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La Mentalidad Tabernáculo

Había ciertas fiestas en Israel que eran necesarias, y el pueblo tenía que asistir a ellas. Y si bien no llegamos a entender qué significan hoy todas aquellas fiestas para nosotros, sí creo que tenemos una medida de luz en cuanto a la aplicación personal que ellas puedan tener para nuestras vidas.

Así nos encontramos con la salvación, una fiesta llamada Pentecostés, hasta que nos encontramos con una muy especial llamada La Fiesta de los Tabernáculos. Tabernáculo, -recuerda-, es aquello que aún está por manifestarse en forma real en la iglesia.

Es la fiesta que se realiza durante la siega. Y de alguna manera, es el tiempo que estamos viviendo. Que comienza con el sonido de las trompetas, que no son otra cosa que ciertas voces a veces anónimas, a veces muy anónimas, que andan gritando verdades por allí.

Las trompetas emiten distintos sonidos por causa del idioma. Por eso hay trompetas doradas, trompetas de plata y de otros materiales fuertes, pero lo cierto, real y genuino, es que todas están haciendo un ruido más que considerable.

Y es muy importante que sepas en este momento, que la trompeta en la Biblia, siempre significa cambio de dirección. Cuando juan oye una voz como de trompeta, y ve a uno parecido al Hijo del Hombre en medio del candelero, en Apocalipsis capítulo 1, él inmediatamente sabía que, lo que se estaba diciendo, significaba cambio.

Ya fuese para congregarse, ya fuese para ir a la guerra o ya fuese para movilizarse de un campamento a otro, la trompeta siempre significaba cambio de posición. Estamos por reunirnos, por ir a la guerra o por transicionar, pero siempre significaba cambio.

Y la Fiesta de los Tabernáculos comienza con la Fiesta de las Trompetas. Si miras con atención a tu alrededor, y sales un poco de ciertas vendas mágicas desparramadas por allí, podrás darte cuenta que la Fiesta de las Trompetas ya se está celebrando.

Hay decretos, hay palabras que han sido depositadas, y por encima de eso, se está declarando a los principados y potestades, que existe una iglesia gloriosa que va a emerger y que no piensa tomar ningún tipo de resultado extraño como contestación.

Quiero leer algo en el Libro del profeta Nehemías. Y cuando lo esté haciendo, voy a estar extrayendo conceptos, voy a estar usando la Biblia como un pedazo de tecnología, y quiero usar un lugar llamado Nehemías en el mundo del Espíritu, y extraer de Nehemías los principios para tener la mentalidad adecuada para construir las vías por las cuales Cristo pueda regresar.

¿Cuál es la mentalidad que debemos poseer? ¿Qué identifica el tiempo? ¿Cuál es la posición y el carácter de la iglesia en esta jornada espiritual? Hay un mes en el espíritu que ha sido denominado como el séptimo, y es un mes que demanda cambio de vida.

Si tú venías viviendo de cierta manera durante los meses anteriores, cuando entras en el séptimo, para poder prevalecer, necesitas o es requisito, tener ciertas características que no eran necesarias en el mes anterior, es decir, en el mes sexto.

O sea: cada vez que nos acercamos más al fin, se pone más fuerte la batalla. Y requiere de una diferente dinámica para prevalecer. El esfuerzo que te ayuda a prevalecer durante el mes sexto, no es suficiente para prevalecer en el mes séptimo.

Hace falta otro modo de pensar, otra dinámica. Y quiero que en este trabajo tengas muy en cuenta que, cuando yo vaya a través de la Escritura que vamos a examinar, y mencione que este es el día de tal o cual cosa, lo haré para que tú en voz baja pero audible, digas para tus adentros, ¡Ese soy yo!

Esa es la mentalidad, esa es esta generación. Así es, Señor. Y si no lo es, para allá voy. Lo acepto, lo recibo, lo imparto a mi vida. Lo recibo como tu palabra. Es la mentalidad adecuada para  ese literal y simbólico mes en el espíritu.

(Nehemías 7: 73) = Y habitaron los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los del pueblo, los sirvientes del templo y todo Israel, en sus ciudades. (Nota claramente, que todos los niveles sociales vivían en ciudades.

Eso es lo importante, olvídate qué posición tenían. Pero la posición, muchas veces, declara el nivel social de la persona. Todos los niveles sociales vivían en ciudades. Y esto es importante, porque la primera ciudad fue construida por Caín. En Génesis 4:16, vemos como Caín funda la primera ciudad en total rebelión a Dios.

Dios dijo que él sería errante, pero él dijo que no pensaba errar nada y se quedó cristalizado y puesto en un solo lugar. Y creó la primera ciudad. La ciudad es creada fuera de la presencia de Dios. Porque Caín cuando la funda, la funda fuera de la presencia de Dios.

Dios echó a Caín de su presencia, y es fuera de su presencia que él construye la primera ciudad. Entiende: no es pecado vivir en la ciudad, pero sí es pecado ser arrebatado por ella. Ser arrebatado por el espíritu de la ciudad. No se camina a la misma velocidad en una ciudad en el campo.

En una época viajaba mensualmente a la capital de mi país por trabajo. En esa época yo vivía en un a población más pequeña que la que vivo hoy. ¿Y sabes qué? Volvía extenuado. Y eso que era bien joven y más que dinámico. Pero el ritmo de una ciudad es otro, mucho más acelerado.

Una persona arrebatada por el espíritu de la ciudad, no puede ser utilizada casi en nada por Dios. Tú debes vivir donde puedas o donde quieras, pero debes saber que la ciudad es mucho menos propicia que el campo o las poblaciones pequeñas para sentir o ver a Dios. Se nos hace más que difícil ver a Dios en el concreto y el asfalto.

Si vamos al campo y vemos un árbol o una montaña, allí sí estamos viendo la obra de Dios. La naturaleza nos describe a Dios; el cemento no. Se buscan las ciudades porque son más industriales y en general circula más dinero, pero se paga un precio por ello.

Y resulta ser que ellos tenían un estilo de vida, justo cuando comienza el séptimo mes. Todo el mundo vivía en el estilo de vida llamado: ciudad. Todo el mundo andaba en la misma. Vivían en el mismo estilo de vida. Y leemos una vez más el mismo verso:

Y habitaron los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los del pueblo, los sirvientes del templo y todo Israel, en sus ciudades. Venido el séptimo mes, los hijos de Israel estaban en sus ciudades. (Aquí vemos la ley de doble referencia, donde Dios cuando quiere enfatizar algo en la Escritura, te lo dice dos veces corridas. Aquí quiere enfatizar que esta gente vivía en este estilo de vida.)

(Nehemías 8: 1) = Y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.

Nota que tan pronto llega el séptimo mes, se congregan como un solo hombre. Es el día de la unidad. Vemos que es el día de compromiso, donde el espíritu de independencia es cortado. Donde todo se hace corporalmente. Donde el próximo mover de Dios no va a ser a través de un solo ministerio, o a través de un solo evangelista internacional, sino a través del cuerpo de Cristo en la tierra.

Un cuerpo trabajando unido. Cuando llega el séptimo mes, el estilo de vida comienza a cambiar. Es el día de hambre por la palabra. Lo primero que demandan, es: traed el libro. Dadme la palabra. Nota que el séptimo mes, no es un día de manifestaciones externas; es un día de concentración de la palabra.

Tan pronto llegó el séptimo mes, demandaron el libro de Esdras. “¡Esdras! ¡Trae el libro! ¡Queremos entender la palabra!” Es el día de hambre de la palabra. El séptimo mes, el cual estamos desandando en nuestra tierra, es el Día de la Fiesta de los Tabernáculos en la tierra, es el día de la lluvia tardía, es el día de la cosecha.

Llámalo como tú quieras, pero la mentalidad y los principios que estamos extrayendo, describe a la gente que vive adecuadamente dentro del tiempo. O sea: gente capaz de discernir claramente el tiempo en el que vive, y vive una vida adecuada para este tiempo.

Es un tiempo de cuerpo corporal, donde todo el poder de Dios regresa donde están sus hijos genuinos, a veces, sin siquiera pasar por las organizaciones tradicionales, no importa la tr5ayectoria y el prestigio que tengan cualquiera de ellas.

¡Trae la palabra! No quiero que ores por mí, ¡Quiero palabra! Seguimos leyendo. Nota el cambio drástico que hay entre el verso 73 del capítulo 7 y el primer verso del capítulo siguiente. Y lo único diferente, es que cambió el mes, y toda la gente reaccionó diferente.

(Verso 2) = Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo.

Es el día de intelecto. Es el día de entendimiento. No está permitido ser ignorante, cuando estamos viviendo en un tiempo de información global. No hay excusa para la ignorancia. Si hay ignorancia, prepararse, vivimos en el séptimo mes. Es el tiempo de demandar cero ignorancias en la iglesia.

Cero ignorancias en nuestras empresas. Es tiempo de sabiduría. Está escrito que la sabiduría aumentará. Y no dijo que fuese del diablo, dijo que la sabiduría aumentaría. De hecho, el tiempo que estamos viviendo, facilita el conocimiento. No hay excusas para no entender. Aquí es donde podemos pensar y hasta decir en voz alta: ¡Ese soy yo!

(Verso 3) = Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las aguas, desde el alba hasta el mediodía, (¡Desde el alba hasta mediodía! ¿Te imaginas una reunión en tu iglesia de esa duración?) en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían (¿De todos los que podían hacer qué cosa? Entender. Nota como re-enfatiza entendimiento.) entender, y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.

¿Estaban qué, dice? Atentos al libro de la ley. Este es el tiempo del discernimiento, de atender, de no ponerse a volar y cazar pajaritos cuando oyes la palabra. Ni siquiera parpadear cuando entras al espíritu de la palabra. No interesa cuánto dure el estudio, tú ni te mueves de donde estás.

Aprende esto: cuando alguien se incomoda, se fastidia y se cansa del mensaje o su duración, es gente que jamás entró en el espíritu del mensaje. A mí me ha pasado, no sé si te pasa a ti: cuando entras en la dimensión espiritual de un estudio o mensaje, ni cuenta te das del tiempo. Día de discernimiento, día que te demanda entender, día donde la gente está atenta, no se dispersa, no vuela

(Verso 4) = Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías, su mano derecha, y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam.

(5) Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.

El día de sumisión, donde todo el mundo está por debajo del nivel de la palabra. La palabra es más alta que la gente. Si la palabra no resuelve tu problema, más vale que te vayas comprando un ataúd, porque nadie te lo va a resolver. La palabra siempre está por encima de tu problema.

El día de sumisión, donde la palabra estaba elevada por sobre la gente. Vemos ahí una plataforma gubernamental; vemos que hay un elemento de gobierno en la palabra. Porque cuando tú ves en la escritura que el que está hablando tiene gente a la izquierda y a la derecha, es que tiene una plataforma gubernamental.

La palabra del séptimo mes trae consigo gobierno, autoridad. Es una palabra de un espíritu diferente. Estamos expresando las condiciones espirituales, los caracteres personales; estamos hablando de la mentalidad que es apropiada para fluir adecuadamente durante este tiempo, llamado La Fiesta de los Tabernáculos.

Y dice el verso 5, al final, que cuando se abrió el libro el pueblo estuvo atento. Allí la palabra implica que se puso en pie, o tomó su lugar. Vemos aquí el día del temor y sensibilidad. Temor a la palabra, reverencia. O sea: no estamos hablando de un culto o de un rito, sino que esta gente cuando oyeron la palabra, inmediatamente cambiaron su postura espiritual.

Hoy en día nosotros tenemos lo que yo llamo con cierto humor “porristas cristianos”, tratando de darle algunos latigazos a la iglesia para que adore, para que ore, para que cante, para que crea. Y así y todo, no entramos. Pero ellos entraron en un abrir y cerrar de ojos.

En un momento llegaron de afuera, donde están todos los demonios de Babilonia, simplemente abrieron el libro y listo; en la presencia de Dios. Cuando la gente trae una sensibilidad tal que, en un abrir y cerrar de ojos, cambian de lo natural a lo espiritual.

No necesitan de cuatro horas con porristas espirituales dándole latigazos para que adoren. ¡Es que no vengo bien! ¡¡Mejórate antes de entrar!! Escucha: si tú no traes a Dios contigo cuando llegas a tu congregación, retorna, porque allí no lo vas a encontrar.

El lugar de tu congregación es madera, cristal, alfombras. Dios no habita en nada de eso. Todavía queda un poco de religión por allí; destrúyela. En el Nuevo Testamento no hay altares. Sería sano, entonces, decir que altar, hoy, no es bíblico.

Es que no hay altares en el Nuevo Testamento. El altar se destroza cuando Israel cambia al Nuevo Testamento. Ahora, el altar es el corazón del hombre. Las plataformas que tú conoces, son necesarias para una dudosa visibilidad, pero de ninguna manera es santa.

(Verso 6) = Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande, y todo el pueblo respondió ¡Amén! ¡Amén! Alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.  (Fíjate; sólo fue abrir el libro, y ellos entraron en adoración.)

(7) Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanan y Pelaia, hacía entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar.

Esa frase que leemos como que estaban atentos en su lugar, significa decir que estaban presentes. Fue como decir: la dimensión o el perímetro espiritual que tú llenas con la gracia que tú tienes como persona en Cristo, estaba llena diciendo: el día de disponibilidad usadme.

En el mes séptimo, todo el mundo tomó su lugar. En el mes sexto, quizás estaba bien si no lo hacías, pero ahora empieza a estar mal si te queda sentado mirando hacer a los demás. Usadme. Todo el mundo atento; usadme.

Es el día de disponibilidad. Aquí también puedes decir: ¡Ese soy yo! Ahora, claro; una cosa es que Dios te use, y otra muy diferente que te usen ciertos hombres inescrupulosos que no faltan en nuestros ambientes, ¿Verdad? Entonces pide ambas cosas al unísono. Dile a Dios que te use y que te discernimiento para saber con certeza cuándo es Él quien te usa.

(8) Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.

Nota la diferencia del desplazamiento de la palabra en el séptimo mes. Primero, dicen que leían la palabra de Dios, claramente. No teológicamente; ¡Práctico! Te comparto un estudio, te doy tres principios. ¿Qué haces tú? Lo escuchas y me dices ¡Qué bueno! ¿Bueno? ¿Y entonces qué haces allí adulándome, en lugar de salir corriendo a poner en práctica el principio número uno?

Leían la ley de Dios claramente, y le ponían el sentido de modo que se entendiese. O sea: era obligatorio entender. Estamos viviendo un tiempo en donde la ignorancia no es aceptable. -¡Es que no entiendo! – ¡Aplícate! En lugar de quejarte, ¡Estudia! ¡Escudriña! ¡Ora, pide sabiduría, haz algo!

“Es que sigo sin entenderte”… ¡Vuelve a escuchar el MP3 tantas veces necesites hasta que lo entiendas! No son jeroglíficos egipcios, es la palabra de Dios. ¡Tienes al Espíritu Santo morando en ti, enseñándote todo lo que ignoras y guiándote a toda verdad! ¿O no lo tienes?

Dice que hacían que el pueblo entendiera. Era requisito en el tiempo final, tener el principio témpano. Poco visible por fuera, bajo perfil; enorme por debajo de la superficie. ¡Entendí! Hay mucha gente que corre con el mensaje, pero no lo aplica a sus vidas. Déjame decirte que si no lo has aplicado a tu vida, es porque no has entendido.

Será requisito entender. Día de claridad. Día de entendimiento de la palabra. Y no estamos hablando de Nehemías, estamos hablando de la gente que vive adecuadamente en el tiempo final. Esta es la mentalidad adecuada para el mes séptimo.

Este es lo que yo diría, el lugar llamado Nehemías en el espíritu. Y nos está diciendo lo que es necesario hacer para celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. Porque si no la celebras, no hay siega. Y eso es un problema, porque si no hay siega, no hay Cristo.

O sea que esto es necesario, porque Cristo llega durante la Fiesta de los Tabernáculos. Pero aquí estamos viendo que la Fiesta de los Tabernáculos tenía requisitos para celebrarse. No puedes entrar como te dé la gana. Estás invitado, peo debajo dice: “Ropa formal”. No puedes venir en camiseta. Había que tener cierta mentalidad para participar de los Tabernáculos. No podías hacerlo desorganizadamente, tenías que fluir como aquello que ya estaba escrito.

(Verso 9) = Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.

Nota la reacción que el pueblo trajo al mes séptimo. Era la reacción de los primeros meses. Del mes seis al séptimo. Cuando leían la palabra, cuando el pueblo se daba cuenta que se habían alejado mucho de lo que era la verdad; cuando escuchaban la palabra, se entristecían.

Porque decían: ¡Dios mío! ¡Cuánto nos falta! Hay un mundo de distancia entre esa palabra y donde estoy yo. Y la gente salía triste, porque calculaban el costo y decían; no sé si podré pagarlo. Esa era la reacción normal. Pero en el mes séptimo, es el tiempo que demanda una reacción diferente.

(10) Luego les dijo: id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.

Es el día que demanda una reacción diferente ante la palabra. Ellos, cuando oían la palabra claramente y la entendían, se tiraban de los pelos y decían: ¿Y ahora cómo hago esto? Escucha: reacciona diferente, porque el gozo de Jehová es tu fortaleza.

No te está dando fuerza con algo llamado gozo. Léelo en contexto, y verás que lo que te está diciendo es: No respondas con tristeza; responde con fuerza, porque a Dios la fuerza le trae gozo. El gozo de Jehová, es cuando tú respondes con fuerza.

El gozo de Jehová, es tu fortaleza. El gozo de Dios es cuando tú te haces fuerte en la palabra. Y entiende bien; el gozo, no es una sonrisa armada y casi ridícula en la cara de un creyente carismático. El gozo tampoco es quedar tendido en el suelo riendo a carcajadas. A eso, se le llama risa.

El gozo es una condición del hombre interno. El gozo es producto de una convicción absoluta de que Dios es Dios y nadie le vence. El gozo es una demostración positiva de quién es Dios en la tierra. El gozo es una fuerte actitud ante la vida que puede atacar todas las circunstancias y acosos.

El gozo es una actitud prevaleciente del espíritu del hombre. El gozo es una cultura de sed insaciable por su palabra. El gozo es un carácter que confronta todo lo que está en contra del avance del propósito de Dios. Es una postura interior.

Es el día de una nueva reacción ante la palabra. Ya no hay excusas para no entender. ¡Tienes que entender! Y si entiendes, serías fuerte. De allí que, cuando nos vamos tristes, es porque no hemos entendido. Porque cuando entiendes, no te entristeces. Sólo dices: ¡Gracias a Dios, ahora tenemos un objetivo hacia el cual caminar!

(11) Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: callad, porque es día santo, y no os entristezcáis.

(12) Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.

Es el día de dádiva; no es el día de venir a buscar nada a un templo. Además, aquí te queda claro que es cuando entiendes que se te produce fuerza. Lo que te trae fuerza no es el gozo. Dios se goza cuando tú entiendes la palabra, porque es ella la que te produce fuerza.

Entender es lo que te fortalece. Una persona que entiende, camina la tierra con autoridad. Y dice que habían aprendido las palabras que les habían enseñado. No predicado, enseñado. A la iglesia no se le predica; a la iglesia se le enseña.

(13) Al día siguiente se reunieron los cabezas de las familias de todo el pueblo, sacerdotes y levitas, a Esdras el escriba, para entender las palabras de la ley. (¿Para qué te dice que se reunieron? Para entender. ¡Quince veces te ha dicho que el mes séptimo es un día de entendimiento! Es inexcusable no entender.)

(14) Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo.

Aquí vemos que demanda un nuevo estilo de vida. Recuerda que todo el mundo vivía en ciudades. De repente, ahora, todo el mundo tiene que vivir en el campo y dormir en tiendas móviles. Imagínate que fuerte que tiene que haber sido salir un día de una casa en una ciudad, y al día siguiente encontrarte durmiendo en una choza en el medio del campo.

Así de drástica es la exigencia del cambio mental para la iglesia. Solo imaginarte qué tipo de transición sería mudarte de una casa en una ciudad y acomodarte en una tienda de indios. Así de drástico y de inquietante es el cambio de mentalidad de este tiempo de mes séptimo.

Del mes seis, al mes siete. Por eso es que la iglesia suele rechazar este mensaje. Créeme, existen demonios corporales. ¿Sabes lo que es un demonio corporal? Cuando toda una iglesia está influenciada por el mismo demonio y no lo saben. Ni cuenta se dan.

(15) Y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: salid al monte, y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso, para hacer tabernáculos, como está escrito.

En el mes séptimo, se predica cambio. Predicar esto, pregonar esto en todas las ciudades. Que hay que cambiar el estilo de vida; el mensaje del mes séptimo, es reforma. Pregonar que hay un cambio de estilos de vida, que hay un cambio de estructuras pensantes, hay un cambio en la forma de llevar un ministerio en el mes séptimo. Pregonar esto, dice la palabra.

Y luego, cuando menciona cronológicamente las ramas de olivo, olivo silvestre, arrayán o mirto, palmeras y todo árbol frondoso, te está dando los cinco componentes para construir la mentalidad del séptimo mes. Construid una choza con estos cinco ingredientes.

Y la choza se va a convertir en la cobertura mental de la iglesia durante el séptimo mes. Hay que construir una mentalidad deliberadamente, que prevalezca en el mes séptimo. Y Dios nos da cinco ingredientes a los cuales me voy a referir más adelante, para ver qué mentalidad está prevaleciendo en el mes séptimo.

(16) Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín.

Dice que cada uno lo hará. Nadie hará las cosas en tu lugar durante el mes séptimo. Nadie será tu cobertura humana, eso no existe. Deberás tener una cobertura divina durante las veinticuatro horas del día. Lo que rige tu vida es lo que te defiende en la calle.

Lo que gobierna tu vida, es lo que te cubre en el momento de la circunstancia. Cuando tú estás en una circunstancia en medio del trabajo, lo que te hace prevalecer, es la forma en que tú piensas. Y la forma en que tú piensas, es lo que te cubre.

Y esos principios que desarrolla tu mentalidad, provienen de Jesucristo, por lo que Jesucristo es tu cobertura. Y no importa por intermedio de quien o de qué la recibes. Tu cobertura es el emisor, no el mensajero.

Porque tabernáculo es mucho más que una antigua tienda o Jesús mismo, desde lo simbólico. Tabernáculo es una mentalidad que te cubre durante el mes séptimo, que tiene que ser formada por estos cinco ingredientes. Y dice que cada uno tiene que tenerla. Aquí puedes decir otra vez: ¡Ese soy yo!

Y observa que ellos hicieron todo esto en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en las plazas, en todos lados. Pero menos en sus previas coberturas. Esto es: menos dentro de tu anterior casa. Tú no puedes construir tu nueva mentalidad llamada tabernáculo dentro de la anterior.

Tenía que ser encima de la casa, o afuera en el patio, o afuera en el frente, o allá en la puerta de la ciudad. Pero la choza tenía que ser algo externo y superior a lo anterior, a lo previo. No construyas la tienda, y métela dentro de tu casa.

Entiende: fundamento apostólico, es protons. Dice1 Corintios 12:28 que Él colocó protons en la iglesia, el fundamento apostólico, primero. No hay un segundo sin un primero. No puedes edificar columnas sin fundamentos básicos.

El tabernáculo, la mentalidad que Dios quiere construir, destruye el previo odre. Es más fuerte. Te ayuda a prevalecer en los tiempos finales. Si Dios viene mañana, nos interrumpe y nos vamos. Pero si todavía no viene, entonces prevalecemos mientras regresa.

No la puedes poner dentro, dice sobre. Léelo con cuidado, dice: Salió, pues el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín.

(17) Y toda la congregación que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande.

Nota y presta atención a algo muy importante: este día del cual estamos hablando, no tiene precedentes. No puedes confirmarlo en la librería cristiana. No te puede ayudar el abuelito que tiene noventa años y lleva sesenta años en el ministerio. No se había celebrado.

Estamos, por primera vez, terminando. Nadie ha pasado antes por aquí. Y eso nos pone en un lugar de incertidumbre, porque a nadie le gusta ser pionero o apostólico; duele. Comenzar a viajar más allá del control. Aprender a tener paz dentro de la incertidumbre.

Aprender a regirnos por el espíritu. Y verdaderamente, no por fantasmas, como todavía lo creen algunos que andan por allí.  Y enseñan que todo es etéreo, fantasmal, con humos de colores y pétalos de rosas volando por los aires.

Caminar por el Espíritu, es ser obediente a la palabra. Dice claramente que desde los días de Josué, nadie había hecho eso. O sea que no había donde indagar, a ver quién me puede ayudar. Sino que las voces y las trompetas de Dios, están declarando: síguenos a un camino que ellos mismos han obtenido.

(18) Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito.

Te dije que hay cinco hojas: Número uno, de Olivos; número dos, Olivo Silvestre; número tres, arrayán, o mirto, como figura en la palabra; número cuatro, palmas: y número cinco, árboles frondosos. Vamos a ver las siguientes escrituras como pie y base. Anótalas porque no me dan los tiempos para ir a ellas.

Levítico 23: 33-44 – Deuteronomio 16: 13-18 – Números 29: 12-32 – Todas estas Escrituras te hablan de la fiesta y el tiempo de la siega y tabernáculos, y de los holocaustos, y los principios y mentalidades requeridas para poderlas celebrar adecuadamente.

Quiero extraer ahora cinco principios de estas tres escrituras. Luego te explico los componentes de tu mentalidad para el mes séptimo. O para el tiempo final. Primero: el tiempo de la siega, es el tiempo de cosecha. Se cosecha todo lo que tenía que ver con el lagar del vino, y todo lo que tenía que ver con la era y el grano.

Todo se cosechaba. Es el tiempo después del cual no existía vida en la tierra. Todo lo que tenía vida en la tierra, se levantaba. Se extirpaba de la tierra. Todo lo que tenía vida, cesaba, porque era recogido. Todo tenía que llegar al estado de madurez. El tiempo de la lluvia tardía, es tiempo de madurez.

Pide lluvia en tiempos de lluvia, dice Zacarías. Tenemos que pedir lo que el tiempo requiere que tangamos. El tiempo de lluvia tardía, no es tiempo de carcajadas, aunque de pronto sí lo incluya. Es tiempo de madurez.

Porque la lluvia viene para madurar el fruto. Porque si no hay fruto maduro, no hay siega. La lluvia viene con la intención de madurarte. Que tú reacciones con risa, puede ser muy bonito y hasta divertido, pero no adelanta el propósito. El propósito es madurez. Pide lluvia en tiempo de lluvia.

Pide madurez en el tiempo de la madurez. Pide ser cosechado en el tiempo de la cosecha. Todo lo que se ha sembrado en la iglesia, se recoge. Eso significa que es un tiempo de completamiento, es un tiempo de plenitud.

Es un tiempo donde todo lo que tú posees, comienza a pertenecerle al Reino. Es un tiempo donde todo se trae al alfolí. Porque todos los graneros están llenos. Todos los lagares están llenos. Todas las bodegas de vino, están llenas.

Porque todo se ha cosechado, todo llegó a madurez. Pero entiende esto: en el tiempo de la siega, madura todo; lo bueno y lo malo. Se madura la inteligencia de la iglesia. Todo lo que se te ha dado tiene que llegar a su madurez.

En segundo lugar, era el tiempo en donde el regocijo era necesario. Para participar de la siega, Israel tenía que estar alegre. No podía estar triste. Era el día en que se oraba a Dios por lluvia, y se recogía todo lo que estaba en la tierra, pero tenían que hacerlo con gozo.

Y recuerda una vez más que gozo no es una sonrisa ridícula en tu cara. Gozo es una actitud que no se doblega ante ninguna circunstancia en la tierra. Entonces, el tiempo del mes séptimo, el tiempo de la siega, tiene una actitud que es requerida para participar.

Tiene que tener una actitud correcta. Tiene que tener una mentalidad positiva. No puedes participar de la fiesta con una cara de limón o vinagre pasado. Es el tiempo más precioso para servir a Dios. Es el tiempo en donde la iglesia está viviendo los mejores tiempos de toda la historia de la iglesia.

Si estás en el tiempo, si entiendes los tiempos, si has entendido la palabra, hay un gozo que se produce que te activa de una manera, que no hay diablo ni demonio que te ponga en depresión. No hay demonio que te altere los nervios; no hay circunstancia familiar que destruya tu paso. Porque cuando estás viviendo adecuadamente para el tiempo, hay una postura interior que vence el tiempo. Tienes que tener un espíritu elevado, tienes que tener gozo.

En tercer lugar, en el tiempo de la siega se hacía memoria del peregrinaje en el desierto. Eso habla de una mentalidad de migración constante. Por primera vez vamos a ver una generación en la tierra que no se va a quedar estancada en un mover.

Vamos a entender que, después de un mover, hay otro mover. Y así, como dice la palabra, de gloria en gloria hasta el día perfecto de la venida del Señor. Una generación que entiende que el peregrinaje es un constante movimiento migrante fuera de la previa posición.

Siempre alumbrando y llegando a la estatura del varón perfecto. Que tú ya sabes que es varón maduro, no alguien sin errores. Migración constante. Donde estás totalmente dependiendo de la dirección de Dios. Es un día de transición constante.

El Salmo 84 habla del peregrinaje. El peregrinaje, allí no significa que tú seas extranjero en la tierra, como si fueras un extraterrestre, no. Tú eres bien terrestre. ¿Qué dirección tiene inscripta tu documento de identidad? ¿Esa dirección pertenece al planeta Tierra? Úsala. Peregrinaje, significa hablar de gente que no se queda estancada en un solo lugar. Y no se trata de religiosidad mística, se trata de mentalidades, de posturas espirituales ciertas.

En cuarto lugar, es la estación de equipamiento personal. Todo esto está sacado de esas tres porciones bíblicas que tú vas a leer luego, cuando termines de escucharme. Tiene que ver con la madurez de cada creyente. Si tú eres maduro, entonces todo lo que tú tienes está maduro.

¿Y cómo saber si estamos maduros? Porque hemos desarrollado nuestro don al máximo. Porque hemos desarrollado nuestra inteligencia al máximo. Porque todos tus talentos han llegado a un nivel de utilidad pública. Porque todo tu entendimiento, ahora tiene reconocimiento.

Una persona madura, es una persona que ha madurado todo lo que es y sabe. Y además, ha sido responsable con ello. Madurez es aceptación de responsabilidad. Nadie puede venir delante del Señor con las manos vacías, porque en el tiempo de Tabernáculos se supone que tú tengas algo, porque todo se ha cosechado.

Tienes que conocer algo, tienes que saber algo, tienes que tener una inteligencia, un talento, una comunicación, un idioma, alguna profesión, algún oficio, alguna influencia, algún dinero, alguna empresa, alguna idea, alguna visión; algo tienes que tener madurado, porque en este tiempo, todo lo que está en la tierra, madura, sea para bien o para mal.

En el tiempo de madurez, si tú no recoges el fruto, el fruto se te daña. Tienes que traerlo a los pies de Dios, todo le pertenece a Él. Escucha: tú ya lo sabes; yo no soy un predicador de prosperidad, ya lo sabes. Aunque la prosperidad sí es de Dios.

Es suficiente con saber algo, aunque más no sea elemental, de matemáticas. Y la matemática a mí no me suma del todo bien, cuando pensamos que vamos a vencer al mundo dándole el diez por ciento a Dios y dejarle el restante noventa por ciento a Babilonia.

Te estoy queriendo decir que, por más que todo el mundo traiga automáticamente su diezmo, jamás van a alcanzar a Babilonia. Yo no sé si dos más dos todavía es cuatro en este tiempo. Fíjate que los fariseos traían los diezmos, y sin embargo no entraron en el Reino.

Estamos hablando de una gente poseída por un deseo. La carga, es sólo ver el fin de la obra de Dios en la tierra. Cuando entiendes eso, es como si un terremoto te empezara a sacudir los pies. Yo soy partícipe y creyente de que si pedimos y queremos de acuerdo con el propósito de Dios, Dios va a poner ahí todo lo que pueda confiar en nuestras manos.

El problema es que cada vez que nos toca las manos, se nos olvida para qué se nos había puesto en nuestras manos lo que tenemos. Si Dios encontrara a uno a quien le pueda poner en sus manos todo el dinero del mundo para terminar su obra, lo haría.

Yo creo que esto tiene sentido, ¿No es cierto? Y no es Biblia, en este caso, es sugerencia personal; la tomas o la dejas, no te vas a ir al infierno por dejarla, ni tienes garantizado cielo por tomarla. Seguramente tú tienes algo para darle a Dios, porque en el tiempo de la siega, todos hemos madurado algo. Algunos han madurado la rebeldía.

En quinto término, se exigía, había un sacrificio donde comenzar, lo vas a ver en Números cuando lo leas; ataban una serie de animales, cuyo total era setenta. Setenta es el número de la iglesia, de la plenitud de la iglesia en la tierra.

Son las cuatro esquinas del globo. Tiene que ver con visión por las naciones. En el séptimo mes, todo lo que diga llamarse iglesia, tiene que estar conectada con lo que Dios está haciendo en las naciones. Y esto, obviamente, tiene que ver con redes, aunque también con globalización.

Es un tiempo de unidad genuina, no a la manera de un café compartido por semana o un cónclave con tinte pagano y liderazgo impío. Con un solo epicentro: el Espíritu Santo fluyendo a través de hombres y mujeres genuinos, quizás anónimos, por todo el planeta.

La globalización secular está funcionando a full. Hay bancos que se están tragando a otros bancos porque entienden que estos tiempos deberán ser peleados en grandes conjuntos y no con individualidades famosas. Y la iglesia, mientras tanto, anda discutiendo uno con otros por doctrinas perimidas.

Alguien dijo alguna vez que, cuando se está necesitando un enorme fuego purificador, la iglesia anda por el planeta como si fueran carbones separados, que apenas conservan un humito insignificante, mientras lo que se necesita es un fuego de conjunto.

Ahora quiero ver contigo estos materiales. Queremos construir esta mentalidad. En primer lugar, vamos a estudiar el material de la palma. Recuerda que con estos materiales tú vas a edificar tu mentalidad.  La Palma.

(Salmo 92: 12) =  El justo florecerá como la palmera; (Te está mostrando que la palma tiene que ver con justicia. La palabra justo tiene que ver con correcto) crecerá como el cedro en el Líbano.

(13) Plantados en la casa de Jehová, (Esto tiene que ver con firmeza, con gente que no es errante, que se saben someter a autoridades reales y quedarse en un solo lugar. Están bien plantados.) en los atrios de nuestro Dios florecerán. (Son gente fructífera, no es gente que no produce. Son gente que siempre está floreciendo.)

(14) Aún en la vejez fructificarán. (Aún en su vejez son fructíferos) estarán vigorosos y verdes, (Algunos hermanos mayores creyeron que se les daba permiso para ser unos viejos verdes, pero se equivocaron. La palabra vigoroso significa fértil. Viejos, pero fértiles. Y verde, significa nuevo y próspero. O sea que, puede ser un anciano, pero todavía tiene una palabra relativa a su tiempo)

(15) Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en él no hay injusticia.

Palma, en el hebreo, es la palabra tamar, y significa erecto, tiene que ver con perpendicularidad delante de Dios. Tiene que ver con una mentalidad que florece. Tiene que ver con estar recto y correcto delante de Dios. Puedes decir conmigo: ¡Yo quiero esa mentalidad!

Pon muchas palmas en tu vida. Estamos hablando de integridad, estamos hablando de rectitud, estamos hablando de transparencia y honestidad. Esa tiene que ser la mentalidad prevaleciente en el séptimo mes. La estamos construyendo. El primer ingrediente: perpendicularidad delante de Dios.

Estar bien plantado en Dios. Una mentalidad productiva, que florece. No una persona que resulta una carga pesada para los demás, de esas que siempre vienen buscando algo y jamás trayendo nada. Una persona que entienda el tiempo, y de los graneros que ya habrán sido cosechados en su vida, está trayendo al alfolí los granos y los vinos de su siega. Perpendicularidad.

Hay algo muy peculiar en esta palma. Esta palma  no es como la palma de coco, de esas que vemos en las paradisíacas playas caribeñas. Si no has visto ninguna, yo que tampoco he tenido la maravilla de verlas personalmente, te contaré algo de ellas.

Las palmas, (O palmeras, como las llamamos por aquí) cuando viene un viento fuerte, comienzan a torcerse de una manera casi increíble. Es como si de pronto la copa de la palma fuera a tocar el suelo, y de tanto soportar esa fuerza de arrastre, terminan creciendo como torcidas.

Esta palma de la cual estamos hablando, no es así. Esta palma no se dobla ni se tuerce con los vientos. Esta palma se da en el desierto. Puedes leer al respecto, luego: Cantares 7:7-8, en Apocalipsis 7:9-17. Aquí Dios está en medio de este tipo de palmas. Esta mentalidad atrae la presencia de Dios.

Y Jeremías 10:5, habla de ser erecto, recto. Esta palma vive en el desierto, donde ya no hay más verde en ninguna parte. Donde tú te crees que si no acabas de ver algo, te vas a terminar muriendo. Y de repente, ahí está esa palma.

Y tiene un tronco que es muy parecido al cedro. No hay quien lo doble. Es perpendicular y crece derechito, y las tormentas del desierto, no lo tumban. No crece con distorsión. No se deja llevar por la presión de grupo. Permanece, prevalece. Es una señal de vida, en medio de circunstancias de muerte.

Me pregunto: ¿Quién podría decir que no quiere esa palma en su vida? Una mentalidad recta e inconmovible, como la palma que crece en el desierto. Impresionante la palma esa. No es una palmita de coco, que se la lleva cualquier huracán de medio pelo.

Tenemos que poner esa palma en nuestra mentalidad. Jóvenes: cuando otros jóvenes, así sean de la iglesia, te quieran llevar a donde sabes que no tienes que ir, diles que tienes una palma en tu mente que no te permite doblarte ante ninguna presión de grupo.

Y esta palma, siempre está floreciendo. Está en medio del desierto, y está floreciendo. Eso habla de un estilo de vida elevado. Algo dentro de ti que dice: ¡A mí no mueve nadie! Necesitas sí o sí ese ingrediente en tu mentalidad, para prevalecer en los últimos días.

El Arrayán, también conocido como La Planta de Mirto. Zacarías capítulo 1, por favor. Yo sólo escogí algunas escrituras, tú puedes hacer tu propio estudio utilizando otras que aquí no voy a mencionarte.

(Zacarías 1: 8) = Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba en un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos Esa palabra Mirtos, es la palabra Arrayanes) que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos.

(9) Entonces dije: ¿Qué son estos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: yo te enseñaré lo que son estos.

(10) Y aquel varón que estaba entre los mirtos, respondió y dijo: (Nota que de entre la mentalidad de mirtos, sale una voz) estos son los que Jehová ha enviado a recorrer la tierra. (La mentalidad apostólica, viene con esas ramas. De las ramas de mirtos sale la palabra apostólica o de reforma. Salen a recorrer la tierra.)

(11) Y ellos hablaron a aquel ángel de Jehová que estaba entre los mirtos, y dijeron: hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta.

O sea: después de la palabra que sale de los mirtos, la tierra llega a reposar. Esas palabras reposar y quietud, significan orden divino. O sea: el plan de Dios se termina, después que la iglesia se ha reformado. Pon esa palma en tu vida como un destino de reforma.

Vivo en los principios de un nuevo milenio, seré parte de la palabra apostólica, soy un enviado. Tienes que tener una mentalidad apostólica de ser enviado. Cuando estás en medio de la escuela y hay un conflicto, allí es donde tienes que recordar que eres apostólico, has sido expuesto a ministerios apostólicos, y Dios te ha enviado a ti a que pases por esa situación para resolverla.

Puedes gritar a los cuatro vientos: ¡La solución soy yo! No es para orar para que dios te ayude. ¡Yo soy la solución enviada al problema! ¡Somos una generación enviada a la tierra! ¡Somos embajadores de Cristo! Y cuando estamos frente a un problema, no es el tiempo de orar, es el tiempo de actuar. Eres un enviado.

El libro de Ester es muy interesante. El nombre de Ester, en el original, es Adasa, y significa Mirto. Todo el libro de Ester es un libro de reforma. Ester sólo nace para terminar con el espíritu religioso llamado Aman. Y para quedarse con todo lo que el espíritu religioso pervirtió. Y para honrar el ministerio profético de Mardoqueo.

La reina Vasti, es la reina que es degollada, por falta de representación pública. Porque andaba perdiendo tiempo en un culto de damas. Cuando el rey quería exponerla ante las naciones, ella andaba ocupada en un banquete con mujeres.

Las programaciones internas que no son relativas al propósito de Dios, hace que la iglesia pierda autoridad en la tierra. Por eso Ester es levantada, produce una reforma, cuelga de los cordones a Amán que es el espíritu extremista religioso en la tierra, y después va donde el jefe, donde el rey, y le dice: ya que Amán está muerto, ¿Por qué no cambias el edicto para que ya no tengamos que pelear? Y el rey le dice: “Aquello que ha sellado la sortija, yo no lo puedo cambiar. Pero te doy permiso para que te defiendas”.

O sea: vamos a ganar, pero hay una guerra. Eso está en toda la Biblia. Mientras que mucha gente está e4sperando que venga Cristo y los rescate, hay otros que se están preparando para pelear, ganar y gobernar. Puedes decir una vez más: yo quiero mirtos en mi vida.

Quiero palmas y mirtos, una mentalidad de reforma, una mentalidad de que yo entiendo que la solución al problema, soy yo. No estoy fantaseando, hermano. ¡Somos enviados a ser sal de la tierra! No fuimos enviados a huir de los problemas de la tierra.

La sal cambia todo lo que toca. A todo lo que toca, le cambia el sabor. Cámbiale el sabor a la situación. La palabra dice que si pierdes tu salitre, vas a ser hollado por el mundo. Si la iglesia anda atropellada por el mundo, entonces, es porque ha perdido la sal. No permitas que nadie te atropelle, échale un poco de sal a tu vida. En esa clase de sal no corres riesgos de hipertensiones ni colesteroles. Es sal santa.

Las Ramas de Olivo. Cuidado, no me estoy refiriendo al olivo silvestre, me estoy refiriendo al olivo. Zayim. Está relacionada con el aceite, pero es diferente al olivo silvestre. Esta planta era cultivada en grupo. Nunca la encontrabas sola.

Habla de matar el espíritu de independencia en el mes séptimo. Nadie puede hacerlo solo, y no me estoy refiriendo a las cincuenta ancianitas de la congregación de la esquina de tu casa. Seguramente que algunas de ellas conforman el cuerpo de Cristo, pero sabes muy bien que no todas. Las restantes son parte del inmenso montón religioso existente.

Porque la palabra es muy concreta cuando dice que todo lo que está fuera del cuerpo será destruido. Claro está que, a partir de este momento, una de tus máximas tareas será discernir dónde está el cuerpo de Cristo genuino y dónde la iglesia nominal y babilónica.

Sin embargo, algo muy particular que tiene esta planta, es que es fructífero hasta su edad más avanzada. Tú sabes que el fruto de una planta, según  va madurando una planta y se pone vieja, va desmejorándose. Se va dañando y ya no es tan bueno como cuando la planta era nueva.

Pero esta planta de ramas de olivos, es al revés. Mientras más vieja se pone, mejor es el sabor del olivo. O sea que aún en su vejez, su fruto es relativo. Ahora puedes volver a decir en voz alta: yo quiero mirto, yo quiero olivo, yo quiero palma.

Estoy construyendo tabernáculo. Y cuando está por morir, que ya está seco, y que está casi hueco por dentro, y está a punto de caerse porque se ven sus raíces que sobresalen de la arena, retoña. O sea que no se va de esta tierra sin dejar algo para la posteridad, con sus mismas características.

Habla de productividad. Habla de ser útil hasta el último día de tu vida. Habla de tener una posteridad con las mismas características. Habla de construir una visión más allá que la visión de tu grupito de reunión doméstica.

Habla de donde vida, es simplemente muerte, o muerte es tragada por vida. Habla de la generación que será transformada en un abrir y cerrar de ojos. Habla de un poder generacional. La misma planta que estaba en Getsemaní, donde Dios dio a luz una nueva vida, justo antes de morir.

Olivo Silvestre. La palabra es ets. Significa firmeza, hacer firme o sanar, o hacer cabal. Era algo que tenía calidad y cualidad medicinal. Mira luego estas escrituras: Jueces 9:8-9 – Deuteronomio 32:13 – Salmo 128:3. Era un ungüento que se extraía de este árbol silvestre, y lo untaban para sanar el alma.

Habla de ser cabal en el mes séptimo. De ser completo. Necesitamos ese tipo de bálsamo mental en este tiempo, escúchame; no es el tiempo de andar psicológicamente quebrantado. ¡Sánate! Busca la manera y ve y sánate.

Mira creyente que has pasado por decenas de sesiones de sanidad interior, que has juntado no menos de diez preciosas personas que se han ocupado y preocupado por el estado de tu alma, Es tiempo de entender que somos un producto de nuestras propias decisiones.

Es tiempo de dejar de echarle la culpa al pasado por la falta de futuro. ¡Sé sano! ¡Dios sí puede! Cualquier mujer que se encuentre allí escuchándome en este momento, bajo el simple sonido del poder de Dios a través de mi voz, que haya sido molestada, que haya sido violada, que haya sido maltratada verbal  física o sexualmente, en el nombre de Jesús declaro y decreto que hay suficiente poder en la sangre de la cruz para que tú seas sana en este mismo instante. Acéptalo, créelo; ¡Recíbelo!

Traumas emocionales por causa de la falta de espíritu paterno, ¡Sé sano! en el nombre de Jesucristo de Nazaret. Relaciones conyugales que no funcionan por causa de traumas mentales a causa de sexo perverso. ¡Sánate en el nombre de Jesús!

Olivo Silvestre. No es tiempo de andar psicológicamente rotos. Dañando el futuro por echarle la culpa al pasado. Cambia tu manera de pensar. Según el hombre piensa, así es. Piensa bien de ti mismo, no es tiempo de andar rechazado. Ámate. “¡Es que nadie me quiere!” Quiérete tú.

Eres acepto en el Amado, dice la palabra. Basta de psicología cristiana. No tengo absolutamente nada contra ella, al contrario, pero la consejería cristiana ha frenado durante años el trabajo real que tiene la iglesia en la tierra. Por atenderte a ti, no nos hemos ocupado del enemigo ni de cumplir el plan de Dios.

Un sencillo cálculo de probabilidades, dice que si tú aplicas la palabra que se predica, no existiría la consejería en la iglesia. A cada hermano que llegue a consejería, deberíamos darle una pequeña tarjeta con un versículo, y decirle: “vaya, hermano; hasta que no ponga por obra esto que está escrito aquí, no vuelva”.

Árbol Frondoso. Estamos construyendo, ya casi tenemos la tienda hecha. Esta rama no es una rama en particular. Árbol Frondoso significa cualquier rama que tenga muchas hojas. Cuando tú escuchaste la semana pasada a ese hermano que vive en la otra punta del planeta con respecto a mí, y ahora me oyes a mí, ambos teníamos dos ramas bien diferentes. Eso te habla de la diversidad imperante en el cuerpo de Cristo.

Entendiendo preponderantemente, que lo que tú has venido hacer será absoluta responsabilidad tuya; nadie lo hará en tu lugar. Porque sólo tú puedes hacerlo. Eso elimina el espíritu de competencia, que es fruto del espíritu de Grecia infiltrado en la iglesia.

Habla de la diversidad en el cuerpo de Cristo, habla de una multitud de hojas, habla de hojas de diferentes clases. Diversidad, variedad. Acuérdate que la Biblia termina con un árbol con hojas que no se caen. Y que son sanidad a las naciones.

Isaías 1:30 habla de juicio si no eres frondoso. Isaías 64:6 dice que eres improductivo si eres estéril, en cuanto a las hojas se refiera. Tenemos que ser útiles en las manos de Dios, entendiendo que somos quienes somos, porque así le agradó a Dios.

No trates de imitar a nadie, no trates de competir con nadie. Compárate con el lugar donde tú mismo debes estar. Sigue tu vida de acuerdo a donde debes estar tú. Sigue el destino de tu vida, no de la de tu vecino.

Cada uno tiene una hoja de ruta diferente, aunque todos luego arribemos al mismo lugar. Habla de fertilidad, habla de productividad. El Salmo 1 dice: bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores; ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley media de día y de noche.

Será como árbol plantado junto a corrientes. Esta palabra “junto a corrientes, significa corrientes subterráneas. No es que esté al lado de un río, sino que es gente que tiene sed y busca.  Y sigue diciendo: que da fruto a su tiempo y su hoja no cae. Es un árbol frondoso, su hoja no cae.

Siempre verde. Verde doce meses al año. Y dice que este tipo de mentalidad, da fruto a su tiempo. O sea que da naranjas en el tiempo de las naranjas, y da manzanas en el tiempo de las manzanas. Y da hijo en el tiempo de los higos.

Entonces, predica madurez en el tiempo de madurez, predica sanidad cuando es tiempo de sanidad. Es una persona relativa al tiempo de Dios. Árbol frondoso. Es la misma hoja que encuentras en Apocalipsis 22, que es sanidad para todas las naciones.

Vamos a terminar viendo algo en Zacarías capítulo 14. ¿Cuántos han entendido cómo se construye una buena tienda que no caiga bajo ningún viento recio? Tenemos palmas, tenemos mirtos, arrayanes, tenemos olivos, olivos silvestres, árboles frondosos.

Pero mucho más que estos elementos concretos, necesitamos levantar y colocar esta tienda por encima de nuestro previo entendimiento, más arriba de tu casa, más arriba de la puerta, más arriba del patio. La tienda tenía un una agujero arriba, que sólo podía ser cubierto por Dios y tu mentalidad. En el tiempo de los tabernáculos, tenemos que tener una mentalidad superior al mes sexto. Una mentalidad apropiada y adecuada para el mes séptimo.

(Zacarías 14: 16) = Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. (O sea: todo el mundo tiene que ir).

(17) Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. (Es decir que si no posees esta mentalidad, sobre de ti no llueve. Y si no llueve sobre ti, no maduras. Y si no hay madurez, no hay cosecha.

Hay veces que se puede predicar la palabra de una manera que no te permite escape alguno. No es tiempo de escaparse. Y todo conforme a la Biblia, para que nadie dijo que el hermano ese, dijo. ¿Lo estás viendo allí que lo dice, verdad?

Que el que no suba con el nivel mental requerido para celebrar la fiesta de los tabernáculos, sobre de él no llueve. Vas a ver la lluvia y no te vas a mover. ¿Recuerdas el lisiado que estaba sentado, y todos estaban participando de las aguas que se movían, menos él? Es posible ver el mover de Dios y nunca participar.

(18) Y si la familia de Egipto no subiere (Nota que esto es para todo el mundo. Salvo, no salvo, religioso, o no) y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos. (Fíjate que le está hablando a la iglesia y a otra gente más, que también son parte del Reino, pero no de la iglesia. Esto es para todo el mundo).

(19) Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieron para celebrar la fiesta de los tabernáculos. (Tenemos que subir el nivel mental para celebrar el séptimo mes).

(20) En aquel día (¿Qué día? El día de los tabernáculos) estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ; y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar.

¿Te imaginas? Las campanillas de los caballos son las cosas más comunes. Las sacuden, las patean, son la cosa más sencilla y todo caballo la tenía. Y las ollas, viejas, algunas quemadas por el uso, las cosas más comunes en el hogar, dirán Santidad a Jehová.

Un título que sólo le pertenece a un Sumo Sacerdote. Está diciendo que todos los niveles de vida más comunes de la tierra, en el día de tabernáculo, serán elevados al nivel de un Sumo Sacerdote. Cuando apliques esta mentalidad a tu vida, tu vida será elevada, y comparada con lo que únicamente usaba en la mitra el Sumo Sacerdote, que decía: Santidad a Jehová. Cualquier persona sería un reino de sacerdotes, en el día que elevases tu mentalidad, según los requisitos de la fiesta de tabernáculos.

(21) Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; (Esto es: todo el mundo será útil) y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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junio 5, 2015 Néstor Martínez