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El Hombre Nuevo

(Efesios 4: 17)= Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, (18) teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

Cinco aspectos de la vida en el mundo se resumen en una pequeña frase: vanidad de su mente. ¿Puede ser posible que la mente sea albergue transitorio o indefinido de esos cinco aspectos? La Palabra lo dice, no yo. Y además lo clarifica.

1.- Vacío existencial. Falta de propósito.

2.- Entendimiento oscurecido. Tiniebla mental.

3.- Alienación o alejamiento de la vida de Dios, ignorancia de los caminos divinos.-

4.- Corazones endurecidos. Callos producidos por tanto discurso estéril.

5.- Pérdida de sensibilidad; aquí la palabra griega implica descuido.

Debemos ser cuidadosos a la hora de evitar y rechazar la manera mundana de pensar. Comprende que pensar como piensa el mundo pagano, te va a conducir irremediablemente a la sensualidad y, por consecuencia lógica, a la impureza.

El creyente, necesariamente y desde su mismo y propio interior, debe vivir una vida notoriamente separada del mundo incrédulo. Jesús hizo énfasis en esto al decir que, aún cuando vivíamos en el mundo, no debíamos ser del mundo.

Es obvio que no estoy hablando de monasterios de reclusión en la montaña. A esto ya lo adoptó el catolicismo romano y no le funcionó. Sólo consiguieron fabricar alcoholismo, homosexualismo y todas sus alternativas accesorias. Es estar, pero no pertenecer.

(Colosenses 3: 5-8)= Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros. (Pensar que hay gente que anda por allí predicando exactamente lo contrario, ¿No es así?) …fornicación, (¡Que palabra fuera de moda! Pero no de la idea de Dios) impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; (¡¡¡Entiéndelo, por favor, ministro de finanzas!!!)

…cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

¡Es que los jóvenes tienen un idioma en base a ciertos códigos que, si tú no los adoptas, te quedas fuera del grupo! – ¿Qué jóvenes? ¿Los de tu congregación o los de la calle? – ¡En los dos casos! – Para los de la calle, tu boca sin palabras deshonestas, será testimonio aunque se burlen. Para los de tu congregación, campaña de evangelización, hay que ver si están convertidos…

(1 Pedro 4: 3)= Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.

(Romanos 1: 21)= Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron, (Aquí la palabra es MATAIOO e implica confusión; es decir que: se confundieron…) en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

Estos pasajes que has leído aluden a lo que es, en verdad, la vanidad de la mente. ¿Hay más? Hay más, pero dejemos que sea la misma Biblia la que hable. Ella no se equivoca, nosotros a veces sí.

(Efesios 2: 1)= Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. (Verso 12)= En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

(2 Corintios 3: 14)= Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el Antiguo Pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.

Veamos: lo que se está fundamentando aquí, es la realidad concreta de un entendimiento que se ha entenebrecido, que se ha embotado. ¿Causas? Puede haber varias. Pero sigue leyendo.

(Romanos 1: 24)= Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.

(Efesios 4: 20-24)= Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Viejo hombre: nuevo hombre. Aquí se destaca el contraste entre el anterior estilo de vida, dominado por el espíritu de desobediencia y la nueva capacidad del creyente para adoptar un nuevo estilo de vida, de obediencia a Dios, gracias al poder del Espíritu Santo.

(1 Pedro 2: 1)= Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones.

(Romanos 6: 6)= Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

(Colosenses 3: 10)= Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno.

(Romanos 6: 4)= Porque somos sepultados juntamente con él para muerte en el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

(2 Corintios 5: 17)= De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Si esta Palabra estuviera encarnada en los cristianos, no existiría tal cosa como la Sanidad Interior. Dice que las cosas viejas pasaron y todas han sido hechas nuevas. ¿Cuándo ocurrió eso? ¿Acaso en la conversión? No. Desde todos los años que tienes hoy, ahora mismo, sumados a los nueve meses que estuviste en el vientre de tu mamá.

(Efesios 4: 25)= Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

(Zacarías 8: 16)= Estas son las cosas que habéis de hacer: hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz de vuestras puertas.

(Romanos 12: 5)= Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.

(Efesios 4: 26)= Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.

¿Cuántos son los que, hace un mes, o quince días, o una semana, o tres días, o un día, que no se enojan? Aquí, airearse no es el pecado, el pecado es irse a dormir enojado. ¿Y que sucede cuando alguien se acuesta a dormir en pecado? Exactamente lo que nos dice a modo de consejo el versículo 27: …Ni deis lugar al diablo…

La palabra Lugar, en griego, es TOPOS. Subraya la posibilidad de que los creyentes permitan al diablo controlar sus vidas. Esta es una advertencia contra las suposiciones teológicas que niegan la eventualidad de que tenga éxito cualquier intento demoníaco de perturbar o dominar a los cristianos.

Pero las recomendaciones que acompañan esta afirmación equilibran la situación, dejando sentado que los cristianos responsables no pueden culpar a la ligera al diablo por pecados a los que han cedido obedeciendo las inclinaciones de la carne.

Entonces, si real y verdaderamente no queremos dar lugar al diablo, no pequemos en ninguna manera. Si nos vamos a dormir con ira, no obedecemos a la Palabra, y si no obedecemos a la Palabra, ya estamos pecando. ¿Legalismo? ¡No! Palabra de Dios.

(Salmo 4: 8)= En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado. (No dar lugar al diablo) (2 Corintios 2¨11)= Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones. (Ahora: solamente acostándonos a dormir sin enojos, garantizamos no darle lugar al diablo?)

(Efesios 4: 28)= El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga que compartir con el que padece necesidad.

Quiero que notes que, el primer motivo de un cristiano para ganar dinero, es tener algo que compartir con el que padece necesidad. El cristiano no sólo se dedica a ganarse la vida para pasarlo bien, sino a servir de instrumento en el servicio de Dios a la humanidad por medio de su trabajo y generosidad exenta de mezquindades.

(Hechos 20: 35)= En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: más bienaventurado es dar que recibir.

(Lucas 3: 11)= Y respondiendo, les dijo: el que tiene dos túnicas, de al que no tiene; y el que tiene que comer, haga lo mismo.

(Efesios 4: 29)= Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

Corrompido, o corrupto, significa literalmente “desmejorado”, “podrido”, como usualmente se aplica a la carne dañada, las frutas pasadas o las piedras desmenuzadas.

(Efesios 4: 30)= Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

El Espíritu Santo ha sellado, (Esto es: autorizado como representantes), a los creyentes y mora en el ser interior. Si es contristado, el creyente será el primero en saberlo. Contristar significa causar heridas o angustia, exactamente el sentimiento que experimenta el creyente cuando el pecado o la desobediencia se alojan en su vida.

A los Tesalonicenses, en su primera carta, Pablo los exhorta a “no apagar el Espíritu”, expresión que encierra la idea de atenuar la llama del Espíritu Santo, la cual es derramada para purificar, iluminar, derretir y consumir. Esto podría deberse tanto a una reacción inadecuada o tibia ante las manifestaciones del Espíritu, como a una exagerada reacción contraria.

(Efesios 4: 31)= Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.

(Colosenses 3: 8)= Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

(Tito 3: 3)= Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndoos unos a otros.

(Efesios 4: 32)= Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Jesús enseñó el deber de perdonar como Dios también os perdonó, y mostró que era algo fundamental esperar respuesta cuando imploramos perdón en nuestras oraciones.

(2 Corintios 2: 10)= Y al que vosotros perdonáis, yo también: porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo.

(Mateo 6: 14-15)= Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro padre os perdonará vuestras ofensas.

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enero 1, 2015 Néstor Martínez