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¿Qué Elementos Van a Arder?

Si Jesús estuviera hablando en este mismo momento y su voz fuera audible para todo el pueblo creyente, ¿Qué crees que estaría diciendo? Tengo certeza que algo muy similar a lo que Mateo le rescata en 28:20 de su evangelio: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. ¿El fin del mundo? Pero… ¿Entonces están en lo cierto los que predicen que el mundo tal como lo conocemos dejará de ser, o se destruirá? Yo sería cauteloso. Porque la palabra griega del original que esta versión traduce como mundo y la Biblia Textual como siglo, es aión, y en realidad está mucho más cerca de era o sistema que de mundo o siglo, tal como los conocemos quienes hablamos idioma español.

Eso, claro, significa que no habrá un fin del mundo donde de pronto todo estalle y se venga abajo con todos nosotros adentro. Entonces sale el hermanito Literal y me dice: ¡Sí, hermano! ¡Ya hay señales bíblicas! ¡La luna roja como la sangre, las estrellas comienzan a danzar y finalmente a caerse! ¡El cielo se enrolla como un pergamino y sus elementos comienzan a caer ardiendo! ¡Será por fuego, hermano! ¡Y no por agua como fue antes, cuando Noé y el arca! ¿Entiende, Néstor? ¡Así es como está anunciado! – Así que anunciado, ¿No? No me gusta contrariar a nadie, pero tampoco dejarle pasar algo que puede ser irresponsable o peligroso, y mucho más si después con eso armamos una doctrina. Si leemos a Pedro, tal vez entendamos algunas de las cosas que él vio y no siempre pudo o supo explicar con claridad. (2 Pedro 3:8) = Mas, oh amados, no ignoréis esto; que, para el Señor, un día es como mil años, y mil años como un día.

Cuando la Biblia habla de años, es obvio que no tiene nada que ver con lo que inventó don Gregorio mucho tiempo después. Así que, si para Dios mil años equivalen a un día, este que hoy estamos viviendo, es el Tercer Día de Jesucristo, que es el día de la resurrección y la victoria. Habría que dar gracias a Dios por esa victoria en este tiempo, que es el de las primeras horas de la mañana del tercer día. (9) El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Mientras la iglesia predica infierno para los que rechazan a Cristo. Dios jamás habla de infierno; Él tiene paciencia, amor, misericordia y sigue esperando cambio, decisión y arrepentimiento que le posibiliten implementar perdón, redención y salvación a la mayor cantidad de seres humanos. (10) Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grandes truenos, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

Claro; la primera interpretación, es la que tiene que ver con la imagen más rápida y superficial que tenemos de un ladrón en la noche. Un ladrón llega sin previo aviso, por sorpresa, sin que nadie lo haya previsto. Cuidado; no es descabellado esto, no, de ninguna manera. Es bueno haberlo aprendido así y bueno haberlo enseñado, también. Pero, pregunto: ¿Es esa la única condición que tiene un ladrón en la noche? No. Hay, por lo menos, otra más. Un ladrón viene, siempre, a llevarse algo que no le pertenece. ¡¡Wow!! ¿Qué significa esto? Porque es a la inversa de lo que aprendimos. No. Habrá un arrebatamiento, esto no está en duda. pero en este texto se está hablando de otra escena, de otro momento, quizás previo al arrebatamiento: de la siega de la cizaña. El Señor será como ese simbólico ladrón y aparecerá, en primer término, para sacar del medio a todos los que no son suyos, a los que no le pertenecen. En una palabra y para que se entienda bien: ¡Todo lo que no es de Cristo será conmovido!

¿Cómo tenemos que entender esto? Parece contradictorio con la fe, con la justicia, con el amor. Dice que vamos a producir una remoción de todo lo que no es Cristo, mediante la manifestación de Cristo por nuestro intermedio. Es el mismo principio de Juan el Bautista: debemos menguar para que Él crezca. ¿Y que sucedió con Juan? Perdió la cabeza. Eso es exactamente lo que debería suceder con cada uno de nosotros. Y si no lo entiendes, lo que te estoy diciendo es que, si tú no “pierdes” tu cabeza, la cabeza de Cristo no puede tomar ese lugar. Y entonces, mientras tú no mengues, Él no crece. La única manera de tener la mente de Cristo, es el cortarnos de raíz la nuestra. Lo que no es de Cristo, será removido. La cizaña será segada. Como en los días de Noé…

Después viene la otra parte, la de los elementos ardiendo que caen deshechos. ¿Qué ha aprendido usted? Que se trataban de estrellas, soles, lunas, planetas o quien sabe que cosas. En suma: “El fin del mundo”, ¿No es así? Sí, yo también aprendí eso. Pero dice que los elementos ardiendo serán deshechos. Otra versión dice que esos elementos serán destruidos. Aquí hay una palabra que resulta clave: ELEMENTOS. Y allí es donde nos encontramos con que tiene un significado muy diferente al clásico que saltaría a primera lectura. Mira esto. (Colosenses 2. 20)= Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿Por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos, (21) tales como no manejes, ni gustes, ni aún toques, (22) (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?

¿Qué te parece? ¿Qué crees que puedan ser los rudimentos del mundo? En principio, tengo que decirte que, la palabra RUDIMENTOS, se traduce de una palabra griega que originariamente se refería a un triángulo situado sobre un reloj de sol para determinar la hora por medio de la sombra que ese triángulo proyectaba. Desde allí comenzó a aplicarse a ir ordenadamente, a avanzar poco a poco, a comenzar (Atención; toma nota de esto) por las cosas elementales, a aprender las letras del alfabeto. En el Nuevo Testamento, a esta palabra se la utiliza (Toma nota otra vez) para referirse a las verdades elementales. Es un término, para redondear la idea, que se aplica a los primeros y más sencillos principios de alguna ciencia, de la literatura o de alguna doctrina religiosa, ¿Entiende? Esto quiere decir que, RUDIMENTOS, en realidad, son los ELEMENTOS básicos del lenguaje que la ha formado. Muy bien; con esta misma palabra que aquí se traduce como RUDIMENTOS, se escribe ELEMENTOS en Pedro 3:10. Hay otra escritura que amplía y confirma esto.

(Gálatas 4: 3) = Así también nosotros, (Está hablando de nosotros, no de incrédulos pecadores.) cuando éramos niños, estábamos bajo esclavitud, bajo los rudimentos (Es decir: elementos) del mundo. (Verso 9) = Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿Cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos (Otra vez: Elementos) a los cuales os queréis volver a esclavizar? Te digo que, tranquilamente, esto podría haber sido escrito esta mañana por cualquier cristiano que forme parte de ciertos grupos, ¿No te parece?  Los rudimentos de los cuales se habla aquí, o Elementos, están íntimamente ligados y relacionados con el legalismo. Judío en principio, pero con todos los legalismos ritualistas y fundamentalistas que quieras agregarle después. El culto a las leyes, los estatutos y las ordenanzas humanas, generalmente impuestas para reemplazar una inexistente presencia, unción y poder de Dios, esclaviza, adormece, intoxica y mata. Cizaña. Rudimentos. Elementos.

(Hebreos 5: 12)= Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuales son los primeros rudimentos de las palabras de Dios, y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Esta palabra que figura aquí, RUDIMENTOS, es la palabra STOICHEION, que también se traduce como ELEMENTOS, y es la que utiliza Pedro cuando dice que se van a quemar, que van a arder, que se van a deshacer, a destruir. Esto te está diciendo que, el origen de todo lo que exprese algo que no es de Dios, va a ser quemado. Te lo amplío: si el vocabulario no sirve, (Y hoy anda suelto muchísimo vocabulario que no sirve), el fuego va a quemar las letras, que son el elemento, los rudimentos, para que no haya vocabulario. Y respecto a que el fin será por fuego y no por agua, mira lo que dice un párrafo Jeremías 23:29: ¿No es mi palabra como fuego? Clarísimo: el fuego que quema la letra originaria del falso vocabulario, es la Palabra.

Esto significa algo que no siempre se nos ha enseñado así: por más que el hombre sea horriblemente malo, Dios no va a quemar al hombre. En todo caso, sí va a quemar el origen de lo que hizo que ese hombre sea malo. Los rudimentos, los elementos de la tierra arderán, eso quiere decir. Los personeros de esos rudimentos, ministros, predicadores de falsedades, van a ser quemados por el fuego de la exposición y el derrumbe conceptual. Cualquiera puede observar y comprobar que las fortalezas mentales están cayendo. Escuche: el milagro más grande del mundo está ocurriendo delante de nuestras narices y no nos hemos dado cuenta. Claro, siempre se nos habló de los milagros como algo espectacular y nos estamos perdiendo este. Ya no es el paralítico levantándose y caminando, ni el ciego que recupera su visión. El milagro que ahora se acerca es el de Cristo Jesús formado en nosotros, porque eso es lo que produce el fuego que inflama los elementos.

Esperaban ver a una ciudad cuyo fundamento es Dios: la iglesia real, verdadera, alejada quizás de una rutinaria y ritualista congregación religiosa en la cual usted se sumerge todos los domingos de su vida. Rudimentos, son los principios primordiales o fundamentales, de ciencia o disciplina, ese es el significado. Por eso es que vemos que el sistema va a deshacerse. (2 Pedro 3: 10) = Pero el día del señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay, serán quemadas. (11) Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, como no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir. (Es curioso y al mismo tiempo tremendo, el impacto que produce la influencia de la religión cultural.  ¿No te da la sensación, al leer esto, que te está hablando de una figura humana con su rostro bondadoso, santo, y las manos juntas, símbolo estético de la piedad? Si; esa es la estatua, esa es la imagen.

Esa es la influencia cultural de la que te hablaba. Porque, ¿Sabes lo que es la Santidad? Estar apartado, consagrado, dedicado a las cosas de Dios. ¿Y sabes lo que es vivir piadosamente? Vivir espiritualmente por el espíritu y no por la carne. Según Cristo, no según Adán … (12) esperando y apresurándoos, (Esta palabra que leemos aquí, APRESURÁNDOOS, es la palabra SPEUDO, y significa ACELERAR. Esto quiere decir, ni más ni menos, que nosotros como creyentes debemos tener una conducta con respecto a la venida: ACELERARLA. ¿Estoy hablando de la venida del Señor, entonces? No. Te estoy hablando de la venida del tiempo de la quema de todo lo que es falso, de todo lo que no es verdadero, de todo lo que no viene de Dios, de todo lo que viene de la sabiduría humana. En suma: de todo lo que es Babilonia. Porque la venida del Señor, dice la Biblia, depende que se madure o no el fruto, pero la quema básica del sistema babilónico, sí depende de nuestra actitud. Una cosa es convivir con Babilonia, otra es soportar a Babilonia, y otra cosa es proteger nuestra pureza y no contaminarnos con Babilonia.

Pero otra cuestión muy distinta es permitir pasivamente, bajo la óptica de ese falso hiper-amor y súper-bondad con que muchas veces nos manejamos, que Babilonia haga barbaridades en el nombre de un Dios que no es el de la Biblia, transformándonos de ese modo, por omisión, en voluntarios cómplices. En cuanto a Cristo, Él no viene hasta que la iglesia no esté madura. ¿Y qué es lo que tenemos que madurar? Esa madurez.) para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán. (Aquí tienes otra vez el incendio de los elementos, de los rudimentos, de los principios falsos a partir de la palabra de autoridad ¿Cuáles serían, a tu juicio, aquellos rudimentos o elementos que podrían llegar a inflamarse y encenderse en fuego?  Todo aquel mensaje que, por mejor intencionado, moralista o bondadoso que sea, no tenga la base del evangelio de Jesucristo, (ese que dice que el Reino de los Cielos se ha acercado), será sacudido en este tiempo. Y si algún hombre no sólo lo predica, sino que también vive ese tipo de palabra falsa, se quemará con ella.

(Eclesiastés 1: 4)= Generación va, y generación viene, más la tierra siempre permanece. Esto nos deja más que claro que lo que va a destruir no es el planeta, como pregonan los cultores de “El fin del mundo”, sino otros aspectos. Los elementos, los rudimentos, los argumentos, serán pasados por fuego y todo aquello que no sea Cristo, será destruido. ¿Tienes dudas de esto? Te felicito. Toma tu Biblia y examina si lo que te digo es así. ¡Yo digo que el fuego no es fuego literal, y que lo que se quema no es el planeta, sino los conceptos falsos, las falsas doctrinas, la cizaña, los rudimentos, los elementos! ¿Sabes por que lo digo?  (1 Corintios 3: 11) = Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. (¿Qué es lo que no puede alterarse? Los fundamentos, los rudimentos, los elementos).

(12) Y si sobre este fundamento alguno edificare oro (Que viene a ser una realeza externa, algo que normalmente llamamos “status”) plata (Que a partir de su utilización como moneda de cambio, pasó a ser símbolo del dinero y factor propiciatorio de las denominadas teologías “de la prosperidad”) …piedras preciosas…(Belleza exterior, adorno, lujo, atractivo mediante poderío social) madera (Esto es símbolo de templo hecho por mano de hombre; Salomón) heno (Alimento de baja caloría, de baja nutrición) …hojarasca…(Directamente basura, cizaña) (13) las obras de cada uno (Todo lo que le he detallado, que son fundamentos existentes en este tiempo, argumentos, rudimentos, elementos) se hará manifiesta (Es decir que nada quedará en secreto. Un día se sabrá por qué cada uno ha predicado lo que ha predicado, si defendiendo los intereses del Reino de Dios o los propios) …

…porque el día la declarará; (¿Cuál es el símbolo del día? La luz. El Sol de Justicia. Cristo. La palabra real, ungida, verdadera. ¿Y cómo llegará?) pues por el fuego será revelada (Aquí tienes tu fuego. Guarda ya el balde, la cubeta de agua, no llames a los bomberos, generalmente vienen solos…) …y la obra de cada uno, cual sea, (No habla de planeta, no habla de sociedad secular, incrédula o atea, habla de obras que, según hemos visto, tienen fundamentos, argumentos, rudimentos y elementos) … El fuego la probará(Una vez más, Jeremías: tu Palabra es como fuego. El resultado de esa prueba tiene dos aristas; o se aprueba y los fundamentos, esos rudimentos, esos elementos sustentados en Cristo son válidos y aceptables, o todos toman fuego y caen ardiendo y deshechos. ¿Estamos? ¿He podido probar, confirmar y respaldar lo que dije?)

Quiero que entiendas que no están juzgando las obras. No interesa aquí si esa obra es de oro es de madera. Tanto es de Dios la madera como el oro. El tema esencial es como fue edificada. No hay nada de malo con el que tiene menos como con el que tiene más. Si es para Dios, sigue siendo para su gloria. Nos hizo a todos del mismo tamaño. Ahora vayamos al principio de este último texto. (Verso 10)= Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire como sobreedifica. (Fíjate que no dice “con qué”, dice “como”.) (2 Pedro 3: 13)= Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. ¿Quién no se imaginó alguna vez, leyendo este verso, un día singular y particular en el que, no podemos imaginar de qué modo, (Misiles nucleares, terremotos, guerra de las galaxias), un cielo haciéndose pedazos. (Aunque sabemos perfectamente que lo que nosotros llamamos Cielo no puede romperse porque no es de material) y un planeta destrozándose?

Luego de eso, los que puedan haberse salvado, (Que se nos enseñó que serían los creyentes, pero si la cosa viene a través de una guerra nuclear, los que se salven serían los personajes más importantes de los países más importantes, que son los que cuentan con refugios atómicos) disfrutarían de esos cielos nuevos y una tierra nueva. ¡Qué lindo! ¿No? ¿Pero no parece apartado de la justicia de Dios? Ah, no, no importa. Si me lo predicaron, debe ser porque el siervo tuvo la visión. ¿Sí, eh? ¿No sería más coherente que en realidad no tuvo ninguna visión y entonces encaró el asunto por el lado más entendible para la mente carnal y humana? Esta palabra que se usa aquí, NUEVOS, tanto en los cielos como en la tierra, es la palabra KAINOS y significa: “Algo nunca visto”, o “Algo que nunca estuvo”. KAINOS tiene la implicación de algo que había, pero que ahora está de otro modo, de un modo mejor. Si yo cambio hoy mi viejo automóvil, paso a tener un auto nuevo. Lo que no quiere decir que sea un “Cero Kilómetro”. Tampoco quiere decir que antes no había ningún auto, sólo que ahora hay uno mejor. KAINOS. Nuevo.

Esto significa que, cuando se dice cielos nuevos y tierra nueva, se refiere a una nueva condición de lo existente, no a un cambio de planeta. Es decir que, para redondear esto, NUEVO, KAINOS, aquí, sería algo así como “Nuevo en una especie; el mejor de una especie”. ¡Es increíble! ¿Cómo me enseñaron otra cosa? Estoy de acuerdo, te enseñaron otra cosa. A mí también. Pero esa no es una excusa válida ni una prueba de inocencia. La base, aquí, es tu desobediencia. Tenemos un mandato claro: escudriñar la Palabra, ¿Verdad? No sólo los ministros, ¡Todo el pueblo! Todos ministros competentes, todos. Eso dice. Bueno, olvídalo. Espero que haya sido la última. Hoy mismo, ahora mismo, toma tu Biblia, que es igual a la mía, y escudriña para ver si esto que te estoy diciendo, verdaderamente es así. Si lo ves con claridad, lo aceptas, lo crees y lo pones por obra. Recién entonces puedes predicarlo calcado y no será plagio. Nadie es dueño de ningún mensaje, todo es del Espíritu Santo, suya es la gloria.

Debemos pesar los espíritus y someternos a lo que verdaderamente es de Dios, no a cualquier cosa que sale de cualquier persona, por importante, conocida o prestigiosa que pueda ser en nuestro ambiente. Entiende: tú eres nuevo. Una especie de nueva raza en la tierra. Una raza divina. No te olvides que, lo único que existe en la tierra que no es de la tierra, hoy día, es la iglesia. Porque somos nacidos de arriba. ¡Iglesia! ¡Reacciona! ¡Estoy diciendo que eres nacida de arriba! ¡No te sometas nunca a las estructuras humanas! ¡Tienes diseño divino! Cuando Adán cayó, no se cayó de un planeta a otro. Tampoco cayó de rodillas, llorando, arrepentido. Cayó en naturaleza. Entonces, cuando fuiste levantado, no fue a un lugar geográfico ni físico, sino en condición, en estilo. Físicamente seguimos aquí, en el mismo planeta que los demás, padeciendo de pronto, algunas de las cosas que todo el mundo padece, porque algunas de las plagas que Dios mandó a Egipto, también sacudieron muy feo al pueblo de Israel.

(Isaías 65: 17)= Porque he aquí yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; (La misma palabra) y de lo primero no habrá memoria, (¿Qué es lo primero? Lo que ocurrió antes de los cielos nuevos y la tierra nueva) ni más vendrá al pensamiento. (Mandamiento. No te atrevas a desobedecer a Dios y ponerte alegremente a pensar en ese oscuro pasado tuyo. Cuando vengan a tu mente recuerdos de un pasado no precisamente capaz de producirte orgullo, o como ejemplo para la reunión de jóvenes, no te deprimas por eso. En todo caso, si quieres, deprímete por causa de estar desobedeciendo esta palabra que te dice que de lo primero, no habrá más memoria en el cielo ni deberá haber más pensamiento en tu mente.

¿Y que más le está diciendo? Que los cielos y la tierra van a pasar. Que su palabra es tan eterna que solamente se la puede comparar con lo más eterno que existe. Porque si se tratara de un problema astronómico o interplanetario, con OVNI incluido, y los cielos y la tierra, efectivamente, dejaran de ser, lo más lógico sería que, desaparecidos los portadores, la palabra también dejara de ser. Pero sabemos que la palabra perdura para siempre. Y por eso es que la compara con algo que es para siempre, no la puede comparar con algo temporal. Es un lenguaje revertido, son imágenes proféticas. Profecía no es predicción del porvenir, es revelación contemporánea que, como tal, trae segura y enorme bendición, jamás terror.

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febrero 26, 2023 Néstor Martínez