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La Noche Está Avanzada

En este tiempo y a esta altura de nuestro entendimiento, no debe quedar ningún creyente que no sepa que hay un mundo paralelo entre el mundo natural y el espiritual., el cual es el que influencia al mundo natural y, al igual que los inicuos pueden manifestar lo que los demonios le dictan, nosotros también deberíamos poder manifestar lo que el Señor nos dicta, dentro de este mundo perverso. Y descubrimos hoy que nosotros podemos hacerlo, porque sabemos que Cristo es rey de esa otra dimensión. Siempre lo fue, pero había uno que por decepción se convirtió en príncipe de los aires en esta dimensión, pero la buena noticia es que ya no lo es. Aunque todavía ande mucha gente dándole un poderío que ya no tiene. Cuidado con esto: No es un león, es “como” un león. Eso quiere decir que solamente ruge, pero que ya no muerde. Su boca es su mayor arma. Pero para emitir sonidos, no para morderte o tragarte. Boca. Argumentos. Doctrinas. Tesis. Ponencias. Si le crees, te mueres. Si lo combates en Cristo Jesús, lo vences.

El Reino de Dios está entre nosotros. El que piense que es algo que vendrá algún día futuro, tendrá que leer su Biblia nuevamente y pedirle al Espíritu Santo que lo guíe a toda verdad. El Reino de Dios está entre nosotros, sólo que, por ahora en espíritu, esperando ser manifestado en lo natural por el cuerpo de Cristo en la tierra. Y ese será el momento en que nuestro Reino exhibirá un estandarte que juzgará a los reinos del mundo. Porque ya fue dicho y tú quiero pensar que eres uno o una de los que lo ha creído y lo ha puesto por obra. Que, si buscamos primeramente el Reino de Dios y su justicia, todo lo demás nos será añadido. El pivote para poner en marcha todo esto, es el arrepentimiento. Tendríamos que cambiar nuestra manera de pensar. O sea que, hemos entendido hasta la fecha, que el Reino es, esencialmente, un estilo distinto de pensamiento.

Si fuéramos a resumirlo todo en una oración, yo te diría que participar en el Reino es operar en el mundo, a través de una filosofía distinta que la que este mundo tiene. Es decir que el arrepentimiento cambia tu manera de pensar y apoya los principios de ese otro mundo. Y los intenta manifestar aquí y, cuando son manifestados, tienen poder sobre la esfera natural. Es decir que son pensamientos, principios, reglas, leyes, pensamientos o filosofías. Son los títulos que le hemos puesto en el mundo, y para comprender de lo que estamos hablando, quiero usar los mismos títulos, aunque prefiero continuar diciendo que se llaman principios y no filosofías, pero para entender o por causa de su entendimiento, ese mundo tiene sus principios, sus pensamientos, su estilo de vida y su forma de operar.

Y esto que te voy a decir es un principio: Dios siempre comienza con lo negativo, y luego trae lo positivo. Él no llama al que está preparado; Él prepara al que va a llamar. Si tú miras en Génesis, Él comenzó la Creación y, de acuerdo al mundo que existimos, la comenzó al revés. Fue la tarde y la mañana el primer día. Fue la tarde y la mañana el segundo día. Fue la tarde y la mañana el tercer día. Él no comenzó por la mañana, comenzó por la tarde. El Reino de Dios es al revés que el reino natural. O debería decir una gran verdad que todavía no entendimos, que el que está al revés es el reino natural. Porque Él quita para establecer. Toma lo negativo, le quita lo que tiene que quitarle, y luego establece los principios del Reino, para luego usarlo para su gloria. De este modo, ningún vaso puede gloriarse de otra cosa que no sea la cruz. El quitó el Antiguo Testamento, para establecer el Nuevo Testamento.

Quitó la sangre de toros y machos cabríos, y establece la eterna sangre de Cristo. Quita el templo físico, y construye un templo espiritual. Sacó al hombre viejo y puso la nueva creación. El Señor quita y establece. Eso también es un principio inmutable. Recuerda que el comienza en la oscuridad, cuando ya no parece haber más nada, cuando ya no hay esperanza, cuando está oscuro y parece que el alba no va a llegar nunca, allí en ese preciso y exacto momento es cuando comienza el Espíritu de Dios a moverse. Recuerden que cuando el Espíritu aparece en la creación, comienza a moverse en medio de las tinieblas. Y es en medio de las tinieblas, en los últimos días que el Espíritu de Dios va a comenzar a moverse otra vez y a traer la luz. Dice Pablo en Romanos que la noche está avanzada. La noche no nos va a tragar, la noche se está acabando. Y es a través de la genuina iglesia de Dios que llegará el alba y la luz del día.

El arrepentimiento quita la forma vieja de pensar, para que Dios pueda establecer allí los principios de su Reino. Una vez más te lo digo, todo es al revés en el Reino de Dios. Para subir y tener éxito, tienes que bajar. En el mundo atropellas a todo el resto para subir, pero en el Reino de Dios es, al contrario; aquel que sirve es el que termina siendo el mayor entre los mayores. En el mundo, mientras más tú guardas y confías en tus cuentas bancarias que en cualquier momento pueden entrar en bancarrota sin que se pueda evitar. ¿Cuántos saben que en la tierra de Gozén no existe eso? Cuando Dios sacuda el mundo financiero, si tu esperanza sigue aferrada a él, tú también serás sacudido. Es Dios quien está conmoviendo el mundo, incluyendo su propio Reino. Porque un reino es un poder, un sistema. Si tu respaldo está en tu dinero, de acuerdo con el financiamiento mundano, entonces tú también estarás siendo sacudido.

Pero si tu apoyo está solamente en dar para recibir, no importa lo que suceda en el mundo, no importa la recesión que haya. Dios en la tierra de Gozen, traerá sustento. Tal vez no sea este el tema que quería tratar, pero no pude omitir la dirección que recibí de dártelo, porque esto sigue siendo un principio.

(Hebreos 12: 25) = Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. (La Biblia es un libro espiritual y está hablando de conmover o estremecer lo natural y lo espiritual) Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, (Esta palabra se traduce como gracia o favor) y mediante ella sirvamos a Dios agradándole (Agradándole significa que se lo debe servir con favor y con gracia, lo cual elimina el legalismo. O sea que cuando uno trata de conseguir obras para edificarse a sí mismo, se maldice. Porque es blasfemia, ya que está decretando que la obra de la cruz no es suficiente. Legalismo es maldición y hechicería) con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.

Dios está conmoviendo lo natural y removiendo lo espiritual. Ya fue enseñado esto, hace mucho tiempo. Pero hoy entendemos como creyentes, que el juicio comienza en la casa de Dios. Y cuando decimos eso, no nos vemos afectados individualmente. Por eso yo hoy, aquí, quiero establecer un principio de Dios. Que, si Dios va a estremecer la iglesia primero, qué es lo que eso significa para ti donde quiera que tú vivas. Porque resulta ser que la iglesia eres tú, no una cosa abstracta que miramos desde lejos. Nosotros somos la iglesia. Entonces, cuando Él dice que va a conmover la iglesia, no tienes que preocuparte por las vigas ni las maderas, eso no se va a mover ni a caer. El que si puedes caerte si no estás aferrado al Señor de señores eres tú. Muchos piensan, en el marco de la pandemia de Covid19, que es Satanás el que está zarandeando la iglesia, pero te voy a decir algo que tal vez no recordaste o no viste: las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia.

Satanás no tiene dominio como para sacudir a la iglesia. De hecho, estoy hablando de la que está bien fundamentada y se sujeta a la única cabeza legítima, Jesucristo. Te aviso que el que está zarandeando la iglesia, es Dios. Ahora bien; si el juicio comienza en la casa, tenemos que descubrir cual es la casa de Dios. En Hebreos 6:3 dice que Cristo fue fiel sobre la casa de Dios, la cual somos nosotros. Entonces, pregunto: ¿Somos casa de quién? ¿Dónde es que vive Dios, entonces? Gálatas 3:28 y 29 dice: ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa. Definitivamente, ¡Somos la casa de Dios!

Si esto es cierto, entonces Jerusalén es sólo un patrón y una sombra de lo verídico. No es la ciudad natural, sino una espiritual en la cual habita Dios porque ya ha dicho en otra parte, que no habita en templos hecho por hombres. Romanos nos dice, en el capítulo 3 desde el 28 al 30, concluimos que el hombre es justificado por fe, sin las obras de la ley. ¿Es Dios sólo Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, porque Dios es uno el primero y Él justificará por fe a los que son de la circuncisión, y por medio de la fe, a los que son de la incircuncisión. De manera que solamente la fe trae a Dios a los dos grupos, sean circuncisos o no. Escucha: eso te destruye doscientos años de teología.

Abraham, según la escritura que leímos, salió buscando una promesa. Nos dice que, si somos simientes de Abraham, (Sabemos que no somos linaje literal de Abraham, pero por la fe sí lo somos), entonces somos herederos de la promesa. ¿Y qué promesa? Porque si yo voy a ser heredero de algo, lo primero que quiero saber es qué es lo que heredé. Es inconcebible ver a una iglesia que sirve a Dios toda su vida y no sabe lo que está buscando. La carta a los Hebreos, capítulo 11 y versos 8 y 9 nos dan un poco de entendimiento en cuanto a la promesa de Abraham.

Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; (¿A qué salió? A recibir su herencia) y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó (¿Cuántos saben que habitó significa que lo consiguió?) como extranjero en la tierra prometida (De manera que estaba en la promesa. Consiguió llegar a consumar su búsqueda. Llegó a la tierra prometida, a la Jerusalén actual, allá en el Medio Oriente. Esa que está en pie ahora mismo, literalmente allá en Medio Oriente. Llegó allí, habitó allí. ¿Lo entendiste? Pero dice que estando allí, se sintió extranjero). como en tierra ajena, (¿Por qué? ¡Si era la promesa! ¡Era la herencia!)  morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;

Entonces vemos que llega a la tierra, pero se siente como que no es eso lo que le había dicho el Señor. Tiene que haber algo más. Se sentía extraño allí. La faltaba eso que muchos van a entender. Le faltaba eso de que sabe, que sabe, que sabe. Faltaba algo. Eso no es lo que él estaba buscando. El verso 10 nos aclara el asunto. Dice que porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Es decir que no andaba buscando a Jerusalén, ¡Andaba buscando a la iglesia! ¡Pero no, Néstor! ¡Es que ahí dice ciudad! Bueno, es que la iglesia es la casa de Dios, o la ciudad de Dios. Él buscaba una ciudad espiritual. Apocalipsis 21, ven rápido conmigo, que esto es sólo la introducción. Nota el verso 9:

Vino entonces a mí uno de los siete ángeles (Aquí vemos a Juan contando lo que vio desde el punto de vista eterno. Eterno porque está en el tercer cielo y no en la tierra, y sólo lo ve en el tiempo, en la eternidad, donde el pasado, presente y futuro, sin tener cronología, existe a un mismo tiempo. Juan lo ve desde arriba, Daniel lo ve desde abajo. O sea que Daniel lo ve desde el punto de vista del tiempo, pero Juan no). que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. ¿Qué fue lo que le ofrecieron a Juan? Enseñarle la esposa del Cordero. ¿Cuántos saben que somos la novia? Entonces ese ángel está preparando a Juan, ¿Para ver qué? ¡La iglesia!

Luego, el verso 10 dice: Y me llevó en el Espíritu (¿Dónde lo llevó? ¿Acaso en la carne? Claro, eso no significa que fuera un hechicero, un espiritista y dio vueltas como un trompo. Lo llevó en este mundo, pero no en este mundo. Lo llevó en esta esfera, pero fue en la otra esfera. Y en esta esfera es que él vio lo que va a ver ahora) a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, ¡Pero es que le iban a enseñar a la novia! ¡Pero él vio una ciudad! ¿Se habrá equivocado? ¿O es que la novia y la ciudad es una misma y sola cosa? No te enojes conmigo, enójate con la Palabra. Recuerda que te dije que el libro es espiritual y nos llama árboles, nos llama olivos, nos llama ramas, nos llama soldados, nos llama ciudad, nos llama Jerusalén, nos llama pan, nos llama hombre, nos llama un cuerpo, nos llama novia, nos llama esposa…pero es espiritual. Ahora nos llama ciudad.

En el verso 2 de ese mismo capítulo, dice: Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, (O sea: desde el tercer cielo, no de la atmósfera celeste que vemos todos los días siempre y cuando no esté nublado y se vea todo gris o sea de noche y se vea toda negra) dispuesta (O preparada. La palabra original es Edificada) como una esposa ataviada (Que es adornada) para su marido. ¿Qué vio? La nueva Jerusalén, vestida como una esposa, o como una novia, lista para ser desposada. ¿Qué vio? La iglesia. Acompáñame con cuidado. Hebreos 12. Todo esto es necesario para que tú aprendas que es lo que él va a remover, No te estoy predicando, te estoy enseñando que el que vas a ser removido eres tú, y qué es lo que él va a remover en ti. Eso para que entiendas que Dios está hablando contigo cuando dice que el juicio comienza por su casa.

Hebreos 12:18: Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, (En otras palabras: no nos hemos acercado a algo natural) y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, Mira ahora el verso 22: sino que os habéis acercado al monte de Sion, (¡Pero es que Sion está en Jerusalén! No, porque este monte al que nos acercamos, no se puede palpar. Y no te vas a acercar, te has acercado,) a la ciudad del Dios vivo, (No se puede palpar como si fueran bloques o madera, porque es la iglesia) A la Jerusalén la celestial, (¿Cómo que ya me acerqué a Jerusalén? Jerusalén celestial o divina. Gálatas dice: la Jerusalén de arriba, la madre de todos) a la compañía de muchos millares de ángeles,

a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, (Buen momento para que te hagas una auto pregunta: Mi nombre, ¿Está escrito en los cielos? Si él te dijo que sí, entonces tú te acercaste a Él, te acercaste a la ciudad, te acercaste a la Jerusalén, te acercaste a Sion cuando te acercaste a Él.) a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, (Somos la casa de Dios. ¿Acaso tienes alguna duda? En el capítulo 11, hablando de los hombres de la fe, en el verso 16 dice que ellos anhelaban una mejor. O sea que ellos estaban buscando una patria, pero dice que buscaban una mejor. Esto es, Celestial. La palabra allí es Divina en naturaleza. Por eso Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque LES ha preparado una ciudad. Está en toda la Biblia.

Hebreos 13:14: porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. En inglés y en el original dice: porque no tenemos ciudad continua o eterna, sino que buscamos la que sí lo es. Hebreos 2:5: Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, La palabra mundo venidero, tiene la implicación de condición del mundo bajo gobierno del Mesías, o el Reino del Mesías. Casa de Dios. Uno que está a punto de manifestarse, o en formación y diseño. Efesios 2, verso 19: Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, Dice que somos conciudadanos. Un conciudadano es alguien que comparte con otro, ¿Qué cosa? Una ciudad…¡Ah! Entonces, ni yo soy argentino, ni tú eres mexicano, ni colombiano, ni venezolano, ni chileno, ni nada. Todos nosotros somos conciudadanos de la Jerusalén celestial.

Y luego dice que somos miembros de la misma familia. La palabra familia es la palabra oikero, y significa casa de Dios. Y el verso 20 continúa diciendo: Edificados (Ahora te está diciendo que tú eres edificado) sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, Versos 21 y 22: en quien todo el edificio, (Ahora dice que somos un edificio) bien coordinado, va creciendo (Esto te está diciendo que el edificio tiene vida. Noten que la ciudad tiene vida, no estamos hablando de mampostería o cemento, ni tampoco la que está allá en Israel) para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros (Ahora están hablando contigo) también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

¿Cuántos han entendido lo que Dios está tratando de hacer al establecer estos principios? La importancia de todo el consejo bíblico, eres tú. No hay futuro, no hay cielo, no hay judío, eres tú. O sea que toda la creación se manifestó para que tú fueras edificado. Hasta Abraham se dio cuenta que faltaba algo. Salomón mismo decía, ¿Sabes qué? Yo tengo de todo, pero me falta algo. David hizo todo como supuestamente no se debía hacer. Él quería operar como si hubiera estado en el Nuevo Testamento. Él pecó y entró al Lugar Santísimo. Él se agarró de los cuernos y gritó: ¡Perdóname! Y alcanzó misericordia. Esa era gente que vino antes del tiempo. Aquella mujer que vino a Jesús y Él le respondió que allí los perros no comían. Ella le respondió que no le importaba que la llamara perro, que ella estaba allí por conocía su corazón y no conforme a la ley. Así que ¡Ayúdame!

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febrero 26, 2023 Néstor Martínez