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Hay un Éxodo que Sigue Vigente

Dios se acerca a la tierra, y cuando lo hace, la atmósfera comienza a cambiar. Cuando Dios se acerca a la tierra, se acerca para adelantar su propósito, no para bendecir gente. El hecho de que tú seas bendecido con su acercamiento, no determina que para eso fue que vino. Es un compendio de alegría, gozo y bendición por causa de ese acercamiento y gracias y gloria a Dios por ello.

Escucha: el trabajo de Dios no es pesado, cuando se hace dentro de la gracia provista para el mismo. Aunque sí es trabajoso y consume tiempo, uno lo hace descansando en la gracia. Si hoy tu ministerio te tiene fusilado, fundido, extenuado, puede ser porque quizás has estado haciendo cosas que no estaban en el propósito de Dios para tu vida.

La iglesia está migrando a una dimensión de un cambio radical. Mientras todavía hay un inmenso caudal de cristianos que llaman a este mover actual de Dios avivamiento, visitación o despertamiento, yo prefiero enrolarlo dentro de lo que creo es una Reforma integral, a fondo y dimensional del evangelio y, esencialmente, de lo que llamamos La Iglesia.

Diversas palabras expresadas en distintos tiempos, han sido aceptadas como palabras gravitacionales. Una palabra gravitacional, es una palabra que atrae a personas hacia sí. Palabras como la siega, la cosecha, la visitación, avivamiento, son todas palabras comunes a nuestro vocabulario. Es muy difícil que alguno de nosotros no hayamos usado alguna vez algunas de estas palabras, ya sea en una conversación informal entre hermanos o, directamente desde un púlpito.

Sin embargo, el problema que estamos viendo es que, la interpretación que les hemos dado a estas palabras, no siempre ha sido enteramente bíblica. Hemos confundido estas palabras con lo que Dios está haciendo en la tierra. Un cuidadoso estudio de estas palabras, nos señala inmediatamente que Dios no está haciendo ninguna de esas cosas, y que lo que sí está haciendo, es una reforma.

Una reforma, mis estimados amigos, es un movimiento calculado, es una decisión consciente de cambiar la manifestación de un destino inevitable. Hay gente en el cuerpo de Cristo que se ha dado cuenta, que si seguimos el rumbo, el curso que llevamos, no vamos a dar con el árbol, sino con la columna. Y para no darnos contra la columna, estamos deliberadamente cambiando todo lo que no es Dios para dar con el árbol.

Aunque Dios sí está involucrado en una reforma, esa reforma es acarreada a través de hombres y no es soberana. Lo que Dios está haciendo en la tierra es deliberado, calculado, sabio, estratégico, planeado y premeditado. En suma: estamos puestos en contra de lo que hemos venido llamando Babilonia, que es sobre lo cual deseo retornar en este trabajo. Por si te lo habías olvidado.

Jezabel no muere sola, hay que arrojarla de la ventana. La religión no se acaba sola, hay que acabarla. Es una mentalidad, es una postura. El día de venganza es un día apostólico, ya está en la tierra. Quiero que me escuches con el corazón abierto. La historia crea el presente y proyecta la tendencia del futuro.

Queremos terminar en el destino correcto, en este caso el árbol. Recuerda que los eventos naturales y terrenales, sean de la iglesia o no, no son los que determinan el destino. La secuencia de eventos naturales, no garantiza el final. Hay que crearlo, el fin es profético, no digas que faltan cuatro meses.

Cuando no hay entendimiento, un cambio siempre es una ofensa. Cuando tú no entiendes por qué hay cambios, esos cambios se manifiestan como una ofensa para con tu vida, y siempre termina siendo doloroso. De manea que necesitamos convertir el cambio en la consumación de nuestra meta. Una decisión deliberada de hacer reajustes radicales.

La tradición te sujeta a una mentalidad histórica. Tenemos que abrazar la mentalidad presente del mover de Dios y hacer una decisión constante. Si me permites te daré algunas definiciones. Lo primero, Visitación. En  nuestros círculos carismáticos pentecostales y de religión sofisticada, como me gusta llamarlo a mí, (Y tengo claro que hablo con creyentes maduros y genuinos; ni se me ocurre suponer que ahí exista gente que todavía no fue restaurada), siempre es asociado con que se te ponga la piel de gallina, enorme bullicio, manifestaciones altamente desordenadas, o largos tiempos de gente tendida en el suelo

A eso es a lo que mayoritariamente, nosotros solemos llamarle una visitación de Dios. ¿Cómo estuvo el culto? (Primero, que le llaman culto. No sé de dónde han sacado esa palabra, pero ahí vamos), ¡Tremendo! ¿Y qué pasó? ¡Hombre, fue todo tan fuerte que no se pudo ni predicar! ¡Todos borrachos en el espíritu!

Es así: una visitación siempre se ha asociado con sensaciones epidérmicas, bendiciones personales, en suma, un mover sin sustancia que carece de la palabra transformadora que era evidente en todos los avivamientos históricos de nuestros reformadores. La gente cambia sólo en los avivamientos. El problema que tenemos es que en los nuestros, no cambió nadie.

O sea: le estamos llamando avivamiento a lo que está ocurriendo dentro de nuestras casas. La palabra visitación, es la palabra paqad, se encuentra en Zacarías 2:3 y significa lo siguiente: evaluar, escudriñar, dar instrucción. La intención de la intervención de Dios en medio de los asuntos humanos. Es la visita de un rango superior, a corregir a un rango inferior.

Él dijo, en Éxodo 3, he visitado a mi pueblo, y he visto la aflicción. En Apocalipsis 1 dice que Cristo andaba en medio del candelero. Esa palabra “en medio de”, es la palabra paqad. Escudriñando, a ver si las mentalidades adecuadas para el día, existían. A ver si las canciones iban de acuerdo con la cultura de la iglesia. A ver si la sustancia o las posturas espirituales para el tiempo, estaban adecuadas.

Entendimiento, la tecnología, la estrategia. A ver si el curso de la iglesia iba a dar con el árbol o con la columna; una visitación de Dios. Cuando Dios visita, es como cuando te visita el médico; corrige inmediatamente tu dieta para mejorarte. La palabra visitación también incluye entregarte la prescripción o la receta medicinal necesaria para cambiar el curso.

O sea: es imposible tener una visitación sin palabra. Porque la palabra es la receta. Es un error llamarle avivamiento a un mover desordenado, cuando el avivamiento es un mover migrante, que te aleja de toda posición descarriada. Repito: el diccionario dice, no Néstor; el diccionario dice que un avivamiento es un mover migrante que te aleja de toda posición descarriada.

Entonces pregunto: ¿Cómo es posible que hayamos tenido avivamientos domingos tras domingos y luego, en la semana, sigamos en gruesos errores? El avivamiento agita a un creyente y apoya un esfuerzo inconsciente. En la otra mano, una reforma es un mover deliberado y consciente, basado en un entendimiento y un estudio claro e histórico, que concentra todo su esfuerzo en una guerra deliberada en contra de todo lo que es error y no participa en política religiosa.

Avivamiento es agitar a creyentes apáticos. Reforma, en cambio, es alterar la médula espiritual, un corte consciente con todo lo que no es Dios. Romper con todo lo que es anti bíblico y reintegrar la Escritura como la autoridad final de nuestra creencia y nuestra práctica. Nada que ver con ataques de risa ni gene desparramada por el piso. Es consciente, es sabia y estratégica. Una posición hostil que produce martirio, atrae hostilidad, críticas, malentendidos, desasociación y, si eres bien bueno, muerte también.

Lo que Dios está haciendo en el planeta, es una reforma. Nuestros avivamientos no funcionan en la India. Si llegas a irte a Rumania y le dices a la gente allí que riéndote se van a sentir mejor, no creo que vayan a entenderte. Si lo que vives allí donde tú estás ahora no funciona aquí, sólo recíbelo, sé bendecido con ello, pero olvídalo como prioridad porque no fue a eso que Dios vino.

¡Pero hermano! ¿Entonces a usted no le gusta el mover del Espíritu? ¡Claro que me gusta! ¡Por supuesto que me gusta! Pero no puedo aceptarlo si en lugar de llevarme al árbol me lleva contra la columna. Si algo bonito que está pasando me lleva a la columna, me hago a un lado. Cada iglesia debería ministrar por lo menos durante un año a su gente sin hacerlos pasar al frente ni orar por ellos. Sólo para matar la emoción. Después de ese lapso seguramente esa gente podrá discernir lo que es del Espíritu.

Avivamiento es un mover emocional, mientras que reforma crea una generación sabia y entendida. Avivamiento es como pintar la casa, mientras que reforma es remover sus cimientos, sus fundamentos. Avivamiento despierta al dormido en una iglesia mundana y secular. Reforma desmantela la mentalidad secular, materialista y egocéntrica que hoy domina. La iglesia Hollywood del hemisferio occidental.

Dios está trayendo reforma. Por eso, cuando yo hablo de Babilonia, no estoy hablando de una institución, ni de varias. Lo que estoy buscando mostrarte es el carácter de Babilonia, para ver quién la está manifestando en la tierra. ¿Cómo podemos discernir qué es Babilonia y qué no lo es? Escucha: al libro de Apocalipsis tú lo puedes leer de varias formas.

Lo puedes leer de una manera futurista. Es la que dice que desde el capítulo 4 hasta el 22 es para el futuro. El problema con esa teoría es que, si es para el futuro, entonces no sería relativo a la iglesia. No puede ser cierta por sí sola. Otra forma en que puedes leer al libro de Apocalipsis, es de la forma histórica. Esa es la que dice que solamente es para el tiempo de la iglesia primitiva. Si fuese así, entonces nunca tendría un fin, y Cristo no podría regresar. Tampoco sirve por sí sola.

La otra forma es la que dice el contexto exegético que dice que sólo es el día de Juan. Ese tipo de mentalidad tampoco tiene un cierre en el ciclo de Abraham. La otra forma, es la idealista, donde todo es simbólico y nada se manifiesta. Si fuese así, también sería error, porque entonces el día de Juan no existió y entonces todo fue un cuento, y no una realidad.

La verdad es que todas son ciertas, pero funcionan unas fusionadas con las otras. No se puede leer el libro con una sola interpretación, hay que usar las cinco. El problema es que a nosotros nos gusta meter a Dios en una caja, para poder decir que esto es Dios y esto no es Dios, y así no tener que operar en discernimiento. Pero a Dios no le da la gana que tú lo metas en una caja.

Es como decimos: hay nueve dones del Espíritu. ¿Quién dijo? Sólo se escribieron nueve, pero el Espíritu se manifiesta como le da la gana. Escucha: Dios es más grande que la Biblia. Lo que sucede es que al diablo le gusta encerrarnos en una sola mentalidad. El libro de Apocalipsis tiene doscientas setenta y ocho referencias al Antiguo Testamento. La metodología del libro de Apocalipsis, era muy conocida en el tiempo de Juan.

Era muy conocida por el tiempo de la iglesia a la cual se le dio la carta. Se escribe en parábolas, se escribe en imágenes, en fotografías. Hay siete fotografías. El contexto del libro dura cuarenta y dos meses. Es muy importante que entiendas eso, porque de ahí sacamos una escatología que no sirve. De todas maneras, Apocalipsis es un libro presente, no futurista.

Es un kairos donde Dios manifiesta el poder de Cristo en tres tiempos: el que era, el que es y el que será. Es la única parte en la Biblia donde Dios aparece en tres tiempos, porque Dios en la Biblia siempre aparece como el Yo Soy. Nunca en pasado, nunca en futuro, siempre en presente.

En Apocalipsis, el escritor está tratando de enviar a la iglesia, que está atravesando una tribulación, un mensaje que nos ayude a entender que Dios es victorioso en todos los tiempos de la iglesia. En el ayer, en el hoy y en el mañana. O sea: Cristo no pierde. Gloria a Dios.

El problema está porque Dios nos envía a Babilonia. Es Dios quien nos envía a la religión. Es Dios quien nos envía a Egipto. El problema es que nos acostumbramos a Egipto, tanto que después no queremos salir. Egipto no es mala tierra. Nosotros tenemos un evangelio que no funciona en otras partes.

Me gustaría saber qué tendrían los hombres que predicar en la tierra de Egipto, cuando toda la Biblia habla de Egipto como el enemigo. ¿Cómo le dirías tú, a un egipcio, que Cristo le ama? Cuando tengas eso, arma tu ministerio y empieza a viajar. Pero, hasta entonces, ni se te ocurra moverte de tu casa.

Porque en nuestros círculos, es fácil predicar. Para penetrar naciones, en cambio, hay que tener un mensaje. Lo que estamos buscando es gente que se levante con un mensaje, no expositores bíblicos. Por el amor de Dios, no necesitamos más teólogos académicos.

No queremos más expositores bíblicos profesionales, queremos hombres de Dios que se conviertan en un mensaje. Que la Biblia y ellos caminen tan unidos, que su persona sea el mensaje. Que puedan penetrar en una nación con una articulación y una sabiduría, que hasta el mismo asirio pueda ser salvo predicando a través de Asiria.

La Biblia está hecha para ellos también. Fíjate; cuando Pedro predica, en el libro de los Hechos, el primer mensaje pentecostal, termina diciendo en el versículo 40 del capítulo 2: Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: sed salvos de esta perversa generación.

La palabra Perversa, en este texto, es la palabra eskorios, de donde proviene la palabra eskoriosis. Que tiene que ver con una vértebra torcida, tiene que ver con una generación torcida, curvada o no justa. La palabra Generación, allí, es la palabra genea. Tiene que ver con personas de una misma genealogía, o gente que tiene una búsqueda similar.

Pedro le está diciendo: escapa de la perversión que existe en la búsqueda similar del momento. Estamos hablando de reforma, estamos hablando que esta era la meta, y se ha pervertido. Pervertido es pecado, es la palabra harmatía, que significa no dar en el blanco. Pecado no es que tú fumas marihuana. Pecado es que, aunque tú tengas buena intención, no vas a terminar en el blanco.

El pecado está en la iglesia a cada rato. La mayoría de la iglesia está pecando, no está dando en el blanco. Tienen actividad no relativa al propósito. Perversión no significa una persona mala. Perversión significa algo que tiene una buena intención, pero que está produciendo algo que no es bueno.

Y aunque sea por ignorancia, sigue siendo pervertido. Pervertido es una línea que no está recta, que ha perdido su propósito original. Pedro dice: sed salvos de esta perversa generación. Es constante. El problema que tengo es que Pedro le está hablando a la iglesia, allí; no al mundo.

Lo vemos también en su segunda carta, capítulo 1 y versículo 4, donde él dice: escapad de la corrupción que hay en el mundo. Sin embargo, les está escribiendo a los santos. ¿Qué hace diciéndole a los santos que escapen al mundo? ¿Será que están en el mundo o que el mundo anda adentro?

De hecho, mundo no es un lugar. Mundo es una mentalidad. Egipto es una mentalidad. Babilonia es una mentalidad, no es un lugar geográfico. Dios usa un lugar geográfico, para que a través de las características del lugar, tú puedas discernir la mentalidad y escapar de ella.

Estamos queriendo decir que salir de la religión no es salir de una organización. Porque denominación es un espíritu, no es una organización. Hay iglesias independientes, que sin embargo se mueven con un espíritu denominacional. Hay muchos que suponen que porque se salieron de una institución, dejaron de ser religiosos. Déjame decirte que es la mentalidad la que nos hace o no nos hace religiosos.

La gente parece muy amable y dulce hasta que tienes la mala fortuna de pisarle un callo. Entonces, de la abundancia del corazón habla la boca. Y lo que sale es religión. Religión es una mentalidad que está ocupada con actividad que no garantiza el final. Buenas obras, pero no obras correctas. La Cruz Roja también hace buenas obras. Y no es la única, hay decenas de instituciones seculares que hacen muy buenas obras.

Sin embargo, las buenas obras no determinan el final. Son las obras correctas las que lo determinan. Y dice: escapar la corrupción. La palabra Corrupción es la palabra phthora, y significa algo que se está perdiendo o descomponiendo. Tiene la implicación, en el griego, de un pedazo de carne que se ha quedado fuera del refrigerador y se está pudriendo. O sea: algo que ya no tiene arreglo.

Pedro le está diciendo a la iglesia que escape a esa mentalidad, porque esa mentalidad la llevará contra la columna, seguro, y no al árbol que era el objetivo. Y te dice que escapes. Y eso implica una batalla, una pelea, porque todo lo que conocemos implica guerra, fe, conocimiento, tecnología, propósito.

Y no me estoy refiriendo a una mentalidad de escapismo terrenal. Escapar del mundo, aquí, significa escapar de la mentalidad religiosa, no edificar un monasterio aislado en la montaña. Eso traerá alcoholismo, homosexualidad, perversión. Vamos a ver qué dice Cristo al respecto.

Acuérdate que Egipto, en Génesis 45, es una tierra deseada, donde Dios envía a José y a toda su familia. Era un tipo de Edén, y la encuentras en Génesis 45:13 y 16-20.  Donde Dios envía a toda la familia de Dios, a Egipto. También lo hace en el Nuevo Testamento, y envía a su Hijo a Egipto, para protegerlo de Herodes.

Dios nos envió a Egipto. Dios también nos envió a Babilonia. El problema es que llegamos a Babilonia, y tratamos de hacer paz en Babilonia. Tratamos de construir casas en Babilonia, cuando destino notoriamente no es Babilonia. Es sólo provisional. Dios te sacó de la tierra de afuera y te envió a Egipto. Entonces, cuando te llama de Egipto, estás tan acostumbrado a Egipto que no quieres salir.

Entonces salimos a lo que llamamos restauración, pero se restauró todo, menos la iglesia. Se restauró el púlpito, se restauraron los estandartes. Ahora tenemos danzarinas, tenemos música de altísimo nivel técnico y profesional, tenemos todas las cosas alegres, pero la mentalidad de la iglesia sigue igual. Aún no está restaurada.

Allí es donde Dios optó por cambiar el término. ¿No tienes restauración? Entonces, Reforma. Y reforma, déjame decírtelo, incluye violencia. Estamos agarrados de las manos alrededor del planeta adrede, deliberadamente, en contra de Babilonia.  La palabra dice que Babilonia cae, así que vamos a ganar.

Estamos viviendo tiempos proféticos, estamos encarnando la palabra. La estamos viendo desmoronarse. Me gustaría saber a estas alturas, si estás entendiendo el hilo de este mensaje. Si es así, vamos a ver ahora que es a lo que Cristo llama Mundo. Vamos al evangelio de Juan, capítulo 15.

Porque estamos hablando del mundo, y enseguida pensamos en el mundano. No sé de dónde sacamos la palabra, porque el mundo es el campo de misión. De tal manera amo Dios al mundo, que hizo todo lo que hizo. No lo hizo por la iglesia, lo hizo por el mundo. Y nosotros nos metemos en la iglesia y nos hacemos unos santurrones, y todo lo demás es mundano. Pero de tal manera amó Dios al mundo, no a la iglesia. Dilo para ti mismo: Dios, ama al mundo.

Y por eso es que tú y yo estamos aquí, porque Él nos encontró en el mundo, no en la iglesia. Y allá fue donde nos amó. El mundo es una mentalidad, no es un lugar geográfico. A la palabra Mundo, en la Biblia, hay que definirla de acuerdo al texto en que se encuentra. Por ejemplo, cuando Dios dice No los saques del mundo, sólo guárdalos del mal, ahí el mundo es el Planeta.

Cuando Dios dice: De tal manera amó Dios al mundo, se refiere el Planeta y a la Gente que lo habita. Pero cuando Pedro dice: Escapad del mundo, le está diciendo a la iglesia que escape de la mentalidad. En otra parte nos dice: no améis al mundo, y ahí quiere decir que no ames al sistema presente. Tienes que discernir cómo se está usando la palabra en el texto.

Tiene varios significados. Pero no nos gusta discernir, nos gusta decir: esto es Dios y esto no es Dios. Pero, ¿Quién conoce a Dios? Fíjate; Dios salió del símbolo encerrado y se lanzó a la calle, rasgó el velo. Ahora, para entenderlo y verlo, hay que discernirlo. Antes, con ver la caja, decíamos eso es Dios. Pero se cansó de que pretendiéramos meterlo siempre en una caja, entonces ahora está en la calle. Ahora, para dar con Él, hay que tener discernimiento.

Para reconocer a Juan el Bautista, había que tener discernimiento, porque los predicadores de su época, no vestían igual que él. Ahí tenemos a Zacarías, con su traje de dos mil dólares y su corbata de quinientos. Estaba bien elegante, Zacarías, pero el hijo era una especie de Rambo espiritual. Andaba con una camisa al revés, un cinturón pintoresco, una melena de varios meses y comiendo cosas raras. Ah, y tampoco se afeitaba. Este era el hijo del predicador más famoso del tiempo. Y además usaba aros. O sea que para saber que Juan era un hombre de Dios, había que tener discernimiento.

¿Por qué? Porque no estaba vestido con la unción predilecta del día. Fueron muy pocos los que reconocieron a Juan como hombre de Dios, pero los que no reconocieron a Juan, no entraron en el Reino. Lo mismo está pasando hoy. Hay muchos hombres de Dios trayendo palabra genuina. Y una parte de la iglesia los sigue considerando herejes o blasfemos. Discernimiento.

(Juan 15: 18) = Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.

(19) Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.

Fíjate: en este pasaje usa la palabra Mundo cuatro veces, y cada vez significa algo diferente. Son un mensaje por sí solos. Pero nota que Dios está diciendo que el mundo te va a aborrecer.

(21) Más todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.

(Verso 25) = Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: sin causa me aborrecieron.

Ahora, pregunto yo, por favor: ¿Quién aborreció a Cristo, el salvo o el no salvo? Presiento que no están del todo seguros de responder, ¿Verdad? ¿Quién aborreció a Cristo, el mundo o la iglesia? ¡La iglesia! Entonces, ¿A quién le está diciendo mundo? ¿Quién persiguió a Cristo, el mundo o la iglesia? ¡La iglesia!

¿Quién le formaba un Sanedrín cada sábado, el mundo o la iglesia? La iglesia. ¿Quién lo entregó ahí para que lo destrozaran a latigazos, el mundo o la iglesia? ¡La iglesia! Entonces él dice: el mundo te va a aborrecer, porque me aborrecieron a mí, primero. Porque no me conocieron a mí ni tampoco conocieron al que me enviaba.

Entonces, si no me conocieron a mí, tampoco te van a conocer a ti. ¿Quién no lo conoció, el mundo o la iglesia? La Iglesia. Y hoy estamos igual. Yo le predico a cualquier incrédulo que el Reino es para hoy y lo acepta y se lo cree. Pero se lo predico a la iglesia y me forman un Sanedrín evangélico. ¿Está claro? De hecho, cambiar una doctrina con un verso no se puede, así que sigamos leyendo.

(Juan 16: 1) = Estas cosas os he hablado para que no tengáis tropiezo.

(2) Os expulsarán de las sinagogas; (¡Te van a  echar de la iglesia!) y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.

¿Quién lo va a matar, el mundo o la iglesia? La iglesia. ¿Quién es el mundo, entonces? Me pregunto cuántos de ustedes van a seguir hablando alegremente de mundanos, ahora. Escucha: mundo es una mentalidad que se creó para bien, pero va sin rumbo hacia la columna. Por eso hay reforma, es deliberado.

Ningún avivamiento cambia a un creyente. Es más; ninguna manifestación de un don cambia a un creyente. Lo único que cambia a un creyente es una decisión constante, basada en una reforma. Te puedes gozar una noche entera en el templo y al día siguiente estás igual en tu orden mental. Por eso la gente se levanta igual. Fue ministrada el martes con unciones y señales, pero el miércoles vuelve a consejería.

(3) Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.

(4) Más os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. (¡Claro! Pero cuando llega la hora, nadie se acuerda que ya nos lo había dicho.)

(Juan 9: 39) = Dijo Jesús: para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.

(40) Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?

¡Huau! ¡Se dieron cuenta que estaba hablando de la iglesia y no del mundo incrédulo! ¿Quiénes les dice que están ciegos, el mundo o la iglesia? ¡La iglesia! ¿Y vino a traer juicio a quien, entonces? ¡A la iglesia! Era a la iglesia a la que Él venía a traer juicio, porque la iglesia ya no representaba a Dios adecuadamente, igualito que hoy.

Es por eso que Él comenzó una iglesia con doce hombres, ignorando a la iglesia que estaba establecida, y la condena a muerte y la destruye en setenta años. Él nos dijo que las señales del tiempo final, será que no quedará una piedra sobre otra de todo el sistema religioso. Pedro nos dice que las piedras somos nosotros. Piedras vivas, siendo edificados como casa espiritual.

Las señales del tiempo final es cuando tú no veas a ninguna gente ubicada sobre de otra, en el sistema religioso. El sistema religioso tiene que salir de aquí, para que Cristo regrese. Y me refiero a una mentalidad, sea independiente o sea independiente, sea institucional o tenga el nombre que te ocurra, de los tantos que la gente les pone a las iglesias.

No me interesa donde te encuentras; en todas las iglesias hay Babilonia. Una escritura más para confirmar, vamos a Mateo 24. Mira el verso 5: Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.

¿Quiénes usan el nombre de Cristo, el mundo o la iglesia? La iglesia. Entonces, ¿Quiénes son los muchos que van a engañar, el mundo o la iglesia? Porque dice que vendrán muchos en el nombre de Cristo. ¿Y quién usa el nombre de Cristo, el mundo o la iglesia? ¿Qué anda haciendo, entonces esa iglesia de la que aquí se habla? ¡Engañando!

Esto que te estoy pasando es palabra, no idea u opinión personal. Por eso te digo que debemos discernir. Así es que, cuando yo te hablo de salir de Babilonia, no quiero que pienses en tal o cual lugar o en tal o cual persona. Es necesario que entiendas que estoy hablando contigo y nadie más.

Quiero recordarte que estamos buscando las características de Babilonia y no a una ciudad literal. Y necesitamos encontrarlas para ver y comprobar cómo se manifiesta, para de ese modo tener elementos para contrarrestarla. ¿Cómo vas a derrotar a un enemigo que no conoces? Y recuérdalo una vez más: es deliberado, Babilonia no se cae sola.

De hecho, hay una iglesia genuina que la destruye. Por eso he dicho en muchas ocasiones, y ahora lo repito una vez más, que tú no puedes estar haciendo el propósito de Dios y pretender quedar bien con todo el mundo. ¿Sabes por qué en nuestro ambiente eso se da con certeza? Porque una parte d elo que llamamos “hermano”, es Babilonia.

Quiero ahora leer algunos versos que tienen que ver con todo esto. Está muy bueno hablar y decir todo lo que cada uno piensa, cree o supone alrededor de lo que dice la Palabra, pero mucho mejor está ir directamente a la palabra para que sea ella la que confirme, amplíe y en suma alimente a cada oyente.

(Apocalipsis 14: 6) = Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, (7) diciendo a gran voz: temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.

(8) Otro ángel le siguió, diciendo: ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.

Recuerden que una ciudad no fornica sexualmente; está hablando de una ciudad que ha perdido su propósito. ¡Tienes que entender el lenguaje! ¿Cómo podría fornicar el concreto, la mampostería? Primero que una ciudad no es el concreto, sino la gente que la habita. Y está fornicando, porque fue creada para un propósito pero está haciendo otro. Va derechito a darse contra la columna, no contra el árbol de su destino. Tiene escoliosis. ¡Huid de esta perversa generación!

Aquí vemos que dice que es una gran ciudad. Babilonia es una gran ciudad. La iglesia también es una gran ciudad. No es un cajón que hay en el cielo. La Nueva Jerusalén es la iglesia. Lo que está descendiendo del cielo es la iglesia, no una caja. Donde va a morar Cristo es en la iglesia, no en una ciudad de concreto, ni de oro, ni de perlas.

A esto lo vas a entender sin problemas en tanto y en cuanto no te hayas vuelto demasiado religioso. Somos la ciudad que buscaba Abraham, cuyo fundamento fue hecho por el arquitecto llamado Dios. Estamos plantados sobre fundamentos de apóstoles y profetas. Somos la casa.

Dice que Moisés fue fiel sobre su propia casa, pero fiel fue Cristo sobre la casa suya, la cual somos nosotros. Hebreos 3:6. Dice 1 Pedro 2:5, que somos piedras vivas y estamos siendo edificados como casa espiritual. Estamos pasando por un proceso

Dice Efesios 2:22 que estamos siendo edificados sobre fundamentos de apóstoles y profetas para convertirnos en un templo, morada de Dios en el espíritu. ¡Somos la casa de Dios! Dios no vive en ningún otro tipo de templo. Babilonia es una gran ciudad y la iglesia también, es un paralelo. Es algo que parece ser iglesia pero que no da en el árbol, da en la columna.

(Apocalipsis 16: 17) = El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: hecho está.

(18) Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.

(19) Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.

Dice que Babilonia, la gran ciudad, fue dividida en tres partes. Número uno, religión. Número dos, política. Número tres, finanzas. Toma nota de esto. No importa que te hayas bajado el audio, toma nota. Es imposible que te acuerdes de todo lo que te digo. La iglesia es una escuela, la misión es el mundo.

Tres partes tiene Babilonia: Religión, Política y Finanzas. Recuerda: no estamos buscando una Babilonia física, sino su carácter, para identificarla. Por eso, te propongo empezar a numerarla con la intención de saber cómo reconocerla. Vamos por el primero:

UNO: Es todo lo que se resiste a Dios. Babilonia es todo lo que se resiste a Dios. Es todo el espíritu del Anticristo. Anticristo es todo el que niega lo que Cristo está haciendo ahora. Niega a Cristo en la carne, hoy. Anticristo es todo lo que no se comete a la autoridad delegada por Dios en la tierra. Cristo en la carne. Porque hasta los demonios mencionan el nombre de Cristo, y tiemblan. Ellos no niegan a Cristo, sólo que no se someten. Babilonia es todo lo que resiste a Dios. La Biblia usa a Sodoma como un ejemplo.

En Apocalipsis capítulo 11, dice que Jerusalén, esa en la que muchos cristianos gastan miles de dólares para ir a ver, también es una tipología de Babilonia. Dice Gálatas 4, que está cautiva con sus frutos. La Jerusalén actual. Egipto es una tipología de resistencia a Dios. Fíjate que el diablo nos quiere estancar en una sola interpretación. Porque no nos gusta aprender eso del discernimiento. ¡No lo enseñan en los Seminarios! ¿Será que no lo tienen? Lo cierto es que el Anticristo está en todas partes. Ya sabemos que llega a manifestarse hasta en ministros fraudulentos en la iglesia, como falsos apóstoles que peleaban contra Pablo.

(Apocalipsis 17: 1) = Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, (Babilonia es una ramera), la que está sentada sobre muchas aguas; (Las aguas son multitudes); (2) con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con  el vino de su fornicación.

(3) Y me llevó en el Espíritu (Y me llevó en el Espíritu. Para ver a Babilonia tienes que discernirla en el Espíritu, no es física. Esto es importante. Deja marcado este texto con algo y vete a Apocalipsis 21.

(Apocalipsis 21: 9) = Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

(10) Y me llevó en el Espíritu (Otra vez: me llevó en el Espíritu. Nota que para ver la iglesia también tienes que discernir porque no es nada físico en la tierra.

Yo llevo muchos años diciendo algo que ya otros hombres dijeron antes que yo. Cuando Satanás no puede destruir algo, levanta un paralelo. Babilonia es un paralelo de la iglesia. Proverbios 9 dice que la sabiduría clama desde la alta ciudad, pero la mujer extraña hace lo mismo, desde el mismo lugar.

¡Qué casualidad! ¿No es que son dos ciudades? Es que las dos claman desde la misma plataforma. Estamos hablando de una mentalidad que tenemos que derrotar si es que vamos a terminar. Por favor, vuelve al capítulo 17 y mira lo que dice.

(Verso 3) = Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, (Escucha: es imposible blasfemar sin ser religioso. El mundo incrédulo no blasfema, sólo peca. ¿Estás entendiendo esto? Yo sé que es un poco distinto, pero mira lo que dice) que tenía siete cabezas y diez cuernos.

(4) Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro, (Fíjate que estaba adornada igualita a la iglesia.) lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; (5) y en su frente un nombre escrito, un misterio: Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.

(6) Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.

(Verso 15) = Me dijo también: las aguas que has visto (Lo que vimos en el verso 1), donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.

¿Dónde se sienta o se asienta la ramera? ¡En todas partes! La Biblia se interpreta a sí misma, no necesita de tus estudios de hermenéutica. Las aguas son las muchedumbres. Ya hemos hablado en otros trabajos respecto al significado de las multitudes. Es como ver que dos más dos siguen siendo cuatro, ¿Verdad?

(Verso 18) = Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.

Hebreos capítulo 12, nos dice que nosotros somos la gran ciudad. O sea: no es necesario salir para discernir. Lo que debes hacer es discernir la mentalidad. Entonces, lo que vemos aquí, es que todo lo que se opone a la verdad, es babilónico, es anticristo. Es lo que Dios quiere destruir.

Y lo quiere hacer para que no seamos una forma de religión que niega el poder, sino una religión que consume y consuma el poder. El poder de terminar la obra de Dios. Babilonia, aquí, es todo lo que está en contra de Dios. Un paralelo. ¿Una ciudad? Otra ciudad. ¿Una mujer? Otra mujer. ¿Vestida con perlas? La iglesia también. ¿Sentada sobre muchas naciones? Somos de todo linaje, todo pueblo y toda lengua.

DOS: Dice que Babilonia es una ramera, una prostituta. ¿Qué es una ramera? Muy sencillo: una persona que no se compromete con nadie. Una persona que no hace pacto con nadie, no se involucra. Una persona que necesita algo y lo consigue de la forma más rápida posible. Una persona que nunca demuestra su verdadera personalidad, llena de engaño, llena de mentira.

Es altamente egocéntrica, siempre se complace a sí misma, y quiere soluciones rápidas. Una ramera. ¿Alguno de ustedes conoce una ramera? No me contesten nada, por favor. Seguro que se fueron a lo literal. Pero para discernir a Babilonia sólo tienes que interpretar lo que la Biblia le llama, te da adjetivos, para que por medio de los adjetivos y los adverbios, puedas discernir quiénes son. Y los extraigas, los tomes y los reformes, o la cortamos de un solo tajo.

TRES: Dice que Babilonia se embriaga con vino. ¿Qué hace el vino? Embota los sentidos, nubla la visión, insensibiliza. ¿Has visto personas que no son sensibles? ¿Has visto gente con poca visión? Están embriagados con el vino de la religión.

(Apocalipsis 17: 2) = Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.

(Apocalipsis 18: 3) = Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tie3rra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.

Mercadería en la iglesia tiene que ver con Babilonia. Todavía hay medios supuestamente cristianos que, a cambio de un envío de dinero disfrazado como “ofrenda de amor”, te envían una profecía personalizada. ¿Qué diferencias hay entre esto y una propuesta de tarot, hechicería o adivinación de videntes?

(Verso 23) = Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones.

Nota que es esposo y se pasa por esposa, es una iglesia falsa. Dice que engañaron las naciones por medio de hechicería. La palabra Hechicería es la palabra Control, fuerza extraordinaria que obliga a la voluntad de una persona a someterse a la voluntad de otra.

CUATRO: Babilonia es idolatría. Es todo lo que tiene un valor pervertido de lo que es adoración. Donde la gente adora el concepto o la imagen tallada que tiene de Dios, aunque la palabra le revele que Dios es otra cosa. Ellos, deliberadamente siguen adorando a lo que ellos creen que es Dios, y no lo cambian.

Como dijo un sabio: el sabio apuntó a las estrellas, y el hombre se quedó mirando el dedo, en lugar de las estrellas. Adoramos la forma de adorar a Dios y no al Dios de la forma. Tenemos una imagen y adoramos la imagen. Es lo mismo, imágenes talladas.

Igual que en Daniel, igual que en Babilonia. Imágenes talladas. La ciencia dice que para labrar una idea en tu mente, tienes que repetirla veintiuna veces. La iglesia tiene un concepto labrado de lo que es Dios, que en este tiempo muchos estamos tratando de reformar, a fuerza de palabra fuerte y mensajes no contemplativos con intereses sectoriales.

Y pese a todo eso, el concepto todavía continúa. Se acaban las conferencias, los mensajes de internet y las unciones poderosas, y todo el mundo va y regresa a lo mismo. Decimos algo así como: “¡No me interesa lo que ese predicador me muestre, este es mi Dios!” Es un valor perverso de lo que es la adoración.

(Jeremías 50: 38) = Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque es tierra de ídolos, y se entontecen con imágenes.

(Apocalipsis 13: 14) = Y engaña a los moradores de la tierra con las señales (¿Quiénes son los que quieren las señales?) que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.

(15) Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.

(Daniel 3: 5) = Que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado.

Esto significa tener una tremenda banda de alabanza y adoración, pero para adorar imágenes humanas. Parece ficción, ¿Verdad? Sin embargo, dime si en muchos casos la iglesia no anda detrás de ciertas personalidades. Hay gente que ha recorrido kilómetros para que alguien le ponga la mano en su cabeza, y así traerse esa misma unción para su tierra. ¿Es que no entendieron, todavía? Búscalo en la Biblia a ver si eso es bíblico.

Hay gente que dice: “¡Ah, no! ¡A mí me dieron una unción de Fulano de Tal! Está bueno eso que alguien trabaja como un descosido para procurar una tremenda unción y después se la pase gratis a alguien que tal vez ni siquiera es convertido del todo, y sólo quiere que su iglesia se le llene y mejoren sus diezmos y ofrendas. ¿Alguien va a jurarme que eso es Dios? Lo cierto es que la unción no se pasa, se desarrolla.

Estamos hablando de una generación de gente que adora las imágenes, en vez del Dios de la imagen. Un domingo les cambian la canción y ya no adoran, porque no les gusta la canción. Y no sólo eso, a alguien se le ocurre cambiar el grupo de alabanza y entonces no están cómodos, porque el grupo que toca no es su favorito.

Les cambias su posición en la iglesia y deciden irse, porque estaban contigo solamente por eso, por la posición que ocupaban. Todas son imágenes. Escucha. ¿No hay gente así en tu iglesia? ¿Sólo las he visto yo por aquí, entonces? Si fuera así, olvídalo. Voy a predicarle a los endemoniados.

CINCO: Babilonia promueve buena alabanza y adoración. Es actividad de alabanza con la imagen errónea de Dios en tu mente. Adorando a una clase de Dios que no existe. El Dios que me predicó la abuelita. Dios la bendiga en su intento, pero tenemos un concepto errado de quién es Dios. Mientras sigamos llamando mundanos a los que no vienen a la iglesia, todavía no sabemos quién es Dios.

SEIS: Babilonia dice, en Apocalipsis 17, en el verso 5, que es la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra. La madre, ahí, es la palabra Fuente. Es todo lo que produce gente que no se compromete. La fuente de gente que no se compromete. La fuente de gente ramera. La fuente de gente que no te enseña su verdadera personalidad. Que tú ves una cosa, pero que en realidad son otra.

SIETE: Apocalipsis 17:4, mira lo que dice: Y la mujer estaba vestida de púrpura escarlata. (¿Qué colores más familiares esos, no?) adornada de oro, de piedras preciosas, de perlas.

Babilonia está adornada, igualita que la iglesia. No la puedes ver, hay que discernirla. Fíjate; en el tiempo de la religión, en el tiempo de Cristo, nadie pudo discernir a Cristo, a no ser el ministerio profético de Juan el Bautista. Pasó por todo Jerusalén, y nadie sabía que era Hijo de Dios. Juan le dio una sola mirada, y dijo: Este es.

Por eso se nos enseñó que no existían los ministerios proféticos y apostólicos. La palabra dice que son la llave del conocimiento. Son los que traen el poder de decodificar y quitarle la máscara al diablo en la iglesia, para que haya una iglesia balanceada. Gracias a Dios que hay mucha gente abierta a lo que es la verdad en este tiempo.

Pero tenemos que discernir, no puedes meter a Dios en un cajón. No es un solo concepto, no es una sola interpretación. ¡Qué fácil sería decir, como se dijo mucho tiempo, que Babilonia es la católica! Y como ella no tiene nada que ver conmigo, ¡Qué fácil sería! Pero no es así de fácil. Se viste igual que la iglesia.

OCHO: Es todo lo que vive en sobreabundancia. Mira Jeremías 51:13: Tú, la que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia.

(Isaías 47: 1) = Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. (Aquí le dicen Virgen, igual que a las hijas de Sion, que también se les llaman vírgenes. Son diez vírgenes, cinco insensatas, y cinco prudentes. ¿De dónde habrán salido las cinco insensatas?) Siéntate en la tierra, sin trono, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán tierna y delicada.

Es una iglesia de una unción delicada. Era lo que la gente creía que iban a ver cuándo vieron a Juan el Bautista, y Cristo les dijo: ¿Qué vinisteis a ver, una caña? ¿Alguien hueco por dentro, que se mueve con el vaivén del viento? ¿Alguien que se acomoda a los vientos populares prevalecientes en la iglesia? ¿Qué no tiene principios-témpano? ¿Qué vinisteis a ver?

¿A un ministerio vestido con vestimentas delicadas? La vestimenta, en la Biblia, siempre es la unción que cubre al hombre. Actos, y vestimentas y ropas, tienen que ver con la unción. Dice que las vestimentas delicadas, que las unciones delicadas, se encuentran en los palacios de los reyes de mercadería.

Sé perfectamente que esta palabra todavía sigue espantando a muchos fieles, sinceros y honestos hermanos. Y lo hace por una sola razón: lo que se les enseñó a esa gente, aunque no era erróneo, era incompleto. Faltaba enseñar qué función genuina y cierta tiene el Espíritu Santo en la interpretación de la palabra.

¿O vas a seguir creyendo que todo es una simple cuestión de línea humana interpretativa? Por años vimos estas escrituras y jamás pasamos de lo único que sabíamos. Ahora estamos viendo un poco más allá y, por momentos, nos sentimos como si tuviéramos que empezar desde cero.

(Apocalipsis 18: 7) = Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, ni veré llanto;

NUEVE: Babilonia tiene una posición de complacencia, que dice: yo no voy a dar la vida por nada; yo, no voy a tener llanto. Sin embargo, la iglesia es la que no ama su vida hasta la muerte. ¿Te das cuenta lo cercano que está todo esto?

DIEZ: Babilonia es un Misterio. Babilonia no es visible a simple vista, hay que discernirla. Por eso anda tanta gente confundida, equivocada y, lo peor, perdida. Y lo mucho peor, todavía: perdida, creyendo que está salvada. Isaías 47: 10 = Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: nadie me ve. Tu sabiduría y tú misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: yo, y nadie más.

Reitero: Babilonia es un misterio, y un misterio es algo oculto que hay que discernirlo para encontrarlo. Ella jura que nadie la ve, por eso mata y apóstoles, porque nadie la ve. Dice que tiene un cáliz lleno de la sangre de los profetas y apóstoles. Yo no veo el rostro de los que me están escuchando, pero discierno la reacción de la mentalidad-Babilonia que seguramente todavía queda allí, del otro lado. Va a caer.

ONCE: Es responsable por toda la opresión y violencia en la iglesia. Está ebria con la sangre de los profetas y apóstoles. Tiene su origen en Caín. Caín es el que mata al primer verdadero adorador. La primera y verdadera iglesia. La ofrenda de Caín, según Levítico 5:11, era correcta, no tenía nada de malo, era buena. Pero Hebreos dice que no lo hizo en fe.

O sea: tenía una manifestación externa de una buena religión, pero con una sustancia errónea. Es una forma externa que promete una paz interna que no existe. Y Dios supo eso, por discernimiento. Y ahí fue que dijo: ¡Eso no sirve! Y Caín se enojó porque, según levítico 5, sí servía.

¿Estás entendiendo el mensaje principal de esto? No se trata de qué es lo que se hace en la iglesia; se trata de en qué postura se hace. Babilonia dice “no voy a sufrir”. Los santos dicen: No amo mi vida hasta la muerte. Juan 11 habla del espíritu del mundo, del espíritu de Caín.

Caín, en Génesis 4, versículos 9 al 22, es el primero que comienza la civilización moderna. Él se muda fuera de la presencia de Dios, y construye la primera ciudad. La primera ciudad la construye en dedicación a la adoración. Un nuevo estilo de vida, adorando en contra de la palabra de Dios.

Fíjate que por eso es que Dios no es conciencia en la ciudad. Es más fácil dar con dios en el campo, que en el concreto. Ojo; no es pecado vivir en la ciudad. El pecado es, en todo caso, ser arrebatado por la ciudad. Tomas un niño que jamás fue al campo y le muestras una vaca y le dices que ese animal es el que produce la leche que él bebe, y te dirá que le estás mintiendo.

Te va a asegurar que la leche viene del supermercado, no de la vaca. O sea: no hay conciencia de Dios en la ciudad, a menos que tú no la produzcas. Caín construye la ciudad fuera de la presencia de Dios, y ahí Dios le dijo que sería fugitivo, a lo cual él respondió que no, que iba a morar quieto. Externamente, demostrando, pero internamente, nunca encontrando paz.

Formó una religión, formó una ciudad. Hizo todo lo que hizo en contra de la palabra de Dios, pero internamente nunca tuvo paz. Hay una gente dentro de las iglesias que tiene todas las formas de la religión, pero que nunca tiene paz. Siempre los ves atribulados y quejosos. No han podido entrar en ningún reposo.

No conocen lo que es la paz de Dios. ¿Por qué será? Porque la religión, dice Hebreos 9, no perfecciona la conciencia. Cristo tiene que convertirse en Sumo Sacerdote de nuestra conciencia. Tiene que gobernar nuestra mentalidad. Esto es externamente dando y exponiendo o exhibiendo lo que sólo se consigue por el Espíritu.

2 Timoteo 3:1-5 habla de este tipo de gente que vendrá en los últimos tiempos. Luego termina en el verso 6 y 7 hablando de una gente que está en la iglesia. Pero mejor vamos allá, 2 Timoteo. Tú conoces la historia de esos versos allí.

(1 Timoteo 3: 1) = También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.

(2) Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, (3) sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, (4) traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, (¡Claro! Tú lees todo esto y piensas: ¡Está hablando de los mundanos! Sin embargo, el verso siguiente te da algunas pistas que no te conducen al mundo, precisamente) (5) que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita. (Tienen apariencia de ir rumbo al árbol, pero en verdad van y se dan contra la columna)

(6) Porque de estos son los que se meten en las casas (Las casas son las iglesias en ese tiempo) y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias.

(7) Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.  (¿No conoces a gente así? ¿Qué siempre aprenden, pero nunca aplican lo que aprenden? ¡Claro que no conocemos, si aquí no hay ninguno como esos! Yo siempre predico cosas fuera de lugar, ¿No?)

(Apocalipsis 18: 1) = Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder, y la tierra fue alumbrada con su gloria.

(2) Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. (Ahora vamos a ver qué hay que hacer con Babilonia. Sopórtame un par de minutos y vemos si Babilonia se cae sola o alguien tiene que darle un empujoncito.)

(Isaías 48: 20) = Salid de Babilonia, huid de entre los caldeos; dad nuevas de esto con voz de alegría, (La gente se entristece cuando decimos que Babilonia va a caer. Cuando la describimos se entristece muchísimo, porque piensa: a lo mejor el que voy a caer soy yo. Pero la Palabra dice: predica esto y predícalo con gozo, que este es el mensaje para hoy. ¿No dice eso?) publicadlo, llevadlo hasta lo postrero de la tierra; decid: redimió Jehová a Jacob su siervo.

Predícalo, se nos dice. Predica que Babilonia va a caer, es mandato. Y la iglesia ha desoído este mandato porque está muy lejos de predicar que Babilonia va a caer. Tanto que les ha hecho creer a las gentes que Babilonia no existe y que todo es un invento y una patraña de los que quieren poner otra iglesia en el otro barrio. Escucha: si al demonio tú no lo llamas como demonio, no va a salir.

Y si a un demonio lo llegas a llamar “hermano” porque te lo encuentras en el templo, ten por seguro que jamás sale. Hay cosas en la iglesia que no se arreglan con eufemismos, elegancias o diplomacias; se arreglan con cuatro chirlos bien plantados en tus posaderas. Eso sí, con vara, para que sea bien bíblico. Un hermoso profeta del Señor de los años 90 solía decir que esto se llamaba “paliza silábica”, porque mientras te azotan te dicen: ¡Te-lo-di-je! Paliza silábica.

(Jeremías 51: 2) = Y enviaré a Babilonia aventadores que la avienten, (Puedes decir: ¡Ya llegaron! ¡Alguien anda soplando fuerte por ahí!) y vaciarán su tierra porque se pondrán contra ella de todas partes en el día del mal. (Nota que esto es deliberado)

(3) Diré al flechero que entesa su arco, y al que se enorgullece de su coraza: no perdonéis a sus jóvenes, destruid todo su ejército.

(4) Y caerán muertos en la tierra de los caldeos, y alanceados en sus calles.

(5) Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, Jehová de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado contra el Santo de Israel.

(6) Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su vida, ¿Está claro, verdad? Cada uno tendrá que librar su propia vida.) para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza de Jehová; le dará su pago.

(Jeremías 50: 14) = Poneos en orden contra Babilonia alrededor, todos los que entesáis arco; tirad contra ella, no escatiméis las saetas, porque pecó contra Jehová.

(15) Gritad contra ella en derredor; se rindió; han caído sus cimientos, derribados son sus muros, porque es venganza de Jehová. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo.

(16) Destruid en Babilonia al que siembra, (Aquí te está diciendo que destruyas a todo el que está sembrando esa mentalidad babilónica, junto con el espíritu que la influye. Hay una reforma que incluye hasta la remoción de falso liderazgo) y al que mete hoz en tiempo de la siega; delante de la espada destructora cada uno volverá el rostro hacia su pueblo, cada uno huirá hacia su tierra.

(Verso 28) = Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia, (¿De quiénes dice que son las voces? De los que ya hemos salido de Babilonia) Para dar en Sion (¿en dónde? En la iglesia) las nuevas de la retribución de Jehová nuestro Dios, de la venganza de su templo. (Retribución es venganza. ¿Dónde? En Sion)

(Jeremías 51: 10) = Jehová sacó a luz nuestras justicias; venid, y contemos en Sion la obra de Jehová nuestro Dios.

(Verso 45) = Salid de en medio de ella, pueblo mío, (¡Pueblo mío! ¡Pueblo mío! Le está hablando a su gente)

(Verso 27) = Alzad bandera en la tierra, tocad trompeta en las naciones, preparad pueblos contra ella; juntad contra ella los reinos.

(28) Preparad contra ella naciones; los reyes de Media, sus capitanes y todos sus príncipes, y todo territorio de su dominio. (En contra de Babilonia. Nota que Babilonia cae, pero no cae por indiferencia ni ignorándola, igual que Jezabel; hay que tumbarla de la ventana. Si no la tumbas, no se cae, tiene sus raíces bien fundamentadas)

(Jeremías 29: 4) = Así ha dicho jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia; (5) edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos.

(6) Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis.

(7) Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.

Aquí vemos cuando Dios nos envió a Babilonia. Entonces, la razón por la cual no salimos, es que como Dios nos envió, y procuramos hacer casas, tener hijos, engendrar y buscar la paz, ahora se nos hace difícil dejar el concepto. Igual, Babilonia es una mentalidad.

La primera piedra de tropiezo es que estamos buscando paz en medio de cautiverio. No hay paz en medio de cautiverio. La Palabra nos dice que el vino nuevo, rompe el odre viejo. Lo que Dios está diciendo, demanda que tú extiendas las estacas mentales que traes, y destroces algunos conceptos que atan nuestra vida.

Me refiero a gente que vive con una mentalidad de “bendíceme Dios todo el tiempo”. Una gente que no le gusta reestructurar la iglesia, una gente que no le gusta la reforma, que no le gusta los cambios. Me refiero a gente que, aunque no dicen nada con su voz, con sus actitudes están en contra de la visión divina.

No hay involucramientos, es gente que jamás enseña su verdadero rostro. Es gente que busca producir para sí mismo, es decir: vienen a buscar, nunca a dar. Otra piedra de tropiezo es una mentalidad espiritual de ayer. Una gente que busca tangibles como realidad, y no sabe discernir una realidad sin una tangible.

Es como Tomás, jamás discierne a Dios a menos que lo toque o lo vea. Tomás no estaba presente cuando Dios sopló sobre los apóstoles. Y cuando los apóstoles vieron a Cristo, dijeron: ¡Es Cristo! Pero cuando Tomás lo vio, por no estar frente al soplo, no pudo discernir, tuvo que meter su dedo en el agujero de los clavos.

Hay gente que si no hay algo palpable, si no oro por ti, si no te toco, si no te bendigo, si no te beso, no sentimos que hemos estado con Dios.  Porque no sabemos ver la realidad sin una tangible. Ese es Tomás. Tomás necesitaba sentir para creer. La Palabra dice: Dichosos los que creen sin ver.

Gente que todavía viaja a Jerusalén buscando no sé qué cosa. Nadie se opone a que si tienes con qué y quieres pasarte unas vacaciones allá, pues hazlo. Pero hay decenas de lugares mucho más bonitos que ese. Pero no ir a comprar agua sucia del Jordán, o traer ungüentos raros a los que llaman cosas santas. Todo eso es un reflejo de Babilonia.

Gente engañada por realidades tangibles, cuando la palabra dice que ya no se adorará en este monte ni en aquel monte. Y Jesús, cuando hablaba con la samaritana, dijo: el día llegará en que no se adorará en este monte ni en aquel monte. Y señalaba la Jerusalén que todo el mundo va a visitar.

¡Despierta, pueblo mío! Estamos hablando de gente que le atribuye valor a las cosas externas, y que equivocan la fe con lo que sienten. Y la verdad es que hay veces que la unción no se siente, sólo se percibe. Buscando verdad en lo externo, con un conceptos errado de lo que es Dios.

Y, finalmente, gente que se resiste a romper con relaciones políticas en la iglesia. Que, la verdad, a veces queremos estar bien con tanta gente, que terminamos llevando un peso que nos inhabilita para dar con el árbol, y terminamos allá, contra la columna.

Cuando uno tiene un enfoque de dar aquí, pero a veces la gente te presiona y te obliga a dar allá, porque no todo el mundo entiende el árbol. Pero dios te ha llamado a servirlo a Él, no a la gente. Son gente que no tiene pacto con el verdadero. Gente dada al elogio personal, a la popularidad y cosas como esas.

Todo aquel que abusa y mal usa las finanzas en el Reino de Dios, también adelanta lo que es Babilonia. La hora llega en que las empresas deberán convertirse en negocios del Reino. Esa es la diferencia entre tener un negocio y ofrendar, a tener un negocio del Reino.

Porque el negocio del Reino le pertenece a Dios, y tú sólo vives del negocio. El otro da de lo que le sobra de algo que considera propio. Los fariseos diezmaban, ¿Recuerdas? Pero no entraron. Hay que hacer mucho más que eso para cumplir con lo que se nos ha ordenado.

También hay gente que aporta finanzas en gran escala a ministerios que están construyendo precisamente lo que nosotros estamos destruyendo. ¿Cómo vamos a terminar la tarea, si mientras nosotros andamos combatiendo a Babilonia, tú la estás sosteniendo con toneladas de dólares?

¿Quieres sembrar? ¡Amén! ¡Gloria a Dios! ¡Sé bendecido! Pero primero averigua dónde está sembrando. Averigua si vas a dar contra el árbol o contra la columna. Dice Zacarías 2:6: Eh, eh, huid de la tierra del norte, dice Jehová, pues por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dice Jehová.

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noviembre 13, 2018 Néstor Martínez