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¡Te Faltan Cinco Para el Peso!

El diamante de hoy es hombre, adulto, padre y abuelo. No esgrime odios ni rencores, tampoco diatribas tendientes a descalificar lo que otros estén haciendo o no haciendo conforme a sus propios rudimentos o echando mano a los divinos. Esto es como decir que su testimonio no se erige en juicio a otros, sino en un auto examen muy profundo de lo que a él mismo le pueda estar faltando para estar a la altura de los requerimientos divinos. Si lo logra o no, será tu conclusión, lector, cuando llegues al final de su casi confesión.

No hace mucho alguien me dijo algo similar que tiene que ver con este dicho popular en respuesta a mi planteo a modo de conclusión sobre mis fracasos personales que iban desde lo familiar hasta lo espiritual.
En esa respuesta se enumeraban mis supuestas virtudes y aquellos ítems en los que debía  trabajar para  poder llegar teóricamente al entero  que representaría el peso completo .

Esto abrió en mi ser una ventana para poder ver lo que Dios me estaba queriendo mostrar. Una y otra vez volvió a mi mente como un rompecabezas que solamente tenía un título, una imagen, una conclusión que estaba ahí,  y que yo solamente debía plasmar por escrito. Y finalmente comencé a armar el rompecabezas.

Ahora bien, que » falte cinco para el peso» era bueno o malo? A priori lo que se deduce es la representación de una frustración que surge por «casi» tener el TODO y no lograrlo  por muy poco. O sea: aquel sabor amargo a ser derrotado, llegando casi a la meta. ¿Esto solo me pasaba a mí? ¿O habrían más, que como parte de Reino de Dios, estarían pasando algo similar?

Dejando  de lado las situaciones que tienen que ver con mi vida en el campo de lo almático, me he planteado en el mundo espiritual  la alegoría del «peso», o sea lo completo  con la » Plenitud de Cristo»  y entonces dije: ¿Por qué siempre en toda mi vida sentí que cuando estaba a punto de llegar a esa plenitud por muy poquito (Aquí aparecerían los cinco que me faltaban), todo se frustraba? .Y ahí fue que vi el asunto desde otro lugar. Si el peso era la Plenitud de Cristo  y siempre me faltaba » algo» para  completar entonces la pregunta era: ¿Quien ponía esa diferencia? ¿La ponía yo con mi esfuerzo? ¿O la ponía Otro?…

Podría haber comenzado mi testimonio de Fruto Diamante contando mi largo y doloroso paso por  la religión con todas las consecuencias terribles que tuvo en mi vida,  pero es algo que ha sido descripto y plasmado en forma tan impecable por mis compañeros de milicia, que no es más que lo mismo que todos pasamos.

En Babilonia, en el mundo de la religión, sus miembros se «presentan» como portadores del «peso» completo, plenos, como  con sus vidas resueltas mostrándonos lo mejores que son al lado nuestro (Cuando en realidad son sepulcros blanqueados, con un buen marketing pero carentes de esencia divina), y por el contrario todos aquellos que hemos sido apartados para el Reino de Dios nos hemos sentido que » nos faltaban cinco para el peso».

Y ese abismo entre ellos y nosotros es el que nos hacía ver como rebeldes, sediciosos, alborotadores,  cuestionadores, desconformes con lo que veíamos, cuando en nuestro espíritu sentíamos y sabíamos que nos faltaban «cinco para el peso» y nos daba vergüenza, culpa, frustración, angustia, hasta que la libertad de Cristo vino a nuestra vida en distintos envases y momentos…y henos aqui!

Esta no es la página Web de Néstor Martínez !!! Esta es la manifestación de un cambio de Tiempos, una Bisagra que lo tiene a él como instrumento visible de un TODO en donde cada engranaje comenzó a ser acomodado en su lugar, aceitado, reparado, puesto a funcionar, con otras piezas en la estantería para comenzar a ser limpiadas para agregarse al funcionamiento de esta maquinaria  que ya no se puede parar.

Los fariseos o religiosos de este tiempo, o sea los religiosos de siempre, han sido expuestos y su «peso completo» resultó ser FALSO. Aquellos que nos faltan «Cinco para el peso» hemos salido, otros están por salir, otros saliendo y otros van a salir de la religión,  pero esos cinco que nos faltan no los ponemos nosotros, ni nuestro esfuerzo, ni Martínez, ni denominación alguna , esos cinco son  la naturaleza caída del hombre Adán (que nos impide la Plenitud), lo que le faltaba al joven rico y que nos falta a todos.

Esos cinco son la Gracia de Dios por Jesucristo que Él pone para poder llegar a la» Plenitud en Cristo». Entonces: ¡Gloria a Dios por faltarme cinco para el peso! Ahora sé que debo pedirle a El que los ponga, aceptarlos, guardarlos y ya no preocuparme mas!

Este es mi testimonio no muy distinto al de cualquiera de mis compañeros y hermanos que tan bien graficaron su experiencia  como Águilas juntándose al Cuerpo. Los bendigo y me bendicen!

Y así ha quedado dicho, con la expresión cargada de sinceridad y desprovista de necesidades figurativas personales, que tanto abundan en los ambientes relacionados con lo espiritual. Este diamante ha desplegado sus supuestas falencias, y ha evidenciado anhelar las virtudes que según su propia óptica le estarían faltando. El Señor, en su infinita misericordia y justicia será quien defina si es así como lo dice, o se minimiza. Ustedes harán el otro contrapeso de la idea, dejando entrever con lo que gusten expresar, si esto es así o le faltan esos cinco para el peso del título…

Néstor.-

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diciembre 7, 2019 Néstor Martínez