Lo primero que se me ocurre decir sobre el Espíritu de Sabiduría, segundo de los siete mencionados, es que posee la habilidad para la guerra, para administrar, tener prudencia, ética con eficacia. Hay una serie de textos bíblicos que voy a transcribirte que contienen elementos relacionados con él.
Con Todo el Corazón
(Éxodo 28: 3) = Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu se sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi sacerdote.
Observa que es Dios quien te llenará o no de ese tan necesario espíritu propio. En este caso específico, lo hace con un fin netamente formal, como es el de confeccionar la vestimenta sacerdotal. Y sostiene que lo hace con todos los sabios de corazón. No de mente, no intelectual.
(Éxodo 31: 6) = Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado.
Otra vez la sabiduría divina relacionada con el corazón del hombre, concretamente en su ánimo. Esto inevitablemente reemplazará la formación intelectual que el espíritu de Grecia, nuestro gran enemigo, ha inculcado y estructurado en la mente de los hombres.
(Éxodo 35: 35) = Y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.
Si yo te digo ahora que un licenciado en diseño gráfico, creativo mil por mil y apto para producir trabajos de altísima calidad dentro de la informática en general, posee un talento otorgado por Dios a través de uno de sus siete espíritus, es probable que no lo creas, que lo desestimes y, en algunos casos, hasta que te burles.
No le hace, es cierto. Porque no solamente lo recibieron estos hombres encargados de los diseños sagrados del Tabernáculo, sino también sus mujeres, a las que encontramos en un par de versos anteriores, donde leemos:
(Versos 25 y 26) = Además todas las mujeres sabias de corazón hilaban con sus manos, y traían lo que habían hilado: azul, púrpura, carmesí o lino fino. Y todas las mujeres cuyo corazón las impulsó en sabiduría hilaron pelo de cabra.
(Éxodo 36: 1) = Así, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehová.
(2) Y Moisés llamó a Bezaleel y a Aholiab y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había puesto Jehová sabiduría, todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra para trabajar en ella.
Estamos hablando de la construcción del Tabernáculo, no de una clase magistral de Teología. Estamos hablando de sentido práctico, donde además de la ya conocida sabiduría de corazón, Dios entrega juntamente con ella, inteligencia.
Y esto es muy importante saberlo y tenerlo muy en claro, porque normalmente, y por imperio de las vanidades y orgullos a los cuales el espíritu de Grecia ha incentivado a los hombres, éstos suelen infatuarse y envanecerse de sus inteligencias, como si no supieran que de no haberla recibido de parte de Dios, no la tendrían.
¿Cuál es su mérito? ¿Cuáles son las bases argumentales a partir de las cuales esos hombres supuestamente llamados sabios por la sociedad secular, pueden permitirse cualquier razonamiento, incluso el que los lleva a desconocer, descreer y hasta despreciar al Dios que les proporcionó su inteligencia.
Pobreza del Rey de Tiro
(Ezequiel 28: 4) = Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros.
(5) Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas, y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.
(Verso 7) = Por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones, (Está hablando de Babilonia) que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor.
(Verso 17) = Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosuras, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.
Aquí tenemos a la misma sabiduría que Dios otorga, pero vista desde otra perspectiva. Hay una probabilidad de utilizar tu sabiduría, sin caer en trampas ni fraudes para, conjuntamente con un alto grado de prudencia, obtener riquezas, prosperar, administrar con éxito.
Lógicamente que luego el Señor advierte sobre la vanidad ocasionada por los éxitos obtenidos mediante la sabiduría. Una sabiduría que es llamada “hermosa” e, implícitamente, productora de esplendor.
Sin embargo, lo que debe quedar en los archivos de la atención, es la posibilidad más que cierta de que esa sabiduría se corrompa y termine trabajando para los intereses del enemigo, lo cual indefectiblemente llevará a quien lo protagonice a la perdición, esto es: a ser arrojado por tierra.
Palabra e Imposición
(Deuteronomio 4: 6) = Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos y dirán: ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
Aquí la sabiduría está incorporada al resultado de guardar la palabra de Dios. Estudiarla asiduamente y aplicarla puntualmente a todo lo que pienses y hagas, es la mejor garantía de recibir todo el caudal de amor y grandeza de Dios para tu vida.
(Deuteronomio 34: 9) = Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés.
Aquí tienes un caso muy puntual y específico de llenura de uno de los siete espíritus de Dios, por medio de la imposición de manos. No es excluyente, lo que implica que nadie puede esperar que porque un hombre le pone su mano en la cabeza a otro, ya está.
A esto siempre lo conduce Dios mismo y, cuando a Él le place, llena con ese espíritu a alguien. Pero si no le place o tiene sus motivos, no pasará absolutamente nada. Todavía quedan muchos cristianos, (Diría que demasiados), que tienen una fe muy singular que los lleva a suponer que ellos pueden ordenarle a Dios qué hacer, cuándo hacerlo, cómo y con quién.
Este es un sutil y muy fructífero (Para él) engaño de Satanás. Dios tiene todo el poder y puede hacer cualquier cosa que se nos ocurra o, incluso, aquellas cosas que ni siquiera se nos ocurren. Y puede hacerlo luego de oír un pedido nuestro. Pero que siempre será un pedido, jamás una orden. Esa orden, (Y aquí es donde está el error), se puede dar sólo cuando Dios así lo ordena y es para que la obedezcan y se sometan los demonios. Sabiduría.
Un Pedido Singular
(1 Reyes 2: 6) = Tú, pues, harás conforme a tu sabiduría; no dejarás descender sus canas al Seol en paz.
(1 Reyes 3: 11) = Y le dijo Dios: porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, (12) he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.
En el primer verso, David habla con Salomón y pone como fundamento de sus futuras acciones, la calidad o cantidad de sabiduría que éste demuestre o ponga en evidencia. En el segundo, mientras tanto, creo que vemos la consecuencia de alguna clase de frustración de parte de Salomón al respecto, cosa que lo hace pedir sabiduría (O su sinónimo: inteligencia), por encima de lo que cualquiera en su lugar hubiera aprovechado para pedir.
Y en ese pedido hay algunos detalles que Dios mismo gusta de resaltar. No tanto para que Salomón se ponga contento, sino para que quienes le oyen tomen ejemplo de ello. No se trata de pedir vivir ciento cincuenta años, amasar una fortuna superior a los cinco mil millones de dólares o lograr que todos tus enemigos, adversarios y rivales sean achicharrados por el fuego divino: se trata de adquirir una inteligencia suficiente para que cada paso y acto tenga el sello del Reino de Dios, nada menos.
Ciencias Inútiles
(Salmo 107: 27) = Tiemblan y titubean como ebrios, y toda su ciencia es inútil.
Aquí está hablando claramente de la sabiduría humana, secular, intelectual, de origen espiritual griego. Esa sabiduría que tanto se elogia y otorga prestigio en el plano del mundo pagano. A la hora de las cosas más importantes, profundas o capitales, no alcanza, no sirve.
Y si no, analiza: ¿De qué le sirve a alguien endemoniado y esclavo de diversas concupiscencias o pecados, sean sexuales, de droga-dependencia o alcoholismo, tener millones y millones de dólares y una inteligencia de nivel científico preeminente, si no puede con todo ello impedir su ruinosa vida y su carencia total de paz y serena estabilidad?
Facetas Positivas
(Proverbios 10: 23) = El hacer maldad es como una diversión al insensato; más la sabiduría recrea al hombre de entendimiento.
(Proverbios 14: 33) = En el corazón del prudente reposa la sabiduría; pero no es conocida en medio de los necios.
(Proverbios 20: 18) = Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con dirección sabia se hace la guerra.
Aquí te está presentando a la sabiduría con diferentes facetas positivas. Como una recreación, esto es: un descanso, un esparcimiento, un remanso de paz y tranquilidad para el hombre con entendimiento. Relacionada directamente con la prudencia, que es antítesis de la necedad. Y como epicentro de cualquier estrategia de guerra. Sin sabiduría no puedes ser guerrero, entiéndelo, te va la vida en ello. La espiritual, de hecho, aunque llegado el caso, puede incluir a la física también.
Desde los Ojos de Job
(Job 28: 12) = Más ¿Dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar de la inteligencia?(Job se pregunta respecto al lugar geográfico en que se encuentra la sabiduría. Comete un error de entendimiento, pero descubre su relación con la inteligencia).
(13) No conoce su valor el hombre, ni se halla en la tierra de los vivientes.(Total y absolutamente cierto lo primero, producto de cierta ignorancia específica lo segundo).
(14) El abismo dice: no está en mí; y el mar dijo: ni conmigo.
(15) No se dará por oro, ni su precio será a peso de plata.
(16) No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro.
(17) El oro no se le igualará, ni el diamante, ni se cambiará por alhajas de oro fino.
(18) No se hará mención de coral ni de perlas; la sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
(19 No se igualará con ella topacio de Etiopía; no se podrá apreciar con oro fino.
Yo creo, y me podrás corregir si entiendes que estoy equivocado porque sólo es opinión y no revelación, que no debe existir nada en el planeta de los hombres que tenga mayor valor que el oro y las piedras preciosas de diferente calibre, entidad y calidad.
Entonces podemos entender por qué razón el confundido y desorientado Job, que inexplicablemente (No tanto en lo espiritual), saca recursos inteligentes de donde aparentemente no los hay y encuentra explicaciones coherentes, establece esta relación.
Lo que sí resulta muy curioso y llamativo, es que en medio del oro y toda la cantidad y la calidad imaginable e inimaginable de las más afamadas piedras preciosas, él incluya casi de manera incoherente al abismo y al mar. El motivo sí tiene que ver con lo espiritual. Tanto que el abismo representa el infierno y el mar a las muchedumbres. ¿Significado? Ni el diablo ni el hombre pueden contra la sabiduría de Dios. Amén.
(Verso 20) = ¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
(21) Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo es oculta.
Creo que Job encuentra lo que hoy llamaríamos casi pomposamente, un recurso analítico abstracto. Porque él determina en su propia sabiduría, que no era menor, que esta tiene un carácter de invisible, intangible y no palpable, algo que por más vueltas gramaticales que puedas darle, no deja de ser absolutamente así.
(22) El Abadón y la muerte dijeron: su fama hemos oído con nuestros oídos.
(23) Dios entiende el camino de ella, y conoce su lugar.
(24) Porque él mira hasta los fines de la tierra, y ve cuanto hay bajo los cielos.
(25) Al dar peso al viento, y poner las aguas por medida; (26) cuando él dio ley a la lluvia, y camino al relámpago de los truenos, (27) entonces la veía él, y la manifestaba; la preparó y la descubrió también.
(28) Y dijo al hombre: he aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia.
Job finaliza su discurso con una conclusión que se equipara en nivel interpretativo y casi filosófico, con la de Salmón en sus proverbios. Dice que el camino seguro en dirección a la sabiduría, es el temor santo, mientras que para el de la inteligencia, lo que yo denominaría como una consecuencia de lo primero: apartarse del mal.
Derrotar a las Tinieblas
(Daniel 1: 20) = En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.
Es evidente que las fuerzas ocultas no podían resistir el Espíritu de Dios. Los movimientos ocultistas modernos reproducen muchos de estos antagonismos espirituales en el marco de una reanimación contemporánea de ocultismo. Su influencia continuará creciendo mientras se acerca el enfrentamiento final entre Jesucristo y Satanás.
En todo asunto de sabiduría e inteligencia, dice que Nabucodonosor eligió consultarlos. Eso significa que todos los creyentes que buscan caminar en la plenitud del Espíritu, encontrarán que de la misma forma que sucedió con los hebreos, que son diez veces mejores que cualquiera que se involucre en prácticas oscuras.
Hace muy pocos días, alguien me escribió un largo correo donde me relataba algunas peripecias eclesiásticas vividas, (Cosa que lamentablemente estoy demasiado acostumbrado a escuchar y leer) y me añadía que había estado allí proveniente del budismo; que se había hecho cristiano con deseos y voluntad, pero que luego de ver todas estas basuras humanas dentro de algunos templos, tenía ganas de volverse al budismo.
Le reconocí su estado de persona lastimada, herida, con amargura y resentimiento lógico y comprensible, pero no me guardé decirle que si su decisión verdaderamente era la de retornar al budismo, aquí sólo había estado de visita, pero que en verdad de ser cristiano no había entendido absolutamente nada.
Finalmente, para pasar ahora a una reflexión un poco más armada respecto a la sabiduría, quisiera reproducir un pequeño párrafo que Pablo envía a los Colosenses, y que de alguna manera nos da a entender que tanto una como la otra se puede pedir al Señor en oración y él concederá.
(Colosenses 1: 9) = Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, (10) para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; (11) fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; (12) con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; (13) el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, (14) en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Guiados a Toda Verdad
(Efesios 1:17) = Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento.
Por un momento quiero centrarme en la oración de Pablo. En esta oración Pablo le pide a Dios Espíritu de sabiduría y revelación en el verdadero conocimiento de Dios. Hemos hablado mucho acerca de la necesidad de esta obra en el creyente, sin embargo, mi corazón es continuamente devuelto por el Señor a concentrarse en la necesidad de que Cristo sea revelado.
Puede que tú hayas escuchado lo que voy a decir, pero te animo a que le permitas al Espíritu de Dios que trate con tu corazón de una manera fresca, para que cimente en tu corazón la necesidad de que el Espíritu de sabiduría y revelación obre en tu alma.
Mencionamos antes que sólo en la luz y realidad de todo lo que Pablo ya ha dicho, es que esta oración tiene significado. Pablo no se está deteniendo a la mitad de un pensamiento y haciendo una pausa para una reunión de oración. Él está compartiendo con la iglesia de Efeso lo que está orando por ellos en la luz de lo que ya les ha enseñado; y ¿Qué les ha enseñado?
Primero comenzó haciendo la descripción de la obra consumada de Dios en Cristo, la cual elaborará con más detalle en el próximo capítulo. Pero a manera de repaso, muy breve por cierto, Pablo pasó tiempo en los primeros 11 versículos de este capítulo describiendo algo de lo que Dios ya ha hecho en Cristo.
El versículo 3 dice: En Él hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”.
El versículo 5: En Él hemos sido adoptados, hemos adquirido el ‘estado de hijo’ que había sido prometido.
Versículo 7: En Él tenemos redención.
Versículo 9: En Él tenemos el misterio revelado y dado a conocer.
Versículo 11: En Él asimismo tenemos herencia.
Hemos visto que cada una de esas realidades es ahora en Cristo.Luego, en los versículos 12-14 Pablo les dice a estos creyentes, que el Espíritu de Dios les ha sido dado como garantía o certeza, de que ellos llegarán a conocer, vivir, permanecer, poseer y experimentar las cosas que les han sido dadas.
Orando con Criterio
Es muy similar a lo que dice Jesús: El Espíritu de Verdad los guiará a toda verdad. Él les enseñará todas las cosas. Él tomará de lo mío y se los revelará. O, como dice Pablo en 1 Corintios: Hemos recibido el Espíritu de Dios para que sepamos las cosas que Dios nos ha concedido.
Bien, Pablo primero describe las cosas concedidas, luego describe el sello del Espíritu, nuestra garantía, nuestra certeza de que conoceremos lo que se nos ha dado. Y cuando uso la palabra “conocer”, ni Pablo ni yo nos referimos a conocimiento intelectual.
Ese sería el entendimiento más alejado del significado de esta palabra en griego, o del concepto hebreo. Este es el conocimiento que viene al experimentar la unión, este es el conocimiento que ocurre cuando dos son hechos uno.
Incluso, como es dicho en Génesis: Y Adán conoció a Eva, y concibieron y dieron a luz un hijo.¡¡Yo diría que fue más que una experiencia intelectual!! Y así, con una descripción de la obra consumada de Dios, seguida por una descripción del ministerio del Espíritu de Verdad, Pablo continúa pidiéndole al Señor que les muestre más de lo que Él ya ha hecho en Cristo, para que lleven la imagen de Su obra consumada, no caminen en ceguera, ni descuiden esta salvación tan grande.
Esto nos lleva a los versículos de esta lección. La pregunta tiene que ser hecha: ¿Por qué ora Pablo de esta manera por los creyentes? ¿Por qué ora Pablo por Espíritu de sabiduría y revelación, que los ojos del corazón sean abiertos, y por los creyentes de los que acaba de decir que ha oído que están creciendo en fe y amor?
Recuerda, él había plantado esta iglesia y permaneció con ella por tres años, antes de zarpar de regreso a Jerusalén donde fue hecho prisionero. Tú podrías pensar: “Yo entiendo que él ore así por una iglesia en retroceso, o por una iglesia que él no plantó y estableció, pero ¿por qué por esta iglesia?”
Bueno, si tú haces esa pregunta sobre la iglesia de Éfeso, deberías preguntar lo mismo por cada iglesia a la que Pablo le escribió. No hay una sola carta escrita por Pablo en la que no se preocupe, primordialmente, por el crecimiento de los creyentes en este tipo de conocimiento y de ver, mediante la revelación del Espíritu y la concesión de sabiduría y entendimiento espiritual. Está dondequiera que lo mires.
En Filipenses 1:10 Pablo ora que la iglesia abunde más y más en conocimiento espiritual y discernimiento. En Colosenses 1:9, como ya hemos visto, pide que sean llenos con el conocimiento de la voluntad de Dios en toda sabiduría y entendimiento espiritual. En Filemón 1:6 que la participación de la fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en él en Cristo Jesús.
Vemos esto en todas partes y lo vemos por este simple hecho: Nada de la voluntad de Cristo puede ser cumplido sin la mente de Cristo obrando en el cuerpo de Cristo. He dicho esto antes y lo diré otra vez. Nada de la voluntad de Cristo puede ser realizado sin que la mente de Cristo obre en y a través del cuerpo de Cristo.
Y la mente de Cristo sólo obra en nosotros a través del Espíritu de sabiduría y revelación, así que nunca nos toparemos con ella por casualidad, ni la podremos descifrar. Yo te garantizo que todo pensamiento bonito y espiritual que tengas, en tanto provenga de ti, no sólo no es la mente de Cristo, sino que además es contrario a ella.
Romanos 8:6-7 dice: Porque la mente de la carne es muerte, pero la mente del Espíritu es vida y paz; porque la mente de la carne es enemistad contra Dios, ya que no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede.
Naturalezas Cambiantes
Mira, si no contamos con este hecho, nuestra vida será la manifestación de nuestra mente para Él y no la de Su mente a través de nosotros. Nuestra mente, como dicen estos versículos, es enemistad contra Dios…sin importar cuán amigable o espiritual pueda parecer.
Ella no puede hacer la voluntad de Dios, es por naturaleza contraria a ella. Recuerda, fe no es lo que tú crees, no es esperanza, no es confianza. Fe es la mente de Cristo obrando en tu alma. Fe es la perspectiva de la realidad espiritual que está frente a los ojos de tu corazón, posterior a la revelación de Cristo. Fe es el ver espiritual, el mirar que le es dado por el Espíritu.
Más que eso, es, en realidad, el mirar del Espíritu, Su perspectiva obrando en tu alma. No es tu entendimiento de cosas espirituales, es el entendimiento del Espíritu que está siendo forjado en tu corazón. Fe es cuando la mente de Cristo, la cual está en ti por el nuevo nacimiento, empieza a llevarte a la perspectiva de Cristo para obrar en ti la realidad de Cristo.
Luego, esto produce en ti la naturaleza de Cristo, la cual es amor, y éste te conforma a la imagen de Cristo. Ya hablamos alguna vez al respecto. Fe es la mente de Cristo obrando en ti, amor es la naturaleza de Cristo obrando fuera de ti.
La fe saca a la luz el amor. Gálatas 5:6 dice, Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor. El amor se vuelve la obra externa de la persona que está en ti mediante el nuevo nacimiento.
La mente de Cristo debe obrar en ti, o nada de Su naturaleza o de Su vida saldrá de ti. Es decir, nada de Su voluntad es logrado sin Su mente obrando en Su cuerpo. ¿Lo ves? La mente de Cristo no es buenas ideas cristianas, la mente de Cristo no es lo que sea que tú crees que Jesús haría.
No, esa es tu mente tratando de decidir cómo es Él. ¡Ni siquiera tu cuerpo funciona así! Tu cuerpo no trata de decidir lo que tú quieres y luego busca conseguirlo. ¿Puede imaginar cuán embarazoso sería si tuvieras que caminar con un cuerpo que trata de decidir lo que tú quieres para luego ejecutarlo?
¿Habría alguna posibilidad de que lo lograra? ¿Cómo podría? ¿Cómo podría un cuerpo manifestar una vida, cuando todo lo que conoce es una imitación de lo que él imagina es esa vida? ¡¡Por favor!, el cuerpo de Cristo no existe para imaginar lo que pensamos que son cosas buenas, comportamiento cristiano, acciones cristianas, pensamientos, reacciones, emociones…y luego salir a imitar a Jesús.
El evangelio no es la imitación de Jesús, el evangelio es la impartición de Jesús para que manifestemos Su vida el uno al otro y al mundo. Ahora, ¿Por qué esto es tan difícil de alcanzar para nosotros? Es “pan comido” cuando se trata de nuestro propio cuerpo.
¿Por qué nosotros seguimos pensando que el cuerpo de Cristo puede funcionar a través de miembros individuales tratando de actuar como Jesús? ¿Están tratando los dedos de tus pies de actuar como tú? ¿Qué debe suceder para que los dedos de tus pies cesen de tratar de ser como tú y empiecen a manifestarte a ti?
Origen, Causa, Suministro
Tu mente debe obrar en ellos. Tu mente debe ser el origen, causa y suministro de todo lo que tus dedos hacen. Esta es la razón por la que la mente de Cristo debe ser revelada por el Espíritu, para que obre en nosotros tanto el querer como el hacer para Su beneplácito.
Yo le digo este tipo de cosas todo el tiempo a la gente, y muy a menudo me miran como si estuviera diciendo algo extraño; pero en realidad, esto es muy simple. Tú no tienes que mirar más allá de tus propios dedos para ver cómo obra la vida en un cuerpo.
Debe haber una mente, una vida, una fuente, un suministro…y todos los miembros, al ser uno en dicha vida, expresarán juntos esa única vida conforme la mente obre en ellos. Esto nos lleva de vuelta a lo básico, y vamos a regresar allí tanto como tengamos que hacerlo.
¿Qué es un cristiano? ¿Es una persona sonriente que corta tu césped cuando tú, ministro, estás fuera de la ciudad? ¿Es una persona que cree verdaderos los hechos acerca de Jesucristo? ¿Es definido un cristiano por las doctrinas, emociones y buenas obras?
Yo tengo vecinos incrédulos que han hallado que fumar algunas plantas, los hace sonreír y actuar amablemente hacia los que los rodean. Entonces, ¿Es un cristiano definido por las emociones y los actos, o es aquel en quien el Dios vivo habita y busca manifestarse?
Sí, un cristiano no es una mano tratando de ser como la cabeza; un cristiano es una mano, que a través de la revelación de la Cabeza, se ha convertido en una vasija mediante la cual la Cabeza tiene expresión. Sé que esto puede sonar como la simplicidad misma, pero también sé que el Señor siempre está llevándome de regreso a esto en mi corazón.
Y me he hallado a mí mismo, orando por mí y por el cuerpo justo como Pablo lo hace en Efesios 1:17. Y me he hallado a mí mismo, orando todos los días que Dios revele a Su Hijo en mí, para que yo no haga una fantochada de Jesús con mi imitación carnal.
Y me he hallado a mí mismo, comprendiendo que mi mente natural es enemistad contra Dios, que sus mejores ideas y aspiraciones son lo mejor de sus buenas intenciones…y entonces otra vez, incluso eso resulta no ser el caso.
Ellas son, sin esfuerzo alguno, egoístas y contrarias a los caminos de Dios…porque como dice Pablo, yo soy por naturaleza hijo de ira. Bueno, ¿Qué sucede cuando un hijo de ira nace de nuevo? ¡Eso es fantástico, hay una nueva Vida en él!
Literalmente, Cristo ya vive en su alma, pero una cosa es que Cristo esté en su alma, y otra que Su mente obre en ella para que Su naturaleza pueda ser formada en ti. ¿Lo ves? Esto es lo que está detrás de la oración de Pablo. Una cosa es nacer del Espíritu, y otra que todos tengan la mente del Espíritu para caminar en el Espíritu y llevar el fruto del Espíritu.
Y entonces Pablo ora… Pablo ora para que este cuerpo de creyentes que él sabe están creciendo en la verdad, continúen al tener el Espíritu de sabiduría y revelación haciendo real en sus almas lo que ya está en ellas. ¿Qué hay en ellas?
La mente de Cristo: …nosotros tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16).Sí, pero ¿está esa mente en ti abriendo los ojos de tu entendimiento mediante el Espíritu de sabiduría y revelación, o está enterrada en algún lugar bajo todas tus teologías, conceptos cristianos e intentos de auto-mejoramiento?
Conocimiento Verdadero
Pablo ora que el Espíritu los lleve, por medio de la revelación, al verdadero conocimiento de Dios. ¿Entiendes que el conocimiento de Dios es, en realidad, el conocimiento que tiene Dios? Es la realidad de Dios, corazón, perspectiva y verdad.
El conocimiento de Dios no es nuestro conocimiento acerca de Dios, es el verdadero conocer de Él que obra en nosotros por Su Espíritu y conforme a Su realidad, Su corazón, Su perspectiva y Su verdad. Esto tiene nivel de revelación, ya que por norma se cree y se enseña lo opuesto.
Gran parte acerca de lo que Pablo está enseñando y orando por la Iglesia, tiene que ver con crecer en el verdadero conocimiento de Dios, pero yo a menudo pienso, que nosotros nos confundimos con respecto a lo que eso significa realmente.
Trata de pensar de la siguiente manera. ¿Cuál sería la mejor manera de conocerme? Porque tú no me conoces, apenas tienes cierta información acerca de mí. Sólo me conocen mis íntimos; familia, esposa, hijos, amigos.
¿Sería la mejor manera de conocer todo lo concebible de mí a través del estudio de mi vida, escuchando mis palabras, viendo mi reacción a las cosas y hablando con mi familia? O… ¿Me conocerías mejor si mi mente y corazón obraran en ti, mostrándote lo que siento, sé y pienso acerca de todo?
¿No sería un conocimiento mayor si mi espíritu estuviera en ti mostrándote qué me apasiona? ¿No haría esa calidad de conocimiento que cualquier otro tipo de conocimiento parezca externo y sujeto a la opinión de los observadores?
No estoy inventando esta analogía, eso es exactamente lo que Pablo dice en Corintios.1 Corintios 2:9-10, Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios.
Revelaciones Genuinas
Pablo inicia diciendo que Dios ha revelado las cosas que los ojos naturales no pueden ver, los oídos naturales no pueden oír y el corazón natural no puede conocer. Dios revela por medio de Su Espíritu lo que nuestros sentidos nunca podrían percibir.
1 Corintios 2:11 y 12, Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.
¿Puede ver el punto de Pablo aquí? Miremos lo que dice Pablo, es de la misma manera con Dios. Nadie conoce al Señor sino el Espíritu de Dios. “¡¡Esto es un fastidio, supongo que no lo puedo conocer!!” No, miremos el siguiente versículo: Nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios para que podamos conocer lo que Él nos ha dado.
Este es el conocimiento de Dios por el que Pablo está orando por la iglesia. No por más conocimiento acerca de Dios, no por una mejor teología ni acciones espirituales; ni siquiera por más de nuestro conocimiento de Él, sino porque el Espíritu mismo de Dios que vive en nosotros, revele la realidad de Su vida en nosotros.
Esto, en realidad, no es nuestro conocimiento, corazón y mente que llegan a un entendimiento de Dios, sino el conocimiento, corazón y mente de Dios que vienen a obrar en nosotros. El Espíritu nos ha sido dado para que podamos conocerlo, y por eso, Pablo ora para que por medio del Espíritu de sabiduría y revelación lo conozcamos a Él y experimentemos unión; que conozcamos al que vive en nosotros, al Espíritu que vive en nuestras almas: Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él (1 Corintios 6:17).
1 Juan 2:27, Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
1 Juan 5:20, Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Siempre debe ser el Espíritu el que obre en nosotros la realidad espiritual conforme está en el corazón de Dios. No puede ser por nuestra investigación o estudio de Él. ¿Por qué? Bueno, leamos 1 Corintios 2:14, Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Esto no significa que no debemos escudriñar las Escrituras; definitivamente debemos hacerlo, pero escudriñar las Escrituras no como una disciplina o para una lección de vida diaria. Yo leo las Escrituras porque son una ventana a través de la cual puedo buscar ver al verdadero Dios, la Persona de la vida eterna. Yo leo las Escrituras para que el Espíritu tenga algo que usar para abrir los ojos de mi corazón y revele a Cristo en mí como mi vida.
Este es el verdadero conocimiento de Dios: El Espíritu de Dios, el Espíritu de sabiduría y revelación dado al alma humana para revelar Su propia vida, Su perspectiva, Su corazón, Su voluntad, Su naturaleza, Su amor, Su justicia…en nosotros.
Participando en Su Vida
Causando tanto el conocimiento que proviene al experimentar la unión, como una participación en el Único conocido. Puede que esta sea incluso, una mejor manera de definir el “verdadero conocimiento de Dios”. Es nada menos que una participación en la vida de Aquel que llegamos a conocer, por lo tanto, la medida de nuestro conocimiento es la medida en que Su vida es formada en nosotros.
Por el contrario, la medida de nuestra falta de conocimiento es la medida en que seguimos viviendo en su lugar, la medida en que los dedos de los pies siguen tratando de actuar como la cabeza.Es por eso, que las oraciones de Pablo son muy consistentes con respecto a que la mente de Cristo obre en el cuerpo de Cristo.
Esa es la razón por la que Pablo ora, de la manera en que lo hace aquí en Efesios 1, y luego de nuevo en Efesios 3, donde dice algo muy parecido. La voluntad de Cristo no puede ser hecha, a menos que la mente de Cristo esté siendo revelada en los miembros de Su cuerpo.
Esto tal vez te recuerde algo que dijo Jesús: Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden (Juan 15:4-6).
¿Adónde quiero llegar con esto? Espero que sea obvio; nosotros seremos miembros muertos con mente propia, voluntad propia, movimiento propio, ministerio propio, gloria propia, todo propio, hasta que Cristo sea revelado en nosotros.
El problema no es la ausencia de vida, ni la falta de la vida de Cristo en nosotros, porque tenemos la plenitud de la nueva Vida desde el nuevo nacimiento. Nuestro problema es la falta de la mente de Cristo, mediante la cual todas las cosas de Su vida son manifestadas y Su voluntad cumplida. Esto viene únicamente por el Espíritu de sabiduría y revelación que nos lleva al verdadero conocimiento de Él.
¡¡Oh, las cosas que los miembros de Jesús hacen en “su Nombre”, separados de Su mente que obra en ellos el querer y el hacer para Su beneplácito!! Por eso Pablo ora lo que ora. Ora, incesantemente, que la vida que está en ellos a través del nuevo nacimiento, los lleve a la transformación y manifestación mediante el verdadero conocimiento de Él.
Pablo sabe que ahí está la clave para ver la voluntad de Dios expresada. Nunca debes olvidar: La voluntad de Dios nunca es hacer cosas para Él, sino la formación y expresión de Sí mismo en ti. Es decir, Dios no está tratando de decirte cuál es Su voluntad para que tú la hagas, Él no obra de esa manera. Dios está tratando de transformar tu alma en la fragancia o manifestación de Su voluntad en todo lugar (2 Corintios 2:14).
Dios no está tratando de darte instrucciones de cómo ser como Él, más de las instrucciones que tú estás tratando de darle a tu rodilla para que sea como tú. Él está buscando, al igual que tú, tener un miembro que sin ningún esfuerzo, exprese la vida que vive en su interior.
Y la manera de lograr un cuerpo que sin esfuerzo se convierta en la expresión de la vida que está en su interior, es que tenga una mente, una naturaleza, una vida que sea la fuente y suministro de todo lo que sucede en dicho cuerpo.
Por eso Pablo ora, de la manera que lo hace. Pablo no ora para que el cuerpo de Cristo se discipline a sí mismo a tal punto, que no haga esto o aquello. No. Que la mente de Cristo, su voluntad y naturaleza gobiernen a lo largo de todo Su cuerpo. Sabiendo esto, es que Pablo ora de la manera que lo hace.
Mejor es el Espíritu de sabiduría que los diamantes, y no hay cosa deseable que se le pueda comparar. Mejor es estar lleno del Espíritu de sabiduría que el oro fino. Los secretos de Él son de doble valor que las riquezas. El hombre no conoce mi valor, dice el Espíritu de sabiduría.
No me doy a cambio de oro, ni mi precio será a peso de plata. No me pueden comprar con oro de ofir, ni con ónice precioso ni con zafiro. Soy mucho más precioso que el oro y que el diamante. Por alhajas de oro fino no me pueden cambiar.
Valgo mucho más que las perlas preciosas. No se iguala conmigo el topacio de Etiopía. Nadie puede pagarme con oro fino. Soy uno de los siete espíritus del Santo de Israel, y fui enviado por toda la tierra. El Dios de Israel conoce mi camino, ÉL sabe dónde está mi lugar.
Quienes me poseen, tienen vida eterna en el Hijo del Altísimo. El Hijo del Santo de Israel
es la sabiduría de Dios; pues en él están escondidos todos los tesoros
de la sabiduría y del conocimiento.
El que peca contra mí, se defrauda a sí mismo. El que me aborrece ama a la muerte. Mejor soy yo que la fuerza y la riqueza de los seres humanos. Mejor soy yo que las águilas y los carros de acero. El valor de todas las armas de guerra no se pueden comparar conmigo.
Mi fruto es mejor que el oro refinado. Y mis beneficios mejor que el capital puro. Bienaventurado el hombre que posee el Espíritu de sabiduría; pues sus beneficios son más
que los de la ciencia y los del dinero.
¡Nada que puedas desear se puede comparar con el Espíritu de Sabiduría! Mis caminos, dice Él, son caminos deleitosos; todas mis veredas son paz. En mi mano derecha hay larga vida; y en mi mano izquierda, riquezas y honra.
Todos mis caminos son dulces como la miel. Todos los que echan mano de mí, comen del árbol de la vida: El Hijo del Santo de Israel. Yo guardo a quien me adquiere, y no se olvida de mí, y no se aparta de los dichos de mi boca.
Yo protejo a quien me ama. Dale importancia al Espíritu de sabiduría. En esto nunca podrás exagerar. Alábalo y él te engrandecerá. Si lo abrazas como a tu amada, te honrará. Está atento al Espíritu de sabiduría, inclina tu oído a su inteligencia; pues él te capacita para que guardes y pongas por obra los estatutos y principios de Dios.
Él ilumina tu rostro, y cambia la tosquedad de tu semblante. Él te capacita para que aprendas a interpretar todas las cosas con inteligencia. El comienzo de mis caminos es el Espíritu de temor de Dios. Yo, el Espíritu de sabiduría, enseño a quien me posee a discernir dichos profundos.
Capacito para entender proverbio y metáfora, las palabras de los sabios y sus enigmas. Capacito para aprender sabiduría e instrucción, para recibir instrucción en sabia conducta,
justicia, juicio y equidad; para dar a los simples, prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción.
