La Doctrina del Poder

En este estudio estamos viendo, a partir del libro de los hechos de los Apóstoles, (muchos gustan llamarlo el libro de los hechos del Espíritu Santo), los principios fundamentales en los que se cimentó la iglesia primitiva, en la conciencia de que Dios, hoy, está haciéndonos saber su voluntad, en el sentido de volver o hacer volver a la iglesia del siglo XXI a aquellos principios, como único reaseguro de constituir, sólo en ese caso, una auténtica iglesia del Señor. Pero cuidado: hablamos de los principios espirituales plasmados allí, no de las metodologías, costumbres o tradiciones de aquella época, que es lo que surge del relato literal.

(Hechos 10: 1)= Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada La Italiana, (2) piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. (Un centurión, le recuerdo, era un oficial romano que mandaba sobre un destacamento de cien hombres. Este Cornelio, aunque no era un prosélito de los judíos, creía en el monoteísmo y las enseñanzas éticas de ese pueblo. A pesar de ser un hombre piadoso, necesitaba escuchar el mensaje de salvación.

(3) Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios estaba donde él estaba, y le decía: Cornelio.

(4) Él, mirándole fijamente y atemorizado, dijo: ¿Qué es Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.

(5) Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.

(6) Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas.

(7) Ido el ángel que hablaba con Cornelio, este llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistían; (8) a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo.

Acá hay dos actitudes de Cornelio para observar y tomar nota. Primero: obedece sin dudar ni chistar las órdenes que le llegan a través del ángel. Segundo: tanto a sus dos criados como a sus soldados, (ambos hombres subordinados a él), les cuenta TODO; se lo hace saber todo. Por decisión voluntaria, sin obligación, por transparencia de hijo de Dios. Hay ministros, hoy, que hacen exactamente lo mismo en sus congregaciones. También hay otros que no le cuentan absolutamente nada porque, dicen, eso es lo mejor para mantener el orden en la iglesia. (?)

Punto Nº 22: La Iglesia primitiva era, – y la actual también tiene que serlo -, además de obediente, transparente. Ningún líder puede mantener cosas ocultas al pueblo de Dios.

(9) Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.

La hora sexta, sabemos, es la del mediodía. Allí fue Pedro a la azotea para orar. Era costumbre usar ese sitio para la meditación privada y personal.

(10) Y tuvo gran hambre, y quiso comer, pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; (La palabra griega para ÉXTASIS, es una transliteración del verbo griego EXISTEMI, que supone el reemplazo del estado normal de la mente por otro más elevado, con el propósito de recibir instrucciones de Dios. Esto de acuerdo con la promesa profética de sueños y visiones dadas por el Espíritu Santo para hacer avanzar los propósitos redentores de Dios. No por esfuerzo humano, ya que eso sería control mental, sino por acción del Espíritu Santo) (11) Y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; (12) en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo.

(13) Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.

(14) Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.

(15) Volvió la voz a él la segunda vez: lo que Dios limpió, no lo llames tú común.

(16) Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo.

Tres veces vio Pedro una visión de animales tenidos por inmundos, y en cada una de ellas, una voz celestial insistió en que los comiera, en flagrante violación de lo que eran las creencias judías. Esta triple visión buscaba mostrar a Pedro que Dios no hace acepción de personas y que él debía estar listo para acompañar a los extranjeros a la residencia de su amo gentil. Probablemente no habría visitado a Cornelio si Dios no le hubiera hablado tan directamente.

En la época aquella, los hombres usaban unas túnicas que, para movilizarse mejor cuando debían andar rápido, se levantaban hasta la cintura o hasta los hombros, algo que en la Biblia se denomina “ceñirse”. Las mujeres, mientras tanto, usaban unos pollerines más cortos, a los que por razones de seguridad y de higiene, ataban a sus muslos, quedándoles como si fueran unos bermudas. Hoy, en algunas congregaciones, y con una muy particular interpretación aggiornada, todavía se les sigue prohibiendo a las mujeres usar pantalones porque, dicen, está prohibido para la mujer usar ropa de hombre. (!)

Punto Nº 23: Dios le enseña a Pedro, y a todo el que quiera oírlo, que ÉL está por encima de la ley, con lo cual le puntualiza que su iglesia jamás deberá ser legalista.

(Hechos 10: 25)= Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró.

(26) Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre.

Para tener en cuenta: Pedro la tenía reclara. Todo lo espectacular que se producía por su mano provenía de Dios; él era simplemente un hombre. De ahí que no le permitiera a Cornelio adorarle. La gente siempre tiene la tendencia de rendir adoración al hombre que ve y que produce cosas, en lugar de hacerlo con el Dios responsable y autor real de todo eso. El problema está en si el hombre en cuestión acepta o no acepta esa adoración. Ahí está la diferencia entre un hombre de Dios y uno carnal, humanista.

(Verso 34)= Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: en verdad comprendo que dios no hace acepción de personas, (35) sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

La palabra ACEPCIÓN, que es un equivalente a PARCIALIDAD, es la palabra griega PROSOPOLEPTES, y significa la persona que toma partido, que muestra favoritismos, que exhibe prejuicios, que muestra discriminación, parcialidad, que trata a una persona mejor que a otra por una sencilla razón de preferencias sin causales concretos. La sociedad hace acepción de personas, esto no es novedad. Tampoco lo es que la sociedad es incrédula y está en manos del dios de este siglo. Dios, por el contrario, ofrece su amor y su gracia y cualquiera puede recibirlo: cualquiera.

Ahora bien: el hecho de que dios no haga acepción de personas pone de manifiesto el deseo de que todo el mundo, independientemente de su nacionalidad o grupo étnico, escuche el evangelio y crea. En Cristo no hay barreras. Gálatas 3: 26 y 27, dice: Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

Es bastante habitual, simple y notorio. Cualquier congregación de mediano poder económico estará dispuesta a invertir sus dineros para llevar a cabo almuerzos o desayunos con empresarios, tendientes a reunir a gente de la banca y el comercio, agasajarlos con algo, tal cual están acostumbrados en su medio ambiente y, de paso, predicarles el evangelio. Nadie podría ver mal algo así y el apoyo es, generalmente, unánime y masivo.

 Es más: a nadie se le ocurriría levantar una ofrenda en esas reuniones. Tratándose de empresarios, el dinero es un asunto clave. Ahora: al hombre común, carenciado, pobre de toda pobreza, jamás se le invitará o agasajará con nada. A lo sumo, alguna ayuda social con ropa o comida, pero el tratamiento, la discriminación evidente en el trato, será más que ostensible. Siempre el hombre bien vestido recibirá en cualquier templo una bienvenida y un trato muy diferente al que llega mal entrazado o sucio. Está dentro de nuestra naturaleza humana.

Punto Nº 24: Una iglesia donde sus líderes no son estrellas dignas de adoración y donde la acepción de personas realmente no existe.

(Hechos 10: 44)= Mientras aun hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.

(45) Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.

(46) Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.

Es indudable. La Biblia lo dice, Pablo lo corrobora e incluso lo practica y nadie puede cuestionarlo, sólo que en su debido lugar: el don de lenguas es una evidencia, una clara señal de la acción del Espíritu Santo en la iglesia. Con gente que tenga el don de interpretar, se utiliza para acceder a mensajes de Dios a través del Espíritu. Fortalece a los santos y aporta muchísimo para la edificación del cuerpo, pero de ningún modo, – y aunque sea, es verdad, la señal más visible o audible -, dice en alguna cita bíblica que sea LA señal de la presencia del Espíritu.

 Esta última interpretación ha traído, aunque parezca contradictorio, una especie de discriminación santa, de marginación, incluso en algunos sitios, de menoscabo espiritual a ciertas personas, que no es otra cosa que acepción. Todo porque – aseguran los que así piensan -, “los que no hablan en lenguas no tienen al Espíritu Santo”. Esto ha determinado, en muchas iglesias, la convivencia de tres tipos de lenguas: las que vienen del Espíritu Santo de Dios, las que proporciona Satanás a los que hacen cualquier cosa por tenerlas sin detenerse a chequear con la Palabra si los métodos son de Dios y las de la carne, que no son más que una jerigonza mezcla de expresiones que le oyen a otros y que es una imitación hecha por personas que no quieren ser menos que otras que se congregan en el mismo lugar. Independientemente de todo esto, personalmente, puedo dar testimonio de que en mi vida, hubo un antes y un después de ejercer ese maravilloso don, esencialmente a la hora de ejercer autoridad y poder de Dios mediante la oración. Pero es un caso; el mío y no tiene absolutamente valor de doctrina.

La experiencia denominada técnicamente “glosolalia” funciona, entonces, como una señal de la presencia interior del Espíritu Santo, afirma su constante presencia y le asegura al creyente un testimonio vivo y vigorizador. Fíjese que así como los creyentes judíos recibieron el Espíritu y alabaron a Dios en lenguas en el Pentecostés, estos creyentes gentiles recibieron idéntico don. Los judíos que estaban presentes supieron que los gentiles habían recibido el don del Espíritu Santo porque les oían que hablaban en lenguas. Esas lenguas eran, por lo menos, un medio para evidenciar que se había recibido el bautismo, la llenura o la plenitud del Espíritu Santo, como se constata claramente aquí.

Punto Nº 25: En aras de cuidar el orden, la iglesia ha frenado los dones. Sin ser una obligación discriminatoria, la iglesia del Señor manifiesta la presencia del Espíritu Santo, entre otras cosas, permitiendo ejercer con libertad (aunque en orden) del maravilloso don de lenguas.

A partir de estos sucesos, se desata una especie de polémica, de debate en el seno de la iglesia primitiva. Casi como ha venido siendo una constante, quienes están dentro de la iglesia y ya se han olvidado en las condiciones anímicas, morales, físicas y espirituales que ellos mismos llegaron y, por una simple cuestión y concepción de pertenencia, ahora creen tener derecho a opinar y hasta decidir quiénes pueden sumarse y quiénes no. Esa era la discusión de entonces, por parte de los judíos, con respecto a los gentiles. Fíjese como lo relata, lo fundamenta y se juega Pedro.

(Hechos 11: 15)= Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio.

(16) Entonces me acordé de lo dicho por el Señor cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.

(17) Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿Quién era yo que pudiera estorbar a Dios?

Simple y contundente la sabiduría de Pedro. Totalmente apartada de eso que a los hombres tanto les agrada evidenciar: jerarquización espiritual, diferenciación, superioridad. Pedro sabía muy bien que lo que llegara o no llegara venía de Dios y que él no podía obstaculizar eso con sus opiniones personales.

Punto Nº 26: La iglesia, que por estar formada por hombres y mujeres tiene una proverbial imperfección, no puede evaluar por sí misma quién entra o quién no entra al reino de Dios. De esa forma, puede encontrarse en cualquier momento, estorbando a Dios.

Recorriendo este texto nos encontramos que en el verso 26, se cuenta que Bernabé y Saulo se congregaron en Antioquía por espacio de un año, que enseñaron a mucha gente y que fue allá donde a los discípulos se los llamó por primera vez cristianos. Este término es una transliteración del griego CHRISTIANOS, que era la denominación simple, y probablemente burlona, dada a los antiguos seguidores de Cristo.

(Hechos 13: 1)= Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Níger, Lucio de Cirene, Manaen el que se había criado junto con Herodes el tetrarca y Saulo.

Habría que señalar que a este Simón no se lo menciona en ningún otro lugar de la Biblia. Algunos comentaristas especulan que puede haber sido Simón de Cirene, el hombre que llevó la cruz de Jesús. En cuanto a Manaen el que se había criado junto con Herodes: puede ser que hayan sido amigos desde la niñez. Esto sugiere que probablemente fuese un hombre distinguido.

(2) Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

(3) Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

Esta es la ocasión cuando Pablo recibe la comisión de llevar a cabo su gran ministerio apostólico. Dice que estaban ministrando. Esta palabra traduce un verbo utilizado en el servicio oficial de los sacerdotes. Aquí se refiere a su ministerio en el culto público. La palabra MINISTRANDO, es la palabra LEITOURGEO. Implica actos religiosos o de caridad, desempeño de un oficio, cumplimiento de una función, oficiar como un sacerdote, servir a Dios con oraciones y ayunos. Se puede comparar con LITURGIA y LITÚRGICO, dos palabras muy usadas en términos religiosos. En Romanos se usa esta palabra en relación con la satisfacción de las necesidades materiales de los cristianos.

En lo concerniente a que la oración y el ayuno producen señales y prodigios, habrá que puntualizar que el ministerio de señales y prodigios de Pablo y Bernabé tuvo su comienzo porque los dirigentes de la iglesia oraron, ayunaron y buscaron al Señor. Después de que el Espíritu Santo mismo había llamado a estos dos hombres, los ancianos pusieron sus manos sobre ellos y los enviaron a la obra misionera.

Algún tiempo después, Pablo y Bernabé siguieron el mismo plan y viajaron de ciudad en ciudad confirmando a los discípulos y ordenando ancianos en las iglesias. ¿Qué modelo seguían? Cada ministro enviado es un intercesor de Dios que se mueve entre la superabundancia de Dios y la superabundante necesidad de la humanidad.

Por consiguiente, quienes les envían deben sentirse movidos por el Espíritu Santo a través de la oración, no por sus propios espíritus, a fin de mandar hombres y mujeres a quienes Dios ha ungido y llamado a hacer la obra misionera en el mundo. Cuando la iglesia de hoy descubra el camino a seguir y haga avanzar todo el ministerio por medio de la oración, veremos de nuevo como la oposición y la incredulidad se doblegan ante nosotros. Dios confirmará su palabra su Palabra con señales y maravillas.

Los líderes de la iglesia primitiva tomaron decisiones importantes únicamente después de ayunar y de orar. En Antioquía, los profetas y maestros ayunaron y oraron en busca de la dirección de Dios para la iglesia. Y mientras esperaban en Dios, el Espíritu Santo los instruyó.

Punto Nº 27: La iglesia de Dios es una iglesia de ayuno y oración como ejercicio constante, no como evento excepcional.

(Hechos 13: 4)= Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.

(5) Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante.

(6) Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús, (Barjesús significa “Hijo de Jesús”, pero obviamente nada que ver con el Señor Jesús, o Josué, o Yeshúa, era un nombre muy común en esa época) (7) que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios.

El imperio romano estaba dividido en provincias imperiales, las cuales eran administradas por representantes nombrados por el emperador llamados procónsules, (como Pilatos en Judea), y provincias senatoriales presididas por procónsules nombrados por el Senado romano. Sergio Paulo era el procónsul de la isla de Chipre.

(8) Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. (Ese es el objetivo del ocultismo: apartar de la auténtica fe a los creyentes y confundirlos hasta volcarlos a la idolatría)

(9) entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, (10) dijo: ¡Oh lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?

(11) Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano.

(12) Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.

Es indudable que cuando dice que el procónsul se quedó maravillado de la doctrina del Señor, no se está refiriendo a una mera virtud de ciertas verdades religiosas. El procónsul, de lo que había quedado maravillado, era del poder de Dios manifestado precisamente en ese mago que, hasta allí, había estado captando su atención en función de su supuesto poder. Verlo sucumbir así ante el poder de ese Dios, sencillamente le abrió la visión y pudo comprobar que el único Dios era el que estaban predicando esos hombres.

Punto Nº 28: Una iglesia fiel a la doctrina del Señor, es la que puede manifestar, cada vez que es necesario, que el poder de Dios es más grande que cualquier otro poder.

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enero 1, 2015 Néstor Martínez