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¿Liberamos a los Cautivos?

(Lucas 4: 17) = Y se le dio el libro del profeta Isaías¸ y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: (18) El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; (19) a predicar el año agradable del Señor.

(20) Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.

(21) Y comenzó a decirles: hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Quiero resaltar en este texto, dos partes que son sumamente importantes para lo que quiero ver aquí hoy, en este trabajo. La primera, es donde dice que Él vino a pregonar libertad a los cautivos, y la otra es que también dice que Él vino a poner en libertad a los oprimidos.

En Isaías 61, en el pasaje análogo a este, dice que Él vino a abrir la cárcel de los que estaban presos. Y Jesús dice sencillamente: hoy se ha cumplido esta escritura. Ahora bien; si tú te lees todos los evangelios, no ves en ninguno de ellos un relato que muestre a Jesús yendo a alguna cárcel física a abrir las puertas y dejar en libertad a los criminales allí encerrados.

Así que resulta más que obvio, entonces, que esto tiene relación con algo netamente espiritual. Jesús libertó a los cautivos, Jesús abrió las cárceles, Jesús abrió y sacó a libertad a los cautivos en una forma espiritual.

Muchas veces, cuando hablamos de cautivos, pensamos en un drogadicto, pensamos en alguien que está atrapado por pecados terribles o alguien que está atrapado por ocultismo terrible. Y suponemos que el resto de las personas no están cautivas.

Pensamos que simplemente han pecado, pero que los verdaderos cautivos son los drogadictos y los oprimidos por el diablo, los atormentados por el ocultismo. Sin embargo no es así, ahora vamos a ver cómo esto tiene que ver con todos nosotros.

Es notorio que pese a que Dios reina sobre todas las cosas, en algunas de ellas es el diablo quien parece estar reinando. Y la razón por la cual Satanás tiene un gobierno establecido en las naciones, es con el propósito de tener cautivas a las personas.

El reino de Satanás, es un reino de cautiverio. Mientras él pueda tener cautivas a las personas, estas personas jamás alcanzarán sus destinos. Dios nos llamó a ser reyes y sacerdotes para Dios Padre, pero jamás alcanzarás tu posición de rey mientras haya cautividad dentro de ti. Vamos a ver qué significa esta cautividad.

(Efesios 4: 8) = Por lo cual dice: subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.

(9) Y eso de que subió, ¿Qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?

(10) Y el que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.

(11) Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, (12) a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

Quiero que anotes el orden de esto. Primero llevó cautiva la cautividad, ¿Para? Para poder dar dones a los hombres. Y muchos dones del cielo aún no pueden ser desatados sobre muchas personas, por causa de la cautividad.

Ahora, cuando leemos estas palabras: “llevó cautiva la cautividad”, nosotros que hablamos el idioma español, pensamos qué cosa podría significar llevar cautiva la cautividad. No nos cierra del todo la frase y no alcanzamos a identificarnos con eso de llevar cautiva la cautividad.

Esto significa que Jesús descendió a las partes más bajas de la tierra, para destruir todo lo que tiene que ver con las prisiones que tienen cautiva a la gente. Y en estas prisiones, la gente va a ser no solamente atormentada, sino que hay áreas de nuestras vidas que jamás van a poder salir a libertad.

¿Y cómo es que sucede esto, y por qué sucede esto? Hay un texto en Isaías 7 que te mostrará cómo es que el diablo lleva cautivas a las personas. Lo muestra a Satanás mismo, en persona, hablando y expresando lo siguiente:

(Isaías 7: 6) = Vamos contra Judá  (¿Quién es Judá? Judá tú y yo, somos nosotros. Nosotros somos la iglesia, nosotros somos la Israel espiritual, nosotros somos la descendencia de Jesucristo, de la tribu de Judá.) y aterroricémosla, y repartámosla entre nosotros, y pongamos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel.

El diablo no está tan interesado en poseer toda tu alma para que estés cautivo de él. Con que tenga un pedacito de tu alma, él puede controlar muchas cosas de tu vida. Entonces dice: vayamos contra Judá y aterroricémosla, y repartámosla.

Quebrantemos el alma, fragmentemos el alma de Judá, repartámonosla y pongamos en medio de ella al hijo de Tabeel. ¿Quién es Tabeel? La palabra Tabeel significa “bueno para nada”. El propósito del diablo es llevar cautivo un pedazo de tu alma, para inutilizar el diseño de Dios en tu vida.

Y muchas veces, vemos que el alma se fragmenta en momentos de gran terror. Por eso dice: vayamos y aterroricémosla. En momentos de gran quebranto. Y muchas veces, seguramente, alguno de ustedes habrá dicho: “¡Es que me hicieron pedazos el corazón!”.

Otros habrán dicho: “Estoy hecho pedazos”. Otro: “Me partieron el alma”. ¿Alguna vez has dicho algo así en tu vida? Particularmente, creo que son frases altamente identificatorias para todos. Cuando te sentiste despedazado. Y esta es tú alma hablando.

Esta es tu alma que en un momento dado fue fragmentada por momentos de intenso dolor, por momentos de intenso miedo, por momentos en que quizás participaste en obras de las tinieblas. Hay pecados que fragmentan el alma, la incursión en el ocultismo necesariamente fragmenta el alma. Momentos de intensa participación en las obras del diablo, el alma es fragmentada.

En momentos en que la gente hace meditación trascendental, el diablo está ahí, listo para tomar un pedazo de tu alma. Y esta alma se fragmenta, y al ser fragmentada, el diablo toma ese pedazo y lo va a establecer en el mundo espiritual, en regiones de tinieblas.

En regiones de oscuridad. En regiones que ya vamos a ver, porque hay diferente tipo de regiones. La Biblia dice que hay lugares celestiales, en plural. Dice que estamos sentados con Cristo en lugares celestiales, muchos lugares. Así también, como hay muchos lugares celestiales, también los hay pertenecientes al reino de las tinieblas.

Entonces, ¿Cuál es el propósito del diablo al llevarse ese pedacito del alma? Quiero que veas una analogía que es muy fácil de entender. Todo el mundo sabe lo que es un muñeco vudú. Son muñecos que los agarran en ciertos países donde esto se practica activamente. Y les ponen un montón de alfileres, se los clavan al muñeco, y entonces la gente se enferma y hasta se muere.

Para que ese muñeco vudú funcione, el hechicero necesita una parte de la persona que va a hechizar. Un pedazo de pelo, un pedazo de uña, una ropa interior, algo que pertenezca a esa persona. Y entonces hace el muñeco vudú, pone la parte de esa persona, o la ropa de esa persona, y empieza a atormentar a control remoto a través de un muñeco vudú.

¿Por qué funciona esto? Esto funciona porque proviene de un diseño que está hecho en el infierno. Para que prospere un diseño, tiene que empezar en regiones espirituales. Todo lo que nos sucede, para bien o para mal, empieza primero en el mundo espiritual.

Toda bendición de Dios para ti, empezó primero en el Reino de Dios y luego descendió hacia ti. Todo mal que viene hacia ti, empezó primero en una región espiritual. Sería interesante ir al salmo 74 para ver cómo es que funciona esto.

Los salmos son libros tremendamente proféticos. David entendió el mundo espiritual en una forma impresionante. Y en la manifestación del tabernáculo de David, los salmistas veían el mundo espiritual y sabían cómo penetrarlo para, de ese modo, cambiar las circunstancias en el mundo natural.

(Salmo 74: 1) = ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

(2) Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos, la que redimiste para hacerla tribu de tu herencia; este monte de Sión, donde has habitado. (Ahora fíjate cómo va a orar Asaf, de una forma tremendamente específica y clara; dice:)

(3) Dirige tus pasos a los asolamientos eternos, a todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

O sea que, lo que le está diciendo Asaf a Dios, es: dirige tus pasos a los lugares infernales. ¿Cuáles son los asolamientos eternos? El infierno, sin dudas. Entonces, Asaf le está diciendo: Señor, dirige tus pasos al infierno, para que veas todo el mal que ha sido hecho por el enemigo, en el santuario.

¿Cómo se deshacen iglesias? ¿Cómo se deshacen ministerios? Todo empieza en una región espiritual. Levántate oh Jehová y desciende tus pasos al lugar en donde se están llevando a cabo los diseños del diablo.

En el infierno, debes saberlo, el diablo tiene diseños preparados para toda la gente. De la misma manera en que el cielo opera sobre justos e injustos, el infierno también opera sobre justos e injustos. Y mientras millones de cristianos son negligentes en orar, los satanistas se muestran muy aplicados en hacerlo a su jefe espiritual.

Dios dice que Su Hijo fue manifestado para deshacer las obras del diablo hasta lo profundo del infierno. La obra del calvario no terminó cuando Jesús expiró. Dice que Jesús descendió a las partes más bajas de la tierra, para llevar cautiva la cautividad.

O sea que no solamente Jesús vino para pagar por nuestros pecados. Jesús vino para tomar cautiva la cautividad. Esto significa que vino para darnos el derecho legal para lidiar con las prisiones en las que el diablo tiene cautiva a la gente.

(Job 38: 16) = ¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar, y has andado escudriñando el abismo?

(17) ¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, y has visto las puertas de la sombra de muerte?

(18) ¿Has considerado tú hasta las anchuras de la tierra? Declara si sabes todo esto.

(19) ¿Por dónde va el camino a la habitación de la luz, y dónde está el lugar de las tinieblas, (20) para que las lleves a sus límites, y entiendas las sendas de su casa?

Esto significa que hay gente que puede haber quedado cautiva en la sombra de la muerte. ¿Y cómo va a salir de allí? No va a salir por sí misma, tendrá que ir alguien por ellos a ese lugar ¿Y cómo va una persona a la sombra de la muerte a rescatar a alguien?

Aquí ya no puedo enseñarte algo yo, sino aquella gente que sí ha tenido esta experiencia. Búscala, porque la hay. Si luego la crees o no la crees, si te parece genuino o producto de fantasías místicas, allá tú. Pero evidentemente hay una manera sobrenatural y específica, donde los ángeles tienen bastante que ver.

No obstante, los creyentes normales, (Me refiero a los no andan en ministerios de punta o de avanzada), aceptan que las almas se fragmenten y puedan quedar cautivas en regiones de sombra de muerte, pero lo que no terminan de entender o aceptar, es que eso pase con gente que también es cristiana.

Ven conmigo al Salmo 88, y vamos a ver cómo los hijos de Dios santos y piadosos, llenos del temor de Dios, pueden ser cautivos de esta clase de cautividad tan diferente, tan tenebrosa y tan tremenda como lo es la de las regiones de sombra de muerte.

(Salmo 88: 6) = Me has puesto en el hoyo profundo, en tinieblas, en lugares profundos.

(7) Sobre mí reposa tu ira, y me has afligido con todas tus ondas.

(8) Has alejado de mí mis conocidos; me has puesto por abominación a ellos; encerrado estoy, y no puedo salir.

Este es uno de los profetas que ministra en el tabernáculo de David. Y está diciendo: encerrado estoy, y no puedo salir. El mismo David, que fuera el creador del tabernáculo de adoración más impresionante que se ha hecho, escribe de su propia inspiración lo siguiente.

(Salmo 142: 7) = Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre. Me rodearán los justos, porque tú me serás propicio.

El creador del tabernáculo de adoración más impresionante que se haya visto, está escribiendo: saca mi alma de la cárcel porque no puedo alabar. David no podía alabar a Dios. Y él entiende perfectamente que su alma está atrapada en algún lugar, y por estar atrapada en ese lugar, no puede adorar. ¿Sabes cuánta gente dice que quiere adorar y alabar pero hay algo que no se lo permite?

Empezamos a ver que hay diversos lugares donde el alma puede ser llevada. Dice: me has puesto en el odio profundo, en tinieblas. En el pasaje anterior que leímos, hablaba de las profundidades del mar. Y debemos tener en cuenta que mar, en términos espirituales, no es océano.

El mar, no sé si te recuerdas lo que has leído en Apocalipsis, donde dice que durante el juicio, el mar entregará sus muertos. Y ahí es donde la gente piensa que esos son los que se comieron los tiburones o se fueron al fondo con el Titanic. Sin embargo, la escritura no se refiere a eso.

Porque si se refiriera al mar natural, el párrafo siguiente diría: y la tierra entregó a sus muertos. Si el mar entregó a sus muertos, la tierra también entregó a sus muertos. Es decir que, se hubiesen levantado los de los cementerios y todos los ahogados.

Pero no dice eso. Dice que el mar entregó a sus muertos, y el Hades y la muerte entregaron a sus muertos. Tres lugares espirituales donde yacen los muertos. Entonces, el mar en el sentido espiritual, tiene que ver con regiones que podríamos llamar infernales, como un adjetivo que nos permita determinar algo que pertenece al reino de las tinieblas, pero diferenciándolo así de verdaderas regiones de tinieblas.

Entonces dice: me has puesto en el hoyo profundo. Eso quiere decir que hay hoyos profundos en el mundo espiritual. El mundo espiritual es tan real, que es mucho más real que lo que puedan estar viendo tus propios ojos.

Y Dios está levantando una generación con el entendimiento del mundo espiritual, porque ignorarlo nos va a hacer caer en demasiados errores, y vamos a ser víctimas de demasiadas cosas que no tenemos por qué sufrir.

Hay lugares por los que tú puedes ir caminando, que son literales trampas de tinieblas. Hay hoyos, y tú pasas caminando por ahí y de pronto ¡Bang!, te caes en un hoyo. ¡Ay, no, hermano! Es que fui a aquel lugar y siento como una opresión. ¿Qué es lo que en realidad estás sintiendo? La opresión de un lugar angosto.

Estos hoyos son lugares estrechos. Atención con esto: no es un espíritu de opresión, se trata de que tu alma cayó en una trampa. Y eso nos sucede porque somos muy incautos y solemos meternos en lugares donde jamás tendríamos que meternos. ¿Quieres que te los describa? No es necesario, tú lo sabes. Por eso dice el Salmo 40: el Señor sacó mi alma.

(Salmo 40: 1) = Pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. (Y fíjate ahora cómo reacciona Dios cuando oye el clamor).

(2) Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Dice que estaba en el pozo de la desesperación, en el lodo cenagoso. Cuando la Biblia habla del lodo, recuerda que los que tienen iniquidad son como la tempestad, van soltando lodo. Y se van haciendo pozos de iniquidad. Y en estos pozos de iniquidad, es donde cae la gente.

Es como que estás en un lugar donde tus pies no tocan tierra firme, te hundes y no puedes salir. Así es como se siente tu alma. Gente que tiene claustrofobia, necesariamente desde la óptica espiritual, está atrapada en un lugar estrecho.

Un lugar donde siente que no puede respirar. Su alma está viviendo vívidamente lo que le pasa en ese lugar. Por eso tú ves que un cristiano puede estar muy feliz el domingo, cantando, alabando, brincando, dando palmadas y hasta danzando. Y a mitad de la semana se cae en una tremenda depresión que hasta para él mismo le resulta inexplicable.

¡No entiendo lo que me pasa!, asegura a quien quiera oírlo. Y lo que le pasa es que ese pedacito suyo de alma está viviendo en ese lugar donde todo lo que respira y se mueve está relacionado con un tenebroso mundo de tinieblas.

¡Es que tengo unas pesadillas horribles y me veo muy horrible! ¿Cuántas veces escuchamos a gente diciendo cosas así? Ocurre que es muy probable que eso sea tu propia alma que está en un lugar viendo cómo se está sintiendo ella misma. Lugares de tremenda prisión.

Hay casos, por ejemplo, de personas que han tenido una serie casi incomprensible de accidentes, con violentas colisiones que los tuvieron al borde de la muerte sin que ellos hubiesen cometido tan gruesos errores como para que sucedieran.

Los que han estudiado con verdadera profundidad y no superficialmente este asunto de las prisiones del alma, aseguran que las de esta clase de personas, están atrapadas en un lugar en el Abadón. Abadón, tú lo sabes, significa destrucción.

Si los hombres o mujeres que viven esta experiencia son personas entregadas y consagradas al Señor, no van a sufrir consecuencias mortales, aunque sí verán retrasados sus planes y proyectos y aumentados sus dolores corporales como producto de esos golpes.

Estas cosas son reales, literales. Por eso vemos que hay varios lugares. El mar, el Hades, la muerte. ¡Pero no, hermano! ¿Cómo me dice que alguien puede tener su alma prisionera en el Hades si a ese lugar solamente van los muertos? No. Eso no es cierto.

El cielo tiene influencia sobre la tierra. El Hades también tiene influencia sobre la tierra; lo dice el libro de Judas. A unos rescatar del fuego del infierno. ¿A dónde estaban? En el fuego del infierno. ¿Estaban muertos, entonces? ¡No! ¡Estaban bien vivos! Sin embargo, estaban atrapados en el fuego del infierno.

Gente que está hundida en tremendos pecados  Como si fueran enormes lagunas viscosas, la gente se está ahogando allí adentro. La inmundicia está clamando sobre ellos. Son atraídos hacia la inmundicia. No es sólo que tengan espíritus pervertidos en ellos, es que están atrapados en lugares de inmundicia.

Aseguran los estudiosos de este tema en mayor profundidad, que hay una región en las tinieblas, donde son confundidos los sexos. Y así se dan las tremendas e irresistibles atracciones hacia la promiscuidad, hacia los adulterios, hacia el mismo sexo convencidos por demonios que son parte del opuesto.

He oído gente que ha dicho: “Escuche, yo quiero vivir una vida de santidad, pero cada vez que enciendo mi computadora, no puedo resistirme a entrar en páginas pornográficas”. Eso ocurre porque, -señalan- esas personas están atrapadas en un lugar en el Hades.

Entonces, la iglesia empieza a vivir una agonía porque lucha contra enemigos que parecen tener enorme poderío y ellos nada. Porque no pueden salirse de sus prisiones porque evaden pedir ayuda en la iglesia por temor a ser marginados y vituperados. Y de hecho, esto ha sucedido muchas veces.

Dios está llamando una generación en la sabiduría, en el entendimiento de Dios, con el corazón del Padre para tener misericordia e ir donde otros no van, para arrebatar a los que están hundidos, a los que llena los cielos con gritos desesperados, porque nadie los está ayudando.

Cuentan aquellos que andan en esta tarea de modo casi específico, que es muy normal que en un caso de los tantos que aparecen por las iglesias de clara posesión, los demonios que habitan en esa persona sean echados fuera, pero lo que no se hace porque se desconoce, es liberar esas almas de sus prisiones. Por lo tanto, el individuo queda sin los demonios, pero sigue estando con su alma en la cárcel.

Al poco tiempo, el liberado está otra vez como antes, y sus liberadores ahora se resisten a ayudarlo porque, sostienen con total ignorancia, que seguramente ha cometido pecados suficientes como para darles nuevamente entrada, y no fue así. Ellos regresaron porque esa alma todavía seguía encarcelada y a merced de lo que quisieran hacer con ella.

La iglesia no aprendió todavía a lidiar con la cautividad. Sostiene tremendas batallas contra los demonios que luego, en el correr de los meses, termina no sirviendo absolutamente para nada. Y eso que esos cautiverios no tienen ni siquiera custodios, ya que el diablo está realmente confiado y tranquilo con una iglesia que hasta aquí ha sido totalmente ineficaz en eso.

En el mundo espiritual, cuando tú tratas de hacer las cosas en tu ser consciente, y aplicar todas las fórmulas que conoces, lo que está peleando es una enorme proporción de tu alma, pero una mínima porción de tu espíritu.

Entonces, la guerra se vuelve tremendamente tediosa y fatigante, y es por ello que muchas personas se resisten a formar parte de equipos de liberación. Ahora, cuando tú en lugar de moverte en tus talentos naturales, te mueves en el espíritu, utilizando el don de profecía y el de palabra de ciencia, entonces el mundo espiritual se abre delante de tus ojos y puedes verlo con nitidez.

Entonces, a la hora de la pelea, el enemigo no va a verte como tú eres en la carne, sino como tú eres en el espíritu. Y la palabra dice que el que se ha unido a Jesús, es un espíritu con el Señor. ¿Cuántos espíritus son un espíritu? Uno.

Entonces, ¿Qué es lo que está viendo el diablo si tú eres un espíritu con Jesús? Está viendo a Jesús. Con esto quiero decirte que en el mundo espiritual, eres ciento por ciento poderoso. Aquí abajo, no; aquí sólo eres mitad y mitad. Por eso no vas a depender de tu sabiduría, sino del don del Espíritu Santo.

Cuando se presenta esa situación, el diablo no va a necesitar ningún liberador para irse. Con el simple hecho de verte, habrá visto la Presencia que mora en ti y eso será suficiente. No va a poder engañarte nunca. Eso ocurre cuando tratas de pelear con las armas de aquí abajo.

Allí es donde el enemigo va a empezar a decirte que no, que no puedes, que no tienes la unción de ese otro hermano, que todavía te falta capacitarte muchísimo para entrar en este nivel de guerra, que todavía necesitas entrenarte mucho más.

No sé qué puedas creer tú, pero ya has leído que a la primera de cambio y sin curso preparatorio previo, Jesús mandó a sus discípulos, algunos de los cuales ni siquiera sabían dónde estaban parados, a echar fuera demonios, sanar enfermos, limpiar leprosos y resucitar muertos. ¿Crees que lo hubiera hecho de no saber con certeza que ellos podían hacerlo?

No te olvides esto por si no has entendido bien como son las cosas. Esto que te estoy contando, pasó con unos muchachos que llevaban algo menos de tres años acompañando al Señor. Así que si tú tienes más de tres años de creyente, tú eres más antiguo y experimentado que cualquiera de los discípulos de Jesús.

Entiende: si tú sabes quién eres, el diablo no puede tocar tu mente, no te puede engañar, no puede decirte que no puedes hacer algo. Jesús dijo: “yo tengo las llaves de la muerte y del infierno”, así que si tú eres uno con Jesús, tú también las tienes.

Y mucho cuidado con esto: Él te mandó a hacerlo. Porque dijo que el ayuno que Él escogió es el dejar ir libres a los oprimidos. La unción de Jehová está sobre ti para abrir la cárcel y sacarlos. ¿Y qué debes hacer? Ir y decirle que salga de allí. Y sacarla.

¿Y luego? Luego, esa alma que padeció quizás años en tinieblas, ha sido trasladada a la luz resplandeciente. Cuando Dios llama a Pablo, le dice: “te he llamado mi siervo apóstol, para que abras sus ojos, y sean trasladados de las tinieblas a la luz.

Hoy tenemos mucha gente que dice Jesús, Jesús, ven a vivir en mi corazón, y eso está bien; pero no han sido trasladados de las tinieblas a la luz. Por eso siguen viviendo la opresión de enfermedades, angustias y de tantas cosas que están sucediendo en las regiones de tinieblas, de las cuales jamás fueron trasladados.

Sin embargo, tienes que saber que el poder apostólico, establece. Cada parte de nuestras almas tienen que ser sacadas de cautividad, y ser trasladadas a lugares celestiales. Entonces se va a levantar una generación que el mundo va a ver diferente y resplandeciente.

Pensarán en aquellos cristianitos siempre pobres, siempre enfermos, siempre tristes, y ahora has cambiado totalmente, ¿Qué te pasó? Mi alma fue rescatada. Ahora sí puedo avergonzar a los sabios. Hoy no tenemos con qué avergonzar a los sabios. Ellos escuchan que les decimos que sean creyentes y nos dicen: ¿Para ser como tú? ¡No, gracias!

Lo vil y lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios. Pero jamás podrás hacerlo si todavía sigues viviendo como vi, y como necio. Levántate y resplandece, porque ha llegado tu luz. Ahí sí las naciones vendrán. Hoy no lo están haciendo, tú lo sabes.

(Salmo 30: 2) = Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.

(3) Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; (¿Dónde estaba el alma? En el Seol. El alma de David estaba en el Seol.) me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.

Aseguran aquellos que trabajan casi en específico sobre estos temas, que las enfermedades llegan a la vida de las personas por la iniquidad y por el cautiverio de sus almas. Gente que va a todos los mejores médicos, a todas las cruzadas de sanidad y milagros y no recibe sanidad. Están atrapados en una región del Seol.

Y la muerte está ministrando sus espíritus. Y al estar la muerte ministrando sus espíritus, sus mentes lo están creyendo, y en cuanto sus mentes creen lo que esos espíritus le sugieren, sus cuerpos comienzan a enfermarse.

Hay una de las armas más poderosas que tenemos a la que no siempre prestamos atención. Se llama: la voluntad. La voluntad es una palanca que Dios puso en nuestras manos. Se llama el libre albedrío. Y se llama el libre albedrío porque Dios no lo puede tocar: es tuyo.

Pero resulta ser que el diablo te hace creer que él sí lo puede tocar. ¡Es que el diablo, hermano, me está haciendo esto, esto y aquello! Escucha. Si tú tienes esa palanca y Dios no la puede tocar, quédate bien tranquilo porque el diablo tampoco la puede tocar.

Es libre albedrío porque es tuya y de nadie más. Tú decides qué cosas permites y qué cosas no permites. Si te crees las mentiras estarás cediéndole al reino de las tinieblas una potestad que no tiene. Si no te las crees, inclinas la balanza para el lado de la luz.

(Salmo 88: 10) = ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte?

(11) ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, o tu verdad en el Abadón?

(12) ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, y tu justicia en la tierra del olvido?

Fíjate cuántos lugares ya hemos visto allí. El lugar de los muertos, el sepulcro, el Abadón, el lugar de la destrucción. Cuando en tu vida no pasa un día sin que se te destruya algo, estás atado al Abadón, el lugar de la destrucción. Pero fíjate cómo termina el texto: la tierra del olvido.

¿Sientes que no existes? ¿Qué llegas a un lugar y nadie te conoce ni recuerda jamás tu nombre o tu apellido? ¿Qué ni siquiera en la iglesia parecen registrarte para nada? ¿Pasas al frente para que oren por ti y los encargados de orar te pasan de largo sin verte? Simple: estás atrapado en la tierra del olvido.

No es una tierra geográfica, claro está; es una tierra espiritual donde muchos, créeme, muchos, están atrapados, y a menos que alguien vaya espiritualmente y los restaure, allí se quedarán. Eso se llama cautividad. Sin embargo, no toda cautividad proviene del diablo. Hay cierta clase de cautividad que proviene de Dios.

(Jeremías 13: 16) = Dad gloria a Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis luz, y os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas.

(17) Más si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño de Jehová fue hecho cautivo.

Está más que claro, ¿Verdad? ¡Cuántas veces el pueblo de Dios no le da la gloria a Dios! “Es que…sí, Dios me está ayudando un poco, pero…es un esfuerzo tremendo el que estamos haciendo…y merece su premio…!” ¿No se dan cuenta que la soberbia va subiendo por sus cuerpos hasta quedarse con toda su voluntad y olvidar la voluntad de Dios?

El mayor riesgo de cada ministro y me incluyo, es el de olvidar que toda la gloria es de Dios y, ante el primer halago que le formulan, empezar a tentarse con quedarse para sí con Su gloria. Bien; dice que por causa de esto seréis llevados cautivos.

(Salmo 107: 10) = Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, aprisionados en  aflicción y en hierros.

(11) Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, y aborrecieron el consejo del Altísimo.

(12) Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones; cayeron, y no hubo quien los ayudase.

(13) Luego que clamaron a Jehová en su angustia, los libró de sus aflicciones: (14) los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones.

¿Cuántos cristianos crees tú que se encuentran en esta condición? Vivir en santidad no es una sugerencia; es el acto de inteligencia más alto que puedes hacer. Porque vivir en tus propias justicias, vivir en tus propios deleites y en tus propios pecados, te va a conducir a aflicción y a hierros.

¡Voy a ir a la campaña de sanidad! ¡Voy, a estar en sesiones de liberación! ¡Dios me va a sanar! ¡Dios me va a liberar! No. No te vas a sanar ni a liberar. Porque no tiene que ver con la unción de sanidad en la vida de alguien, tiene que ver con tus prisiones de oscuridad por causa de tu desobediencia.

Por eso es que cuando hay alguna de esas tremendas campañas y suceden tantos milagros, la gente se queda preguntándose por qué no se sanaron o se liberaron todos esos hermanos que lo necesitaban más que los demás que sí fueron sanados y liberados. Porque muchos estaban atrapados en prisiones de hierros y sombra de muerte.

(Salmo 44: 19) = Para que nos quebrantases en el lugar de los chacales, y nos cubrieses con sombra de muerte.

En el mundo espiritual existen las fieras espirituales. Hay leones en el mundo espiritual, todos lo sabemos. La traducción correcta de este versículo es dragones. Si lees una biblia en otro idioma que no sea el español, vas a ver que dice “nos quebrantases en el lugar de los dragones”.

En los países orientales, donde la gente practica diversas disciplinas como es la aparentemente más inocente e inofensiva como el yoga, la gente se vuelca a los chacras y todo eso y entra en el lugar de los dragones. Hay gente que, incluso, siente con tremenda veracidad cómo el diablo comienza a devorarlos paso por paso.

Sienten que el diablo comienza devorarles su felicidad progresiva y paulatinamente. Primero su matrimonio, luego sus finanzas, luego sus hijos. Es un intenso dolor el que los seres experimentan cuando quedan atrapados en el lugar de los chacales.

Son penas de altísimo voltaje las que se producen en esa región espiritual. Esquizofrenias, tremendas y profundas depresiones son las experimentadas en el lugar de los chacales, donde son prácticamente azotados de un lado para el otro.

Gente que ha estado en el ocultismo, es muy comúnmente atrapada en el lugar de los chacales. Es un pozo oscuro y siniestro. Hay naciones enteras sumergidas en esa clase de pozos. Por eso dice el salmo 9:15: Las naciones están hundidas en el pozo que cavaron.

¡Qué importante es entender el mundo espiritual! ¡Y cómo nos afecta! Gente que vive –por ejemplo- de manera inmunda. Gente sucia que vive en la mayor suciedad y no por falta de tiempo. Por más que las arreglen, las pinten y las decoren, esas casas siguen siendo sucias. Es que están escondidas en regiones de chacales. En lugares de inmundicia. De ratas espirituales.

Mientras más tú consientes la mugre en tu casa, más estás invitando a este tipo de situaciones. La limpieza tiene que ser no solamente en nuestro espíritu, en nuestra alma y en nuestro cuerpo, sino también en nuestras casas, que tienen que ser el reflejo de quienes somos en el espíritu.

(Isaías 49: 8) = Así ha dicho Jehová: en tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades; (9) para que digas a los presos: salid; y a los que están en tinieblas: mostraos. En los caminos serán apacentados, y en todas las alturas tendrán sus pastos. (¿Dónde estaban? Presos y en tinieblas. ¿Dónde los pusimos? En los caminos espirituales.)

(10) No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá a manantiales de aguas.

(11) Y convertiré en camino todos mis montes, y mis calzadas serán levantadas.

Allí donde estás, puedes hacer un simple ejercicio espiritual. Cierra tus ojos para no distraerte y di en voz audible: “Yo soy un escogido de Dios, y tengo como misión celestial restaurar la tierra. Tengo como misión espiritual libertar a los cautivos, abrir las prisiones, ordenar que los que están en tinieblas se muestren. Así cambiaremos a miles de personas.”

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enero 1, 2015 Néstor Martínez