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Cuando Una Nación Está en Guerra

 

Si hay algo que me pone feliz con relación a este trabajo ministerial, ese algo es saber qué detrás de este micrófono hay un tremendo terreno fértil para sembrar palabra profunda. No es necesario explicar que esto tiene todas las características de un ministerio profético, aunque sin espectacularidades innecesarias.

Si tú eres uno de los que corren detrás de los milagros, aprende algo en este día: no te pierdas lo divino por buscar lo espectacular. Porque cuando encuentras un ministerio profético, no puedes utilizarlo para recibir, sino para dar. Para dar todo lo que tú tienes para que Dios pueda usarlo.

Es un pacto con Dios, un lugar de comunión; donde tú y Dios van a estar de acuerdo en hacer la voluntad de una manera activada y práctica en la tierra. A través de un ministerio profético, tu ministerio puede ser confirmado, tu llamado, tu don.

Pero por sobre todo, la palabra profética al ser profetizada, o al ser declarada, imparte en tu espíritu la activación de lo que escuchas. Esta palabra no muere, sino que se mantiene viva en tu espíritu, causando que tú seas responsable cada vez que tú operes en ese asunto.

¿Me explico? El día que tú quieras hacer algo que va en contra de lo que se está diciendo aquí, ese día la palabra se levanta y te juzga. Esa es la diferencia de una palabra profética. No es nada que yo haya estudiado, simplemente es la unción que hay sobre el ministerio.

Es una unción distinta, tú ya lo sabes porque, o lo has percibido o directamente lo has discernido. Y te lo digo para que acapares al máximo lo que aquí te compartimos. Porque es a través de la palabra que recibes la profecía propia que quizás estás buscando. Y no vas a encontrarlo a menudo ni en cualquier lugar.

Es la impartición de la palabra la que va a madurar y la que va a cambiar nuestras vidas. Por eso es que digo y ahora repito una vez más: no te pierdas lo divino por buscar lo espectacular. Porque hay veces que Dios no está en el fuego ni en el terremoto. Hay veces que Dios está en el silbo apacible de lo que estás diciendo.

En Mateo capítulo 13 y, comenzando desde el verso 18, tenemos la explicación de la parábola del sembrador. Siempre digo que, cuando acostumbramos a observar las escrituras con la mente y el entendimiento cristalizados en la interpretación clásica de las mismas, hacemos de la Biblia un libro muerto.

Porque le prohibimos que exprese más revelación. La verdad siempre está presente, pero la revelación es progresiva. Es un poquito aquí, un poquito allá. Es línea sobre línea, renglón sobre renglón. Es de fuerza en fuerza, de gloria en gloria.

A medida que nos vayamos acercando a tiempos de definiciones, oiremos hablar más y más sobre estos temas que tú estás escuchando en esta hora.  Son temas proféticos, lo que significa que vivimos el día de mañana, en el día de hoy. Preparando así el camino, para lo que ha de venir.

La palabra de revelación está en la Biblia desde Génesis a Apocalipsis. El requisito para recibir revelación, es no saber nada. Cuando tú no sabes nada, la Biblia habla. Cuando tú lo sabes todo, la Biblia es un libro como cualquier otro. Cuando tú leas la Biblia, asegúrate que tus ojos estén puestos en la búsqueda de la verdad sin tener algo predispuesto.

Por ejemplo: muchos de nuestros predicadores se conocen todas las parábolas de memoria, y qué significa cada una. Para ellos, todas las parábolas terminaron de entregar sus mensajes; cesaron. Pero mientras tú mantengas tu mente abierta y tu corazón dispuesto a que Dios hable, aunque lo que diga contradiga tu doctrina, tú eres un candidato a ser usado en el espíritu de revelación.

(Mateo 13: 18) = Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: (19) cuando uno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

(20) Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; (21) pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.

(22) El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo (O este Kosmos, o este sistema mundial)  y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

(23) Más el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

Quiero enfatizar el verso 21, míralo conmigo una vez más: pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. Noten que este verso no implica que puede ser, o quizás, o tal vez, o si acaso, aparece la persecución.

No. Indica que tú le puedes poner el sello, que te puedes plantar en esto, que está respaldado en toda la escritura. Cuando tú recibes verdad que rompe yugos, viene persecución. No te está diciendo que la esperes, pero sí te está advirtiendo que estés preparado por si llega.

Porque te vendrá aflicción y te vendrá persecución. Hay muchas personas que creen que la gente de la iglesia es pacifista. Cristo dijo: Bendito aquel que hace la paz. Pero la paz sólo se consigue a través de guerra. Tú no puedes retener lo que no tienes. Mientras haya manifestación satánica en la tierra, no hay paz.

Paz es Shalom. Shalom es Cristo. Si el mundo no lo tiene, hay que introducirlo. Y para ello hay que ser confrontativo, porque no es aceptado socialmente. Vas a confrontar: ¡Prepárate! Aquí la palabra nos dice claramente. Explícitamente, que viene aflicción y persecución por causa de la palabra.

Elimina el espíritu de rechazo en tu vida. El enemigo no está interesado en tu vida, sólo está interesado en impedir la fluidez de la palabra recibida. Cuando tú dejas que tu cuerpo, que tú persona sea un canal de esa palabra como epístola abierta, entonces sí tú eres una amenaza para Satanás.

De otra manera, Satanás no te molesta. Tú puedes asistir a la iglesia durante todos los días de tu vida, y jamás ir en contra de Satanás. Alguien dijo alguna vez: si no te has topado contra Satanás, es porque vas caminando en la misma dirección que él.

Si estás haciendo lo que tienes que hacer, no habrá otra alternativa a estar de frente contra él todo el tiempo. En contra del avance satánico. Avanzando con el evangelio de Cristo. Timoteo lo dice de esta manera en la segunda carta y tercer capítulo: Y todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución. 2 Timoteo 3:12.

Es algo que está prometido en la palabra de Dios. Va a haber persecución. Y cuando hablo de persecución, no me refiero al Armagedón, no me refiero a estudios escatológicos, no me refiero a doctrinas dispensacionalistas. Me estoy refiriendo a confrontación natural en la tierra, en este tiempo.

Vivimos en una hora donde la madurez, templanza y estabilidad son requisitos para ser victoriosos en la vida de creyente. Dios está levantando un pueblo a un nivel de consumación de escritura. Un pueblo que vive el mañana en el día de hoy, donde se comienzan a ver las primeras señales de una reforma plena.

Pero es imperativo entender que Dios siempre prepara a su pueblo antes de introducirlo a un nuevo nivel de ministración. Es imposible que el pueblo avance a lo que sea que viene mañana, sin primero ser preparado para lo mismo. Dios no lo permite.

Hay creyentes que llevan cuarenta años en la misma espera, y es porque no han pasado la prueba para ir a la próxima. Muchos te preguntan cómo es que en todo este tiempo se ha llegado donde se está. La respuesta tiene que ser muy sencilla: cuando Dios dice algo, yo lo hago. Punto. No discuto con Él.

Es propósito de Dios que la iglesia madure. Porque está bien nacer, está bien ser niño, está bien tomar leche, pero todo en la vida crece, porque lo que no crece, está muerto. Si las flores no brotan, algo les pasa. Si tu hijo tiene tres años y no camina, llévalo al médico.

Todo lo que tiene vida, cambia y crece. Porque, precisamente, la prueba fundamental de que algo tiene vida, es que crece. Hay personas que viven en la misma situación que el año pasado. ¡Estás dormido! ¡O estás muerto!  No hay ninguna razón por la cual un creyente deba vivir en el mismo nivel de victoria todos los años.

Hay gente que le da gracias a Dios todos los años sólo porque cumplió otro año más, vivo. ¡Es normal estar vivo! Dios te condiciona, te acondiciona y te prepara para llevarte a otra etapa. Si no escuchas lo que Dios está diciendo con el espíritu, vas a permanecer en la misma esfera.

Pablo en Timoteo también nos declara que en los últimos días, se van a levantar odiadores del evangelio. Escuchaste bien: personas que odian el evangelio. Amadores de sí mismos, que harán todo lo posible por detener al evangelio de Cristo.

Y si no estamos firmes en la convicción de lo que Dios quiere que nosotros hagamos, entonces el avance de la iglesia será detenido por simple falta de convicción en esa área. Las estrategias más elevadas de Satanás, van a ser desatadas en los últimos días.

Toda la artillería del enemigo, más su sabiduría ancestral, ya sea a través de la política, ya sea a través de las leyes, a través de la prensa, a través de la televisión, a través de las escuelas, a través del propio sistema pleno en filosofías mundanas, humanistas y liberales, será desatada en contra.

Y todo eso, claro está, con el propósito central de detener el propósito de Dios en la tierra. Es más; ya está sucediendo. Hay lugares del mundo en el que se entregan preservativos a los niños de edad escolar primaria, con la finalidad de incentivarlos a tener sexo sano.

En grados menores de la misma escolaridad primaria, se enseña y se aprende que el homosexualismo es un estilo de vida alterno. No me gusta ser ni pragmático, ni ultra-fundamentalista ni mucho menos segregador o clasista, simplemente porque el Dios en el cual creo, y su Hijo, no lo fueron ni son. Pero hay algo que no puedo admitir que venga de parte de Dios en todo esto. Más bien del lado opuesto, ¿Verdad?

Pregunto: ¿Y la iglesia en qué anda? Sigue alabando a Cristo en un templo. Entonces, a medida que la iglesia aumente en autoridad, en influencia, y comience a prosperar en el propósito de Dios, va a haber un levantamiento y una ola de persecución en la tierra.

No esperes que se queden de brazos cruzados, sería subestimarlos pensar así. Este tipo de mensajes, (Y no porque sea yo quien lo da, porque son muchísimos los que andan diciendo lo mismo) te prepara el espíritu para ser y sentirte fuerte en el día en que lo necesites.

Alguien tiene que decirlo. Y a muchos nos ha tocado la bendición de hacerlo. Escucha: ¿Cuántos se acuerdan de la parábola del joven rico? Hay promesas en la palabra que nos dicen que, las riquezas del impío, están reservadas para el justo. Y noten que dice justos, no la iglesia.

Hay algunos que no les va a tocar ni un centavo. Y eso va a suceder antes de irnos, no después. Egipto y los israelitas constituyen la tipología perfecta de esa revelación. Cuando Israel salió, salió con el oro, no lo vino a buscar después.

Entonces, si eso ha de acontecer antes del retorno de nuestro Señor, ¿Tú crees que el mundo se va a quedar de brazos cruzados? Por menos que eso se alborotan. Va a haber confrontación a través de leyes, a través de sistemas que serán levantados para intimidar a la iglesia.

Muchas iglesias serán cerradas en ese tiempo. No lo estoy profetizando para no activarlo, pero así será. Porque estas son iglesias que no operan con los principios de Dios en las finanzas, por lo tanto, no van a poder cumplir con las leyes requeridas en cuanto a las cargas impositivas legales.

La palabra nos enseña que a los impuestos debemos pagarlos. Lo que nuestros gobernantes hagan o no hagan con ello, es un asunto entre esa gente y Dios. Y Dios es justo, relájate. Dios está preparando a su iglesia. Pero no para un rapto ni un escape, sino para una enorme confrontación que servirá, entre otras cosas, para zarandear y dejar en pie a la verdadera y genuina iglesia gloriosa, sin mancha y sin arruga.

Y cuando la oscuridad cubra todos los valles, ese será el momento más propicio para la manifestación y la gloria de la luz de Cristo. Será el tiempo propicio para levantar los ojos y ver que la siega está lista, está madura y hay que traer hacia nuestro reino y manifestar el carácter de Cristo en medio de un mundo perdido. Para enseñar y declarar que el Reino de Dios es el primero y es el último, es el Alfa y es el Omega, es el principio y es el fin.

Al joven rico, Cristo le describe el secreto de la prosperidad en el madero de la cruz. La enseñanza de esa parábola, implica que a través de la cruz, hay un principio que prospera a un ser humano. Y el joven, asombrado de la enseñanza, le pregunta a Cristo, ¡Pero Señor! ¿Y los que hemos dejado todo?

Y el señor responde: No hay quien haya dejado casa, ni hermano, ni hermana, ni padre, ni madre, ni mujer, hijos ni tierras, por mi causa o la del evangelio, que no reciba cien veces más, ahora. No mañana, ahora. Y por si decir ahora no fuera suficiente, luego explica que es en este tiempo.

Dice: no hay nadie que no muera por mi causa, que no reciba todo lo que enterró por mí, ahora, en este tiempo. No en el tiempo venidero, como dicen las Escrituras para otros asuntos que algunos mezclaron también con este. Ahora. En este tiempo.

Pero, la promesa no termina. Dice: con persecuciones. ¿Cuándo? ¡En este tiempo! Ahora. En el mismo tiempo que recibes la bendición, no la recibes sin tener que arrebatársela a un mundo que se cree dueño de ella. Casas, hermanas, hermanos, madres, padres, hijos, tierras, con persecuciones. Y, en el siglo venidero, entonces, vida eterna.

Hay un punto y una coma que divide el tema completo. Gramática sencilla. Son dos temas distintos: lo que se consigue ahora, y lo que se consigue después. El problema es que aquí, para conseguir nuestra herencia, padecemos confrontación, porque hay actividad satánica.

Allá no la hay. Allá simplemente la recibimos. Luego, para contestarle la pregunta a Pedro, le dice: ¡Pedro! ¡No te preocupes! Porque los primeros serán postreros, y los postreros serán primeros. ¿A qué se refiere? A esta escritura le han dado mil y un usos en la palabra.

Pero cuando leemos el contexto, los primeros era el joven rico, que lo tenía todo y no estaba dispuesto a perderlo por el evangelio. Los postreros, los últimos, eran aquellos que habían enterrado todo a través de la cruz. Y se quedaron sin nada. Últimos en el área financiera. ¡Los últimos serán primeros!

A esto se refiere la palabra. El último en el área financiera, el que veas entrar de toda la palabra, es como el dinero opera en el Reino de Dios. Cuando habla de los últimos, es de los últimos de la lista de los que tienen. Pedro no tenía, lo había entregado todo. Por eso Él le dice algo así como: no te preocupes, tú lo entregaste todo, pero en el final lo tendrás todo.

Entonces vemos, a través de estas promesas, que la iglesia sí va a prosperar. Y observa a la prosperidad con ojos espirituales, no materiales. Aunque no debemos ser más buenos que Dios. El dinero forma parte de esa prosperidad. En la Escritura, tú no encuentras un pasaje relacionado con la gloria de Dios, que esté separado del dinero. Haz un estudio de eso si no terminas de creerlo.

Siempre están entrelazados. En la parábola sobre las minas y el dinero, se nos marca que debemos ser responsables en su utilización. Jamás dice que debemos odiarlo, regalarlo o evitarlo. Esa parábola enseña que, de acuerdo cómo tratamos la mayordomía del dinero, es nuestra autoridad para con las ciudades.

Así que vemos que aquellos que crucifican el sistema mundano, en cuanto a las finanzas se refieran, son aquellos que van a tener la prosperidad de llegar primeros en esa área. Porque Dios nos da poder para obtener riquezas para establecer su pacto.

Y aquel que ha muerto a través de la cruz, no tiene motivos erróneos, sino que quiere establecer el propósito de Dios en la tierra. Y a través de ese concepto, tanto se bendice él como el Reino de Dios. El tema no es finanzas. El tema es que sí vamos a avanzar a un nivel que va a producir una confrontación.

Es imposible que la iglesia prospere sin que el mundo se enoje. ¿Por qué te crees que mientras todas las formas religiosas orientales, africanas y oficiales son bienvenidas y vistas como elementos que otorgan status y distinción, la fe auténtica en nuestro Señor sigue viéndose como una superstición de ignorantes y pasible de ser prohibida, sancionada y marginada?

(Hebreos 11: 24) = Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, (25) escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, (26) teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios, porque tenía puesta la mirada en el galardón.

(27) Por fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey, porque se sostuvo como viendo al Invisible.

Noten que hasta en el Antiguo Testamento, las cosas que no se ven, son eternas. Se sostuvo a algo invisible, que no tenía posesión de ello. Pero al igual que Abraham, que caminó proféticamente por encima de una tierra, para luego proclamarla y declararla, y cuatrocientos treinta años después fue poseída por sus hijos.

De una manera profética él poseyó la tierra cuatrocientos treinta años antes, sólo caminando y sin saber lo que decía, declarando que esta sería la tierra para la simiente. Una iglesia profética es aquella que camina proféticamente en el día de hoy, declarando los límites y confines del Reino de Dios, donde quiera que lleve el evangelio de Cristo. Vemos que Moisés salió de Egipto no temiendo, ustedes conocen la historia en Éxodo capítulo 1. Vemos el episodio de Faraón y los hijos de Israel.

(Éxodo 1: 7) = Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra.

¡Nota que la iglesia estaba creciendo! La palabra en Corintios nos dice que era la iglesia del desierto. Los israelitas estaban creciendo. Eran fructificados, eran aumentados y fueron fortalecidos en extremo. Dios comenzó a prosperar de adentro hacia afuera a su pueblo.

(8) Entretanto (Cuando la iglesia comenzaba a crecer y hacerse fuerte, llega un plan satánico) se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José, y dijo a su pueblo: (9) he aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. (Cuando la iglesia comienza a ser más integral que el mundo, más fuerte en poder, algo va a suceder.)

(10) Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.

Ustedes conocen la historia. Aquí fue donde ellos comenzaron a atribular a los hijos con más trabajo, con más castigo, con menos alimento. Fíjate que el avance de la iglesia produjo casi automáticamente, un enojo en el sistema mundano.

El propósito de Satanás, en aquel entonces, era doblegar tu propósito. Atribularte hasta el punto que tú dijeras: ¡Está bien! ¡Me voy a ir de esta ciudad! ¡Me quedo en mi iglesita cantando coritos y no voy a predicar a las calles! ¡Que se encarguen los líderes de todo!

Satanás va a intentar que nuestras rodillas se doblen. Cuando el destino de la iglesia aparece en tu vida, sólo tienes un segundo para arrebatarlo. ¿Cuántos se acuerdan de José? Tantos años esperando. El día que lo llamaron, no le dieron oportunidad a ir a orar en lenguas para interpretar el sueño.

Le dijeron: interprétalo ya. Y si no lo llegaba a interpretar, ¿Sabes qué? Pierde la oportunidad. Me pregunto cuántos de ustedes estarán listos para arrebatar su destino. Satanás quería destrozar el saber interno, esa convicción de que somos quienes somos.

Más en medio de aquel ataque satánico, la iglesia continua creciendo. La única semilla que tú puedes arrojar a la tierra y pisotearla, y darle de puntapiés y tirarla donde tú quieras, y produce sin importar el clima, es la semilla de Dios.

Puedes enviar las parteras, son hermanas hebreas, hermanas en la carne, hermanas en la iglesia. Son los ministros contrarios, son las doctrinas de demonios que vienen en tu contra tratando de matarte. Pero últimamente dicen: “No sé qué hacer, esta gente no es como la gente de iglesia que he conocido. Esta gente está dando a luz el propósito de Dios. Es una semilla efectiva.”

No importa qué ataque venga contra la semilla. La semilla de Dios, es buena. Y resulta que Dios dice en Mateo 13, que nosotros somos los hijos del Reino, sembrados en el mundo. Y lo que Dios siembra, produce. Entonces vemos que aprieta la persecución, pero también vemos que aumenta el crecimiento.

Fíjate que estoy diciendo que la persecución no va a detener a la iglesia. Lo que quiero que se entienda es que vendrá persecución, y el que no esté firme, no podrá mantenerse en pie en medio de ella. Porque la iglesia no es el montón, es la que permanece.

La persecución no permitía terminar el logro, y Faraón dice: ¡Mátalos! No importa cómo, pero mátalos. Y ahí nace Moisés. Siempre que el pueblo de Dios está en depresión, Dios levanta una voz. Y Moisés nace y la historia comienza a tejerse en otra dimensión.

(Éxodo 2: 1) = Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, (2) la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.

Y ustedes conocen la historia, ese es el nacimiento de Moisés. Lo ponen en la canasta, lo tira río abajo. Y la hija de Faraón observa la canasta mientras su hermana va por la orilla, la hija de Faraón levanta la canasta y manifiesta su deseo de quedarse con ese niño.

Entonces, una de las sirvientas de la hija de Faraón, dice: bueno, pero entonces voy a buscarte a alguien que te lo cuide. Y Dios, en su sabiduría, financió el crecimiento de Moisés a través del mundo. Se lo entrega a su propia madre, pero esta vez con finanzas. Y su madre, que antes no tenía para criarlo, ahora tiene de sobra para hacerlo. ¿Cuántos saben que dios es bueno? Pero claro, entiende, si la madre no lo suelta, no lo recibe. Y hay muchos que no lo sueltan.

(Verso 10) = Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: porque de las aguas lo saqué.

Ahora; aquí transcurre un período de tiempo. Porque primero leímos que Moisés salió de Egipto, no temiendo. En medio de la persecución, sin temor. Vamos a ver la preparación de Moisés para llegar a ese nivel. Es un prototipo de la preparación de la iglesia.

Moisés, en estos primeros tiempos, pasa tres meses y luego es entregado a la hija de Faraón. La hija de Faraón lo regresa a su madre, y después que el niño está crecido, pasa un tiempo con su madre. Es un kairos, es un tiempo, es un lapso durante el cual hay una preparación en Moisés.

Me imagino a su madre diciéndole: ¡Moisés! Escúchame bien, hijo. Tú no eres como el resto, Moisés. ¡Moisés! Va a llegar el día en que vas a ir a vivir en el sistema mundial. Pero tu pueblo es Abraham, Isaac y Jacob. ¡Esa es tu sangre, Moisés!

¡Por tus venas corre sangre divina! ¡Tú eres hijo del Dios viviente! ¡No te olvides! ¡Tú no eres como ellos, tú eres de una generación distinta! La madre preparando a Moisés. Ella sabía que en uno o dos años tendría que entregar a ese muchacho.

¡No importa, Moisés, lo que te enseñen, el único Dios viviente, es Dios! El verso 11, dice: En aquellos días sucedió que, crecido ya Moisés, salió a sus hermanos. Ahí aconteció otro tiempo. Un lapso muy grande entre la entrega de la madre a la escuela de los egipcios, hasta el tiempo en que él decide acudir a sus hermanos.

Las escuelas egipcias eran las mejores en astrología, sabiduría y religiones paganas. Vayan al Libro de Hechos un momento. Capítulo 7, y versículo 22. Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras.

Sabemos a través de estudios históricos que hemos realizado, que Moisés pasó unos treinta y cinco años en estas escuelas, porque comenzaban a la edad de cinco años. La madre lo debe haber tenido unos cuatro años, como mucho, y de allí hasta los cuarenta años, que es donde la Escritura nos dice que él sale y acude a sus hermanos.

Y llegó a ser de los mejores en las instrucciones del sistema del mundo. Era poderoso en las palabras del sistema mundial. Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, otro kairos, otro tiempo, otra preparación. No sólo los tres o cuatro años con su madre, vino esos treinta y cinco años de preparación en las escuelas egipcias.

Dice: cuando había cumplido cuarenta años le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. Madre que me estás escuchando; ¡No importa donde esté tu hijo! No importa por qué rincones ande, si en sus días prematuros le impartiste la palabra de Dios, mil años de sistema mundial no podrán contra la semilla; cuando llegue a ser maduro, regresa a los pies del Señor.

Muchos creen que Moisés recibió el llamado en el arbusto aquel que quemaba. La palabra dice que le vino al corazón. Ese fue el llamado. No fue el árbol. En el árbol fue comisionado. El llamado fue cuando le vino al corazón visitar a sus hermanos. Porque ese “vino al corazón”, sólo lo hace Dios. Ese es el llamado de Moisés. Le vino al corazón visitar a sus hermanos. Vamos a ver como acontece eso.

(Verso 23) = Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón visitar a sus hermanos, los hijos de Israel.

(24) Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. (Vemos que lo primero que hace cuando recibe el llamado, es salir a ministrar. Salió a ministrar y mató al primero. Vengó a un oprimido. Otras traducciones dicen: lo mató.)

(25) Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya. (Entendía su llamado. Él sabía en su corazón que Dios lo había llamado a ser libertador. Y él pensó que el mundo entendería. Si sales prematuro, nadie te entiende. Anótalo por allí, que eso está bueno. Si sales prematuro, vas a ser mal entendido.) Más ellos no lo habían entendido así.

(26) Y al día siguiente, se presentó a unos de ellos que reñían, y los ponía en paz, diciendo: varones hermanos sois, ¿Por qué os maltratáis el uno al otro?

(27) Entonces el que maltrataba a su prójimo le rechazó, diciendo:¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?

Noten que discernimiento tremendo tenía Moisés, que en el momento en que recibe el llamado, él sabía las dos aplicaciones de su ministerio. Libertador y Juez. Sólo un problema; que el brazo de la carne, sólo libera a uno. En cambio el brazo del espíritu, libertó a la nación.

Dios nunca te lleva a una esfera en el espíritu, hasta que estés preparado. Moisés, entendiendo su llamado, acude a ese llamado, y como la mayoría de nosotros nos lanzamos con todo y nadie nos entiende, y hasta nombres hiriente nos endilgan, y sólo el que es obediente y perseverante sigue adelante, así también sucedió con Moisés. Las salidas prematuras nunca son bien entendidas. El brazo de la carne sólo libertará a uno. Es con el brazo del Espíritu que libertaremos las naciones. Noten el verso 29.

(Verso 29) = Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en la tierra de Madián, donde engendró dos hijos.

A ver, un momento, aquí hay algo que no me cierra. Yo acabo de leer en Hebreos que el salió, dice, no temiendo. Pero resulta ser que aquí dice que salió huyendo. Vayan a Éxodo capítulo 2 un momento.

(Éxodo 2: 14) = Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo.

Hay una aparente contradicción, porque Hebreos dice que salió no teniendo miedo. Pero Éxodo dice que salió como un cobarde. ¿Qué resulta de todo este enredo? ¡Salió dos veces! Cuando sales prematuro, sales con miedo, pero cuando salió con el poder de Dios, salió sin temer nada. ¡Fueron dos salidas de Egipto! La primera, en temor; la segunda, en victoria.

Hay una esfera para la iglesia, hay un lugar donde tenemos que llegar, donde la sal y la luz invade, preserva, causa sed y causa irritación en la herida mundial. Donde la iglesia ministra directamente las naciones, pero no podemos tener miedo. Por lo tanto, tiene que haber una preparación para llegar a ese nivel.

Dios está declarando a través de los profetas y los apóstoles que este es tiempo de entrenamiento. Los días que vienen demandan fortaleza espiritual. Dios tuvo que enviar a Moisés al desierto para prepararlo espiritualmente. La ministración de este milenio va a requerir todo lo que el creyente tenga por dentro. Por eso es que Dios está tratando con tu carácter.

Le estamos echando la culpa a Satanás, y no es él. Estamos reprendiendo un demonio de sequía y es el Señor que lo secó. Tu ministerio nunca excederá tus fundamentos. Va a llegar la hora a la iglesia donde, la palabra persecución y ministerio, serán inseparables.

Si tu vida no estremece al reino de las tinieblas, tú no registrarás en absoluto esto de lo que estoy hablando. Pero si tu vida es reconocida en la esfera espiritual, entonces prepárate. Entiende: si tú te levantas por la mañana y Satanás no se preocupa, no te preocupes.

Pero si tú eres de los que cuando te despiertas, satanás pega un salto y se enloquece, entonces tienes que prepararte. Los apóstoles y los profetas están quebrantando y confrontando la iglesia. Derrotando y quebrantando falsa religión, falsos fundamentos, decepciones en medio de nuestras iglesias, preparando al pueblo para una victoria corporal, no individual.

Sabemos que tenemos victoria sobre la pobreza, victoria sobre la enfermedad, victoria en liberación personal, pero la iglesia corporal está en vergüenza nacional. Hay un nivel para la iglesia donde las palabras no caerán al suelo, y así como el espíritu de Samuel, todo lo que hablemos será y acontecerá, y los reyes comenzarán a temblar a la venida y el avance de los hijos del Reino de Dios.

Pero las voces que estamos escuchando, son las voces de las oficinas y ministerios de gobierno, que no están sugiriendo, están comandando. Prepárate en el espíritu. Es hora de infantería espiritual. No son sugerencias. Si quieres permanecer de pie, es imperativo.

La hora ha llegado en que todo lo que el movimiento de la fe nos ha enseñado e impartido en las vidas, será retado por el ataque satánico. Todos tus mensajes serán desafiados. Todas tus canciones serán retadas. Todas tus oraciones serán confrontadas. Todo lo que has declarado será confrontado por Satanás.

¿Así que andas predicando que vas a reinar? ¡Vamos a ver si es verdad! ¿Con que eres esposo fiel? ¡Vamos a ver si es verdad! ¿Conque caminas en santidad? ¡Vamos a ver si es cierto! ¿Así que andas declarando que tienes poder? ¡Vamos a ver si puedes con el mío! Serás retado en los días que vienen.

Es un tiempo en el que no va a ser suficiente participar vocalmente con las canciones que se canten. Es un tiempo en que la iglesia toda deberá aprender a orar y a alabar y adorar a Dios en espíritu y en verdad, donde vas a salir más allá del entendimiento de palabras ya formuladas y vas a entrar en un cántico nuevo.

Todo, espíritu, alma, cuerpo concentrados, no batallando contra el aire, como decía Pablo, sino con entendimiento de las grandes hazañas conseguidas en la esfera espiritual. Y va a ir más allá del razonamiento, más allá del entendimiento, diseñado en el infinito, con las alas del Espíritu Santo.

Esa es la única vía para llegar a un nivel espiritual tan alto que a las tinieblas no les quede más que abrir brecha por donde pueda penetrar la nueva revelación que llevará a todos a la victoria final profetizada. Con todo esto delante de tus ojos, pregúntate: ¿Será que vamos a poseer o simplemente seremos arrebatados?

Porque si te vas mañana, no tienes motivos para estar militando tanto. El que está militando no se va para ninguna parte. Y no hablo de Argentina. Puede ser Venezuela, Colombia, México, Chile, Brasil, Perú, España, qué sé yo dónde pondrá el Señor su primer gol en este partido final.

Hay un rugir de un ejército. No es un ministro que se ha vuelto loco; es Dios que está obrando e intercediendo en dinámico movimiento a través de su cuerpo. ¿Para qué, para irnos? ¡No! Para introducir un Reino en medio de otro.

¿Y qué podemos hacer nosotros, y tomo por ejemplo a mi patria, acá casi en el fin del mundo, pegados al polo sur, pequeño retazo de tierra para muchos desconocida? Sigue uniendo palabras al Espíritu. Porque la palabra de Dios, no regresa vacía. La victoria de Dios, sigue siendo elevada en los cielos.

Y que la palabra no regresa vacía, significa que Dios no la recibe hasta que no cumple lo que fue enviada a hacer. La palabra se queda flotando en la esfera espiritual. Y las potestades ya se sienten pesadas, porque las palabras se están amontonando sobre de ellas, y a pesar que llevan siglos parados en posición, la balanza se está desbalanceando, la palabra de Dios y las potestades, una y otra vez, hasta que las derrumbamos.

Hay un cambio de guardia en la esfera espiritual. Primero lo espiritual, luego lo natural. Todo lo que sea genuino tomará posiciones y puertas de ciudades, autoridad. Y cuando todo eso esté manifestado, allí veremos la primera muestra de lo que realmente es el Reino de Dios.

¿Cuánto tiempo falta? ¿De qué me estás hablando? Dios no tiene tiempo. Todo lo que está bajo el sol tiene su tiempo, ¿Verdad? Verdad, pero hay un detalle: Dios no vive bajo el sol, vive por sobre el sol y por sobre todo lo que se te ocurra pensar e imaginarte. ¡Eso es lo que se llama Eternidad! Por eso es que Dios tiene para siempre lo que quiere hacer, pero tú no. Si tú quieres ver la consumación, levántate tú que duermes que la luz de Cristo te alumbra.

(2 Pedro 1: 10) = Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección, porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.

Nota que para estar firme, tú eres quien tiene que procurarlo, no viene solo por algo mágico. Tienes que procurar hacer tu elección y tu vocación, firme. ¿Lo hace Dios? ¡No! ¿LO hace tu pastor? ¡No! ¡Procúralo! Es un estilo de vida.

(11) Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Cuando haces tú vocación firme, le abres la puerta al poder de Dios. La palabra Reino es la palabra Basilea, no es un lugar en el cielo. Reino significa: todo lugar, ya sea geográfico o espiritual donde el dominio de Dios sea aceptado y conocido, es traducido la palabra poder. Dunos. Es una palabra que nos da fuerza. Porque el Reino de Dios no es otra cosa que el poder y el señorío de Dios en operación.

Cuando estás firme en tu vocación, tienes amplia entrada en el poder de Dios. Todo el mundo anda hablando del cielo. Escucha: Dios no está interesado en que tú te vayas al cielo. Él está interesado en que restauremos la tierra.

Dice: venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra. Él dijo: no los saques de allí, déjalos allí; sólo guárdalos del mal. Así que de aquí no te vas a ninguna parte hasta que no termines, ¿Comprendido? Por eso es que la gritería de los apóstoles y los profetas está girando en toda la tierra. ¿Qué es lo que Él dice que debemos hacer para estar firme?

(Verso 5) = Vosotros también, poniendo toda vuestra diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud, a la virtud, conocimiento; (6) al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; (7) a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.

Todo esto es lo que necesitamos para poder estar firmes cuando venga lo que tiene que venir. Es hora de decir: ¡Señor! ¿Qué harás en mí? ¡Elimina todo lo que sea piedra de tropiezo! ¡Quiero pasar la prueba, e introdúceme en la próxima! ¡Pero acrecienta mi espíritu, acrecienta mi alma, imparte templanza, no me importa el precio, ¡Porque yo quiero ser usado en esta última salida de la iglesia como ejército!

Una gran mayoría no sabe lo que ora cuando nace de nuevo. Se tiran de rodillas y claman: ¡Señor, úsame! Y así llegan a trastornar toda su vida, se les dañan todos sus planes. De hecho, esos llamados para ser usados eran sinceros, pero en ignorancia.

Es tiempo que oremos que la palabra se cumpla en nosotros. Tenemos que obedecer las estrategias divinas. Ustedes le llaman revelación, pero en realidad son estrategias divinas. No son sugestiones. A veces nuestros estudios teológicos no pueden ver lo que estamos hablando en estos trabajos.

Sin embargo, nosotros debemos seguir ese sentir que llevamos dentro, porque sabemos que es Dios el que lo está produciendo. Tenemos que trabajar con una unción muy singular, porque a la iglesia genuina se le darán los milagros creativos nuevamente. Recuerden que cada vez que Juan el Bautista salía, detrás venía Cristo.

La voz profética del movimiento profético tras el espíritu de Elías y Juan el Bautista está declarando, y al igual que le ocurriera a Juan el Bautista que perdió la cabeza, la nación se está enojando. Pero cuando Cristo vino con los milagros creativos, se enojó la iglesia, y los fariseos eran sus enemigos.

Sería casi lógico y hasta natural que al pueblo genuino le esperen ambas manifestaciones. Está todo en la Biblia. Regresará la unción apostólica-profética a la iglesia en todo su apogeo para el fin de esta década. Sin embargo, apenas estamos comenzando a entrar en ese nivel.

Apenas la iglesia está entendiendo que esto de separación de Estado-iglesia, es una doctrina de demonios. Apenas estamos entendiendo que la sal no funciona si no se sacude encima de algo. Que la sal preserva, y causa sed, sana enfermedades, pero siempre produce irritación.

Eso te está dejando en evidencia que, cuando tú trates de salar al mundo, va a haber irritación. Va a haber una confrontación. Y los mayores golpes vendrán a través de leyes que serán desatadas para restringir o avergonzar a la iglesia.

Entiende bien esto: la iglesia le está declarando la guerra a una nación. El reino de Satanás es, en efecto, un reino; no son figuritas de nuestra imaginación. Están vivos, y el poder que utilizan son hombres que tienen el entendimiento ciego.

Cuando uno declara una guerra, la nación completa es afectada. Sin embargo en la nación de Dios, muchos ni se han enterado. ¿Cómo es posible que estemos declarando una guerra universal y el sesenta por ciento de la iglesia no se ha enterado? ¿Por qué? Porque somos iglesia, y no nación de Dios.

La nación debe manifestarse. Cuando una nación está en guerra, su apariencia total cambia. Viene una gran sobriedad para esa nación. Los que nunca leían las noticias o miraban los noticieros, ahora están pegados a las pantallas. Hasta los niños aprenden la fraseología de guerra. La nación entera es afectada. ¡Es tiempo de ser sobrios!

En una nación la gente está velando por si ocurren ataques de guerrilla en sus ciudades. ¡Estamos en guerra! ¿Cuántos estarán velando? Cuando una nación es afectada por una guerra, hay mayor concentración de verdad presente. Los noticieros ya no hablan tonterías; usan todo su tiempo en la verdad del día.

Por eso te digo: no es tiempo de leer cuentos o historietas de Adán y Eva, es tiempo de tener revelación presente que sirva para poder aplicarla en el día presente. La única noticia que interesa es aquella que responde a la problemática del día.

Es tiempo que los oráculos de Dios se levanten, y los mensajes de puntos uno, dos y tres, se sienten. Dios está levantando una raza de predicadores que están levantando estandartes especiales en sus púlpitos de difusión. Y esos estandartes son los que obligan a otros cientos a sentarse.

Cuando una nación está en guerra, se oyen voces de protesta. Hacen manifestaciones frente a las casas de los gobiernos y gritan: ¡No queremos guerra! ¡No manden a nuestros hijos a la guerra! Escucha: ¡Es muy tarde, hay guerra! Voces religiosas y doctrinas de demonios en nuestros propios campamentos que no quieren entender que la milicia espiritual es para hoy. Y si no los preparan, van a caer.

Todo el estado emocional de una nación cambia cuando hay guerra. Todo el mundo cambia emocionalmente. Hay una gran sobriedad en el espíritu de la nación. De momento, todo el mundo es estudioso e inteligente. Puedes encender tu televisor y ver el avance de la guerra.

En la televisión se podrá ver el avance de la verdad presente. Vemos a grandes hombres que portaron la palabra de Dios con eficiencia, derrumbarse ante ataques en determinadas áreas donde estaban vulnerables. Y se los critica por ello, cuando sabemos que tenían más preparación espiritual que todos nuestros países juntos.

Sobriedad es el gran secreto. Para que cada oración sea efectiva y haga daño al enemigo. Para que cada petición se reciba con convicción y no nos mantengamos adivinando a ver si Dios nos escuchó. Él te oye hasta cuando tú suspiras.

Hay un letrero espiritual que va por sobre ti y dice: prepárate, prepárate, prepárate. Peligro, peligro, peligro. Cantando canciones de que Cristo reina en la tierra. Prepárate para estar al nivel de lo que cantas. Cuando una nación está en guerra, vemos el avance satánico en plena televisión.

Vemos las drogas, las epidemias, los homosexuales avanzando en esa televisión. Ganando terreno. Todos los días más muertes, más abortos, más homosexuales, más perversión. El avance del reino opuesto, el cual es nuestro enemigo ocupando las primeras planas y los horarios centrales de la televisión.

Los cristianos casi en permanente perfil bajo, como si esa guerra les pasara por el costado y no tuviera nada que ver con ellos. Sal a la calle, confronta a tu enemigo. No es el enemigo de Dios, recuerda, es tu enemigo. Dios no tiene enemigos, a Él todos se le sujetan. Y a ti, cuando estás en Él, también, es un principio básico que jamás será modificado.

 

 

 

 

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noviembre 8, 2017 Néstor Martínez