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Visión de Eternidad

El asunto de la reforma, del cambio de la iglesia, no es un discurso patrimonio de dos o tres predicadores chiflados que andan por allí vendiendo casetes para sobrevivir. La iglesia, – y a nadie se le escapa -, efectivamente, está cambiando. No hay un menú al cual acudir como si fuera un programa de una computadora. No hay una hoja de ruta. Ni siquiera acertamos muy bien a saber para dónde va, pero está cambiando. Y nuestro trabajo, nuestra responsabilidad como pueblo maduro, es alinearnos con la dirección del Espíritu, no servirle de piedra de tropiezo.

Es inevitable que este cambio global que está ocurriendo, también impacta su iglesia. Ya no es esta la época en que un grupo de personas que se congregaba en una pequeña congregación sólo tenían el mensaje, la visión y la doctrina que allí se les daba. La radio y la televisión les ha traído mucha palabra y, de examinarlo todo y rescatar lo bueno, el oyente con hambre y sed de Dios ha podido alimentarse, nutrirse y aprender a escudriñar y a discernir. Es decir que sea positivo o negativo ese cambio, nos va a tocar de una manera u otra.

A Dios no se accede por medio de una manifestación. A Dios se accede con una mentalidad relativa a su propósito y a su mover presente. Si tiene la mentalidad correcta para el tiempo, puede acceder a Dios. Si usted no la tiene, no. Por voluntarioso, sincero, noble o alma buena que usted sea.

El mover de Dios no es un servicio en la iglesia. No me estoy refiriendo a un culto, a un avivamiento, a una campaña. Siempre que hablemos del mover de Dios, no nos estaremos refiriendo a una noche de gozo en una iglesia. El mover, el fluir del Espíritu de Dios, se da en una dimensión global. La tendencia espiritual de Dios en la tierra. Y a eso sólo puede accederse por una mentalidad relativa.

Por algo Romanos 12:2 dice que, a menos que no transformemos nuestra mentalidad por medio de la renovación de nuestro entendimiento de la palabra, no podremos entender jamás la perfecta voluntad de Dios. A Dios no le interesa que usted sea el pastor de la iglesia. Si no renueva su entendimiento, Dios va a terminar comunicándose con el último miembro arribado a la congregación; con ese que por timidez y vergüenza llega tarde y se sienta allá, en el último banco para que nadie le pregunte nada y no tenga la obligación de hablar. Con ese se va a comunicar Dios, se da cuenta? Y para colmo de males, con usted que es el pastor, ni siquiera va a tratar.

Hay niveles de la voluntad de Dios que no son accesibles a nosotros, sin primero tener una reforma mental. Necesitamos levantar nuevas frecuencias, si es que se me permite compararlo con una radio. Si su mentalidad es AM y lo que Dios está enviando viene por FM, usted no va a acceder a eso, y si lo hace, le va a llegar distorsionado. Hay mucha gente que anda por allí con una revelación que no tiene nada que ver con lo que Dios está haciendo.

Estamos hablando de la voluntad de Dios en la tierra. No en mi país, la Argentina; no en mi provincia, Santa Fe; no en mi ciudad, Rosario. ¡¡Estoy hablando de toda la tierra!! Porque la única manera de saber si nuestros ministerios son relativos a Dios, es sabiendo lo que Él está haciendo en el planeta. La única manera de saber si usted está en lo correcto, es saber lo que Él está haciendo y que parte de ese rompecabezas forma usted.

En la tierra sólo hay una visión. Una visión no es construir un templo, o una escuela, ni nada de eso. Una visión de Dios es construir gente. Él está buscando cierta calidad de personas. Se llama varón perfecto, la imagen de Dios en la tierra. El hijo multimiembro de Cristo. Eso es lo que estamos formando en la tierra.

Eso se forma a través de mentalidades. Cuando su mentalidad cambia, toda su vida cambia. Es como cambiarle a usted la médula espiritual. Cambiando nuestra mentalidad es que podemos acceder más a su voluntad.

A veces tenemos mentalidades incorrectas. Por ejemplo: Dios es absoluto. ¿Cuántos saben que Dios es absoluto? ¿Cuántos saben que Dios está donde está por sí solo, sin ayuda de nadie?

Eso significa que Satanás no es enemigo de Dios. Dios no tiene ningún problema con Satanás. Dios no se está peleando con nadie. Dios no tiene contraparte. Eso también significa que Dios creó a Satanás Pero tenemos mentalidades equivocadas. Dios es absoluto. Está en una casa por sí solo, él no tiene problemas. Él no tiene enemigos. En Dios no hay muerte, en Dios no hay mal, Él es absoluto. Para Dios las tinieblas o la luz es igual, lo dice el salmo 103. También el 115. Él es absoluto, no tiene contraparte. Lo que a usted le preocupa, para Dios no tiene la misma importancia.

Dios es absoluto. Cuando lo único que existía era la nada, la nada se sometía a Dios. Dios no tiene los problemas que usted tiene, porque para Él no hay muerte, porque en la eternidad no hay tal cosa; no hay noche, no hay día, no hay luz, no hay tiniebla, no hay mal, no hay bien; sólo hay Dios.

Para Dios, el mal trabaja para bien. Dios creó el mal. ¿¿¿Queeeeé??? Sí, Dios creó el mal. Si no me cree, mire Isaías 45. Son conceptos que tenemos. Que llevamos años en la iglesia y acarreamos hasta hoy. Hasta aquí llegamos y así somos.

(Isaías 45: 5)= Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. (Eso significa que no hay Dios de ningún siglo. Es Dios para el que cree que es Dios. Pero para el que piensa como Dios no tiene problemas con ningún Dios de ninguna parte porque sólo hay uno. Mire cómo habremos engrandecido el ministerio satánico que la serpiente antigua del Génesis termina siendo dragón en el Apocalipsis. ¿Cómo creció?) Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas. (¡Aquí está! ¿Quién creó las tinieblas? Dios. ¡Y yo que creía que había sido Satanás! Basta. ¡Satanás no es creador! ¡Él es un ser creado! Fíjese bien que dice que Él, Dios, formó la luz porque Él es luz. Pero también dice que Él creó las tinieblas porque no hay tinieblas en Él) …que hago la paz y creo la adversidad. (Él hace la paz porque es paz, pero crea la adversidad porque no hay adversidad en Él. ¿Por qué la habrá creado? ¡Para que sea adversa! Decimos que estamos renovados y que estamos en restauración, pero acá arriba nada ha cambiado, seguimos siendo el mismo bollo religioso de siempre.)

Mire Isaías 54. Estas son algunas cositas que yo he encontrado, que desafían la mentalidad establecida en nosotros.

(Isaías 54: 16)= He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir.

¿Quién creó al destruidor? ¿Y para qué lo creó? Fíjese. Y parece que lo está haciendo bien, ¿No es así? Déjeme darle algunos principios de la reforma para entrar en lo que es la mentalidad del tiempo presente, que es la que nos corresponde tener a nosotros hoy.

(Hebreos 8: 7)= Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.

(8) Porque reprendiéndolos, dice: he aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel, (Ese es usted) y la casa de Judá un nuevo pacto; no como el pacto que hice con sus padres (Esa es la Israel natural) el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi pacto, (Ese es Israel el de la mezquita) y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. (Y todavía anda desentendido con ellos)

(10) Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel (Ese es usted) después de aquellos días, (Eso es hoy) dice el Señor, pondré mis leyes en la mente de ellos, (Fíjese: acá le dice que todo esto tiene que ver con una mentalidad) y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: conoce al Señor, porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos.

(12) Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. (¿A quién le dice eso? No es a Israel, es a nosotros.)

(13) Al decir nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.

Note que lo que emerge, emerge por medio de la fragmentación de lo que existe. Hay gente que quiere salvar y mantener las dos caras, las dos cosas. Ese es un espíritu de Jonatan que no lo va a llevar a usted a ninguna parte. Lo nuevo viene por la fragmentación de lo viejo.

(Hebreos 9: 9)= Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, (Fíjese que el problema era que no podían perfeccionar. Dios quiere perfeccionar gente. Existe la posibilidad de ser perfeccionado. En el marco de la enorme cantidad de personas que están leyendo esto en cualquier punto del planeta, puede haber gente perfecta.) en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, ya que consiste sólo de comidas y bebidas, (Ritos, culto, santa cena, levantemos la ofrenda, pase a contar el testimonio, leemos todos juntos, ordenanzas externas que no perfeccionan la conciencia y que son…) impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.

Aquí hay varias cosas. La tecnología espiritual es algo que tenemos que aprender. Parte de lo que es edificar una iglesia, es aprender a trabajar con Dios en el Espíritu.

Edificar una iglesia no tiene nada que ver con predicar un domingo. Tiene que ver con aprender a trabajar con Dios para establecer su propósito en la tierra.

Hay algo que se llama responsabilidad generacional. Hay algo que tiene que acontecer en el planeta durante esta generación. Y nuestro trabajo es descubrirlo, para que no se quede sin hacer. Y eso va muy por encima del culto del domingo.

Esa tecnología son los principios internos, que causan que un mover funcione. Son los principios internos que causan, por ejemplo, que la luz se encienda. Son principios espirituales que no se ven, pero que son los que producen que Dios se mueva. El mover es predecible y administrado por los hombres. No tiene que ser soberano. Es, sí, soberano en el acto de escoger al hombre para que lo administre, pero en el mover de Dios sin participación humana. Todo mover de Dios tiene la cara de un hombre al frente.

La Biblia no es historia. La Biblia no es simplemente la Palabra. La Palabra no es inglés, no es francés, no es latín, ni es español: la Palabra es Espíritu y ES vida. No TIENE vida, porque todo lo que tiene vida está destinado a morir. ES vida, que no es lo mismo. Y tenemos que acceder a la letra para acceder al Espíritu.

Abraham, Jacob, Benjamín, son sólo ventanas – por utilizar términos de informática -, por las que podemos introducirnos a diferentes programas que serían el mundo de lo que ellos representan para hoy poder aplicarlos a nuestras vidas y extraer esos principios.

La fuerza de su iglesia, entonces, sería sobreponerse o poder prevalecer en medio de ambientes antagonistas por medio de aprender cómo trabajar en Dios en la tierra. A eso lo explicamos muy bien cuando hablamos del orden de Melquisedec.

Entienda que tras cada historia, en la Biblia, hay un misterio a través del cual Dios es encontrado. La Palabra dice que Abraham encontró fe. ¿Qué es? Una tecnología que cada vez que usted la usa, funciona. Descubrió una forma de operar en la tierra que trascienda las leyes terrenales. Descubrió algo que se llama fe. Dice que Abraham encontró fe.

Cuando David puso su tienda en el monte Sión, eso no significa una casa de tela. Simplemente no. Eso significa que elevó la mentalidad del pueblo a otro nivel. Rompió con la mentalidad de la ley y nos trajo al orden de Melquisedec, para operar en ese orden de allí en adelante.

La mentalidad se elevó a un nivel más alto. Así que el tabernáculo es una mentalidad. ¿Qué dijo Dios? Que en los últimos días va a volver a reconstruir esa misma mentalidad. El tabernáculo de David.

No es una canción de Marcos Witt aunque nada dice que se las deba excluir. El tabernáculo de David no tiene nada que ver con música en su esencia, y tiene todo que ver con gobierno y reinado. Incluye a la música, claro está, pero eso es una tangente. Lo que Dios le prometió a David fue un linaje de reyes. Esa es la tienda de David. Una mentalidad de gobierno que – él dice -, en los últimos días ÉL va a volver a levantar, para que el resto de la tierra venga al Señor. ¿Cuántos quieren ver la gran siega?

Lo que va a terminar la obra de Dios es una mentalidad y no algo soberano en un culto. Dios no va a terminar su plan con una iglesia espiritualmente borracha; lo va a terminar con una iglesia sobria. Terminar la obra de Dios requiere sobriedad. Eso no es obstáculo para que de vez en cuando y cuando a Dios se le ocurra, no podamos terminar una reunión todos borrachos en el Espíritu.

La palabra REFORMA, es la palabra DIOPHORSIS, y significa “colocar derecho”, “alinear”, “poner en orden”, o “hacer perpendicular”. Aquí van algunos énfasis de la reforma.

NUMERO UNO: Se trata de una renovación mental, no de una manifestación. Dice que… Este es el pacto que haré con ellos; pondré mis leyes en su mente. El énfasis, entonces, es extraer el principio que declara la razón por qué podemos terminar. Si no cambiamos de mentalidad, no avanzamos.

Aquí podemos hacer un buen estudio, traer mucho alimento y hasta revelación. Eso le va a gustar a usted, lo va a atrapar y lo va a alimentar. Pero no lo va a cambiar. Lo que sí lo va a cambiar es encontrar en estos estudios aquellos principios que están escondidos, sacarlos a la luz, examinarlos y después ver cómo introducirlos en su vida diaria. Eso sí le va a cambiar la mentalidad.

La idea es que usted cambie; que la calidad de su existencia cambie; que su automóvil cambie; que su casa cambie; que su forma de vestir cambie; que su relación con sus hijos cambie; y que la antigua visión y prioridades que usted tenía, cambien. Eso es reforma. Es decir: El énfasis de una reforma no es la revelación, sino una renovación mental.

NUMERO DOS: Hay también un énfasis muy profuso en una posición intensificada por la relación. Él dice: Yo seré su Dios, ellos serán mi pueblo. Esto es muy importante de tener en cuenta. El énfasis, sustentado por la Palabra, no por inteligentes opiniones humanas, aunque sean muy bien intencionadas, es RELACIÓN, relación íntima: comunión, no posiciones políticas eclesiásticas, que sonarán muy sobrias, muy buenas, pero no es más que “más de lo mismo”, es decir: política o, lo que es peor todavía, politiquería religiosa….

NUMERO TRES: (Hebreos 8: 11)= Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos.

El énfasis, aquí, ecualización de la oportunidad para la revelación. Es decir: una armonía, un equilibrio, un balance, eso es ecualizar. Todos podemos saber lo mismo. Hubo un tiempo donde algunos eran privilegiados y tenían revelación y el resto estábamos esperando venir el domingo para recibirla. Pero el énfasis de la reforma es abrir un acceso para que haya unción corporal en la iglesia, que usted también tenga una dimensión apostólica, y pueda tener acceso a la revelación. Porque si está en intimidad con Dios no tiene por qué no recibir revelación de Dios.

NUMERO CUATRO: Una nueva estación de los tratos con Dios. Es decir: Dios va a tratar con usted. Estamos acercándonos a lo que es el Lugar Santísimo, a lo que es la fiesta del Tabernáculo, a lo que es el orden de Melquisedec, a lo que es su presencia y las cosas que en el atrio, quizás podían ser ignoradas, en el Lugar Santísimo, pueden matarlo a usted. Y Dios le va a sacar las piedras pequeñas. Ese es el misterio de la iniquidad. El misterio de la iniquidad son cosas que usted no sabe que tiene en su vida, pero que están. Y saltan cuando Dios trata con usted. Y las saca para perfeccionarlo, porque su propósito es llevarlo a la perfección.

Entonces, cuando usted vea que emerge un problema en su vida, no lo llame problema. Trate con él, porque es Dios que está mostrándole cosas en su vida para que usted las entienda primero y las saque inmediatamente después. Ceda a la mano de Dios en este tiempo. Dios está tratando con usted. Las cosas están cambiando, no se confunda. Lo que Dios llama bendición, es el apedreamiento de Esteban. ¿Usted se atrevería a llamarlo del mismo modo?

Reforma tiene que ver con hacer la voluntad de Dios y terminar. Cristo dijo: “Yo tengo una sola comida: hacer la voluntad de mi Padre, y terminar.” Cuando Él dice “Tengo una sola comida”, está diciendo: “Esto es lo que me nutre, esto es lo que me suple, esto es mi nutrición, esto es lo que corre por mis venas, esta es la vitamina que yo tengo. Lo único que me hace funcionar a mí es hacer y terminar; yo no hago otra cosa fuera de esto.”

No creo en un ministerio que no ayude a hacer eso. No debo cantar ni siquiera una canción que no ayude a hacer eso. No puedo predicar ni un mensaje que no edifique eso. Todo lo que yo tengo que hacer tendrá que ver con hacer y terminar la obra; por eso es que a mucha gente no le agrada demasiado.

Cuando usted entiende lo que Dios está haciendo, usted puede discernir con ministerios en Dios. No que no esté con Dios porque está en Satanás, sino que no está en la presente ejecución de Dios. Es salvo, pero no está participando. Puede ser un grande y tener mil o diez mil miembros, no interesa. A Dios nunca lo impresionan los números. Ahora, cuatro principios básicos:

1)= EVALUACIÓN: Usted tiene que sentarse un momento y evaluar todo su ministerio, no solamente la parte exitosa; tiene que evaluar también sus prioridades; tiene que evaluarlo todo.

2)= INQUISICIÓN: Vuelva a estudiar todo lo estudiado. No como búsqueda de puntajes o de calificaciones o de eximición de la materia. Hablo de aprendizaje verdadero, mecánica y puesta en práctica. De otro modo, es vana palabrería. Hay muchos ministros que rechazan totalmente esto. Quieren ministrar hoy, con las técnicas que aprendieron en el seminario veinte años atrás.

3)= ARREPENTIMIENTO: Sin arrepentimiento genuino, no hay ni habrá reforma posible. Porque lo primero que usted deberá renovar es su propio interior.

4)= RENOVACION DEL PACTO: Volver a tener cuentas claras, precisas y concisas con Dios.

(Éxodo 6: 9)= De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.

Muchas personas le temen a lo nuevo por las malas experiencias del pasado. Dios nos ha sacado de Egipto. Egipto sería, en este caso, la tierra previa; sea un orden denominacional, o del mundo, o de la religión, o del legalismo. Cuando Dios lo saca a usted al desierto, lo saca para introducirlo a otra parte, no para que usted se quede a vivir par siempre en ese desierto.

En el desierto hay, inmediatamente, un nuevo sentir de libertad. Se creó lo que se llaman iglesias “independientes”. Cuando yo hablo de iglesias independientes o iglesias denominacionales, no me refiero a lo que tiene que ver con una denominación. Hay iglesias independientes que operan con estructuras denominacionales e iglesias denominacionales con estructuras independientes. Estoy hablando de un espíritu y de una mentalidad.

Ahora bien: usted sale al desierto. En el desierto hay familias, hay alabanza, hay profecía, están los estandartes, están las trompetas, hay maná, hay gozo, hay prosperidad, hay milagros; se abren y se parten los mares, se cruzan, cae carne del cielo, brota agua de la roca, hay pestilencia en Egipto, lo protegen con termostato divino de las inclemencias del desierto, una nube lo protege de día del calor del sol, una columna de fuego del frío de la noche. Todo eso nos dice que Dios lo bendice en el desierto. Pero ese no es el propósito. El propósito es entrar en Canaán.

No existe la independencia en el reino de Dios. Nadie, en el reino de Dios, es independiente. Dios nos está introduciendo a otras formas de congregarnos entre iglesias, que se asemeja a la denominación, pero no lo es. Entonces, por temor al legalismo y a la opresión de un gobierno, no queremos saber nada de someternos.

Hay otros niveles en Dios, donde Dios está buscando personas de la misma aleación. Y las está uniendo para que cada campamento, igual que Israel, haga su parte. Esto es fresco.

Muchos libros, están diez años atrasados. Hay que discernir entre lo que viene realmente de Dios y lo que es simplemente parte del mercado literario cristiano. Ocurre lo mismo con la música. No digo cerrarse y no leer nada, digo DISCERNIR. ¿Cuántos saben que lo que estoy diciendo es cierto?

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enero 1, 2015 Néstor Martínez