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Casas de justicia

Esto que voy a decirle en el inicio de este estudio, es inapelable, indiscutible, casi tan absoluto como la Palabra misma: aquel hombre o mujer que posee un alto poder de revelación en su palabra, no puede de ninguna manera ofrecer un pequeño mensaje de salvación. A mi modesto entender, eso sería algo con entidad y nivel de pecado. Porque nadie puede sujetar o encoger el conocimiento que tiene para dar un mensaje que no ofenda a nadie. Porque aunque usted no lo crea, esto es así: un mensaje cargado de revelación y profundidad, puede ofender en primer término, a un viejo doctor en teología que desconfiará de lo dicho porque claro, desde los libros, jamás llegó ni llegará allí. Y antes de plantearse que en algunas cosas debe comenzar de nuevo, prefiere envanecerse y ofenderse.

(Malaquías 2: 6)= La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad.

(7) Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.

La contraparte de aquello que le mencionaba en el principio, es que el pueblo debe venir buscando la ley de labios de aquellos que traen el mensaje. Aferrándose al máximo de esa palabra, de ese mensaje; deseándolo fervorosamente.

Tiene que haber una característica en la iglesia: dejar que la verdad fluya, al costo que sea. Por eso es reforma, por eso es restauración. No podemos poseer un alto nivel de revelación y luego dar un mensaje pequeño que no tenga nada que ver con el nivel ya entendido. Hay gente con la cual podemos compartir muchas cosas, que dicen “¡Guau! ¡Cierto es! ¡Ahora lo veo claramente!” Pero después se vuelven a su iglesia y no cambian ni su estructura ni su mensaje. ¿Por qué? Porque quizás lo compromete, o por lo que sea. Pero es pecado saber algo y no darlo.

Pablo decía: “Estoy limpio de la sangre de todos en Efeso, porque no me he rehusado a anunciaros el evangelio con poder”. Es recíproco, es correcto también. Es usted culpable también de la sangre de todos aquellos que no sean liberados por causa que no predicó usted toda la verdad que sabía. Fíjese: en el Nuevo Testamento todavía podemos ser culpables de la sangre de la gente.

¿Con qué cara va a ir usted al mundo a decirle que Dios reina si no está pagando sus cuentas? ¡Ah, no! ¡Mejor deme otro mensaje, uno que no se meta en mis negocios privados! Es que ya nuestros negocios, no son más nuestros. Estamos en una era donde y todo lo que tenemos le pertenece a Dios.

Una de las cosas que más llaman la atención es como se han llegado a formar y conformar conceptos erróneos sobre Dios y Satanás. Durante años hemos aprendido y hemos enseñado que Satanás es enemigo de Dios. Eso, si quiere que se lo diga con transparencia, es una verdadera estupidez. Dios no tiene enemigos. Dios está en una clase y un nivel por sí solo. Dios es creador y, entre todas las cosas que creó, también creó a Satanás. Y si Satanás es creación de Dios, podrá desobedecer y rebelarse, pero de última tendrá que sujetarse a juicio como cualquier fase de su creación. Satanás joroba en tanto y en cuanto Dios se lo permite.

Dicen muchos eruditos que es imposible que Dios haya creado el mal, pero si partimos de la base que Dios es quien creó TODAS las cosas y Satanás no es creador, si Dios no fue quien creó lo que nosotros llamamos MAL, entonces tendría que haber dos creadores, no cree? Por eso y para no sacudir el barco, rebajamos el nivel y nos transformamos en corruptos.

La gente, en lo interno, viene a la iglesia a oír la verdad de Dios de la boca de sus sacerdotes, pero en la realidad se comporta exactamente a la inversa: “Dame un mensaje que se acomode a mi forma de pensar, que no me confronte, que no me fastidie.” Eso es lo que produce un ambiente que Dios llama “sacrificio agradable”.

¿Qué es la ley? La ley es la estructura de la vida. Eso es lo que venimos buscando de la boca de los sacerdotes de Dios, es el orden de Dios, es el gobierno de su reino. La ley no son diez mandamientos. La ley te dice dónde vivir, con quién casarte, dónde mudarte, dónde no mudarte. La ley son los principios fundamentales sobre los que edificamos nuestra vida. La ley es el epicentro sobre el cual gira todo en nuestra vida.

Quiero hablar correctamente, según dios hablaría hoy en mi lugar. Quiero estar predicando el mensaje que Él estaría predicando. Vestir como Él estaría vistiéndose; manejar mis finanzas como Él las manejaría. Quiero tener los mismos planes estratégicos que Él tendría si estuviera en la tierra hoy.

Ser un buen cristiano. ¿Qué es ser un buen cristiano? Para nosotros, uno que no falta un domingo al templo. ¡Guau! ¡Qué fiel que es el hermanito! ¡No te falta un domingo! Dios lo ve de otro modo. Para Él, fiel es alguien fiel, no alguien que no sabe qué hacer el domingo porque se aburre y entonces viene a la iglesia. Ser un buen cristiano, es mucho más que eso.

Estamos hablando de tener la vida en orden. Su filosofía, su standard, su mentalidad, su definición, su concepto de Dios. Viviendo por encima de la resistencia de su cultura individual. Con matrimonios al calibre necesario, con las familias en orden, las finanzas, o por lo menos en un proceso activo para obtener esa posición.

¿Ha notado usted que la iglesia es la única universidad en la que nunca se gradúa? Por eso es que yo no entendía para qué servía eso de venir a la iglesia todos los días o estar todos los fines de semana de campaña. ¿Cuándo va a llegar el momento de poner en práctica lo que está aprendiendo? ¿Cuándo le va a dar manifestación a lo que Dios dijo hoy si mañana tiene otra palabra, otra visita, otra campaña? Estamos jugando a las iglesias.

(Malaquías 2: 10)= ¿No tenemos todos un mismo padre? (Fíjese que ellos ya estaban preguntándose lo mismo que tantas veces usted se ha preguntado. ¿Pero, como? ¿No somos todos hermanos en Cristo?) ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres?

Una vez más, vemos separación dentro de la misma casa. La reforma, entonces, es un agente espiritual que esclarece los verdaderos valores que existen dentro de una misma casa. Mire la intención en el capítulo 1 verso 11.

(Malaquías 1: 11)= Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.

Ofrendas limpias, simplemente porque él es un hombre grande entre las naciones. O sea: van a llegar ahí, con o sin nosotros. Esa es su intención. Él va a purificar su ofrenda porque su nombre es grande. La palabra GRANDE significa AUTORIDAD. La ofrenda es su vida, su servicio, su actividad, su ministerio, su estilo de vida.

Lo que el mundo conoce y lo que la mayor parte del mundo ve de la iglesia, está equivocado. Usted le pregunta a ese mundo su concepto de la iglesia y el mundo le va a diseñar la iglesia que la iglesia ha diseñado y que no tiene nada que ver con Dios. Nos enojamos con el mundo porque tiene un falso concepto de Dios, pero resulta que ¡El único concepto proviene de nosotros! Lo que ellos creen que Dios es, es proyectado por la forma en que nosotros vivimos, no por lo que predicamos. Entonces: si el mundo no conoce a Dios, la culpa es nuestra, porque los únicos que pueden manifestar a Dios, somos nosotros.

A mí me gusta decirlo así: la gente se ha ido al infierno, hasta ahora, por accidente, porque todavía no ha visto una verdadera iglesia. Cuando vean a los hijos de Dios tal como se los debe ver, tendrán que asumir una decisión personal, pero hasta ahora se han ido por accidente. Han venido buscando la manifestación de los hijos de Dios; la tierra entera gime y lo que vemos son fiestas pentecostales en moveres eclesiásticos que no tienen ningún valor de redención para con la sociedad. Y a eso le llamamos mover de Dios.

Reducir a Dios a una actividad eclesiástica, es una cosa bien tonta. Dios se mueve en las naciones, no en el templo donde usted se congrega. Dios es grande. Tiene que ser más grande que nuestros cultos domingueros, porque si eso es todo lo que es Dios, olvidémonos y vámonos a casa.

Y sí; la gente se ve bien, pero están huecas. Le falta sustancia. Usted ve a los tele-evangelistas; se sienta y los mira con atención y puede ver que son como una cosa de material plástico, huecos. Que casi casi es un show, un programa de televisión a la manera y con los códigos habituales de la televisión secular. Programa de televisión hecho por cristianos, es cierto, pero eminentemente programa al fin. El mundo respecta carácter, no unciones.

(Malaquías 3: 1)= He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo (Note usted que Él envía SU mensajero. No es Él el que viene, sino un mensajero. Y lo envía a SU templo, no POR su templo. De manera que a pesar de que muchas veces se predicó que esto era la venida del Señor para buscar a su iglesia, es un error. Él no viene POR su iglesia, sino que viene A su iglesia. Y viene en un mensajero, no viene Él mismo. El mensajero puedo ser yo, puede ser usted o esa persona a la que usted no le da la gana ir a escuchar. Es un mensajero que viene en el espíritu de reforma) y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, (Dice el Señor, porque el mensajero trae el espíritu del Señor que viene en venganza a su casa, este es el día de venganza) y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.

(2) ¿Y quien podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quien se mantendrá en pie cuando él se manifieste? (¿Quién se mantendrá en pie después de que venga la reforma, la restauración de la iglesia? Sólo el remanente. Se van a caer todos los que no estaban hechos de verdad) porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. (Viene a purificar la casa)

(3) Y se sentará para afinar y limpiar la plata; (La plata era el sistema monetario redentor. Plata es símbolo y tipología de redención, implica salvación) porque limpiará a los hijos de Leví, (Note que estamos hablando de la iglesia, no del mundo) los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. (Este es el plan de acción. Quiere una ofrenda en justicia y, para lograrlo, tiene el verso 1 al 3. Viene a su templo. Viene a tratar con nosotros. A purificar ministerios, a los hijos de Leví, para que entonces puedan ofrecer una ofrenda en justicia.)

(4) Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.

(5) Y vendré a vosotros para juicio; (Subraye esto por favor) y seré pronto testigo contra los hechiceros (De la casa) contra los que juran mentira (En la casa) y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, (En la casa) y a los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.

Normalmente pensamos que cada vez que Dios habla de juicio, nos va a aplastar como a una cucaracha. Si usted está pensando así es porque usted no está haciendo lo que debe. Porque Dios le puede decir que viene para juicio y, al margen de errores por ignorancia de los que nadie está exento, usted no tiene por qué ponerse nervioso. Al contrario. ¡Que venga el juicio de Dios! Usted puede decir eso con toda tranquilidad. Porque le libera. Recuerde que uno tiene que vivir lo que habla. Usted puede desear el juicio de Dios. Es decir: que se caiga de una vez por todas todo lo que no es de Dios para que la verdad se vea.

Porque la palabra JUICIO no es “vengo a matar”. La palabra JUICIO es “Vengo a separar lo verdadero de lo falso”. Es la misma palabra que se usa cuando, en tiempos de Salomón, sucedió aquella anécdota de las dos madres que reclamaban el derecho sobre un mismo hijo. Es un MERISMOS; algo que aclara quienes son los verdaderos y quiénes no lo son.

Claro; al mundo no hay que aclararlo. El ateo le dice a usted en la cara que es ateo. El homosexual le pide y hasta le exige derechos. No hay que discernir quien está en el mundo. Al que hay que discernir es al que está adentro y no sabemos del todo bien si es lo que dice que es o no lo es. Porque cuidado: a veces, él mismo no sabe que no es.

Una vez más: 1)= Viene un mensajero o un mover de Dios que tiene que ver con un mensajero que trae la reforma. 2)= Viene a tratar con toda la actividad eclesiástica. Ya está aconteciendo en el mundo. 3)= Traen veredicto de parte de Dios. Traen juicio y sentencia. Juzgan quien es y quien no es. La palabra dice, en Mateo 10: Cuando salgas, busca en la ciudad a ver quien es digno. Y si es digno, déjalo entrar en tu paz y, si no lo es, recoge tu paz y llévatela. Pues bien: esos días han llegado. 4)= Toda la reforma se necesita porque hay falta de temor en la casa de Dios.

Entonces, si no encontramos un verso que nos ayude a entender y así saber si respondieron o no a la reforma, si les gustó o no les gustó, se rebelaron o si vino el mensajero y se le fue toda la iglesia. No quedó nadie. ¿Qué pasó? Bien; hay un poco de luz en el capítulo 3, verso 16, que dice:

(Malaquías 3: 16)= Entonces los que temían a Jehová (Subraye por favor. Y ahora venga conmigo un momento al 3:5, al final: No teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos. Vemos que lo que produjo la necesidad de la reforma, es la falta de temor) hablaron cada uno a su compañero. (Ahí vemos comunicación entre compañeros. Pero entre los compañeros que temen; no cruzan los campamentos).

Unidad no es igualdad. Entiéndalo por favor: no es todos iguales haciendo las mismas cosas. Somos un amplio y vasto grupo de personas haciendo a veces cosas muy pero muy diferentes. Unidad, sépalo, es tener un mismo objetivo: el del Padre, no el propio.

(16) Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.

El libro de memoria, es uno que tenían los reyes, una especie de crónica de su jurisdicción, donde prácticamente se había anotado todo lo concerniente a cada súbdito. Si alguien tenía un problema, se consultaba al libro de memoria y, de acuerdo con lo que allí dijera, era el futuro tratamiento del interesado. Todo lo que usted hace, profesa y hasta dialoga o conversa, es anotado en ese libro. Un día, un tataranieto suyo tiene un problema; se consulta el libro de memoria y, por amor al tatarabuelo, el tataranieto es sostenido y se le da otra oportunidad.

(17) Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.

(18) Entonces os volveréis, (¿Entonces cuando? Después que usted tema y responda a la reforma) y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, (Es decir que, hasta que aparece la reforma, usted ni posee el discernimiento para saber quién está bien con Dios y quién no. Y cuesta, eh? Estamos demasiado acostumbrados a evaluar por lo que vemos. Alguien dijo que si le sacamos a una persona todo aquello que esa persona hace para ser aceptada, lo que nos queda, eso es la verdadera persona.)

Por fuera parece todo tan bonito que de pronto se nos infiltra hasta el diablo y ni cuenta nos damos. Hemos creado un amor no sano, basado en PHILEO, en emociones, no en ÁGAPE. Ágape es la ausencia de emoción. Porque si bien es muy cierto y real que Dios tiene emociones, es tanto o mayor verdad aún que Dios no ama con emociones. Dios ama con una decisión. Él dijo: No te dejaré y ese es su amor. No va a dejarlo a usted aunque no esté contento con usted.

(Malaquías 4: 5)= He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.

Sabemos que parte de esto lo cumplió Juan el Bautista. Sabemos que Dios escribió Malaquías cuando estaba enojado y a punto de callarse la boca por cuatrocientos años. Sabemos que cuando Dios se enoja, no habla. Cristo, con relación a Juan el Bautista, dijo: Él es, pero también es el que va a venir. Lo que usted ve, no anula lo que viene. Muy por el contrario, a veces, es antesala de lo que viene.

(Mateo 3: 10)= (Lo que sigue es después de cuatrocientos años de silencio) Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

(11) Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

(12) Su aventador está en su mano, y limpiará su era; (La era es la iglesia) y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

Aquí se está describiendo el mover de Juan el bautista, que es un mover que viene antes del día terrible del Señor que es hoy. Y hay una compañía de voceros, de oráculos, que están trayendo la fiesta de las trompetas, de aflicción de almas en el día del Tabernáculo.

Todos los árboles, aquí, (Pueden ser tanto ministerios como gente) serán juzgados de acuerdo con lo que Dios dice que es buen fruto. No en lo que nosotros creamos que puede ser buen fruto.

Luego viene algo más fuerte. La reforma siempre es seguida por algo más superior. Él viene con el aventador en su mano y lo que viene es… Es decir que, espiritualmente, el mover de la reforma le señala la separación de la iglesia, trayendo convicción que separa a los justos de los no tan justos, ya sea por ignorancia o por desobediencia. Pero luego viene la manifestación de los hijos de Dios, esto es: viene Él mismo. Con una compañía de remanente de gente ya preparada para el mover de la reforma: la manifestación de sus hijos, los que literalmente removerán la paja del trigo. Es decir que lo que viene después es más fuerte que lo que hay ahora. Que si esto no nos gusta, lo que venga después nos va a gustar menos todavía.

Juan el Bautista dice: yo soy reforma y la gente me huye y hasta me corta la cabeza. Pero detrás de mí viene uno que bautiza en fuego y trae una aventador y trilla su trigo en la era. ¿Usted sabe como se trilla el trigo? Se lo aplasta con bueyes y grandes rodillos y después se lo tira por los aires en los lugares altos para que el viento se lleve todo lo que es liviano y carece de sustancia y que se quede lo que es pesado, lo que tiene sustento, grandeza.

Dice que va a limpiar su era. Las próximas visitaciones de Dios a la iglesia, son para limpiar. La palabra de hoy es para que usted sepa de dónde y con qué potencia viene el viento limpiador. Y para que recuerde que el viento proviene de Dios, no de Satanás.

Sofonías es un profeta de reforma, que vive en el templo de Josías. Josías llegó al reinado cuando tenía ocho años y, después de doce años, comenzó a activar una reforma. Durante esos doce años en los que Josías todavía no había manifestado la reforma, el profeta Sofonías estaba profetizando.

Juan el Bautista vino bautizando conforme a la profecía de Malaquías y, cuando se manifiesta, lo hace en cuatrocientos años de deseo de Dios. Eso le produce más autoridad que toda la iglesia establecida. El principio que nace en Sofonías, es el mismo. No tiene nada que ver con diplomas ni graduarse en universidades; es encarnar el deseo de Dios. Reforma no es algo que inventan hombres que quieren rebelarse contra lo establecido. Es una voz profética que es encarnada y activada.

¿Qué estamos viendo? Dos iglesias. Una en desobediencia y otra purificada por Dios. Sofonías representa, entonces, la característica interna que produce la inercia extrema de una reforma. Sofonías es la voz profética que luego es encarnada y cubierta por una manifestación de reforma.

(Sofonías 1: 4)= Extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los habitantes de Jerusalén, y exterminaré de este lugar los restos de Baal, y el nombre de los ministros idólatras con los sacerdotes; (5) y a los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se postran jurando por Jehová y jurando por Milcom, (6) y a los que se apartan de en pos de Jehová, y a los que no buscaron a Jehová, ni le consultaron.

Aquí vemos una descripción de una iglesia desobediente. Con gente que está mezclada, confundida. Que está adorando a Dios, es verdad, pero que también está adorando a los baales. Los baales son ídolos, e ídolos son falsos conceptos de Dios. Hay idolatría en la casa de Dios. Adoran a un Dios que no existe. Por eso es que esperan que Dios haga algo que nunca va a hacer. Lo conocen teológicamente; saben todo sobre él, pero no lo conocen a Él.

(8) Y en el día del sacrificio de Jehová castigaré a los príncipes, y a los hijos del rey, y a todos los que visten vestido extranjero.

(9) Asimismo castigaré en aquel día a todos los que saltan la puerta, los que llenan las casas de sus señores de robo y de engaño.

Aquí vemos que está hablando con hijos de reyes, con príncipes. Se refiere en contra del liderazgo que está establecido. Con unciones que no son propias, son extranjeras o no son genuinas.

(Verso 12)= Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linternas, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal.

Esto significa: gente que está contenta donde está. Jerusalén. Gente que dice en su corazón: no hay propósito. Estamos tranquilos, todo está bien, estamos contentos, estamos creciendo, la iglesia está bonita, aleluya y gloria a Dios.

Es decir que no les figura en su agenda una visitación de Dios con linterna. No están viendo eso. Están categorizando a su iglesia de otra forma. Están midiendo éxito con otra vara, con otra medida. Dios termina de decir que viene con linterna y ellos: “Aquí andamos… Todo bien, gracias a Dios…”

(Sofonías 2: 11)= Terrible será Jehová contra ellos, porque destruirá a todos los dioses de la tierra, y desde sus lugares se inclinarán a él todas las tierras de las naciones. (Va a reducir a nada a todo lo que los hombres llaman dioses o tienen por ídolos en la tierra)

(12) También vosotros los de Etiopía seréis muertos con mi espada.

(13) Y extenderá su mano sobre el norte, y destruirá a Asiria, y convertirá a Nínive en asolamiento y en sequedad como un desierto.

(14) Rebaños de ganado harán en ella majada, todas las bestias del campo; el pelicano también y el erizo dormirán en sus dinteles; su voz cantará en las ventanas; habrá desolación en las puertas, porque su enmaderamiento de cedro será descubierto.

Enmaderamiento de cedro. Esto es importante. Ya volvemos aquí.

(Jeremías 222222: 13)= ¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!

(14) Que dice: edificaré para mí casa espaciosa, y salas airosas; y le abre ventanas, y la cubre de cedro…

¿La cubre de qué..? De cedro. ¿Y qué decía Sofonías 2:14? Que su enmaderamiento de cedro será descubierto. Peligroso.

Aquí, el cedro habla de ministerios grandes individualistas, de ambición personal; de popularidad y fama. ¡Todo será descubierto! Todo lo que esconden las casas.

Sin embargo, dice el verso 13 y 14 de Jeremías 222, que estas son casas sin justicia, salas de iniquidad, que ni siquiera le dan su salario a la gente por su trabajo. Ministerios grandes, exitosos, pero con casas cubiertas de cedro, escondiendo la realidad.

Ministerios grandes, espaciosos, pero que de profundidad no tienen nada. Usted le habla de esto a las personas y se caen. No entienden, están confundidos, no saben si van para adelante o para atrás. Esto es lo que Dios quiere cambiar.

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enero 1, 2015 Néstor Martínez