Estudios » Crecimiento

Hasta el Conocimiento Pleno

Hasta donde yo sé o me han enseñado, en la etapa de la Creación y el Nuevo Pacto, entre Adán y Cristo, no hubo hombres, hubo seres humanos. Porque hombre, es carne con Dios por dentro. Ser humano, es el hombre caído. ¿Estás entendiendo ahora lo que está pasando? El segundo hombre que existe, es Jesús. Entonces, cuando tú te das cuenta de lo que acontece en la cruz, Dios te coloca a ti y te pone dentro del segundo hombre. Y todo lo que acontece en el segundo hombre, acontece en ti. Dios está formando un nuevo hombre, al igual que lo había hecho antes. Un hombre multimiembro. Era un hombre y su extensión. Y él está creando otro hombre. Hombre no significa un individuo. Hombre, Adán, es una especie. Está creando un hombre multimiembro. En cuyo hombre, Jesús, viene a ser la primogénita célula, que viene a ser gobierno o cabeza de ese nuevo hombre. Y nosotros, la expresión de su plenitud, su cuerpo o su carne. Y lo estamos construyendo. En números y en calidad. Cuantos sean necesarios, no sé. ¿Qué calidad necesitamos? Un varón perfecto. Y varias otras cosas que la Biblia no te muestra. No interesa, hoy lo que vale es el entendimiento, el show evangélico quedó atrás, gracias a Dios. Sunegeiro es la palabra.

El caso es que la primera raíz es Sun, la segunda es Egeiro. Significa Recobro de facultades o despertar de la oscuridad. O sea que la resurrección con la cual él nos levanta, es una que nos recobra las facultades mentales, o nos despierta de la ignorancia de la caída, y nos coloca en una posición, que incluye la misma composición o propiedades que él tiene. Nacer de nuevo. Luego la Biblia dice: Nos hizo sentar. La palabra es sugkathizo. La primera parte, una vez más, Sug, lo mismo: denota unión de propiedades y composición. La segunda es kathizo, que significa ordenar, establecer, habitar o colocar. Es la misma implicación de cuando se ordena a alguien en el ministerio. Se instituye. O sea que Dios dijo: ahí perteneces tú. Eso me dice a mí y a ti, que legalmente, estamos donde debemos y pertenecemos estar. Es como está en el plan de la maqueta. Este es tu ámbito correcto, aquí arriba. ¡Claro! ¡Llevamos como cuatro mil años caminando ahí abajo! Apocalipsis capítulo 1. Ahora estamos dando las escrituras de todo lo que hemos dicho.

(Apocalipsis 1: 5) =  y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos

Cristo es el primogénito de los muertos, o sea: el primero que llegó a morir de muerte espiritual, que es cuando él dice: ¿Por qué me has desamparado? Muerte espiritual. ¿Qué es muerte espiritual? Destituirte del Gan de Dios, que es su ámbito, su jurisdicción. Es decir que Jesús muere espiritualmente, en el sentido de que la Deidad se va de él, cuando tú pecado es puesto sobre él. ¿Por qué me dejas, Padre mío? ¡Es que me tengo que ir, Hijo! ¿Y por qué te tienes que ir? Marca ahí el texto. Isaías 59.

(Isaías 59: 1) =  He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; (2) pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

Nota que cuando Jesús recibe la copa del mundo, el rostro de Dios se va, se destituye, porque las iniquidades nos separan de Dios. Adán fue separado del Gan, de su ámbito, de Su presencia, cuando se halló iniquidad en él. Cuando la iniquidad del mundo cayó sobre Jesús en la cruz, Cristo se fue. Durante esa partida, en Isaías 53, el Señor nos dice qué está aconteciendo

(Isaías 53: 10) = Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, (¿A quién? A Jesús) sujetándole a padecimiento. (¿Cuándo tuvo padecimiento, Jesús? En la cruz, en la hora de su muerte) Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

Fíjate que esto destruye, de alguna manera, esa idea de que somos un plan de segunda alternativa, por causa de que Israel no quiso aceptar el plan. Es más; Cristo mismo, antes de presentarle el plan a Israel, dijo: tengo otras ovejas que no son de este redil. Siempre se dijo así, para que nos fuéramos dando cuenta que el plan de él era general.

(11) Verá el fruto de la aflicción de su alma, (¿Cuándo fue afligida el alma de Jesús?)  y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

Fíjate que la paga del pecado, es muerte. Y Dios tenía que recibir un sacrificio de expiación, que tiene que quemarse del todo. Y tú sabes que la Biblia dice que los sacrificios eran olor fragante para el Señor. Cuando Cristo muere en la cruz, el Señor huele y se dice a sí mismo: Estoy satisfecho, porque los pecados de todos los hombres que andan vivos y están por nacer, han sido pagados. Estoy satisfecho, no es necesario otro sacrificio. Hebreos 11 dice que un sacrificio hizo perfecto a todos, para siempre. O sea que, el que está por pecar y todavía no ha pecado, ya Dios lo perdonó. El malhechor que está creciendo, ahora, y que tiene idea de ser malhechor mañana, también está perdonado. Y el que aún no ha nacido, porque aún no tiene ni mamá ni papá que estén enamorados para casarse y concebirlo, también está perdonado.

Entonces tú me dices: ¡Ah, no! ¡Así no vale! ¡Y yo que sufro tanto! – ¡Joróbate por incrédulo! No sé por qué andas sufriendo tanto, si tú también estás perdonado. La diferencia entre el mundo y nosotros, es que ellos están perdonados. Nosotros somos salvos. Son dos cosas diferentes. Pero nuestra salvación, ha sido para nosotros solamente, pecadores perdonados. Si hemos vivido a nivel del mundo. Ellos están perdonados, y es lo que nosotros creemos que estamos, perdonados. Entonces eso los pone en el mismo nivel que nosotros. El problema es que ellos están perdonados, pero no están sentados en lugares celestiales, hasta que lo reconocen. Ahora; al sentarme en ese lugar celestial, se supone que algo me diferencie de ellos. El problema es que no se ve mucho, porque según el hombre piensa, el hombre es. Vuelve a Apocalipsis, y mira ahora el capítulo 3.

(Apocalipsis 3: 14) =  Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:

Dice que es el principio. Fíjate: Jesús fue el principio de la Creación. Adán no lo fue, fue Jesús. Seis pasos hay que Cristo hizo, anótalos. 1.- Crucificados. 2.- Muertos. 3.- Sepultados. 4.- Vivificados. 5.- Levantados. 6.- Sentados.  Seis pasos que ya son una realidad en esta vida. Sólo los tenemos que entender. Vamos a seguir buscando las cosas celestiales.

 (Hebreos 8: 1) =  Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, (El sumo sacerdote era Cristo. Recuerda, tenemos un león y tenemos un cordero. El león es Cristo, el cordero es Jesús) el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, (¿Dónde está sentado? En los cielos. ¿Y nosotros? Juntamente con él. Entonces, ¿Estamos sentados en la Majestad de quién? Del Padre. Somos la diestra de Dios. La diestra es el poder.) (2) ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo (Nota que el Sumo Sacerdote es el ministro del verdadero tabernáculo, haciendo alusión de que los verdaderos tabernáculos no son los terrenales, sino que hay uno que es divino, que es celestial, que es el verdadero. Y Cristo es Sumo Sacerdote de ese tabernáculo) que levantó el Señor, y no el hombre. Y ahí empieza: ¿Qué tabernáculo levantó el Señor?)

En Mateo dice: Yo también edificaré mi iglesia. Lo único que está edificando Jesús es tu iglesia. Y fue a la cruz a preparar un lugar para que Dios tuviera muchas moradas. Y en la casa de mi Padre, la cual somos nosotros, dice Pedro y dice Hebreos, muchas moradas hay. Somos morada de Dios en el Espíritu. Dice que el verdadero tabernáculo, o sea la iglesia, es la que levantó el Señor y no el hombre. Porque todo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios. Él tenía que presentar una ofrenda, entonces tomó al cordero. Así que si estuviera sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote. Habiendo sacerdotes que aun presentan ofrendas según la ley, los cuales sirven a lo que es figura y sombra, de las cosas invisibles. Todo lo que se hace en la tierra, es figura y sombra de las cosas que Dios ha levantado y son invisibles, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: mira, haz todas las cosas de acuerdo al modelo que se te ha dado. Y cuando fuimos allá, lo único que encontramos fue la calle de oro que es el embaldosado final de la iglesia. Aquí a eso, les llama las cosas celestiales. Está la tipología en el Antiguo, y la Realidad en el Nuevo.

(Hebreos 9: 19) =  Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, (20) diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado.

(21) Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.

(22) Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

(23) Fue, pues, necesario que las figuras (¿Qué figuras? Todo lo que es terrenal, todo lo que se hizo en el Antiguo Testamento) de las cosas celestiales (Dando la explicación de las cosas celestiales, es el verdadero tabernáculo) fuesen purificadas así; (¿Cómo? Y, como se rociaba la sangre, con el hisopo y todo eso)  pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.

¿Cuál fue el mejor sacrificio? Cristo. ¿Y a quién fue que se le roció la sangre de Cristo? A nosotros. Entonces, ¿Quiénes son las cosas celestiales? Es que la biblia te habla en idiomas que, si no le sigues el hilo, te pierdes. Cuando dice las cosas celestiales, está hablando de nosotros. La sangre de Cristo fue derramada para purificar las cosas celestiales. ¿Y qué es lo que te toca a ti de la sangre? La Vida. Deuteronomio dice que la vida está en la sangre. Y es la vida de Cristo la que se vierte por ti. En todo caso y sin restarle méritos, no es la sangre la que verdaderamente te quita toda impureza, es la vida que hay en la sangre. Cristo vive.

La forma de llegar allá desde acá, es por un ser viviente, no por sangre. Y que nadie se confunda, no estoy eliminando la sangre. Ni se te ocurra. Es el ocultismo el que odia la sangre. Nuestro evangelio es sangriento, no lo minimices. Lo que quiero que entiendas, es que lo que te ha tocado es la vida de Cristo. ¡Él vive! Me pregunto: ¿Será que lo veremos en un cuerpo, además del nuestro? ¿O será que veremos a Jesús, que entregó su cuerpo además de derramar su sangre? Cristo se fue, Jesús bajó. Luego volvió y sopló el Espíritu en nosotros. Y lo dejó aquí, nunca se fue de aquí. Cristo se trasladó de Jesús a nosotros. Y se fue Jesús. Y Jesús está a la diestra del Padre. Jesús tiene un cuerpo que ni es físico, ni es espiritual. No es un fantasma, porque se hace visible. No es fantasma, porque se hace tangible. Pero no es físico, porque atraviesa paredes. Entonces, Él está a la diestra del Padre. Sólo que el Padre está en mí. Entonces me pregunto: ¿Estará Jesús también en mí? A veces te produce un poco de temor responder a estas preguntas según como las entendemos, ¿Verdad?

Es que tenemos esa imagen de que vamos a llegar a un lugar espiritual, siendo todos espíritus, y vamos a ver al Dios Padre, al Dios Hijo y una silueta de un Espíritu Santo, o algo así. Yo no sé que imagen o qué imaginación tiene cada uno de ustedes, pero seguramente no pueden imaginarse las veinticuatro horas adorando a Dios, ni por asomo se pueden imaginar eso. Y está bien, porque en primer término, si estamos en la eternidad, ya no puede hablarse de veinticuatro horas, eso no existe en la eternidad. Y convengamos que solamente adorar, suena como medio aburrido y hasta egocéntrico, ¿No es cierto? ¿Qué Dios te va a obligar a que te quedes postrado allí adorándolo por toda una eternidad? ¿Tanto sufrir acá para llegar a eso, allá? No le cabe a nadie un Dios así.

O sea que las cosas celestiales somos nosotros. Estamos sentados en lugares celestiales, es una realidad presente, que no cancela una posible realidad futura. Que en el futuro vamos a saber si es literal o es espiritual. Yo tengo mi opinión, tú tienes la tuya. Pero como no es Biblia, no vale la pena ni mencionarla. Porque cuando salimos a decir que nuestra opinión es bíblica, ahí es donde metemos la pata y entramos en confusiones y enredos. Yo tengo otras opiniones, pero como todavía no tengo los textos bíblicos que me las respalden, no te las daré. Cuando tenga los textos te la paso, sin dudas. Todo lo que he venido diciendo hasta ahora, está respaldado por la Biblia, seguramente. Pero sé que estaremos totalmente arrebatados en él. O sea, conscientes del su ámbito y su presencia y tan arrebatados en él, que no nos vamos a dar cuenta que estamos desnudos. Tan conscientes de la otra dimensión de Dios, que en esta se nos hará fácil trascender. Vamos a atravesar paredes, también.

(1 Reyes 10: 18) =  Hizo también el rey un gran trono de marfil, (¿Cómo se consigue el marfil? Una vez más, el trono está hecho de sacrificio) el cual cubrió de oro purísimo.

(19) Seis gradas tenía el trono, (Crucificado, Muerto, Sepultado, Vivificado, Levantado y Sentado) y la parte alta era redonda por el respaldo; y a uno y otro lado tenía brazos cerca del asiento, junto a los cuales estaban colocados dos leones.

(Filipenses 3: 20) =  Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;

Nuestra ciudadanía está en los cielos, coma, de donde esperamos también al Señor. Es el mismo detalle. Más nuestra ciudadanía, está en los cielos. Vamos a parafrasear. Desde donde, o Lugar donde esperamos al Señor. De, es una preposición que denota el lugar y el origen. Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde, ex, preposición que denota origen. Es decir que nuestra ciudadanía está en ouranos, lugar en donde esperamos al Señor. Y que si no estás allí, no lo vas a ver cuando venga. O sea que si para ti llegar al cielo es morir, pues entonces te mueres sin verlo. O sea; si tú no naces de nuevo, no puedes ni ver a Ouranos. O sea: para verlo, hay que estar en otra dimensión de la que está él. La dimensión en la cual Él viaja. Entonces, para verla, hay que estar en la misma frecuencia. Él dice que nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde, de donde procede.

Ahora bien; vamos a trasladar todos estos hechos a nosotros. Vamos a conciliar, vamos a convertirnos en contables. Porque parece que nos dejaron una millonada en al banco, pero fue a cobrarlos la tía Petronila. Y resulta ser que nosotros no sabemos quién es la tía Petronila. Y como somos buenos creyentes, no vamos a tocar el dinero hasta que no sepamos cómo es que llegó allí. La gente de Reino no hace eso.

Dice: Crucificados. (Gálatas 2: 20) =  Con Cristo estoy juntamente crucificado,  (¿Cuándo fuiste crucificado tú? Fuimos crucificados con Él. No cuando tú naces de nuevo. Entonces te mandas una de aquellas y dices ¡Es que estoy crucificando las obras de la carne! No seas mentiroso…Tú ya fuiste crucificado) y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; (Ahí, ese “mí”, es tu cuerpo, tu yo, que es tu naturaleza adamica) y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, (No la mía, porque yo morí. Ahí se te acaban todas las excusas para decir que no tienes fe. No necesitas ninguna, ya tienes la del más grande de todos, el autor de la fe, que es el que mora dentro de ti. Tú, como los lirios, lo único que necesitas, es creer. Hay suficiente nutriente en ti para manifestarlo. La obra es creer) el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Mira Romanos, capítulo 6.

(Romanos 6: 6) = sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, (Ajá. Crucificado juntamente con él. Y entonces, ¿Quién fue el que reaccionó como para comérselo crudo al que te rozó el auto sin querer en una calle de tu ciudad? No me podrás decir más que fue el viejo hombre. O sea que dice que sabiendo esto: que el viejo hombre, fue crucificado) para que el cuerpo del pecado (¿Cuál es el cuerpo del pecado? Adán.) sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. (¡Wow! Se está poniendo mucho más pesado ahora, porque ahora no tenemos permiso para pecar)

O sea: lo he dicho de otra manera otras veces. Tú puedes hacer un pan este domingo y que te quede bien, sabroso, crocante, de primera. Te dieron una receta, la seguiste al pie de la letra y te salió un pan excelente. Muy bien. Ahora pregunto: ¿Hará eso de ti un panadero? No. El panadero te hace el pan todos los días, se viste como panadero, está cubierto permanentemente de harina blanca; huele a pan. Crea pan. Piensa en el pan. Se acuesta y sigue oliendo a pan otra vez. Se levanta oliendo a pan. Vive soñando como mejorar su pan. Le cambia su contextura, para poder vender el pan viejo bajo otra forma. Le añade una pasa, un día, para que sea un pan diferente. ¡¡Es panadero!! Vive creando pan, es su naturaleza. Él es un panadero. Que tú un día hagas un pan, no te hace panadero. Bueno; que yo peque el domingo, tampoco me hace pecador. El pecador sueña el pecado, vive en el pecado, por naturaleza peca. ¡No sabe hacer otra cosa que pecar, porque no tiene contacto con Dios! Está destituido del GAN de Dios.

Él no sabe más que, por su naturaleza, que emane de él lo que habita en él, que es pecado. Yo no soy pecador, puedo cometer errores. Pero, por más panes que haga, no soy panadero. Ahora, mientras más yo entiendo que no soy panadero, menos pan quiero hacer. Mientras yo me crea que soy panadero, sigo intentando hacer panes. Porque según el hombre piensa, el hombre es. Ahora, si a ti se te ha metido adentro que eres un triste pecador salvado por gracia, de repente te planeas un pan y te queda mal, y te cae torcido, porque estás en otro reino y nada te va a funcionar hasta que te sometas ciento por ciento a Él. Eso es Reino. La verdad es que sí sabemos que podemos, sólo que del otro modo es más fácil. No madurar, no ser responsable. Así que romanos 6:6 dice que nuestro viejo hombre, ¿Qué pasó? Fue crucificado. ¿Qué fue? Fue crucificado.

(Colosenses 3: 9) =  No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, (10) y revestido del nuevo, el cual (Nota para confirmar lo que dije, que Adán no era conforme a la imagen de Dios) conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta (Acá encontramos uno de los doscientos cincuenta mil errores de traducción que tienen nuestras Biblias. No es hasta, sino en o por) el conocimiento pleno,

O sea que, según lo vas entendiendo, lo vas renovando en ti. Tienes un nuevo hombre creado a la imagen de Dios, adentro, y va renovando, según lo entiendes. Hasta que llegas al conocimiento pleno y lo manifiestas. Hasta que por naturaleza, vives la vida de Cristo. Porque así como hemos traído una, traeremos la otra. La Biblia te promete que lo vas a hacer, pero tú no siempre lo crees. Eso porque creemos que tenemos a otro adentro, no. Se va renovando en el conocimiento pleno. Donde no hay argentino, mexicano, griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo. Fíjate que Cristo, hoy, está en todos, pero no es todo en todos. Pero entonces, Cristo será todo en todos. Ese es el fin.

Comentarios o consultas a tiempodevictoria@yahoo.com.ar

septiembre 16, 2021 Néstor Martínez