Más del ochenta por ciento del planeta cree en alguna clase de dios. Más de un cincuenta por ciento, cree en el Dios que nosotros creemos. De ese cincuenta por ciento, sólo la mitad le cree a Dios. De esa mitad, el setenta por ciento confía en Dios. Y apenas un tres o cuatro por ciento verdaderamente conoce a Dios. Y cuando digo conoce, me refiero como ya sabes a intimidad, no a instrucción intelectual. Conocer a Dios, es tener intimidad con Él.
Sin embargo, si vamos a conocer a ese Dios tan lejano en muchos casos, tan distante o indiferente, según nos parece a nosotros, en otros casos, en primer lugar deberíamos saber quién es ese Dios, como se compone su estructura espiritual, al menos hasta donde sabemos, y cuál es la mejor manera de relacionarse con Él. Y todo desde la misa Biblia, sin entrar en conjeturas, hipótesis o rudimentos humanos. Dio no es humano, así que no es de esperar que piense como hombre. Es Dios.
Lo cierto es que Dios es apenas una palabra que describe, en el caso que nos ocupa, a la Deidad o la Divinidad. No es ese su nombre, ya lo sabemos, porque Jehová, Yahveh y tantos otros signos gramaticales lo identifican, pero nosotros preferimos ese “Dios” que tenemos más familiarizado, aunque sólo en la escritura podamos diferenciarlo en su ruido fonético con otros dioses falsos. El Dios de la Biblia, al que nosotros adoramos y que es el que nos interesa aquí, es un verdadero ser viviente, que como dije, tiene muchos nombres personales.
(Salmo 68: 4) = Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él. (JAH es la abreviatura de Jehová.)
La Biblia Textual dice: Cantad a Elohim, cantad salmos a su Nombre. Preparad camino al que cabalga las nubes. ¡YH es su nombre! ¡Regocijaos en su presencia! (Aquí, donde leemos “nubes”, leemos la palabra hebrea rojev ba’aravot. Esta última palabra es la forma plural aravah, que significa desierto, pero en el ugarítico (Lengua semítica hoy día extinta que se hablaba en Ugarit, Siria, a partir del año 2000 antes de Cristo), la misma voz pero escrita con “p” en vez de “b”, significa nubes)
(Éxodo 6: 3) = Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, más en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos.
Dios Omnipotente es la traducción del hebreo El-Shadai, esto es el Dios Suficiente, el Todopoderoso, lo cual significa que es el Dios del cual manan todas las bendiciones y todo el poder. En ambas acepciones encontramos la imagen de un Dios que se basta para sustentar a toda su Creación, incluidos nosotros. Sin embargo, por razones que luego descubriremos, Él eligió no darse a conocer así a Israel en ese tiempo.
(Génesis 1: 1) = En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Biblia Textual: En un principio creó Elohim los cielos y la tierra.
Hay una diferencia sustancial entre un texto y el otro, no es mera semántica anexa. Si decimos en el principio como leemos en la versión reina Valera, estamos hablando de inicio, de comienzo de algo. Si decimos en un principio, como expresa la versión Textual, entonces estamos hablando de un modelo, de un patrón, de un croquis pequeño o reducido de algo mucho más monumental que vendría a continuación.
De hecho, los nombres de Dios se encuentran en la Biblia más o menos en dieciocho mil ocasiones. Por lo general, cada una de estas acepciones, describen su carácter. Él es el Ser Supremo, el Último, el Ser Perfecto. Es perfecto en cuanto al poder que posee, a su sabiduría y necesariamente, a su bondad. Él es el Creador y Soberano del universo. Él es el único Dios verdadero.
Cuando se habla de verdades fundamentales, hay que hacer énfasis en que la existencia de Dios, es la verdad más fundamental que existe. Cualquier otra verdad, por valiosa e importante que sea, depende de este hecho básico. Porque si no creemos en la existencia de Dios, o si tenemos una visión distorsionada de él, entonces todo lo demás estará fuera de foco.
(Salmo 53: 1) = Dice el necio en su corazón: no hay Dios. Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; no hay quien haga bien.
Claro; tú lees que es el necio el que dice que no hay Dios y crees que a ti no te afecta. Sin embargo, el diccionario dice que un necio es alguien ignorante, presuntuoso, imprudente, terco y obstinado. Y si revisas necedad, verás que, además de aclararte que es un hecho o dicho propio de un necio, también es tontería y terquedad. Así que te tiene que quedar más que claro que aquel que dice que Dios no existe, es un tonto presuntuoso que quizás se vaya al infierno por terco y obstinado.
Ahora bien; con todos estos conocimientos, tal vez parezca sencillo disponerse a creer que Dios existe y que está todo bien bajo sus ojos, pero: ¿Cuántas personas en el mundo, incluidos muchos supuestos cristianos, procuran entender con sus mentes intelectuales que Dios está allí, donde nosotros decimos y enseñamos que está? ¿Y cómo explicamos o respondemos a esa pregunta de otros, o propia? ¿Cómo entender que Dios está ahí?
El caso es que Dios se ha revelado al hombre. Porque si Dios no se revela al hombre, el hombre con su sabiduría no puede hallarlo. ¿Por qué? Porque Dios está más allá de la comprensión natural del hombre. Él está más allá de un descubrimiento de corte científico, histórico, místico o esotérico. Por lo tanto, es a través de la iniciativa de Dios que su existencia y sus caminos se hacen conocidos por los seres humanos. ¿No has repetido como papagayo aquello de “Venga a nosotros tu Reino”? Y cuando el Reino se decide y viene, ¿Lo vas a despreciar sólo porque no lo entiendes?
Es más: no existe lenguaje humano que resulte suficiente para describir a Dios. Sólo podemos intentar describir cómo es Él, aunque con tremendas limitaciones. Incluso, fíjate, no podemos describir lo grande que es porque no tenemos parámetros para hacerlo. Dios no está sujeto ni a la materia ni al tiempo, como estamos los hombres, así que describir su esencia es una empresa irrealizable. Dios es infinito, un término que nos resulta incomprensible y hasta desconocido. Nadie puede contenerlo a Él porque es Él quien contiene todo lo que existe. Pretender introducir a ese Dios en una caja doctrinal o religiosa, es sólo una idea que puede surgir de la mente de un hombre a punto de recibirse de estupidez elemental.
(Job 11: 7) = ¿Descubrirás tú los secretos de Dios? Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?
(8) Es más alta que los cielos, ¿Qué harás? Es más profunda que el Seol; ¿Cómo la conocerás?
(9) Su dimensión es más extensa que la tierra, y más ancha que el mar.
Lo que este hombre llamado Zofar le confronta a Job, no sólo formará parte de este relato tan conocido, sino que es básico para cualquier creyente en alto grado de necedad que todavía pulule por algún templo en algún lugar del mundo. Dice que la perfección de Dios, es más alta que los cielos. ¿Puedes entenderlo? Dice que dimensión es más extensa que la tierra. ¿Eso es algo racional para ti? Y dice que esa dimensión es más ancha que el mar. No lo sé, pero si un ser humano pretendiera, carnalmente y sin revelación alguna del Espíritu Santo de Dios entender estas cosas, sería una maravilla humana que yo jamás he podido hallar, y mucho menos mirándome al espejo.
Sin embargo y pese a todas estas cosas, Dios desea que podamos conocerlo y tener una relación fluída y aceitada con Él. Es a través de este conocimiento de Él que somos capaces de amar y servirle. De otro modo sería imposible. Si nos cuesta tanto amar y servir a alguien que vemos, ¿Cómo hacerlo con alguien que no vemos y que una enorme presión social que te rodea te dice que no existe? Lo cierto es que Jesucristo vino a revelar a Dios, el Padre, para nosotros. Entonces es a través de Cristo que podemos conocer de verdad y servir a Dios. Imposible pretender que Dios se nos revele si no llegamos a él por Jesucristo.
(Mateo 11: 27) = Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni el Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
Hay algo que deberá quedarnos más que en claro: todas las cosas, (¡Absolutamente todas las cosas!) les han sido entregadas a Jesucristo por el Padre. Y nosotros podremos recibir todas y cada una de esas cosas, sólo por intermedio de Jesucristo. ¡Jamás lo haremos por nosotros mismos! Es imposible llegar a Dios el Padre de manera directa; sólo podemos hacerlo mediante el único mediador reconocido en los cielos: Jesucristo. Si alguien quisiera hacerlo por otros mediadores, o incluso los fabricara, no pasaría de ser un idólatra más, y como tal, ya estaría condenado irremediablemente.
Además, tenemos que tener muy en cuenta el problema de la Sagrada Escritura. De ninguna manera podemos leer la Biblia con una mente abierta si no estamos total y absolutamente convencidos, a nivel de profunda convicción, de que verdaderamente existe un poder superior que se encuentra detrás de lo que dice ese libro. La Biblia no puede limitarse a ostentar el rótulo de ser el libro más vendido. Y no puede por una simple razón: porque no es un libro, sino un compendio de sesenta y seis, y segundo, porque al leerla con la ayuda del Espíritu santo, nos deja la certeza de la existencia de una inteligencia superior, un creador supremo.
La otra probanza, está cimentada en los Factores Históricos. La historia humana en toda su dimensión nos demuestra que hay una fuerza invisible o poder que gobierna los destinos de las naciones. Este poder invisible es Dios. Sus profetas, a través del poder del Espíritu Santo, predijeron muchos eventos cientos años antes de que sucedieran. Por ejemplo, la caída de Babilonia fue predicha más de cien años antes de que ocurriera, tal como se da referencia en el capítulo 5 del libro de Daniel.
Asimismo, existen no pocos Hechos Científicos que prueban lo que estamos tratando. Porque es un hecho científico y no una ocurrencia mística de algún raro iluminado, que la vida no puede ser el resultado de otra vida existente. En otras palabras, no podemos crear vida. La ciencia ha hecho maravillas con la fecundación, la inseminación y todo ese caudal que ha permitido ser padres a gente que lo tenía imposibilitado. Sin embargo, ninguna ciencia ha logrado aún fabricar de la nada un esperma o un óvulo.
Por lo consiguiente, entonces, la vida solamente puede ser transmitida a partir de una vida preexistente. Cuando trazamos todas las formas de vida de vuelta a sus raíces, encontramos a Dios como la fuente de todo. Dios es el Creador, el dador de la vida. Y no es una mera expresión poética producto de la fe de un hombre o del deseo de otro de transmitir confianza o esperanza, sino el resultado de cosas escritas desde hace mucho tiempo que muestran, confirman y corroboran lo que decimos.
(Juan 11: 25) = Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
(Juan 14: 6) = Jesús le dijo: yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
(Salmo 36: 9) = Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.
Estos tres textos, (Y hay otros), demuestran que el único camino a la vida, tanto la abundante aquí y ahora, como la eterna cuando aquí todo concluya, es Jesucristo. No caben las obras, (aunque se las incluya como consecuencia), ni los sacrificios, (Porque ya fue el hecho el máximo en la cruz). Porque estando muertos a la vida, podemos resucitar en Cristo, y en su cobertura ir al Padre. No hay otro camino, porque Él es EL camino.
Ahora bien; decimos que el único camino es Jesucristo, así que cualquiera que no tenga nuestro ejercicio cotidiano muy podría preguntarse y preguntarnos, no sin lógica: ¿Quién es Jesucristo para que logre eso? Es Dios mismo encarnado, obviamente, pero también es alguien que vino con una misión. Y parte de la misión se esclarece, (Aunque no toda) cuando descubrimos La Vida y las Enseñanzas de Jesucristo.
Él, lo sabemos los creyentes pero también los incrédulos, fue un ser humano real que vivió hace más de dos mil años. El hecho de que Él nació de una virgen, en sí mismo, ya es un gran milagro. No olvides que milagro es todo hecho que altera un orden natural. Que una virgen conciba y dé a luz un hijo, va en contra de cualquier orden natural. Y por esa misma razón, en su vida terrenal Él mismo hizo milagros que se registran en la Biblia, y después de su muerte fue resucitado, (Otro milagro) y ascendió al cielo, (Otro milagro más). Sus enseñanzas y los milagros que lo tuvieron como protagonista, y el mismo Jesús en persona, nos apuntan a la existencia de Dios. ¿Lo podemos ver? No, pero Él dijo que quien lo vio a Él, ha visto al Padre, que es Dios.
(Juan 1: 1) = En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
(2) Este era en el principio con Dios.
(3) Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Es muy interesante acudir aquí a la ayuda de la Biblia Textual, que en el primer verso dice: En un principio era el Logos, y el Logos estaba ante Dios, y Dios era el Logos.
Cuando se refiere a principio, aquí, la palabra que usa el original es arje, la expresión es adverbial y no lleva artículo. Arje, es de donde luego derivará nuestra palabra arquitecto, y significa Diseño. Después añade que en ese principio era el Logos, lo cual nos está mostrando que ya existía.
En cuanto a Logos, tengo que extenderme un momento para que entiendas su significado real. Prácticamente la totalidad de las versiones bíblicas en cualquier idioma y en todas las confesiones auto rotuladas como cristianas, traducen aquí el vocablo griego logos como Palabra o Verbo. Esto no resulta extraño por cuanto, efectivamente, logos significa palabra, y en sus doscientos setenta y cinco registros se refiere, o bien a la expresión sonora y articulada del pensamiento o a la palabra revelada por Dios en la Escritura, predicada en el mundo.
No obstante, dentro de ese grupo de registros, hay tres en los que logos hace referencia directa, no a una palabra (Hablada o escrita), sino a una persona. Esto es, Jesús, el Hijo unigénito de Dios. En estas oportunidades, se ha estimado que la traducción habitual no refleja la riqueza y profundidad de su significado. Al no existir un vocablo alternativo que reúna todas las dimensiones teológicas y semánticas del término griego, se ha optado por transcribirlo para que, desde su posición en el texto, motive al escudriñador a una más perfecta y profunda comprensión del vocablo.
En este prólogo del evangelio según Juan, Logos se refiere a quien en el tiempo y en la naturaleza humana será conocido como el Mesías Jesús, preexistente como Segunda Persona antes de la creación del universo, y en quien, al mismo tiempo, vive corporalmente toda la plenitud de la naturaleza divina. En este orden de ideas hemos seguido la subordinación gramatical del texto griego, donde se destaca que el sujeto, determinado por el artículo, se encuentra al final de la frase: de modo que el predicado es colocado al principio, para que se lea: Y Dios era el Logos, enfatizando así que no sólo ya estaba desde la eternidad en comunión continua con dios, sino que Él mismo era (Y es) Dios.
Posteriormente, cuando consigna que estaba ante Dios, lo que quiere decir es que estaba cara a cara, o frente a frente, o como se use en tu país y variable idiomática para describir a alguien que está en un mismo nivel, mirándose de frente con otro de su misma naturaleza, o en presencia de. La preposición pros, (ante), expresa, al mismo tiempo, dirección (Se dirigía a), proximidad (Estaba cerca de) y posición. La preposición ante define la posición reflexiva del Verbo.
(Juan 1: 1) = En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
(2) Este era en el principio con Dios.
(3) Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
(Verso 14) = Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como de unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Donde aquí leemos habitó, en la Biblia Textual dice tabernaculizó. La traducción del vocablo griego que lo expresa llevó, por deducciones amplias, a traducir como habitar)
(Verso 18) = A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
(Juan 14: 6) = Jesús le dijo: yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
(7) Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
(8) Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.
(9) Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿Cómo, pues, dices tú: muéstrame el Padre?
(1 Timoteo 3: 16) = E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
(Efesios 2: 12) = En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
(13) Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
(14) Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, (15) aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en mismo ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, (16) y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
(1 Pedro 3: 18) = Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.
(Colosenses 1: 21) = Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado (22) en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
Pero estas enseñanzas no tendrían vigor ni validez alguna, si no pudieran ser comparadas o puestas en filtro con la Creación. Porque cuando consideramos el mundo complejo en el que vivimos y somos honestos sobre ello, nos vemos obligados a creer que tiene que haber un ser infinitamente inteligente detrás de todo. Tiene que haber un maestro mayor de obras que lo hizo todo. La Biblia lo dice, ¿Tú lo puedes creer? En tu respuesta, está tu íntima respuesta.
(Génesis 1: 1) = En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
(Hebreos 1: 1) = Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, (2) en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
(Romanos 1: 20) = Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
(Salmo 19: 1) = Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
(2) UN día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.
(3) No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz.
(4) Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo par el sol; (5) y éste, como esposo que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino.
(6) De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos; y nada hay que se esconda de su calor.
Ahora bien; suponte que con todas estas consideraciones que has oído, yo me acerco a una universidad y consigo dar una charla a los estudiantes más aventajados de carreras de neto corte humanístico. ¿Cuál supones tú que sería su reacción? Escepticismo, incredulidad con basamento pseudo científico, o cualquier otro rudimento que les permitiera sostener sus conocimientos previos sin pasar por la desestructuración general que una persona soporta cuando conoce verdaderamente al Señor. Allí es donde cada uno se hace la pregunta que luego tomará forma global y masiva: ¿Cómo podemos aceptar la existencia de Dios?
Veamos: sólo hay una manera de entender y aceptar a Dios por la fe. Hebreos 11: 6 dice: Pero sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Por la fe entendemos y aceptamos a Dios. Sin fe, es aún imposible comunicarse con él. Tenemos que creer que Dios está ahí y por la fe a alcanzar. ¿Fácil? No existe un evangelio fácil, eso es un invento satánico para captar miembros en las babilonias falsas.
Porque será nuestro concepto de Dios el que determinará nuestra actitud hacia Él. Es importante, por tanto, que tengamos el concepto correcto. Las personas con un concepto equivocado de Dios tienen sus vidas tremendamente afectadas por sus creencias. Aquellos que adoran ídolos, por ejemplo, nunca se elevan por encima de los ídolos. Aquellos que adoran a los animales tienen el nivel de vida casi lo mismo que los animales que adoran. No se puede ir más alto que su dios o dioses. ¿Lo habías visto desde esta óptica? Da gracias a Dios si recién hoy lo ves. Esto podrá salvar muchas vidas cercanas a ti, o en una de esas, hasta la tuya misma.
De hecho, cuando se acepta la existencia de Dios, lo primero que hará alguien deseoso de cambiar su existencia, de modificar los rudimentos de su vida, será prestar atención para descubrir cómo es Dios, qué es lo que hace, qué es lo que no hace. Es tanta la deficiente información que las supuestas iglesias auto denominadas cristianas le han dado a la gente, que dos personas que aseguran ser cristianas, pueden tener de Dios una visión total y absolutamente disímil. Lo cierto es, sin embargo, que Los Atributos de Dios son visibles, son vigentes y son ciento por ciento efectivos.
Mediante el estudio de los atributos de Dios, damos forma a nuestro concepto de lo que Él es. Necesitamos tener el concepto correcto de Dios, ya que influirá en gran medida y determinará nuestra forma de vida. Será influir en nuestras pautas de comportamiento, en nuestras relaciones con los demás, y en nuestra percepción de nosotros mismos. El concepto correcto de Dios nos salva de la idolatría, de las supersticiones y de las perversiones. Paso a detallar:
Dios es Sempiterno
En principio, algo que no siempre tenemos en cuenta: nuestro Dios no está limitado por el tiempo, ya sea el que estamos o el que pueda venir. Él no tiene principio ni final. Él siempre ha estado ahí y siempre estará allí. Él es el Alfa y la Omega. Cuesta horrores aceptar eternidad. Y ni hablar de entenderla con esta mente finita conque hemos sido creados.
(1 Timoteo 1: 17) = Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
(Isaías 43: 10) = Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo, que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.
(11) Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
(12) Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios.
(Génesis 21: 33) = Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno.
(Apocalipsis 1: 4) = Juan, a las siete iglesias que están en Asia: gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono.
Dios es Autosuficiente
Algo es más que notorio: Dios es independiente de todo. Él puede existir sin la ayuda de nada ni, por supuesto, de nadie. Él no es como nosotros. Requerimos alimentos, agua y aire para vivir. No es Dios de esa manera. Él tiene todo lo que necesita en sí mismo. Él es auto-existente. Él es absolutamente independiente de cualquier cosa aparte de Él mismo. ¿Puedes entenderlo? ¿No, verdad? Pues entonces simplemente acéptalo y créelo.
(Salmo 50: 9) = No tomaré de tu casa becerros, ni machos cabríos de tus apriscos.
(10) Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados.
(11) Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.
(12) Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud.
(Éxodo 3: 13) = Dijo Moisés a Dios: he aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: el Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?
(14) Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Creo que con esto tiene que quedarte más que en claro que de ninguna manera interesa demasiado la idea, la visión o la óptica que tú tienes respecto de Dios. Él es lo que es, y ni tu óptica ni tu opinión podrán hacer que Él sea otra cosa. Así que, iglesia, no armes una imagen de Dios atípica e irreal, porque sólo tú harás honra a esa imagen sólo como imagen de pura idolatría, ya que Dios jamás estará detrás de ninguna imagen creada por el hombre, ya sea con sus manos o con su imaginación. Dios simplemente ES.
Dios es Inmutable
Esto significa, precisamente, lo que terminas de leer: que Dios es inmutable. Que Él es siempre el mismo. Él no crece ni se vuelve viejo o se retorna a joven o se dispone a cambiar de ninguna manera. Es perfecto. No hay sombra en Él. Él es inmutable y bueno. Lo que no quiere decir, obviamente, que se convierta en permisivo y fácil de engañar.
(Hebreos 1: 10) = Y: tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.
(11) Ellos perecerán, más tú permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura, (12) y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.
(Números 23: 19) = Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿Y no hará? Habló, ¿Y no ejecutará?
(Salmo 33: 11) = El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
(Hebreos 6: 17) = Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; (18) para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.
(Malaquías 3: 6) = Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
(Isaías 46: 9) = Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, (10) que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; (11) que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré,
Dios es Omnisciente
Nuestro Dios es omnisciente. Esta cualidad no entra de ninguna manera en una mente ciento por ciento racional a la manera del razonamiento griego, que utiliza la lógica para aceptar los hechos. El evangelio en su esencia máxima, carece totalmente de lógica por una simple causa: es sobrenatural. Él caso es que Dios tiene todo el conocimiento y el poder. Él no tiene que aprender como nosotros, porque Él creó todo lo que hay.
(Isaías 2: 3) = Y vendrán muchos pueblos, y dirán: venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
(Job 37: 16) = ¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, las maravillas del perfecto en sabiduría?
(Salmo 139: 1) = Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
(2) Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido; has entendido desde lejos mis pensamientos.
(3) Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos.
(4) Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
(Romanos 11: 33) = ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
(Verso 35) = ¿O quién dio a él primero, para que le fuese recompensado?
(36) Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
(Salmo 147: 5) = Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito.
¡Hola Dios! ¡Placer de Conocerte! 2
Dios es Omnipresente
Siempre se nos ha enseñado que Dios es omnipresente, y creo que jamás hemos llegado a entenderlo. Nuestras mentes finitas se desgarran tratando de entender racionalmente lo sobrenatural. Pero el caso es que sí, Dios es omnipresente. Y eso significa que Su presencia está en todas partes, al mismo tiempo. Él no está limitado por el espacio como nosotros. Él es ilimitado. Esto significa que todos podemos ir delante de él en cualquier momento y en cualquier lugar. Podemos tener comunión con él en cualquier momento y en cualquier lugar. Estamos siempre a su vista. ¿Es que entonces no tengo necesidad de ir a un templo? Haz como sientas hacer, pero Dios estaba allí mucho antes que ciertos paganos convertidos añadieran los templos a un cristianismo que no los conocía ni los utilizaba.
(Jeremías 23: 23) = ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?
(24) ¿Se ocultará alguno, die Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
(Jeremías 32: 17) = ¡Oh Señor Jehová! He aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti; (18) que haces misericordia a millares, y castigas la maldad de los padres en sus hijos después de ellos; Dios grande, poderoso, Jehová de los ejércitos es su nombre; (19) grande en consejo, y magnífico en hechos; porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras.
(Isaías 6: 3) = Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
(Isaías 66: 1) = Jehová dijo así: el cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿Dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?
(Salmo 139: 7) = ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
(8) Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí que allí tú estás.
(9) Y si tomares las alas del alba y habitare en el extremo del mar, (10) aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.
(11) Si dijere: ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
(12) Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz.
(Hechos 17: 24) = El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, (25) ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
(26) Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; (27) para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.
(28) Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: porque linaje suyo somos.
Dios es Omnipotente
Supongo que no habrán sido pocas las ocasiones en que habrás oído decir y enseñar que Dios es todopoderoso. Que es como asegurar que Él nunca se fatiga ni se cansa. O añadir notoriamente que Su poder es ilimitado, que no tiene barreras ni fronteras. Y que todo eso quiere decir que es omnipotente, algo que muchos hombres han tratado (Y aun tratan) de imitar y así les ha ido: la mayor parte de ellos han sido destruidoa, porque la omnipotencia es patrimonio único y exclusivo de Dios.
(Mateo 19: 26) = Y mirándolos Jesús, les dijo: para los hombres esto es imposible; más para Dios todo es posible.
(Génesis 17: 1) = Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.
(Apocalipsis 19: 6) = Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!
(Hebreos 1: 1) = Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, (2) en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; (3) el cual siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad de las alturas, (4) hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
(Job 42: 2) = ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.
(Apocalipsis 15: 3) = Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.
Dios es Santo
Estoy absolutamente convencido que esta es la condición de Dios que más nos cuesta entender, que Dios es absolutamente puro y santo. Que Él es libre de pecado, libre de las tinieblas, y libre de todo mal. Que Él es santo y divino. Y que el pecado es contra la naturaleza de Dios. Elk hombre puede indagar, investigar, escudriñar, aprender, predicar y enseñar sobre esto; lo que no sé es si alguna vez mientras esté con sus pies apoyados en esta tierra, podrá entenderlo. Creo que su naturaleza adámica no se lo permitirá totalmente, y que por eso andará permanentemente en la batalla que ya Pablo mencionaba.
(Apocalipsis 15: 4) 0 ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.
(Isaías 6: 3) = Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
(Salmo 89: 35) = Una vez he jurado por mi santidad, y no mentiré a David.
(145: 17) = Justo es Jehová en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras.
(Levítico 19: 2) = Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.
(1 Pedro 1: 16) = Porque escrito está: sed santos porque yo soy santo.
Dios es Amor
Esta expresión debe ser la que indudablemente más hayas escuchado: Dios es amor. ¿Alguien te explicó por qué razón decimos que lo es? Simple: el amor es la naturaleza perfecta de Dios. Él no sólo tiene el amor, Él es el amor mismo. Hay tres naturalezas que describen a Dios.
En primer lugar, Dios es Espíritu. Y de eso se habla en Juan 4:24 cuando dice: Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
En segundo lugar, Dios es luz. Y aquí leeremos lo que se señala en 1 Juan 1: 5: Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.
Y en tercer lugar, Dios es amor. El amor de Dios es ilimitado y no depende de nada. Él elige a amar como un acto de su voluntad. Su amor es eterno.
(Jeremías 31: 3) = Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
(Efesios 1: 4) = Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, (5) en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.
(Efesios 3: 19) = Y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
(1 Juan 4: 7) = Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
(8) El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
(9) En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
(10) En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
(11) Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
(12) Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
Dios es Creador
Lo sabemos, lo hemos leído de todas las maneras y por todos los medios. Incluso, lo hemos analizado merced a las ideas hasta personales de diversos autores y, por lo tanto, no lo ignoramos: Dios es el creador de todo. Sin Él no habría nada en absoluto. La pregunta, es: ¿Lo entendemos?
También sabemos que el hombre es la obra maestra de la creación de Dios, porque Él fue creado a imagen y semejanza de Dios, pero esto es algo que aunque forma parte esencial de nuestro evangelio, en honor a la verdad tampoco terminamos de entenderlo totalmente.
(Génesis 1: 26) = Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
(27) Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
(Deuteronomio 32: 6) = ¿Así pagáis a Jehová, pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? Él te hizo y te estableció.
(Verso 15) = Pero engordó Jerusún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); entonces abandonó al Dios que lo hizo, y menospreció la Roca de su salvación.
(Verso 18) = De la Roca que te creó te olvidaste; te has olvidado de Dios tu creador.
(Salmo 100: 3) = Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
(Salmo 8: 6) = Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste bajo sus pies: (7) ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, (8) las aves del cielo y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar.
(Apocalipsis 10: 6) = Y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más.
(Salmo 33: 6) = Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
(Hebreos 11: 3) = Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
Dios es Nuestro Padre Celestial
Vamos a ver; yo sé que a esto tú lo sabes, al igual que el noventa y nueve por ciento de los cristianos, pero: ¿Qué cosa es que Dios sea nuestro Padre Celestial? ¿Qué significa? ¿Por qué motivos podemos asegurar que lo es? Respuesta simple y ciento por ciento bíblica: hemos sido adoptados por Él como parte activa y dinámica de su familia, a través de la muerte de Jesús.
(Romanos 8: 15) = Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba. Padre!
(1 Juan 3: 1) = Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados Hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Es obvio, entonces, a la luz de estos textos, que Dios se ha convertido verdaderamente en nuestro Padre Celestial. Y fíjate que la palabra “padre”, en griego, viene de una raíz, cuyo significado es que se trata de alguien que sustentará, esto es: un protector y defensor. En suma: Dios quiere que lo conozcamos como nuestro Padre celestial. Y como tal, realiza por nosotros todas estas cosas que, desde la misma Biblia, se nos muestran como ciertas y posibles en Él.
Dios nos Protege: (Juan 10: 27) = Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, (28) y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
(29) Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. (Para completar esto de su protección, puedes leer completo los dieciséis versículos del Salmo 91)
Dios Proporciona para Nuestras Necesidades. (1 Pedro 5: 7) = Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
(Mateo 6: 8) = No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
(Verso 26) = Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
(Verso 30) = Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿No hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
(Verso 33) = Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Juan 14: 2) = En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Dios nos ama Como Sus Hijos: (Juan 3: 16) = Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
(1 Juan 4: 8) = El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor
(Juan 16: 27) = Pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.
Dios nos Disciplina y nos Corrige cuando estamos Equivocados: (Hebreos 12: 5) = Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos que como a hijos se os dirige, diciendo: hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; (6) porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.
(7) Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿Qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
(8) Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
(9) Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
(10) Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
(11) Es verdad que ninguna disciplina al presente para ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Dios Nos Perdona: (1 Juan 1: 9) = Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdona nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Dios Responde a Nuestras Oraciones: (Mateo 7: 11) = Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Dios ha Preparado un Hogar Eterno para los Creyentes: (Juan 14: 2) = En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
(3) Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estaréis.
A la vista de todas estas cosas, solamente un corazón absolutamente insensible no lograría alinearse con Él. Es decir que, entones, tenemos que conocer a Dios de una vez por todas y relacionarnos con Él como nuestro Padre Celestial, sometiéndonos a su palabra y a su autoridad.
Dios y La Tri-unidad o Trinidad.
Dios es una unidad de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. La Biblia nos habla de la existencia de una personalidad de tres veces en un Ser Divino. Es difícil para nuestras mentes finitas limitados para comprender plenamente la naturaleza trina de Dios, pero no hay ninguna razón para dudar de ella. De hecho, no figura inscripta como Trinidad, por lo que muchos teólogos eligieron el camino de la negación de este tema. De todos modos, lo que la Biblia señala al respecto, a mí entender, alcanza para creer en esa posición.
Obvio es que lo debemos aceptar por fe. La fe es un sexto sentido de la percepción que Dios nos ha dado. A través de ella podemos percibir las ideas y conceptos que son del reino espiritual, esos que son tan difíciles para nuestras mentes naturales concebir. En toda la Biblia, tanto en el Antiguo y el Nuevo Testamento, la doctrina de la Tri-unidad (Trinidad) se declara de manera inequívoca. Las tres personalidades se presentan como uno de los personajes, pero las tres de la función. Todos ellos poseen los mismos atributos divinos.
(Juan 10: 30) = Yo y el Padre uno somos.
(Salmo 110: 1) = Jehová dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de mis pies.
(Mateo 28: 19) = Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Es decir que de acuerdo con lo que ha sido escrito a través de los diferentes tiempos, llegamos a la conclusión que, en este caso prioritario, El Padre es Dios:
(Juan 6: 27) = Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
(1 Pedro 1: 2) = Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo.
(Romanos 1: 7) = A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Luego, por imposición de hechos y sucesos bien descriptos en la historia, llegamos a la conclusión bíblica que El Hijo es Dios:
(Juan 1: 1) = En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
(Verso 18) = A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
(Tito 2: 13) = Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
(Romanos 9: 5) = De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
Creo que estos dos aspectos mencionados ofrecen muy poca controversia, ya que la mayor parte de los credos que se autotitulan como cristianos, lo aceptan y lo respetan. Sin embargo, el que viene ahora tiene otro recibimiento. En algunos lugares se lo acepta y enseña y en otros se lo minimiza y hasta se lo ignora. El Espíritu Santo es Dios:
(Hechos 5: 3) = Y dijo Pedro; Ananías, ¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses el precio de tu heredad?
(4) Reteniéndola, ¿No se te quedaba a ti? Y vendida, ¿No estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Luego nos encontramos con el principio de todos los principios, tanto en lo referido a inicio como a patrón, a modelo. Y en ese modelo surgen algunas novedades que ahora pasaré a detallarte: Dios El Padre, fue autor de la Creación:
(Éxodo 20: 11) = Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo, y lo santificó.
Hasta aquí, a nuestra mente carnal e influida por las técnicas analíticas de la concepción griega de las cosas, todo suena medianamente posible. Un Dios Padre creando el universo. Sin embargo, hay texto de sobra para garantizar lo que ya comienza a entenderse menos: Dios el Hijo, también fue autor de la Creación.
(Colosenses 1: 16) = Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles o invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
(17) Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.
(Hebreos 1: 2) = En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
(Verso 10) = Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.
(Juan 1: 3) = Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Y si nuestra mente adámica hubiera logrado incorporar mediante algo de fe la enseñanza del Hijo participante activo y protagonista de la Creación, ahora va a enfrentar una prueba sencillamente de fuego: la de considerar, creer y aceptar que El Espíritu Santo también Crea la Creación.
(Salmo 104: 30) = Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra.
(Génesis 1: 2) = Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
(Job 33: 4) = El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida.
(Job 26: 13) = Su espíritu adornó los cielos; su mano creó la serpiente tortuosa.
Hay un texto muy importante en el libro de Deuteronomio, capítulo 6 y verso 4, que dice: Oye Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y es importante porque la palabra uno, aquí, es la palabra hebrea echad, que significa una unidad. La palabra plural para Dios en hebreo, es Elohim. Así está en todo el contexto de la versión de la Biblia Textual y es la palabra que se usa en Génesis 1:1. Dice que Elohim, (Dios) creó los cielos y la tierra. Y esto implica obviamente que los tres, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, tuvieron un papel de absoluto protagonismo en la creación.
¿Cómo lo hicieron? Sería aventurado de nuestra parte suscribir una hoja de ruta de la creación, pero no se estaría demasiado lejos de la verdad si se dice que Dios Padre fue quien hizo la planificación, Dios el Hijo fue quien ejecutó el plan y asumió la defensa plena de la Creación, y Dios el Espíritu Santo fue quien la restauró y le dio vida dinámica.
¿Cómo puedo probar que esto que digo tiene coherencia y no es una ilusión óptica o híper mística personal? Con el texto del verso clásico y legendario de Génesis 1:6: Entonces dijo Elohim, (Plural) hagamos (Otra vez plural) al hombre a nuestra (Tercera vez de plural) imagen, conforme a nuestra (Otra vez) semejanza, y ejerzan dominio…y etc.etc.
Te lo voy a poner así: para mí, esta fue una discusión lisa y llana entre los miembros de la Trinidad, te guste o no llamarla así. Y digo discusión en lo que significa la palabra, intercambio de ideas y conceptos, nada que ver con las discusiones humanas que, mayoritariamente, se convierten en encarnizadas peleas por tener la razón. Con esto creo que se deja en evidencia, más allá de tesis y ponencias diversas al respecto, que lo cite textualmente o no, la doctrina de la Trinidad resultaría fundamental para el cristianismo, ya que se encuentra inscripta en toda la Biblia y sólo debe aceptarse como el evangelio mismo. Por fe.
¿Y Qué es lo que Dios espera de Nosotros?
En primer lugar, lo que Dios espera de nosotros es simplemente que lo amemos.
(Deuteronomio 6: 5) = Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
(Salmo 31: 23) = Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que procede con soberbia.
(24) Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.
(Mateo 22: 37) = Jesús le dijo: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
(38) Este es el primer y grande mandamiento.
(39) Y el segundo es semejante: amarás a tu prójimo como a ti mismo.
En segundo término, Dios espera que hagamos su voluntad, porque ese es el único camino para ser considerado justo ante sus ojos.
(Josué22: 5) = Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó; que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.
(Mateo 12: 50) = Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.
Aunque parezca una verdad archisabida, Dios aguarda que lo adoremos. Y es más que claro que no estoy hablando de bonitas músicas ni excelencias en cantantes; hablo de la auténtica adoración en espíritu y en verdad, que es la que Dios espera.
(Mateo 4: 10) = Entonces Jesús le dijo: vete, Satanás, porque escrito está: al señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
(Salmo 64: 9) = Entonces temerán todos los hombres, y anunciarán la obra de Dios, y entenderán sus hechos.
(10) Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él, y se gloriarán todos los rectos de corazón.
(Salmo 100: 1) = Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
(2) Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.
(3) Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
(4) Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre.
(5) Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.
Sin embargo, y a pesar que todas estas cosas mencionadas tienen estricto valor, lo que verdaderamente Dios espera de todos nosotros como medida básica, es que le obedezcamos.
(Hechos 5: 29) = Respondiendo pedro y los apóstoles, dijeron: es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Y, finalmente, y contabilizando todas estas cosas, Dios también espera que nosotros no nos inclinemos ante otros dioses. Esta es una ofensa que hiere profundamente el corazón de Dios, y a la que él en su palabra, ha denominado como adulterio o fornicación espiritual.
(Éxodo 20: 3) = No tendrás dioses ajenos delante de mí.
(4) No te harás ninguna imagen, ni ningún a semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
(5) No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, (6) y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
En conclusión, lo que Dios espera de todos nosotros, es comunicación fluida y permanente. ¿Y cómo nos comunicamos eficientemente con Dios? En la oración. Está escrito y casi ordenado a nivel de mandamiento.
(2 Crónicas 7: 14) = Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
(Juan 16: 23) = En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
(24) Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
(Verso 26) = En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, (27) pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.
(Hebreos 4: 16) = Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
(1 Juan 5: 14) = Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
(15) Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.