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Alegrando El Corazón Del Padre

 

(Efesios 4: 14) = para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, (15) sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 

Eso sólo se logra cuando la gente se dedica al ministerio. ¿Quieres alegrar al corazón del Padre? Capacita la iglesia. Enséñale a hacer las cosas. No las hagas tú por ellos, (Por favor, hacer copy-paste con esta frase, ampliarla y pegarla en las paredes de todos los templos, salones o lo que sea que se utilice como asamblea, iglesia) que sean ellos las que las hagan. Si eres pastor, (Después hablaremos con mayor relieve de esto), no resuelvas sus problemas, enséñales a resolverlos por sí mismos. La primera vez, ora por su enfermedad; la segunda vez, enséñale a orar. La tercera vez, déjalo solo. ¿Suena cruel? No lo es. Sólo es Justo.

Tú puedes ayudar a tu hijo a comer mientras es niño, pero cuando ya es adulto tendrás que dejar que coma solo. Hay gente que lleva veinte años en una congregación y todavía no sabe diferenciar su mano derecha de su mano izquierda. No sabe por qué le pasan las cosas, no sabe su llamado, no sabe cuáles son sus dones, no sabe para dónde va, no sabe cómo orar. No sabe hacer negocios, siempre se asocia con sinvergüenzas. No sabe con quién sale su hija que termina casándose con un tipejo que la maltrata. ¿De qué le sirvió su salvación? Nadie podrá negar que no fue pastoreado, tal vez sí lo fue, pero déjame decirte que jamás fue capacitado. Fue permanentemente conducido. Por eso es que la Biblia, en el Nuevo Testamento, desde el libro de los Hechos en adelante, solamente menciona la palabra pastor, una vez. Es más; si algún ministerio debería desaparecer, ese es el ministerio del pastor. Gracias a sus asistencialismos tenemos una iglesia débil, sin fuerzas propias. ¿A alguien le duele leer esto? Lo siento, es la verdad y el dolorido también lo sabe.

(Efesios 4: 16) = de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, (Las coyunturas son los ancianos) según la actividad propia de cada miembro, (¿Leíste bien? Dice de cada miembro) recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. (Todo cuerpo está llamado a crecer armónicamente. Imagínate a una mano creciendo más que la otra.)

(17) Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, (18) teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 

La pregunta, es: ¿Cómo andan los gentiles? En la vanidad de su mente. ¿Cuántos gentiles conoces o has visto en estos últimos tiempos? Yo, algunos. Los que andan en la vanidad de su mente y en la sabiduría de su propio pensamiento. Y en el final dice que es por causa de la ignorancia que en ellos hay. Quisiera recordarte que está hablando de cristianos, ¿Entiendes? Está hablando de creyentes, pero que no han alcanzado a saltar al otro lado. Personas que nunca renovaron su entendimiento.  Y dice: por la dureza de su corazónImagínate la escena, que por otra parte no es ni nueva ni demasiado imaginaria. Personas que tienen una experiencia tremenda en el espíritu, van a contárselo a sus líderes y estos no tienen mejor idea que reprenderlos porque lo que están viviendo, dicen, es contrario a los postulados de su doctrina denominacional. Puedes llamarlo extrema severidad, puedes llamarlo excesivo celo, o puedes llamarlo legalismo, si es que quieres confrontarlos. Yo me quedo con lo que dice aquí: dureza de corazón.

Veamos: ¿Cómo se puede operar en el Reino? Por fe. Ah, ¿Y de dónde nace la fe? Del corazón. No nace del espíritu, nace del corazón. Por eso, la persona que es dura de corazón, tampoco va a expresar fe. Esto, pues, digo y requiero en el Señor. ¡Me impresiona Pablo cuando dice eso! Escucha: la gente más dura que yo he conocido, (Y no creo ser el único), no ha sido gente incrédula, ha sido gente supuestamente creyente. Lo que sucede, y ahora creo que vas a entenderlo con claridad, es que cuando llega alguien que ha vivido alguna experiencia diferente a todo lo acostumbrado en el marco del o de los grupos que conformamos, la gran mayoría se sobresalta y entra en desconfianza, ¿Sabes por qué? Por la vanidad de su mente. ¿Cómo? ¡Claro! No aceptan eso que está viviendo ese hermano por la simple razón de que no lo entienden con su mente, y no están preparados para aceptar nada que no procesen y entiendan con su mente.

Y luego fíjate lo que dice: teniendo el entendimiento entenebrecido. ¡Esto es muy feo, es horrible! Porque quiere decir que las tinieblas han ganado terreno en esa vida. Porque no encuentro forma de que tu entendimiento no esté entenebrecido, sino ha sido contaminado con las tinieblas. Y no sólo eso, sino que es notorio que esas tinieblas han tomado control y poder sobre ese pensamiento. ¿Y has visto lo que dice a continuación? ajenos de la vida de Dios. Esto significa, literalmente, fuera del Reino.  ¿Y a causa de qué? De la ignorancia de ellos. Entonces ahora pregunto: ¿Y por qué son ignorantes? Por la dureza de su corazón. Dios jamás condenará a una persona por su ignorancia, la condenará por la dureza de su corazón, que fue lo que lo llevó a la ignorancia. Comienza ya mismo tu proceso personal para ablandar tu corazón. No sé si ganarás cosas palpables o evidentes, pero sí te garantizo que alegrarás el corazón del Padre. Y eso no es poca cosa, créeme.

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julio 3, 2021 Néstor Martínez