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¡Cristo Es El Todo!

Otro diamante. Otra herramienta precisa y eficaz que el Señor habrá de usar en su momento y circunstancia, para destruir cristales de la religión hueca y vacía. En este caso es un varón, joven, fuerte. También es de Argentina, igual que el anterior, aunque no viven en la misma ciudad ni zona. El Señor en su infinita sabiduría es quien los va reuniendo tal como Jesús en su tiempo y momento lo hiciera con sus discípulos. Y el objetivo, aunque parezca increíble, después de tanto tiempo transcurrido y no aprendido ni aprovechado, predicar el único evangelio posible y existente: El Reino de los Cielos se ha acercado…

En mis escasos años de edad escuche decir una frase que por la forma particular  de hablar de quien la dijo me causo mucha gracia, y quedó grabada en mi mente a través de los años, refiriéndose a lo que interpretaba como religiones, dijo: “lo mismo, es todo lo mismo”.

Cada vez que surgía el tema de las religiones me resultaba gracioso nombrar la frase y recordar a quien la había dicho. Siempre manteniendo la postura de que aquel hombre, por ser incrédulo, estaba equivocado y que la religión evangélica a la cual pertenecía no era una religión, sino una vida. Un día escuche hablar de religiosidad, relacionada con estructuras humanas  y nuevamente recordé la frase pero ya con un poco de sospecha de la posibilidad de acierto, aunque sea en parte. Pero lejos aún de catalogar mi creencia como lo mismo a las otras religiones, sino que lo tomaba para marcar el error de algunos de mis colegas.

La sospecha se profundizó a través de los años y al ser guiado a alimentarme en esta página, escuche nuevos conceptos como espíritu de religiosidad, iglesia falsa, esfuerzo del hombre para agradar a Dios y Babilonia entre otros, me causaron gran asombro e intriga, esto llevó a que recibiera el verdadero evangelio de la gracia, el cual me marcaba claramente lo errado de la religión en general, ya que apuntaba siempre a obras del hombre para con Dios en cambio las buenas nuevas me mostraban lo que Dios hizo por mí.

Fue de mucha liberación y gozo el saber que no dependía de mis obras, sino de quien era, si hijo de Adan por simplemente haber nacido, o Hijo del Dios altísimo por medio de la Fe en su Hijo Jesucristo (Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.) Juan 1:12 y 13

Me sentía dichoso se haber recibido cierta revelación con claridad y toda mi visión de mi relación con Dios cambió, fui libre de todo lo relacionado con instituciones religiosas y centrado en su gracia comencé a vivir en su amor, sentirme en plena paz y demás experiencias hermosas, yéndose toda carga y esfuerzo cansador por agradarle, la vida surgía naturalmente, conforme a la nueva naturaleza que había recibido. Había sido libre de un tipo de religión, pero una vez más mi Padre ampliaba el significado de esa frase “lo mismo, es todo lo mismo” me mostró que seguía teniendo una mirada religiosa de mi vida, ya no tenía nada que ver con instituciones pero sí con formas de actuar y de evaluar las cosas, a las personas y a mí mismo conforme a estructuras personales que había adquirido y desarrollado a través de los años, incluidas las admiradas y elogiadas por muchas personas de mi entorno, pero no procedían de Dios.

Esta libertad en cuanto a las instituciones religiosas con todas sus formas, estructuras y fundamentos me llevó a asociarme con otros hermanos que estaban en la misma libertad, lo que nos unía era esa sensación de haber sido libres de un monstruo con el cual habíamos convivido, sido formados y dañados por muchos años pero que desde adentro estábamos lejos de verlo como tal, sino todo lo contrario, pero al ser llamados a salir fuera y conocerlo, la guerra o confrontación contra ese monstruo pasó a formar parte total de mi visión de creyente. Pero no pasó mucho tiempo para que acciones de la carne volvieran y destrozaran ese tan grande gozo que sentía, no podía concebir una buena relación con mi Padre celestial porque había acciones en mí que no procedían de Él y por ende contrarias a su voluntad. Aún más terrible era la idea de la posibilidad de no ser su hijo en realidad, porque pensaba que sí lo era, ¿Cómo haría tales actos pecaminosos?.

Fue un tiempo  de altibajos, de remontarme hasta la cumbre más alta del gozo de ser hijo del Dios altísimo y de caer hasta la terrible tristeza de haber roto esa relación por cometer acciones pecaminosas por menores que parecieran a la vista de otros hombres, podía percibir como una voz que me decía “de nuevo lo arruinaste todo” y caer en un gran pozo de desesperación en el cual las supuestas salidas que vislumbraba eran puertas a un pozo aún mayor; lo único que me devolvía a la cumbre era mirar a Cristo y a su obra y saber q estaba en Él, pero al sacar la mirada de Él, las inmensas paredes del pozo cubrían toda mi vista!

No fue hasta que estuve seguro de que no podía lograr escalar esas paredes, ni con todas mis fuerzas, mis capacidades, mis métodos, mis conocimientos sobre la Biblia, mis conocimientos sobre Cristo y sobre mi posición en El, ni con toda la ayuda externa de familiares y profesionales, consejos, aliento y oraciones de hermanos y que todo llego a ser “lo mismo”, (vanidad, corrupción, rebelión) que por su gracia mis ojos fueron abiertos y ¡¡¡Wow!!! ¡¡¡Vi a Cristo!!! y en su resplandor todo el resto perdió valor, toda situación perdió importancia, todo análisis quedo obsoleto, deje de ver al diablo en todo y comencé a ver la mano de Dios obrando en mí, lo cual me llevo a dar gracias por todo, sabiendo que por más fea que pareciera la situación que estaba atravesando, era la mano divina moldeándome, crucificando cada cosa que estimara de valor además de Cristo, aunque doloroso por nuestro orgullo y rígida programación, la sensación de sentir con total certeza sus manos moldeándome a la imagen de Cristo es indescriptible en palabras, por lo cual no puedo más que rogar al padre que conforme a su voluntad, Jesucristo resplandezca más y más en nuestros corazones y así queden expuestas todas las tinieblas que aún quedan disfrazadas de luz, (Gloria a Dios!!! porque esto está sucediendo en todo el mundo!) porque engañoso es el corazón más que todas las cosas.

Pude tocar 1 Corintios 1:30, Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención, Pero ya no en palabras como antes, sino como VIDA!!! ¡¡¡Solo a Él sea la gloria por los siglos de los siglos!!!

Sin que yo hiciera algo, el resplandor de Cristo el Señor me revela que la religiosidad era algo que abarcaba mucho más que meros templos y todo lo que de ellos surge, que el considerado monstruo estaba ahora muy expuesto como para dañarme, pero lo más peligroso y dañino estaba profundamente arraigado en mi interior, como una copia falsa de la vida que recibí en Cristo, una cerca a esa vida para que no pueda experimentarla ni presentarla ante principados y potestades, una cárcel bien confusa, hecha del más fino cristal, invisible a nuestros ojos y razonamientos aun cuando alguien la señale, pero no ante el resplandor de Cristo!, muy mezclada y disimulada con mis mejores deseos de servir a Dios, santidad, amor, devoción, lucha, pasión, agradecimiento, dedicación y demás adjetivos, tan, pero tan imperceptible que es la misma búsqueda de estas cosas enfocado en mí y evaluando mis obras como medida de mi condición ante Dios, en vez de mantener mi mirada en Cristo y mi posición en Él.

La rotura de esos cristales, porque no es uno solo, sino muchas facetas, es la que permite que la vida de Cristo fluya a través de las aberturas y ya no solo sea un sentir interno sino que inunde todo mi ser, espíritu, alma y cuerpo. Estas nuevas revelaciones y experiencias causaron en mí una sensación de privilegio entre los hermanos, lo cual fue otro de los cristales que Cristo hizo pedazos ante mis ojos a la vez que reveló que para cada uno Él tiene el diamante adecuado para cada cristal personal y específico. Maravilloso el día que Dios trajo a mi vida la revelación de que CRISTO ES EL TODO y que el resto “es todo lo mismo” es rebelión, y que mi unión con Él inicio y es sostenida por Cristo y no depende de mí fuerza sino de la suya, no de mis obras sino de su obra ya realizada! que en realidad por medio de Cristo estoy continuamente en Dios siendo más que suficiente como mediador por lo que no necesita nuestra ayuda y las acusaciones de Satanás no tienen poder ante mi victoria que es Cristo ¡Y nada ni nadie me saca de su mano! ¡¡¡Amén!!!

¡¡¡Gloria a Dios!!! Porque esto es parte de lo global y principal que nos ha sido revelado como cuerpo de Cristo y  la plenitud de Cristo, mucho más rica que lo individual. A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén. Efesios 3:21

Excelente, diamante. Aquí vemos una mezcla de despertamiento, unción, revelación y acción. Todas son actitudes dignas de hijos del Dios viviente. Todas son armas esgrimidas para arrebatarle al infierno lo que el infierno cree poseer, pero en realidad no posee ni lo hará jamás. Porque a los hijos de Dios, que tienen un corazón conforme al suyo, Él los protege, y aunque se equivoquen y fallen una y otra vez, en el final, podrán cantar el único himno vigente: el de la Victoria sobre las potestades de las tinieblas.

Néstor.-

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octubre 5, 2019 Néstor Martínez