Quien haya aceptado a Jesucristo como salvador personal y como Señor de su vida y de esa forma se haya convertido a la auténtica fe cristiana, más allá de como la viva, la manifieste o la desarrolle, no ignora el valor de la palabra GLORIA y cuanta relación tiene con su vida cotidiana.
Esta palabra, que es profusamente utilizada en casi todo el contexto bíblico, es la expresión de la excelencia del carácter y perfección de los atributos de Dios manifestados en toda la creación. Se expresa especialmente en Cristo quien la muestra a los hombres en cinco aspectos: su nacimiento, su transfiguración, su muerte, su resurrección y su ascensión.
Tiene que ver, asimismo, con la alabanza que se le rinde a Dios, ya que en muchas partes de la Biblia se exhorta al pueblo de Dios a dar gloria a su nombre. Nos falta el pasaporte. Vamos a tratar de encontrar al menos una de sus facetas, a través del capítulo 8 de la carta de Pablo a los romanos.
(Romanos 8: 1)= Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Según se entiende aquí, los creyentes son liberados del juicio por el simple hecho de estar EN Cristo. No CON ni POR, sino EN, es decir: "adentro de" El hombre en Cristo o Cristo en el hombre. Andar "conforme" significa "formado con".
(2) Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la
muerte.
El término me ha librado es la palabra ELEUTHEROO y significa "libertar, remitir, dejar en libertad". En el Nuevo testamento la palabra se usa exclusivamente para referirse a la obra de Cristo de liberar a los creyentes del pecado.
Es llamativa también la diversidad de nombres que se le dan al Espíritu Santo en el contexto de la Escritura. En este capítulo, solamente, cuatro menciones diferentes: Espíritu de Vida en el verso 2, Espíritu de dios y Espíritu de Cristo en el verso 9 y Espíritu de Adopción en el verso 15.
(3) Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a
su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
(Dice que lo condenó "en la carne". Esto quiere decir que si no vivimos en el Espíritu, (Dios es
Espíritu), no estamos EN Cristo, sino que estamos quizás CON Cristo o enamorados POR Cristo, lo
cual es un equivalente a estar en la carne, cosa que está condenada por el propio Cristo) (4) para
que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.
Pablo presenta dos estilos de vida que son el centro de toda su argumentación. Andar conforme a la carne es seguir los deseos de la vida vieja. Andar conforme al Espíritu, es dejarse guiar por el Espíritu Santo, para vivir de una forma que sea agradable a Dios. El Espíritu Santo siempre habla, pero con una sola condición: que haya quien lo escuche.
(5) Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu. (Esto es un equivalente de santidad, no sólo en los
comportamientos humanos, sino también en los más íntimos pensamientos).
(6) Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
(7) Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la
ley de Dios, ni tampoco pueden. (O sea: andar en el Espíritu no es una opción; Es mandamiento. Lo
contrario te hace perder la amistad de Dios: nada menos.)
(8) Y los que viven según la carne, no pueden agradar a Dios.
(9) Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Vamos por partes: un comentarista se mostraba muy contento porque, decía él, lo dicho en el verso 8 no tiene nada que ver con los creyentes, sino que se refería a los incrédulos. Pero hay un problema: creyente es el que tiene el Espíritu de Dios, el Espíritu de Cristo. El que no lo tiene, puede estar viviendo en la carne, que es como andar en las obras de la carne.
Es muy buen momento para preguntarnos por dónde andamos, ¿No? Como para tomar bases, te repito algunas de las denominadas obras de la carne según lo que se expresa en la carta de Pablo a los Calatas 5:19-21:
Adulterio, Fornicación, Inmundicia, Lascivia, Idolatría, Hechicerías, Enemistades, Pleitos, Celos, Iras, Contiendas, Disensiones, Herejías, Envidias, Borracheras, Orgías y "cosas semejantes a estas". Termina, tú sabes, diciendo que quienes practican estas cosas, no heredan el reino de Dios. No es pavada ni broma, en?
(10) Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas
el espíritu vive a causa de la justicia. (¿Cómo habitará Cristo en nosotros para que nuestros cuerpos
estén realmente muertos al pecado? Efesios 3:17 dice que es por la fe en nuestros corazones, para
arraigamos y cimentamos en amor y acceder de ese modo, a la plenitud de Dios.
(11) Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que
levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu
que mora en vosotros.
(12) Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la
carne; (Esto suena un poco complicado, pero hay que verlo desde esta óptica: Pablo, lo que estima,
es que somos deudores de vivir conforme al Espíritu. No es una opción ni una sugerencia: es una
obligación deudora)
(13) Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras
de la carne, viviréis.
Punto primero: una persona es esclava de aquello ante lo que se inclina y de lo que reconoce como su dueño. Si obedece el mandato del pecado, éste es entonces su amo y se mueve en dirección hacia la muerte. Si obedece el mandato de la justicia, ésta es a quien se somete, y experimenta la verdadera vida.
Pablo señala dos direcciones en la vida y muestra sus últimas consecuencias. Dice que los cristianos tienen la capacidad para escoger hacer algo que no es característico en ellos, esto es, "andar conforme a la carne"; y se advierte que no lo hagan.
Dice, también: mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne: un buen resumen del proceso de santificación (es decir: crecer en santidad) en la vida cristiana. Debemos trabajar activamente para crecer en santidad y "dar muerte" a cualquier pecado en nuestras mentes, tanto en palabras como en obras. Pero, a pesar de que hagamos todo nuestro esfuerzo, Pablo nos recuerda que solamente alcanzaremos la victoria "por el Espíritu", esto es: por el poder del Espíritu Santo.
(14) Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. (Un
momento. Dice que TODOS los que son guiados por el Espíritu de Dios, (el Espíritu Santo), ESTOS
son hijos de Dios. O sea que los que no son guiados por el Espíritu Santo sino por sus propias, bien
intencionadas, loables y aplaudibles ideas humanas, NO SON HIJOS DE DIOS. ¿Té queda claro?)
Esto, más allá de lo estrictamente perteneciente al mundo invisible de lo espiritual, también alude necesariamente a un estilo de vida. Es decir que Pablo enseña que vivir por el Espíritu, es hacer morir progresivamente los apetitos pecaminosos de nuestra naturaleza interior.
Esto implica que, aunque todos los cristianos son de alguna manera guiados por el Espíritu de Dios, hay diversos grados en la actitud de aceptar la dirección del Espíritu. Mientras más plenamente sea guiada la gente por el Espíritu, más obedecerán la voluntad de Dios y mejor se conformarán sus estándares santos.
La palabra griega traducida como SON GUIADOS es un participio presente y debe ser entendida como que "muchos son guiados continuamente por él Espíritu de Dios". Esta guía divina no se reduce al conocimiento objetivo de los mandamientos de la Escritura y al esfuerzo consciente por obedecerlos (aunque lo más seguro es que los incluya).
Por el contrario, más bien se refiere al factor subjetivo de ser receptivos a los impulsos del Espíritu Santo a lo largo del día, impulsos que si de verdad vienen del Espíritu Santo nunca nos inducirán a actuar en contra de lo que enseña la Escritura.
Lo que se percibe como la dirección subjetiva del Espíritu Santo, especialmente en las decisiones más importantes, o en los impulsos para hacer algo poco usual, debe ser sometido a la confirmación de varios consejeros para que nos ayuden a protegemos de errores y a mantener una clara visión de las normas objetivas de la Escritura.
(15) Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, (Ojo:
cuando estás en temor, ten en cuenta que se trata de la actividad de un espíritu, que no es el santo,
obviamente. Repetí conmigo: EL MIEDO NO ES DE DIOS. Ningún miedo, estamos?) S/ no que
habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba Padre!
(16) El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Esto muestra claramente que es el Espíritu Santo el único que nos puede proporcionar seguridad de que somos hijos de Dios. ABBA, por su parte, es una palabra que tiene una traducción similar a la que la acompaña en este texto.
PADRE, aunque por las derivaciones semánticas del idioma original, encajaría mucho mejor en algo así como PAPI, o PAPITO. Esto va específicamente para aquellos que suelen escandalizarse y hasta enojarse cuando alguien, orando en voz alta, "se atreve" a llamar PAPÁ o PAPITO a Dios. Pura religiosidad que atiende más a las formas que al fondo.
(17) Y sí hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Esto nos dice que el Espíritu Santo, también le garantiza la gloria al creyente. Hay algunos textos que corroboran esto: Gálatas 4:7= Así que ya no eres esclavo, sino hijo: y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.– 2 Timoteo 2:12= Si sufrimos, también reinaremos con él: Si le negáremos, él también nos negará.-1 Pedro 4:13= sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.
(18) Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la
gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. (Este término EN NOSOTROS, debe traducirse
correctamente PARA NOSOTROS.)
(19) Porque el anhelo ardiente de la creación es aguardarla manifestación de los hijos de Dios.
Yo creo que puede resultar aclaratorio lo que en el mismo tenor se dice en Colosenses 3:4= Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. En este caso, la palabra MANIFIESTE es la palabra PHANEROO, y significa poner al descubierto, revelar, hacer visible, hacer conocido lo que había estado escondido, sin conocerse, traer a la luz.
PHANEROO nos habla de la manifestación de Cristo, cuando lo vemos en la plena expresión de su gloriosa naturaleza. Pedro también habla de lo mismo cuando dice, en su primera carta, capítulo 1, verso 7: Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.
Estos dos comentarios, fíjate, hablan de la manifestación de Cristo y todos los teólogos, coinciden en que cuando se habla de la manifestación de Cristo se habla de su segunda venida. Puede ser, pero tenemos un problema: aquí no habla, el verso 19, de la manifestación de Cristo sino que el mundo anhela la manifestación de los hijos de Dios. Esto es: de todos aquellos que son guiados por el Espíritu de Dios. En suma: nosotros.
(20) Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del
que la sujetó en esperanza; (21) porque también la creación misma será libertada a la esclavitud de
corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Aquí hay que entender, aunque se deberá
examinar con mucha mayor profundidad, que en el tiempo de nuestra redención final, la creación
misma será purificada y compartirá nuestra gloria)
(22) Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; (Quiero que entiendas algo: los dolores de parto no son eternos, no duran para siempre. Se sufren hasta que llega el momento del alumbramiento. Y lo que se alumbra, casi siempre es un fruto del amor, de la pasión y del íntimo conocimiento) (23) y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
Mira: así como las primicias de la cosecha son un anticipo de todos los frutos que se pretende recolectar, la dádiva del Espíritu Santo constituye una primicia de lo que recibiremos con plena adopción como hijos de Dios, cuando nuestros cuerpos sean redimidos.
Esa es una teoría, atendible, lógica, creíble. Pero hay otra que sin descartar la expuesta, habla de una manifestación y de una gloria que tiene que ver con el crecimiento de un estilo de vida que proviene del mundo del Espíritu y no del sistema del mundo. El pasaporte a esa gloria, es Cristo. Pero no un Cristo de religión, rito, culto, reunión, lecturas bíblicas, oraciones públicas y liderazgos consensuados; un Cristo producto de un corazón recto y, obviamente, conforme al corazón de Dios.
(24) Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza;
porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
Esperanza viene de esperar sin ver nada material o humano que garantice esa espera. Yo creo total y absolutamente en los milagros de Dios, hoy, ahora, siglo veintiuno. Pero también entiendo que los milagros, en el tiempo de Jesús, generalmente fueron hechos para sacudir la incredulidad de los incrédulos, no para regocijo de los creyentes aunque naturalmente los incluyera.
Porque los incrédulos (y adentro de las iglesias hay muchos más de los que suponemos) necesitan ver para creer, pero los creyentes viven en perpetua esperanza, que es creer sin ver, aunque como se dice: si creen, verán la gloria de Dios.
(25) Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
(26) De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles.
La palabra griega traducida como AYUDA se usa en el evangelio de Lucas 10:40, donde Marta le dice a Jesús que le diga a su hermana María que le AYUDE. Dicen algunos comentaristas que eso no indica que el Espíritu ore en lugar nuestro sino ayudándonos. No se puede descartar que así sea, pero la palabra INTERCEDER es, precisamente, "ponerse en lugar de", no "ponerse con".
La expresión INDECIBLE, que se usa aquí, significa algo así como "imposible de poner en palabras". Pablo está hablando aquí, en términos generales, de la vida de oración de los cristianos y no discute en modo alguno como muchas veces se ha enseñado, el hecho de hablar o no hablar en lenguas.
A esto, Pablo lo deja muy claro en su carta a los Corintios. Él tiene que hablarle de esto a los Corintios porque ellos habían contaminado sus dones, no porque fueran los únicos que los desarrollaban. Se estima como cierto que tanto los Efesios, como los Filipenses y los Gálatas también hablaban lenguas con total naturalidad, así como el mismo Pablo dice que él lo hacía.
(27) Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
El Salmo 139:1 y 2 dicen al respecto: Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme: has entendido desde lejos mis pensamientos. , Y en Apocalipsis 2:23 añade que: Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.
(28) Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los
que conforme a su propósito son llamados.
Acá hay algo muy importante que no se puede dejar de lado. La palabra PROPÓSITO, aquí, es la palabra PROTHESIS. Viene de PRO, que significa "antes" y TMESIS, que quiere decir "un lugar". Algo así como un lugar determinado desde antes.
Esta palabra sugiere un plan deliberado, una proposición, un plan anticipado, una intención, un designio. De las doce veces que aparece en el Nuevo Testamento, PROTHESIS se usa cuatro veces para referirse al pan levítico de la proposición, (literalmente, "el pan de colocar adelante").
La mayoría de los otros usos señalan los propósitos eternos de Dios en relación con la salvación. Nuestra salvación personal no solamente fue bien planeada, sino que pone de manifiesto la invariable fidelidad de Dios que espera la consumación de su gran plan para la iglesia. Eso por un lado.
Por otro lado, aun en las dificultades y el sufrimiento, aun en la más amarga desilusión, aun cuando maltratados, los cristianos deben saber que Dios obra en medio de esas situaciones; para que se cumplan sus buenos propósitos en sus hijos.
Pero atención: no se puede enseñar de ninguna manera que así, sin más ni más, TODAS LAS COSAS AYUDAN A BIEN y, de ese modo, darle gloria hasta a un cáncer. ¿A quién se le ocurre que Dios, para beneficiar a uno de sus hijos, le va a mandar un cáncer?
El pasaje dice, y esto es muy claro, que a los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien. Y como si esto no fuera suficiente, agrega que se trata de aquellos que son llamados conforme a su propósito.
No estoy en contra de las enseñanzas clásicas, pero quiero que sepas esto. Salvarte del infierno, es el deseo de Dios, pero no su propósito. Su propósito es que, cuando ya eres salvo, operes a favor de su reino y aportes lo que más puedas para extenderlo y recuperarlo de las manos usurpadoras de Satanás. +++
(29) Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
(30) Y a los que predestinó, a éstos también llamó, a éstos también justificó; y a los que
justificó, a éstos también glorificó,
Quiero aclararte algo que también ha sido causa de confusión: existe, verdaderamente, la predestinación por parte de Dios. Pero está apuntada a su iglesia, no es algo personal. Aunque se convierte en personal si tú accedes a sujetarte a su divina voluntad y en obediencia absoluta pasas a formar parte de esa iglesia, no de otro modo.
(31) ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros? (Este verso
tiene parentesco con el verso 6 del salmo 118, que dice: Jehová está conmigo: no temeré lo que me
pueda hacer el hombre.
(32) El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que se entregó por todos nosotros, ¿cómo no
nos dará también con él todas las cosas?
(33) ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
(34) ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el
que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Esto te dice que es Cristo quien actuará como juez sobre todo el mundo, pero no nos condenará; aun ahora. Él intercede por nosotros; es decir: trae las peticiones ante Dios. Pero cuidado; esto no significa que tú puedas vivir tu vida como se te dé la regalada gana y que él, después, interceda por todos tus desaguisados y desobediencias.
No te olvides que Dios es justo, de eso no existe ninguna duda pero no tonto, y de esto tampoco hay dudas. Dios te ama y desea fervientemente que formes parte de su enorme familia, pero no te necesita. Tú le necesitas a él.
(35) ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
(36) Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como
ovejas de matadero
(37) Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos
amó.
Esta expresión MAS QUE VENCEDORES, en los originales, es la palabra HUPERNIKAO. Viene de una conjunción formada por HUPER, que quiere decir "sobre y por encima de", y NIKAO, que significa "conquistar".
La expresión, entonces, describe a uno que es victorioso en grado sumo, que gana una victoria que es más que ordinaria, porque está en condiciones de triunfar en forma absoluta. Esto no es lenguaje arrogante, sino de confianza plena. El amor de Cristo conquistó la muerte y, debido a ese amor, nosotros somos HUPERNIKAO.
Dos cosas: Si somos Más que vencedores, es porque hay una batalla donde vencer, sino ¿Más que vencedores de qué cosa, seríamos? La otra: somos más que vencedores, es cierto, pero POR MEDIO de Él, no por las nuestras, eh? Sería catastrófico confundirnos en eso.
(38) Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir, (39) ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Quiero que veas con claridad las cinco preguntas que Pablo hace y nos hace aquí: 1) Si Dios está con nosotros, quién puede estar en contra de nosotros? 2) ¿Cómo Dios no nos va a dar juntamente con su Hijo todas las cosas? 3) ¿Quién puede acusar a los escogidos de Dios? 4) ¿Quién nos puede condenar fuera de la voluntad de Dios? 5) ¿Quién nos puede separar del amor de Cristo?
En la respuesta de cada una de estas cinco preguntas, está el pasaporte a la gloria de Jesucristo que buscábamos. Para cualquier cristiano desalentado este poderoso pasaje ofrece hoy las seguridades del amor de Cristo, presente en cada momento de la vida del creyente.
¿Existirán mayores motivos de descontento que los mencionados por Pablo? Si no, entonces nunca nos separaremos del amor de Cristo en esta vida, y aun en medio de las dificultades, seremos más que vencedores. Esa es la gloria venidera. Este es el pasaporte, el pasaje, el boleto de ida y vuelta a la victoria.