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Oscuridades en el Alma

(Éxodo 10: 1) = Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón; porque yo he endurecido su corazón, y el corazón de sus siervos, para mostrar entre ellos estas mis señales, (2) y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales que hice entre ellos; para que sepáis que yo soy Jehová. 

(3) Entonces vinieron Moisés y Aarón a Faraón, y le dijeron: Jehová el Dios de los hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. 

(4) Y si aún rehúsas dejarlo ir, he aquí que mañana yo traeré sobre tu territorio la langosta, (5) la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra; y ella comerá lo que escapó, lo que os quedó del granizo; comerá asimismo todo árbol que os fructifica en el campo. 

(6) Y llenará tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos fueron sobre la tierra hasta hoy. Y se volvió y salió de delante de Faraón. 

(7) Entonces los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo será este hombre un lazo para nosotros? Deja ir a estos hombres, para que sirvan a Jehová su Dios. ¿Acaso no sabes todavía que Egipto está ya destruido? 

En el recuento de la historia de la liberación de Israel de Egipto, nos encontramos con que Egipto representa el sistema de este mundo, el sistema de pecado de este mundo, el sistema de tinieblas de este mundo. Recordemos que, cuando Adán cae en pecado, pierde el dominio de la tierra, y le entrega a Satanás el dominio de todas las cosas. Y en ese momento, nuestro destino es totalmente cambiado, y entra en acción del reino de las tinieblas.

Desde ese momento hasta hoy, el reino de las tinieblas está en acción sobre la tierra, y de la misma manera que Dios tiene misericordia sobre justos e injustos, y hace salir el sol sobre justos e injustos, y los cielos de continuo están derramando las misericordias de Dios cada día, de la misma manera, el mundo espiritual de las tinieblas, el reino del diablo también está en operación sobre la faz de la tierra.

Nosotros somos la Israel espiritual; somos la Judá espiritual. Es decir que, hoy, lo que Dios habla para Israel, hoy lo habla para nosotros, que somos la Israel espiritual por el Espíritu. Y el recuento de la liberación de Israel de su cautividad en Egipto, por espacio de cuatrocientos años, donde eran esclavos de un sistema en el cual ellos tenían que estar sometidos, no tenía libertad alguna, padecían tremendamente. Esto es lo que representa la vida sin el Señor, la vida fuera del Reino de Dios.

Y empieza Dios a hablar a través de Moisés, y empieza Dios, (Conocemos la historia de la zarza ardiente, cuando Dios le habla y le dice: ve a Faraón y dile: deja ir a mi pueblo, para que adore mi nombre) Deja ir a mi pueblo, para que adore mi nombre. Dios quiere ser adorado en toda la tierra. Y entonces conocemos la historia, cómo el corazón de Faraón comienza a endurecerse, y Moisés se acerca una y otra vez a Faraón, para insistirle que deje ir al pueblo, y que la razón de la libertad es para adorar a Dios.

Escucha: el conflicto principal en este mundo, es quién va a ser adorado. ¿Va a ser adorado el diablo o va a ser adorado Dios? Este es el conflicto que inició Satanás. Esta es la razón por la cual el reino de las tinieblas está activo todo el tiempo, porque Satanás está buscando atención. Satanás está buscando tenernos en cautividad, tenernos en una opresión, tenernos en un yugo que impida que lleguemos a la estatura del varón perfecto, que es Cristo Jesús. Que impida que entremos a la plenitud de nuestro destino. Y es Egipto, precisamente, lo que se opone a nuestro destino. Entonces, Moisés empieza a acercarse a Faraón, y aquí hay algo muy interesante.

(Verso 8) = Y Moisés y Aarón volvieron a ser llamados ante Faraón, el cual les dijo: Andad, servid a Jehová vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir? 

Faraón empieza a sentir, ya, la opresión de las plagas, empieza a ver qué Moisés tiene un poder que está acabando con Egipto, y dice: bueno, de acuerdo, voy a soltar a algunos, pero no a todos…¿Cuántos quieren ir a servir a Dios? ¿Quiénes han de ir?

(9) Moisés respondió: Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir; porque es nuestra fiesta solemne para Jehová.

(10) Y él les dijo: ¡Así sea Jehová con vosotros! ¿Cómo os voy a dejar ir a vosotros y a vuestros niños? ¡Mirad cómo el mal está delante de vuestro rostro!

(11) No será así; id ahora vosotros los varones, y servid a Jehová, pues esto es lo que vosotros pedisteis. Y los echaron de la presencia de Faraón. 

Faraón empieza ya a sentir la opresión, empieza a ver ya un mover en el mundo espiritual que se está aproximando la liberación de Israel al gran momento en que Dios se va a manifestar en toda su grandeza. Entones dice que bueno, que va a dejarlos ir, pero que solamente va a dejar ir a los varones. Acá se quedan las hijas, acá se quedan los niños y aquí se quedan todos los bienes para el sacrificio.

La iglesia de hoy no ha entendido que la liberación de Dios tiene que ver con todo el pueblo. Porque el diablo tiene una mente sagaz y pensó: si dejo que liberen a las mujeres, los niños y la ofrenda, yo pierdo todo. Entonces, si se tienen que ir, que se vayan los varones. Y la iglesia se ha sometido al espíritu de Egipto y le ha dicho a Faraón que está bien, que se vayan los varones a servir a Jehová y las mujeres que se queden en su cautiverio.

Que los niños se queden en el cautiverio. Hay que entretener a los niños. Que la ofrenda para el sacrificio, se quede en cautiverio. Que se vayan solos los hombres. Esta es la obra del diablo. Desde el principio Dios ha estado lidiando con cautividad. Dios vino, y se manifiesta, y la gran proeza de Dios en el Antiguo Testamento, es la liberación del pueblo de Israel. Como lo saca a libertad, para introducirlos a la tierra prometida.

Hay una tierra prometida, y esa tierra prometida es el destino de Dios para cada uno de nosotros, pero el diablo es un diablo de cautividad. El espíritu de Egipto es un espíritu de cautividad, que va a tratar de retener no solamente una parte del pueblo de Dios, sino que vamos a ver que nosotros, como seres individuales, somos también la Sion celestial. Nosotros somos la ciudad celestial. Nosotros somos la habitación celestial del Dios vivo, y Satanás está muy interesado en que solamente una parte de nosotros entre a adorar a Dios, pero que otra parte no pequeña, quede cautiva, quede en yugo, quede bajo el dominio del príncipe de Egipto.

Egipto va a representar las tinieblas, va a representar el mundo espiritual. Vivimos en dos dimensiones. Vivimos en una dimensión natural y física, pero vivimos también en una dimensión espiritual. El mundo espiritual es real, el Reino de Dios es real, pero el reino de las tinieblas también es real, y está operando todos los días en medio de los seres vivientes, para traer cautividad, no solamente a los que están perdidos, sino también al pueblo de Dios.

¿Por qué razón gobierna el diablo sobre las naciones? El diablo gobierna con la única razón de obtener cautivos. ¿Y para qué quiere el diablo tener gente cautiva? Porque en todas las áreas en donde hay gente cautiva, consciente o inconscientemente, le están dando adoración a él y no a Dios. Con el dinero, con la fama, con el poder, con el sexo, con lo que sea. Pero Satanás es adorado en lugar de Dios.

Ahora bien; Dios no solamente libertó al pueblo de Israel, sino que la obra maravillosa de la cruz del Calvario, se va a manifestar en su plenitud. La obra de la cruz no termina cuando Jesús dice: Consumado es, y entrega el espíritu. La obra de la cruz termina, cuando dice que habiendo entregado el espíritu, descendió a las partes más bajas de la tierra, con el objetivo de llevar cautiva la cautividad.

Ahora; cuando leemos donde dice Llevar cautiva la cautividad, se arma una frase allí que, en el idioma español, no la entiende nadie. Un verdadero des trabalenguas intelectual donde nadie entiende nada. Eso, es hasta que el Espíritu Santo comienza a hablarte en serio respecto a la cautividad. Hay en el infierno toda una organización tendiente a la cautividad de las personas.

Vimos que Jesús descendió a las partes más bajas de la tierra, para llevar cautiva la cautividad. Y sucedieron varias cosas en las regiones bajas de la tierra. Sabemos que Jesús venció al diablo y que le arrebató las llaves de la muerte y del infierno, pero hoy quisiera hablar de una parte de la que nadie habla: llevó cautiva la cautividad. Y dice llevando cautiva la cautividad, ascendió, resucitó y, ascendiendo a los cielos, lo fue llenando todo y le dio dones a los hombres. Fíjate que los dones no vienen, sino hasta que es llevada cautiva la cautividad. Son muchos los que quieren tener y manifestar dones espirituales, pero muchos menos los que han sido liberados de regiones de cautiverio.

(Salmo 74: 1) = ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? (Dime: ¿No te identificas con esto? Hay centenares de oraciones así en el pueblo de Dios, en un solo día.) ¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

(2) Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos, La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia; Este monte de Sion, donde has habitado.

(3) Dirige tus pasos a los asolamientos eternos, A todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

Fíjate qué oración tan tremenda, esta. Pregunto: ¿Qué crees tú que son los asolamientos eternos? Los asolamientos eternos, hasta donde yo puedo ver, son los lugares de eterna perdición. Asolamientos son llamados los lugares desérticos. En resumidas palabras, son los lugares infernales, los que forman parte del llamado reino de las tinieblas. Dice: Dirige tus pasos a los asolamientos eternos. Esto significa que cuando una persona se pierde y se va al infierno, ha sido enviada a los asolamientos eternos.

Aquí en esta oración, entonces, se le está diciendo al Señor que hay una situación que se está alargando y que aparentemente, Dios se ha olvidado de aquel que hace esta oración. ¡Señor! ¡Te has olvidado de mí! ¿Nunca oraste así? Además, es una situación en la que, obviamente, hay una opresión. Entonces se levanta el Espíritu de Dios y dice: ¡Dios! ¡Aquí está la respuesta! ¡Levanta tus pasos y dirígelos hacia los asolamientos eternos! En otras palabras, le está diciendo que se dirija a los lugares infernales, y mira todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

(4) Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas; Han puesto sus divisas por señales.

¿Qué dice que han puesto en calidad de señales? Divisas. ¿Sabes lo que es una divisa, verdad? Es una bandera, un estandarte, algo que determina que pueda ser visto a la distancia y que de alguna manera representa o simboliza algo. Y dice que eso ha sido puesto en medio de las asambleas. ¿Recuerdas bien lo que era una asamblea, verdad? Exacto: una eklessia. Traducido a nuestro idioma cotidiano: una iglesia. Divisas por señales en medio de tus iglesias, sería la traducción correcta.

Dios va a dirigirse a los asolamientos eternos. (Ruinas perpetuas se les llama en la versión Biblia Textual) para responder a esta oración. Lo que el Espíritu Santo quiere que entendamos hoy, es cómo funcionan estas regiones llamadas asolamientos eternos o ruinas perpetuas. Y para eso vamos a tener que realizar un pequeño tour bíblico, ya que la Escritura siempre se encarga de explicar con claridad todo aquello que no siempre estamos preparados o dispuestos a aprender.

(Judas 23) = A otros salvad, arrebatándolos del fuego; (¿De qué está hablando, aquí? ¡Del infierno! Obviamente, no se está refiriendo a alguien que ya se murió. Nadie podría ir al infierno a sacar de allí a alguien que ya se murió. ¡Eso es antibíblico! Pero te dice que los arrebates, y eso significa que el fuego del infierno viene y te atrapa cuando estás vivo. Por eso te dice que los arrebates de ese fuego, porque ese fuego está teniendo una tremenda influencia sobre sus vidas) y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.

Eso no es todo; vamos a ver ahora como hay gente que es pastoreada por las tinieblas. Así como los creyentes son pastoreados por Dios, así también los personeros de las tinieblas son pastoreados por las tinieblas y por la muerte. Lo interesante de todo esto es conocer cómo logra el diablo cautivar a las almas, como consigue cautivar trozos del interior de las personas.

(Isaías 7: 6) = Vamos contra Judá (Entiende: Judá es la iglesia) y aterroricémosla, y repartámosla entre nosotros, y pongamos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel. 

Aterroricémosla y repartámosla. ¿Cómo opera la cautividad de Satanás? Él necesita que tu alma se fragmente. Porque el alma puede ser fragmentada. Y seguramente, tú habrás dicho alguna vez que algo o alguien te hizo pedazos el corazón. ¿Sabes qué? Ahí tu alma fue fragmentada. ¡Es que esta relación sentimental me dejó hecho pedazos! ¡Esa persona (Hombre o mujer, según el caso), me ha roto el alma. Perdón: ¿Cuántos de ustedes saben perfectamente de lo que estoy hablando?

Momentos traumáticos, momentos de los que no podías salir. Porque, entiende una vez más, el diablo es tu enemigo, lo enfrentes o no. Él va a buscar destruir a todo aquel que se quiera acercar a Dios. No interesa si es un adulto que puede defenderse o una criatura o una anciana indefensa. La maldad, es maldad a secas, sin añadidos elegantes.

Por eso dice: Vayamos en contra de Judá. Vayamos en contra de los elegidos de Dios. Aterroricémoslos. Por eso es que satanás está tan interesado en que el amor de Dios no prolifere en la iglesia. Quizás el mayor pecado de la iglesia ha sido, y sigue siendo, desconocer la calidad del verdadero amor de los unos por los otros. Porque el que ha sido perfeccionado en el amor, no tiene temor.

¿Y cómo va a hacerlo? Recuerda que en el salmo leímos que ellos han puesto divisas en medio del santuario. Entonces dice: vayamos, y aterroricémosla, y repartámosla. Por medio de circunstancias que te producen miedo, y si eres mujer mucho más, porque aunque seas muy fuerte espiritualmente, eres tremendamente frágil y por esa razón es que necesitas ser protegida. Ese es el diseño divino.

Y el miedo, cuando ataca, toma muchas y variadas formas. Miedo al desastre financiero, miedo a ser dejados, miedo a ser traicionados, miedos al sufrimiento, miedo a la oscuridad, miedos de todas las formas. Es decir que, cuando el diablo logra fragmentar el alma de alguien, va a tomar ese pedazo del alma y lo va a establecer en regiones de oscuridad. En regiones infernales.

¿Cuántos leyeron que estamos sentados con Cristo en lugares celestiales? Hay lugares celestiales, pero hasta que no te sientes con Cristo en esos lugares celestiales, déjame decirte que estás sentado en otro lugar. Lo que ocurre es que, como estamos muy acostumbrados a tocar teclas mecánicas o digitales y transitar por todo el mundo, tenemos la tendencia a esperar que el evangelio también sea algo automático. ¡Pero el evangelio no es automático!

Estamos sentados, quiere decir que Cristo compró para nosotros la posibilidad de sentarnos en la victoria absoluta en regiones celestiales. Porque cuando estás sentado en regiones celestiales, no puedes ser tocado por el diablo. El problema es que el alma está fragmentada, porque venimos de diversos trasfondos en que el diablo ha tratado de matarte, o ha tratado de fragmentarte, ha destruido las familias, los anhelos y todos tus sueños, y por una causa o por otra, tu alma es llevada cautiva.

¿Cuántas veces habrás visto a gente que un fin de semana prácticamente volaba en las alas del Espíritu Santo, reía, danzaba, oraba en lenguas, ministraba sanidades y milagros y, una semana después, la misma persona por poco se suicida víctima de una tremenda depresión? Entonces la gente lo mira y le dice: ¡No puede ser! ¡Creíamos que habías sido tocado por el Espíritu y que estabas inundado de gozo! Sí, efectivamente, su alma había sido tocada por el gozo, pero hay una parte de su alma que está en cautiverio, y que mientras no sea liberada, Satanás siempre tendrá derechos y posibilidades de absorberte hacia abajo.

Allí es donde el alma pasa a parecerse a una goma de mascar, esa que tú puedes tirar de un lado y se estirará largamente sin romperse, pero tampoco sin recobrar su forma normal. Fragmentada. Entonces Satanás toma ese fragmento del alma, y lo establece en regiones de oscuridad, para poder estar ministrándote miedos, inseguridades, ira, dolor, pecado.

Y hay gente que está, literalmente, atrapada. Gente atrapada en regiones de pobreza, que no pueden salir adelante hagan lo que hagan y se administren como se administren, que así como les ingresa una moneda, por algún lado les salta un problema que les lleva dos. Eso, si se me permite rotularlo, es una atadura. Están en un cautiverio. Cautivos en una región del infierno.

El hecho es que, de la misma manera en que Dios tiene diseños en el cielo, y nosotros cuando oramos decimos: Padre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en los cielos, como en la tierra. Lo que estamos haciendo aquí es tomar los diseños de Dios para que sean establecidos en nuestra vida, en el infierno sucede lo mismo.

Porque aseguran aquellos hermano que tienen mayor conocimiento y experiencia en este terreno, que es una realidad que, así como existen diseños y lugares celestiales, también existen diseños y lugares infernales. En los primeros, te ministra el Señor, en los otros, te ministra Satanás. Uno te lleva a Vida Eterna, el otro al lago de azufre y fuego, forma elegante y hasta poética de denominar a esa horrible tragedia eterna.

La gran pregunta que muchos se hacen cuando toman conocimiento de estas cosas, es: ¿Y cómo hago para salir de eso? El Hijo de Dios fue manifestado para deshacer las obras del diablo, no solamente en la faz de la tierra, sino hasta lo profundo del infierno. Él descendió para llevar cautiva la cautividad y el poder de Dios desciende hasta donde se encuentren los diseños del infierno para desbaratarlos y expulsarlos de las almas que tienen cautivas.

Y fíjate que dice: aterroricémosla. Donde quiera que hay terror, donde quiera que hay miedo extremo, donde quiera que hay un trauma doloroso, vamos a encontrar que hay una opresión demoníaca, y vamos a encontrar que hay cautiverios. En la gran mayoría de la gente hay cautiverios de este tipo. Hay áreas que no pueden salir. Son prisiones de las cuales no pueden salir.

Hay gente que está aprisionada por la comida, por ejemplo. No se trata que coman conforme a alguna dieta o no, sencillamente: ¡No pueden dejar de comer! ¡No pueden dejar de fumar! ¡No pueden dejar de consumir drogas! ¡No pueden dejar la pornografía! Son prisiones. Y después van a liberación, les echan fuera los demonios y, al corto tiempo, siguen igual o peor. ¿Por qué? Porque no tienen nada que ver con espíritus que los están atormentando desde afuera, sino con un cautiverio en el cual, el alma, está encerrada.

Entonces dice: aterroricémosla, y repartámosla entre nosotros, y pongamos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel. La gran pregunta que queda en el aire, es: ¿Quién es el hijo de Tabeel? Tabeel significa “bueno para nada”. Y aquí hay algo muy puntual y de alto interés, porque el objetivo del diablo, precisamente, es que la iglesia llegue a ser una “buena para nada”. Te tengo malas noticias, hermano: En un examen rápido alrededor del mundo, podremos ver y comprobar que, la mayoría de las iglesias llamadas cristianas, hoy, están siendo “buenas para nada”.

Sin embargo, Dios no se ha ido de vacaciones al Caribe. Está enviando más y más revelación en este tiempo, y muchos que han podido acceder a ella, están aportando lo que saben con la finalidad de restaurarla. Los peores enemigos, por ahora, son los liderazgos pre-establecidos, que para no perder sus status quo, están empecinados en impedir esa restauración. No le hace. Dios está muy firme en la idea de levantar una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga, que impacte al mundo secular y que refleje de una vez por todas la tremenda gloria de Dios sobre toda la tierra.

Y dice: lo que yo hago, nadie lo va a estorbar. Y si bien durante mucho tiempo la iglesia ha sido, efectivamente, una buena para nada, porque la gran mayoría de la gente vive con el hijo de Tabeel en medio de ellas. Y sale por ahí un hombre poderoso que tiene a todos impactados porque es un gran empresario, pero la realidad nos muestra que en su intimidad espiritual, mora con el hijo de Tabeel.

Entones te dicen: es que no puedo prosperar en las áreas espirituales. Es que no puedo alcanzar la dimensión adecuada para adorar a Dios. ¿Por qué? Porque el príncipe de Egipto, es un cautiverio. Porque el que se encarga de custodiar los cautiverios, es el príncipe de Egipto. Y dice: Yo quiero que salgan los hombres a libertad. Pero las mujeres, los niños y la ofrenda, se quedan aquí, en cautividad.

Y entonces te encuentras con vidas espirituales que no sirven para nada. Son los que te dicen todos los días lo mismo. ¡Quiero salir de este vicio! ¡Quiero disciplinar mi vida! Pero no pueden. Gente atada por depresiones por generaciones y generaciones. Sin motivos valederos que la justifiquen. Y lo mismo con enfermedades raras. Son los que andan deambulando de cruzada de milagros en cruzada de milagros y no obtienen ningún resultado. Siguen enfermos. Son sanos, pero vuelven a caer enfermos. Cautivos en regiones infernales.

(Salmo 49: 14) = Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, (¿No has conocido a esa clase de gente que solamente habla muerte? Está ministrada por la muerte, independientemente del hombre o la mujer que pretendan pastorear su vida. Porque si te pastorea el Señor, siempre hablas vida, jamás pesimismo y derrota.) Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada. (Su morada terrestre, es el Seol)

(Salmo 30: 2) = Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.

(3) Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.

¿Dónde estaba el alma? Estaba en el Seol. Y fíjate que no estamos hablando aquí de alguien que está perdido. Estamos hablando de David, que era el ungido de Jehová. Sin embargo, por cuanto una parte de su alma estaba atrapada en el Seol, en la sepultura, él empieza a enfermar de muerte. Mi alma estaba en Seol, dice, y tú hiciste subir mi alma del Seol y me sanaste, para que no descendiese a la sepultura.

Hay enfermedades, que tienen claros diseños infernales. Todas las personas, sean creyentes o no, llevan consigo diseños celestiales y diseños infernales. Su fe determina simplemente el porcentaje mayor que rige sus vidas. Hay gente que habla mucho Dios y vive claramente infierno. Hay gente que, sin hablar tanto, muestra frutos de vivir conforme a los diseños de Dios y ha vencido sobre los de Satanás.

Ahora bien; en estos diseños infernales es donde el diablo atrapa el alma. Primero, te aterroriza. Pone al hijo de Tabeel, para que no puedas funcionar correctamente en todas las áreas de tu vida. Jesús quiere rescatarnos completamente, pero vemos en la liberación de Israel, que esa liberación no se logró de un solo golpe, sino que Faraón fue cediendo poco a poco, hasta que se liberó todo el pueblo.

Entonces aquí vemos como David es atrapado por el Seol y esto va a producir una enfermedad de muerte. Hay gente que no puede salir de enfermedades, porque una parte de su alma fue cautiva en el Seol. Hay niños que nacen de un vientre que anteriormente sacrificó una vida mediante aborto. Así es que esa criatura nace con su alma cautiva en las regiones de la muerte, así que por más que se alimente bien y se consuma todas las vitaminas habidas y por haber, su vida transcurrirá de enfermedad en enfermedad, hasta que ese cautiverio sea descubierto y pueda salirse de él. Ocurre lo mismo con tantas y tantas personas que son perseguidas por la muerte y tienen dos por tres accidentes terribles de los que escapan por poco a morir.

(Salmo 74: 20) = Mira al pacto, Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.

Hay varias regiones de cautiverio. El Seol es una de ellas. Aquí hemos visto cómo David quedó atrapado en el Seol y el Señor lo saca. Ahora veremos otra historia, la de Asaf, salmista de Dios, ungido de Dios. ¿Te estás fijando que Dios no le está hablando aquí a ningún inconverso? ¿Qué muy por el contrario, se está refiriendo a ungidos de Dios, a pueblo de Dios?

(Salmo 88: 6) = Me has puesto en el hoyo profundo, En tinieblas, en lugares profundos.

Hoyo profundo es una región de las tinieblas. ¡Es que no puedes salir! ¡Oras, lees la Biblia y nada, no puedes salir! ¡No puedes salir de este problema! Tienes ansiedades de comer todo el tiempo, no puedes salir, estás atrapado. Estás atrapado en lugares profundos, oyes la voz del diablo, eres acosado por pensamientos sexuales todo el tiempo. Es porque estás atrapado en una región espiritual, donde hay acoso sexual.

Porque muchas veces se viene de un trasfondo donde ha habido abusos sexuales, donde ha habido fornicación, adulterio en las líneas ancestrales, y entonces esto produce que desde pequeñitos, el alma quede cautiva, y luego se les añaden tus propios pecados, y entonces el alma vuelve a quedar cautiva, porque estás bajo diseño. Un diseño del infierno. Por eso dice: a unos arrebatarlos del fuego del infierno. ¿Por qué? Porque el fuego está produciendo una acción en sus vidas.

Quizás provienes de una madre o un padre alcohólico, y tú no quieres beber. Sin embargo, empiezas a crecer y vivir una vida de joven común, y un día caes en la cuenta que tú también estás bebiendo más de lo común. ¡Pero tú no querías! ¿Cómo sucedió si de verdad no querías beber? Sucedió porque hay una cautividad infernal que lo está produciendo. El infierno está ministrando ese pecado, para que no puedas salir de él. Y lo mismo pasa con la droga, con el tabaco o, incluso, con cualquier clase de adicciones sexuales.

Hay una enorme cantidad de gente que sinceramente quiere salir de esa urgencia extrema por alguna clase de pecado. Y las ministran, les echan fuera todos los demonios, andan tres o cuatro días en libertad, en las nubes y, de pronto, otra vez al pozo profundo. Eso se llama cautividad en regiones infernales. Y son atormentadas de manera permanente. Porque ellos quieren llevar una vida recta, pero fuera de Dios no hay paz, y sus pecados no les permiten entrar a la Presencia del Padre. ¿Cuántos saben que sin arrepentimiento no hay lugar para el perdón?

Todos sabemos que el Reino de Dios es Justicia, Gozo y Paz en el Espíritu Santo. Jesús dijo: fuera de mí, nada podéis hacer. Y es estricta verdad: fuera de Él hay tormento, hay fracaso, hay ruina. Fuera de Él es el mundo de las tinieblas, que tiene como propósito principal, destruir tu vida. Entonces dice: me has puesto en hoyo profundo. ¿Nunca has oído hablar a tu alma? ¿Nunca has sentido como que verdaderamente estás en un pozo sin salida?

(Verso 8) = Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir. (Y ahora mira este)

(Salmo 142: 7) = Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; Me rodearán los justos, Porque tú me serás propicio.

¿Has prestado atención, o te has dado cuenta, que hay gente que no puede alabar? He visto mucha gente saltando, danzando y dando muestras de estar muy alegres y disfrutando, pero: ¿Sabes qué? A la hora de adorar, no pueden adorar. Están como atrapados, como que alguien o algo les retiró la lengua. Si esto no fuera como estoy diciendo, ¿Por qué crees que se inventaron los ministros de alabanza y adoración, (Esos que un pastor amigo denomina como “porristas cristianos”) que son los que se paran al frente para animar a la gente a que cante y alabe, cuando tendría que ser algo natural y consecuencia del clima espiritual ambiente?

La pregunta que habría que hacerles y, de paso, hacerse a sí mismos, es: ¿Por qué no puedes alabar al Dios que te está dando la vida? ¿Por qué no puedes alabar al Dios que te da todas las cosas, que te llena de misericordia? ¿Por qué no puede, un pueblo alabar a un Dios que tiene misericordia de él? Porque está atrapado. Encerrado estoy. Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre…

Fíjate como actuaba Faraón. Él decía: ¡Ah! ¿Quieren salir a alabar? ¡Acá se quedan las mujeres, los niños y la ofrenda! ¡Que se vayan los hombres, si quieren! Atrapados. Y hoy hay miles y miles o millones, que siguen bajo el yugo de Faraón.

(Deuteronomio 4: 20) = Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día. 

Presta atención cómo, el mismo Señor, (Jehová lo llama aquí), habla de estos lugares.. Horno de hierro, dice. Hablar de un horno de hierro es hablar de una tremenda opresión, de tremendo dolor, habla de tremenda esclavitud. Claro, ahí es donde cualquiera de nosotros, que todavía y pese a todo seguimos siendo bastante religiosos, decimos: ¡Ah, no! ¡Yo ya salí de esclavitud! ¡A mí me salvó el Señor!

No te confundas, hermano; hay tantas regiones de esclavitud. Hay algunas cuyo común denominador, y lo corrobora la propia palabra, es la profundidad de sus tinieblas. ¿Sabes qué son las tinieblas? Tinieblas es la oscuridad total, cuando ni siquiera puedes ver lo que tienes delante de tus narices. Cuando te sale de tu interior un lamento y dices algo así, como: ¿Y ahora qué va a ser de mí?

Hay miles y miles de cristianos asustados por el futuro, que no tienen ni la menor idea de lo que les pueda pasar. Que están en ciertas y determinadas circunstancias graves y no ven solución ni salida alguna por ninguna parte. Están atrapados en tinieblas. Tinieblas es no poder ver. Tinieblas es no tener claridad. ¿Tienes una idea, aunque más no sea vaga, sobre cuanta gente hoy está viviendo en tinieblas?

Son los que vienen y te dicen: ¡Oh! ¡Es que ya ni siquiera sé para qué me llamó el Señor! En cuanto llega la voz del diablo y te empieza a oprimir, que no sirves para nada, que los Latinos no son nada fuera de Latinoamérica, que están predestinados a ser siempre pobres y quedarse pobres. Que eres un hombre sin honor porque un día pecaste o una mujer sin honra porque un día fuiste débil y caíste en pecado. ¡Te arrpentiste y fuiste perdonado! ¡No le creas sus mentiras!

Esto, que parece tan simple de resolver, sin embargo, es lo que tiene atrapados a miles y miles de hermanos. ¿Sabes por qué? Porque cuando el diablo les habla, ¡Ellos le creen! Y no sólo que le creen, sino que van y salen y lo repiten como una sentencia cumplida. ¡Soy una porquería! Vociferan. ¿Porquería? ¿Llamarías tú porquería, a lo mismo que Dios dijo que era Su Imagen y Su Semejanza? ¡No te atrevas! Esa es la consecuencia de un alma atrapada en regiones de tinieblas.

Y, lo peor de todo, si es que puede haber algo peor, todavía, es que esas regiones están inundadas de temor. Un temor casi insano, lindante con el terror, con el alto pánico. De todos modos, habrá que decir que es comprensible, porque da mucho miedo estar atrapado en esas regiones. Pero, dice el Señor: Yo no les he dado espíritu de temor, sino de poder, de dominio propio, y donde ha sido perfeccionado el amor, ahí no hay temor. Y el amor se perfeccionó.

Esto es el amor, que Dios nos amó primero. Y Cristo vino a morir en la cruz del calvario, y esa es la mayor manifestación de amor. Porque fue por amor que Él descendió a las partes más bajas de la tierra, para llevarse nuestra cautividad, para sacarnos, para demostrarnos que nunca más la voz del miedo, la voz de la intimidación, la voz del no puedes, la voz del fracaso, te perseguirá.

Hay voces. Cuando el alma está cautiva, empieza a oír voces en las regiones infernales. Dice que los enemigos vociferan en medio de la asamblea. ¿En dónde vociferan? Por eso le dice: Desciende, oh Dios, a los asolamientos eternos. Ahí es donde han puesto divisa. Ahí es donde están vociferando. Ahí es donde oyes la voz de la derrota. Allí es donde oyes la voz de la intimidación, esa voz que te dice: tú no puedes. Esa es la voz de Faraón. Ahí se quedan las mujeres y los niños. Que los hombres se vayan donde quieran. Estos son míos.

(Salmo 88: 11) = ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, o tu verdad en el Abadón?

Sepulcro. ¿Recuerdas como a David le es arrastrada su alma al sepulcro, para empezar a enfermar? El Abadón, mientras, es otra región espiritual. El Abadón. El Abadón es la región de la destrucción. Hay gente que está atrapada en la destrucción. Hay asignaturas demoníacas. Por eso es tan importante entender. El pueblo, con entendimiento, no perecerá. El pueblo, con visión, es el que sabe dónde va. El pueblo con entendimiento, es el que sabe cómo orar. Señor, dirige tus pasos a los asolamientos eternos. Dice: Será predicada tu verdad en el Abadón.

(12) ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, Y tú justicia en la tierra del olvido?

La tierra del olvido. Escuché alguna vez una tremenda enseñanza de una no menos tremenda figura del Señor respecto a esta tierra del olvido. Jamás lo había entendido así, jamás volví a verlo así por las mías. La tierra del olvido es un lugar en el espíritu en el que un alma está cautiva. Y cuando eso ocurre, el propietario de esa alma, está en el mundo, convive con el mundo, hasta puede estar en una iglesia y ser una figura valiosa, allí. Pero está permanentemente olvidado. Todo el mundo le pregunta su nombre a cada momento, porque nadie logra recordarlo, y eso que tienen nombres fáciles de retener. ¡No es un problema de memoria!

Son esos a los que, cuando alguien decide orar por los problemas o sanidad, ora por todos los que están pero, cuando llega su turno, lo pasa de largo sin verlo. O cuando forman parte de un grupo que ha logrado un lauro importante y se hace acreedor a una ceremonia de honor con entrega de medallas y todo eso. Todo el grupo recibe la suya y los aplausos respectivos, pero a él se lo olvidan, se les ha perdido su identificación y recibirá lo suyo una semana después, en una oficina, a solas con el que se la entrega sin siquiera felicitarlo. Todas estas cosas, y existen muchas más que a lo mejor tú puedes añadir, producen tristeza y hasta depresión. Alma cautiva en la tierra del olvido.

(Salmo 40: 1) = Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

(2) Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

¿Nunca has pasado por alguna instancia en donde tu alma parecería estar metida en un pozo de desesperación? El lodo cenagoso, aunque sea simbólico, es altamente real. Es como que quieres salir pero resbalas en ese barro maloliente y e vuelves a caer al pozo. Es como que quieres salir y te quedas atascado en el barro apelmazado y pastoso. Aquí habría que incluir a los que supuestamente y científicamente, tienen diagnosticado claustrofobia. ¿Claustrofobia? ¡El alma cautiva en un pozo de desesperación, tienen!

Y todo eso rodeado de lo que aquí llama Lodo cenagoso. ¿Recuerdas lo que significa el lodo en el plano espiritual, verdad? Exactamente, la iniquidad. Es la iniquidad con la que has sido rodeado, en la que has estado inmerso, tal vez por generaciones y generaciones. Sientes que el problema te asfixia, pero estás tan atado que no puedes salir y vas perdiendo el sentido por la asfixia reinante.

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junio 29, 2019 Néstor Martínez