He participado en muchas discusiones serias respecto a la incidencia satánica en la vida de los creyentes. He sido testigo de la clásica duda respecto a si un creyente puede estar poseído de demonios o no. Todavía se está debatiendo todo eso; todavía sin conclusiones globales concretas.
Sin embargo, sí se ha logrado amplio consenso en estimar que los creyentes son sometidos a tentaciones de la misma forma que los no creyentes, aunque luego se verá si utilizan o no las armas que poseen para defenderse de ellas. Este trabajo tiene que ver precisamente con eso.
Quiero que me acompañen a leer en nuestras Biblias dos textos que se encuentran en dos lugares diferentes: Filipenses 3 y Efesios 2. Estas son dos cartas casi hermanas en el Nuevo Testamento, con muy pocas páginas cada una, pero con enorme contenido espiritual.
Escucha: Satanás habita en los reinos de este mundo. Y Satanás, sutilmente, nos roba el potencial de tener el dominio que debemos tener como iglesia. A veces nos pone en desventaja, o nos roba de impacto. En fin; nos inhabilita, por medio de engaños sutiles que nos llegan a nosotros, los creyentes. Ahora bien; la palabra dice que Satanás no puede vencer a la iglesia
(Filipenses 3: 20) = Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
En esta escritura no die que vivimos en el cielo, sino que nuestra ciudadanía tiene origen en el cielo. Es como si yo dijera que soy ciudadano argentino, pero vivo eventualmente en otro país. Somos ciudadanos del cielo, pero habitamos en la tierra.
(Efesios 2: 17) = Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; (18) porque por medio de él (Hablando de Cristo), los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al padre.
Eso refiriéndose a Israel, y al resto de las naciones, ambos hechos uno en Cristo. Y ahora la entrada es por Cristo. Todos tenemos derecho a entrar en el Reino de Dios, por un mismo Espíritu al Padre.
(19) Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios.
Aquí vemos la misma palabra usada en Filipenses. Somos miembros de la misma ciudadanía, la misma familia de Dios. Los ángeles son familia de Dios, y nosotros juntamente con ellos, somos familia de Dios. Jacob, Abraham, Isaac, los padres de la fe, todos, son familia de Dios por medio de Cristo, en el día en que él bajó y libertó a los cautivos. Y subió al cielo, y ellos subieron con él, y se convirtieron en familia.
Nosotros, aun estando aquí, somos familia con ellos. Una familia, una ciudadanía. En Mateo 16, verso 18, cuando pedro descubre que Cristo es rey, Cristo le responde: Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del hades no prevalecerán contra ella.
Esta palabrita, “puertas”, allí, significa los portones de una ciudad, en el Antiguo Testamento. En las puertas de una ciudad se sentaban los jueces y los ancianos. Y los que estudiaban la estrategia del enemigo. Los que enjuiciaban, era el lugar de autoridad o el gobierno.
Era como decir El Capitolio en USA o algún edificio representativo mayor nacional en cualquier otro país. Era el lugar de gobierno de la ciudad. Esa eran las puertas. Allí se efectuaban los juicios. Ahora nota lo que dice Cristo, con ese entendimiento:
El gobierno del infierno no prevalecerá contra la iglesia. El gobierno, la estrategia, la sabiduría, el juicio, la ejecución del infierno, no vence a la iglesia que Cristo funda. De manera que si tú fueses Satanás, (Y perdóname por darte ese papel en esta obra, pero es necesario el ejemplo), y tuvieras como labor detener la iglesia, que es invencible, ¿Cómo lo harías?
Tendrías que meterte adentro y engañar a la iglesia, para que no entendiera lo que posee, para que no pueda implementar el dominio que debe tener. En el mismo evangelio de Mateo, allí, pero tres páginas más atrás, en el capítulo 13 y en una parábola muy conocida, el verso 24, dice:
Les refirió otra parábola, diciendo: el reino de los cielos es semejante a un hombre (Ese es Cristo) que sembró buena semilla en SU campo; (En Su campo. Di conmigo: el campo, es de Cristo). (Verso 25) pero mientras dormían los hombres, (Hermano: ¡Levántate por favor!) vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
Escucha: ¿Dónde sembró la cizaña? ¡En medio del trigo! No afuera, en medio. Vamos a interpretarlo, tomando de lo que Él mismo les dijo a sus discípulos cuando le pidieron eso, que la interpretara.: (Verso 37) = El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. (Ese es Cristo)
(38) El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, (No tengas temor de pronunciar la palabra Reino, aunque te acusen de Testigo de Jehová) y la cizaña son los hijos del malo. O sea: nosotros somos los frutos del bueno, y la cizaña son los frutos del malo.
¡Pero están en el mismo campo! Escucha: el enemigo que la sembró, ¿Es quién? El diablo. Y así será en el fin del siglo, los segadores son los ángeles. (Verso 40) = De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. (El verso siguiente lo explica en más detalle)
(41) Enviará el Hijo del Hombre a SUS ángeles, y recogerán de SU reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad.
Ahora escucha: el Reino no puede estar arriba, porque arriba no hay cizaña. Y dice que serán todos los que sirven de tropiezo, es decir que cambió la palabra cizaña, por gente que sirve de tropiezo. ¿Dónde? Dentro de la iglesia.
Porque, repito: si tú fueres Satanás y tuviese que detener la iglesia, te vestirías de ángel de luz. Somos hijos de luz y la palabra nos llama ángeles ministradores. Te tendrías que vestir, o de ministro o de creyente. Y envenenar la iglesia o engañarla, para que no vea cuál es nuestra herencia a la cual tenemos derecho y elegir vivir a medias.
Creo, sin aspavientos, autobombos ni promociones marquetineras, que este es el mensaje más importante que vas a escuchar en tu vida. La cizaña, literalmente, era una semilla bastarda, muy parecida al trigo. Se viste igual, lleva la misma Biblia.
Tenían que zarandear al trigo tres veces, para asegurarse que cuando caía del otro lado, no cayera la cizaña, porque envenena. Era difícil reconocerla, hasta que llegaba el tiempo donde los niños se separan de los hombres. El tiempo de madurez.
Hay lugares en el espíritu, donde los niños no nos pueden acompañar. Esa te va a pegar dentro de un buen rato. Para el lugar en el espíritu donde estamos yendo ahora, muchos niños no pueden venir. Y si me está escuchando algún niño, no te preocupes: que papá, mamá, la tía o la abuela te expliquen: no estoy hablando de niños naturales.
La semilla bastarda era venenosa, tanto para animales como para seres humanos. Por eso tenían tanto cuidado que no cayera ni una. Un solo granito de cizaña en una bolsa entera de trigo, era suficiente para envenenar lo que la consumiera.
Y los síntomas, eran mareos. Si lo llevas al espíritu, estamos hablando de gente que se tambalea, que no tiene estabilidad ni visión clara. Y de esos hay muchos, créeme. Que no pueden ver mucho más allá de la punta de sus narices.
Esa misma semilla producía malestar o debilidad del cuerpo. Producía debilidad en el cuerpo, confusión y, finalmente, muerte. Son los síntomas de la iglesia de hoy, ¿O no? Confundida. Subdividida. Uno dice una cosa, el otro dice otra. Nadie sabe para dónde va, y como no tienen nada para hacer, se ponen a buscarle la quinta pata al gato a la gente que sí anda haciendo algo.
Y dice que él vendrá, y sacará a los que sirven de tropiezo. Y la palabra tropiezo, es la palabra proskuneo en griego, y significa: un tronco, como de un árbol, cortado bien bajito, y cercano. Ahora bien; la palabra nos identifica como árboles. Son parábolas, semejanzas.
Está hablando de gente. O sea: el tropiezo está producido por algo que tú no ves, porque está tan cerca, que cuando vas no lo ves, porque está ahí, casi pegado a ti. Y tropiezas y caes. La implicación en griego, es: una persona de confianza, una persona tan cercana a ti, que tú jamás pensarías que te está engañando.
Y al descubrirlo, la caída es grande, porque no la esperabas. No necesariamente adrede, sinceramente, lo hacen, pero sinceramente equivocados. En ignorancia. Muchos, en ignorancia. De manera que el diablo tiene que trabajar de adentro, debilitando nuestra alimentación.
Hebreos 5, del verso 11 al 14, dice que es imposible manifestar la palabra de justicia, mientras estemos bebiendo leche. Que hay que comer carne sólida para poder discernir. Ahora bien; yo quisiera mencionar aquí algunos aspectos o formas sutiles de engaño.
Engaños que nos detienen o nos roban de nuestra herencia y ciudadanía espiritual. Como ciudadano sudamericano yo tengo derechos, y esos derechos me dan poder. Y cuando la iglesia no entiende sus derechos, entonces Satanás te los roba, porque él de sí mismo no tiene poder.
De todos modos, la carencia de entrenamiento eficiente hace que haya más derrotas que las que debería haber en esta clase de guerra. Si muchos centros de entrenamiento llamados iglesias, insisten en no enseñar nada respecto a las tácticas y estrategias del enemigo, sus solados salen a la guerra, totalmente vulnerables y desprotegidos. ¿Nadie lo vio?
¡No, hermano! ¡No hable del diablo! ¡Aquí no se habla del maligno! ¿Ah, no? Pues aquí sí que hablamos de él, pero no para promocionarlo, sino para aportar lo que haga falta para ponerlo bajo nuestros pies.
Nº 1: El primer engaño, es la Falta de Comprensión Espiritual. Nos engaña en cuanto a lo que es la Biblia y la aplicación espiritual de la misma. Existen dos dimensiones: espiritual y natural. Celestial y terrenal. Reino de luz, reino de tinieblas. La esfera divina, la esfera carnal. Lo invisible, lo visible.
Dos dimensiones de operación. Y cada dimensión o ámbito, es gobernado por un sistema de principios o leyes que lo rigen. En el mundo del espíritu, ciertas cosas se hacen de cierto modo. En el mundo natural, las mismas cosas se hacen de otro modo.
Son dos principios. Conjunto de leyes que gobiernan el ámbito o la dimensión. Nada más que dos, no hay ningún término medio. Y ese es el problema, porque hay mucha gente que dice que no quiere comprometerse ni con el uno ni con el otro. ¡No funciona!
Porque tú eres un vaso; te llenas de algo. El vaso se llena de algo. Y sólo hay dos ámbitos, dos dimensiones. Hay dos reyes: rey de tinieblas, rey de luz. Hay dos cuerpos: cuerpo de Cristo, cuerpo de anticristo.
La palabra, el libro de Génesis y hasta Apocalipsis, está escrito en términos naturales, porque ahí habitas. Somos ciudadanos de allá, pero vivimos aquí. Entonces, está escrito en términos entendibles en esta dimensión. Pero sólo para reflejar principios que rigen en la otra dimensión y trascienden esta.
Cuando una persona que vive aquí, vive de acuerdo a los principios con los cuales se vive allá, aquí es invencible. No es que seas una cosa etérea, espiritualoide que camina sobre cáscaras de huevo, no. Sólo necesitas principios, leyes, métodos de hacer cosas.
Cosas que funcionan en el cielo. Hágase su voluntad, aquí en Rosario, aquí en Bogotá, aquí en Santiago, aquí donde sea, en la tierra, igualita a que se hace allá. De manera que Dios a través del libro, nos muestra o ilustra cómo es la vida del Reino.
Para que los hijos del Reino, tengan derecho a la herencia de su ciudadanía, ahora. Cuando tú eres ciudadano de un país, utilizas los beneficios de los derechos de los ciudadanos de ese país, aunque transitoriamente no estés viviendo en tu país.
Y si eso funciona allí, ¿Cuánto más los principios del Reino de Dios? Por ejemplo: si yo quisiera describir, -Imaginemos ahora que yo fuera Dios-, la mentalidad que debes poseer para ser del ejército de Dios, esto es: cómo se comporta el ejército de Dios, en el cielo y en la tierra, te diría que tienes que ser como una hormiga, que permanece preparada.
¡No estoy hablando de la hormiga, sólo lo estoy dando como ejemplo! Te diría que tienes que ser como el conejo, que se esconde en la roca. Tienes que ser como la araña, que se deja caer encima del banquete. Puede haber enemigos en todo su alrededor, pero Dios le tiende una mesa en medio de sus enemigos.
No eres araña, ni eres hormiga, pero debes comportarte como tal. El hecho de que Dios te diga hormiga, no te reduce a una hormiga. Tienes que ser como la langosta, que marchan en grupos organizados, y son obedientes y no rompen sus filas.
Las langostas en la Biblia no son demonios, son tipología de gente organizada. Por ejemplo: la iglesia es comparada en la Biblia con un ejército. ¿Acaso tú eres un soldado? No. ¿Y entonces a qué se refiere? A ser obediente, como se es en un ejército.
Te compara con un cuerpo, refiriéndose a la unidad que tienen las células y los miembros de un cuerpo. ¿Cuántos han visto que una mano golpee su propia cara sin que su dueño la mande? Sin embargo, ese supuesto cuerpo que somos los cristianos, nos la pasamos golpeándonos a nosotros mismos.
Así está la iglesia, porque no ha entendido lo que significa el cuerpo de Cristo, ¡Simplemente por eso! Por ejemplo: te llama novia, siendo varón. Sigue siendo novia, teniendo intimidad con el Dios Altísimo. Te llama árbol, pidiéndote que des fruto y estés firme y no saltes de un lugar al otro.
Te llama ciudad, para que entiendas tu derecho como ciudadano. Te llama nación, para que emprendamos gobierno, y no seamos llevados por cualquier viento de doctrina. Nos llama hijos, para poder ser herederos. Si no somos hijos, ¿Cómo vamos a heredar?
Son parábolas de Génesis hasta Apocalipsis. El engaño es debatir el mundo natural, y perderse toda la moraleja que Dios quiso traer. Ese es el mundo teólogo, religioso. Doctrinas y dogmas de hombres. Que no tienen nada que ver con lo que Dios quiere hacer con su pueblo. Usa eso, simplemente, como un envase, como un recipiente, para traerte una verdad o un principio.
(Colosenses 1: 12) = Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
Noten que Cristo nos hizo, PASADO. ¿Cuántos lo están viendo claramente allí? Nos HIZO aptos, ¿Para qué? ¿Para participar de? De la herencia. ¿Y cuándo? Si nos hizo aptos en el pasado, ¿Para cuándo es la herencia? Es para ahora.
Peo, al no entender para qué Dios usa la palabra, (Que no es para debatir palabra y doctrina. Que no es para ver quien memoriza más y mejor los capítulos y versículos) es un vehículo que nos dice: mira; Cristo te hizo apto, ya tienes lo que necesitas, para comenzar a heredar. Ya mismo, no tienes que esperar nada.
(13) el cual nos ha librado, (Otra vez, PASADO), de la potestad, (Exousia, Derecho) de las tinieblas y trasladado al reino de su amado Hijo. (Nos libró del derecho. ¡Ya lo hizo! ¡Satanás no tiene derecho!)
Tú vas a una ciudad, y vienen a hacerte algo en contra de tu ciudadanía, entonces vas al consulado y dices: tú, no tienes derecho. Y te defiendes. En cambio la iglesia se deja dar garrotazos por parte de Satanás y no entiende su derecho.
Somos ciudadanos, y somos aptos para heredar, lo que es el beneficio de nuestra ciudadanía, ahora. Dice que nos libró del derecho. La palabra potestad es la palabra derecho. Y nos trasladó, otra vez en pasado, ¿Adónde? Al Reino. ¿Seguirán diciéndote que eres Testigo de Jehová, entonces?
La palabra dice que ya estás allí. ¿Adónde nos trasladó? Al Reino. Y el reino significa: el gobierno del Rey. Nos metió al reinado de él, o sea: ¿Quién gobierna tu vida, ahora, Satanás? ¡No! ¿Quién gobierna tu vida, ahora? ¡Cristo! Entonces, ¿Bajo qué reino estás? ¡Bajo el Reino de Cristo!
Tu Rey, reina. Yo estoy bajo el reino, la influencia, las leyes, los principios, de mi rey. Estoy en el Reino de él. El Reino no es un lugar, es la influencia que ejerce el rey. Fuimos hechos aptos para participar, y trasladados de ciudadanía.
Tenías ciudadanía en tinieblas; eras miembro de la nación de las tinieblas. Ahora eres miembro de la nación de luz. De manera que tus derechos cambiaron. En el Reino de las tinieblas, para hacerte rico, guardas y no le das a nadie. En el de luz, si no das, vienes a pobreza.
En el reino de tinieblas, si quieres ser grande, debes pisar por encima a todo el mundo. En el Reino de luz, te humillas y Dios te exalta. No se funciona igual. Y si no entendemos que los principios han cambiado, mientras estabas acá te funcionaban. Pero al mudarte para allá, no puedes ya usar los principios de acá. Porque allá no funcionan.
Y hay gente que quiere dar un paso para allá, y conducir su vida bajo el reino de esta dimensión. Y entones, dan un testimonio que no es el de la iglesia, pero la gran mayoría está en esa fachada, y han dañado el testimonio, la agresividad, el impacto, la implementación, el acercamiento.
El señorío de Cristo, en la nación no se respeta, porque la gente que dice estar en este Reino, todavía no ha entendido cómo se vive en este Reino. Porque la palabra para ellos, es sólo un debate teológico, doctrinal, de dogmas, historia y futuro. Y nada práctico para el presente. Ese es el primer engaño.
Nº 2: Entender que hemos sido cambiados de ciudadanía. Que hoy mismo puedes decir: yo soy un ciudadano del gobierno del Reino de Dios. Ahora pregunto: ¿Cuántos, de verdad, creen eso? Porque una cosa es decirlo en un multitudinario “amén” y otra, sencillamente creerlo para dentro de ti.
(Efesios 3: 1) = Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles;
Esa palabra “prisionero de Cristo”, hace que tú lo veas como en cadenas, ¿Verdad? ¿Tú lo ves como en cadenas? ¡Despierta! En cadenas, es natural. Era prisionero de Cristo, no hacía su voluntad, sino lo que Dios lo enviaba a hacer.
¿Cómo lo viste, en cadenas? Si estuvo en cadenas. Más allá de las cadenas, cuando él quería predicar aquí, el Espíritu no lo dejaba, y Él sabía seguir la voluntad de Dios. Usa cosas naturales, para expresarte dónde debes ir tú en el mundo del Espíritu.
Adonde tu vida sea totalmente gobernada por el Espíritu. Porque los hijos son los que son guiados por el Espíritu, y no tiene nada que ver con sus dones ni el saltar, reír o temblar dentro de la iglesia los domingos por la noche.
Pablo, prisionero. Yo no voy donde quiero, voy donde me envías. No hago lo que quiero, hago lo que me dices. Cristo, prisionero. Pedro, cuando eras joven, hacías lo que querías. Pero cuando seas anciano, otro te va a ceñir los lomos, que significa: alguien te va a guiar.
No se trata de pobrecito Pablo prisionero en cadenas, se trata de que nos dice cosas que entendemos para enseñarnos principios que operan en su Reino, para que tú los vivas ahora. Dios está buscando una gente prisionera de Cristo, porque fuimos comprados por un precio. ¡Es que no tengo tiempo! Perdón; lo que no tienes es revelación. No entiendes el llamado del Reino.
(2) Si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; (3) que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente,
¿Qué es un misterio? Algo que no se sabe. Algo que está escondido. Pero no hay misterio para Dios, Él fue quien lo escondió. No es nuevo para Dios, es nuevo para nosotros. Eso significa que la revelación es progresiva y no está toda dicha, como dicen algunos todavía por allí.
Pablo dice: Yo te voy a hablar sobre algo que estaba escondido, peo que ahora está abierto. ¿Cuándo? Ahora, cuando yo te lo diga. La revelación se recibe de espíritu a espíritu, porque las cosas naturales no comprenden las cosas que son del espíritu. El análisis quiebra el mundo del espíritu. El análisis es de la mente, no del espíritu.
(4) leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, (5) misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu;
Escucha: Pablo les está diciendo algo que antes de Pablo, no se sabía, porque ningún ministerio las había dicho. ¿Le dirían hereje o blasfemo, también? Pero seguía siendo Dios quien estaba en control de todo. La revelación sí es progresiva. La verdad siempre está presente, está aquí. Pero es como si Dios le quitara una delgada telita de delante, y uno ahí ve lo que antes nunca había visto.
(6) que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio.
Aquí está mostrando la primera revelación, que los gentiles y los judíos eran parte del mismo cuerpo de Cristo; no sólo los judíos, como aun piensa una gran parte de la iglesia. Hay una mentalidad judaica que piensa que primero fue el judío, pero que todo lo demás viene porque el judío no quiso entrar. Y que después vuelve el judío otra vez, y que nosotros venimos a ser un pedazo de jamón entre dos panes. Deshazte ya mismo de esa doctrina.
(7) del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.
(8) A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo.
Nota y presta atención a que, -die- estas son enseñanzas inescrutables. No las vas a conseguir en una concordancia, por buena y famosa que sea. Y tampoco con ninguna versión de Biblias conocidas y por conocerse.
(9) Y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas.
Esta palabra utilizada aquí como dispensación, es la palabra koinonía, y tiene que ver con unión familiar. Pablo quería revelar el entendimiento de lo que es una relación espiritual, por encima de las relaciones naturales.
Desde el principio, Dios creó a Adán y a Eva, para tener comunión con ellos, y para que ellos tuvieran dominio. Desde el principio. Si Dios hubiera querido tener una generación de gente en el cielo, las hubiera creado en el cielo. ¿Para qué las iba a poner en la tierra?
Es que a veces andamos tan confundidos por las historietas que se editan en el infierno que empezamos a llevarnos por delante con nuestras propias elucubraciones. Si Dios creó al hombre para que vaya a sentarse a tocar la lira en una nube, ¿Para qué creó el planeta?
Y encima nos hace pasar por todo este dolor, tal como si Él fuera sádico o algo parecido. Como si tuviéramos un Dios que se goza viéndonos sufrir. Escucha: pensar que Cristo viene a resolver al problema terrenal, es como decir que Dios se goza con nuestra tribulación presente.
Es como si Él te dijera: mira, yo sé que estás en la ruina, te acaba de abandonar tu mujer y se te murió un hijo por la droga, pero debes entender que faltan tres años, y que hasta que no llegue mi tiempo yo no puedo hacer nada. ¿Sabes qué? ¡Ese no es mi Dios!
Entonces significa, ¡Que está en nuestras manos! Porque si estuviera en las de él, su misericordia hubiera hecho algo ya. ¡Es que estamos esperando que Cristo venga, porque cuando él venga va a hacer todo! ¡Va a limpiar las calles, va a hacer esto, va a hacer lo otro, y después nos va a rescatar y nos va a llevar con él!
Escucha, no te alteres, cálmate, relájate. Pregunto: ¿Y todos los que murieron esperando? ¿Y todos los que sufrieron? Eso, a mi entender, significa que algo lo detiene. Y mucho me temo que ese algo, es la iglesia.
La iglesia y su testimonio, la iglesia y su conocimiento, la iglesia y su avance. La iglesia, engañada por los factores sutiles del enemigo. Satanás está dentro de la iglesia, trabajando como cristiano. Y por ahí hasta le enviamos alguna ofrenda.
Hasta que la iglesia no comprenda la plenitud del dominio, jamás seremos un testimonio adecuado en la tierra. Es por eso que estamos fragmentados, divididos y, a veces, hasta derrotados. Dios quiere que internalicemos la verdad, y entonces la expresemos a través de una vida, llena de dominio.
¿Y cómo domino? Viviendo en esa dimensión, pero guiado por aquella dimensión que, llegado el momento, vence esta. ¿Cómo anda, hermano? ¡En victoria! ¡Bendecido! En la Biblia se enseñan principios que será necesario que tú te aprendas.
Quiero que vengas conmigo al primer capítulo del primer libro de la Biblia, Génesis. A este principio lo vamos a denominar, Principio de la Semilla. Mira el verso 11: Después dijo Dios: produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; (¿Quién da la semilla? La hierba.), árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
Mira el verso 21: Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género (¿Según su qué? Según su género),y toda ave alada según su especie, (¿Según su qué? Según su especie), Y vio Dios que era bueno.
Mira el verso 24: Luego dijo Dios: produzca la tierra seres vivientes según su género, (¿Según su qué? Según su género), bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie,(¿Según su qué? Según su especie), y fue así.
Aquí vemos que Dios creó un principio, ya sea humano o vegetal, para que luego en su crecimiento, dentro de la cosa, hubiese una semilla. Y que la semilla produjera según su especie o género. Las plantas de manzanas producen manzanas, las de uvas, uvas. Pero también los perros producen más perros. Y los gatos, más gatitos. ¿Y Dios?
Cada semilla produce según su especie. Si la vaca produce vaquitas y los caballos producen caballitos, cuando nos referimos a Dios, tenemos una mentalidad tan baja en la estima propia que de ninguna manera nos atreveríamos a decir que Dios produce diositos.
Y te digo más, si a esto lo dices en ciertos y determinados lugares, pueden exonerarte por hereje o algo peor. Pero resulta ser que Dios dijo: hagamos al hombre a mi semejanza, a nuestra imagen. Y la reproducción del hombre, tiene la semilla dentro del hombre.
Pero la primera semilla que produce el primer hombre, ¿Viene de? Viene de Dios. O sea: participantes de la naturaleza de Dios. ¡Lo dice Pedro! Somos partícipes de la naturaleza divina de Dios. Pedro lo dice en sus dos cartas, la primera y la segunda. Y lo repite una y otra vez: somos participantes de su naturaleza.
¡Pero es que yo soy un pobre hombrecito! Engañado por Satanás, jamás llegarás a tocar la verdadera estatura en la que has sido creado. Ahora; para entender que eres hijo de Dios, tienes que entenderlo por encima de la verdad de que eres hijo de tu padre. Hay gente, a las que las relaciones naturales, las atan. Los inhibe de entrar en el poder en el cual vinieron a exhibir.
Ahora bien; si Adán no hubiera caído, ¿Qué estaría produciendo? Aquí es donde tú me dices: “¡No podemos especular con eso, él cayó! Y ahí es donde yo te respondo: Sí, pero Cristo lo restauró. Porque Cristo es el último Adán, pero es el segundo hombre.
(1 Corintios 15: 45) = Así también está escrito: fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
(46) Más lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
(47) El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
Nota que el verso 45 dice que es el último Adán, pero el verso 47 dice que el último Adán es el segundo hombre. ¿Por qué le llama el segundo hombre y no él último? Porque su papá fue el primero, su tío el segundo y tú el tercero, ¡Y todos somos iguales!
Él es el último Adán, o sea: la última puerta. Pero es el primogénito entre muchos hermanos iguales a él. Hechos en semejanza a Dios. Y si satanás te roba esa verdad, tú no podrás expresar el dominio de Dios en la tierra. Nunca.
Satanás nos ha robado este entendimiento, dominio que proviene de nuestra naturaleza. O sea: tenemos que transicionar de la mente del espíritu al alma, y eso es dificilísimo. Tu proceso de decisiones, tiene que cambiar para ser guiados por el Espíritu.
Y según prospera nuestra alma, entonces dominar el cuerpo. Y allí mismo es donde podemos entrar también en salud divina. Y hasta echar fuera las enfermedades que todavía te fastidien. Esas que todavía estás combatiendo sin resultados. Pero llegará el día en que los tendrás.
Y el último enemigo, va a ser la muerte. Habrá una generación que vencerá la muerte, que será transfigurado y no conocerá muerte. Cuando venga Cristo, la generación que esté viva, no experimenta muerte. Serán cambiados en un abrir y cerrar de ojos.
¿Por qué no tú? Todo depende de si llegas a esa estatura. Eso sería, en esencia, la manifestación de los hijos de Dios. Jesús fue la primicia de un estilo de vida, que la iglesia tiene que demostrar. Va a haber una generación que le diga a las aguas “detente”, y se detendrán.
¿Cuál? La que esté funcionando cuando él venga. Porque él viene, cuando esté funcionando. ¡Y no, hermano! ¡No sé si será así! ¡Nosotros vivimos encerrados en un templo, tratando de portarnos bien, hasta que Cristo venga y nos rapte!
¿Y la tierra? ¡Ah, no sé! ¿Qué se vaya al infierno con todos los familiares, parientes y amigos que no son salvos, con todos los hijos que no conocen a Dios y con todos los que todavía andan perdidos? ¿Esa es tu doctrina?
Nº 3: Poseemos una semilla incorruptible. El engaño, entonces, es: hacerte creer que no la vas a recibir hasta que llegues al cielo. Toda la Biblia abraza una sola promesa. Génesis 3:15, ¿Cuántos la conocen? Que la semilla de una mujer aplastará la cabeza de Satanás.
La cabeza es el gobierno, las puertas, la estrategia, la sabiduría, las obras. Una semilla. Cada semilla produce según su especie. Pero la semilla de una mujer, la iglesia, va a producir una generación que aplastará la cabeza al gobierno de Satanás.
Tú y yo. Si lo crees, claro. De otro modo, Dios no tiene prisa, porque Dios es eterno. El que no tiene un para siempre, somos nosotros. Sin ella, la Biblia no tiene sentido. Si tú arrancas a Génesis 3:15 de ahí, la Biblia no tiene sentido. Porque toda la Biblia, desde Abraham para acá, es la batalla entre semillas.
La semilla de los buenos, y la semilla de los malos. Y cuando llegan los tiempos de Cristo, la semilla de los buenos y la semilla de los malos, era adentro de la iglesia. Era Cristo contra los fariseos. Cristo, contra la iglesia de sus días. Cristo, contra el sistema. Hasta que derrotó el sistema, se cayó Jerusalén, y se levantó una iglesia espiritual en el aposento alto.
(Gálatas 3: 16) = Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: y a tu simiente, la cual es Cristo.
(Verso 29) = Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
¿Quién es la simiente, entonces? La iglesia. Él dijo: si el grano de trigo permanece vivo, permanece solo. Pero si muere, produce mucho, según su especie. ¿Y qué hizo Él? Murió por ti. Una semilla incorruptible, la iglesia de Dios.
Una semilla incorruptible, se refiere a una familia no natural. Que no viene de linaje por voluntad de hombre. Somos nacidos de arriba. Es una gente embajadora. ¿Qué es un embajador? Alguien que viene de otro lugar. Vive en este, conjuntamente con todos los demás, pero no es de aquí. Y un día volverá a su lugar de origen.
¿Dónde trabaja, allá? ¡No, aquí! Comunión de descendencia espiritual, no natural. Soy hijo de mi Padre celestial, por encima de que también soy hijo de mi padre natural. No estamos atados a lazos familiares naturales; escúchame con el corazón, para que no te ofendas.
Debemos comprender nuestras responsabilidades con nuestras familias, no queremos subestimar. Solamente los espirituales maduros comprenden la separación e importancia de estas dos dimensiones. Gente infantil o inmadura, no atraviesa este puente, se queda atada a lo natural.
¡Es que yo tengo esa enfermedad porque mi papá, mi mamá y mi abuelito también la tuvieron! Eso sería si tu semilla es corruptible, pero la nuestra no debe serlo. ¡Es que toda mi familia fue muy pobre, por eso a mí nada me sale bien! Natural. La semilla nuestra es incorruptible, nosotros vamos a ir más allá.
Porque nosotros cortamos esos lazos. ¿Los amas? ¡Con toda el alma! ¿Los atiendes? ¡Hasta el último de sus días! Pero si me obstaculizan de hacer lo que Dios quiere que haga, entonces nada que ver con ellos. Es madurez, no indiferencia. Es una guerra espiritual, no física, natural o familiar.
Estamos hablando de una generación que va a ver la venida del Señor, y no de una generación que quiere esperar cantando coritos viejos en un templo. Déjame decirte que si ese eres tú, gracias por escucharme, pero creo que estamos hablando idiomas distintos.
Lo que sucede es que hay dos familias, la familia natural y la familia espiritual. Y la ciudadanía espiritual trasciende la ciudadanía natural. Y hasta que no entendamos ese principio, nos quedamos atados. Oye: la ciudadanía terrenal, tiene su propósito, tiene su lugar, tiene su plan, dentro del plan eterno de Dios.
O sea: Dios te da una familia para efectuar un propósito, dentro del plan de Él. Por eso, cuando tu familia no está instalada dentro del plan de Él, tu familia no tiene cómo acceder a su promesa de abundancia, porque sólo existe para eso.
La relación conyugal, lo que es el esposo y su mujer, todo es un complemento para poder avanzar el Reino. Y cuando eso no está ahí, nunca hay una paz como es la paz de una familia espiritual. Por eso hay gente que quiere estar dentro de la iglesia lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábados y domingos. Porque en la casa no hay paz.
¡Claro! ¿Cómo va a haber, si no entiendes tu linaje espiritual? Repito: no estoy subestimando el cuidado familiar, o el sacerdocio del hogar, su provisión o su cobertura. Pero cuando la Biblia habla de que no debes caminar según la carne, eso no significa que te portes bien o te portes mal, porque todos andamos en la carne.
2 Corintios, dice: aunque andamos en la carne, no militamos según la carne. ¡Pero claro que andamos en la carne! Todos. Lo que no debemos hacer es militar espiritualmente en la carne. ¿Te das cuenta cómo la gente ha llegado a torcer la palabra?
Cuando habla de no caminar conforme a la carne, lo que está diciendo es que no camines conforme al linaje natural. Tú provienes de una familia divina, superior al linaje natural. Eso es mucho más profundo que un mal comportamiento. Herencias por lazos familiares naturales, fracciones, limitaciones, enfermedades o temores. Eres libre de esa dimensión. Mira lo que dice Pablo al respecto.
(Romanos 9: 3) = Porque deseara yo mismo ser anatema (Esto es: maldito), separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;
¿De qué estaba hablando él? De sus hermanos los israelitas. De sus hermanos según la carne. Pero no hizo eso, sino que siguió en su misión espiritual y dejó a los israelitas atrás. Él decía: Es mi carne, yo quisiera no tener nada que ver con Cristo, para hacer algo por Israel.
Pero no lo hizo. Existen lazos familiares que nos dejan impotentes para manifestar la semilla que va a derrotar el gobierno de Satanás. Queremos manifestar esa semilla, que va a derrotar lo que es la perversión, la droga y todo lo que hoy nos acosa.
Claro, si en tu mente tú no crees que eso va a acontecer, nunca serás parte de eso. La parte del evangelio que tú no creas, no se te manifiesta. Si tú no crees en sanidad, nunca serás sano de nada. Si no crees en prosperidad, jamás tendrás un centavo.
No estamos hablando ni de extremos ni de materialismos. No te dejes llevar por lo malo, la verdad siempre prevalece. Aunque haya gente que lo manipula y lo lleve a un extremo, nunca existe nada falso, sin que primero se copie de algo real, verdadero, original.
No puede haber una copia, si no hay un original. No puede haber un extremo, si no hay un punto de partido genuino. ¡Es que son materialistas! Es que se fueron a un extremo. ¡Es que hay falsos profetas! Cierto, pero eso es porque también hay verdaderos. Los falsos están copiando.
(Lucas 20: 27) = Llegando entonces algunos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron, (28) diciendo: maestro, Moisés nos escribió: si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano.
(29) Hubo, pues, siete hermanos; y el primero tomó esposa, y murió sin hijos.
(30) Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos.
(31) Y la tomó el tercero, y así todos los siete, y murieron sin dejar descendencia.
(32) Finalmente, murió también la mujer.
(33) En la resurrección (Que es la otra dimensión), pues, ¿De cuál será mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer? (Ahora nota con cuidado la contestación que le da Jesús, porque nos vamos a ir más profundo, que es donde debemos estar conforme a la dimensión en la cual estamos funcionando)
(34) Los hijos de este siglo (Que es como decir: de esta dimensión, de este ámbito, del mundo natural) se casan y se dan en casamiento; (35) más los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo (O sea: ¡A esto hay que alcanzarlo! Hay unos hijos que van a ser aceptados como hijos. Hay una generación que van a ser contados como dignos de alcanzar la otra dimensión. Mira la contestación que le está dando) y (Ahí le divide el pensamiento) y la resurrección (Esto es: cuando todos estemos fuera de aquí) de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.
(36) Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
Aquí vemos dos conceptos que Cristo separa. De un lado, familias naturales atadas por limitaciones. Pero pone luego la segunda, la que no tiene limitación, que dice: para ser convertidos en la generación que no experimentará muerte, tienes que vivir más allá de esos conceptos.
Más allá del gusto personal, más allá de los problemas familiares, más allá. Una gente que vive más allá de los límites naturales del linaje natural. Relaciones es un término que los hijos de Dios entienden más superior, o muy superior a lo que se entiende como relaciones en el mundo natural.
Es un proceso, eso no es de la noche a la mañana. Y no predico haberlo alcanzado. Y si no mira tu matrimonio. Cuando un matrimonio ha comprendido el propósito de Dios, todo cambia. Es cuando empiezas a ayudarte a consumar el propósito, y nada de lo usual y corriente podrá atar la voluntad de Dios.
(Lucas 8: 19) = Entonces su madre y sus hermanos vinieron a él; pero no podían llegar a él por causa de la multitud.
(20) Y se le avisó, diciendo: tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.
(21) Entonces respondiendo, les dijo: mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.
Ahora entendiste el verso, ¿Verdad? ¿Él no respetaba a su madre? ¡Sí, claro que la respetaba! Pro había algo superior. Noten que la comprensión de este principio, corta y evita la relación, y accedan a la revelación de que eventualmente va a haber una generación que sí va a terminar la obra de Dios.
Por años se nos enseñado que todos vamos a vivir como estamos, hasta que un día vamos a ser interrumpidos por Dios. ¡¡¡No!!! ¡No es eso lo que está escrito aquí! Familias naturales que funcionan aparte del entendimiento de lo que es ciudadanía espiritual, siempre les crean conflicto a la iglesia y a Cristo.
Mateo 10:39 dice que aquel que encuentra su vida, la pierde. Y el que la pierde por mí, la gana. El engaño tan poderoso que nos ata y nos limita, para manifestar el dominio. Vivir desde el concepto de que somos una nueva creación, es para gente madura.
Eres nueva creatura. ¡Sin embargo yo lo veo igual, mi amigo! Olvídalo. Yo no pienso igual a antes de entregar mi vida a Jesucristo. Y según el hombre piensa, el hombre es. No soy el mismo, lo aceptes o no, lo creas o no, te importe o no.
Pregunto: ¿Qué piensas tú de ti mismo? Lo que tú pienses, eso eres. La semilla incorruptible está vigente ahora. Discernir, las dos audiencias. La familia natural y la familia espiritual. El problema es que Satanás nos ha robado ese discernimiento.
El Reino de Dios debe aprender a caminar en relaciones naturales y mantener su vida en el Espíritu. Pero se nos enseñó que caminar en el Espíritu era andar casi como fantasmas. ¡Creo que Dios va a profetizar! Eso no es caminar en el Espíritu.
Caminar en el Espíritu es vivir una vida gobernada por los principios de la otra dimensión. O sea: obedecer el libro. Se nos solía decir que el espiritual es el que ayuna cuarenta horas semanales. Y las ayuna, nomás. Pero después manipula a su mujer y controla a sus hijos.
Es que son dos ámbitos opuestos, y tenemos que aprender la diferencia. Por ejemplo: Pablo estaba en cadenas, y adoraba a Dios. No negó a los que estaban a su alrededor, la audiencia natural, que tenía cadenas. Pero cuando escribía sus cartas, les decía: ¡No sean cobardes!
¡Timoteo, esfuérzate! ¡Los valientes, sufren violencia! La verdad no niega la realidad, la cambia. La presunción y la hipocresía no expresan a Dios. Pablo decía: Y sí, estoy en cadenas, pero escúchame Timoteo, Dios no te ha dado espíritu de temor. No parece la carta de un hombre preso, ¿Verdad?
En Romanos 14, Pablo comienza a decir: unos comen carne, otros no dejan comer carne, pero ¡Yo soy libre y como lo que meda la gana! ¡Todo me es lícito! Esa era la declaración de un hombre a la audiencia espiritual. Pero se da cuenta que había audiencia natural débil, y dice: pero no todo me conviene.
Lo dijo por los débiles, a los maduros no les importa. Esa es la diferencia entre las dos audiencias. Cristo; muere Lázaro, amigo natural. Y se encuentra, cuando viene, que deliberadamente, espera a que muera y apeste. Llega, y a la entrada de la ciudad se encuentra con Marta y María.
Audiencia natural. Y ellas comienzan a condenarlo, prácticamente. ¡Si hubieras estado aquí, mi hermano Lázaro no hubiera muerto! Cristo lo ignoró. Ese es el hombre que lleva la mente en otra dimensión. Por eso Él no le responde nada.
Pero se pone a orar y le pide al Padre que haga algo para esa gente que indudablemente todavía vive en la otra dimensión, en la natural, en la que anda es posible. Dos audiencias. Tratamos la natural, pero vivimos por la espiritual. Nos regimos nuestra conducta por el linaje natural. Atendemos lo natural, pero vivimos por lo espiritual.
