado mucho de lo que era la verdad; cuando escuchaban la palabra, se entristecían. Porque se decían: ¡Oh, Dios mío! ¡Cuánto me falta!
O sea: hay un mundo de distancia entre esa palabra y donde estoy yo. Y la gente salía triste, porque calculaban el costo, y decían: No sé si lo voy a poder pagar. Esa era la reacción normal. Pero en el mes séptimo, ha llegado un día que demanda una reacción diferente.
(10) Luego les dijo: id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.
El día que demanda una reacción diferente ante la palabra. Ellos, cuando oían la palabra claramente y la entendían, se agarraban de los pelos y decían: ¡Huau! ¿Y ahora cómo hacemos eso? Si fuera hoy el predicador les diría: ¡Eh! ¡No se hagan problemas! ¡El gozo de Dios es su fortaleza!
Entiende bien: no te está dando fuerzas con algo llamado gozo. Si lo lees en contexto, verás que lo que te está diciendo es: No respondas con tristeza, responde con fuerza, porque a Dios la fuerza le trae gozo. El gozo de Jehová es cuando tú respondes con fuerza. El gozo de Jehová, es tú fortaleza. El gozo de Dios es cuando tú te haces fuerte ante la palabra.
El gozo tampoco es una sonrisa ridícula en la cara de un cristiano carismático. El gozo no es estar un buen rato tendido en el suelo riéndote a carcajadas. A eso se le llama risa. El gozo es una condición del hombre interno. El gozo es el producto de una convicción absoluta que Dios es Dios, y nadie le vence.
El gozo es una demostración positiva respecto a quién es Dios en la tierra. El gozo es una fuerte actitud ante la vida, positivamente atacando todas las circunstancias que te vengan a acosar. El gozo es una condición prevaleciente del espíritu del hombre. El gozo es una cultura de sed insaciable por su palabra.
El gozo es un carácter que confronta todo lo que está en contra del avance del propósito de Dios. Es una postura interior. Es el día de una nueva reacción ante la palabra. No hay excusas para que no la entiendas, porque sólo si la entiendes serás fuerte.
El hecho de que escuchas algo y te quedas triste, es porque no has entendido. Porque cuando entiendes, no sólo no te entristeces, sino que sales cantando de alegría, porque ahora sabes que tienes un objetivo claro y concreto hacia donde caminar.
(Verso 12) = Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, (No es el día de venir a la iglesia a buscar o a recibir, es tiempo de obsequiar porciones. No es el día de venir a buscar, es el día de venir a dar) y a gozar de grande alegría, porque había entendido las palabras que les habían enseñado.
Nota que cuando entiendes, eso produce fuerza. Lo que te trae fuerza no es el gozo. Dios se goza cuando tú entiendes la palabra, porque ella te produce fuerza. Entender lo que te fortalece. Una persona que entiende camina la tierra con autoridad. No camina como pidiendo disculpas.
Al final del verso dice que tenían alegría porque habían entendido las palabras que les habían enseñado. Y fíjate que dice “enseñado”, no dice “predicado”. ¿Sabes por qué? Porque a la iglesia se le enseña, no se le predica. Pre-dicar es preanunciar la derrota de los ángeles caídos, y a eso la iglesia ya lo sabe. Debemos enseñarle lo que todavía no sabe bien.
(Verso 13) = Al día siguiente se reunieron los cabezas de las familias de todo el pueblo, sacerdotes y levitas, a Esdras el escriba, para entender las palabras de la ley. (¡Quince veces te ha dicho que el mes séptimo es un día de entendimiento! Es inexcusable no entender.)
(14) Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo
Aquí vemos que demanda un nuevo estilo de vida. Recuerda, todo el mundo vivía en ciudad, y de repente, ahora, todo el mundo tiene que vivir a campo traviesa y en tiendas, que ellos confeccionaban con hojas de árboles, y tenía una abertura arriba. Y ellos tenían que meterse allí.
Ahora, imagínate lo drástico que es salir de una casa el último día de un mes, y el primer día del mes siguiente, meter a toda tu familia en una choza. Así de drástica es la exigencia del cambio mental para la iglesia. Sólo imagínate qué tipo de transición sería mudarte de una casa, en una ciudad, y acomodarte en una tienda de indios. Así de drástico y de tenso es el cambio que Dios exige en la iglesia, hoy. Del mes seis al mes siete. Por eso es la iglesia aúlla cuando oye el mensaje.
(15) y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades, (En el mes séptimo, se predica cambio. Predicad esto, pregonad esto en todas las ciudades, que hay que cambiar el estilo de vida. El mensaje del mes séptimo es Reforma. Pregonad esto. ¿Pregonad qué? Que hay un cambio de estilo de vida. Hay un cambio de estructura pensante. Hay un cambio en la forma en que te conduces en el mes séptimo. Pregonad esto, dice la palabra) y por Jerusalén, diciendo: salud al monte, y traed ramas (Número uno) de olivo, (Número dos), de olivo silvestre, (Número tres), de arrayán, o mirto, (Número cuatro), de palmeras, (Y número cinco), y de todo árbol frondoso, o verde.
Tal como está escrito, y nos da los cinco componentes para construir la mentalidad del séptimo mes. Construid una tienda, una choza, con estos cinco ingredientes. La tienda se convierte en la cobertura mental de la iglesia en el séptimo mes. Hay que construir una mentalidad, deliberadamente, que prevalezca en el mes séptimo. Y Dios nos da cinco ingredientes a los cuales nos vamos a referir dentro de un momento. Con eso podremos ver qué mentalidad es la que prevalece en el mes séptimo.
(Verso 16) = Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno (Escucha y lee bien: dice cada uno. A esto nadie lo puede hacer por ti. En el mes séptimo, tú no puedes depender de la oración de tu pastor el domingo. Tienes que tener una cobertura contigo, las veinticuatro horas al día. Lo que te cubre tu vida, es lo que te defiende en la calle. Cuando tú estás en una circunstancia en medio de trabajo, lo que te hace prevalecer, es la forma en que tú piensas. Y la forma en que tú piensas, es lo que te cubre. Y esos principios que desarrolla tu mentalidad se convierten en tu cobertura. Tú puedes estar de vacaciones en la otra punta del planeta, que lo que te cubrirá allí donde quiera que estés, serán los principios que has asimilado, si es que los pones por obra, cuando el momento lo necesita. Tabernáculos es una mentalidad que te cubre durante el mes siete, que tiene que ser formada por estos cinco ingredientes. Y dice que cada uno tiene que tenerla.) sobre el terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín.
En cualquier lugar, menos dentro de tu previa cobertura. No la podían meter dentro de tu casa. Tenía que ser encima de la casa, o afuera en el patio, o afuera en el frente, o allá en la puerta de la ciudad. Pero en la tienda tenía que ser algo externo y superior a lo previo.
Ni se te ocurra construir la tienda y luego meterla dentro de tu casa. Y dice que lo primero que colocó, fue protans, que es como se traduce “fundamento apostólico”. Eso primero. No hay un segundo sin un primero. No puedes edificar columnas sin primero cavar los cimientos y pone los fundamentos.
La mentalidad que Dios quiere construir, destruye el odre previo. Es más fuerte. Te ayuda a prevalecer en los tiempos finales. Si Dios viene mañana, nos interrumpe y nos vamos. Pero si todavía no viene, prevalecemos mientras Él regresa. No la puedes poner adentro, dice “sobre”. Léelo con cuidado: Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre el terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín. Si yo sé leer, eso significa afuera.
(17) Y toda la congregación, (Dice que toda la congregación, toda. Esto no es optativo, esto es obligatorio si quieres prevalecer), que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande.
Nota que este día del cual estamos hablando, no tiene precedentes. No puedes confirmarlo en una librería cristiana. No te puede ayudar el abuelito que tiene sesenta años en la iglesia. No se había celebrado antes. Entiéndelo, estamos terminando por primera vez. Nadie ha pasado por aquí, antes.
Eso, claro, nos pone en un lugar de incertidumbre, porque a nadie le gusta hacerlo. A eso es a lo que llamamos pioneros o apostólicos. Comenzar a viajar más allá del control. Aprender a tener paz dentro de incertidumbre. Aprender a regirnos por el espíritu, verdaderamente, y no por fantasmas. Caminar por el espíritu es ser obediente a la palabra. Todo lo demás, consecuencia.
Dice claramente que, desde los días de Josué, nadie había hecho eso. O sea que no había dónde indagar a ver quién me puede ayudar, sino que las voces y las trompetas de Dios, están declarando: Síguenos, a un camino que ellos mismos no han obtenido.
Estamos abriendo sendas. Claro, a los que van adelante en casi todas las guerras los matan, pero dejan la senda ya construida. Nos tocó ser pioneros de algo. Se entiende que esta generación tiene que abrir trazos, para que venga una generación siguiente que termine.
(Verso 18) = Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito.
Te dije que hay cinco hojas. Número uno, de olivo; número dos, olivo silvestre; número tres, arrayán, o mirto; número cuatro, palmas y número cinco, frondosos. Ahora anota las siguientes escrituras porque son muy extensas y por razones de tiempo no puedo leerlas.
Levítico 23:33.44; Deuteronomio 16:13-18; Números 29:12-32. Todas estas escrituras te hablan de la fiesta y el tiempo de la siega y tabernáculos, y de los holocaustos, y los principios y mentalidades requeridas para poderlas celebrar adecuadamente. Te las doy como tarea. Ahora déjame extraer cinco principios de estas tres escrituras. Luego te explico los componentes de tu mentalidad para el mes, o para el tiempo final.
Número Uno: El Tiempo de la Siega es el tiempo de cosecha. Se cosechaba todo lo que tenía que ver con el lagar del vino y todo lo que tenía que ver con la era y el grano. Todo se cosechaba. Es el tiempo después del cual no existía vida en la tierra. Todo lo que tenía vida en la tierra, se levantaba. Se extirpaba de la tierra.
Todo lo que tenía vida, cesaba, porque era recogido. Todo tenía que llegar al estado de madurez. El tiempo de la lluvia tardía, es tiempo de madurez. En tiempo de lluvia tardía, pide lluvia, dice Zacarías 10:1. Tenemos que pedir lo que el tiempo requiere que tengamos.
El tiempo de lluvia tardía, no es tiempo de carcajadas, aunque sí lo pueden fluir, es tiempo de madurez. Porque la lluvia viene para madurar el fruto, porque si no hay fruto maduro, no hay siega. La lluvia viene, con el propósito de madurarte. Que tú te pongas a temblar, te vayas al suelo o no puedas parar de reírte, está muy bueno, pero no adelanta el propósito. El propósito es madurez. Pide lluvia en tiempo de lluvia.
Pide madurez, en tiempo de madurez. Pide ser cosechado en tiempo de cosecha. Todo lo que se ha sembrado en la iglesia, se recoge. Eso significa que es un tiempo de completamiento, es un tiempo de plenitud. Es un tiempo donde todo lo que tú posees, comienza a pertenecerle al Reino.
Es un tiempo donde todo se trae al alfolí, porque todos los graneros están llenos. Todos los lagares están llenos. Todos los toneles de vino están llenos, porque todo se ha cosechado y todo llegó a su madurez. Pero entiende que el tiempo de la siega, madura todo, lo bueno y lo malo. Se madura la inteligencia, es el tiempo en que la iglesia comienza a caminar su camino de victoria. Todo lo que Dios te ha dado, tiene que llegar a su madurez.
Número Dos: Es el tiempo en donde el regocijo era necesario. Para participar de la siega, Israel tenía que estar alegre, no podía estar triste. Era el día en que se oraba a Dios por lluvia, y se recogía todo lo que estaba en la tierra, pero tenían que hacerlo con gozo. Recuerda que gozo no es una ridícula sonrisa en tu cara. Gozo es una actitud que no se doblega bajo ninguna circunstancia en la tierra.
Entonces en el mes séptimo, en el mes de la siega, se demanda de una actitud que es requisito básico para participar. Tiene que tener una actitud correcta, tiene que tener una mentalidad positiva. No puedes participar de la fiesta con una cara como si hubieras desayunado con una mezcla de limón y vinagre.
No puedes estar en negativo, es el tiempo más precioso para servir a Dios. Es el momento en que la iglesia está viviendo los mejores tiempos de toda su historia. Si estás en el tiempo, si entiendes los tiempos, si has entendido la palabra, hay un gozo que se produce que te activa de una manera, que no hay demonio que te ponga en depresión, no hay demonio que te altere los nervios, no hay circunstancia familiar que destruya tu paso. Porque cuando estás viviendo adecuadamente para el tiempo, hay una postura interior que vence al tiempo. Tienes que tener un espíritu elevado, tienes que tener gozo.
Número Tres: Durante el tiempo de la siega, se hacía memoria del tiempo de peregrinaje en el desierto. Eso habla de una mentalidad de migración constante. Por primera vez vamos a ver una generación en la tierra que no se va a quedar estancada en un mover. Vamos a entender que, después de un mover, hay otro mover, después de un campamento hay otro campamento, y vamos a continuar de gloria en gloria hasta el día perfecto de la venida de nuestro Señor.
Una generación que entiende que el peregrinaje es un constante movimiento migrante fuera de la previa posición. Siempre llegando y alumbrando a la estatura del varón perfecto. Migración constante, donde estás permanentemente dependiendo de la dirección de Dios. Es un día de transición constante.
El salmo 84 habla del peregrinaje. El peregrinaje, allí, no significa que tú eres extranjero en la tierra, como si fueras un Alíen. Tú no eres ningún extraterrestre, tú eres bien terrestre. ¿Qué dirección tiene tu documento de identidad? ¿Pertenece al planeta Tierra esa dirección? Úsala.
El peregrinaje significa que son gente que no se queda estancada en un solo lugar. El peregrinaje le trae gozo a Dios. Varón joven, cuando esa mujer te lleve al cenit de la tentación, juégate por lo que vale y dile que eres un hombre de destino, y que tu peregrinaje tiene una visión que va mucho más allá del placer de unos pocos minutos. Esto funciona en todas partes. Son mentalidades, son posturas espirituales.
Número Cuatro: es la estación de equipamiento personal. Todo esto está extraído de esas tres porciones bíblicas que te pasé y que seguramente vas a leer después que termines de escucharme a mí. Tiene que ver con la madurez de cada creyente. Si tú eres maduro, entonces todo lo que tú tienes está maduro.
¿Y cómo sabes tú si estás maduro? Porque has desarrollado tu don al máximo. Porque has desarrollado tu inteligencia al máximo. Porque todos tus talentos han llegado a un nivel de utilidad pública. Porque todo tu entendimiento ahora tiene reconocimiento. Una persona madura, es una persona que ha madurado todo lo que es y sabe, y ha sido responsable con ello.
Madurez es aceptación de responsabilidad. Algo necesariamente tienes que tener para aportarle al Reino. No puedes llegar a ese Reino con las manos vacías, porque Dios mismo se encargó con anterioridad de poner algo en ellas. Algo tienes que tener madurado, porque en este tiempo todo lo que está en la tierra, madura. Sea para bien o para mal.
En el tiempo de madurez, si tú no recoges el fruto, el fruto se daña. Escúchame bien; yo no soy un clásico y casi tradicional predicador de prosperidad, Dios me libre de serlo. Sin embargo, déjame aclararte y asegurarte que la prosperidad sí es de Dios. Préstame atención con mucho cuidado para no confundirte, equivocarte y después salir a decir que el hermano dijo.
No sé cómo, de qué manera y con qué métodos, pero tengo la certeza total que tú no vas a vencer al mundo reservándole el diez por ciento de lo que te pertenece a Dios y permitiendo que Babilonia te robe el noventa por ciento restante. Por más que seas muy cumplidor con tu diez por ciento, jamás vamos a alcanzar ese noventa. A lo sumo contribuiremos a aumentar la calidad de vida de alguien aquí en la tierra, pero nada que ver con el Reino de Dios.
Yo no sé si dos más dos todavía es cuatro allí donde tú vives. Fíjate que los fariseos traían meticulosamente el diez por ciento de lo suyo todos los meses. Nadie los podía acusar de estar robándole a Dios. Ellos cumplían a morir con la ley. Y sin embargo no entran en el Reino. Estamos hablando de una gente poseída por un deseo y una carga. De solo ver el fin de la obra de Dios en la tierra.
Yo creo que si queremos y pedimos de acuerdo con el propósito de Dios, Él va a poner allí todo lo que pueda confiar en nuestras manos. El problema es que cada vez que eso toca las manos, se nos suele olvidar para qué lo habíamos pedido. Si Dios pudiera encontrar a uno a quien ponerle todo el dinero del mundo para terminar su obra, se lo daría.
A mí me parece que todo esto tiene bastante sentido, ¿No? No es Biblia esto último, sólo una idea personal que no tiene nada que ver con ambiciones o necesidades personales. No las tengo, no las quiero. Tú tienes algo para darle a Dios que va más allá de unos billetes o unas monedas. Porque en el tiempo de la siega, todos hemos madurado algo.
Número Cinco: Se exigía. Había un sacrificio para recomenzarlo, lo vas a ver en Números, cuando lo leas. Mataban una serie de animales, cuyo número total era de setenta. Setenta animales. Setenta es el número de la iglesia, de la plenitud de la iglesia en la tierra, en las cuatro esquinas del globo.
Tiene que ver con visión por las naciones. En el séptimo mes, toda iglesia local tiene que estar conectada con lo que Dios está haciendo en las naciones. Es por eso que en todos los ámbitos se está usando la palabra Red. Donde la gente estrecha sus manos por encima de creencias particulares para poder fluir en todo el planeta.
Sólo que la Red no es algo por membresía, o algo que uno viaja buscando a ver quién quiere participar. Las redes son distintas en la tierra. Y cada Red tiene su aleación en su mentalidad o en el material, y una visión en particular. Hay redes que se arrojan a la derecha, hay redes que se arrojan a la izquierda. Hay distintas redes evangelísticas. Una Red apostólica, por ejemplo, necesita un apóstol funcional.
Y tiene una sola cosa en mente: hacer y terminar. Entonces, cuando descubre a alguien que está en la misma onda, automáticamente se acepta, porque tarde o temprano se van a encontrar en el camino, están en lo mismo. No es una cosa de asociación ministerial; ya sabemos que eso no funciona.
Estamos superando nuestras formas de relacionarnos, según pasa el tiempo. En los últimos días, redes es lo que está aconteciendo. Es por eso que ves que diferentes compañías aéreas se están uniendo y se convierten en monstruos. Es tiempo secular de monopolios. En mi país lo sabemos muy bien.
Todo eso que en apariencia solamente debería ser conocido por la iglesia, es de alguna manera también apropiado por el mundo secular. Las empresas se están uniendo, fusionando, porque saben que esa es la mentalidad del séptimo mes.
Y la iglesia, mientras tanto, todavía se anda peleando entre sí por causa de diferencias doctrinarias, en casos, irrelevantes. ¿No has visto que en algunos lugares un grupo bancario se ha tragado a otro de menor rango? No es el anticristo, eso; es preparación para los últimos días.
Y nosotros ahí estamos, como pequeños carbones casi apagados, separados, en lugar de reunirnos y comenzar a arder en un tremendo fuego imbatible. De allí que para darle una conclusión inteligente a esto, vamos a estudiar estos materiales que te había mencionado.
Lo primero que veremos, es La Palma. Recuerda que con estos materiales tú vas a edificar tu mentalidad. Vamos a ir al Salmo 92. Mira el verso 12: El justo florecerá como la palmera. (La palmera o palma tiene que ver con justicia. La palabra Justo tiene que ver con estar correcto) crecerá como el cedro en el Líbano.
(13) Plantados en la casa de Jehová. (Tiene que ver con firmeza, con gente que no es errante. Que se saben someter y mantenerse quietos en un solo lugar. Andan plantados) en los atrios de nuestro Dios florecerán. (Son gente fructífera, no son gente que no produce. Son gente que siempre está floreciendo)
(14) Aún en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes. (Aquí es en el único caso en que tienes permiso para ser un viejo verde. La palabra Vigoroso significa fértil. Aunque es viejo, todavía es fértil. Y la palabra Verde, significa nuevo y próspero. O sea que puede ser un anciano, pero todavía tiene una palabra relativa a su tiempo)
(15) Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en él no hay injusticia.
Palma, la palabra en hebreo es la palabra tamar, que significa erecto. Tiene que ver con perpendicularidad delante de Dios. Tiene que ver con una mentalidad que florece. Tiene que ver con estar recto y correcto delante de Dios. Estamos hablando de integridad, estamos hablando de rectitud. Esta es la mentalidad para el séptimo mes, la estamos construyendo.
El primer ingrediente, perpendicularidad delante de Dios, rectitud delante de Dios; integridad, estar plantado. Una persona. Una persona productiva que florece, no una persona que es carga a la iglesia, que siempre viene buscando algo. Es una persona que entiende el tiempo, y de los graneros que ya deben haber estado cosechado en su vida, está trayendo al alfolí, los granos y el vino de tu siega.
Hay algo muy singular en esta palma. Esta palma no es como la palma de coco. Quienes hayan visto alguna vez aunque más no sea por televisión o video, si es que no lo hicieron personalmente, un fuerte viento en una playa caribeña donde hay palmas o palmeras de coco, habrán visto que ante el viento estas comienzan a doblarse al máximo de su altura. El viento se las lleva y crecen como torcidas.
Bien: esta palma no es así. Esta palma no se tuerce ni se dobla con los vientos. Esta palma se da en el desierto. Déjame darte algunas escrituras para que las anotes y luego las consultes. Cantares 7:7-8; En Apocalipsis 7:9-17, Dios está en medio de este tipo de palmas. Esta mentalidad atrae la presencia de Dios.
En Jeremías 10:5, habla de ser erecto, recto. Esta palma vive en el desierto, donde ya no hay más verde en ninguna parte. Donde tú piensas que si no pasa algo urgente vas a morirte sin remedio. Y, de repente, ahí está esta palma. Y tiene un tronco parecido al cedro. No hay quien lo doble.
Es perpendicular y crece bien derecha, y la tormenta del desierto no la derrumba. No crece con distorsión, no se deja llevar por la presión de grupo; permanece, prevalece. Es una señal de vida en medio de circunstancias de muerte. Una mentalidad que pueda crecer aún en medio de la muerte.
No es una mísera palmera de cocos que se la lleva el primer huracán más o menos ventoso que llegue. Tenemos que plantar esa clase de palma en nuestra mentalidad. Esta palma siempre está floreciendo. ¡En medio del desierto y está floreciendo! No deja de florecer, habla de un estilo de vida elevado. Algo dentro de ti que dice: no soy movido. Necesitas ese ingrediente en tu mentalidad para prevalecer en los últimos días.
Lo segundo: la Planta de Mirto o Arrayán. Para ver esto vamos al libro de Zacarías 1 y verso 8: Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos (Esta palabra, Mirto, es la palabra Arrayán) que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos.
(9) Entonces dije: ¿Qué son estos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: yo te enseñaré lo que son estos.
(10) Y aquel varón que estaba entre los mirtos respondió y dijo: estos son los que Jehová ha enviado a recorrer la tierra. (Nota que dé entre la mentalidad de mirtos, sale una voz. Estos son los que Jehová ha enviado a recorrer la tierra. La mentalidad apostólica viene desde esa rama. De la rama de mirtos sale la mentalidad apostólica o de reforma. Salen a recorrer la tierra)
(11) Y ellos hablaron a aquel ángel de Jehová que estaba entre los mirtos, y dijeron: hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta.
Después de la palabra que sale de los mirtos, la tierra llega a reposar. Esa palabra reposar y quietud, significa orden divino. O sea: el plan de Dios se termina, después que la iglesia sea reformada. Puedes decirlo: yo nací bajo un destino de reforma, vivo en la consolidación de un nuevo milenio, seré parte de la palabra apostólica, soy enviado.
Tienes que tener una mentalidad de ser enviado. Cuando estás en medio de la escuela y hay un conflicto en la escuela, ahí es donde te tienes que acordar que eres apostólico, que has sido expuesto a ministerios apostólicos y que Dios te ha enviado a ti a resolver esa situación.
Puedes decir que la solución eres tú, que no es que debes orar para que Dios te ayude. ¡Yo soy la solución enviada al problema! ¡Somos una generación enviada a la tierra! ¡Somos embajadores de Cristo! Y cuando estamos frente a un problema, no es el tiempo de orar, es el tiempo de actuar; ¡Eres enviado!
El libro de Ester es muy interesante. El nombre de Ester, en los originales es Adasas, y significa Mirto. Todo el libro de Ester es un libro de reforma. Ester sólo nace para terminar con el espíritu religioso llamado Aman. Y para quedarse con todo lo que el espíritu religioso pervirtió y para honrar el ministerio profético de Mardoqueo.
La reina Vasti, es la reina que es degollada por falta de representación pública, porque andaba en un culto de damas. Cuando el rey quería exponerla ante las naciones, ella andaba ocupada en un banquete con mujeres. Programaciones internas que no son relativas al propósito de Dios, hace que la iglesia pierda la autoridad en la tierra.
Por eso Ester es levantada, produce una reforma. Cuelga de los cordones a Aman, que es el espíritu religioso en la tierra, y después van donde el rey y le dicen: Bueno, ya que Amán está muerto, ¿Por qué no cambias el edicto, para que no tengamos que pelear? Y el rey le dice: Aquello que ha sellado mi anillo, yo no lo puedo cambiar, pero te doy permiso para que te defiendas.
O sea: vamos a ganar, pero hay una guerra. Está en toda la Biblia. Mientras que hay mucha gente que está esperando que Cristo lo rescate, hay otros que se están preparando para la guerra. ¿De qué lado estás tú? Yo quiero palmas y mirtos, una mentalidad de reforma. Una mentalidad que entiende que la solución al problema, soy yo.
¿Usted, hermano, es la solución al problema? ¡Escucha! ¡Somos enviados a ser sal de la tierra! ¿Sí o no? ¿Y cómo se supone que lo seas, quedándote sentado viendo como salen otros a pelear? No vinimos a la tierra a huir de sus problemas. La sal cambia todo lo que toca. A todo lo que toca, le cambia el sabor. La palabra dice que si pierdes tu salitre, vas a ser hollado por el mundo. Si la iglesia anda atropellada por el mundo, es porque ha perdido la sal.
Número Tres: La Rama de Olivo. Y no me refiero al olivo silvestre, me refiero al olivo. Zayim. Está relacionada con el aceite, pero es diferente al olivo silvestre. Esta planta era cultivada en grupo, nunca la encontrabas sola. Habrá que eliminar el espíritu de independencia en el mes séptimo.
Y si tiene algo muy particular esta planta, es que es fructífera hasta su edad más avanzada. Tú sabes que el fruto de una planta, según va madurando una planta y se pone vieja, va decayendo, comienza a dañarse y ya no es todo lo bueno que era antes. Pero esta planta es al revés. Mientras más vieja, mejor es el sabor del olivo.
Puedes decir que quieres mirto, que quieres palma y que quieres olivo. Que estás construyendo tabernáculo. Y cuando está por morir, que ya está seco, que está casi hueco por dentro con las raíces a la vista saliéndose de la arena, entonces retoña. O sea que no se va de la tierra sin dejar algo para la posteridad, con sus mismas características.
Habla de productividad, habla de ser útil hasta el último día de tu vida. Habla de tener una posteridad con las mismas características. Habla de construir una visión más allá de la visión. Habla de donde vida es simplemente muerte, o muerte es tragada por vida. Habla de una generación que será transformada en un abrir y cerrar de ojos. Habla de un poder generacional. La misma planta que está en Getsemaní, donde Dios dio a luz una nueva vida, justo antes de morir.
Número Cuatro: Olivo Silvestre. La palabra es Ets. Significa firmeza, hacer firme, o sanar, o ser cabal. Era algo que tenía calidad y cualidad medicinal. Lo tienes en Jueces 9:8-9; Deuteronomio 32.13; Salmo 128:3. Era un ungüento que se extraía de este árbol silvestre y lo untaban para sanar el alma.
Habla de ser cabal en el mes séptimo, de ser completo. Necesitamos ese tipo de bálsamo mental en este tiempo. Escúchame; no es el tiempo de andar psicológicamente quebrantado. Tú no puedes estar pidiendo oración para sostenerte por algo que te ocurrió cuando tenías ocho años. ¡Sánate!
Es tiempo de entender que somos producto de nuestras propias decisiones, Es tiempo de dejar de echarle la culpa al pasado por la falta de futuro, ¡Sé sano en el nombre de Jesús! Y que el sólo sonido de mi voz sea vehículo para que el poder de la sangre de la cruz borre y barra con todo lo que hasta hoy te aquejaba. ¡Ahora! ¡Sea hecho en Cristo Jesús!
Olivo silvestre. No es tiempo de andar psicológicamente rotos, perturbando, dañando y o0bstaculizando el futuro, por estar echándole la culpa al pasado. Cambia tu manera de pensar. Según el hombre piensa, el hombre es. Entonces, empieza a pensar bien de ti mismo, de ti misma. No es tiempo de andar rechazado.
Ámate. ¡Pero es que nadie me quiere! ¡Quiérete a ti mismo! ¡Es que no le gusto a nadie! ¡Gústate! Eres acepto en el Amado, dice la Palabra. Sólo atrévete a creer, y recíbelo. Necesitamos aplicar el bálsamo de la palabra y entender que sí funciona. Ya basta de psicología cristiana que invierte más tiempo que evangelizar. Ya basta de consejería, que mata los consejeros y no cambia tu vida.
Un simple cálculo de probabilidades dice que, si tú aplicaras aunque más no se aun porcentaje de la palabra que se predica, no existiría la consejería en la iglesia. No sería necesaria. Sería bueno que en las consejerías pongan ciertos versículos en pequeñas tarjetas y, cada vez que llega alguien buscando ayuda, darle una tarjeta de esas y decirle que no vuelva hasta que no cumpla lo que está escrito allí.
Palmas, mirtos, olivos, olivos silvestres, y ahora: ramas frondosas. Esta no es una rama en particular. Árbol frondoso significa cualquier rama que tenga muchas hojas. Tú escuchas a alguien que te enseña algo, y luego me escuchas a mí que te enseño otra cosa. ¡Mejor? ¿Peor? No, diferentes ministerios. Esto de ramas frondosas habla de la diversidad del cuerpo de Cristo.
Con ello entendemos que lo que vinimos a hacer a este planeta, deberá ser hecho por nosotros, nadie va a tomar nuestro lugar. Sólo cada uno de nosotros puede hacer aquello para lo cual fue enviado. Eso, elimina el espíritu de competencia. Habla de una diversidad, de una multitud de hojas. Habla de hojas de diferentes clases. Diversidad y variedad. Recuerda que la Biblia termina con un árbol cuyas hojas no se caen, que son sanidad a las naciones.
Isaías 1:30 habla de juicio si no eres frondoso. Isaías 64:6 dice que eres no productivo si eres estéril en cuanto a las hojas se refiera. Tenemos que ser útiles en las manos de Dios, entendiendo que somos quienes somos porque así le agradó a Dios que fuésemos.
No trates de competir con nadie, no trates de imitar a nadie; sólo evalúate conforme al lugar en el que debes estar según el tiempo. Juzga tu vida de acuerdo a dónde debes estar tú, de acuerdo al destino de tu vida, no la de tu vecino. Aunque todos vamos hacia el mismo lugar, lo tenemos que hacer por rutas diferentes.
Habla de fertilidad, habla de productividad. La palabra nos dice en Salmo 1: Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita día y noche. Será como árbol plantado junto a corrientes. Esta expresión junto a corrientes, significa “corrientes subterráneas”.
No es que está al lado de un río, sino que es gente que busca, tiene sed y busca y encuentra corrientes de abajo. Que da su fruto a su tiempo, y su hoja no cae. Es un árbol frondoso, su hoja no cae. Está verde todo el año. Doce meses al año verde.
Y dice que este tipo de mentalidad da su fruto a su tiempo, o sea: da naranjas en el tiempo de naranjas, y da manzanas en el tiempo de manzanas; y da higo en el tiempo de higo. Predica madurez en tiempo de madurez. Predica sanidad en tiempo de sanidad. Es una persona relativa al tiempo de Dios.
Árbol frondoso. Es la misma hoja que encuentras en Apocalipsis 22, que es sanidad para todas las naciones. Vamos a ir terminando con Zacarías 14. En este momento debería preguntarles cuántos de ustedes saben que están construyendo una tienda. Necesitas palmas, necesitas mirtos, necesitas olivos y olivos silvestres. Y también necesitas árboles frondosos.
Y colocar esta tienda por encima de nuestro previo entendimiento. Más arriba de tu casa, más arriba de la puerta, más arriba del patio. La tienda tenía un hueco, arriba, en el que sólo te cubría Dios y tu mentalidad. En el tiempo de tabernáculos, tenemos que tener una mentalidad superior al mes sexto. Hay una mentalidad específica para el mes siete.
(Zacarías 14: 16) = Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
(17) Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.
O sea que, si no posees esta mentalidad, sobre ti no llueve. Y si no llueve sobre ti, no maduras. Y si no hay madurez, no hay cosecha. Debemos aprender a la predicar de una manea que la palabra no te deje escape ninguno. Todo con el libro, para que después no digas que el hermano fue el que lo dijo. ¿Lo vieron que allí lo dice? Que el que no suba el nivel mental para celebrar la fiesta de tabernáculos, sobre de él no llueve.
Vas a ver la lluvia, pero no te vas a mojar. Es bíblico. ¿Recuerdas al cojo que estaba sentado, y todo el mundo estaba participando de las aguas que se movían, menos él? Es posible ver el mover de Dios y nunca participar. Así de cerca, fíjate.
(18) Y si la familia de Egipto no subiere (Nota que esto es para todo el mundo; salvo, no salvo, religioso o no.) y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos. (Se nota que le habla a la iglesia y a otra gente más que también son parte del Reino, pero no de la iglesia. Dentro de veinte o treinta años entenderemos esto. Esto es para todo el mundo)
(19) Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos. (No tengo dudas, tenemos que subir el nivel mental para celebrar el séptimo mes)
(20) En aquel día (¿Qué día? El de tabernáculos) estará grabado sobre las campanillas de los caballos: Santidad a Jehová; y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar.
¿Te imaginas eso? Las campanillas de los caballos eran las cosas más comunes que había. Iban por debajo de los caballos y, además de llenarse de tierra, los caballos las pateaban y todo eso. Una cosa muy sencilla y común que todo caballo la tenía.
Y las ollas, otra de las cosas más comunes en cualquier hogar, que todo el mundo quema porque es insignificante, dirá Santidad a Jehová. Un título que sólo le pertenece al Sumo Sacerdote. Está diciendo que todos los niveles de vida más comunes de la tierra, en el día de tabernáculos, serán elevados al nivel de un Sumo Sacerdote.
Cuando aplicas esta mentalidad a tu vida, tu vida será elevada, y es comparada con lo que únicamente usaba en la mitra el Sumo Sacerdote, que decía: “Santidad a Jehová”. Cualquier persona sería parte de un reino de sacerdotes en el día que elevase su mentalidad, según los requisitos de la fiesta de tabernáculos.
(21) Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos.
Todos los que sacrificaren significa que todos serán útiles, y que no habrá más mercader quiere decir que dejará de existir la mercadería en la iglesia.
