Estudios » Blog

Del Hambre al Entendimiento

cinco-cosas-que-no-deberias-hacer-nunca-cuando-tienes-hambre-y-una-que-si

     El cambio de modalidad del mensaje o de la enseñanza en este sector de la Web que es el Blog, no tiene que ver con un ánimo de hacerlo más atractivo o más actual. Se trata simplemente de obedecer un mandato específico, que es el de aportar lo nuestro para crear una conciencia de iglesia como asamblea, que ha sido obstaculizada durante mucho tiempo por la eclesiología tradicional de club religioso. Lo que quiero decir es que la iglesia convencional que conocemos, con sus costumbres y sus doctrinas, a veces sólo voluntaristas, ha impedido sin proponérselo que cobre potencia y efecto la iglesia que Dios mismo imaginó al avalarla.

     Y esta iglesia naciente, que no está liderada por ningún personaje impactante o ultra carismático, ni contiene tampoco propuestas dignas de una tarea de agencia de publicidad, apunta puntualmente a ayudar a otorgarle al creyente común, las bases sólidas y factibles de una conducta y una serie de principios básicos que lo sustente ante el ataque proverbial de una sociedad llena de miedos, y que por padecerlos, entra en un alto grado de inseguridad personal, siendo éste un combo que general y mayoritariamente produce un efecto que observamos a diario a nuestro alrededor: agresividad.

     (Mateo 5: 36-38) = Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas. Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. 

     Escucha esto: de la gente que estaba con Jesús ese precioso y tremendo día cuando comen los peces y los panes, esos que llenaron su vientre de tal modo, que dice que sobraron canastos enteros y nadie les prestaba atención. De todos esos, ¿Cuántos crees tú que entendieron lo que Jesús estaba hablando? A mí, si tengo que decirte la verdad pura, se me cae y se me nota el pesimismo, y me dan ganas de decir que nadie lo entendió.  Pero, sin embargo, voy a asumir que hubo un grupo de doce hombres a los cuales Él se toma el trabajo de explicarles las parábolas, que son sus discípulos. Asumamos entonces que ellos, los doce, sí le entendieron. A lo mejor algunos más, Marta, Lázaro, qué sé yo. Pocos, en relación, de todos modos. Sin embargo, algo es realidad: ¡Todos comieron! Lo pongo así: aunque no todos entendieron, todos disfrutaron.

     Lo que te estoy queriendo mostrar, y al mismo tiempo enseñar como principio válido, es que no tuvieron que entender para poder comerse el pescado y el pan. O sea que vemos que Jesús les permitió comer a todos, entendieran o no. Pero, entonces, ¿Jesús no es selectivo? Sí, lo es; pero lo que no hace es cerrar la puerta. Elige con quien quiere estar, pero no cierra la puerta. Si eran cuatro mil personas las que había allí, ¿Cuántas pudieron ver lo que estaba sucediendo allí? ¿Cuántos pudieron ver que los peces y los panes fueron provistos por un niño? Muy pocos, quizás los que estaban bien adelante, los que estaban más cerca, los que escucharon la oración, los que vieron reproducirse todo. Pero ¿Y los otros? ¿Los que estaban alejados y tal vez hasta entretenidos hablando entre ellos?

     Para mí, ellos vieron aparecer canastas y canastas de pan y de peces y hasta se deben haber preguntado quiénes habrían pagado todo eso. Yo tengo mis dudas si se llegó a difundir totalmente cómo fue que apareció todo eso. Sin embargo, lo hayan sabido o no lo hayan sabido, ¡Todos comieron! Hoy, más quisiera yo estar en una iglesia donde todos coman, aunque luego no todos entiendan. Y cuando hablo de los que no entienden, que se sepa bien que no estoy  discriminando ni por intelecto o estudios de teología, y ni tampoco juzgando. Creo que todo pasa por lo eminentemente espiritual. Porque los que no entendieron ni están entendiendo, no son personas que no quieren entender porque no les da la gana. Más bien son gente que por alguna razón que no hemos visto, ¡No pueden entender lo que otros sí entienden!

     Esa es, si quieres que lo llamemos así, la ideología central de esta Web. En primer término, si es posible, que todos los que tienen hambre y sed de Dios, entren a nuestra cocina y coman hasta hartarse. No interesa si sobran canastos llenos y, en apariencia, se desperdician. Lo que interesa en primera medida, es que todos coman. Muchos, gracias a Dios y gloria a Su Nombre, comen y también entienden. Y por consecuencia, ponen por obra y cambian sus vidas. Otros, no entienden del todo pero tienen suficiente humildad como para preguntar. Y al cabo de un tiempo, entran en el mismo camino que los anteriores. Y otros tantos, no entienden nada, pero se sacian. Y por hoy, eso alcanza. Ya serán tocados por el Espíritu Santo y les aparecerá la otra hambre. Y también serán saciados, porque para eso y no para lucimientos personales fueron dados los ministerios.

Comentarios o consultas a tiempodevictoria@yahoo.com.ar

octubre 5, 2018 Néstor Martínez