Existen dos sistemas dentro del mundo espiritual y ninguno de esos dos es de Dios. En realidad, tendría que decirte, si quiero ser más puntual, que serían tres, que operan con estructuras de reino. ¿Qué significa esto? Son sistemas de corrupción y esclavitud. Y hay toda una operación híper religiosa para sacar a los redimidos y llevarlos a elegir entre alguno de estos dos sistemas. Son sistemas que conectan con una sensación muy fuerte de pertenencia en las personas. Muy parecido a lo que sucede en el fútbol, con los clubes y sus simpatizantes, hinchas, torcedores, tifossi o como se le llame en tu patria. Esto significa que, al igual que sucede con los colores de las casacas de esos clubes, esa gente va a llegar a identificarse con el sistema en el cual están metidos. Entre otras particularidades, porque los dos sistemas estos prometen prosperidad y abundancia a la gente, pero siempre es merced a la trampa de hacerlos caer en esclavitud o corrupción. O en ambas.
¿Cuáles son esos dos sistemas espirituales? Al primero lo podemos llamar como aquella antigua ciudad de perversión: Sodoma. Supongo que habrás leído lo suficiente como para conocerla, ¿Verdad? Este es un sistema que manipula, controla, crea doble mentalidad y conocimiento mental y sensual, o sea a través de los sentidos y se especializa en la imitación. Una expresión visible de este reino invisible, es Caldea, Babilonia, Sodoma y Gomorra como ciudades, y aun los reyes cananeos que aparecen mencionados en el libro de Génesis. Sí tú los identificas y aprendes a salir de dentro de ellos, otra cosa será tu vida de fe. ¿Te estoy diciendo que puedes estar dentro de Sodoma, por ejemplo? Te estoy diciendo que todos esos reinos, nos afectan. Y también me alcanza para asegurarte que, todos aquellos que por ignorancia o incredulidad sostienen que si no los fastidian ellos no te molestarán, están sentenciados y condenados. El infierno no perdona.
Esto es como la contaminación ambiental. Si estás caminando por una ciudad contaminada, tú estás respirando algo contaminado, con lo que sea. Y esa respiración tuya, lo que provoca, es que a la larga tú o cualquier persona que ande por allí, se enferme. Esto, obviamente que no significa que te hayas hecho adicto al tabaco y fumes, sólo significa que estás respirando aire contaminado. Estos tiempos que estamos viviendo en casi todos los lugares del mundo, son de crisis económicas de distinto color, pero que como nunca antes vimos. Es muy extraño, porque no se trata de las antiguas crisis conocidas y permanentes, es como si fuera otra cosa nueva y más peligrosa. Hay lugares del mundo en los que la gente tiene dinero, pero no quiere gastarlo. Y eso desacomoda cualquier plan económico gubernamental, por bueno que sea. Es una crisis extraña. Y no es solamente local, vivas donde vivas.
Para mi gusto, los únicos que tienen respuesta para esto, son los profetas de Dios. Porque los Josés, son enviados para ser la luz en lugares atribulados en tiempos de vacas flacas. Ojo, no son los que te dicen con quién te vas a casar y con quien no, eso tiene otro nombre. Los profetas de Dios son gente que viene a decirnos que hay que ir por aquel o por este camino. Ya lo he enseñado. La palabra Profeta, en su traducción más amplia, es traducida como vocero. Y un vocero es alguien que no habla por sí mismo, sino que dice lo que le han ordenado que diga. Fui vocero de prensa en una empresa, sé de lo que hablo. Estos sistemas, entonces, se levantan para destruir a los profetas y a los ministros de Dios genuinos, esos que molestan de verdad al infierno. ¿Qué logran? Que todos ellos sigan y se acomoden para seguir funcionando en algo, pero en un reino equivocado. Y no es casualidad ni mala intencionalidad dar como ejemplo a la enorme cantidad de líderes cristianos definitivamente atados al dinero. Pero atados, atados, ¿Entiendes?
Entonces, ¿Cómo es esto? ¿Tenemos que manejar dinero, sí o no? Si, ¡Claro que tenemos que manejarlo! Porque estamos insertos en una sociedad que se mueve en base a dinero, y porque sin dinero no se pueden hacer las cosas. Entonces tú me dices: ¿Pero no era que el dinero es malo? Sí, pero eso es cuando se le tiene más amor al dinero que a todo lo demás, Eso es cuando hablamos de Mammón y toda esa historia. Y es muy cierta esa historia y es así nomás como se nos muestra, pero yo estoy hablando de otra cosa. Lo que yo digo es que, cuando un líder pacta su compromiso espiritual con la riqueza, la embarró, así de claro. Hasta allí llegó su ministerio. Y si lo comparamos con esos reinos, vamos a ver qué Sodoma trabaja en ese sentido y Egipto también. Porque el sistema de Egipto trabaja en base a la idolatría, a la falsa prosperidad y al intelectualismo. Ya te he dicho muchas veces que eso le trae muchísimos problemas a la iglesia por causa de utilizarlo como reemplazo de la fe y de la revelación.
Después tenemos la adulteración de la verdad y la mezcla. Por eso, la expresividad de todas estas cosas, además de Sodoma y Egipto, también incluyen a Siria y a Grecia. Ahora bien, estamos hablando de reinos espirituales, pero estamos mencionando reinos que existieron en lo natural. Y eso nos lleva al misterioso versículo de Apocalipsis 11:7. Cuando hayan acabado su testimonio, (Los dos testigos) la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, (Contra los dos testigos) y los vencerá y los matará. Y sus cadáveres (Verso 12) estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. ¿Cómo que también nuestro Señor fue crucificado? ¿En Sodoma y Egipto? ¿No fue crucificado en el Gólgota, en Jerusalén?
Claro, con el cuento ese de que Apocalipsis es un libro solamente de símbolos, que echó a rodar hasta como enseñanza universitaria toda esa banda de incrédulos intelectuales disfrazados de cristianos, y con títulos de teólogos otorgados por profesores también incrédulos e intelectuales disfrazados de cristianos, nadie le prestó demasiada atención a este texto, ¿No es verdad? No lo entiendo, es un símbolo. Esperaré a que pase cerca un teólogo para que me lo explique. Porque es muy cierto que Sodoma fue una ciudad que fue destruida en Génesis 19 por la mano de Dios y que hasta allí llegó su historia. Punto y aparte. ¿Pero cómo puede decir, el amado apóstol Juan, en el año 90 o 92, hablando del futuro, estoy en Apocalipsis 11, que los dos testigos van a morir, uno en Sodoma? ¡Es que Sodoma ya no existe, Juan! ¿Estaba flojo en geografía? No, mira lo que dice él. Que en sentido espiritual se llama Sodoma y Gomorra. Ahí se te cruzan todos los cables, ¿Cierto?
Y si necesitas otro ejemplo, mira el de Jezabel. En lo natural, todos sabemos que ella era una reina, hija de un sacerdote sidonio que se casa con un rey de Samaria. Que vivió en una época determinada, hasta que un hombre llamado Jehú la tiró por la ventana. Esa es una muy veloz síntesis de la vida de una mujer que trascendería en otra esfera. Y fíjate que cuando la matan, lo que quedó de ella que los perros no pudieron comer, fue la cabeza. O sea que lo que no se pudo destruir fueron sus obras, su mentalidad. ¿Entiendes? Y entonces, con este conocimiento en mente, te vas a Apocalipsis capítulo 2, en las cartas a las iglesias, y allí te das de narices conque de repente, le dice el Señora Juan: escribe a la iglesia y dile que tengo contra ti que toleras a esa mujer llamada Jezabel, que enseña a mis profetas. Eh…Señor… ¡Jezabel murió! Sí, te va a responder con amor pero con firmeza: pero la entidad espiritual que estaba en ella, no murió. ¡Cuídate!
Y fíjate que es esa misma entidad espiritual la que más tarde operó en Herodías, y que terminó costándole perder la cabeza a nuestro amado Juan el Bautista. ¿Soy claro? Quiero que quede más que claro que estamos dando a entender que los profetas no pueden hacer demasiado en contra de Jezabel. Si no lo crees, pregúntale a Juan. O sea que lo te estoy queriendo mostrar, es que estamos hablando de algo que va mucho más allá de lo temporal. Por eso es importante que de pronto exploten esas estructuras demasiado acostumbradas a lo natural que nosotros tenemos, y comencemos a darnos cuenta, que, en efecto, hay algo espiritual. Y recuerdo algo físico que sirve como ejemplo. Alguien dijo con mucha seriedad que el número del terrorismo es el once. Si haces una revisión en un buen buscador, (Ya sabes cual, pero no debo promocionar a ninguno gratuitamente, aquí) y revisas en los últimos doscientos años qué ha sucedido los días once, te vas a sorprender.
Porque empiezas a encontrar, ¿Sabes qué? Un diseño. Equivalente a: una ley. ¿Un ejemplo? Lo encontré y lo reproduzco porque es breve. “Los numerólogos creen que los eventos relacionados con el tiempo 11:11 aparecen con más frecuencia de lo que pueden ser explicados por las oportunidades o coincidencias. Esta creencia se relaciona con el concepto de sincronía. Algunos autores dicen que ver el 11:11 en un reloj es un signo auspicioso. Otros afirman que el 11:11 señala una presencia espiritual. La creencia de que el 11:11 tiene poderes místicos ha sido adoptado por los creyentes de la Nueva Era y esto indica que a la hora en cuestión se tiene la creencia de Pedir, aún pasado algunos minutos debido a la mitología antigua. Sin embargo, los escépticos dicen que los fenómenos y ejemplos del 11:11 de Uri Geller por todo el mundo son ejemplos de razonamiento «posterior a« y de sesgos de confirmación.”
Esto es un análisis breve de alguien que no conoce absolutamente nada del mundo espiritual. Volvamos a los dos testigos. Según Juan, ellos dos están muertos, espiritualmente, en la ciudad que se llama Sodoma y Egipto, donde también -dice- nuestro Señor fue crucificado. Bueno, allí es donde ante el impacto de lo desconocido, antes de recurrir a la oración para revelación, aparecen los teólogos llenos de riqueza intelectual y empiezan con que en realidad se está refiriendo a Roma, porque Roma heredó toda la tradición de Sodoma y de Egipto, por eso los menciona así. Punto. ¡Bien! Una muchedumbre tan intelectual como ellos, pero en cero en espiritualidad los aprueba y siente que entiende también eso. Ahora, de ser como ellos dicen, ¿Cómo explican que luego esta misma palabra dice que Jesús fue crucificado allí?
Por ahí te salen con que en el gobierno del César ocurrieron muchas cosas y, esencialmente, que Jesús también murió. Entonces, de ser así, técnicamente está hablando del imperio romano. Claro que, si nos fijamos mejor, descubrimos que lo que estamos dejando de lado, es justamente lo que él dice. Que, en sentido espiritual, es. ¡Allí lo dice! ¡En sentido espiritual, no físico, material y terrenal! Créeme que no necesitamos más armas que esas para entender por dónde viene todo. Mira Jeremías 44. Un pasaje muy interesante. De esos que arrancan como si fuera algo histórico y de pronto te puede dejar con la boca abierta, porque es uno de los pasajes más impactantes de los que escribió el profeta. Dios ya le viene anticipando a Jeremías que no quiere que le pida perdón por ese pueblo.
Es más; Le dice con mucha claridad que ya no quiere saber más nada con ellos. ¿De quienes está hablando? De los judíos. ¿Qué era lo que habían hecho los judíos que le molestó tanto al Señor? Mira el verso 16: La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti; ¡Y pensar que muchos predicadores importantes, hoy, tienen fuertes bajones de moral y hasta depresiones por causa de que se dan cuenta que la gente a veces no les presta atención! Escúchame bien, amigo, amiga, Allí se lo están diciendo a Jeremías, que la palabra que ha hablado en nombre de Dios, no se la van a escuchar. O si no, el gran cristiano siglo veintiuno: entra por un oído y sale por el otro sin ser registrada. ¡Son judíos los que se lo dicen! No son paganos, no son filisteos, ¡Son judíos! Lo que nos digas de parte de Él, no lo vamos a oír. Punto y a otra cosa. Que no sería tan grave, después de todo, si no fuera por lo que dice el verso 17:
Sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno. 18.- Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos. Nací en un poblado muy pequeño donde era habitual que cuando alguien abría un comercio, viniera el cura con una virgencita a bendecirlo. Me pregunto cómo se siente por eso el día que se convierte. Yo mismo tuve que cortar con mucho de ese sistema. Mis viajes a Lujan a visitar a la reina del cielo cobijada en un manto celeste y blanco, (Como nuestra bandera) y denominada como “virgen de Luján” …
¿Pero qué sucede con ese hombre que habla en el texto de Jeremías? ¿Qué hará en el instante siguiente a su conversión? Porque a corto, mediano o largo plazo, y por algunos de los medios cristianos que operan en buen nivel, se va a enterar que con ese rito aparentemente inofensivo y hasta de corte simpático, en realidad él pactó con la reina del cielo para que le proteja e incremente su riqueza. Este hombre se convierte e inmediatamente cambia de Reino, pero también sin pérdida de tiempo el reino anterior le va a reclamar lo que es suyo. Y lo más probable, es que pierda todo. ¡No es un invento mío! ¡No me gusta jugar al demonólogo barato! ¡Jeremías está hablando de eso! ¿Solución? Con la máxima velocidad que se pueda, cuando alguien con un pacto así se convierte y es alguien que tiene una fortuna, hay que tratar de sacar todo ese caudal de dinero de aquel reino y trasladarlo al nuestro. Antes que el infierno lo tome y lo use para extender lo suyo. Ya ha pasado muchas veces. Quizás lo has visto.
Los que están en esto con capacidad de especialistas, saben muy bien cómo es la mecánica para lograrlo. La persona era sana y fuerte, por ejemplo, y de pronto comienza a enfermarse. Y la primera pregunta que le surge, es: ¿Por qué tengo todo esto si me convertí? ¡Se supone que debería ser a la inversa! Se debe respetar la administración de Dios. Ya sabemos que Él puede quitarte todo. Lo hizo con Job. El máximo dilema que tiene este paso, es: ¿Cómo sabes que es Dios? Si es Dios, que te meta todas las manos disponibles que tenga en todos los bolsillos repletos que tengas. Pero si no es él, entonces no puedes dejar que te toque ni la moneda de valor más pequeño. ¿Cómo saberlo?
Dice: Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos. 19.- Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo, y le derramamos libaciones, ¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos? ¿Sabes qué es lo que se puede ver en estos pocos versos? Se puede ver toda la estructura de un reino. De un sistema de culto. Ver con total claridad como todos los reyes humanos se sujetan a este gobierno espiritual. Nuestros reyes, nuestros príncipes.
Ven el poder de la herencia del ADN. Nuestros padres, nuestros antepasados lo hicieron. Nuestros gobernantes están allí, escuchando la misa. Mi abuela, mi bisabuela, a una no la conocí, pero a la otra sí y la amé y la recuerdo con amor. ¡Pero ellas estuvieron allí, también! ¡Y haciendo pactos parecidos que todavía pueden pesar en mi ADN si no los corto! ¡Lo hizo mi madre conmigo! Por una tierna mezcla de amor e ignorancia, pero lo hizo. Y debí cortarlo porque de otro modo ni siquiera hubiera podido creer. ¿Cuántos habrá en mi misma situación? ¿Y cuantos no habrán cortado con nada de eso por amor, respeto o culto a la memoria de sus padres o abuelos? Y no sólo eso, cuando se hacía eso, se hacía bajo cobertura. Te doy un ejemplo que seguramente conocerás. ¿Cuántas mujeres, todavía en estos tiempos, se escapan de sus casas para venir al culto sin que sus maridos lo sepan? Si tú te das cuenta y lo evalúas con cuidado, tú te encuentras que estás frente a todo un diseño de reino. Todo está ordenado.
Es impresionante, porque todas estas mujeres, (Porque son mujeres a las que les habla Jeremías en este capítulo 44), le dicen al profeta: Mira, nosotras sabemos qué es lo que pasa cuando hacemos esto y qué es lo que pasa cuando dejamos de hacerlo. Hay santuarios de estos que tienen determinados objetos que el visitante compra y se lleva, para que le sirva de tótem o elemento que le permita introducir a la persona que desea introducir a este culto. Al año, cuando retornan, esa persona la o lo acompaña. ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo puede ser que las tinieblas parezcan ser más sagaces e inteligentes que nosotros? En Argentina hay un lugar donde el visitante compra en un kiosco de la entrada una vela para llevarla a la virgen. Adentro le piden que no la encienda, que simplemente la dejen para que cuando acaben de arder las que están, ellos pondrán la suya. Al amanecer del día siguiente, esas velas regresan al kiosco para volver a ser vendida.
Aquí tenemos bien a la vista el diseño de un reino espiritual. A esta señora, se la llama la reina del cielo. Está hablando Jeremías, ¿De acuerdo? Ahora, ¿Tú te crees que se le diría reina a alguien, si no fuera que porque, efectivamente, tiene un reino? Es dos más dos. Si hay una reina, es porque hay un reino. ¿Nunca lo viste así? Hay un área de gobierno. ¿Cuántos de ustedes saben, y además supongo que también creen, que somos reyes y sacerdotes? De acuerdo, entonces te pregunto: ¿Sobre qué área es que gobiernas? ¿Gobiernas sobre las finanzas? ¿Gobiernas sobre la salud? ¿Gobiernas sobre el conocimiento? Escucha; hay iglesias que funcionan en una misma calle que una discoteca. Y dicen que el problema es la discoteca. ¡No! ¡El problema es la iglesia! La discoteca debería partir vertiginosamente de ese lugar si la iglesia fuera quien Dios dijo que debe ser.
Porque lo único que se escucha son quejas humanas, y con esas quejas no se llega a ninguna parte. Del lado de acá dicen: ¡Ya no sabemos qué hacer para sacarnos de encima a esa manga de borrachos, pervertidos y drogadictos que vienen a bailar! Del lado de allá, dicen: ¡Ya no sabemos qué hacer para sacarnos de encima a esa manga de santurrones atrasados del siglo 18 que vienen a esa fantochada que está allí todos los domingos! De hecho, tú no necesitas para todo esto tener un profeta, lo que tú necesitas es leer tu Biblia más seguido, entenderla y cumplir con sus leyes. No con las de la denominación, ¡Con las del cielo! Porque una denominación, a veces contrata a sus líderes. Y cuando se contrata a alguien, se lo puede despedir, pero cuando el que llega viene de ser enviado por Dios, lo mejor es callarte la boca.
Hay lugares con mucho prestigio ganado por años, a partir de contar con muy buen espacio, comodidad suma para muchísimas personas, altísimo poder y calidad en el sonido y excelencia singular en la predicación, pero que no se atreven ni siquiera a intentar el cómo hacer para recibir auténtica revelación divina. ¿Tú quieres saber si Dios está en tu vida de ministro, hagas lo que hagas? Sólo ponte de pie ante tu gente, o ante un micrófono o una cámara de televisión y quédate en silencio. No digas nada hasta que no tengas la certeza de que es Dios quien está hablando. ¿Silencio en televisión, en radio o ante un auditorio? ¡Eso es mortal! ¡Se van todos o te echan! Déjalos. Los cuatro o cinco que te queden, incluido tú, seguramente habrán de oír la voz de Dios y no la de un hombre bien intencionado, pero carne.